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Enseña a tus hijos a ponerse en el lugar del que sufre

Educar la afectividad para crecer en amor y en felicidad

Desde la filosofía griega se razonaba sobre libertad interior en el hombre, una libertad que no es un punto de partida sino una conquista que cada hombre debe realizar.

Cada uno debe adquirir dominio de sí mismo, imponiéndose la regla de la razón, y ése es el camino de lo que empezó a llamarse virtud: la alegría y la felicidad vendrán como fruto de una vida conforme a ella.

Sentimientos y virtud

Cada sentimiento favorece unas acciones y entorpece otras. Por tanto, los sentimientos favorecen o entorpecen una vida psicológicamente y espiritualmente sana, y también favorecen o entorpecen la práctica de las virtudes o valores que desea-
mos alcanzar.

Puede decirse por tanto que la práctica de las virtudes favorece la educación del corazón.

Muchas veces se olvida que los sentimientos son una poderosa realidad humana, una realidad que —para bien o para mal— es habitualmente lo que con más fuerza nos impulsa o retrae en nuestro actuar.

Los sentimientos aportan a la vida gran parte de su riqueza, y resultan decisivos para una vida lograda y feliz.

Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda sino un corazón enamorado. Y para ello hay que educar el corazón, aunque no siempre sea una tarea fácil.

Ejemplo y buena comunicación

En el aprendizaje emocional, el ejemplo tiene un particular protagonismo. Basta pensar en cómo se transmite de padres a hijos la capacidad de reconocer el dolor ajeno, de comprender a los demás, de brindar ayuda a quien lo necesita.

Son estilos emocionales que todos aprendemos de modo natural y los registramos en nuestra memoria sin apenas darnos cuenta, observando a quienes nos rodean.

Junto a eso, es esencial que haya un clima distendido, de buena comunicación; que en la familia sea fácil crear momentos de mayor intimidad, en los que puedan aflorar con confianza los sentimientos de cada uno y así ser compartidos y educados; que haya libertad a la hora de manifestar los propios sentimientos.

En definitiva, no podemos cambiar nuestra herencia genética, ni nuestra educación hasta el día de hoy, pero sí podemos pensar en el presente y en el futuro, con una confianza profunda en la gran capacidad de transformación del hombre a través de la formación y del esfuerzo personal. La felicidad no está en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno debe hacer.

Si no hay paz en el corazón no la habrá en el mundo

Mensaje del Papa Francisco:

Todos queremos la paz, pero más que nadie la quieren aquellos que sufren por la ausencia de paz.

Podemos hablar con palabras esplendidas pero si en nuestro corazón no hay paz no la habrá en el mundo.

Con cero violencia y cien por ciento de ternura, construyamos la paz evangélica que no excluye a nadie.

Recemos juntos para que el lenguaje del corazón y del dialogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas.

Tus mensajes tienen un impacto en mi vida

Mamá, papá, haz un experimento:

  • Toma un plato de porcelana y estréllalo en el suelo.
  • Recoge los pedazos y únelos de nuevo con pegamento.
  • ¿Quedó igual?
  • ¿Ya entendiste?

Tus mensajes tienen un impacto en mi vida. Tu lenguaje refleja cómo ves el mundo que te rodea. Y no ves el mundo exactamente como es, lo ves como tú eres.

Al hablar conmigo reflejas tus creencias, basadas en tu experiencia. Si tu modelo del mundo es limitado –empobrecido, peligroso, esclavizado, doloroso– tus palabras lo reflejarán. Y eso que me repites y afirmas constantemente, se convertirá en mi voz interior. Y mi voz interior me dirá qué puedo y qué no puedo lograr, quién soy y quién no puedo ser…

Mis pensamientos determinarán la vida que crearé. Si mis pensamientos son negativos y autolimitantes, mi imagen reflejará ese pesimismo y mi manera de interactuar con el mundo será limitada. En fin, llegaré a ser lo que piense de mí mismo.

