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La educación es la mejor herramienta para prevenir el consumo de alcohol por parte de menores

Bosco Torremocha, director ejecutivo de Febe, explica las razones por las que ha disminuido el consumo de bebidas alcohólicas entre la población menor

Por Laura Peralta 

—¿Cuáles son las razones que explican que el consumo de bebidas alcohólicas en nuestro país ha disminuidos en la población de 14 a 18 años en los dos últimos años?

—Para contestar a esa pregunta habría que empezar por analizar las razones por las que se produjo un aumento. El consumo por parte de los menores de edad, así como los episodios de borracheras y altas prevalencias eran más propios del norte de Europa. Lamentablemente, y durante más de una década, parecía que la tendencia era copiar esos malos hábitos que ahora muestran un positivo, aunque aún incipiente, cambio de tendencia. Las cifras nos dicen que ha descendido el número de menores que beben, que se emborrachan y, además, existe una menor incidencia del botellón, y ha aumentado ligeramente la edad de inicio de consumo.

Desde FEBE (Federación Española de Bebidas Espirituosas) estamos convencidos de que el cambio se debe a una mayor sensibilización y al aumento del peso de la educación. La educación es la mejor herramienta de prevención y sus frutos se ven a medio y largo plazo. Ahora que se invierte la tendencia es cuando hay que poner en valor los esfuerzos y programas de prevención.

—¿Cuál es la mejor «fórmula» de prevenir el consumo de alcohol y otras drogas en los menores?

—No hay atajos ni milagros, la fórmula es la educación y la prevención. Si además se avanza de manera coordinada entre todos los ámbitos de influencia del menor (familia —empezando por los padres y madres cuya función es primordial—, escuela y entorno —sus iguales, el grupo de amigos, el municipio, etc.—) y se buscan sinergías de colaboración público-privada, se aumentará la sensibilidad y se reducirá la tolerancia hacia el consumo por parte de los menores. Si esta apuesta de prevención se realiza a largo plazo la tendencia se consolidará y los datos seguirán mejorando.

—¿De qué manera se puede convencer en el colegio a los jóvenes de que este consumo es perjudicial?

—La escuela es un medio idóneo para aumentar los factores de protección para los menores. La clave es aumentarlos y reducir los factores de riesgo. El papel del colegio ha pasado a ser clave por las debilidades de la conciliación y de la vida moderna en la que todos vamos muy deprisa y en la que muchos padres no encuentran tiempo ni para educar a los hijos.

—¿Desde qué edades es conveniente hablarles de estos temas?

—Naturalmente depende de cada caso. No podemos generalizar como tampoco conviene proyectar la idea de que todos los menores beben y se emborrachan. Los datos están ahí, y son graves, pero generalizar no ayuda a enfocar adecuadamente el problema.

Hay que ir caso por caso, pero siempre es recomendable empezar a hablar antes de que se produzca el inicio del consumo —la media en España ronda los 14 años—. Lo importante es educar y aprovechar cualquier ocasión para ello, cualquier tema es bueno para buscar la oportunidad de hablar con nuestros hijos.

—¿Cuál es el discurso que se les ofrece?

—Para cambiar hábitos lo más importante es partir de percepciones correctas, aumentar la información, explicar las consecuencias del consumo a esas edades en las que física e intelectualmente se están formando.

No basta con decir es ilegal o está prohibido, pero cuando se establece un diálogo y se apuesta por la información los resultados mejoran.

Nosotros colaboramos con la Fundación Alcohol y Sociedad cuya labor se centra fundamentalmente en la prevención del consumo de alcohol por menores en el ámbito escolar. Tras más de 2 millones cien mil formaciones a escolares de 12 a 18, la respuesta a la prevención es clara, 7 de cada 10 menores nos dicen que van a dejar de beber.

—¿De qué forma debe la familia apoyar estas acciones? ¿Cómo pueden contribuir los padres a reforzar los comportamientos adecuados?

—La familia no sólo debe limitarse a apoyarlas, sino que debe ser consciente que cuanto mayor es la implicación de los padres mejores son los resultados.

En las miles de charlas con padres que organizamos todos los años se pone de manifiesto que gestionar bien las aficiones, horarios de salida, grupo de amigos y fomentar el deporte y las habilidades, o pasar más tiempo con los hijos, son la mejor manera de reforzar comportamientos adecuados.

 

Fuente: http://www.abc.es/familia/vida-sana/abci-educacion-mejor-herramienta-para-prevenir-consumo-alcohol-parte-menores-201603231652_noticia.html

No le pegues a tus hijos: los efectos del castigo físico

El castigo fisico es la forma más aceptada de violencia y se cree que es un método necesario de disciplina. En este artículo demostramos que el castigo físico no funciona para mejorar la conducta y que tiene peligrosos efectos para su salud física y mental.

El efecto de las nalgadas y correazos en la salud de los niños

El efecto de las nalgadas y correazos en la salud de los niños

Por: David Aparicio, Psicólogo y Editor General de Psyciencia.com

El año pasado escuché por la radio a tres periodistas de Panamá que recomendaban a los padres y oyentes volver a utilizar el castigo físico sobre sus hijos. Según estos periodistas la rebeldía, el descontrol y los problemas de la juventud se deben a que los padres de hoy no son capaces de pegarles a sus hijos cuando se lo merecen. Eso no fue todo. El periodista más popular de los tres, dijo que los correazos y chancletazos no han matado a nadie y que ni fiebre les dan a los niños cuando se lo merecen. En otro programa, una de las periodistas le dijo a su audiencia de la mañana que el éxito de su vida profesional se lo debe a los castigos físicos que le dio su padre y que gracias a esa disciplina ella es hoy una mujer de bien. El tercer periodista fue aún más osado y sugirió a los padres no hacerles caso a las recomendaciones de los psicólogos de evitar pegarles a los niños porque después se trauman, y aseguró además que a los niños nada les pasa cuando les dan unos buenos correazos por portarse mal.

La narrativa de los periodistas es una muestra del pensamiento imperante no solo en la sociedad panameña sino en todo el mundo. Así lo demuestra el último estudio publicado por UNICEF, el cual reporta que el castigo físico es la forma de “disciplina” violenta más utilizada en el mundo y que el 80% de los niños de 2 a 14 años ha recibido algún tipo de castigo físico. Con tales datos no sorprende el hecho de que miles de personas hagan comentarios de aprobación cuando alguien comparte la siguiente imagen:

 

El castigo corporal ha sido utilizado durante miles de años y se ha enseñado por generaciones. Las investigaciones han sido claras y han demostrado los peligrosos efectos de las nalgadas, correazos y el castigo físico en todas sus formas. Sin embargo los profesionales de la salud no hemos explicado con claridad cuáles son sus efectos, en parte porque nuestra narrativa se ha basado en opiniones, creencias y posturas personales, pero no hemos ofrecido evidencia concisa basada en datos sólidos que informen a los padres y los ayuden a tomar mejores decisiones en cuanto a disciplina.

Este artículo no intenta decirles a los padres cómo criar a sus niños. Estoy completamente convencido de que los padres quieren lo mejor para sus hijos y se sacrifican por ellos. Pero es nuestra responsabilidad la de proveerles los datos científicos más relevantes en cuanto al daño que provoca el castigo físico, sus efectos a corto y largo plazo en la salud, los compromisos internacionales para prohibir todo tipo de castigo físico y alternativas más efectivas de disciplina.

Qué es el castigo físico y su prevalencia

Existen cientos de definiciones e interpretaciones, pero para evitar confusiones utilizaré la definición propuesta por el Comité de Derechos del Niño en su Observación General N° 8 adoptada en el 2006:

“Cualquier castigo en el cual se use la fuerza física y se pretenda causar algún grado de dolor o incomodidad, por muy leve que sea. La mayoría de los casos consisten en golpear a los niños, con la mano o con un implemento – un látigo, un palo, un cinturón, un zapato, una cuchara de madera, etc. Pero también pueden aplicar acciones como patear, sacudir, lanzar, pellizcar, morder, tirar del cabello o de las orejas, obligar a los niños a permanecer en posiciones incómodas, ardor, escaldadura o ingestión forzada (por ejemplo, lavado de boca de los niños con jabón o forzarlos a tragar especias, como el picante).”

La mayoría de las investigaciones considera al castigo físico y al abuso físico como dos puntos en una serie continua de conductas violentas destinadas a controlar a los niños. Lo que significa que el castigo físico sería una forma de violencia física moderada y el abuso sería una forma más extrema. Por lo tanto, podemos diferenciarlas de la siguiente manera:

Según Murray Strauss el castigo físico es:

“El uso de la fuerza física con la intención de causar en el niño una experiencia de dolor, sin causar lesión, con el propósito de corregir o de controlar la conducta del niño”.

Por otro lado, el abuso físico se define como:

“(…) se caracteriza por infligir lesiones físicas como resultado de golpear, patear, morder, quemar, sacudir o dañar de otra manera a un niño. Es posible que el padre o cuidador no tenga la intención de herir al niño, sino que la lesión puede haber resultado de una disciplina excesiva o un castigo físico.”

Con estas definiciones se aclara que el presente artículo no se enfocará en las repercusiones y efectos del abuso sino exclusivamente sobre el efecto a corto y largo plazo del castigo físico, la forma más común y aceptada de violencia contra los niños.

