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Seis claves para superar los problemas

La resiliencia y la superación personal: del reto al éxito

El neurólogo francés Boris Cyrulnik, neurólogo, psicoanalista y psiquiatra, recuerda el valor de la resiliencia, esa capacidad de las personas de sobreponerse a periodos de dolor emocional y a las situaciones adversas de manera que se transformen en ocasiones para crecer y madurar.

Es importante desarrollar la capacidad de adaptarse, aprender y superar la adversidad cuando abordamos situaciones que implican sufrimiento o retos a los que tenemos que responder para poder seguir caminando en la vida.

Hay momentos de la vida en los que nuestros pensamientos, sentimientos y decisiones diarias requieren más atención de lo ordinario. Solemos considerar los eventos traumáticos o difíciles algo negativo y tendemos a sentir lástima hacia nosotros mismos o hacia las personas que los están atravesando. Esto es algo instintivo. Pero si lo analizamos mejor podemos darnos cuenta de que cada uno de estos momentos se puede transformar en una ocasión privilegiada de crecimiento en diversos aspectos de nuestra vida.

La resiliencia es la capacidad para hacer frente a las adversidades de la vida saliendo fortalecido de ellas. Es el resultado de un proceso dinámico que varía según las circunstancias, la naturaleza de la situación, el contexto y la etapa de la vida del individuo, que se puede expresar de diferente manera según la cultura.

En general, hay una serie de características que comparten las personas resilientes de todas las culturas.

    • Seguridad en sí mismo y en su capacidad de resolver los problemas.
    • Presencia clara de valores en la vida y de la certeza del apoyo social.
    • Actitud de ser causa de lo que sucede a su alrededor.
    • Aprenden tanto de las experiencias positivas como de las negativas.
    • Actitud positiva y creativa ante los nuevos retos de cada día.
    • Curiosidad y apertura a nuevas experiencias.
La resiliencia y el cambio en la vida

El desarrollo de la resiliencia nos lleva a potenciar continuos cambios positivos en la propia vida. Se logra por medio de circunstancias adversas y dolorosas, que son las que más lecciones nos regalan en la vida.

  • Cambios en uno mismo: aumentan la confianza en las propias capacidades para afrontar las adversidades que nos presente el futuro.
  • Cambios en las relaciones personales: la vivencia traumática puede fortalecer la unión de las relaciones con las personas que han estado en estos momentos tan duros.
  • Cambios en la filosofía de vida: las experiencias duras tienden a sacudir las ideas sobre las que se construye nuestra visión del mundo. Cambian las escalas de valores y se tiende a dar más valor a lo que realmente lo merece.

Solemos considerar los eventos trumáticos o difíciles algo negativo y tendemos a sentir lástima hacia nosotros mismos o hacia las personas que los están atravesando

Según la Asociación Sociológica Americana hay 6 cosas que está en nuestras manos hacer para ser más resilientes:

  • Potenciar las relaciones afectivas: en estos momentos tenemos que dejar ayudarnos más que nunca y establecer vínculos afectivos con familiares, amigos y personas que para nosotros sean importantes. Ayudar a otros también puede ser beneficioso para fortalecer la resiliencia.
  • Evitar ver los fracasos como obstáculos para crecer: no se puede evitar que ciertos acontecimientos que nos hacen daño aparezcan en la vida, pero si podemos decidir sobre la manera como los interpretamos y el modo de reaccionar ante ellos.
  • Reaccionar estimulando las actividades que te hagan sentir mejor durante los momentos agudos de crisis o dolor.
  • Llevar a cabo acciones decisivas: en situaciones adversas busca soluciones y actúa de la mejor manera que puedas, según tus circunstancias. Sentirás que estás haciendo algo productivo para cambiar tu situación.
  • Busca oportunidades para descubrirte: piensa en aquellas cosas que gracias a esto has aprendido y en qué aspectos has mejorado. Verás que el sufrimiento no ha sido en vano y que has crecido en este proceso.
  • Cultivar una visión positiva sobre ti mismo sin perder la esperanza: confía en tus capacidades para resolver los conflictos por los que estás atravesando y en lo valioso que eres.

Seguramente conoces a alguna persona que admiras por la actitud positiva y la entereza con la que afronta los problemas en la vida. Si escarbas un poco es muy probable que encuentres que en el pasado ha vivido circunstancias de vida difíciles, que le ayudaron a forjar ese aspecto de su carácter. También hay las que se han dejado caer frente a la adversidad, adoptando el papel de víctimas eternas, como si la vida les debiera algo; pero no es así, y esa actitud solo sirve para obstaculizar su propia felicidad y desarrollo personal. Desarrollar la resiliencia implica un esfuerzo, pero después facilita la vida en forma sorprendente.

