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Los padres empezamos a perder el pulso con nuestros hijos cuando les preguntamos todo: ¿Qué quieres comer? ¿A dónde quieres ir…?

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El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, escribe sobre problemas familiares.

El juez de menores de Granada escribe en su blog sobre problemas familiares que se pueden generar por cómo se gestiona la relación padre e hijos.

«Buenas, soy Emilio Calatayud. El otro día, un sabio que tiene unos cuantos años -lo que en su caso le hace todavía más sabio- me comentó la siguiente teoría: los padres empezamos a perder el pulso con nuestros hijos cuando nos empeñamos en preguntarles todo: ¿Qué quieres comer? ¿A dónde quieres ir de vacaciones? ¿Quieres ir al cine? ¿Qué cadena de televisión quieres ver?, ¿Qué ropa quieres?, etcétera.

La familia no tiene que ser una dictadura, pero tampoco es una democracia. Si siempre pedimos la opinión a nuestros hijos, el día que se nos olvide puede que se enfaden y nos monten una revolución o dos. Y, claro, si ya tienen 17 años y miden 1,90 pues es complicado… Sentido común».

 

Fuente: abc.es

La abuela desesperada porque está cansada de cuidar a sus nietos

Por Elaine Féliz

Una abuela me escribió para contarme su realidad. Entre líneas percibí desesperación, decepción y enojo con ella misma, porque estaba viviendo una realidad que ella misma construyó y de la cual no sabía cómo salir.

Me contaba que tiene dos hijos, uno de 28 y otro de 32, dos adultos que viven con ella, con sus respectivas esposas e hijos, que no tienen trabajo fijo y que ella los ayuda para que puedan mantener a su familia y sobrevivir. También decía que hace 4 años que viven con ella, que los primeros meses fueron entendibles, pero que con el paso de los años se ha convertido en insoportables, pero no se atreve a decírselo a nadie y que no encuentra la manera de hablarlo con sus hijos.

Cuando leía lo que me escribió, entendí que sentía culpa por sentirse desesperada, porque como ella bien dice son sus hijos, son sus nietos y lo que manda es que ella esté feliz de tenerlos en casa; pero su realidad es otra. Esa culpa sana que siente ella es la señal de que no está viviendo la etapa que le corresponde, es la señal que le recuerda que ella ya crió y que no le toca seguir criando a sus hijos, y mucho menos a sus nietos, que su etapa natural es descansar, es vivir los pocos años que le quedan haciendo lo que no pudo hacer mientras criaba: dedicarse tiempo a sí misma, disfrutarse y vivir la tercera edad que también es hermosa, siempre y cuando así lo veamos y lo construyamos.

Esta historia me hizo pensar en la cantidad de padres que entienden que los abuelos tienen el compromiso de criarle a sus hijos, que le dejan sus hijos a sus padres todo un día (sin ayuda) porque tienen que trabajar, que se los dejan todos los fines de semana (sin ayuda) porque quieren salir a bailar, o que sencillamente, se escudan con el pretexto de que el abuelo o la abuela se lo pide y que son felices ocupándose tiempo completo de sus nietos, y eso no es sano, porque la energía, la fuerza física, la paciencia y el ánimo se agota con los años y la ley natural dice que por jerarquía les toca descansar.

Es esperado y saludable que ocasionalmente dejemos a los nietos un rato con los abuelos para que disfruten de ellos, que los visitemos juntos, o que se los regalemos un fin de semana de cuando en vez. Pero si se los dejamos todo el día porque tenemos que trabajar, consideremos que se cansan, que no pueden quedarse solos con toda la responsabilidad, porque no les toca y porque es un abuso de nuestra parte, aunque el abuelo no lo diga y tenga todo el deseo de hacerlo.

Cuando hablo con padres siempre les digo que los hijos se crían para que se vayan, no para que se queden, porque lo sano es que les enseñemos a volar para que lo hagan con alas propias. Nuestra misión como padres es criar para que nuestros hijos sobrevivan sin nosotros, para que sean adultos funcionales e independientes, porque algún día vamos a morir y no estaremos para seguir acomodándolos.

