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Académica de la UPAEP alerta sobre la “araña violinista”

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La araña violinista aparece y se reproduce principalmente durante la temporada de sequía y calor en las zonas rurales y urbanas, por lo que hay que extremar precauciones al momento de realizar la limpieza en casas y jardines, así como en las zonas agrícolas, recomendó la Mtra. Carolina Sánchez Aguilera, profesora investigadora de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP.


Arácnidos


La académica señaló que es importante contar con la protección necesaria para llevar a cabo la limpieza de la casa, bodegas, closets y jardines, como son guantes y botas, a fin de que este arácnido no “pique a la persona en las manos o piernas”.

Explicó que la araña violinista, al igual que la ‘Viuda Negra’, son arácnidos que no sobrepasan los 2 centímetros; son animales de tamaño mediano y se les puede encontrar fácilmente en “nuestros hogares y en las áreas de jardín, en donde no eliminamos la maleza, donde tenemos espacios ocupados por madera, piedra, escombro que muy pocas veces removemos y espacios muy secos en donde habitualmente se refugian”.

Reiteró que este tipo de arácnidos los podemos encontrar en los lugares cálidos, secos, en lugares con temperaturas muy altas, además de que se reproducen en mayor cantidad en los meses de junio y julio. Se pueden encontrar en los estados de Puebla, Michoacán, Veracruz, Tabasco y estados localizados en el norte del país.

Dijo que las arañas son animales de hábitos nocturnos, pero incluso en el día se les puede encontrar al momento de mover las cosas como cajas y muebles que por lo regular no sacudimos y podemos estar propensos a la picadura de estos arácnidos.

Detalló que la araña violinista se caracteriza por su color marrón, color pardo con tonalidad café, y está cubierta por muchos pelos en todo el cuerpo y en las patas; la toxicidad de estos arácnidos, al igual que la de la Viuda Negra, es que poseen unas estructuras en la cabeza en la región anterior que es por donde ellas inyectan el veneno.

Subrayó que en caso de ser picado por un arácnido, lo más recomendable es que se acuda inmediatamente al médico y, de ser posible, llevar la araña que le picó para que la identifique el médico y reciba la atención necesaria.

Agregó que es importante fumigar periódicamente los jardines y lugares por donde es difícil limpiar, para evitar que este tipo de animales se reproduzcan. Porque las principales personas que corren riesgo para ser picados son los niños. Y en caso de ser picados por este tipo de arácnidos, lo recomendable es acudir al médico, y en el caso de estar en la casa o el campo, es importante colocarse hielo para evitar la inflamación y mitigar el dolor que conforme avanza el veneno es intenso, en lo que se llega al centro de salud para recibir la atención pertinente.

La Mtra. Sánchez Aguilera describió que los principales síntomas que provoca la picadura de una araña violinista, son: irritación intensa, dolor, náuseas, fiebre e incluso úlceras, éstas últimas que si no son tratadas, se desarrollan una gran cantidad de bacterias que en las lesiones se aprecian como si la zona tuviera gangrena, por lo que es más difícil tratarla.

Sobre los riesgos que se corren, precisó que dependiendo de la susceptibilidad de las personas, puede ocasionar la muerte o lesiones que ponen en riesgo su vida por no atender a tiempo la picadura de este tipo de arañas.

FUENTE: http://yoinfluyo.com/mexico/29-salud/14946-academica-de-la-upaep-alerta-sobre-la-arana-violinista

¿La mayoría tiene la razón?

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Me parece que hemos caído en una confusión y, por eso, estamos cometiendo errores en nuestra actividad social teórica y práctica. Me refiero a  la confusión de identificar cantidad con calidad. Valga el siguiente elemental ejemplo: si yo encargo 500 gramos de un buen filete y por el mismo precio me traen tres kilos de pellejos, ¿salí ganando porque tengo más cantidad? Algo semejante sucede con las opiniones: ¿salgo ganando cuando 300 ignorantes dicen lo contrario de dos expertos?


Libertad


Pues confundir cantidad con calidad es una constante que estamos aplicando al sistema de organización social más extendido hoy en día: la democracia. La democracia es una más de las soluciones humanas para lograr la organización en sociedad. A lo largo de la historia, hemos incursionado en otros sistemas, y los expertos en el tema aseguran que en los tiempos contemporáneos es el modo más adecuado para convivir.

Concepto de democracia

La democracia es un régimen político. En Occidente institucionaliza la participación del pueblo en la organización y ejercicio del poder político mediante la intercomunicación o diálogo permanente entre gobernantes y gobernados, el respeto de la dignidad y libertad de la persona humana y de los derechos de los grupos intermedios entre individuo y Estado, en consonancia con el bien común. (GER, voz Democracia)

Los elementos generales de la democracia se concretan con sus peculiaridades en los distintos pueblos: el modo de organizarse, la manera de ejercer el poder político, la intercomunicación y el diálogo se propician con más o menos facilidad, según los recursos tecnológicos y los grupos intermedios con que se cuenta. Por eso, se puede hablar de muchos tipos de democracia.

Lo que es permanente en todas las democracias es el respeto a la dignidad y a la libertad de la persona humana, y el concepto de bien común.

Hay recursos contemporáneos que facilitan el diálogo, como es la tecnología de la comunicación al alcance de casi todos. Sin embargo, el acceso general a la educación es un requisito previo para saber participar, y la misma educación es el modo de regular, en cada persona, la participación sensata y oportuna, porque con la educación se adquieren conocimientos sobre el tema que se va a tratar. No es lo mismo estar comunicado que estar educado. Y quien está educado sabe valorar la información.

Características de la participación

La educación es punto de apoyo para estar en condiciones de participar. La educación demanda esfuerzo personal para intervenir en los asuntos que conocemos y, como la democracia pide a cada persona la responsabilidad de no excluirse, cuando hay desconocimiento del tema, hemos de colaborar con quienes son expertos. En este caso, la educación ayuda a distinguir a los demagogos de los que sí saben. Estar cerca de personas preparadas nos hace aprender y adquirir criterio.

Además, cualquier intervención necesita de un buen razonamiento, no se trata de hablar por hablar. Razonar es aplicar los conocimientos con sentido común. El sentido común se manifiesta cuando analizamos las circunstancias, las posibilidades, los medios que tenemos, los fines que buscamos… y todo ello, para el beneficio de la dignidad de las personas, sin excluir a ninguna.

Razonar es distinto a la opinión de mayorías; desgraciadamente, a veces ni siquiera es opinión, sino una imposición. Otra vez, no es cuestión de cantidad, sino de calidad, de buen razonamiento. Por eso, puede tener la razón una minoría o incluso una persona. Sin embargo, la meta es contar con mayorías bien formadas.

La garantía de la inclusión

La característica de la democracia consiste en la inclusión de todos: minorías y mayorías. Pero es necesario no permitir la manipulación de algunas minorías que se imponen porque logran un trato de excepción y en poco tiempo logran imponerse como si fueran mayorías.

En el ejercicio de la democracia hay dos extremos peligrosos: la imposición de un único criterio –el totalitarismo– y la inclusión de cualquier postura –la tolerancia indiscriminada–. El problema de estas dos posiciones es el olvido de los auténticos derechos humanos basados en la dignidad de la persona, porque en el primer caso se impide la libre expresión, en el segundo se contamina el bien verdadero.

La democracia es distinta del totalitarismo: somos iguales pero no estamos uniformados. Los totalitarismos son la dictadura de algunos en beneficio de ellos. La otra amenaza se ha hecho eslogan, es la tolerancia opuesta a cualquier tipo de jerarquía en los conocimientos, en los hechos, en los proyectos, con lo cual el orden no tiene cabida e impera la impunidad.

Las democracias se facilitan en demarcaciones pequeñas, en ciudades de tamaño medio, en pequeños asentamientos, porque en áreas de ese tamaño se conocen los ciudadanos y es más fácil elegirlos para funciones públicas, por sus dotes para afrontar asuntos prácticos, como por sus cualidades morales. Ahora, con el crecimiento demográfico es más difícil conocer a las personas, pero hay otros medios para lograrlo; sin embargo, es necesario asegurarse de la confiabilidad de los datos sobre su honorabilidad y preparación.