Así que aquí van algunas sugerencias de qué no decirme y qué sí decirme, no importa cuántos años tenga.

Autoestima

 Eres una latosa

+ Cuando haces eso molestas

Qué tonto/gordo/bruto/torpe inútil/lento eres.

+ Encuentra la virtud y refléjala. ¡NUNCA ME INSULTES!

Auto confianza

– Cuidado, tal vez no lo logres.

+ Adelante, haz la prueba.

Te lo dije.

+ ¿Qué aprendiste?

Te vas a enfermar.

+ Tienes un cuerpo fuerte y sano.

Auto valor

– ¿Qué te sacaste en el examen?

+ ¿Estás satisfecho contigo?

¿Ganaste?

¿Cómo te sentiste con tu esfuerzo?

Eres un flojo

+ Hoy estás perezoso

Eres malísimo para las matemáticas+

Puedes resolver este problema con más práctica.

Pasión

– Eres un flojo

+Te veo perezoso, ¿qué quisieras hacer?

– ¿Estás aburrido?

+Responde: ¿Qué quieres crear? (Hazlo responsablemente por saber usar su tiempo creativamente; tu trabajo no es entretenerlo)

– Los artistas se mueren de hambre

Me encanta verte haciendo lo que te gusta

Concentra tus observaciones en mi comportamiento, NO en mi valor como persona o en si merezco o no tu amor si quieres que tenga un ego sano (confianza, pasión, valor y conexión). Este es el mayor tesoro que me puedes dar.

¿Felices o no tan felices fiestas?

La celebración de la Navidad y las fiestas de fin de año significan días de reflexión, descanso, brindis, cenas, regalos y reencuentros con familiares y amigos. Son el recuento de todo lo bueno vivido durante el año, los logros obtenidos y el crecimiento experimentado.

Sin embargo, muchas personas se entristecen a tal grado que prefieren alejarse de los demás en vez de unirse a los que celebran. Veamos que sucede:

Los motivos que la mayoría de las personas tienen para disfrutar al máximo las festividades del fin de año no siempre son registrados por quienes sólo miran la oscuridad de
su realidad.

La Dirección General de Salud Mental de la Secretaría de Salud reporta que durante los últimos y los primeros días de cada año se incrementan los casos de depresión y suicidio en México. Entre los factores que inciden en esta tendencia están los de tipo biológico, social y personal.

Existe también la llamada depresión estacional o trastorno afectivo estacional, causada por la falta de luz natural en el invierno.

Otras causas que provocan que no todas las personas perciban como gratos estos festejos pueden ser:

  • Diferentes creencias religiosas.
  • Pérdida de un familiar por muerte, separación o viaje, sobre todo si sucedió durante el año que está por terminar.
  • Problemas financieros y/o pérdida de empleo.
  • Conflictos y disgustos con los familiares o con quienes habitualmente se realizan
    las reuniones.
  • Considerar estas fechas como solo un producto del consumismo.
  • Preferencias y gustos diferentes en la costumbre de estos festejos.
  • Temperamento y personalidad que llevan a algunas personas a abstenerse de los festejos por sentirse incómodas en ellos.
  • Vacío existencial por metas y objetivos personales o profesionales no cumplidos.
  • Sentirse diferentes al resto de las personas, ya sea por su condición económica o cualquier razón que impida obsequiar regalos del nivel que dan los demás.
  • Es estrés que generan el gasto implícito y las multitudes en los centros comerciales, así como la presión de agradar
    a los demás.
  • El constante bombardeo de los medios de comunicación para fomentar la unión familiar, la comprensión, la paz y muchos aspectos no siempre se pueden o desean conseguir.

Todo festejo voluntario tiene sentido y es gratificante mientras no sea forzado. Lo esencial es respetar las decisiones de quienes no quieren convivir.

A nadie le gusta sentirse forzado a hacer algo que no desea. Debemos tener la libertad de elegir cómo pasar estos días.