 

El informe más reciente sobre la violencia contra los niños publicado por UNICEF encontró que el castigo físico es la forma de disciplina violenta más utilizada en el mundo. Sus datos fueron recolectados entre los años 2005 y 2013 y demuestran que uno de cada cinco niños de entre 2 y 14 años, ha experimentado el castigo físico en su hogar durante el último mes. Así también encontró que, en promedio, el 17% de los niños ha experimentado algún tipo de castigo físico severo como golpes en la cabeza, rostro y orejas, o fueron golpeados severamente en varias ocasiones durante el último mes. Este último dato evidencia que los padres y cuidadores que utilizan el método ya nombrado son más propensos a escalonar el castigo físico a formas más severas de violencia física con sus hijos.

Efectos a corto y largo plazo sobre la salud y relación familiar

Durante los últimos 50 años se han publicado cientos de investigaciones independientes que demuestran la ineficiencia del castigo físico como método de corrección y enseñanza. También se han evidenciado los efectos nocivos sobre la salud física y mental a corto y largo plazo de los niños. Sin embargo, no fue sino hasta el año 2002 cuando Elizabeth Gershoff, una investigadora y profesora de psicología del desarrollo en la Universidad de Texas, publicó en la revista Psychological Bulletin6, el primer metanálisis que sintetizaba la evidencia y la literatura teórica sobre este tema. En su trabajo se incluyeron investigaciones donde participaron más de 36,000 niños y cumplían con los requisitos establecidos: contar con suficientes datos estadísticos, evaluar solo el castigo físico (no una combinación con el abuso físico u otros métodos de disciplina, como la verbal) o que fueran administradas por padres provenientes de muestras especiales.

Una vez realizados los controles y analizados los datos, Gershoff encontró que el castigo físico o corporal se relacionaba con:

• Incremento de las conductas indeseadas (las conductas que los padres creen eliminar).

• Reducción de la internalización moral, incremento de la agresión por parte del niño.

• Incremento de conductas delictivas y conducta antisocial.

• Afectación de la salud mental del niño.

• Incremento del riesgo de ser víctima de abuso físico (los padres son más propensos a incrementar el castigo físico cuando no obtienen la respuesta, lo que expone a los niños a sufrir de abuso).

• Incremento del riesgo de cometer algún tipo de abuso sobre su propio hijo o pareja.

De todos estos efectos nocivos, Gershoff solo encontró un efecto “positivo” y fue que el castigo físico se relacionó con la obediencia inmediata de los niños luego de recibirlo. Sin embargo, es necesario resaltar que esto no significa que el niño aprenda a comportarse de la manera deseable, sino que solamente sigue las ordenes inmediatas para evitar el dolor infligido por el adulto pero luego volverá a realizar las conductas indeseadas. Este tipo de respuesta puede ser útil en un caso extremo donde el niño esté en peligro de muerte, pero no es una estrategia efectiva cuando se desea que el niño internalice las normas que se quieren enseñar y que pueda reproducirlas por él mismo.

Vídeo de la entrevista con Elizabeth Gershoff y el Dr. Murray Strauss, uno de los investigadores referentes en cuanto a los efectos del castigo físico.

Estudios posteriores realizados en Estados Unidos, Hungría, Hong Kong y Jamaica encontraron consistentemente que el castigo físico se relacionaba con problemas de ansiedad, depresión, abuso de alcohol y drogas y desajuste psicológico general.

Pero esto no es todo, una investigación realizada en el año 2013, que contó con una muestra importante (34226 personas) de Estados Unidos y fue publicada en la revista Pediatrics10, encontró que los niños que recibieron formas de castigo físico como empujones, agarrones o cachetadas, tenían más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, artritis y obesidad. Este no es el único estudio que encontró efectos en la salud física de las personas. Otra investigación publicada en el Journal of Behavioral Medicine11, realizado en Arabia Saudita, halló que los niños que padecían castigos físicos severos e insultos tenían más riesgo de sufrir de asma y cáncer durante su vida adulta. Vale añadir que estos dos últimos estudios evaluaron otras formas más severas del castigo corporal, pero las menciono en este artículo para que también se tenga en consideración lo peligroso que puede llegar a ser el castigo físico, ya que muchas veces los padres incrementan la severidad del mismo al no obtener resultados.

Gershoff siguió investigando y, en el año 2016, publicó en el Journal of Family Psychology12 con Andrew Grogan-Kaylor, de la Universidad de Michigan, un metanálisis más grande: incluyó a 169,927 niños de 75 estudios diferentes. Los científicos fueron aún más estrictos con la definición del castigo físico y se concentraron principalmente en los golpes de mano abierta (como las nalgadas). Sus hallazgos demostraron que los datos provenientes de los estudios sobre los efectos del castigo físico eran altamente consistentes. Los efectos fueron:

• Baja internalización moral.

• Agresión.

• Conducta antisocial.

• Externalización de problemas conductuales(comportamientos problemáticos que se dirigen hacia el entorno externo. Incluyen, la desobediencia a las reglas, el engaño, el robo y la destrucción de la propiedad.).

• Internalización de problemas conductuales (conductas negativas que se enfocan hacia adentro. Incluyen temor, retraimiento social y quejas somáticas.)

• Problemas de salud mental.

• Relaciones conflictivas entre padres e hijos.

• Deterioro de la capacidad cognitiva.

• Baja autoestima.

• Riesgo de sufrir abuso físico por parte de los padres.

• Mantener una actitud positiva sobre el castigo físico durante su adultez.

Así también se encontró que los niños que recibieron castigo físico durante la infancia eran más propensos durante su vida adulta a desarrollar:

• Conducta antisocial en la adultez.

• Problemas mentales.

• Actitud positiva ante el uso del castigo físico durante la infancia.

Todavía no se entiende bien cual es la relación directa entre el castigo físico y sus repercusiones sobre la salud a largo plazo, pero algunos investigadores han señalado que podría deberse al incremento del cortisol (hormona del estrés), lo que podría provocar un desajuste a nivel neurobiológico.

El castigo físico afecta la relación entre los padres e hijos

Otras investigaciones también se han preocupado por estudiar las repercusiones que puede tener el castigo físico sobre la relación entre padres e hijos8. Según ellas, los niños podrían evitar a sus padres porque los ven como una fuente de dolor, infligido por el castigo físico. Esto es muy entendible, cualquier niño mentirá o evitará buscar ayuda de sus padres cuando comenta un error o esté involucrado en algún tipo de problemas, por miedo a que sus padres le peguen, afectando así el desarrollo de la confianza entre los niños y sus padres.

¿Por qué los padres utilizan el castigo físico?

Los padres hacen lo que creen que es mejor para sus hijos y, lamentablemente, el castigo físico forma parte de las creencias más arraigadas sobre lo que las familias consideran una buena educación y disciplina infantil. El castigo físico es tan importante para muchas familias que son capaces de presionar y cuestionar los métodos de crianza de los padres que no están de acuerdo con su uso, además de tratarlos como padres irresponsables por no utilizar dicho método.

En el año 2008, Elizabeth Gershoff preparó un informe para el gobierno del estado de Arizona, en Estados Unidos, y en el mismo reportó que los padres son más propensos a usar el castigo físico cuando:

• Fueron castigados físicamente en la niñez.

• Están fuertemente a favor de la efectividad del castigo físico.

• Sienten frustración por la conducta de su hijo.

• Provienen de contextos culturales y/o religiosos que promueven el castigo físico.

• Experimentan altos niveles de estrés, problemas de salud física o mental y su bienestar emocional está afectado.

• Son menores de 30 años de edad.

• Tienen niños menores de 2 años y medio de edad.

• Sus hijos se han comportado agresivamente con otros niños.

Kazdin explica que el castigo físico funciona por un breve periodo de tiempo, deteniendo la conducta indeseada (lo mismo sucede si te pegan cada vez que quieras comerte unas galletas) y a su vez condiciona a los padres a repetir el mismo método, porque crea la ilusión de que realmente funciona pegarles a los hijos y que es necesario castigar con golpes, chancletazos, empujones, correazos, para enseñarles a los niños cómo comportarse. Pero lo que los padres no perciben es que la conducta indeseada volverá con la misma intensidad que antes. La explicación de Kazdin enfatiza el sesgo cognitivo, que no solo le sucede a los padres sino a cualquiera que utilice su propia experiencia como argumento validante para cualquier método de disciplina que use.

Por lo tanto los psicólogos, psiquiatras, pediatras y profesionales de la salud tenemos una responsabilidad aquí, ya que en general no hemos sabido explicar a la población general porqué no se les debe pegar a los niños. Los argumentos que se utilizan a diario en los medios de comunicación y en las entrevistas con los padres son de opinión y no se fundamentan en la evidencia, lo cual erosiona el mensaje que debemos transmitir, un mensaje unificado, concreto y basado en la evidencia.

