Por Ale Merás
La mayoría de las personas hemos pasado por una ruptura amorosa en algún momento de nuestra vida, así que sabemos lo doloroso que resulta. Y aunque a veces nos justifiquemos con la frase “es que no era la persona indicada para mí”, siempre duele un fracaso amoroso, pues no era lo que esperábamos.
Cuando pensamos que la nuestra es la ‘relación perfecta’, pero de pronto algo sucede mal y todo termina, no siempre tenemos claro qué pasó. Este fenómeno suele tener una explicación: de acuerdo con el psicólogo Jed Diamond, las relaciones exitosas existen, solo que no todas las personas son capaces de enfrentar las 5 etapas de una relación.
Tras cuarenta años como consultor de pareja y familia, Diamond afirma haber descubierto lo que hace real y duradera una relación. El secreto está en superar las 5 fases
del amor:
- Enamoramiento
- Formalización
- Desilusión
- Creación de un amor real y duradero
- Solidez
Diamond observa que muchas parejas se rompen y la mayoría de ellas no sabe por qué: “Creen equivocadamente que han elegido a la pareja equivocada. Después de pasar el proceso del luto, empiezan a buscar de nuevo.”
1. Enamoramiento
Considera que las parejas están “buscando el amor en todos los lugares equivocados, no entienden que la Fase 3 no es el fin, sino el verdadero comienzo para lograr un amor real y duradero.” Compruébalo.
Esa etapa es maravillosa, dice el psicoterapeuta, porque estamos inundados de hormonas como la dopamina, la oxitocina, la serotonina, la testosterona y el estrógeno.
Ese es también el momento en que proyectamos todas nuestras esperanzas y sueños en la otra persona.
Creemos que todas las promesas que nuestras relaciones anteriores no lograron cumplir, finalmente serán satisfechas.
Estamos seguros de que estaremos enamorados para siempre.
Esa persona parece perfecta y todo parece tan verdadero y seguro, las palabras, las acciones y los sueños.
2. Formalización
Entonces se llega al paso siguiente, en que el amor se hace más profundo y los dos se convierten en pareja. Es un momento de unión y alegría.
Aprendemos lo que le gusta al otro, y ampliamos nuestras vidas individuales para empezar a desarrollar una vida de ‘nosotros dos’.
Nos sentimos más ligados a la persona amada, seguros y protegidos. Muchas veces pensamos que este es el nivel máximo del amor y esperamos que continúe así para siempre. Pero llega la Fase 3.
3. Desilusión
Es la etapa que supondrá el final o el fortalecimiento de la relación.
Período en que pequeñas cosas empiezan a molestarnos. Nos sentimos menos amados y cuidados. Incluso a veces nos sentimos presos, somos más irritables y nos sentimos heridos.
Podemos estar ocupados con el trabajo o con la familia, pero las insatisfacciones se acumulan.
Es momento de cuestionar los sentimientos y debilitamiento de la relación: ¿dónde está la persona o el amor que una vez sentimos?
Incluso cruza por la mente el dejar de ser una de las partes de “nosotros dos”. En ese momento, desistes o resistes.
Checa este viejo dicho: “Cuando estés atravesando el infierno, no te detengas”. Eso viene como anillo al dedo en esta fase de la vida. El calor [de ese infierno] quema muchas de nuestras ilusiones sobre nosotros mismos y nuestra pareja. Lo positivo es que tenemos la oportunidad de volvernos más amorosos y apreciar a la persona con la que estamos, en vez de frustrarnos porque la realidad no corresponde a las expectativas que nos hicimos sobre nuestro compañero ideal.
4. Creación de un amor real y duradero
Uno de los regalos que recibimos al enfrentar la infelicidad en la Fase 3 es que podemos llegar al núcleo de lo que causa el dolor y el conflicto.
Después de atravesar ese momento de prueba, los dos aprenden a ser aliados, ayudándose a entender y curar sus heridas.
El otro no es ese alguien que siempre soñaste, pero sí alguien que es capaz de amarte por ser exactamente quién eres.
No hay nada más satisfactorio que estar con una persona que te conoce y te quiere como eres. Que entiende que tu mal comportamiento no se debe a que seas malo o no le quieras, sino a que tienes heridas del pasado que aún te hacen daño. A medida que entendemos mejor y aceptamos a nuestra pareja, podemos aprender a amarnos a nosotros mismos cada vez más profundamente.
5. Solidez
Al llegar a esta etapa, los dos juntos pueden cambiar el mundo.
Esa es la etapa en que se superan las diferencias y dudas, en que la confianza y el compañerismo están tan fortalecidos que los dos logran hacer un mundo mejor a partir de su amor real y duradero.
Si pudiéramos aprender a superar nuestras diferencias y encontrar un amor real y duradero en nuestras relaciones, podríamos también trabajar juntos para encontrar un amor real y duradero en el mundo.
Es una oportunidad de usar juntos el “poder de los dos” para dirigirse a un propósito de vida en común.