Algunas sugerencias para celebrar:

  • Asume expectativas realistas acerca de ti y de los demás.
  • No accedas a más de lo que realmente puedas hacer y no permitas que otros te impongan demasiadas exigencias.
  • Elabora un plan para esta época y organiza actividades agradables y diferentes.
  • Comparte lo que sientes con los demás.
  • Si no lo deseas, no permitas que las celebraciones interfieran con tu rutina de alimentación, ejercicio y descanso.
  • Evita consumir bebidas alcohólicas en exceso.
  • Simplifica tus tradiciones, goza los momentos.
  • Si no tienes con quien compartir las fiestas, ofrece tu ayuda como voluntario y ayuda a otros.
  • Elabora un presupuesto para tus gastos y apégate a él.
  • Fíjate en lo bueno de la vida, en tus bendiciones, y cultiva el espíritu de agradecimiento.
  • Los estados de ánimo no son involuntarios, tienes poder sobre ellos si tomas conciencia de lo que sientes y aprendes a dominarlos.

Si persiste la tristeza e interfiere con tu trabajo, actividades cotidianas y relaciones personales, busca ayuda profesional cuanto antes.

Avanzar sin miedo

“En las Sagradas Escrituras encontramos 365 veces la expresión «no temas», con todas sus variaciones. Como si quisiera decir que todos los días del año el Señor nos quiere libres del temor.” — Papa Francisco

2018 ha sido un año extraordinario. Desde aquí les invito a que cada uno de ustedes piense lo que han sido estos días, en lo personal, lo familiar, lo escolar, lo social y, seguramente, estará de acuerdo conmigo: el 2018 ha representado cambios significantes en todo. Es, o puede ser, un año que nos cambia.

Por lo tanto, es momento de reflexión, de evaluación, de planeación…y de agradecer, sobre todo de agradecer. Si estás leyendo estas breves líneas, seguramente mucho tendrás por qué dar gracias; para empezar, por todo lo ocurrido este año, aunque haya habido momentos difíciles, dolorosos, duros e incomprensibles, pues forman parte del tejido de la vida. Pero, al fin aquí estamos, terminamos un año y empezamos otro, y debemos dar gracias por ello.

Gracias Dios mío por la vida, por la luz, por la energía, por el movimiento, por los desafíos, por la felicidad, por lo que es y no es, por lo que nos das y prometes, por lo que somos y podemos, por el ayer, hoy y mañana. Gracias, gracias, siempre gracias…

La Navidad debe recuperar su sentido de nacimiento y recepción de Jesús en nuestras vidas y nuestras casas. De abrirle puertas y corazones para que transforme nuestra existencia. Y a empezar de nuevo. Ésa es la vida. Cada quien, desde lo que le es más importante o querido.

Un año nuevo siempre es una ilusión, siempre una esperanza. Tiempo de propósitos, intenciones y buenos deseos. Una gran ocasión para cambiar nuestros hábitos, modificar rutinas, hacer todo de mejor manera en la casa, en la escuela, en el trabajo, en suma, una buena oportunidad de ser mejores.

Un buen principio puede ser, como hacen los marinos en las costas de todo el mundo, soltar los fardos antes de liberar amarras; dejar atrás los lastres para navegar más ligeros. Parece fácil aunque no lo es; pero, hay que hacerlo. Soltar y avanzar sin miedo.

A todos los miembros de la gran Familia Miraflores les envío una felicitación de todo corazón por las fiestas de Navidad y les deseo que el año próximo venga lleno de alegrías y bendiciones para todos y cada uno de ustedes.

La vida sigue. 2018 no volverá. Pero tenemos al 2019 y los que vienen, a los que recibimos con el entusiasmo y la esperanza que nos da la fe en Dios.