Los padres cosechamos los adultos que sembramos en la infancia, y para cosechar adultos independientes y funcionales tenemos que enseñar a nuestros hijos a resolver sus propios conflictos, a que aprendan a buscar soluciones, a frustrarse y a salir de la frustración solos, a colaborar con los quehaceres de la casa, a ser sin nosotros, porque así debe ser, porque aunque nos duela, los hijos son prestados y mientras más los acomodamos más los inutilizamos.

Entiendo que la mejor manera de agradecerle a nuestros padres todo lo que hicieron por nosotros es siendo adultos responsables de nuestra propia vida, asumiendo nuestros actos y actuando de la mejor manera que podemos para que se sientan orgullosos de lo que somos, de lo que hicieron con nosotros y de lo que nosotros haremos con nuestros hijos.

No olvidemos que cuando hicimos a nuestros hijos nuestros padres no estaban y que a nosotros nos corresponde criarlos, por lo que si no podemos solos, nuestro trabajo es buscar una ayuda externa que no sea necesariamente los abuelos, sin pretextos ni excusas.

Fuente: https://www.elainefeliz.com/padres-y-madres/la-abuela-desesperada-esta-cansada-cuidar-nietos/

 

 

Durmiendo en la misma cama

Por Claudia Amador Escudero

¿A qué nos referimos cuando hablamos de “dormir en la misma cama”? Al colecho, la costumbre de que los hijos duerman con los padres. Este es un hábito común en todos los medios sociales y en muchas culturas. Hay quienes consideran que es una práctica positiva e intrascendente y hay quienes consideran que no; pero como en todo, hay que encontrar un justo medio.

Mientras son amamantados, los niños pequeños pueden compartir la habitación con los padres, incluso hay cunas especiales que facilitan esta práctica; una vez que termina la lactancia materna, lo recomendable es que el bebé tenga su cuna y su propio espacio.

¿Pero qué pasa cuando los niños comparten la cama con los padres más allá de la etapa de lactancia? Generalmente hay justificaciones, principalmente de la madre: que no quiere que llore, que hace frío, que el niño tiene miedo, que ha estado enfermo y debe estar pendiente de su salud… En realidad, son más pretextos que razones válidas.

Lo cierto es que el no darle su propio espacio al niño puede tener graves consecuencias en su desarrollo emocional, pues no es capaz de codificar y comprender correctamente el hecho de compartir una intimidad con los padres.

Los hijos que duermen con los padres suelen presentar problemas en su proceso de separación e individuación, lo cual, traducido a conductas observables, se manifiesta en angustia ante la separación de la madre; suelen mostrarse inseguros, tienden a ser dependientes y tiranos con los padres. También tienen dificultad para entender los límites y suelen ser intrusivos con los padres y en su entorno. Tienden a manifestar conductas agresivas, demandantes y con poca tolerancia ante la demora y la frustración.

Para su adecuado desarrollo, los niños requieren poder diferenciarse de los padres y tener un espacio propio que les permita construir una personalidad saludable. Para los padres será más difícil disciplinar a los niños que comparten la cama con ellos.

Por otro lado, los padres ven interrumpida su intimidad y su vida conyugal (sexual), lo que a la larga puede tener consecuencias negativas en la relación de pareja. Algunos padres o madres manipulan la relación íntima con la pareja so pretexto de que el niño está ahí presente. Otros más, consideran que pueden tener intimidad y que “no pasa nada”, “el niño está dormido”, “no se da cuenta”.

Nada más incierto que eso: el niño aun medio dormido percibe que algo pasa con los padres y si a esto le agregamos que entre sueños presencia la escena de los padres teniendo intimidad, la situación para el niño es muy violenta porque los pequeños perciben las relaciones sexuales como un acto de agresión y no un acto de amor. El niño verá distorsionada la relación de los padres y el concepto de sexualidad será para él un acto de violencia sádica. Generalmente, los padres evitamos que nuestros niños vean escenas eróticas, pero se las mostramos nosotros en vivo y a todo color cuando permitimos que duerman con nosotros.

Algunas madres meten a los hijos a su cama cuando papá se ausenta por trabajo o por cualquier razón, exponiendo al hijo a sentir que está usurpando el lugar del padre, situación que lo llena de sentimientos de culpa y de enojo que no sabe cómo manejar e identificar.

