Inicio Blog Página 67

Lecciones que los niños nos enseñan

0

Durante la infancia crecemos, nos desarrollamos y aprendemos con naturalidad, sin ningún esfuerzo.

¿Qué pasa a medida que crecemos?  Nos olvidamos de aquellos valores y actitudes que teníamos arraigados y que nos hacían descubrir el mundo de una forma especial.

Comparto contigo diez grandes lecciones que podemos aprender simplemente observando a los niños pequeños, y que Gabriel García de Oro describe en El País:

  • Ahora es lo que cuenta. Los niños viven el momento con total intensidad, sin reservarse nada para después. No se dejan agobiar por pensamientos del pasado ni preocupaciones del futuro.
  • Preguntar aquello que no se sabe. Sin duda alguna, en la infancia no paramos de preguntar y preguntar. A un niño no le da vergüenza admitir que no sabe esto o aquello con tal de obtener respuestas. Siendo capaces de preguntarnos el porqué de todo es como se crece y se sigue adelante.
  • Asombrarse de lo que nos rodea. Si no se ejercita, la capacidad de asombro disminuye con el paso del tiempo y con ello la creatividad. Mirar al mundo con los ojos de un niño.
  • Caerse es parte del aprendizaje. Podemos ver la naturalidad de los niños cuando juegan: se caen y se levantan como sino hubiera pasado nada.   
  • Y mancharse también. La suciedad asusta, queremos vivir, pero sin ensuciarnos.   Experimentar, explorar y construir ensucia. Es parte del aprendizaje.
  • Obsesión por lo nuevo. Los niños pueden ver una película y volver a verla una y otra vez, escuchar un cuento que ha sido contado, y repetir esa camiseta que les encanta. No tienen esa ansiedad de que lo nuevo es mejor.
  • Seguir el propio instinto. Los más pequeños actúan y deciden por instinto.  Por instinto se acercan y confían,  crecen y se desarrollan. Los adultos calculamos, vemos las posibilidades, dudamos y nos paralizamos,  seguimos poco nuestro instinto.
  • Orgullo de los propios logros. Nuestros hijos pequeños se enorgullecen de lo que hacen: ¡mamá, mira lo que ya sé hacer!   No esconden sus progresos y saben felicitarse. Como adultos, no somos capaces de felicitarnos a nosotros mismos, de compartir nuestros logros.
  • Si ríen, ríen… si lloran, lloran. Saben expresar los sentimientos y no tienen miedo a demostrarlos. Son capaces de llorar en público, de reír a carcajadas; si quieren un beso o un abrazo lo piden; si algo les asusta demuestran miedo, y si están tristes lloran.
  • Hacen amigos muy fácil. Para los niños el hacer amigos es una cuestión de confianza, aceptación y generosidad, son espontáneos. ¿Por qué con la edad nos complicamos y nos volvemos más solitarios?

Hoy te invito a abrirte a la magia de volver a ser niño y a poner en práctica estas valiosas lecciones que los más pequeños nos enseñan todos los días. 

Los padres también lloran

0

Cuando leí esta frase, me cuestioné si como mamá les había yo demostrado mis emociones a mis hijos, o más bien, los eduqué bajo la creencia que los padres no lloramos.

Al investigar la opinión de especialistas comprobé que ocultar las emociones negativas en una familia, es algo que les puede afectar a nuestros hijos cuando se presenten los problemas.

Es algo que como papás nos cuesta trabajo aceptar, ya que ante ellos somos fuertes y poco vulnerables.

Estamos en un grave error: los padres también lloran y deben hacerlo delante de sus hijos. Ahora que se ha estudiado tanto sobre las emociones, se sabe que todo niño tiene que estar preparado tanto para celebrar las buenas noticias como para digerir las malas.

El sociólogo Francesc Núñez, estudioso de las emociones, afirma que los niños tienen que pasar por ese aprendizaje, ya que «el ocultamiento por parte de sus padres de estados de tristeza o miedo les hará estar menos preparados para afrontar después sus propias emociones.”