“A mi me pegaron y no me pasó nada”

Los resultados son contundentes, pero a pesar de ello todavía escuchamos cómo muchos adultos niegan las repercusiones del castigo físico con el argumento de que a ellos les pegaron (algunos hasta se enorgullecen de esto) cuando eran niños y que no les pasó nada. Murray Strauss, uno de los primeros investigadores sobre el uso del castigo físico, explica que es muy difícil observar por nuestra propia experiencia el efecto devastador que tiene el cigarrillo en nuestra salud. Nuestra experiencia puede hacernos creer que el cigarrillo nos hace bien, porque es una fuente de placer y relajación. Pero a la larga nos destroza los pulmones y nos envejece más rápido. De la misma manera funciona el castigo físico. A través de nuestros ojos parece que funciona y que corrige a los niños, pero a la larga no mejora la conducta (qué es el objetivo principal de quien lo utiliza) y, no solo eso, sino que además daña la salud de los niños.

Alan Kazdin, ex presidente de la Asociación Americana de Psicología(APA) y uno de los psicólogos especialistas en crianza y disciplina más reconocidos a nivel mundial, utiliza una analogía similar:

“Hay personas que fuman cigarrillos y viven hasta los 100 años pero eso no refuta los hallazgos que han encontrado de que el cigarrillo incrementa el riesgo de muerte. Las excepciones son interesantes (algunas personas que se infectan de VIH nunca desarrollan SIDA), pero no alteran los hallazgos.”

Disciplina que si funciona

Muchos padres y cuidadores se preguntarán: “Y entonces, si el castigo no funciona, ¿qué debo hacer para corregir la conducta de mis hijos y enseñarles a comportarse?” Nuevamente las investigaciones nos dan algunas valiosas recomendaciones para intervenir en estos casos, que fueron sintetizadas por la APA:

1. Refuerza la conducta deseada

Las investigaciones han demostrado una y otra vez que la atención que los padres otorgan a los niños es un fuerte reforzador de la conducta. Por lo tanto, los padres deben concentrar su atención en la conducta deseada de sus hijos e intentar ignorar la conducta no deseada, porque entre más regaños y castigos se apliquen menos probabilidad hay de que se elimine esa conducta y se realice la que si se desea. Así que, en vez de regañar y castigar a un niño por no limpiar su habitación o sacar la basura, modela (mostrarle qué debe hacer) esa conducta, enséñale, moldea el comportamiento practicando cada paso y elogiándolo cuando la practique, cuando haga un paso bien y cuando logre completar la tarea.

Muchas veces se malinterpretan las recomendaciones de los psicólogos y se cree que los padres deben elogiar indiscriminadamente todo lo que hagan sus hijos. Sin embargo, los expertos recomiendan que los elogios deben ser muy específicos y referirse concretamente a lo que el niño hizo bien. Por ejemplo, en vez de decirle a un niño inquieto “estoy feliz porque te estas portando bien”, puedes expresar “me gusta mucho que estés sentado tranquilamente comiendo con nosotros”. Este mismo ejemplo aplica para las alabanzas que usan los maestros de preescolar. Una investigación de Karen Budd, encontró que los maestros que usaban este tipo de alabanzas descriptivas mejoraron la relación maestro-niño y esto ayudó también a los maestros a mejorar el comportamiento de los niños.

Por último, pero no por ello menos importante, Kazdin recomienda en su libro The Kazding Method for Parenting the Defiant Child, que las alabanzas no deben quedarse solo en palabras. Deben ser acompañadas de una sonrisa, contacto ocular y un toque amistoso (una palmadita en el hombro, una caricia en la cabeza o chocar los 5).

2. Ignora la conducta indeseada

Como dijimos anteriormente, la atención de los padres es un poderoso reforzador de la conducta de los niños. Por eso debemos aprender a ignorar las malas conductas que no son peligrosas. No vamos a ignorar al niño cuando mordió a un compañero, pero si podemos ignorarlo cuando hace una pataleta porque no le dimos un chocolate. Sobre esto, varias investigaciones han encontrado que cuando los padres cambian su respuesta ante las conductas indeseadas y refuerzan las que si desean, entonces los niños aprenden que comportarse adecuadamente es una mejor manera de obtener la atención de sus padres.

3. Aprende sobre el desarrollo de los niños

Es importante que tanto los padres como maestros y cuidadores, conozcan sobre los niveles de psicodesarrollo de los niños, sobre cuáles son sus capacidades cognitivas, motoras, de comunicación y de control según la edad. Esto es clave porque frecuentemente los padres tienden a interpretar los errores de los niños como si fueran a propósito o como si entendieran completamente las implicaciones y consecuencias de sus conductas. Es decir que los ven como si fueran adultos, lo que genera estrés y ansiedad en los padres haciéndolos más propensos a utilizar el castigo.

4. Usa el time-out adecuadamente

El Time-out es quizás una de las técnicas conductuales peor entendidas. Muchos creen que se debe usar cada vez que el niño comente un error y que debe durar mucho tiempo. No obstante, los estudios vuelven a demostrar que esta técnica es efectiva siempre y cuando sea utilizada brevemente y se aplique inmediatamente después de la conducta disruptiva. Kazdin explica que la efectividad del time-out depende del time-in, o lo que los padres y cuidadores hacen cuando están con el niño, y si aprovechan esos momentos para modelar la conducta y reforzarlo utilizando un lenguaje coherente en relación a lo que se refuerza como también el tono de voz y los gestos que se utilizan para ello.

Administrar el time-out con calma no es una tarea fácil. Los padres se pueden sentir enojados o estresados en medio de la rabieta o mala conducta de sus hijos, pero la clave aquí es mantenerse tranquilo y alejar al niño de todo reforzador a través del time-out.

5. Prevenir las conductas indeseadas

El time-out es una herramienta efectiva, pero más útil es poder prevenir la conducta problemática del niño. Algunos expertos como el Dr. John Lutzker del Centro de Desarrollo Saludable de la Universidad de Georgia State, recomienda que los padres deben estructurar un plan de actividades para que, de esta manera, se puedan prevenir las conductas problemáticas. En concreto la prevención nos ofrece los siguientes beneficios:

• Mantenerse calmos y prevenir las conductas reducirá la probabilidad de que los comportamientos escalen al punto de no poder manejarse.

• Se debe enseñar a los niños estrategias efectivas de afrontamiento ante las situaciones problemáticas.

• Es importante que se ayude al niño a mantenerse involucrado y activo a través de diferentes actividades, evitando así que se aburra y busque otras conductas disruptivas.

6. Hazte el tiempo

Para que las estrategias funcionen es necesario que los padres pasen tiempo con sus hijos, que los traten con amor y que expresen sentimientos y pensamientos positivos. Es muy fácil caer en la trampa de enfocar la atención en las conductas problemáticas de los niños. Por eso es necesario que los padres se esfuercen en detectar todas las buenas conductas de sus hijos, por mínimas que sean, y reforzarlas. Así también es necesario que compartan actividades de recreación y disfrute y que durante esos momentos se eviten los sermones y regaños. Lo más importante es cuidar la relación padre-hijos, para así potenciar las estrategias efectivas.

Las recomendaciones planteadas anteriormente me han sido de mucha utilidad en el trabajo que desempeño con niños con problemas de conducta y el entrenamiento que se les ofrece a los padres, pero para comprender con mayor amplitud el poder de los antecedentes y refuerzos sobre la conducta de los niños recomiendo los siguientes libros:

The Kazdin Method for The Defiant Child.

The Parenting Toolkit.

Cómo hablarles a los niños para que escuchen y cómo escuchar a los niños para que hablen.

Psicología de las relaciones familia y escuela: Técnicas de modificación de conducta, por Pilar Tomás Gil.

Por qué la economía de fichas no funciona con los niños con problemas de conducta.

 Sin violencia se educa mejor, guía para hacer talleres con maestros y padres de la UNICEF.

Educa, no pegues: guía para padres y madres de la Asociación Save The Children.

Ending corporal punishment of children – a handbook for multi-religious gatherings.

Políticas internacionales sobre el uso del castigo físico

En 1979 Suecia se convirtió en el primer país del mundo en prohibir el uso de castigo físico como método disciplinario. Desde entonces otros 50 países se han unido a esta prohibición, motivados por la gran cantidad de investigaciones que demuestran las repercusiones a corto y largo plazo sobre la salud, su inefectividad para modificar la conducta y, además, porque infringe directamente los derechos de los niños consagrados en la Convención sobre los Derechos de los Niños de la Organización de las Naciones Unidas, que incluye:

Art. 19: “(1) Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de violencia física o mental, lesiones o abuso, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras que (estén) en la custodia de los padres, guardián(es) legal(es) o cualquier otra persona que tiene el cuidado del niño …”.

Art. 28 (2): “Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar que la disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño y de conformidad con la presente Convención.”

Art. 37: “Los Estados Partes se asegurarán de que: (a) Ningún niño sea sometido a torturas u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Ni la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de liberación serán impuestas por delitos cometidos por menores de dieciocho años de edad … “.

En el comité de los derechos del niño se aclara que la prohibición del castigo corporal aplica a todas sus formas “aunque sea leve” y le solicita a todos los Estados partes que establezcan en sus legislaciones definiciones claras sobre la prohibición, que aplica para todos los castigos corporales en todos los entornos sin excepción.