Aun cuando los niños no duerman con los padres y no estén expuestos a presenciar el acto sexual, saben que algo sucede entre los padres. Tienen curiosidad y sentimientos de rivalidad frente a estas ideas. Esto es natural, y como parte del desarrollo psicológico tendrán que asimilar que los padres son pareja y no son “suyos”, como pertenencia; que habrá que parecerse a ellos para tener en la vida adulta una pareja como ellos la tienen. Saber que los padres se quieren es para los hijos una garantía de certeza y esperanza.

En otros casos, son las madres las que tienen problema para separarse y les cuesta trabajo desprenderse de los hijos. No les permiten crecer con la excusa de “me gusta abrazarlo en la noche”, “huele rico”, “no puedo dormir si no está a mi lado y lo cuido de cerca”, sin darse cuenta de que están frenando la adquisición de autonomía de su hijo y distorsionando su desarrollo emocional.

En la práctica clínica, los psicólogos vemos muy frecuentemente los trastornos que genera el dormir con los padres y las dificultades que tienen que enfrentar como adultos inseguros y enojados.

Cuidemos a los hijos permitiendo que tengan su propio espacio para dormir y descansar, aun cuando la vivienda sea reducida. Siempre se puede ser creativo para solucionar la situación.

Los grupos de padres en Whatsapp: Un daño involuntario a los niños

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Actualmente, es muy común encontrar a personas ya no tan jóvenes, padres de familia, que son adictos al Whatsapp.

Personas que antaño, cuando aparecieron los smartphones, no dejaban de preguntar cómo se hacía esto o cómo se hacía lo otro, ahora lo utilizan, incluso, con la misma frecuencia que los más jóvenes, que fueran tan duramente criticados.

Sin duda, esto no es un problema, al contrario, es algo positivo ya que implica que mucha gente empleará ahora la tecnología a su favor y le sacará profundo provecho. Sin embargo, el conflicto llega cuando ese medio que puede ser provechoso se convierte en una “jaula de arpías”, como lo son algunos grupos de padres en las escuelas hoy en día.

Cuando los chats se convierten en un medio para preguntar sobre todas las tareas y detalles del día a día de los niños, se vuelven algo dañino e intrusivo. El estar al tanto todo el tiempo de lo que deben o no hacer los niños es una gran falta de confianza en ellos y es, a la vez, una privación de su libertad. Ahora los niños no sólo tienen que lidiar con los problemas con compañeros o maestros, sino con los padres entrometidos que constantemente pelean o compiten en este medio y que, por lo general, terminan por hacerlo todo público.

Los padres opinan constantemente opinan como si fueran los responsables absolutos, no sólo de los niños, sino de la escuela como tal. Diversos comentarios y recriminaciones en cuanto a cómo se maneja la escuela, los exámenes y las tareas, se hacen presentes. Sin embargo, es posible que esa opinión sea externa y que los hijos no necesariamente concuerden con ella. ¿No debería ser la opinión del niño la que cuente por encima de todo? Si él se encuentra bien con su entorno, ¿por qué el padre debería entrometerse y decir lo contrario? Es fácil intuir que esto sucede, por lo general, porque los adultos creen que los niños son incapaces de tener una opinión válida en los asuntos “importantes”. Sin embargo, perdemos de vista que ellos tienen una visión mucho más objetiva y clara que los adultos en muchos casos.

Esto representa un tipo de sobreprotección que, de acuerdo con la Sociedad Psicoanalítica de México, tiene consecuencias en los niños, tales como: sentimientos de inutilidad, falta de autoestima, insatisfacción por los logros propios, egocentrismo, necesidad excesiva de atención, falta de iniciativa propia y de creatividad, entre otras cosas, que afectarán su manera de relacionarse con el entorno. Esta intrusión en la vida de los niños puede relacionarse con el ansia por mantener intactos el honor y el orgullo propios; es decir, los padres intentan controlar a los hijos para quedar bien ante la sociedad.