Características de la educación para enseñar a vivir democráticamente

El gobernante democrático trabaja decididamente por el bien común; por eso atiende a la educación de todos los gobernados, para conseguir el diálogo de calidad y la participación sensata. Cuando no hay educación, lo que el gobierno busca es la manipulación del pueblo para el beneficio de quien tiene el poder. Todo beneficio a costa de privar a otros de sus derechos, deja en los perjudicados unas heridas difíciles de sanar, y tarde o temprano esa injusticia acarrea problemas sociales.

Las pautas generales de la educación para lograr ciudadanos participativos ha de enfocarse a enseñar: la fundamentación de la dignidad humana, el auténtico concepto de la libertad y en qué consiste el bien común. La educación, para ser oportuna, requiere del ejercicio de la libertad para decidir sin coacción ni manipulación. Obviamente, también se ha de fomentar la calidad de la educación básica y la específica de cada profesión, para contar con personas que puedan ser productivas y aportar a su patria.

 

FUENTE: http://yoinfluyo.com/columnas/224-ana-teresa-lopez-de-llergo/14950-la-mayoria-tiene-la-razon

Amoris Laetitia: claves de lectura

Todos nosotros, independientemente del matrimonio y la situación familiar en la que nos encontramos, estamos en el camino de la misericordia.

El viernes 8 de abril fue un día histórico para el pontificado de Jorge Mario Bergoglio. En la Sala de Prensa del Vaticano los periodistas acreditados fuimos testigos de la presentación de oficial de la Exhortación Apostólica Post-Sinodal Amoris Laetitia, por parte del secretario general del Sínodo de los Obispos, el Cardenal Lorenzo Baldisseri, acompañado por el cardenal Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena.

La Exhortación está compuesta de nueve capítulos, subdivididos en 325 números con 391 notas, para un total de 262 páginas. Es un precioso documento en donde el Santo Padre define el amor en la familia y nos presenta con gran “concreción y realismo” una especie de enciclopedia familiar que resume perfectamente la visión de su pontificado: “la lógica de la misericordia pastoral”.

Amoris Laetitia nace de la síntesis de los documentos conclusivos de las dos Asambleas Sinodales sobre la familia, pero ha sido enriquecido con las reflexiones del Santo Padre y su invitación a “afrontar con misericordia y discernimiento pastoral las situaciones que no corresponden plenamente al ideal que el Señor propone”.

A continuación, presentamos a nuestros lectores la entrevista “en exclusiva” que hemos hecho al Cardenal Lorenzo Baldisseri desde Roma y algunas claves para la lectura de este importante documento:

La iglesia no debe renunciar al matrimonio. Lo propone como ideal irrenunciable, pues es “el proyecto de Dios en toda su grandeza… Hoy más importante que una pastoral de los fracasos, es el esfuerzo pastoral para consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas”.

Los divorciados no están excomulgados. “A las personas divorciadas que viven en una nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que no están excomulgadas… Estas situaciones exigen un atento discernimiento y respeto, evitando todo lenguaje y actitud que las haga sentir discriminadas”.

Abre los sacramentos a los divorciados. “El pastor no puede sentirse satisfecho aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones irregulares…”, dijo. En una nota abrió la posibilidad de los sacramentos a los divorciados y recordó que “la eucaristía no es el premio para los perfectos”.

Trata de integrar a todos. Todos nosotros, independientemente del matrimonio y la situación familiar en la que nos encontramos, estamos en camino. Coherentemente supera la división entre parejas en situación “regular” o “irregular” y pone a todos en la instancia común del Evangelio. Todas las personas están en el camino de la misericordia.

Respeto para los homosexuales. Afirma que “deben ser respetados en su dignidad y recibidos con respeto, con cuidado para evitar” todo signo de discriminación injusta “y especialmente todas las formas de agresión y violencia”.

Hacia una Iglesia misericordiosa. “Ponemos tantas condiciones a la misericordia, que la vaciamos de sentido concreto y de significación real, y esa es la peor manera de licuar el Evangelio”, afirmó el Santo Padre.

 

 

Fuente: Amoris Laetitia: claves de lectura

Escrito por Marinellys Tremamunno-Corresponsal de YI en Roma.

http://yoinfluyo.com/multimedia/303-videos/14999-cardenal-baldisseri-habla-para-yo-influyo-sobre-amoris-laetitia

 

 

5 tips para que los padres logren su misión de educar a los hijos

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En el marco del comienzo del Año de la Misericordia, el Papa Francisco nos da un mensaje claro y concreto a los padres de familia.

Dentro del mensaje, citando a San Juan Pablo II, anima a los padres a perseverar en “su deber y derecho primario e irrenunciable de educar a sus hijos”.

Por eso, hoy te quiero compartir mis 5 tips para lograr tan grande misión:

1.- Observa a tus hijos para que los conozcas bien.

Si nosotros somos unos padres ausentes será difícil poder educar a nuestros hijos. Y con esto no quiero decir que debamos estar con ellos en todo momento, sino que debemos tener momentos para convivir y poder observar sus actitudes y formas de reaccionar ante los diferentes aspectos y acontecimientos que la vida les presenta.

Con unos minutos al día que podamos platicar con ellos podremos lograr este objetivo, pero que sean de calidad, es decir, con toda nuestra atención. De nada sirve que estemos con ellos todo el día si no les prestamos la atención que requieren en los diferentes momentos de la vida.

Si trabajamos, es necesario que nos organicemos para tener esos 10 minutos al día, y si por alguna razón no podemos hacerlo, debemos buscar compensar esto en nuestro día de descanso o en algún momento de la semana.

2.- Busca siempre estar atenta a sus necesidades.

Como parte de nuestra labor como padres debemos estar al pendiente de las necesidades físicas, emocionales y espirituales de nuestros hijos.

Hay muchas formas de estar al tanto de lo que necesitan nuestros hijos; una puede ser platicando con ellos. Es bueno buscar un momento para conversar con nuestros hijos; nosotros lo logramos con una junta de recapitulación antes de cenar para ver cómo les fue  en el día y cuáles son sus necesidades.

3.- Fomenta sus cualidades.

Una vez que sabemos lo que necesitan nuestros hijos y que los hemos observado, estamos listos para ayudar a fomentar y desarrollar al máximo sus capacidades. De esta forma lograremos mejores resultados.

Si buscamos que todo lo aprendan por medio de sus gustos y capacidades sobresalientes, lograremos que el aprendizaje sea grato y por lo mismo duradero.

Por ejemplo, uno de mis hijos aprendió las capitales del mundo porque venía el Mundial de futbol y quería saber más sobre las selecciones. Hasta ahora ubica perfectamente los países y sus capitales.

4.- Apuntala sus debilidades.

Como sabemos cuáles son sus capacidades predominantes, de igual forma tendremos presentes sus debilidades o áreas de oportunidad. Es así como tendremos la oportunidad de apuntalar esos puntos que les cuestan más trabajo a nuestros hijos. Y lo mejor de todo es que lo podemos hacer en el mejor entorno, que es la familia, donde no sentirán pena de equivocarse o expresar sus dudas.

Nosotros tenemos la ventaja de que todo lo que hacemos por nuestros hijos lo hacemos con y por amor.

5.- Ámalos al grado de querer educarlos lo mejor posible.

A veces sentimos que no tenemos la capacidad de educar a nuestros hijos y por eso dejamos que los eduquen otros.

A esto siempre les contesto que por algo Dios nos confió a nuestros hijos, que Él nos da la capacidad para educarlos y que, aunque podemos apoyarnos en la escuela, los principales educadores de nuestros hijos somos nosotros.

Cualquier falta de instrucción escolar se ve minimizada por la gran carga de amor que sentimos por nuestros hijos, y de ahí podemos partir para buscar lo mejor para ellos.

Recordemos que nuestros hijos están confiados a nosotros para que los eduquemos y los amemos. Y si esto implica el apoyo de otras personas, tomaremos la mejor decisión y adoptaremos las opciones de apoyo más adecuadas. Pero siempre con el principal objetivo de educarlos de la mejor manera para lograr formar peregrinos de este mundo, pero principalmente ciudadanos del Cielo.

 

FUENTE: http://yoinfluyo.com/columnas/399-silvia-del-valle-marquez/14165-5-tips-para-que-los-padres-logren-su-mision-de-educar-a-los-hijos

5 RECORRIDOS CON LOS MEJORES PAISAJES DE PRIMAVERA EN MÉXICO

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Una de las ventajas de viajar vía terrestre es que puedes disfrutar de los bellos paisajes que se encuentran en caminos y carreteras del país. Con la llegada de la primavera los paisajes se transforman, ofreciendo vistas impactantes a los conductores.