La O.N.U. también solicita la derogación de las defensas legales que permiten el uso de “castigo razonable” o el “derecho a corrección” que se usa como defensa para utilizar el castigo físico en los niños. Este punto tiene mucho sentido considerando que nosotros no podemos utilizar un correazo o chancletazo cuando un adulto no sigue las instrucciones.

centenario del natalicio del creador de la televisión a color

“El Ladrilloscopio fue la cámara con la que el ingeniero politécnico, Guillermo González Camarena, realizó la primera transmisión de televisión a color”, recordaron sus hijos Arturo y Guillermo González Camarena Becerra Acosta, durante la conmemoración del centenario del natalicio de su padre, en las instalaciones del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

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(Guadalajara, 1917 – Puebla, 1965) Ingeniero mexicano que fue pionero de la televisión mexicana e inventor de tres sistemas de televisión en color. Guillermo González Camarena realizó sus estudios de ingeniería en el Instituto Politécnico Nacional, en México D. F, y cursó la especialidad de electrónica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En una charla amena con estudiantes de posgrado, catedráticos y autoridades del Cinvestav, los descendientes del científico mexicano recordaron algunas anécdotas de González Camarena como su afición por la astronomía, su faceta como compositor musical y la instalación de su primer laboratorio cuando era niño, además recalcaron el buen sentido del humor y filosofía positiva con la que vivió.

La familia del creador mexicano atestiguó la inauguración de Canal Once, entonces la primera televisora educativa de Latinoamérica. “Fue muy bonito y emocionante ver cómo su alma máter, el Politécnico, iniciaba su primera transmisión televisiva”, externó Arturo González.

González Camarena siempre estuvo adelantado a su tiempo, ya que a los 15 años construyó su primera cámara de televisión en blanco y negro, y la idea de darle color a las transmisiones surgieron como una mejora a su equipo personal, esto lo motivó a desarrollar el sistema Tricromático Secuencial de Campos, dijo Arturo González.

Durante el homenaje se recordó que el investigador Politécnico se presentó en la Secretaría de Gobernación para solicitar el permiso de transmisión televisiva, sin embargo, su juventud confundió a la gente que lo recibió y no lo tomó en serio, sino hasta que habló de los detalles técnicos del espectro radiofónico.

De esa manera consiguió la concesión para transmitir la señal del Canal 5 en la frecuencia XE1GC. “Escogió ese número porque forzosamente se tenía que pasar por él para sintonizar los canales 2 y 13”, explicó Guillermo González.

El inventor mexicano tenía un gran cariño por los niños, por lo que el Canal 5 se consagró al público infantil con programación como La Pandilla o El Coronel Cosmos, su intención fue hacer que la televisión fuera formativa. En 1949 obtuvo el permiso para explotar comercialmente esta señal con las siglas XHGC, que significa México Televisión González Camarena.

Otro éxito del egresado de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, ahora ESIME, es que construyó en su totalidad el equipo necesario para transmitir televisión, y colocó su antena en el edificio Seguros de México, la torre más alta del país en ese tiempo.

Finalmente se mencionó que González Camarena tomó elementos de glifos del Náhuatl y de los Aztecas para crear el primer logo del Canal 5, el cual representa la imagen que viaja por luz a través del aire hasta los ojos del pueblo.

Fíjense por quién votan: diputada de Morena tras aprobación de reforma ‘que prohíbe enfermarse’

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Esta tarde, el pleno de la Asamblea legislativa aprobó con votos del PRI, PAN, PVEM, PES y MC una reforma que evitaría que los empresarios paguen a sus trabajadores el 100% de su salario por enfermedad.

aracely damián

 

22 de febrero de 2017.– Ante la tribuna, apenas unos minutos antes de que se aprobara la reforma laboral que impediría el cobro del sueldo completo de los trabajadores enfermos, Aracely Damián, hizo un llamado a los trabajadores para poner atención en quién votan.

“Eso se lo digo a los trabajadores, para que se fijen la próxima vez por quién votan en las elecciones, porque éstos (los diputados) que van a aprobar ahora esta ley, van a hacer ahora que muchos de ustedes que estén trabajando y se van a enfermar por su trabajo, en lugar de que reciban el 100 por ciento de su salario, sólo reciban el 50 por ciento, de ese tamaño estamos hablando el robo que estos pillos van a parobar en contra de los trabajadores”, dijo ante el pleno.

La diputada de Morena, quien integra y preside de Comisión de Seguridad Social, se refirió contra la reforma que abre la puerta para que sea la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) la que actualice las tablas de valuación de las incapacidades permanentes, previa aprobación del proyecto respectivo por la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. En ésta participará el empresario y así como agrupaciones sindicales de corte priista afines al gobierno federal actual.

“No hay necesidad de decirles nada más a los trabajadores, están violando sus derechos, están dejando que sean los empresarios los que decidan qué enfermedaddes les cubran y qué no”, acusó desde el pleno.

La iniciativa se aprobó con con 303 votos a favor del PRI, PAN, PVEM, Panal, PES y MC; 10 se abstuvieron y hubo 86 en contra, de los diputados de Morena y el PRD.

 

Fuente: http://regeneracion.mx/fijense-por-quien-votan-diputada-de-morena-tras-aprobacion-de-reforma-para-no-pagar-sueldo-al-100-por-enfermedad/

Fracking causó 6 mil derrames en cuatro estados de EU en 10 años

 

 

 

Detectan químicos en pozos de agua en Texas por fracking
Detectan químicos en pozos de agua en Texas por fracking

En un estudio de solo cuatro estados de Estados Unidos, los pozos de gas y petróleo que usan fracking o fractura hidráulica, han causado 6 mil 648 derrames de hidrocarburos, agua con productos químicos y otras sustancias en la última década.

Regeneración, 22 de febrero de 2017. Los pozos de petróleo y gas sometidos a fracturación hidráulica o ‘fracking’ en cuatro estados de Estados Unidos (Colorado, Nuevo México, Dakota del Norte y Pensilvania) tuvieron un total de 6.648 derrames de hidrocarburos, agua con productos químicos u otras sustancias durante la última década.

Así lo afirma un equipo de 11 investigadores estadounidenses en un estudio publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology’. El ‘fracking’ es una técnica que consiste en inyectar a alta presión fluidos compuestos por agua, arena y aditivos químicos con el fin de romper las rocas y agrandar las fracturas para que los hidrocarburos que están atrapados acaben en el interior de un pozo y permitir así su extracción.

El estudio abarca desde 2005 y 2014 y señala que entre un 2 y un 16% de estos pozos para extraer hidrocarburos vierten sustancias cada año. “Este estudio proporciona información importante sobre la frecuencia, el volumen y la causa de los derrames”, apunta Lauren Patterson, autora principal del estudio y miembro del Instituto Nicolás para Soluciones de Políticas Ambientales de la Universidad Duke.

Los investigadores examinaron datos de vertidos no convencionales de petróleo y gas en 31.481 pozos sometidos a ‘fracking’ en Colorado, Nuevo México, Dakota del Norte y Pensilvania entre 2005 y 2014. “Los datos de derrames estatales son muy prometedores para la identificación y la mitigación de los riesgos”, apunta Patterson.

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La mayoría en Dakota del Norte

Dakota del Norte encabezó la lista de vertidos, con 4 mil 453 incidentes, por delante de Pensilvania (mil 293), Colorado (476) y Nuevo México (426). Estos datos contrastan con los 457 derrames calculados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para ocho estados entre 2006 y 2012 debido a que el análisis de este organismo del Gobierno estadounidense consideró la etapa de ‘fracking’ en lugar del ciclo completo de producción no convencional de petróleo y gas.

“A medida que esta forma de producción de energía aumenta, los esfuerzos estatales para reducir el riesgo de derrame podrían beneficiarse de hacer los datos más uniformes y accesibles para proporcionar información importante a los interesados sobre dónde enfocar los esfuerzos para localizar y prevenir futuros vertidos”, señala Patterson.

Esta investigadora indica que “la comprensión de los derrames en todas las etapas del desarrollo del pozo es importante porque la preparación para la fractura hidráulica requiere el transporte de más materiales hacia y desde sitios de pozos y almacenamiento de estos materiales. “Investigar todas las etapas ayuda a arrojar luz sobre los derrames que pueden ocurrir en todos los tipos de pozos, no sólo en los no convencionales”, añade.

El 50% de los vertidos identificados están relacionados con el almacenamiento y el traslado de fluidos a través de las tuberías, aunque no siempre fue posible determinar la causa del derrame debido a que algunos estados no facilitaban los datos y otros ofrecieron descripciones narrativas.

En todos los estados, el mayor riesgo de derrame ocurrió en los tres primeros años de vida del pozo, momento en que las perforaciones de fractura hidráulica y los volúmenes de producción eran más elevados. Un porcentaje variable de ellos (un 26% en Colorado y un 53% en Dakota del Norte) tuvieron más de un vertido.

Fuente: SERVIMEDIA

NASA anunciará un descubrimiento trascendental para la humanidad

La NASA presentará su hallazgo en una rueda de prensa el miércoles a la 13.00 hora del este de Estados Unidos

HubbleNASA

Regeneración, 22 de febrero del 2017.-La agencia espacial estadounidense (NASA) anunciará este miércoles un nuevo descubrimiento sobre los exoplanetas, planetas que orbitan una estrella diferente al sol y, por tanto, no pertenecen al sistema solar.