En estos casos, el padre tratará de que cada tarea esté hecha a tiempo y con gran calidad para que, evidentemente, su hijo sea el mejor de la clase y los demás se queden boquiabiertos. De esta manera, quien se ocupará de hacer los deberes será el padre o la madre del niño, que no sólo no debería de hacerle la tarea, sino que sólo la hará para su propio beneficio. Esto propiciará en el niño una actitud apática y desinteresada hacia sus deberes. Después de unos meses no será raro que los mismos padres cuestionen al maestro por ello, pues asumirán que la culpa es de la escuela.

El siguiente paso es comenzar a comparar las calificaciones de los exámenes y de cualquier tarea. Esa competitividad en la que los niños no tienen nada que ver, los daña más de lo que creemos. El clásico: “A ver Juanito, enséñales cómo ya sabes sumar antes que todos los del salón”, les resulta estresante desde muy pequeños, lo que los puede llevar a alejarse emocionalmente y buscar de manera obsesiva el orgullo de sus padres, aunque esto conlleve no hacer lo que quieren.

Por si no fuera suficiente con la rivalidad entre papás, muchas veces los maestros se ven involucrados. Los motivos son variados y puede que ni siquiera tengan que ver con los métodos de enseñanza, sino con razones personales. Este grupo de voces al estilo “hidra de mil cabezas” virtual, no tiene piedad con estos entes aparentemente sin alma llamados profesores. Un sinfín de insultos caerá sobre ellos si por alguna razón se les ocurrió llamarle la atención a uno de los “pimpollos” de mamá.

Así es como, de repente, el niño sufre de un terrible estrés no sólo porque debe lidiar con esa tremenda carga que implica crecer, sino porque sus padres han hecho de su vida un caos en el que él poco tuvo que ver.

El Whatsapp no tiene la culpa de esto, la tienen los padres que no han aprendido a utilizar de manera responsable y cuidadosa los medios que la tecnología les ofrece.

¿Qué es PIE?

¡30 años asegurando la educación de tus hijos!

El Plan de Inversión Educativa | PIE es una alternativa creada por el Tecnológico de Monterrey el cual consiste en la adquisición de certificados de colegiatura a precios actuales, para su uso futuro, en los niveles de preparatoria, profesional o posgrado en el Tecnológico de Monterrey.

Sus principales beneficios son los siguientes:

Tener la tranquilidad de dejar asegurado el futuro de tus hijos en cuanto a su educación.
Hacer frente a los gastos de estudios superiores de tus hijos anticipadamente.
Tener una inversión segura, ya que los certificados de colegiatura son reembolsables, transferibles o pueden venderse.

Los certificados adquieren valor, conforme aumenta la colegiatura se incrementa el valor del certificado.

Tiene la flexibilidad de adquirir certificados en fracciones de período o períodos completos.
Son válidos en todos los Campus del Tecnológico de Monterrey.
Se puede realizar cambio de nivel.

Cualquier duda puede comunicarse al 01800 716 5598 por teléfono, o bien puede escribirnos al correo electrónico: pie@servicios.itesm.mx, si vive en el Centro o Sur del País escribirnos a pie.ccm@servicios.itesm.mx

Diez propuestas para que lo positivo gane en las redes sociales

Jaime Septién

“El Manifiesto de la comunicación no hostil” propone un decálogo para hacer viral el buen uso de las palabras en la red

“El Manifiesto de la comunicación no hostil” es una iniciativa surgida en el contexto de un simposio celebrado en Trieste (Italia) los días 17 y 18 de febrero de 2017 auspiciada por el colectivo Parole/Stili. Con la idea de que el poder de las palabras es importante, y que en las redes sociales predomina el mal uso de éstas, incluso el insulto y la denigración, este colectivo ha preparado este manifiesto para propagar, viralmente, “un estilo positivo” en la red, mediante el uso cuidadoso del lenguaje, de las propias palabras.