Javier Fiz Pérez

Toyota México presenta “Conduciendo un México Mejor”

Por Rodolfo Sánchez Noya

El presidente de Toyota México Tom Sullivan anunció en rueda de prensa la participación de Toyota que realizará un programa denominado “Conduciendo un México Mejor” con el fin de apoyar al medio ambiente, seguridad vial y educación y para ello se formó un comité Dictaminador que seleccionará seis organizaciones civiles el cual tendrán fondos económicos de más de cuatro millones de pesos para  las organizaciones que trabajen en el área ya anunciada. Toyota México cumple ya 16 años de haber llegado a nuestro país.

El Señor Sullivan anunció que ya tienen varios años trabajando en el diseño y fabricación de vehículos  innovadores que benefician  a  la comunidad para resolver los problemas ambientales, cambio climático, y la escases  de agua entre otros problemas, y durante el próximo junio se darán a conocer quiénes serán los ganadores de cada categoría.

Bajo la filosofía pensar global y actuar local Toyota ha estado en contacto con Escuelas, Universidades y otras entidades con el fin de promover este desarrollo en beneficio en la seguridad vial, medio ambiente y educación.

Por su parte el Sr. Ernesto Solana Presidente de Comité de Responsabilidad Social de Toyota México informo que la continuación  año con año con el lema de “Conduciendo un México Mejor” para que se contribuya con el crecimiento en nuestro país beneficiando cada vez a un mayor número de personas.

 

¿Por qué Kate Middleton se agacha siempre para hablar con sus hijos?

Por Paka Díaz

Y tú, ¿eres jefe o líder?

Aristóteles decía que todo buen líder debía tener tres cualidades:

Ethos: carácter moral y la fuente de su capacidad para convencer a otros.

Pathos: capacidad de entrar en contacto con los sentimientos y de activar a las personas emocionalmente.

Logos: capacidad de dar motivos sólidos para acciones concretas y para movilizar a las personas intelectualmente.

El liderazgo es una virtud, una capacidad que no todos los jefes poseen. Jefe y líder no son lo mismo. Es más, todos podemos ser jefes y de los buenos, pero no precisamente buenos líderes.

Ese liderazgo auténtico es exigente y requiere coherencia, convicciones sólidas y un esfuerzo constante por llevar a la práctica lo que dice y lo que cree.

Hay muchas características que distingue al jefe del líder, entre ellas la sabia autoridad -no autoritarismo- que ejerce sobre un grupo.

Un buen líder debe ser experto en el arte de las relaciones, en tener la habilidad de manejar las emociones de los demás.

Estas son las principales diferencias que existen entre un líder y un jefe:

El líder dice “nosotros”, el jefe “yo”.

El líder sabe vender la información, es decir, sabe presentar muy apetecible una idea o meta. El jefe simplemente presenta la información; hay que cumplirla y punto.

El líder sabe conectar con las emociones y sentimientos. El jefe es más frío y parco en este sentido.

El líder inspira para que los demás sigan su ejemplo y para que se logren las metas. El jefe solo da órdenes.

El líder motiva, desarrolla y sabe sacar lo mejor de las personas. El jefe “usa” a las personas.

El líder sabe convencer con argumentos inteligentes y es incluyente. El jefe domina con autoridad que muchas veces es autoritarismo.

El líder reconoce que el poder es un arma para servir. El jefe siente que el poder le da autoridad.

El líder solicita las cosas, motiva y colabora para que se lleven a cabo. El jefe ordena, controla, demanda y espera.

Los líderes sobresalientes salen de su camino para potenciar la autoestima de su personal. Si las personas creen en sí mismas, es increíble lo que pueden lograr.
Sam Walton

El líder muestra empatía cuando hay errores y los considera como una oportunidad para aprender. El jefe sanciona severamente los errores.

El líder aplaude los logros, por pequeños que estos sean. El jefe difícilmente reconoce los logros, pero sí está muy atento a las fallas.

El líder gusta de los cambios, se sabe adaptar y motiva así a los demás. El jefe es más reacio a los cambios.

El líder busca la unidad y cree en el trabajo en equipo para el logro de metas. El jefe no se preocupa tanto por eso como porque le den resultados.

El líder hace todo lo posible por llevar una vida coherente en el decir, el pensar y el hacer porque sabe que el ejemplo convence y arrastra. El jefe también puede hacer lo mismo por llevar esa vida, pero no tiene tanto interés por ser ejemplo para los demás.

El líder genera una atmósfera de trabajo agradable, contagia entusiasmo. El jefe puede generar miedo y un ambiente punitivo y desagradable.

