Avanzar sin miedo

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“En las Sagradas Escrituras encontramos 365 veces la expresión «no temas», con todas sus variaciones. Como si quisiera decir que todos los días del año el Señor nos quiere libres del temor.” — Papa Francisco

2018 ha sido un año extraordinario. Desde aquí les invito a que cada uno de ustedes piense lo que han sido estos días, en lo personal, lo familiar, lo escolar, lo social y, seguramente, estará de acuerdo conmigo: el 2018 ha representado cambios significantes en todo. Es, o puede ser, un año que nos cambia.

Por lo tanto, es momento de reflexión, de evaluación, de planeación…y de agradecer, sobre todo de agradecer. Si estás leyendo estas breves líneas, seguramente mucho tendrás por qué dar gracias; para empezar, por todo lo ocurrido este año, aunque haya habido momentos difíciles, dolorosos, duros e incomprensibles, pues forman parte del tejido de la vida. Pero, al fin aquí estamos, terminamos un año y empezamos otro, y debemos dar gracias por ello.

Gracias Dios mío por la vida, por la luz, por la energía, por el movimiento, por los desafíos, por la felicidad, por lo que es y no es, por lo que nos das y prometes, por lo que somos y podemos, por el ayer, hoy y mañana. Gracias, gracias, siempre gracias…

La Navidad debe recuperar su sentido de nacimiento y recepción de Jesús en nuestras vidas y nuestras casas. De abrirle puertas y corazones para que transforme nuestra existencia. Y a empezar de nuevo. Ésa es la vida. Cada quien, desde lo que le es más importante o querido.

Un año nuevo siempre es una ilusión, siempre una esperanza. Tiempo de propósitos, intenciones y buenos deseos. Una gran ocasión para cambiar nuestros hábitos, modificar rutinas, hacer todo de mejor manera en la casa, en la escuela, en el trabajo, en suma, una buena oportunidad de ser mejores.

Un buen principio puede ser, como hacen los marinos en las costas de todo el mundo, soltar los fardos antes de liberar amarras; dejar atrás los lastres para navegar más ligeros. Parece fácil aunque no lo es; pero, hay que hacerlo. Soltar y avanzar sin miedo.

A todos los miembros de la gran Familia Miraflores les envío una felicitación de todo corazón por las fiestas de Navidad y les deseo que el año próximo venga lleno de alegrías y bendiciones para todos y cada uno de ustedes.

La vida sigue. 2018 no volverá. Pero tenemos al 2019 y los que vienen, a los que recibimos con el entusiasmo y la esperanza que nos da la fe en Dios.

El tesoro mayor

“Cada día es una nueva bendición de Dios.” — Madre Trinidad