Se trata de un decálogo de sentido común, que todos pueden entender y que vale la pena difundir, por lo que Aleteia lo reproduce íntegro:

  1. Virtual es real – Digo y escribo en la red sólo las cosas que tengo la valentía de decir en persona.
  2. Se es lo que se comunica – Las palabras que elijo relatan la persona que soy: me representan.
  3. Las palabras dan forma al pensamiento – Me tomo todo el tiempo necesario para expresar lo mejor posible mi pensamiento.
  4. Antes de hablar hace falta escuchar – Nadie tiene siempre razón, tampoco yo. Escucho con honradez y apertura.
  5. Las palabras son un puente – Elijo las palabras para comprender, hacerme entender, acercarme a los demás.
  6. Las palabras tienen consecuencias – Sé que cada una de mis palabras puede tener consecuencias, grandes o pequeñas.
  7. Compartir es una responsabilidad – Comparto textos e imágenes sólo después de haberlos leído, valorado, comprendido.
  8. Las ideas se pueden discutir. Las personas se deben respetar – No convierto a quien sostiene ideas que no comparto en un enemigo al que hay que eliminar.
  9. Los insultos no son argumentos – No acepto insultos ni agresividad, ni tan siquiera a favor de mi tesis.
  10. También el silencio comunica – Cuando la mejor elección es callar, callo.

Es un decálogo que relanza las antiguas virtudes de la comunicación interpersonal, avasalladas por el estilo nervioso, rápido, desligado de reglas y de normas y, a menudo, brutalmente agresivo en que se han convertido las redes sociales en el mundo.

Y es de enhorabuena que este colectivo italiano haya lanzado esta iniciativa para el mundo digital: finalmente, los esfuerzos que se hagan por humanizar las redes sociales, son loables donde quiera que se presenten.

Muere Kofi Annan, símbolo de la ONU, Nobel de la Paz

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Pero de la ONU cercana a la gente, no el club de gobiernos

Tal vez por ello recibió el Nobel de la Paz. Venía de Africa, continente sufrido que siempre lo inspiró a ver las cosas con los ojos de los humildes y necesitados. Los organismos internacionales no suelen ver lo que el vio: que deben ir más allá de sus “papiros” originariose inclinarse para acercarse a quienes sufren.

Sabía que la confianza de la gente en sus líderes estaba resquebrajada y gerenció para recuperarla, al punto, de que muchos los reconocían como un referente indispensable. A pesar de que algunos escándalos estallaron al final de su misión, para quienes siguieron su hoja de ruta fue “la personificación de la decencia humana”.

Su sonrisa y –algo que nunca falla- su mirada limpia lo precedían como una carta de presentación que acogía y cobijaba. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 2001 “por su trabajo por un mundo mejor organizado y más pacífico”. En 2012 fue galardonado con el Premio Confucio de la Paz por “su enorme contribución a la reforma y resurgimiento de las Naciones Unidas y como enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe en Siria”.

Ver imagen en Twitter

Kofi Annan

@KofiAnnan

It is with immense sadness that the Annan family and the Kofi Annan Foundation announce that Kofi Annan, former Secretary General of the United Nations and Nobel Peace Laureate, passed away peacefully on Saturday 18th August after a short illness…

Hizo lo que hacen las personas que pasan por el mundo para vivir de acuerdo a ciertos valores. Escaló posiciones en la ONU, comenzando por los niveles más elementales, desde que entró en 1962. Fundó una hermosa familia y trabajó para dejar este mundo mejor de como lo encontró.  Llegó a la secretaría general de la organización en 1997 y allí estaría hasta 2006.  Trabajó hasta que la enfermedad se lo permitió.

Con razón, el actual secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo: “Kofi Annan era una fuerza que guiaba hacia el bien”. Y la propia ONU tuiteó: “Una vida bien vivida, una vida que merece ser celebrada”.

Nació en 1938 en Ghana y murió en Berna en 2018. Su legado perdura y es reconocido y proclamado por un amplio consenso de figuras que no ahorran términos elogiosos para él. Los expertos recomendaban, al dejar Annan la Secretaría General de ONU “oír sus palabras de despedida y tenerlas en cuenta para orientar los años venideros es algo que deben hacer líderes y dirigentes”. Allí habló de las 5 lecciones fundamentales que aprendió. La primera, que “la seguridad de cada uno de nosotros está vinculada a la de todos los demás”.

La segunda parecía dictada por el Papa Francisco: “La solidaridad mundial es necesaria y posible”. Necesaria para cumplir con los Objetivos del Milenio, erradicar el hambre y la pobreza, para contrarrestar las injusticias de la globalización, para que el comercio sea equitativo y justo y para que los más poderosos ayuden a los países más necesitados.