El líder sabe escuchar razones y aprecia la participación. El jefe dice “porque lo digo yo”, impone y sus indicaciones no pueden ser refutadas.

El líder resuelve las crisis e invita a sus colaboradores a buscar soluciones. El jefe culpa por la crisis.

El líder sabe que la persona es lo primero y reconoce en ella su dignidad. El jefe busca los beneficios por encima de la persona.

El líder ve a los demás como sus colaboradores, enseña y está abierto a aprender de los demás. El jefe maneja empleados y solo manda por ser el superior.

El líder comparte el crédito del éxito. El jefe toma todo el crédito.

El líder toma su responsabilidad cuando algo sale mal. El jefe echa culpas.

Recordemos siempre que los puestos de liderazgo, gerenciales, directivos son puestos de servicio y no de poder.

Y tú, ¿eres líder o jefe?

LUZ IVONNE REAM

 

Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional

Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples. Ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo. Sus concluyentes planteamientos invitan a la reflexión.

“Es tonto clasificar a los humanos en listos y tontos, porque cada uno de nosotros es único e inclasificable”, sostuvo durante una entrevista realizada por La Vanguardia de España.

¿Por qué cuestiona que la inteligencia es lo que miden los tests?

Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas, pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario. Por eso he dedicado 400 páginas a describir siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal. Y espero acabar demostrando que además hay una inteligencia naturalista, otra pedagógica y otra existencial para plantearnos preguntas trascendentes. Pero no más. Los tests de inteligencia no miden realmente nuestras capacidades, sino sólo la de resolverlos.

Empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.

Esa ya es una pregunta filosófica. ¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?

Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes. Lo que hemos comprobado es que los mejores profesionales son siempre E CE: excelentes, comprometidos y éticos.

¿No puedes ser excelente como profesional, pero un mal bicho como persona?

No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia. Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética. Para hacerte rico, a menudo estorba. Sin principios éticos puedes llegar a ser rico, sí, o técnicamente bueno, pero no excelente.

Hemos descubierto que los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar la carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito.

Otra mirada estrecha lleva a estudiantes y profesionales comodones a ser lo que consideramos inerciales, es decir, a dejarse llevar por la inercia social e ir a la universidad, porque es lo que toca tras la secundaria; y a trabajar, porque es lo que toca tras la universidad…, pero sin darlo todo nunca. Sin ilusión, la vida se queda en obligación.

Y otros son transaccionales: en clase cumplen lo mínimo y sólo estudian por el título; y después, en su trabajo cumplen lo justo por el sueldo, pero sin interesarse de verdad limitan su interés y dedicación. Son mediocres en todo.

¿No descubren algún día de su vida algo que les interese realmente?

Algunos no, y es uno de los motivos de las grandes crisis de la madurez, cuando se dan cuenta de que no hay una segunda juventud. Otra causa es la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento… Puedes vivir sin filosofía, pero peor.

En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50 eran más propensos a sufrir crisis y depresiones. Porque las ingenierías y estudios tecnológicos acaban dándote una sensación de control sobre tu vida en el fondo irreal: sólo te concentras en lo que tiene solución y en las preguntas con respuesta. Y durante años las hallas. Pero, cuando con la madurez descubres que en realidad es imposible controlarlo todo, te desorientas.

Fuente: panorama.com.ve

¿Existirá algún reino de la felicidad en nuestro mundo terrenal?

En un país lejano de nosotros, se encuentra un país del sur de Asia ubicado en la cordillera del Himalaya y sin salida al mar. Limita al norte con la República popular de China y al sur con la India. Este reino que te sorprenderá, es el llamado reino de Bután.

Es un pequeño país budista con apenas 800,000 habitantes, único del mundo que tiene un indicador denominado “felicidad interior bruta” que mide la calidad de vida de la población, y conjugan esta medida con otras más estrictamente ecónomicas. Por ello sus políticas sociales y económicas valoran no solo el rendimiento económico, sino tambien el uso del tiempo, la diversidad del entorno, el bienestar emocional de las personas, si los trabajadores pueden pasar tiempo con sus familias, si logran desarrollar sus aficiones,etc. Así, en Bután hay bosques que no se talan aún cuando existan beneficios económicos,  porque no cumplen los criterios del producto interior bruto de felicidad.

En el reino de Bután existe un Ministerio de la felicidad, el cual es encargado de velar por los criterios de su constitución. Cabe mencionar que en el artículo 9, se establece que el principal objetivo del gobierno es buscar que cada uno de sus ciudadanos sea feliz.

Su pequeña extensión le permite que sus ciudadanos más que vivir en un país, sientan que viven en una sola casa. No hay hambre ni pobreza extrema. Los pobladores han aprendido a valorar su cultura y la protegen, sin dejar de ser hospitalarios con el mundo exterior. Ellos se proveen de vestimenta y alimento. Está prohibida la caza de animales, por lo que es un país mayoritariamente vegetariano.