Algunos consejos que nos dan los especialistas para lograr lo anterior:

  • Evitar transmitir la idea de que todo es perfecto, que no hay problema, que la felicidad dura, que en esta familia no pasa nada y todo está bien.
  • Es un error pensar que el niño va a estar mejor si se le ocultan los problemas de su entorno.
  • No se trata de que el menor participe en todos los problemas de los mayores, pero sí explicarle, si su papá o mamá están tristes, a qué se debe esa situación.
  • Buscar el momento y la forma de decírselo a cada uno de los hijos, ya sea separados o juntos de acuerdo con su edad, madurez y contexto familiar.
  • Trasmitir a los hijos la idea de que los problemas se pueden resolver,  que no son una amenaza sino un reto, y que casi todas las situaciones pueden superarse; se puede aprender y crecer con estas experiencias.
  • Las emociones no tienen una base biológica, son principalmente sociales y hay que aprender a sentirlas y a reconocerlas. Por mucho que se intente no llorar o mostrar tristeza ante los hijos, jamás se podrá proteger a esos menores de las emociones. Mejor enseñarles a sentirlas, canalizarlas y saber cómo responder ante ellas.
  • Si como papás compartimos nuestras emociones negativas con nuestros hijos, se darán cuanta de que más que una debilidad, son una oportunidad para mejorar.
  • Y cuando el momento difícil llega, acompañar a los niños, que sepan que cuentan con nosotros en las buenas y en las malas.

La principal razón por la que los padres actuamos de esta manera es un mal que actualmente estamos viviendo en la infancia y se llama sobreprotección. Las familias son más pequeñas, uno o dos hijos, que se convierten en la pieza fundamental de
la familia.

Se piensa que hacer creer al niño que nunca hay problemas, hacerlo que viva en una burbuja de cristal, le hace pensar al niño que el mundo es perfecto.

Con este comportamiento se crea una generación de niños con poca confianza en sus capacidades, con baja autoestima y tolerancia a la frustración, dado que no han tenido que esforzarse para conseguir nada.

Cuando se sobreprotege a un niño de las emociones negativas se le está transmitiendo el mensaje de que no confiamos en él, en su fuerza, autonomía y capacidad para asimilar estas situaciones y adaptarse a los cambios

Como mamá o papá: llora cuando tengas que llorar, ríe cuando tengas que reír; todos tenemos buenos y malos días, alegrías y tristezas. Sé valiente para demostrar tus sentimientos y te sentirás con más tranquilidad y en paz.

Recuerda: como padres podemos llorar, y qué mejor que sean nuestros hijos quienes nos entiendan y consuelen.

¿Cómo ganar la batalla del celular con los hijos?

Ojo al titular: la batalla del celular se gana
«con los hijos», no «contra los hijos».

Durante la infancia crecemos, nos desarrollamos y aprendemos con naturalidad, sin ningún esfuerzo.

Hablamos de niños que no han acabado la Enseñanza Primaria y van con un celular en el bolsillo. ¿No hay nadie que crea que nos estamos pasando de tecnológicos y exponemos a los hijos a situaciones que no sabrán dominar?

Afrontar la “batalla del celular” como si uno emprendiera un Vietnam tiene cero futuro. No puedes plantearte seriamente luchar contra el uso de este aparato si antes no has convencido a tu hijo (y al resto de tu familia, y a la escuela) de que existen mejores opciones para esta etapa de su vida. Es el consejo que da Fernando García, autor del libro “La Batalla del móvil”, que se ha publicado recientemente.