La tercera, “el respeto de los derechos humanos y del estado de derecho”. La cuarta, “los gobiernos deben rendir cuenta de sus acciones en el plano internacional así como en el nacional”. Y la quinta, “solo podemos lograr todas las cosas trabajando mediante un sistema multilateral”, como unas Naciones Unidas renovadas, en donde no sólo los ricos y poderosos manden, en donde se escuche con respeto a todos y no existan discriminaciones.

Son palabras que podrán ser escuchadas por la humanidad sin que pierdan jamás vigencia y, si por ventura la perdieren, repasarlas como cartilla para no repetir errores que tan caro han costado. Ese era Kofi Annan, al que ya llaman “el símbolo de la ONU”.

Foto
OEL SAGET/AFP/EAST NEWS
WEB3 KOFI ANNAN ONZ
Fuente: Aleteia

Consenso histórico en los periódicos de EE.UU. frente a los insultos de Trump: “No somos enemigos de nadie”

Con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, casi todo es posible. Desde una batalla sin precedentes a favor de la vida, hasta llamarle a la prensa, sobre todo a la que no está a su favor, “enemiga del pueblo estadounidense”

En el país de la libertad de expresión decirle a la prensa que fabrica noticias falsas y que trabaja para envenenar a la gente del pueblo con rumores y malas intenciones, es tanto como golpear uno de los pilares de la democracia liberal norteamericana.

Las consecuencias de este comportamiento han llevado a un “hasta aquí”, y el Boston Globe inició una campaña a la cual ya se han añadido cientos de periódicos –desde grandes cabeceras, como The New York Times, hasta pequeños periódicos locales como The Nantucket Inquirer—para presentar un frente común a favor de la prensa libre.

Ayer 16 de agosto, el Boston Globe publicó un editorial bajo el título “Los periodistas no son el enemigo” en el que declara que la grandeza de Estados Unidos depende del papel de una prensa libre para decir la verdad a los poderosos”. Más adelante, el diario señala que etiquetar a la prensa como “el enemigo del pueblo” es “tan antiamericano como peligroso para el pacto cívico que hemos compartido durante más de dos siglos”.

Cada uno de los casi trescientos periódicos que se unieron ayer a la rebelión en contra del tratamiento que le da el presidente Trump a la prensa, escribió un editorial con estas ideas de fondo y, al mismo tiempo, con la necesidad de decirle a sus lectores habituales y al público en general que la prensa no es el enemigo a vencer, sino la tentación de suprimirla, la primera de todas las tentaciones de una dictadura, según ha dicho el senador republicano John McCain.

Para gran cantidad de periódicos que ayer jueves lanzaron sus baterías contra los constantes insultos del presidente Donald Trump, “inauditos en el país de la libertad de prensa”, el grave problema consiste en incrementar la violencia contra los periodistas, alentar a los supremacistas blancos y generar más división en la sociedad estadounidense.

De hecho, varios periodistas que cubren los eventos en los que participa Trump, más aún si son encuentros con sus votantes, ya soportan insultos y gritos durante horas por parte de sus seguidores. Ahora puede ser violencia verbal, pero siempre se está al borde de la violencia física. Y eso no es, ni remotamente sano para el país, han dicho los periódicos el día de ayer.

Para The New York Times “Insistir en que las noticias que no te gustan son noticias falsas es peligroso para la vitalidad de la democracia. Y llamar a los periodistas ‘enemigos del pueblo’ es peligroso, sin más”.

Y The Boston Globe fue mucho más allá, recordando que “la libertad de prensa es esencial para asegurar la libertad’, según escribió John Adams. El diario bostoniano recalcó que, durante más de dos siglos, este principio fundacional estadounidense “ha protegido a los periodistas en el país y ha servido de modelo para otras naciones libres”.

Sin embargo, tras el constante acoso y desprecio de Trump a los periódicos y a los periodistas, sigue diciendo The Boston Globe, hoy este principio “está seriamente amenazado”. No solamente se trata de un asunto interno, propio de Estados Unidos. No, como primera potencia del mundo, el ninguneo de Trump “envía la señal alarmante a los déspotas, desde Ankara hasta Moscú, Pekín o Bagdad, de que los periodistas pueden ser tratados como un enemigo interior”.