Sin duda alguna este país se centra principalmente en obtener un desarrollo económico, creando los medios necesarios a fin de promover y mantener la prosperidad de sus habitantes. El reino de Bután es el ejemplo más grande que un país puede ser feliz a partir del desarrollo sostenible.

¿Qué pasaría si los países implementaran el indicador de felicidad interior bruta?, ¿Tendríamos mejores países?, ¿Tendríamos ciudadanos con un sentido de vida mucho más sólido?, ¿Habría más productividad laboral?.

Considero que el centro de un país debe ser siempre la persona, y si los países en general velaran por ese núcleo interno, que enciende cualquier motor, el cual es la felicidad, en este mundo habría menos personas con odio, rencor y envidia en sus corazones, en cambio,  lo que irradiarían sería una energía completamente positiva.

“El hombre ha nacido para la felicidad y para la libertad y en todas partes es esclavo e infeliz. La sociedad tiene como fin la conservación de sus derechos y la perfección de su ser; y por todas partes la sociedad lo degrada y lo oprime. Ha llegado la hora de recordarles sus verdaderos destinos”- Una servidora lo está intentando Robespierre.

ESTRELLA PRIETO PERDIZ

¿Cómo reconstruirnos?

Ha pasado más de medio año de los terremotos que sacudieron al país en septiembre de 2017. Primero se sintieron con fuerza en el sureste y unos días después en la zona centro de México.

Observamos acciones tanto por parte de la sociedad como del Gobierno para salir de la estela de destrucción que dejaron los sismos en las ciudades y las zonas rurales; sin embargo, es valioso dar un vistazo a lo que se ha hecho en otras partes del mundo para afrontar estas crisis naturales.

Aunque se repita mucho, lo cierto es que en toda catástrofe existe una oportunidad. Esto lo han sabido capitalizar particularmente bien en el caso chileno: un país que comparte con nosotros su condición latinoamericana, además de estar situado en un lugar altamente sísmico.

En 2010, un terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter afectó a la región centro-sur de Chile. Hubo destrozos en medio millón de viviendas y alrededor de dos millones de damnificados. Los chilenos pusieron en marcha un programa llamado “1,10,100”, en el que se ponían objetivos concretos a cumplir en días específicos. Para el día 1, el propósito fue asegurar agua para todos los afectados. El día 10, los albergues. El día 100, se entregó el plan de reconstrucción en el que buscaban asegurar la calidad de las futuras viviendas sin hipotecar el porvenir de las familias.

El ejemplo andino es una muestra de continuidad, ya que a ocho años del desastre se ha completado el 75% de los proyectos a realizarse y lo más importante fue la inclusión de la gente en el proceso, ya que los ciudadanos decidían cuales debían de ser los prioritarios.

Una de las metas trazadas fue que la gente sintiera que sus ciudades habían mejorado después de los sismos, por lo que se propusieron varios equipamientos que tenían la doble función de ser espaciamiento público y de convertirse en puntos de refugio en caso de otro fenómeno natural.

El ejemplo de Chile es un recordatorio de la importancia de la planeación, pues posibilita que la reconstrucción coordinada tenga un mayor impacto y no sea sólo una serie de esfuerzos puntuales.

Regresando al hemisferio norte, todos presenciamos una respuesta inolvidable de la sociedad civil y afortunadamente no
ha cesado.

El pasado marzo, el director de cine Alfonso Cuarón presentó la plataforma virtual ‘brigada.mx’ que detalla cuáles trabajos de ayuda se están llevando a cabo en el país, así como las regiones que carecen de algún apoyo en particular. Resulta una herramienta fundamental, ya que en medio de la emergencia sucedió que muchos sitios se llenaban de muestras de generosidad, mientras que otros apenas la recibían, lo cual era por simple desconocimiento. La idea es innovadora al permitir que cualquier fundación u organización exponga sus actividades de modo que la gente pueda escoger a qué tipo de acción quisiera sumarse. El sitio, además, permite darle el seguimiento a cualquier proyecto que esté incluido. Incluso se puede ver el estado de las donaciones que les otorgan de modo que genera un esquema de plena trasparencia.

Esto es una muestra de lo que la tecnología puede aportar a la sociedad para prepararnos mejor ante cualquier contingencia. Si bien tenemos un país diverso y bello por su ubicación geográfica, esa misma condición nos obliga a ocuparnos de las futuras eventualidades que sabemos que ocurrirán a lo largo del año, como son los huracanes, las tormentas, las sequías y desde luego, los sismos.