México tiene una gran riqueza en diversidad biológica. A continuación, les mostraremos una lista de las carreteras panorámicas más hermosas de México, las cuales cuentan con bosques, selva, mar y montañas. Esta lista fue compilada en base a información publicada por el sitio Carmudi.*

  1. Carretera Durango-Mazatlán

Uniendo las ciudades de Durango y Mazatlán, esta carretera presenta paisajes asombrosos y es a su vez una de las carreteras más peligrosas. En este recorrido se obtienen vistas de la Sierra Madre Occidental, con terrenos escarpados y barrancos. Se pueden apreciar también los bosques de pino y encino del Parque Natural El Tecuán, con sus laderas y elevaciones, que brindan un paisaje único.

  1. Carretera Tuxtla Gutiérrez-Coatzacoalcos

Ubicada en el sur del país, esta carretera ofrece diversos paisajes y espectáculos naturales bordeando la Reserva de la Biosfera Selva el Ocote. Esta reserva es uno de los sitios de biodiversidad más importantes y cuenta con abundantes especies de árboles de gran altura. También en esta carretera se encuentra el Puente de Chiapas, ofreciendo unas radiantes vistas del río Grijalva y la Presa Nezahualcóyotl.

  1. Carretera Tijuana-Ensenada

Es también conocida como ‘Carretera Escénica’ y cuenta con una de las principales vistas panorámicas de México. Al recorrer este camino se disfrutan de vistas excepcionales del mar y la costa, acantilados y bahías, con hermosos despliegues de colores: el azul del océano y las distintas tonalidades de verdes de la vegetación.

  1. Carretera México-Toluca

En esta carretera, que une la ciudad de México con Toluca, se pueden disfrutar hermosas vistas con diversos árboles y formaciones rocosas que hacen que el recorrido sea extraordinario. La carretera pasa por una de las reservas naturales más bonitas: El Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla, también llamado “La Marquesa.” Cuenta con hermosos atractivos naturales como un bosque de coníferas de gran altura y pastizales de alta montaña.

  1. Carretera Tuxcueca-Mazamitla

Cruzando el Corredor Ecoturístico de la Sierra del Tigre, esta carretera tiene pintorescos paisajes con magníficas vistas panorámicas y miradores, donde se encuentran bosques de pinos y robles, ríos y cascadas. Esta ruta eco-turística atraviesa zonas boscosas que resultan en bellos y coloridos escenarios naturales ideales para el turismo rural y el turismo de aventura.

Sin duda hay muchas carreteras más en donde la naturaleza hace de tu viaje más ameno y digno de pasar un momento de relajación para disfrutar lo que México nos ha regalado por tan sólo nacer o visitar estas Tierras. Nos gustaría saber ¿Qué opinas? ¿Cuáles son las carreteras de México más bonitas para ti?

Conoce sobre cómo puedes viajar más seguro teniendo un buen equipo de rastreo en tu empresa, solicita una demostración gratuita o llama al 01-800-555-0550.

*Karla Romualdo. (2015). Las 7 carreteras más bonitas de México. Marzo 2016, de Carmudi. Sitio web:http://www.carmudi.com.mx/journal/las-7-carreteras-mas-bonitas-de-mexico/

FUENTE: https://www.navmanwireless.com.mx/blog/5-recorridos-con-los-mejores-paisajes-de-primavera-en-mexico/

Oración para ponerse en camino

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Ayúdame a ponerme en camino
aunque el horizonte me parezca oscuro,
aunque la recompensa ante el mundo sea estimada en nada,
aunque falten fuerzas y no existan recursos,
aunque muchos piensen que lo que traigo
no es nada o muy poco.

Ayúdame a ponerme en camino
dejando a un lado lo que me paraliza,
dejando a un lado lo que me esclaviza,
dejando a un lado lo que divide en dos mi corazón,
dejando a un lado lo que dificulta el pregonarte.

Ayúdame a ponerme en camino
sin poner excusas cuando no recojo fruto,
sin poner excusas cuando me falta el aliento,
sin poner excusas cuando no soy aplaudido,
sin poner excusas cuando no soy reconocido.

Ayúdame Señor a ponerme en camino,
desprendiéndome de todo aquello que materialmente no me sirve,
desprendiéndome de mí mismo,
desprendiéndome de las muletas de la vergüenza y la cobardía,
desprendiéndome de todo prestigio personal para hacerte presente.

Ayúdame Señor a ponerme en camino
poniendo tu mano sobre los enfermos,
anunciando tu reino sobre los abatidos,
llevando tu Buena Noticia sobre los pesimistas,
alimentando con tu Palabra a los muertos espiritualmente,
alimentando con tu Eucaristía a los débiles por el pan del mundo.

Amén.

 

FUENTE: http://es.aleteia.org/2016/03/24/oracion-para-ponerse-en-camino/

El partido de los independientes

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—Hay que pensar en un artículo de fondo sobre la honradez…ya estamos todos enterados de que en los partidos políticos había manzanas podridas y todos arramblaban con comisiones ilegales. Deberíamos hacer entender que, si quisiéramos, podríamos desencadenar una campaña contra los partidos. Deberíamos proponer un partido de los honrados, un partido de ciudadanos capaces de hablar de una política distinta… hacer un artículo de fondo muy fuerte. Y virtuoso.
—La llamada a la honradez siempre vende muy bien.

—Umberto Eco, Número Cero

 

Para evitar malentendidos empiezo con la conclusión: los candidatos independientes ya están entre nosotros. Pueden ejercer su legítimo derecho a ser electos a cualquier cargo. Me parece bien. Lo que (me) preocupa es el lenguaje en el que (algunos) se arropan y las eventuales derivaciones políticas del mismo.

La fama pública de los partidos y los políticos profesionales se encuentra por los suelos. Se podrían citar decenas de encuestas pero no lo haré. Existe un hartazgo, un malestar, en relación a ellos que sería imposible negar. Ese fastidio se alimenta de una economía que no crece con suficiencia, de una sociedad desarticulada, marcada por oceánicas desigualdades y carente de cohesión social, de fenómenos de corrupción recurrentes que quedan impunes, de la ola de violencia que ha sacudido los cimientos de la convivencia en nuestro país y de la regularidad con que se vulneran los derechos humanos, a lo que hay que sumar nuestro déficit de Estado de derecho, el comportamiento y la expresión de los propios políticos y la actuación de unos medios de comunicación que rutinariamente le dan la espalda a la complejidad de los problemas para plantear que lo que sucede no es más que resultado de la acción de unos políticos tontos, incapaces y corruptos.

A partir de ello se ha desatado entre nosotros una ola que ha encontrado una solución prodigiosa y contundente: hacer a un lado a los políticos profesionales y los partidos y lanzar para ocupar los cargos de elección popular a candidatos independientes. Una fórmula —se proclama— eficaz, indolora y categórica. Yo diría más bien simplista, pero con una clara intencionalidad política.

Lo he citado hasta el hartazgo. Pero me sigue pareciendo pertinente. Andreas Schedler2 se preocupó por desmenuzar la lógica del discurso “antipolítico” que estaba poniendo en acto liderazgos carismáticos poco amigables con la democracia. Y su diagnóstico era que se realizaba un corte radical entre dos mundos supuestamente escindidos: el de los políticos por un lado y los ciudadanos (o el pueblo) por el otro. Los primeros acababan siendo una “clase” indiferenciada, portadora de todos los males e incapaz de regenerarse. Los segundos, como si fueran un bloque granítico, eran la encarnación de la virtud. Y claro, en ese enfrentamiento, siempre existía un líder inmaculado que hablaba y representaba a los segundos.

En México no había leído un planteamiento tan al pie de la letra como el que hace Jorge G. Castañeda en su artículo “Por una candidatura independiente”, de nexos de febrero pasado.3 Nuestros políticos —según esta versión— son prácticamente un monolito y los ciudadanos (o el pueblo), que ahora aparecen como la sociedad civil, es el manantial de la honradez. Y, por supuesto, los nuevos líderes, los candidatos independientes, son la representación prístina de esta segunda. Se trataría entonces de “convertir la elección de 2018 en un referéndum a favor o en contra de la clase política tradicional”. Esa apuesta eventualmente puede crecer porque “el horno está para esos bollos”, pero sus premisas son falaces.