The New York Times fue enfático en su editorial: “Criticar a los medios —por darles menos o más importancia a las noticias, por equivocarse en algo— es completamente correcto. Los reporteros y editores son humanos y cometen errores. Corregirlos es crucial para nuestro trabajo. Sin embargo, insistir en que las verdades que no te gustan son ‘noticias falsas’ es peligroso para el alma de la democracia. Y decir que los periodistas son los ‘enemigos del pueblo’ es peligroso. Para los periodistas y para el pueblo.

Tras conocer los editoriales de los principales periódicos, el presidente Trump respondió como suele hacerlo, a través del tuiter. Su respuesta fue la siguiente: “Los medios de comunicación falsos son el partido de la oposición. Es muy malo para nuestro gran país. ¡Pero estamos ganando!”. Aunque es difícil determinar quién pueda ganar en una guerra como ésta, en un gran país, en efecto, con grandes periódicos nacionales y maravillosos periódicos locales.

(1894 ilustración – Frederick Burr Opper)
Fuente: Aleteia

Ideas de libertad: El mejor programa de creación de empleos en la historia es el libre mercado y el espíritu emprendedor que este genera

Steve Horwitz

Cuando Milton Friedman fue a China de gira, la delegación china le mostró el proyecto de un nuevo canal que estaban construyendo, Friedman preguntó: “¿Por qué tienen hombres excavando este canal con palas?, ¿por qué no usan excavadoras o bulldozers?”. Un miembro de la delegación china respondió: “Si usáramos grandes máquinas no podríamos crear tantos empleos.” A lo que Friedman repuso: “Oh, es un programa de creación de trabajo. Pensé que querían construir un canal. Si lo que quieren son empleos, quítenles las palas y denles cucharas.”

“Creación de empleo” es una frase muy usada, especialmente por los políticos. Crear empleos es fácil. Lo difícil es la creación de riqueza. Por ejemplo, podríamos destruir toda la maquinaria agrícola. Eso crearía millones de empleos en el campo inmediatamente. Pero no creo que nadie lo vea como una solución real. El punto es que el progreso económico viene no tanto de crear empleos, eso es fácil, sino de eliminar los empleos que no necesitamos.

Hace cien años más del 40 por ciento de la población estaba involucrada en trabajos agrícolas de algún tipo. Hoy, menos del 2 por ciento se dedica a laborar en este sector a pesar de que la producción agrícola tuvo un auge gracias a la mecanización e invención de todo tipo de maquinaria agrícola. ¿Qué pasó con todos esos trabajos? A medida que la mecanización abarató los productos agrícolas, la gente tuvo que gastar menos de su dinero en comida y pudo gastarlo en otro tipo de cosas.

La historia del progreso ha sido la de nuestra habilidad para eliminar trabajos al economizar el recurso más escaso de todos, el trabajo humano, para dedicarnos a hacer las cosas que en realidad queremos.

Claro, las innovaciones no ocurren todas a la vez sino gradualmente, a lo largo del tiempo. Y toda innovación tecnológica significa que los trabajadores tendrán que aprender nuevas habilidades y es probable que algunos estén desempleados durante algún tiempo. Mientras ese desempleo es malo, las alternativas son peores.

Estas transiciones laborales son el precio que pagamos por el progreso económico. Impedirlas sería detener el crecimiento, la innovación y la reducción de la pobreza.

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Las señales del mercado te indican en qué tipo de habilidades debes invertir, dónde estarán los nuevos trabajos y cuáles serán las nuevas áreas de oportunidad.

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La destrucción de trabajos también les indica a los jóvenes cuáles serán los trabajos del futuro. Han surgido nuevos empleos, reemplazando a los antiguos que había en la agricultura, por ejemplo. A lo largo del siglo veinte, Estados Unidos pasó de una economía basada en empleos agrícolas a ser una economía basada en empleos industriales; de ahí pasó a ser una economía basada en empleos de servicios y ahora de conocimiento.