Los mexicanos demostramos que en condiciones extraordinarias somos extraordinarios. Ahora que sabemos lo que podemos ser, busquemos que esa actitud sea cotidiana y organicémonos para que nuestra aportación sea coordinada.

Arq. Alejandro Robles Arias
Director de Arquitecturar
www.arquitecturar.mx

Recordando los Juegos de México

Los Juegos Olímpicos de México 68 cumplen 50 años en 2018

Significaron un cambio notable en los eventos de carácter mundial: incorporaron la transmisión satelital y las pruebas de dopaje a los deportistas. Además de convertirse en un escenario de unión para las naciones en pleno auge de la Guerra Fría.

Cuando se ve en perspectiva, el propio Comité Olímpico Internacional lo cataloga como uno de los mejores Juegos realizados; no obstante, en su momento hubo bastantes obstáculos que sortear.  El primero de ellos fue la crítica de otorgar su realización a un país catalogado como “en vías de desarrollo” y las constantes dudas de que tuviera la capacidad de llevarlo a cabo.

La planeación previa es una historia en sí misma. El arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez fue el encargado de presidir el Comité Organizador a tan solo 26 meses de
la inauguración.

El arquitecto fue el mismo que edificó algunas de las obras magnas que pretendían poner a México en los ojos del mundo como un sinónimo de modernidad con edificios como el Museo Nacional de Antropología y el Estadio Azteca.

Un evento realizado en aquella época no está exento de anécdotas curiosas y lejanas a la era digital. Un ejemplo de ello es el sistema de boletaje. Comenzaron a llegar a las oficinas en México reservaciones de todo el planeta y el control de pedidos se llevaba a cabo de forma manual. Existía, además, la necesidad de armar los paquetes de boletos y enviarlos, lo cual suponía otro reto.

En propias palabras del arquitecto Ramírez Vázquez: “Vamos a necesitar personal de cuando menos 200 personas que nos hagan los paquetes de reservación, que no les interese el deporte y sean honradas, honradas, honradas”.

De modo que llegó a la conclusión de que lo mejor sería pedir ayuda divina y visitó al cardenal Darío Miranda, quien le ayudó a conformar un equipo de monjas que se instalaron en el seminario de Tlálpan y fueron responsables de hacer los paquetes de boletos. Jamás existió alguna reclamación del extranjero.

Otro desafío fue el complicado panorama político: en aquella Olimpiada, los países africanos fueron invitados por primera vez en conjunto, pero se oponían a asistir si también iba Sudáfrica debido a sus políticas racistas, por lo que al final se optó por no invitar a los sudafricanos.

Alemania experimentó otro dilema, ya que estaba divida en Occidental y Oriental, teniendo diferencias sobre cuál himno presentar. En medio de la discusión alguien preguntó a qué Alemania pertenecía Beethoven y ambos bandos dieron argumentos del porqué era de ellos, así que se les sugirió que ambos participaran con la famosa Novena Sinfonía de Beethoven, La Oda a la Alegría, y aceptaron.

En el momento de designar la ubicación de las delegaciones en la Villa Olímpica también hubo cuestiones delicadas. El primer conflicto se presentó con la reciente invasión de Rusia a Praga. La sugerencia lógica era poner separados a rusos y checos. No obstante, el equipo mexicano apeló a la tregua olímpica, en la que cualquier diferencia entre los antiguos estados griegos era pausada durante la celebración olímpica. Con este criterio fueron colocados los equipos de gimnasia de Rusia y República Checa juntos. De igual forma, las delegaciones de los países árabes y la israelita estuvieron en edificios vecinos.

El diseño gráfico estuvo presente en toda la justa deportiva. El icónico logotipo de México 68 acopla la grafía de los aros olímpicos con una vibrante repetición que relaciona el entonces popular Op Artcon con el arte huichol, del que fueran autores Eduardo Terrazas y Lance Wyman. Esta identidad gráfica fue trasladada de forma magistral a muchos objetos y estadios del evento.

Los Juegos Olímpicos se desarrollaron del 12 al 27 de octubre y dejaron postales
imborrables en la memoria de los espectadores. Una de ellas perteneció a la señal de protesta del “Black Power” en la ceremonia de premiación de los 200 metros, en reclamo de los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos.

Se rompieron 23 récords olímpicos cuando se planteaba que la altura de la Ciudad de México a más de 2000 metros sobre el nivel del mar no era el mejor lugar para que se desempeñaran los atletas.

Uno de los momentos emblemáticos de toda Olimpiada es la encendida del pebetero, acto que fue realizado por primera vez por una mujer y se trató de la corredora mexicana Enriqueta Basilio.