Esa operación necesita para avanzar dos supuestos que simplemente no se sostienen: a) que todas las formaciones políticas son lo mismo y b) que la sociedad civil es una sola y tiene una agenda propia y unificada. Ese reduccionismo que pone en el mismo plano al PRI y al PAN, al PRD y Morena, al MC y al Verde, es necesario porque si no la maniobra de enfrentar políticos a sociedad civil simplemente no puede coagular. De igual manera, es imprescindible borrar, hacer a un lado, las diferencias que marcan a ese océano de organizaciones y movimientos que genéricamente llamamos sociedad civil para lograr que la misma aparezca como un bloque político eventualmente unificado y redentor.

Si se tratara de una clase de lógica elemental se podría decir que la operación necesita subrayar el “género próximo” y anular “las diferencias específicas”. Perdón por lo pesado, pero va un ejemplo: una escuela primaria, una secundaria y una universidad son centros de estudio —género próximo—, sus diferencias específicas son el nivel y la sofisticación de los conocimientos que imparten. Si dijéramos que todas son centros de estudio estaríamos diciendo una verdad, pero incompleta. De la misma manera, todos los partidos tienen rasgos en común —aspiran a gobernar, van a elecciones, tienen burocracias, estatutos, relaciones jerárquicas entre jefes y bases, han sido sancionados por la autoridad electoral por violaciones a la legislación, y súmele usted—, pero no son lo mismo, por sus diagnósticos de la realidad, las políticas que propugnan, las actitudes que asumen ante diversos problemas de la llamada agenda nacional. Se necesita mucha audacia o mucha inconciencia para borrar de un plumazo las diferencias entre izquierda y derecha, entre liberales y conservadores, autoritarios y demócratas; entre una “clase política” variopinta y diferenciada. De igual forma, las organizaciones de la sociedad civil tienen un rasgo en común, son asociaciones no gubernamentales, autónomas del poder público (de los poderes privados no necesariamente), pero si uno se asoma con más cuidado a ellas se dará cuenta que sus agendas no sólo son distintas sino, en ocasiones, encontradas: Pro Vida y Gire en materia de sexualidad y reproducción, Amedi y la CIRT en relación a la regulación de los medios, son sin duda agrupaciones que conforman la sociedad civil, pero sus diferencias generan a cada momento enfrentamiento entre ellas.

No es por supuesto un debate sólo semántico, sino político. Porque lo que se pone a circular no es un lenguaje inocuo, intrascendente, ya que tiene consecuencias importantes. No es tampoco una discusión en el terreno de los derechos (que un ciudadano pueda postularse a un cargo de elección popular es correcto, con ello se ensanchan los conductos para incorporarse a la política), sino sobre las derivaciones que acarrea ese discurso y el impacto en la forma en que procesamos la confrontación política.

¿A qué tipo de liderazgo lleva una arenga como la planteada? A uno necesariamente antipluralista y también personalista. Porque si el candidato va a resultar el representante de la sociedad civil (¡pretensión un poco abusiva!), ¿los demás acabarán siendo representantes de quién? Todos los partidos contactan —unos más y unos menos— con franjas de la sociedad civil y por ello en donde existe democracia aparecen. Quererse arrogar la representación de esa constelación masiva y contradictoria a la que llamamos sociedad civil no es más que una derivación “natural” de la vieja pulsión antipluralista, que se ha expresado en distintas latitudes de muchas maneras, pero que simplifica al mundo en dos bandos: “nosotros” el pueblo o la sociedad civil, los “otros”, el antipueblo. Juan J. Linz6 revisando, en su momento, las encuestas en España y América Latina encontraba que un porcentaje elevado de personas afirmaba que “los partidos sólo dividían”, “no se ponían de acuerdo”, pero paradójicamente acababan diciendo que “todos eran lo mismo”. Una contradicción lógica pero viva. La “explotación” de ese sentido común arraigado que convierte a los partidos en uno solo es lo que (me) preocupa. (Creo que sobra decir que los partidos existen porque en la sociedad palpitan diversas sensibilidades, intereses, ideologías, que en su despliegue forjan distintos referentes.)

Ahora bien, operaciones retóricas similares ya las hemos visto entre nosotros: los verdesproclamando “no votes por un político, vota por un ecologista”, fruto de una no muy sofisticada operación mercadotécnica que “descubrió” que “políticos” era una mala palabra y que en cambio “ecologistas” tenía resonancias positivas. O el discurso de Andrés Manuel López Obrador que divide el mundo en políticos corruptos (todos los que no son de Morena) y él y su partido. En este caso el discurso es fruto de la sagacidad personal que entiende que los políticos están desprestigiados y que hablar mal de ellos reditúa (curiosamente lo emite alguien que lleva en la política décadas y que fue jefe de gobierno del DF durante casi seis años). Es decir, el discurso antipolítico nace, crece y se reproduce, lo mismo desde la esfera institucionalizada de la política que desde los más impensados rincones de la sociedad civil.

Pero no es un asunto solamente nacional. Fujimori en Perú o la señora Le Pen en Francia han desplegado esa retórica con buenos resultados… en el corto plazo. Porque a la larga puede ser un bumerán. Siempre podrá aparecer un nuevo líder que —convenza al respetable— sea la nueva encarnación del pueblo, la sociedad civil o la sociedad a secas. Si alguna pedagogía debe irradiar el mundo de la política —creo— es la de la comprensión de que habitamos sociedades plurales, en las que coexisten diagnósticos y propuestas distintas que se encuentran obligadas a convivir y competir de manera pacífica e institucional.

Jorge G. Castañeda pregunta y se pregunta: “¿Es deseable que aparezca en la boleta presidencial de 2018 por lo menos una candidatura independiente?”. Y yo digo, todos aquellos que no se identifiquen con los partidos que estarán en la boleta tienen el derecho de construir una candidatura propia. Ésa será la novedad de la próxima elección presidencial. Y es una nueva vía para arribar a la política. Seguramente generarán un mayor contexto de exigencia a los partidos y eso sin duda es una buena nueva. Más ofertas en el escenario de la política electoral.

La segunda pregunta que hace es: “¿Se debe organizar la sociedad civil para construir un proceso del cual emane una candidatura única?”. Y aquí empiezan —creo— los problemas. Por supuesto, Castañeda sabe —y lo sabe muy bien— que la sociedad civil no es una. Que en ella unos quieren un régimen impositivo progresivo y redistributivo y otros no, que unos desean reglamentar el consumo de drogas y que otros se les oponen, que unos quieren multiplicar la presencia del Estado en la economía y otros son apologistas de las virtudes del mercado, que unos propugnan despenalizar el aborto y los de más allá quisieran meter a las mujeres que lo han practicado a la cárcel. No sigo, porque creo que no hay tema alguno en el que exista unanimidad en esa constelación de agrupaciones, compleja y diversificada, a la que por economía de lenguaje llamamos sociedad civil. Ahí se encuentra el primer problema.

El segundo es el de la candidatura única. Y para ello es necesario dar un rodeo. Castañeda critica a los socarrones que afirmamos que una vez que existe un candidato independiente éste obligadamente crea un partido. Dice: “Antes de discutir las ventajas y los inconvenientes de una postulación apartidista única, quisiera responder a algunas de las críticas genéricas… Una afirma con cierto sarcasmo que una vez que la candidatura exista, que emane de un proceso de decantación organizado, que cuente con recursos, con un equipo de campaña y de gobierno, y en su caso, con una “planilla” de otras candidaturas independientes… se parecerá tanto a un partido que… será un partido”. Pues bien, luego de leer el método que propone Castañeda la hipótesis se confirma. En efecto, si sus afanes prosperan acabarán construyendo un partido (quizá efímero, quizá personalista, pero partido al fin y al cabo). Veamos.

Para alcanzar una candidatura independiente única se requiere un método, nos dice Castañeda. Y tiene razón. Luego de plantear los inconvenientes que tendrían dos o más candidaturas independientes, propone “la puesta en práctica de un proceso mediante el cual se construya, entre mediados de 2016 y finales de 2017, una candidatura única, surgida de debates, mediaciones, apoyos y campañas de tierra indispensables. La argumentación principal a favor de esta tesis es simple y aplastante: se puede ganar si la candidatura única y la elección se convierte en un plebiscito sobre la partidocracia”. ¿Cómo hacerle? Él mismo pone un ejemplo: “Se podría establecer una ventanilla donde se presente y comparta su proyecto todo aquel o aquella que desee buscar una candidatura independiente… Allí se podría presentar cualquier mexicano que busque una candidatura independiente a nivel estatal o municipal en 2016 o 2017… Así, cuando se abra el plazo para la recopilación de firmas, existirán condiciones para obtenerlas con rapidez y en cantidades suficientes para derrotar cualquier intento de invalidarlas. De este proceso emergerá también un equipo de campaña que garantizaría, con transparencia y pluralidad, el cumplimiento con un programa y por tanto la vigencia de una candidatura competitiva. En la última etapa el grupo de campaña coadyuvaría a conformar el equipo de gobierno…”.