Aquí tienes algunas estrategias positivas para lograr que la relación entre tus hijos y el celular llegue a la edad más conveniente para él:

  • Quieres lo mejor para tu hijo. Al no querer el celular no estás diciendo que quieras llevar vida de amish. No es que te resistas a la modernidad. Es sencillamente que cada cosa a su edad y el celular no corresponde a la Primaria precisamente.
  • No quieres dejar a tu hijo en territorio enemigo. Se acabaron los profesores de natación que el primer día arrojaban al niño al agua, ¿por qué voy lanzarlo a las fauces de internet si no sabe todavía desenvolverse (como es lógico) ante muchas situaciones de la vida?
  • Habla con los profesores. Ellos conocen mejor que nadie cómo se produce el desarrollo del cerebro de un niño: cuándo conviene fomentar la escritura a mano, cómo se le ayuda en la lectura y en la capacidad de abstracción, cómo puede desarrollar la fantasía o el cálculo matemático, cómo crecerá en empatía hacia las personas más frágiles.
  • Haz que tu hijo note que, por encima de las maquinitas, existe el cariño de sus papás. Eso implica dedicación, tiempo, conversación, hacerse cargo de sus pequeñas o grandes cosas.
  • Haz que tu hijo note la seguridad familiar. Le recoges en la escuela, no dejas que vaya solo por la calle hasta que tiene suficiente edad, te aseguras de que está con los mayores…
  • Da ejemplo con tu celular. Al llegar a casa, que tus hijos vean que no eres un esclavo del celular. Guárdalo en las comidas, fomenta las conversaciones personales… Mira a tu hijo a la cara cada día para saber si le ha pasado algo, si está triste… En cuanto a las preocupaciones, quizá para él son muy grandes y parecen
    problemas irresolubles.
  • Facilita su trato con los amigos también fuera de la escuela. Que puedan estar en tu casa, que hagan juntos los deberes, merienden, jueguen… No se necesita tener el jardín de la Casa Blanca para que dos o tres niños disfruten.
  • Promueve «intereses interesantes». Desde las salidas culturales hasta el patinaje y desde el coleccionismo hasta las manualidades. Salgan de la ciudad los fines de semana y descubran la naturaleza.
  • Genera una buena biblioteca de cuentos y libros didácticos. Los recursos de internet son fabulosos, pero antes conviene fomentar la lectura en papel.
  • Emplea tu teléfono con él delante en ocasiones, para que aprenda cómo funciona y conozca la mecánica.
  • Habla con él de los peligros a evitar por  usar el teléfono. No responder a desconocidos, no clicar sin saber dónde nos metemos, no facilitar información sobre su casa ni sus horarios.

Fuente: Aleteia

¿Cómo miran tus hijos a los demás? ¿Y tú?

0

¡Cuán importante es educar la mirada libre de prejuicios!

En el transcurso de nuestra vida familiar debemos cuestionar cómo estamos enseñando a nuestros hijos a ver el mundo. La manera de acercarnos a la realidad es muy distinta en cada persona, pero esa mirada particular de cada uno tiene el poder de cambiar muchas cosas.

Es por ello que debemos esforzarnos en hacer que nuestros hijos puedan ver el mundo desde una perspectiva que enjuicie menos y que ame más.

El escritor Alex Rovira afirma que la imagen que tenemos del mundo puede transformar la realidad, esto no implica perder el pensamiento crítico, sino más bien aprender a mirar con más amor para que se abra un mundo de posibilidades en esa realidad que parece que no puede cambiar.

No solo es importante desarrollar en nuestros niños esta mirada abierta y libre de prejuicios. Debemos comenzar por cambiar nuestra propia forma de ver el mundo y, sobre todo, de mirar a nuestra familia. Muchas veces caemos en el error de etiquetar a nuestros hijos, de limitar sus posibilidades o de no prestar suficiente atención a lo que pueden llegar a ser.

Solo transformando nuestro acercamiento a sus vidas podemos despertar en ellos la convicción de que pueden llegar lejos, porque hay alguien detrás que los quiere y los apoya a pesar de todo.

De esta manera podrán ellos también cambiar su manera de ver al mundo: podrán acercarse a los demás con un enfoque más limpio, en el que no influyan las ideas preconcebidas, los límites sociales o los prejuicios. Podrán ver a sus pares como seres llenos de posibilidades y apreciar la riqueza interior de cada una de las personas que están a su alrededor.