Sin lugar a dudas se trató de un evento que marcó un hito en el mundo y especialmente en México, dejándonos infraestructura de la cual aún hoy disponemos.

Sin embargo, creo que a 50 años su mayor legado es recordar cómo se resolvieron problemas en ese entonces, cómo se sobrepuso con éxito ante cada obstáculo en el camino y cómo se actuó con el fundamento de unir a los pueblos y borrar las barreras mentales, aunque fuera sólo por algunas semanas.

Arq. Alejandro Robles Arias
Director de Arquitecturar
www.arquitecturar.mx

La crayola es más poderosa que la bala

Otro MODO de pensar las elecciones presidenciales

Quizás el título amerite explicación. En México, durante las primeras décadas del siglo XX, la única manera en que se cambiaba de Presidente de la República  era matándolo. Con el fortalecimiento de la oposición al partido oficial y  la creación de instituciones democráticas como el IFE (ahora INE), esto cambió. Ahora tachamos la boleta electoral con una crayola para manifestar nuestra decisión.

El MODO (Museo del Objeto del Objeto), revisa de forma lúdica y clara, este tránsito hacia la democracia. Nos ofrece una exposición pertinente, incluso para quienes llegaremos a la elección  hartos de campañas y promesas incumplibles.

En su breve espacio, MODO recrea 112 años de campañas presidenciales, en su exposición  Ciudadanía, democracia y propaganda electoral en México: 1910-2012. En ella transforma al objeto en un argumento privilegiado de nuestra historia, que deja de ser memorabilia electoral para convertirse en evidencia de los cambios sociales y las estrategias para apelar al voto. A cada paso atestiguamos cómo ha evolucionado la sociedad  y la persuasión (de la veneración a la parodia, del patriotismo al humor, del desafío al autoengaño); cómo unos aretes de plata con la efigie de Francisco I. Madero – de principios del siglo XX- tienen la misma finalidad que un peluquín plástico remedando el copete de Peña Nieto.

Fotos, pancartas y videos nos devuelven a un México que, afortunadamente, cada vez nos resulta más ajeno. Pero sin duda son los datos y testimonios de la paridad de género lo que más impacta. Fue en 1957 que las primeras mujeres pudieron votar. 1964 tuvimos las primeras mujeres senadoras y en 1979 fue electa la primer mujer gobernadora. En 1988 la primera mujer es postulada a la presidencia de la República, hecho que ahora nos parece una práctica normal de nuestra ciudadanía.

Antes de votar, conoce cómo la crayola se vivió tan poderosa. Después de votar, ve al MODO (Colima 145, Col. Roma). Si tienes tu dedo marcado con tinta indeleble, el domingo 1ro. de julio la entrada será gratis.

Cynthia Aguirre
Historiadora del arte
El nombre de esta sección, Metaxu, es un término griego que significa “mientras, en medio de o entre tanto”; un lugar a mitad del camino. Es un momento: mientras tanto. Es una persona: intermediario; lo próximo, lo adjunto. Simone Well lo define como un muro que a la vez que separa, comunica. Las exposiciones que invito a ver suceden entre una entrega y otra
cyaguirre17@gmail.com

Cara a cara con la justicia

Varias inquietudes me llevaron hasta las oficinas del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, donde me recibió amablemente su presidente, el magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez. Me impresionó la claridad, precisión y sencillez con las que respondió cada una de las preguntas que hice sobre el nuevo sistema penal, hasta llegar al tema que más me preocupaba: ¿el presidente de la República tiene facultades para otorgar perdón y amnistía a delincuentes y corruptos?

Magistrado los principales factores que frenan el desarrollo de nuestro país son la corrupción y la impunidad. Desde el Poder Judicial, ¿qué hace falta para que se pueda combatir con éxito estos males?

La corrupción lastima y frena el desarrollo de cualquier sociedad. Debe combatirse mediante la democratización de la justicia. Eso es, hacer la justicia sencilla y accesible a todas las personas, para que los tecnicismos no sean un obstáculo. La reforma constitucional vigente establece que la ‘forma’ queda en un segundo lugar y lo importante es resolver de ‘fondo’ las controversias. Se busca evitar los vericuetos y las irregularidades en la tramitación que prolonguen los juicios de manera artificiosa, lo cual genera inseguridad jurídica.

La justicia se transparenta cuando los juicios son sencillos y la justicia está de cara a la sociedad -como la justicia oral -, cuando las personas saben quién las juzga, por qué las juzga, cómo las juzga y están cara a cara con quien los juzga. También debe ser muy clara la rendición de cuentas. La transparencia, la rendición de cuentas y la cercanía de la justicia permiten que los procedimientos estén apegados al marco jurídico, a la ley, y que se respete el estado de derecho. Eso es lo que tenemos que hacer, y cuando existan conductas que se desvíen de la ley, sancionarlas. Para eso existen mecanismos disciplinarios que están a cargo del Consejo de la Judicatura.