Y más adelante, en una expresiva entrevista en el diario Reforma,5 luego de hablar de su propia precandidatura mencionó a “Juan Ramón de la Fuente, a Jaime Rodríguez, El Bronco, a Emilio Álvarez Icaza, a Pedro Ferriz de Con y a Manuel Clouthier” como los otros eventuales precandidatos, que deberían construir una fórmula para arribar a la candidatura única.

Si mal no entiendo, se trataría de ir construyendo un mecanismo y unos procedimientos para procesar las ambiciones de distintos precandidatos para que al final quede sólo uno. Este último estaría acompañado de un equipo de campaña que “coadyuvaría” a la conformación del gobierno. Es decir, se trata de generar una red o una organización que tendrá candidatos no sólo para la presidencia (“cualquier mexicano que busque una candidatura independiente a nivel estatal o municipal”) y que, ni modo, será un partido. Es decir, una parte organizada de la sociedad que busca a través de las elecciones ocupar cargos de representación. Porque en el momento en que un ciudadano aparece en la boleta electoral se convierte en un político, y al momento de organizar a sus bases de apoyo genera un partido. Pero por supuesto están tan desacreditados que lo mejor es no llamarlo tal y asumirse como la encarnación de una entidad que tiene buena fama: “la sociedad civil”.

El propio Castañeda se da cuenta de la fortaleza y la debilidad de su propuesta. Si es uno solo el candidato independiente se multiplican las posibilidades de ganar. Si son más de una las candidaturas, esas posibilidades se reducen. Cierto. Pero lo que no podrá hacer —imagino que él lo sabe— es impedir que otros se organicen por fuera de su iniciativa, es decir, que aparezcan otros candidatos independientes que no hayan aceptado las reglas, esto es, los que no se adscriban a su partido y acaben conformando otro. Pregunto: ¿Realmente las personas enunciadas por el propio Castañeda comparten un ideario, un diagnóstico del país, una canasta de políticas o en todo caso sólo los une su aversión a los partidos existentes? No obstante, si logran marchar de manera unificada y son capaces de decantarse por una sola candidatura —imagino que dejando pendientes o congeladas sus divergencias—, al final del día habrán construido un partido anti los demás partidos.

Su propuesta, sin embargo, es una apuesta ambiciosa, ganar la presidencia en 2018, poniendo en acto un discurso que encuentra muy buenos asideros en la sociedad. No por exacto o sofisticado, sino todo lo contrario: por elemental y maniqueo. Y el eje de la confrontación retórica será: sociedad vs. políticos.

Y entonces para alimentar el eje de confrontación políticos vs. sociedad civil (insisto, como si entre ellos no hubiese puentes de comunicación, como si fueran dos universos no sólo separados sino confrontados), el tema estelar debe ser el de la corrupción y la impunidad y las violaciones en materia de derechos humanos. Y en eso Castañeda tampoco se equivoca. Si algo lastima a grandes franjas de la sociedad mexicana son precisamente esas dos asignaturas más que pendientes: buena parte de la irritación social, con justa razón, proviene de la corrupción que queda intocada y de los excesos que no pocas autoridades cometen contra lo que debería ser el piso de nuestra convivencia: el respeto irrestricto —absoluto— a los derechos humanos. No es una propuesta impertinente. Todo lo contrario. Lo que sucede es que reduce el campo de la confrontación política a un solo eje. Importante, sí. Pero ¿y lo demás?

En suma, ser “independiente” hoy viste, tiene un aura resplandeciente y, por el contrario, aparecer postulado por un partido supone cargar con el malestar que estos últimos generan. El problema es que una vez que se crea una candidatura independiente, a querer o no, se forma un partido, es decir, una parte de la sociedad que se organiza para intentar que los “suyos” ocupen algún cargo de representación popular. Castañeda sabe que dos o más independientes eventualmente tendrían que disputar los votos de los desencantados con los partidos y eso les restaría posibilidades de triunfo. Por ello lo que propone es formar un solo partido de los independientes, lo cual multiplicaría las posibilidades de éxito. Y sabe bien que la única manera de lograrlo es socializando una versión particular de las cosas: aquella que enfrenta a políticos y sociedad civil. De ahí los ejes que construye para la confrontación: corrupción de unos, probidad de los otros. Y claro, tiene que ser así, porque si se detiene en las muy diversas agendas que surgen y se reproducen en la sociedad civil, la operación unificadora se vuelve imposible.

Entonces, de prosperar la apuesta, tendremos un nuevo partido, que no se reconocerá como tal (¡hombre, están muy devaluados!) y que dividirá el mundo en buenos y malos, los primeros los ciudadanos, los segundos los políticos (¿a quién le he oído eso con antelación?). Una operación retórica y política que no presagia nada bueno: la expansión de un discurso antipluralista, eventualmente un liderazgo carismático y la puesta en circulación de una argumentación simplista que divide al mundo en políticos y sociedad civil.

José Woldenberg
Escritor y ensayista. Su más reciente libro es La democracia como problema (un ensayo).


1 Si a alguien le interesa, esos temas se desarrollan en mi libro La democracia como problema (un ensayo), El Colegio de México, UNAM, México, 2015.

2 “Los partidos antiestablishment político”, en Fernando Castaños, Julio Labastida y Miguel Armando López Leyva (coordinadores), La democracia en perspectiva, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 2008.

3 Luego de la redacción de estas notas me enteré que Jorge G. Castañeda publicó un libro extendiéndose en el tema.

4 Juan J. Linz, “Los partidos políticos en la política democrática. Problemas y paradojas”, en José Ramón Montero, Richard Gunther y Juan J. Linz, Partidos políticos. Viejos conceptos y nuevos retos, Trotta, Madrid, 2007.

5 21 de febrero de 2016

FUENTE: http://www.nexos.com.mx/?p=28066

Las buenas relaciones nos hacen más sanos y felices

El ‘Estudio del Desarrollo de Adultos’ realizado en Harvard ha rastreado la vida de 724 hombres desde hace 75 años, para lo cual actualiza cada dos años la información sobre sus relaciones, trabajos, familias, salud y otros aspectos de su vida.

Robert Waldinger es el actual director del estudio, en el que continúan participando 60 de los hombres con los que inició, varios de ellos con noventa y tantos años a cuestas. Ahora se está comenzando a estudiar a sus más de dos mil hijos. La investigación fue dividida originalmente en dos grupos: uno formado por chicos que ingresaron a Harvard, otro por chicos de los barrios menos favorecidos y problemáticos de Boston. Waldinger resume las principales conclusiones que ha arrojado el estudio a la fecha:

¿Qué lecciones salen de las miles de páginas de información acumuladas en estos reportes? La más importante es la siguiente: las buenas relaciones nos hacen más sanos y felices, punto. Las conexiones sociales son buenas para nosotros y la soledad mata. Las personas que están más conectadas socialmente con la familia, los amigos y la comunidad, son más felices y viven más tiempo que las personas que tienen menos vínculos. La soledad resulta tóxica. Aquellos que están más aislados de lo que lo que quisieran, encuentran que son menos felices y son más susceptibles a recaídas de salud en la mediana edad, sus funciones cerebrales decaen más precipitadamente y viven menos que las personas que no están solas.

La segunda lección es que esto no se trata del número de amigos o de si estamos o no en una relación de pareja. Lo que importa es la calidad de las relaciones más cercanas. Vivir en medio del conflicto es muy malo para la salud. Los matrimonios muy conflictivos, sin mucho afecto, son verdaderamente malos para la salud, quizá peores que un divorcio. Y vivir en relaciones buenas y cálidas nos protege. El grado de satisfacción en tus relaciones predice cómo vas a envejecer. Las personas más satisfechas a los cincuenta fueron los más saludables a los ochenta. Las relaciones cercanas parecen amortiguar algunos de los achaques de la edad.