La NASA presentará su hallazgo en una rueda de prensa el miércoles a la 13.00 hora del este de Estados Unidos (18.00 GMT) que se retransmitirá en directo en su página web, según indicó en un comunicado.

La agencia no ofreció más detalles sobre de qué se trata el nuevo descubrimiento, cuyo contenido está embargado en un artículo de la revista científica británica Nature hasta el inicio de la rueda de prensa.

 

Tanto periodistas como el público general podrán dirigir sus preguntas a la NASA durante la presentación usando la etiqueta “#askNASA” (pregunta a la NASA).

Después de la conferencia, la NASA ofrecerá una sesión de preguntas y respuestas con científicos sobre los exoplanetas.

Fuente: EFE

Elimina las canas de tu cabello con este método genial

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Una de las cosas que siempre pueden develar nuestra edad es la aparición de canas en el cabello, esto sucede cuando el  folículo no puede seguir generando.

La pigmentación de la hebra de cabello por lo que esta suele salir blanca, aunque en muchas ocasiones no es necesario envejecer para que estas aparezcan.

Una de las cosas normales que hacemos cuando salen las cana es asistir inmediatamente a una tienda para comprar un tinte según el color de nuestro cabello, o ir a una peluquería para que nos apliquen un tinte, sin embargo estos tintes químicos pueden terminar dañando mucho nuestro cabello.

Es por eso que queremos invitarte a que hagas un método natura para mejorar la condición de tu cabello, eliminando las canas que te molestan sin necesidad de que dañes tu cabello a tal punto que llegue a partirse o quebrarse.

Así que toma nota de lo que debes hacer para que luego paso a paso puedas eliminar las canas de tu linda cabellera.

Utiliza la miel y la cebolla para eliminar las canas

La cebolla es utilizada generalmente en la elaboración de miles de platos y ensaladas, incluso podríamos decir que es uno de los ingredientes principales y comunes en nuestro hogar.

La cebolla junto con la miel se vuelven en un excelente tratamiento para tu cabello capaz de poder regenerarlo, devolviéndole el color y evitando la caída del mismo.

Sigue estos pasos para poder mejorar la condición de tu cabello:

Ingredientes:

  • 1 cebolla mediana.
  • 2 cucharadas de miel.

Preparación y uso:

  1. Licua la cebolla hasta que obtengas su jugo.
  2. Una vez que lo tengas mézclalo con la miel.
  3. Aplica esto en el cuero cabello hasta las puntas.
  4. Deja que actué por 15 minutos.
  5. Retíralo con abundante agua.
  6. Repite este proceso todos los días.

Con esto no solo lograras eliminar las canas, sino que además tu cabello va a crecer gracias a los componentes de la cebolla, la miel va a hidratarlo y prevenir su caída.

Lo único que necesitas hacer es intentar este tipo de mascarillas naturales para mejorar tu salud.

Recordemos que en lo natural siempre podemos encontrar grandes beneficios, así que no dudes en probar este tipo de recetas que son excelentes para ti.

Niegan a Felipe Calderón la entrada a Cuba

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Niegan a Felipe Calderón la entrada a Cuba

El expresidente Felipe Calderón, no pudo ingresar a Cuba debido a que autoridades de inmigración de la Isla solicitaron que no lo documenten

 

Niegan a Felipe Calderón la entrada a Cuba

El expresidente Felipe Calderón denunció a través de su cuenta de Twitter, que Cuba no le permitió la entrada a la Isla, donde asistiría al homenaje de Oswaldo Payá.

 

AMX: Nos informa Inmigración de Cuba que pasajero FCH no está autorizado para entrar a Cuba y solicita que no sea documentado en vuelo AM451

Calderón viajó a la Isla cubana con la intención de participar en el aniversario luctuoso del activista político Oswaldo Payá, además de que este miércoles 22 de febrero se haría la entrega del Premio Oswaldo Payá «Libertad y Vida».

 

El exmandatario  escribió en su cuenta de Twitter que inmigración de Cuba no le acreditó el ingreso a la isla y pidió al «gobierno cubano rectifique este absurdo».

 

También estoy invitado al aniversario luctuoso de Oswaldo Payá. Pido al gobierno cubano rectifique este absurdo y nos permita recordarlo. https://twitter.com/maylwino/status/833862718952263680 

 

Debido al incidente con inmigración, Calderón se disculpó con Rosa María Payá, hija del fallecido activista, por no poder estar en el homenaje.

 

@RosaMariaPaya lamentablemente no podré estar con Uds en el homenaje a tu admirado padre. Inmigración de Cuba solicitó que no me documenten.

 

Por su parte, Rosa María Payá, también presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, lamentó lo ocurrido con Felipe Calderón.

 

Gracias @FelipeCalderon Lamento q haya sufrido grosería totalitaria d los comunistas cubanos. Hoy los demócratas sabemos q no estamos solos!

 

También agradeció al personal de la empresa Aeroméxico por las atenciones recibidas durante su viaje.

 

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a través de su cuenta de Twitter, lamentó la decisión del gobierno cubano, de no autorizar la entrada al expresidente Felipe Calderón.

 

La lamenta la decisión del gobierno de de no autorizar la visita a La Habana del expresidente @FelipeCalderon.

La #SRE lamenta la decisión del gobierno de #Cuba de no autorizar la visita a La Habana del expresidente @FelipeCalderon.

— SRE México (@SRE_mx) 21 de febrero de 2017 «>

 

En la misma red social, el expresidente de Chile, Sebastián Piñera, escribió que Cuba también impidió que Mariana Aylwin, viajara a la Isla.

 

Gobierno cubano impide a Mariana Aylwin viajar a Cuba. Un nuevo atropello a las libertades y derechos en Cuba. Mariana: todo nuestro apoyo

La exministra Chilena también asistiría al homenaje de Oswaldo Payá.

 

Niños ofrecían dulces, pero… comensal los invita a comer

Niños ofrecían dulces, pero… comensal los invita a comer

Ingresaron al establecimiento, recorrían mesas ofreciendo palomitas y cacahuates; no era buena la venta… checa lo que les ofrecieron

PUEBLA

Ingresaron al establecimiento, recorrían mesas ofreciendo palomitas y cacahuates; vestían sencillo: Zapatos gastados, pantalones vencidos en la parte media de tanto uso, playeras descoloridas… Dos niños cuya ilusión se centraba en acabar su mercancía, recibieron una invitación a comer.

Uno de los clientes los observó desde que entraron, estaba en compañía de su familia:  Sus hijos y esposa. Los siguió y vio que la venta no iban tan bien.

Llegaron ante él, los escuchó atento, pero no le interesaba adquirir palomitas, ni cacahuates, sí, ofrecerles un asiento para compartir la comida.

Los pequeños aceptaron, se sentaron y pidieron algo del menú… el semblante les cambió, brotaron las sonrisas y tomaron confianza.

Los hechos ocurrieron el pasado 16 de febrero en uno de los establecimientos del Italian Coffee, en Puebla.

El buen samaritano, de quien no se sabe su nombre, fue captado por el usuario de Facebook, Xavi Palacios, que fue referido por Conexión Puebla.

Ayer fui al Italian Coffee y luego de un rato se acercaron 2 niños vendiendo palomitas y cacahuates bien humildes”, señaló.

Como un reconocimiento a su gesto, escribió al lado de la imagen.

No me quedé con las ganas de decir lo que pensaba y sentía, me acerqué al señor y le dije: ‘Mis respetos para usted, que hizo este gesto tan bonito, ojalá hubieran más personas como usted y su familia’”.

 

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/02/22/1147838

 

Mundo Facebook: implicaciones del arbitraje emocional de la verdad en la era de las plataformas

Mundo Facebook: implicaciones del arbitraje emocional de la verdad en la era de las plataformas

BORJA BERGARECHE

Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, se ha visto forzado a aceptar la responsabilidad de las redes sociales en el combate contra el bulo y la mentira tras la victoria de Trump. La polémica ha generado un acercamiento entre su plataforma y el mundo del periodismo para articular medidas que contengan la era de la posverdad.


BORJA BERGARECHE*

Querido lector, esto que va a leer a continuación es una noticia falsa, aunque muchos, desgraciadamente, creyeran lo contrario. “Medios de todo el mundo están informando de la decisión sin precedentes adoptada por el papa Francisco de apoyar a un candidato presidencial estadounidense. Su comunicado en apoyo de Donald Trump ha sido publicado por El Vaticano esta tarde: ‘He tenido muchas dudas a la hora de apoyar a uno de los candidatos en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, pero siento que no hacer pública mi preocupación ahora supondría un abandono de mi deber como Santa Sede’”.

La presunta información fue publicada el pasado 10 de julio por el presunto portal de noticias WTOE 5. El mismo día, el portal de detección de informaciones falsas Snopes.com desveló rápidamente que era un atropello a la verdad. Pero dio igual. La “noticia” fue compartida más de un millón de veces en Facebook. Dio igual el evidente tufo a bulo viral del anuncio, porque cientos de miles de personas sintieron ese irresistible afán de pulsar el codiciado botón de “share” en Facebook. Y dio también igual que existieran en internet numerosas señales –como la de Snopes y muchos otros portales de fact-checking [verificadores de hechos, en español]– de la falsedad de la “noticia”, porque los algoritmos de Facebook no están programados para desacelerar o contrarrestar, en aras de la verdad periodística, esas explosiones de emociones compartidas que llamamos viralidad.