¿Hay factores que no correspondan al Poder Judicial que afecten la aplicación expedita de la justicia?

Hay varios factores de carácter externo. Uno de los más importantes es cuando se aprueba una reforma y no viene acompañada de los recursos correspondientes para su implementación. Las reformas son buenas, se hacen para mejorar el marco jurídico aplicable; sin embargo, toda reforma debe visualizarse con el impacto presupuestal que va a tener. Cualquier reforma, de mayor o menor calado, tiene un costo.

El Poder Judicial juzga con total imparcialidad, respetando de manera irrestricta los derechos humanos. Pero juzga en función de los argumentos que se le dan y también tomando en consideración las pruebas. Si usted argumenta algo y lo demuestra, evidentemente se le dará la razón. Si argumenta algo y no lo demuestra, no se le dará la razón.

La oralidad hace los juicios más expeditos, lo cual no quiere decir que no se analicen de manera exhaustiva. El contacto directo entre las partes y el juez es inmediato. El juez conoce de primera mano lo que usted está exponiendo, las pruebas que está ofreciendo, pero lo va a contrastar con lo que su contraparte exponga. En función de este principio de contradicción va a emitir una resolución.

Por ejemplo, en materia familiar una controversia en la justicia oral se lleva 52 días en promedio. En la tradicional tardaba 205 días más o menos. Un procedimiento mercantil tardaba 360 días, hoy tarda 100 días a partir de que se emplaza. La justicia se está haciendo expedita gracias a los mecanismos de oralidad.

¿Cuántos juicios se resuelven al día en la CDMX?

Este tribunal tiene el tamaño de los poderes judiciales de 12 entidades federativas, de 4 países centroamericanos y del 80% de todo el poder judicial de Brasil. Recibimos más de 300 mil asuntos al año. Diariamente dictamos más de mil sentencias. Somos 400 jueces y 79 magistrados. Cada día acuden más de 85 mil personas a nuestras diferentes sedes. Para darse una idea, es prácticamente un Estadio Azteca lleno.

¿Con qué grado de eficiencia funciona el Tribunal dado el número de casos que debe atender?

Cuando algo está funcionando pasa inadvertido. Hoy podemos estar charlando en esta mesa, usted logró llegar aquí, nuestros hijos asisten a la escuela, podemos ir al supermercado, las personas acuden diariamente a trabajar y las fábricas están produciendo.  Eso es posible porque hay paz y tranquilidad, y eso lo dan los tribunales. Imaginemos un día sin tribunales. Si alguien no quiere pagarle a una fábrica, eso va a desencadenar que esta no pueda pagar a sus proveedores y a sus trabajadores, y que estos a su vez no puedan cubrir las necesidades básicas de sus hogares. Como el Poder Judicial está funcionando, no nos damos cuenta de la importancia que tiene en el conglomerado social. Sin duda, el índice de eficiencia ha mejorado a raíz de los juicios orales.

¿Qué es lo más criticado del nuevo sistema penal?

Por parte de la sociedad existe la percepción de que hay falta de sanción y que esta genera impunidad. Tal percepción no está del todo apegada a la realidad. El nuevo sistema penal parte de la presunción de inocencia. Así debe ser. Se debe demostrar que usted es culpable y no al revés, que deba probar su inocencia. Mientras no exista una sentencia que diga que usted es culpable, es inocente. La prisión solo se aplica como medida preventiva o cautelar, pero no es la regla general. Cuando hay elementos que indican que se encuentra en riesgo la sociedad por el imputado, la propia ley establece la excepción; si no, va a llevar su procedimiento en libertad. Antes había personas que pasaban años en la cárcel sin que se terminara el debido proceso. La bondad del nuevo sistema es que en este priva la presunción de inocencia. Los derechos humanos están encima de cualquier cosa. No perdemos de vista que no solo los imputados tiene derechos humanos, las víctimas tienen derechos también. Por eso, las sentencias deben privilegiar una reparación integral de la agresión.  Es importante procurar la reinserción social de la persona a la que se le impone una pena, sin olvidar que a la víctima le debe reparar los daños que le ocasionó.

Pasando a otro tema, a raíz de la aprobación del divorcio exprés, ¿ha aumentado el índice de divorcios?

Para que exista un vínculo se necesita que las dos personas quieran vivir en matrimonio, si alguna de las partes ya no quiere no se le puede obligar. El problema no es la disolución del vínculo, sino lo que este conlleva en el aspecto patrimonial y en los hijos. Ha venido aumentando en número de juicios familiares en materia de custodia y de alimentos.