La tercera lección es que las buenas relaciones no sólo protegen nuestro cuerpo, también protegen nuestro cerebro. Estar en una relación de apego seguro a los ochenta años mantiene por más tiempo la memoria. Las buenas relaciones no tienen que ser armoniosas todo el tiempo, pueden pelearse a veces, pero en tanto sientan que pueden contar con el otro cuando las cosas se ponen difíciles, esas peleas no quedan en los recuerdos.

Las relaciones son complicadas, y cuidar a la familia y a los amigos no es sexy ni glamoroso. Dura toda la vida, nunca termina. En el estudio, las personas más felices al jubilarse fueron las que reemplazaron a los compañeros de trabajo por compañeros de juego. Al igual que las generaciones del nuevo milenio, cuando los hombres del estudio eran adultos jóvenes creían de verdad que la fama, la riqueza y lograr grandes cosas era lo que necesitaban para tener una buena vida. No obstante, a través del tiempo el estudio ha demostrado que  les fue mejor a aquellas que se inclinaron más por cultivar las relaciones con la familia, con los amigos, con la comunidad.

¿Qué implica entregarse a las relaciones? Las posibilidades son ilimitadas. Podría ser tan simple como pasar más tiempo con personas que con  pantallas, o amenizar una relación rancia haciendo algo nuevo juntos, como largas caminatas o salidas nocturnas. O bien, acercarnos a ese familiar al que no vemos hace años, porque esas terribles disputas familiares dejan una pérdida terrible en las personas que guardan rencores.

Hace más de un siglo, Mark Twain estaba analizando su propia vida y escribió esto: «No hay tiempo, muy breve es la vida para disputas, disculpas, animosidades, pedidos de cuentas. Sólo hay tiempo para amar, y sólo un instante, por así decirlo, para eso.»

Recuerda: La buena vida se construye con buenas relaciones.

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=q-7zAkwAOYg

The Good Life | Robert Waldinger | TEDxBeaconStreet

"Amoris laetitia" sobre el amor en la familia

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Síntesis de la Exhortación apostólica post-sinodal sobre el amor en la familia

Con una breve nota del Papa Francisco, los Obispos recibieron el texto de la Exhortación apostólica «Amoris laetitia». La nota dice:

Vaticano 8 abril 2016.

Querido hermano: Invocando la protección de la Sagrada Familia de Nazaret, me complazco de enviarte mi Exhortación “Amoris laetitia” para el bien de todas las familias y de todas las personas, jóvenes y ancianas, confiadas a tu ministerio pastoral. Unidos en el Señor Jesús, con María y José, le pido que no se olvide de rezar por mí.

Franciscus

 

Amoris laetitia, sobre el amor en la familia (síntesis)

“Amoris laetitia” (AL – “La alegría del amor”), la Exhortación apostólica post-sinodal “sobre el amor en la familia”, con fecha no casual del 19 de marzo, Solemnidad de San José, recoge los resultados de dos Sínodos sobre la familia convocados por Papa Francisco en el 2014 y en el 2015, cuyas Relaciones conclusivas son largamente citadas, junto a los documentos y enseñanzas de sus Predecesores y a las numerosas catequesis sobre la familia del mismo Papa Francisco. Todavía, como ya ha sucedido en otros documentos magisteriales, el Papa hace uso tambiénde las contribuciones de diversas Conferencias episcopales del mundo (Kenia, Australia, Argentina…) y de citaciones de personalidades significativas como Martin Luther King o Eric Fromm. Es particular una citación de la película “La fiesta de Babette”, que el Papa recuerda para explicar el concepto de gratuidad.

Premisa

La Exhortación apostólica impresiona por su amplitud y articulación. Esta se subdivide en nueva capítulos y más de 300 párrafos. Se abre con siete párrafos introductivos que ponen en plena luz la conciencia de la complejidad del tema y la profundización que requiere. Se afirma que las intervenciones de los Padres en el Sínodo han compuesto un “precioso poliedro” (AL 4) que debe ser preservado. En este sentido, el Papa escribe que “no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas con intervenciones del magisterio”.  Por lo tanto para algunas cuestiones “en cada país o región se deben buscar soluciones más inculturadas, atentas a la tradiciones y a los desafíos locales. De hecho,“las culturas son muy diversas entre sí y todo principio general (…) tiene necesidad de ser inculturado, si quiere ser observado y aplicado”” (AL 3). Este principio de inculturación resulta verdaderamente importante incluso en el modo de plantear y comprender los problemas que, más allá de las cuestiones dogmáticas bien definidas del Magisterio de la Iglesia, no puede ser “globalizado”.

Pero sobre todo el Papa afirma inmediatamente y con claridad que es necesario salir de la estéril contraposición entre la ansiedad de cambio y la aplicación pura y simple de normas abstractas. Escribe: “los debates que se dan en los medios de comunicación, en las publicaciones y aún entre ministros de la Iglesia, van desde un deseo desenfrenado de cambiar todo sin suficiente reflexión o fundamentación, hasta la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales o extrayendo conclusiones excesivas de algunas reflexiones teológicas” (AL 2).

Capítulo primero: “A la luz de la Palabra”

Puestas estas premisas, el Papa articula su reflexión a partir de la Sagrada Escritura en el primer capítulo, que se desarrolla como una meditación sobre el Salmo 128, característico de la liturgia nupcial tanto judía como cristiana. La Biblia “está poblada de familias, de generaciones, de historias de amor y de crisis familiares” (AL 8) y a partir de este dato se puede meditar cómo la familia no es un ideal abstracto sino un “trabajo ‘artesanal’” (AL 16) que se expresa con ternura (AL 28) pero que se ha confrontado también con el pecado desde el inicio, cuando la relación de amor se transforma en dominio (cfr. AL 19). Entonces la Palabra de Dios “no se muestra como un secuencia de tesis abstractas, sino como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra la meta del camino” (AL 22).

Capítulo segundo: “La realidad y los desafíos de la familia”

A partir del terreno bíblico en el segundo capítulo el Papa considera la situación actual de las familias, poniendo “los pies sobre la tierra” (AL 6), recurriendo ampliamente a las Relaciones conclusivas de los dos Sínodos y afrontando numerosos desafíos, desde el fenómeno migratorio a las negociaciones ideológicas de la diferencia de sexos (“ideología del gender”); desde la cultura de lo provisorio a la mentalidad antinatalista y al impacto de la biotecnología en el campo de la procreación; de la falta de casa y de trabajo a la pornografía y el abuso de menores; de la atención a las personas con discapacidad, al respeto de los ancianos; de la desconstrucción jurídica de la familia, a la violencia contra las mujeres. El Papa insiste sobre lo concreto, que es una propiedad fundamental de la Exhortación. Y son las cosas concretas y el realismo que ponen una substancial diferencia entre teoría de interpretación de la realidad e “ideologías”.

Citando la Familiares consortio Francisco afirma que “es sano prestar atención a la realidad concreta, porque “las exigencias y llamadas del Espíritu resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia”, a través de los cuales “la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia”. (AL 31) Por lo tanto, sin escuchar la realidad no es posible comprender las exigencias del presente ni los llamados del Espíritu. El Papa nota que el individualismo exagerado hace difícil hoy la entrega a otra persona de manera generosa (Cfr. AL 33). Esta es una interesante fotografía de la situación: “se teme la soledad, se desea un espacio de protección y de fidelidad, pero al mismo tiempo crece el temor de ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de las aspiraciones personales” (AL 34).

La humildad del realismo ayuda a no presentar “un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificialmente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales” (AL 36). El idealismo aleja de considerar al matrimonio tal cual es, esto es “un camino dinámico de crecimiento y realización”. Por esto no es necesario tampoco creer que las familias se sostienen “solamente insistiendo sobre cuestiones doctrinales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia” (AL 37). Invitando a una cierta “autocrítica” de una presentación no adecuada de la realidad matrimonial y familiar, el Papa insiste que es necesario dar espacio a la formación de la conciencia de los fieles: “Estamos llamado a formar las conciencias no a pretender sustituirlas” (AL 37). Jesús proponía un ideal exigente pero “no perdía jamás la cercana compasión con las personas más frágiles como la samaritana o la mujer adúltera” (AL 38).

Capítulo tercero: “La mirada puesta en Jesús: la vocación de la familia”

El tercer capítulo está dedicado a algunos elementos esenciales de la enseñanza de la Iglesia a cerca del matrimonio y la familia. La presencia de este capítulo es importante porque ilustra de manera sintética en 30 párrafos la vocación de la familia según el Evangelio, así como fue entendida por la Iglesia en el tiempo, sobre todo sobre el tema de la indisolubilidad, de la sacramentalidad del matrimonio, de la transmisión de la vida y de la educación de los hijos. Son ampliamente citadas la Gaudium et spes del Vaticano II, la Humanae vitae de Pablo VI, la Familiares consortio de Juan Pablo II.