Esto no se logra de un día para otro, requiere de un cambio personal profundo que marca toda la diferencia.

Nuestros hijos deben saber que su reacción ante la vida, ante las circunstancias y ante los obstáculos depende completamente de ellos mismos y de la capacidad que tengan de mirar esa realidad de frente, con una visión limpia y llena de amor por los demás

Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia.” — Papa Francisco

 

Fuente: Aleteia

Los medios digitales y el empoderamiento del ciudadano

Desde que aparecieron los primeros hombres sobre la Tierra, el proceso de la comunicación humana es el mismo: un simple intercambio de mensajes que se establece entre un emisor y un receptor. Lo que ha cambiado es la sofisticación del lenguaje y las herramientas con las que se transmiten los mensajes.

La efectividad de la comunicación tiene que ver con el nivel del diálogo que establecemos con quien nos escucha o nos ve. Y eso no necesariamente ha mejorado de la prehistoria a la fecha.

Gracias a las nuevas tecnologías, de alguna manera hoy todos podemos ser transmisores de información y de ideas. Somos corresponsales ciudadanos.

El puro hecho de compartir una noticia o un post te convierte en un vehículo para comunicar algo. Que tú no lo hayas diseñado o escrito no te quita la responsabilidad de haberlo compartido, porque al hacerlo, lo avalaste.

Facebook, por ejemplo, se creó con el fin de contactar amigos y conocidos, hoy es una plataforma que se usa hasta con fines políticos. La gente se entera de las noticias por ahí antes de que sean publicadas en el periódico o la TV.  Se ha comido en muchos sentidos a los medios electrónicos tradicionales, como la TV, la Radio y la prensa.

Hoy en día, la velocidad es el factor que marca la diferencia.

En las redes sociales, una noticia se difunde a nivel exponencial, a la velocidad de la luz, y eso hace que cuando se transmite en el espacio tradicional de noticias en tele, en prensa, en radio, ya todo el mundo conozca la información.

Si compite en una prueba de velocidad, el medio tradicional pierde. Hoy, el periodismo profesional debe competir en una prueba de fondo, que es la credibilidad.

La razón para que sigan existiendo los medios formales es el darle un contexto a la noticia, el manejarla con rigor periodístico y aportar el análisis de un especialista. Eso es lo que debe aportar un medio tradicional.

Hay mucha mentira en las redes sociales. Si analizamos el efecto que está teniendo la publicación, premeditada o no, de información falsa a través de Internet en temas relevantes, como la forma en que influye en la intención de voto de los ciudadanos o en las decisiones de los políticos, que hoy basan sus promesas y políticas públicas en las tendencias que marcan las redes, nos damos cuenta de la forma en la que las nuevas tecnologías están influyendo en el mundo.

La información compartida en las redes carece en general de rigor periodístico y por ende, hay que poner en tela de juicio su veracidad. Casi todos tenemos acceso a estas y no se puede limitar la libertad de expresión: todos opinan, unos aplauden, otros critican y descalifican. Se presta mucho a que la gente suponga.

¿Se debe regular la veracidad de lo que se sube a Internet?, ¿debe haber un filtro para poder subir lo que se quiera? ¿Es positivo que apliquen sanciones legales a quien sube contenidos que otros consideran impropios?

En lo personal, creo que mientras no se trate de contenidos, actividades o fotografías que pueden dañar a alguien de forma objetiva, cuanto menos censura exista es mejor. El filtro debe ser uno mismo, tanto para lo que recibes como para lo que publicas. ¿Qué quieres comunicar? ¿Para qué? ¿Estás siendo congruente entre lo que eres y lo que proyectas o lo que quieres parecer?

Estamos viviendo la democratización de la información.

Todos somos receptores y emisores, no dependemos como antes de los medios formales. Eso implica una responsabilidad. Hoy todos podemos transmitir información, pero ser líder de opinión es otra cosa.