Las señales del mercado pueden indicarle a la gente en qué tipo de habilidades debería invertir, dónde estarán los nuevos trabajos y cuáles serán las nuevas áreas de oportunidad. Los gobiernos no tienen esas señales. De hecho, muchos programas estatales de empleo son para satisfacer las necesidades de los políticos y no las de los consumidores. Los gobiernos son buenos creando trabajo, pero no son buenos creando trabajos que generen valor.

Si quieren trabajos valiosos necesitan gente como Bill Gates y Steve Jobs, que sepan cómo crear valor y generar trabajos útiles.

El mejor programa de creación de empleos en la historia es el libre mercado y el espíritu emprendedor que este genera.

Steve Horwitz.JPG

Steve Horwitz es un economista estadounidense de la Escuela Austriaca y catedrático en St. Lawrence University. Es autor de varios libros, como: Monetary Evolution, Free Banking, and Economic Order, (Westview Press, 1992), ‘Of Human Action but not Human Design’: Liberalism in the Tradition of the Scottish Enlightenment, 1999 Annual Frank P. Piskor Lecture, (St. Lawrence University, 2000), Microfoundations and Macroeconomics: An Austrian Perspective, (Routledge, 2000) ISBN 0-415-19762-7. Co-ganador del Premio Smith en Economía Austríaca del 2001 por la mejor contribución a la economía Austríaca publicada en los últimos tres años; y coautor de varios más.

NEUROTALK: ¿QUÉ SON LAS NEUROCIENCIAS CLÍNICAS?

El cerebro y el sistema nervioso son muy complejos y requieren de múltiples disciplinas para su estudio y tratamiento. Es común tener dudas sobre a quién se debe visitar para atender cierto tipo de padecimiento, es por eso que en el neurotalk ¿Qué son las neurociencias clínicas? presentamos las diferencias entre cada una de estas especialidades:

Neurólogo
Se trata de un especialista en las enfermedades del sistema nervioso central, autónomo, periférico y de enfermedades neuromusculares, tanto de pacientes adultos como infantiles.

Los padecimientos que un neurólogo atiende de manera más frecuente, son:

  • Cefalea
  • Epilepsia
  • Trastornos cognitivos: enfermedad de Alzheimer, demencia y trastornos adquiridos de lenguaje, la atención y la memoria.
  • Trastornos posturales y de la marcha: mareo, vértigo, inestabilidad y caídas.
  • Trastornos del sueño: insomnio, sonambulismo, narcolepsia, terrores nocturnos, etc.

Neurocirujano
Este especialista atiende a pacientes adultos y pediátricos en el tratamiento de los procesos patológicos que pueden modificar la función o actividad del sistema nervioso central, los sistemas nervioso periférico y el autónomo, así como las estructuras de soporte de estos sistemas (las meninges, el cráneo, la base del cráneo y la columna vertebral) así como su aporte vascular.

Los tratamientos también incluyen aspectos no quirúrgicos como prevención, diagnóstico y rehabilitación.

Psiquiatra
La psiquiatría es la rama de la medicina que se encarga del estudio, tratamiento y asesoramiento de las alteraciones del pensamiento, las emociones y la conducta, tomando en cuenta la diversidad social y cultural del ser humano.

Están autorizados para prescribir tratamiento farmacológicos y con dispositivos médicos para el manejo de las enfermedades mentales. Aunque, en algunos casos no existe una cura definitiva se puede ofrecer control de los síntomas y mejoría de la calidad de vida.

Psicólogo
La psicología moderna se ha encargado de recopilar hechos sobre las conductas y las experiencias de los seres vivos, organizándolos en forma sistemática y elaborando teorías para su comprensión. Estos estudios permiten explicar el comportamiento y hasta en algunos casos, predecir sus acciones futuras.

La psicología analiza los procesos cognitivos, afectivos y conductuales, sus herramientas terapéuticas no incluyen la administración de medicamentos.

Dicho evento ha sido encabezado por los médicos:

Dr. Alonso Riestra / Neurología del comportamiento
Dra. Enrique Klériga / Neurocirujano
Dr. David Resnikoff / Neuropsiquiatría y psicogeriatría
Dr. Alberto Herrera / Psicólogo

Para conocer más sobre Neuroespacio o consultar este Neurotalk, visita:
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