La mirada es amplia e incluye también las “situaciones imperfectas”. Leemos de hecho: “’El discernimiento de la presencia de las ‘semina Verbi’’ en otras culturas (cfr Ad gentes, 11) puede ser aplicado también a la realidad matrimonial y familiar. Fuera del verdadero matrimonio natural también hay elementos positivos presentes en las formas matrimoniales de otras tradiciones religiosas’, aunque tampoco falten las sombras” (AL 77). La reflexión incluye también a las “familias heridas” frente a las cuales el Papa afirma –citando la Relatio finalis del Sínodo 2015- “siempre es necesario recordar un principio general: “Sepan los pastores que, por amor a la verdad, están obligados a discernir bien las situaciones” (Familiares consortio, 84). El grado de responsabilidad no es igual en todos los casos, y puede haber factores que limitan la capacidad de decisión. Por lo tanto, al mismo tiempo que la doctrina debe expresarse con claridad, hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición” (AL 79).

Capítulo cuatro: “El amor en el matrimonio”

El cuarto capítulo trata del amor en el matrimonio, y lo ilustra a partir del “himno al amor” de san Pablo en 1 Cor 13,4-7. El capítulo es una verdadera y propia exégesis atenta, puntual, inspirada y poética del texto paulino. Podríamos decir que se trata de una colección de fragmentos de un discurso amoroso que está atento a describir el amor humano en términos absolutamente concretos. Uno se queda impresionado por la capacidad de introspección psicológica que sella esta exégesis. La profundización psicológica entra en el mundo de las emociones de los conyugues –positivas y negativas- y en la dimensión erótica del amor. Se trata de una contribución extremamente rica y preciosa para la vida cristiana de los conyugues, que no tiene hasta ahora parangón en precedentes documentos papales.

A su modo este capítulo constituye un tratado dentro del desarrollo más amplio, plenamente consciente de la cotidianidad del amor que es enemiga de todo idealismo: “no hay que arrojar sobre dos personas limitadas –escribe el Pontífice- el tremendo peso de tener que reproducir de manera perfecta la unión que existe entre Cristo y su Iglesia, porque el matrimonio como signo implica “un proceso dinámico, que avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios”” (AL 122). Pero por otra parte el Papa insiste de manera fuerte y decidida sobre el hecho de que “en la naturaleza misma del amor conyugal está la apertura a lo definitivo” (AL 123), propiamente al interior de esa “combinación de alegrías y de fatigas, de tensiones y de reposo, de sufrimientos y de liberación, de satisfacciones y de búsquedas, de fastidios y de placeres” (AL 126) es, precisamente, el matrimonio.

El capítulo se concluye con una reflexión muy importante sobre la “transformación del amor” porque “la prolongación de la vida hace que se produzca algo que no era común en otros tiempos: la relación íntima y la pertenencia mutua deben conservarse por cuatro, cinco o seis décadas, y esto se convierte en una necesidad de volver a elegirse una y otra vez” (AL 163). El aspecto físico cambia y la atracción amorosa no disminuye pero cambia: el deseo sexual con el tiempo se puede transformar en deseo de intimidad y “complicidad”. “No podemos prometernos tener los mismos sentimientos durante toda la vida. En cambio, sí podemos tener un proyecto común estable, comprometernos a amarnos y a vivir unidos hasta que la muerte nos separe, y vivir siempre una rica intimidad” (AL 163).

Capitulo quinto: “El amor que se vuelve fecundo”

El capítulo quinto esta todo concentrado sobre la fecundidad y la generatividad del amor. Se habla de manera espiritual y psicológicamente profunda del recibir una vida nueva, de la espera propia del embarazo, del amor de madre y de padre. Pero también de la fecundidad ampliada, de la adopción, de la aceptación de la contribución de las familias para promover la “cultura del encuentro”, de la vida de la familia en sentido amplio, con la presencia de los tíos, primos, parientes de parientes, amigos. Amoris laetitia no toma en consideración la familia “mononuclear”, porque es bien consciente de la familia como amplia red de relaciones. La misma mística del sacramento del matrimonio tiene un profundo carácter social (cfr. AL 186). Y al interno de esta dimensión el Papa subraya en particular tanto el rol específico de la relación entre jóvenes y ancianos, como la relación entre hermanos y hermanas como práctica de crecimiento en relación con los otros.

Capítulo sexto: “Algunas perspectivas pastorales”

En el sexto capítulo el Papa afronta algunas vías pastorales que orientan para construir familias sólidas y fecundas según el plan de Dios. En esta parte la Exhortación hace un largo recurso a las Relaciones conclusivas de los dos Sínodos y a las catequesis del Papa Francisco y de Juan Pablo II. Se confirma que las familias son sujeto y no solamente objeto de evangelización. El Papa señala que “a los ministros ordenados les suele faltar formación adecuada para tratar los complejos problemas actuales de las familias” (AL 202). Si por una parte es necesario mejorar la formación psico-afectiva de los seminaristas e involucrar más a las familias en la formación al ministerio (cfr. AL 203), por otra “puede ser útil (…) también la experiencia de la larga tradición oriental de los sacerdotes casados” (cfr. AL 239).

Después el Papa afronta el tema de guiar a los novios en el camino de la preparación al matrimonio, de acompañar a los esposos en los primeros años de vida matrimonial (incluido el tema de la paternidad responsable), pero también en algunas situaciones complejas y en particular en las crisis, sabiendo que “cada crisis esconde una buena noticia que hay que saber escuchar afinando el oído del corazón” (AL 232). Se analizan algunas causas de crisis, entre las cuales una maduración afectiva retrasada (cfr. AL 239).

Entre otras cosas se habla también del acompañamiento de las personas abandonadas, separadas y divorciadas y se subraya la importancia de la reciente reforma de los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad matrimonial. Se pone de relieve el sufrimiento de los hijos en las situaciones de conflicto y se concluye: “El divorcio es un mal, y es muy preocupante el crecimiento del número de divorcios. Por eso, sin duda, nuestra tarea pastoral más importante con respecto a las familias, es fortalecer el amor y ayudar a sanar las heridas, de manera que podamos prevenir el avance de este drama de nuestra época” (AL 246).

Se tocan después las situaciones de matrimonios mixtos y de aquellos con disparidad de culto, y las situaciones de las familias que tienen en su interior personas con tendencia homosexual, confirmando el respeto en relación a ellos y el rechazo de toda injusta discriminación y de toda forma de agresión o violencia. Pastoralmente preciosa es la parte final del capítulo; “Cuando la muerte planta su aguijón”, sobre el tema de la perdida de las personas queridas y la viudez.

Capítulo séptimo: “Reforzar la educación de los hijos”

El séptimo capítulo esta todo dedicado a la educación de los hijos: su formación ética, el valor de la sanción como estímulo, el paciente realismo, la educación sexual, la transmisión de la fe, y más en general, la vida familiar como contexto educativo. Es interesante la sabiduría práctica que transparenta en cada párrafo y sobre todo la atención a la gradualidad y a los pequeños pasos “que puedan ser comprendidos, aceptados y valorados” (AL 271).

Hay un párrafo particularmente significativo y pedagógicamente fundamental en el cual Francisco afirma claramente que “la obsesión no es educativa, y no se puede tener un control de todas las situaciones por las que podría llegar a pasar un hijo (…) Si un padre está obsesionado por saber dónde está su hijo y por controlar todos sus movimientos, sólo buscará dominar su espacio. De ese modo no lo educará, no lo fortalecerá, no lo preparará para enfrentar los desafíos. Lo que interesa sobre todo es generar en el hijo, con mucho amor, procesos de maduración de su libertad, de capacitación, de crecimiento integral, de cultivo de la auténtica autonomía” (AL 261).

Notable es la sección dedicada a la educación sexual titulada muy expresivamente: “Si a la educación sexual”. Se sostiene su necesidad y se nos pregunta “si nuestras instituciones educativas han asumido este desafío (…) en una época en que se tiende a banalizar y a empobrecer la sexualidad”. Ella debe realizarse “en el cuadro de una educación al amor, a la recíproca donación” (AL 280). Se pone en guardia de la expresión “sexo seguro”, porque transmite “una actitud negativa hacia la finalidad procreativa natural de la sexualidad, como si un posible hijo fuera un enemigo del cual hay que protegerse. Así se promueve la agresividad narcisista en lugar de la acogida” (AL 283).