El tesoro mayor

“Cada día es una nueva bendición de Dios.” — Madre Trinidad

Volver al futuro

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El futuro vuelve a estar de moda. Tanto en la literatura como en las series o el cine, los temas sobre el futuro, muchas veces apocalíptico, vuelven a contarse entre los favoritos. Junto a la legión de fans de la ciencia-ficción, de la mano de caballeros jedis y los súper-héroes, llega un creciente conglomerado de nuevos aficionados a las fantasías futuristas.

Aunque para algunos la ciencia-ficción es un género reservado para los jóvenes, hay un gran número de obras maestras que, a lo largo de la literatura, han abierto senderos narrativos, estimulado la imaginación de millones de lectores e, incluso, impulsado avances científicos. A décadas de distancia, muchas de aquellas situaciones, inventos y artefactos imaginados han sido rebasados por la ciencia y, en general, por la realidad.

Sabemos que la mejor ciencia-ficción es la que, a la par de la fantasía y la imaginación de mundos por venir, logra reflexionar sobre los grandes temas y desafíos del hombre y la sociedad. 1984, de George Orwell o Un mundo feliz, de Aldous Huxley, lo ejemplifican claramente.

La ciencia-ficción es un género que, con gran habilidad, logra conjugar la profundidad de los conceptos con la ligereza de las tramas fantásticas, como lo hace Julio Verne, en muchas obras como De la Tierra a la Luna, 20 mil leguas de viaje submarino o La isla de hélice.

Phillip K. Dick es uno de los referentes obligados, con obras como El hombre en el castillo o Fluyan mis lágrimas, dijo el policía. Extraordinario cultivador del relato corto es el creador de las historias en las que se basan las dos cintas de Blade Runner.

Y algunos otros clásicos del género son: La máquina del tiempo, de H. G. Wells; Yo, robot, de Isaac Asimov; Crónicas marcianas, de Ray Bradbury; 2001, una odisea espacial, de Arthur C. Clarke; Solaris, de Stanislaw Lem; Dune, de Frank Hebert; La guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams; o la inquietante La carretera, de Cormac McCarthy.

Las series y las películas pueden ser un buen vehículo para llegar a su fuente original: este género divertido y profundo, que más allá de súper-héroes, naves espaciales y robots, juega con ideas, reflexión e imaginación.

Fundación con amor

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Cuando lo que se vive en el presente no es afortunado es fácil perder la esperanza y la motivación, de ahí la importancia de ampliar el horizonte para generar conciencia de que el cambio está en uno mismo, al tiempo que se desarrollan las herramientas para lograrlo. Esa es la misión de la fundación Con Amor A.C.

A través de los proyectos que lleva a cabo en escuelas de zonas marginales, esta fundación ofrece a los niños y adolescentes diversas opciones para alcanzar el equilibrio emocional (interior) y el equilibrio ecológico (exterior). Con Amor fomenta el desarrollo personal y el cambio de los hábitos de consumo que dañan la salud de las personas y del planeta.

Uno de sus objetivos es lograr la autosuficiencia alimentaria de una manera amigable con el entorno. Enseña a cultivar productos orgánicos en poco espacio, por ejemplo. Algunos de sus proyectos autosustentables son “Sembrando Ecología”, el “Huerto Escolar” y el “Huerto de Plantas Medicinales”. Lo que aprenden los alumnos refuerza el aprendizaje de materias como biología, física y química.

En el tema de conciencia emocional, Con Amor lleva a los alumnos adolescentes al teatro para ver la obra “Miedo a la verdad”, del director y autor Bruno Almaraz, donde pueden verse reflejados en los diferentes personajes, lo que ayuda a contactar con sus propias emociones, a generar conciencia sobre las distintas problemáticas que viven, como la desintegración familiar, las adicciones y los desórdenes alimenticios, así como a vivir una experiencia cultural que culmina con una dinámica guiada por una psicóloga especialista
en adolescentes.

Si estás interesado en conocer más acerca de Con Amor A.C., llama al: 5532985693