La polémica sobre la irrefrenable escala y velocidad con la que se difunden noticias falsas en Facebook y, en menor medida, en otras redes sociales y en Google ha tenido ya, al menos, tres efectos beneficiosos para quienes nos dedicamos, humildemente, a la noble tarea de la información: un mayor foco en los riesgos democráticos de vivir en la era de la posverdad; una presión sin precedentes sobre Facebook para asumir, al menos en parte, eso que los periodistas llamamos “responsabilidad editorial”, y un aluvión de propuestas concretas para dirimir en favor de la verdad los vacíos éticos en la programación de los algoritmos que, cada día, deciden qué información leen millones y millones de personas.

Los problemas de vivir en un “mundo Facebook” –ese en el que la información se distribuye de forma crecientemente fragmentada en plataformas digitales y sociales– no se limitan, en cualquier caso, al empacho de noticias falsas que ha precedido (¿correlación o causalidad?) a la elección de Donald Trump como presidente de EE. UU. La cuestión más amplia reside, creo, en el arbitraje emocional de la verdad que llevan íntimamente incorporado las distintas plataformas –incluidas las pertenecientes a los medios de comunicación– en las que consumimos el menú informativo de cada día. Pero merece la pena repasar los tres fenómenos destacados en el párrafo anterior.

La llamada “posverdad” avanza en un mundo de alto voltaje político. Tanto, que Oxford Dictionaries ha elegido esta expresión como el término internacional de 2016. Definen posverdad como un adjetivo (su uso como tal es más obvio en inglés, “post-truth”) relativo a circunstancias en las que “los hechos objetivos son menos influyentes en conformar la opinión pública que las apelaciones emocionales”. Entre las otras palabras finalistas figuran, por cierto, algunas muy vinculadas al inquietante campo semántico que define nuestra época: “chatbot” (muy presentes en las informaciones sobre las presuntas actividades de propaganda y desinformación digital rusa durante la campaña electoral estadounidense), “alt-right” (término empleado para aludir a la derecha extrema o alternativa a la derecha del partido republicano tradicional) y “brexiteer”, o defensor del brexit.

El momento álgido del uso del término de posverdad fue junio y julio de 2016, coincidiendo con el referéndum por el brexit y la victoria moral de Nigel Farage, del UK Independence Party (UKIP), y la elección de Trump como candidato republicano. La frecuencia de uso del término habría crecido un 2.000% con respecto a 2015, según datos de Oxford Dictionaries recogidos por la BBC. Tras las elecciones en EE. UU., su análisis ha rellenado también espacios de tertulia y páginas y suplementos de periódicos en España. Los primeros usos de posverdad se rastrean en 1992, pero su salto al léxico de la contienda política suele situarse en abril de 2010, con la publicación de un artículo sobre el negacionismo del cambio climático por el entonces bloguero David Roberts en Grist, una web ecologista de tono satírico.

“Esta política de la posverdad se ve facilitada por dos amenazas a la esfera pública”, analizaban el pasado 16 de noviembre en el blog Free Exchange de la edición norteamericana de The Economist. “Una pérdida de confianza en las instituciones que apoyan su infraestructura y cambios profundos en la manera en el que el conocimiento del mundo real llega al público”, definían. O, dicho de otra forma, la creciente desconfianza hacia el estáblisment político en las siempre frágiles democracias representativas –y las élites, expertos y medios de comunicación (también) que lo reflejan–, sumado a su sustitución por las afinidades emocionales del Mundo Facebook.

Las implicaciones para el periodismo, tal y como lo conocíamos hasta ahora, son obvias. “La era del periodismo neutral ha terminado”, proclamaba en una reciente entrevista el inquietante responsable de la agencia oficial de noticias rusa Rossiya Segodnya, Dmitry Kiselyov, considerado como el propagandista en jefe de Vladimir Putin. “Es imposible porque lo que seleccionas dentro del enorme mar de información es en sí subjetivo”, decía. Desde el cinismo, sin embargo, se refiere con certeza a uno de los principales rasgos característicos de esta era de la posverdad: la “burbuja de filtros” denunciada en un TED Talk en 2011 por el activista digital Eli Pariser, responsable ahora del portal de “virales responsables” Upworthy.

Los algoritmos de Google o Facebook crean una burbuja sin opiniones divergentes

Según Pariser, la –por otro lado, extraordinaria– capacidad de los algoritmos de Google o Facebook de recomendarte contenidos de forma “personalizada”, a partir de tu propio patrón de conducta o de lo que han leído personas que estos programas informáticos consideran como afines a tus gustos, opiniones y personalidad –a menudo, porque así se lo hemos indicado nosotros mismos–, ha terminado por encerrarnos en una burbuja autorreferencial, monolítica y sin opiniones divergentes. Un mundo cerrado de profecías autorrealizadas. Un menú informativo en el que los defensores de Trump, o del brexit, solo recibían de Google y, sobre todo, de Facebook opiniones y comentarios de defensores de Trump, o del brexit. Y viceversa, claro: ¿cómo iban a detectar los seguidores de Clinton, o los defensores de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, que existía una profunda corriente en contra si apenas se cruzaban con ella en su universo más íntimo de referencias y lecturas?

“Las redes sociales facilitan que los miembros de estos grupos refuercen mutuamente sus creencias al cerrar el paso a información contradictoria”, reflexionan en The Economist. Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, tiene crecientes dificultades en negar este mecanismo, como veremos más adelante. Vivir en esta “burbuja de los filtros” permite que florezca el segundo de los atributos destacados de la posverdad: el pensamiento mágico. Estaría formado por aquellas creencias que calificaríamos de extremistas o radicales, alimentadas –sin aparente coste– por las medias o falsas verdades que propagan los políticos de la posverdad, y que persisten tercamente en el argumentario de ciertos colectivos a pesar de las pruebas en contra o de las réplicas por parte de expertos, políticos “mainstream” [tradicionales o convencionales] o periodistas “fact-checkers”. Facebook como una “cámara de eco”, en otra de las expresiones empleadas para referirse a este fenómeno.

Que la Unión Europea está robando el alma católica a la Polonia del partido de los gemelos Kaczynski, que los sin papeles mexicanos cometen más delitos que la media en EE. UU. o que los funcionarios de la Comisión Europea sueñan con ver a los ingleses conducir por la derecha serían algunos ejemplos anecdóticos de este pegajoso pensamiento mágico y conspiranoico que circula en el magma digital en forma de memes de ficción travestidos de verdades irrefutables. En España, la “nueva política” nos ha traído también, sobre todo en Twitter, toda una producción de clásicos de la posverdad (y del humor, todo hay que decirlo) relativos a los viejos partidos o a los nuevos…, según en qué burbuja milite uno.

Además de la “burbuja de los filtros” y del llamado pensamiento mágico posfactual, cabría destacar un tercer mecanismo de agravamiento de la posverdad, y que nos obliga a los medios de comunicación a mirarnos en el espejo. ¿Acaso no han ayudado a agravar el arrinconamiento de la verdad ciertas decisiones editoriales y de producto que hemos tomado los medios en el ámbito digital, presionados por la necesidad de crecer en tráfico? Por no hablar de la “berlusconización” de la conversación política en gran parte del panorama televisivo. “Con demasiada frecuencia, los medios de comunicación juegan un papel determinante en la propagación de los bulos, las afirmaciones falsas, los rumores cuestionables o el dudoso contenido viral, contaminando así el flujo de información digital”, reflexionaba Craig Silverman, actual editor de BuzzFeed Canada, en un estudio del Centro Tow para el Periodismo Digital, de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia.

Los periodistas y los editores debemos tener una participación activa en un debate que va a determinar, no ya el papel de la verdad en nuestra comprensión del mundo, sino el rol que reservamos a la prensa en los mecanismos de generación de la(s) opinión(es) pública(s). Las sonadas declaraciones de rebeldía frente al estáblisment del electorado británico, colombiano o estadounidense han generado inicialmente incomprensión, dudas e inseguridad en los medios de comunicación establecidos. Lo que contamos en nuestras informaciones, lo que opinamos en nuestros editoriales, ya no influye como antes en la ciudadanía de las sociedades complejas y pluralistas a las que servimos. ¿Cómo pudimos tardar tanto en llamar mentiroso al mentiroso?, se preguntan muchos.

Este gráfico publicado en Vox.com y elaborado por Craig Silverman –ya desde BuzzFeed– demuestra cómo en la recta final de la campaña presidencial, las noticias falsas obtuvieron más engagement (suma de compartidos, reacciones y comentarios) en Facebook que las noticias publicadas por medios como el New York Times o el Huffington Post.