Capítulo octavo: “Acompañar, discernir e integrar la fragilidad”

El capítulo octavo constituye una invitación a la misericordia y al discernimiento pastoral frente a situaciones que no responden plenamente a aquello que el Señor propone. El Papa que escribe usa tres verbos muy importantes: “acompañar, discernir e integrar” que son fundamentales para afrontar situaciones de fragilidad, complejas o irregulares. Entonces el Papa presenta la necesaria gradualidad en la pastoral, la importancia del discernimiento, las normas y circunstancias atenuantes en el discernimiento pastoral y en fin, aquella que él define la “lógica de la misericordia pastoral”.

El capítulo octavo es muy delicado. Para leerlo se debe recordar que “a menudo, la tarea de la Iglesia asemeja a la de un hospital de campaña” (AL 291). Aquí el Pontífice asume lo que ha sido fruto de las reflexiones del Sínodo sobre temáticas controvertidas. Se confirma qué es el matrimonio cristiano y se agrega que “otras formas de unión contradicen radicalmente este ideal, pero algunas lo realizan al menos de modo parcial y análogo”. La Iglesia por lo tanto “no deja de valorar los elementos constructivos en aquellas situaciones que no corresponden todavía o ya no corresponden más a su enseñanza sobre el matrimonio” (AL 292).

En relación al “discernimiento” acerca de las situaciones “irregulares” el Papa observa que “hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y es necesario estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición” (AL 296). Y continua: “Se trata de integrar a todos, se debe ayudar a cada uno a encontrar su propia manera de participar en la comunidad eclesial, para que se sienta objeto de una misericordia “inmerecida, incondicional y gratuita”” (AL 297). Todavía: “Los divorciados en nueva unión, por ejemplo, pueden encontrarse en situaciones muy diferentes, que no han de ser catalogadas o encerradas en afirmaciones demasiado rígidas sin dejar lugar a un adecuado discernimiento personal y pastoral” (AL 298).

En esta línea, acogiendo las observaciones de muchos Padres sinodales, el Papa afirma que “los bautizados que se han divorciado y se han vuelto a casar civilmente deben ser más integrados en la comunidad cristiana en las diversas formas posibles, evitando cualquier ocasión de escándalo”.  “Su participación puede expresarse en diferentes servicios eclesiales (…) Ellos no sólo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir y madurar como miembros vivos de la Iglesia (…) Esta integración es también necesaria para el cuidado y la educación cristiana de sus hijos, que deben ser considerados los más importantes” (AL 299).

Más en general el Papa hace una afirmación extremamente importante para comprender la orientación y el sentido de la Exhortación: “Si se tiene en cuenta la innumerable diversidad de situaciones concretas (…) puede comprenderse que no debería esperarse del Sínodo o de esta Exhortación una nueva normativa general de tipo canónica, aplicable a todos los casos. Sólo cabe un nuevo aliento a un responsable discernimiento personal y pastoral de los casos particulares, que debería reconocer que, puesto que “el grado de responsabilidad no es igual en todos los casos”,  las consecuencias o efectos de una norma no necesariamente deben ser siempre las mismas” (AL 300). El Papa desarrolla de modo profundo exigencias y características del camino de acompañamiento y discernimiento en diálogo profundo entre fieles y pastores. A este fin llama a la reflexión de la Iglesia “sobre los condicionamientos y circunstancias atenuantes” en lo que reguarda a la imputabilidad y la responsabilidad de las acciones y, apoyándose en Santo Tomas de Aquino, se detiene sobre la relación entre “las normas y el discernimiento” afirmando: “Es verdad que las normas generales presentan un bien que nunca se debe desatender ni descuidar, pero en su formulación no pueden abarcar absolutamente todas las situaciones particulares. Al mismo tiempo, hay que decir que, precisamente por esa razón, aquello que forma parte de un discernimiento práctico ante una situación particular no puede ser elevado a la categoría de una norma” (AL 304).

En la última sección del capítulo: “la lógica de la misericordia pastoral”, Papa Francisco, para evitar equívocos, reafirma con fuerza: “Comprender las situaciones excepcionales nunca implica ocultar la luz del ideal más pleno ni proponer menos que lo que Jesús ofrece al ser humano. Hoy, más importante que una pastoral de los fracasos es el esfuerzo pastoral para consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas” (AL 307). Pero el sentido general del capítulo y del espíritu que el Papa quiere imprimir a la pastoral de la Iglesia está bien resumido en las palabras finales: “Invito a los fieles que están viviendo situaciones complejas, a que se acerquen con confianza a conversar con sus pastores o con laicos que viven entregados al Señor. No siempre encontrarán en ellos una confirmación de sus propias ideas o deseos, pero seguramente recibirán una luz que les permita comprender mejor lo que les sucede y podrán descubrir un camino de maduración personal. E invito a los pastores a escuchar con afecto y serenidad, con el deseo sincero de entrar en el corazón del drama de las personas y de comprender su punto de vista, para ayudarles a vivir mejor y a reconocer su propio lugar en la Iglesia” (AL 312). Sobre la “lógica de la misericordia pastoral” Papa Francisco afirma con fuerza:“A veces nos cuesta mucho dar lugar en la pastoral al amor incondicional de Dios.  Ponemos tantas condiciones a la misericordia que la vaciamos de sentido concreto y de significación real, y esa es la peor manera de licuar el Evangelio” (AL 311).

Capítulo noveno: “Espiritualidad conyugal y familiar”

El noveno capítulo está dedicado a la espiritualidad conyugal y familiar, “hecha de miles de gestos reales y concretos” (AL 315). Con claridad se dice que “quienes tienen hondos deseos espirituales no deben sentir que la familia los aleja del crecimiento en la vida del Espíritu, sino que es un camino que el Señor utiliza para llevarles a las cumbres de la unión mística” (AL 316). Todo, “los momentos de gozo, el descanso o la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan como una participación en la vida plena de su Resurrección” (AL 317). Se habla entonces de la oración a la luz de la Pascua, de la espiritualidad del amor exclusivo y libre en el desafío y el anhelo de envejecer y gastarse juntos, reflejando la fidelidad de Dios (cfr. AL 319). Y, en fin, de la espiritualidad “del cuidado, de la consolación y el estímulo”. “Toda la vida de la familia es un “pastoreo” misericordioso. Cada uno, con cuidado, pinta y escribe en la vida del otro” (AL 322), escribe el Papa. Es una honda “experiencia espiritual contemplar a cada ser querido con los ojos de Dios y reconocer a Cristo en él” (AL 323).

En el párrafo conclusivo el Papa afirma: “ninguna familia es una realidad perfecta y confeccionada de una vez para siempre, sino que requiere una progresiva maduración de su capacidad de amar (…). Todos estamos llamados a mantener viva la tensión hacia un más allá de nosotros mismos y de nuestros límites, y cada familia debe vivir en ese estímulo constante. ¡Caminemos familias, sigamos caminando! (…) No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que se nos ha prometido” (AL 325).

La Exhortación apostólica se concluye con una Oración a la Sagrada Familia (AL 325).

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Como es posible comprender con un rápido examen de sus contenidos, la Exhortación apostólica Amoris laetitia quiere confirmar con fuerza no el “ideal” de la familia, sino su realidad rica y compleja. Hay en sus páginas una mirada abierta, profundamente positiva, que se nutre no de abstracciones o proyecciones ideales, sino de una atención pastoral a la realidad. El documento es una lectura densa de sugerencias espirituales y de sabiduría práctica, útil a cada pareja humana o a personas que desean construir una familia. Se ve sobretodo que es fruto de una experiencia concreta con personas que saben por experiencia qué es la familia y el vivir juntos por muchos años. La Exhortación habla de hecho el lenguaje de la experiencia.

(from Vatican Radio)

Dona los libros que te sobren y toma los que te falten

¡Increible!! experimento puede sacar a México de la ignorancia.

Les compartimos nuestro nuevo experimento social. Las librerías no quieren que veas este vídeo por que prefieren que gastes. Y el gobierno tampoco quiere que lo veas porque para ellos es mejor si te mantienes ignorante ja ja ja..Para mas videos como este, entra a nuestro Facebook: Mensajeros urbanos

Posted by Mensajeros urbanos on Wednesday, April 6, 2016

 

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