Se suele hablar de desintegración familiar, pero ese estatus desgraciadamente ya está superándose; ahora ya no hablamos de desintegración, porque para que se desintegre el núcleo familiar tuvo que haber estado integrado algún día. Lo que estamos viendo es un fenómeno más fuerte: antes se desintegraba; hoy, en muchos casos no se llega siquiera a integrar.

El concepto tradicional de familia, donde había una mamá y un papá, está cambiando.

La libre convivencia puede generar una paternidad o una maternidad, lo cual genera un conflicto de índole familiar donde nunca hubo familia. Y está el problema de los menores, que es fundamental.

¿Se puede atribuir la descomposición social actual a ese factor?

Más que descomposición, estamos hablando de falta de integración, la cual va a reflejarse en todos los ámbitos: familiar, penal, civil, mercantil, laboral…

¿Esa falta de integración se debe a que se ha debilitado la familia como institución? 

La falta de integración es de un núcleo, no necesariamente el tradicional, puede ser otro tipo de núcleo. Sea en un vínculo matrimonial o no, si existe integración, la situación cambia. La integración la van a dar los valores. Quien tiene valores va a estar integrado y la carencia de valores genera desintegración, visto solo desde un punto de vista sociológico. Cuando una familia tradicional se desintegra genera conflictos. Pero cuando el tema es la falta de integración social, es más grave.

¿Cuáles son los factores que más inciden en la descomposición social? 

El Poder Judicial es un mero termómetro, un referente. Por ejemplo, cuando la situación económica en la ciudad no es adecuada, automáticamente los juicios en material civil y mercantil se incrementan. Cuando hay problemas de integración, los asuntos en materia familiar se incrementan.

Los juicios en materia penal solo ocupan el 12 por ciento del quehacer cotidiano. En números relativos se mantiene esa media, en números absolutos es más alto porque la población aumentó. Tal vez la percepción de que ha incrementado se debe a eso.

El Poder Judicial es un medio que los contiene, pero estos fenómenos obedecen a una causa. Al Poder Judicial no le corresponde solucionar las causas sino ocuparse de que las consecuencias sean lo menos lesivas posible, de dar seguridad a las personas y de que las conductas delictivas se repriman. Sociedad y autoridad, cada una debe hacer su parte.  Mientras no exista armonía ni acción por parte de la sociedad para atacar las causas, de forma que haya oportunidades, acceso a servicios y trabajos suficientemente remunerados, no veremos disminuir la carga de los tribunales.

Es preciso hablar de gobernanza, no tanto de gobierno. La gobernanza es función del gobierno, pero con armonía en la sociedad, porque todos somos responsables: sociedad civil, universidades, escuelas, grupos de decisión. Hay que asumir la responsabilidad que cada uno tiene en su ámbito.

¿Qué tan fuertes son las instituciones hoy en día en México? Debe haber algo que dé la directriz. Voy a ser muy clara en lo que quiero preguntar: jurídicamente hablando, ¿el Presidente de la República tiene facultades para otorgar perdón y amnistía a delincuentes y corruptos?

Recuerde que existe el marco rector fundamental: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Todas las directrices y lo que le corresponde hacer a cada poder está plasmado en la Constitución. Ahí está perfectamente determinado lo que corresponde hacer a cada titular de los órganos de poder.

¿A quién le corresponde cambiar la Constitución?

A los mexicanos a través de lo que establece la propia Constitución. Existe un Constituyente permanente, reformador. La Constitución se puede modificar a través del mecanismo que establece la propia Constitución. El Congreso actúa como un poder constituyente permanente. Cuando se hace la reforma correspondiente, se somete a la aprobación de un número calificado de entidades federativas. Muchas reformas a la Constitución han acontecido de 1917 a la fecha.

Es facultad del Ejecutivo hacer iniciativas, lo mismo que del Congreso, pero conlleva todo un proceso legislativo, y si se trata de legislar una modificación constitucional, entonces corresponde al Poder Constituyente Permanente.

¿Un decreto presidencial está por encima del Poder Constituyente?

La Constitución es la norma fundamental y la norma de mayor jerarquía. Nada puede ir en contra de la Constitución.

¿Le gustaría compartir algo más?

Sí, quiero agregar que en justicia nunca va a hacerse lo suficiente, siempre hay que pensar en avanzar. La legitimación de las instituciones se gana por las mismas instituciones, y la legitimación del Poder Judicial se gana a través de las resoluciones que este emite.

Lo más importante es que el compromiso del Poder Judicial solo es con el marco legal, con la Constitución y con los derechos humanos.

Elena Goicoechea