Gráfico elaborado por Vox a partir de datos aportados por BuzzFeed (17 de noviembre de 2016)

El gráfico compara los datos de las 20 noticias “serias” más populares en la red social de Zuckerberg con el engagement de las 20 “noticias” falsas más virales, en tres periodos de tres meses previos a los comicios. La inevitable sensación de que la posverdad pudo tener algo que ver con el resultado electoral se agrava al leer que la mayoría de las noticias “serias” eran favorables a Clinton o críticas con Trump, mientras que 17 de las 20 noticias falsas más populares afectaban negativamente a Clinton. No obstante, al aturdimiento inicial en la prensa de EE. UU. ha seguido un movimiento corrector en forma de aluvión de suscripciones digitales a muchos medios. El New York Times tuvo en la semana posterior a la elección de Trump su mayor incremento semanal en nuevos suscriptores desde que lanzó su muro de pago en 2011. El portal de periodismo de datos ProPublica, por su parte, vio multiplicarse por diez su ratio de suscripciones, según datos recopilados por el Nieman Lab y el Poynter Institute. En la era de la posverdad, el periodismo es más necesario que nunca. Y hasta Mark Zuckerberg parece haberlo comprendido.

En la era de la posverdad, el periodismo es más necesario que nunca.

Además de un apasionado y saludable debate sobre las implicaciones democráticas de vivir en una era de verdades subjetivas, el segundo impacto positivo de la crisis de la verdad post-Trump ha sido, creo, el incremento de la presión sobre Facebook para abordar una obviedad que siempre han preferido negar: su responsabilidad –llamémosla editorial, empresarial, democrática o social– como una de las grandes plataformas de consumo de información, junto con buscadores, otras redes sociales como Twitter o Snapchat y las ediciones impresa, web, mobile o social de los medios de comunicación. Los días posteriores a las quincuagésimo octavas elecciones presidenciales en los Estados Unidos cambiaron algunas cosas importantes en el número 1 de Hacker Way en Menlo Park, la dirección de Silicon Valley en la que Facebook tiene su espectacular sede principal. Algunos creen que para siempre.

La reacción inicial de Mark Zuckerberg ante la tormenta de acusaciones fue negar la mayor. “No creo que tuvieran ningún impacto” en el resultado de las elecciones, dijo el fundador de Facebook el 10 de noviembre, dos días después de los comicios, en una conversación pública con David Kirkpatrick, autor de The Facebook Effect. Afirmar lo contrario “es una idea bastante loca”, llegó a decir. Pero, de puertas adentro, sus subordinados hablaban en los chats y en los pasillos de términos como información, periodismo, responsabilidad y verdad. Asuntos que, hasta la fecha, no habían sido tan centrales en la vida interna de Facebook. Y la incomodidad ante las acusaciones de haber aupado a Trump al Despacho Oval de muchos en su gigantesca organización comenzó a tener consecuencias desconocidas hasta la fecha. Por ejemplo, que empleados de Facebook hagan declaraciones anónimas a la prensa.

Una información del pasado noviembre en el New York Times citaba a tres fuentes anónimas de dentro para contar que los más altos ejecutivos de Facebook habían concluido que debían hacer frente a las preocupaciones de muchos empleados con respecto a la propagación de noticias falsas en la plataforma. El rotativo neoyorquino describe la existencia de varias conversaciones de alto nivel por chat sobre la polémica  y de una reunión al menos a ese respecto con el equipo de relaciones institucionales (public policy).

Asimismo, BuzzFeed firmaba en San Francisco una información el pasado 15 de noviembre que cita de forma anónima a cinco empleados de Facebook, quienes aseguran que sus superiores les intentaron disuadir de la idea de hablar con periodistas. Según BuzzFeed, “empleados de Facebook han formado un grupo de trabajo (task force) no oficial para cuestionar el papel que la compañía jugó en promover noticias falsas en los meses previos a la victoria de Donald Trump”. Sugerir que Facebook tuvo algo que ver “no es una idea loca”, afirma una de las fuentes citadas, desafiando el criterio de su consejero delegado. “Varias docenas” de empleados, según la información de BuzzFeed, habrían mantenido al menos dos reuniones, por ahora “secretas”, y tendrían la intención de elevar una serie de recomendaciones a la dirección. Dos de estas fuentes afirman haber planteado a sus superiores en el pasado, sin mucho éxito, la gravedad del problema de las noticias falsas. [NOTA: no me consta que Facebook haya ni desmentido ni confirmado las dos noticias citadas, ni me he dirigido yo mismo a Facebook para verificarlas a los efectos de esta pieza, que considero un análisis y no una noticia].

Las acusaciones de haber facilitado la victoria de Trump culminan un año complicado para la red social. En mayo, varios exempleados denunciaron que la sección de “Trending Topics” de la plataforma estaba sesgada en la recomendación de contenidos a favor de medios y portales progresistas. Hace unas semanas, el portal especializado Gizmodo aseguraba que Facebook habría decidido evitar medidas drásticas contra las noticias falsas por miedo a tener un impacto políticamente no neutral, porque eliminarlas habría afectado sobre todo al tráfico de portales de tendencia ultraconservadora.

En este contexto, Zuckerberg se enmendaba a sí mismo solo 48 horas después de sus primeras declaraciones con un post personal en Facebook en el que reconocía la existencia de un problema, cuyo alcance relativizaba. “De todo el contenido en Facebook, más del 99% de lo que la gente ve es auténtico. Solo una parte muy pequeña son noticias falsas y bulos. Los bulos que existen no se limitan a un único punto de vista partidista, ni siquiera a la política…” [traducción propia del original en inglés]. Dicho esto, continuaba Zuckerberg, “no queremos bulos en Facebook”, dijo, reflejando –quizás– las inquietudes de muchos de sus empleados.

En este post del 12 de noviembre, el empresario de 32 años advertía además de algo con lo que no puedo estar más de acuerdo. “Debemos proceder con mucho cuidado” en la resolución del problema de las noticias falsas, dice. Y añade: “Identificar la verdad es complicado. Mientras algunos bulos pueden ser desmontados por completo, hay más contenido, incluido el proveniente de fuentes generalistas, que a menudo transmite bien la idea básica pero mal algunos detalles u omisiones. Un volumen aún mayor de historias expresan opiniones con las que muchos estarán en desacuerdo y etiquetarán como incorrectas, incluso cuando sean veraces”.

Identificar y señalar la verdad exige prudencia y reflexión

Sí, identificar la verdad es una tarea complicada. Los periodistas intentamos revelarla, narrarla, contextualizarla y analizarla cada día. Cuesta tiempo y dinero. Exige determinación cívica y solidez empresarial. Y las más de las veces requiere, sí, años de oficio. Ahora, esta creciente conversación global sobre maneras algorítmicas y humanas de identificar y señalar la verdad –la información, los hechos veraces y relevantes para los lectores– y diferenciarla de la mentira exige prudencia y reflexión. No vaya a ser que salga la verdad aún más maltrecha del ejercicio. “Sí, la verdad es complicada, y Facebook debe proceder con cuidado”, retoma Will Oremus, especialista en Tecnología de Slate. “Pero hay una sensación creciente, dentro y fuera de la compañía, de que quizás [Facebook] está actuando con demasiado cuidado, dado su creciente papel dominante en la distribución de las noticias online”, escribía recientemente.

El 14 de noviembre trascendía que Google primero y Facebook a continuación habían decidido expulsar a las llamadas granjas de noticias falsas y bulos de sus respectivas redes publicitarias para, al menos, dificultar el negocio de la mentira. Pero la polémica crecía, y cada vez más voces exigían cambios y un compromiso real por parte de los gigantes californianos. Así, el 18 de noviembre, Zuckerberg volvió al tema con un nuevo post personal en el que, esta vez sí, asumía la responsabilidad de Facebook y anunciaba una serie de medidas: “Nos tomamos la desinformación muy en serio. Nuestro objetivo es conectar a la gente con las historias que encuentran más relevantes, y sabemos que la gente quiere información veraz. Llevamos trabajando mucho tiempo en este problema y nos tomamos esta responsabilidad muy en serio. Hemos hecho progresos significativos, pero queda más trabajo por hacer”. En apenas una semana desde su conversación con Kirkpatrik, el CEO de Facebook pasó de la negación del problema a la asunción de una cierta responsabilidad ante los peligros de la cuasilibre circulación de la desinformación en las redes sociales.

No sabemos cuál es el lugar final de Facebook en el ecosistema de la información, pero se trata, sin duda, de un cambio sintomático y significativo en una compañía que insistentemente ha predicado eso de no somos una empresa de medios, sino una plataforma tecnológica abierta para la conectividad de los usuarios. “Nuestro negocio no es la información”, aseguran a menudo sus portavoces. “Nuestro negocio no es elegir qué cosas debe leer cada uno”, suelen decir. Su impacto, sin embargo, en el negocio de la información es ya ineludible.

Zuckerberg advierte –de nuevo, con buen tino– de la complejidad de la cuestión, tanto para el modelo de negocio de Facebook como para eso que llamamos la verdad periodística. “Debemos tener cuidado de no desincentivar la compartición de opiniones o de restringir por error contenido riguroso. No queremos ser árbitros de la verdad, queremos apoyarnos, en cambio, en nuestra comunidad y en nuestros socios de confianza”, explicaba Zuckerberg. Árbitros de la verdad. ¿De verdad tenemos que recurrir a Facebook y a Google para que nos arreglen (también) este problema gravísimo de las posmodernas democracias de la opinión en que vivimos?

Es la aprehensión que reflejan las advertencias de Zuckerberg. La solución no puede residir en introducir cambios en los algoritmos. “Es fácil ver cómo una solución a las noticias falsas basada solo en algoritmos podría resultar en el bloqueo de cosas que no sean falsas, o que sean engañosas por razones de partidismo, pero no por falta de veracidad”, explica a Bloomberg Alexios Mantzarlis, responsable del Fact-Checking Network, del Poynter.

En su obra La opinión pública (1922), el periodista y pensador Walter Lippmann pintaba una visión casi científica de la “fabricación” de la verdad por una clase funcionarial de expertos y recolectores de información, que la distribuirían de forma desapasionada a una ciudadanía democráticamente ingobernable. Un arbitraje casi “perfecto” de la verdad, indeseable por incompatible con cualquier visión pluralista de las sociedades complejas como las nuestras. El problema es que esa complejidad, relativa en un mundo de antaño en que unos pocos altavoces mediáticos determinaban la conversación pública, parece tender ahora a infinito en esta era digital: fragmentación de las audiencias en infinitos nichos y long-tails [largas colas, en español] en el lado de los receptores de información y, en el lado de los generadores de información, multiplicación de los medios e intermediarios de la comunicación. Nadie nos dijo que la verdad saldría siempre victoriosa, así que tendremos que pelear por ella.

Zuckerberg, en su post del 18 de noviembre, recopilaba algunas medidas para combatir la difusión de noticias falsas: mejorar su detección por medios técnicos, facilitar la denuncia por parte de los usuarios, introducir la verificación por terceros (Zuckerberg dice querer aprender de las organizaciones que se dedican al fact-checking), explorar el etiquetado de historias denunciadas como falsas con mensajes de alerta (muchos exigen a Facebook que directamente las elimine de la plataforma, claro) e, incluso, “escuchar” y seguir trabajando con “periodistas y otros en la industria de medios para recibir su input y, en particular, comprender mejor sus sistemas de verificación de la información para aprender de ellos”. Quienes conocen la “insularidad” de la cultura corporativa de estas startups [empresas emergentes] convertidas en gigantes y la lejanía que sienten los homo tecnologicus de Silicon Valley con respecto del periodismo tradicional pueden calibrar mejor la significación del gesto. Parecería que Zuckerberg ha escuchado las voces que, dentro de Facebook, analizan e incluso reivindican los estándares del periodismo para hacer frente a la posverdad.

El acercamiento entre Facebook y la prensa ha comenzado, y creo que es positivo. Llevará su tiempo, como el que llevó a Google y a los editores de medios encauzar sus relaciones estratégicas como frennemies (amigos y enemigos a la vez). Pero de este creciente diálogo van surgiendo iniciativas y propuestas que merece la pena considerar: esta sería la tercera de las consecuencias positivas del shock a la verdad post-Trump que nos sacude. Lo resumía bien François Filloux, exdirector de Les Echos y editor de la newsletter de medios The Monday Note, en un boletín de septiembre. “Facebook se ha convertido en uno de los editores más poderosos del planeta. Y las maneras de la compañía la convierten en un editor peligrosamente incompetente que puede comprometer la diversidad de la información en cuanto a fuentes, géneros, estilos y temas. Si no hacemos nada, la combinación de estos dos factores solo puede tener un impacto negativo en la calidad de la información de un medio que usan 1.700 millones de personas”.

Muchos parecen estar dispuestos ahora a hacer algo. Algunos han comenzado por resaltar una de las vías posibles de contención de la posverdad en redes sociales: la contratación de periodistas y editores por Facebook. “Facebook necesita un editor ejecutivo”, decía el pasado 20 de noviembre Margaret Sullivan, la columnista de medios del Washington Post y antigua “ombudsman [defensora] del lector” del New York Times. “Alguien que pueda distinguir entre una fotografía premio Pulitzer y pornografía infantil”, exigía, en referencia al polémico “baneo” de la célebre imagen de la niña desnuda huyendo del napalm, tomada por el fotógrafo Nick Ut en 1967. Sin embargo, como le replicaba un día después el analista de medios Mathew Ingram desde Fortune, esta no parece ser la solución cuando parte del origen del problema es que millones de estadounidenses han perdido la confianza en los medios tradicionales, con sus editores y sus mecanismos de verificación. Miénteme fuerte que me gusta, parecen decir.

“Facebook no necesita un editor, sino miles, incluso decenas de miles”, dice Ingram. Se refiere –y no es el único– a llevar la lógica de Wikipedia a Facebook. Entregar a usuarios comprometidos con la calidad y credibilidad de internet la tarea de verificar la veracidad de los contenidos, y generar un flujo de edición colectiva (wiki) transparente para el usuario. “En Facebook hay un servidor único de la información, a menudo desprovisto de contexto, no se sabe de dónde viene [el contenido], quién lo escribió o por qué te lo están mostrando”, afirmaba en un artículo reciente en el Financial Times Katherine Maher, directora ejecutiva de la Wikipedia Foundation. No parece que vayamos a resolver el problema solo con algoritmos, por lo que reservar un papel a los humanos parece razonable. Pero no a uno solo.

Surgirán soluciones técnicas que desaceleren el fenómeno de la posverdad

El propio Zuckerberg mencionaba la conveniencia de recurrir a terceros para introducir la lógica de la verificación en Facebook. Y algunos sugieren Twitter. Según datos recogidos por el FT, si más de un millón de personas compartieron en Facebook el bulo del apoyo papal a Trump, solo seis de los 150.000 usuarios más influyentes de Twitter lo hicieron, indicando que esta red es más eficaz en la detección y contención de las noticias falsas. Google ha financiado un hackathon [encuentro entre programadores] en Princeton para encontrar soluciones técnicas al problema de las noticias falsas. Eli Pariser, el “padre” de la teoría de la “burbuja de filtros”, está recopilando también ideas en torno a un documento de 58 páginas, iniciado también por Google. A Silicon Valley le preocupa la verdad, y nadie duda de que surgirán soluciones técnicas que desaceleren el fenómeno. Pero la velocidad con la que circulan las noticias falsas no es todo el problema.

El profesor Jeff Jarvis promueve, junto con el inversor John Borthwick (Betaworks), una interesante llamada a la colaboración en torno a 15 ideas que buscan “construir mejores experiencias online y una discusión más cívica e informada en la sociedad”. Rechazan también la idea de convertir a las plataformas en árbitros de la verdad, y sus propuestas se centran en armar al usuario con más información para que tome mejores decisiones y en pedir a Facebook, Google y Twitter que trabajen con los editores para reforzar las señales de calidad y autoridad en las redes sociales. Citan, entre otras iniciativas interesantes, al Trust Project (sobre la inserción de señales de calidad en la producción periodística digital) y al Coral Project (sobre nuevas funcionalidades para mejorar la calidad de la participación del usuario en la generación de contenidos).

“Sin fuerzas robustas que lo contrarresten a favor de la credibilidad y la veracidad, el algoritmo de noticias de Facebook seguirá difundiendo mentiras, especialmente aquellas que sirven para reforzar los sesgos preconcebidos de la gente”, cree Oremus, de Slate. Es lo que quiere mucha gente. Por eso, esas fuerzas “robustas” deben incluir al propio Facebook, y pasan por la caída del caballo de su todopoderoso consejero delegado. ¿Lo hará? “Una vez que el presidente de EE. UU., el de la Comisión Europea y la canciller alemana te critican, mientras China sigue sin dejarte entrar, quizás [Facebook] empiece a escuchar”, me decía hace unas semanas por Twitter Wolfgang Blau, director digital de Condé Nast Internacional y exdirector de Estrategia Digital del Guardian.

Pero muchos otros se mantienen escépticos. Filloux, en su newsletter del pasado 5 de diciembre, defiende que el modelo de negocio de Facebook –basado en la generación de páginas vistas para incrementar el volumen de sus ingresos publicitarios– es “incompatible” con el modelo y la naturaleza de los medios de información. No es el único que resalta que Facebook no tiene los incentivos suficientes para constreñir su –exitoso– modelo de negocio. La conversión de Zuckerberg, de producirse –por seguir con la hipótesis, ya veremos si se verifica–, nos llevaría en todo caso a un equilibrio de fuerzas diferente entre usuarios, plataformas y medios de información.

“El problema de las noticias falsas en Facebook podría terminar siendo una preocupación pasajera comparado con la línea divisoria que estos temblores han desvelado”, prosigue Oremus. “Pone de manifiesto una compañía crecientemente dividida entre su visión de sí misma como una plataforma tecnológica neutral y su innegable influencia en la creación, distribución y consumo de noticias”, afirma. El debate está abierto, y las mejores mentes éticas y tecnológicas de internet –incluidos los medios de comunicación– se han remangado. Y sin duda, merece la pena que también en España nos involucremos en la conversación global. Pero el dilema, desafortunadamente, no es si debe ser Facebook o un tercero quien arbitre la verdad en Facebook. O si deben hacerlo las máquinas o los humanos. La difusión polvorienta (de polvo y de pólvora) de los bulos en las redes sociales es un efecto indeseado de algo que forma parte del código fuente de la era digital: el arbitraje emocional de los contenidos en función de los sentimientos de un usuario soberano, tan libre por tanto de elegir la verdad como la mentira.

 

Fuente: http://www.cuadernosdeperiodistas.com/mundo-facebook-implicaciones-del-arbitraje-emocional-la-verdad-la-las-plataformas/