Un líder de opinión debe reunir tres cualidades:

  1. Una personalidad agradable, positiva, cierto carisma.
  2. Credibilidad, si no la tienes, la gente no te compra lo que dices, no te sigue.
  3. Habilidad para comunicar.

Por más que alguien haya estudiado para ser un líder, si la gente no lo es, no es un líder, porque no tiene poder para mover conciencias.

Si quieres ser un líder de opinión, ¿en cuáles errores no puedes caer?

No se trata de gustar por gustar y acumular seguidores. Por encima de la simpatía está la credibilidad.

  • Aceptar un error aumenta tu credibilidad.
  • Los errores que no te puedes dar el lujo de tener son la pérdida de compostura y la incongruencia entre lo que dices y lo que haces.

La credibilidad se construye durante años y un solo hecho puede destruirla para siempre. Cuidarla es importante. Eso te hace caer a un nivel del que es difícil recuperar. Y pierdes.

¿Cómo ser un usuario de redes inteligente?

  • No hay que temer a la polémica, hay que temer a la falta de argumentos.
  • Desarrollar el pensamiento crítico, la conciencia, es el gran reto de la actualidad.
  • Profundizar en la información, tenemos un acceso a una cantidad información infinita, pero lo que hacemos es movernos en sentido horizontal, de un tema a otro, en vertical, profundizando en un tema, como se hacía antes cuando la fuente eran los libros.

Inteligencia emocional: las emociones es un punto digno de análisis.

Hay que tratar de llevar el diálogo, sea cara a cara o masivo, al terreno de las ideas, de los argumentos. Si te quedas en el nivel de las meras emociones no convences, no hay nada que discutir, nada que aportar.

Lo más importante es identificar tus propias emociones y las del otro: Hay que tratar de identificar las emociones qué nos mueve de un lado y del otro para poder llegar a un punto en el que te toques. Comunicas mejor si tocas las emociones, pero si te quedas solo ahí, no llegas a ningún lado.

Evitar la opinionitis, el mal de este siglo. No es lo mismo un hecho que una opinión.

Hoy en día se le da demasiado valor a una opinión. Sí, es verdad que todos tenemos el mismo derecho a expresar nuestras opiniones, pero no todas son igual de válidas. ¿Por qué? Porque hay algunas que no tienen fundamento.

La falta de argumentos hace que el nivel de debate sea muy bajo en las redes sociales, extremadamente básico.

¿Qué tan sustentada está tu opinión? ¿Qué tanto investigaste, cotejaste, contrastaste, qué tanto percibes las causas y las consecuencias? Mientras mejor informado estés, más sustento vas a tener y más credibilidad tendrás.

Cuando se está en el terreno de las creencias, obviamente vamos a tener un sesgo, todos lo tenemos. Está bien, siempre y cuando seas consciente de que tienes ese sesgo, de qué piensas, de por qué lo quieres compartir, qué quieres lograr con eso. Ser auténtico, simplemente mostrarte. La gente lo ve, lo percibe, no se trata de ocultarlo ni de manipular. Simplemente decir: yo pienso así, por esto, por lo otro…, eso no es manipular porque no estás engañando a nadie. Tú pones las cartas sobre la mesa y el que quiere las compra y el que no, no.

Generar valor. Cuida que lo que publiques deje siempre algo positivo. No se trata de convertirte en un libro de autoayuda, ni de caer bien, sino de encender en tu interlocutor o tus seguidores al menos una chispa de interés para profundizar en el tema más allá de las creencias; eso es una aportación de gran valor social.

Si se logra establecer un diálogo con intercambio de ideas todo el mundo puede salir enriquecido.

Eufrosina Cruz. De la tradición lo que te acomoda

0

Eufrosina Cruz Mendoza es una política zapoteca que ha destacado por su activismo por la igualdad de género y los derechos de las mujeres indígenas. Se atrevió a enfrentar las creencias, usos y costumbres de su comunidad, en Oaxaca, logrando convertirse en diputada local a pesar de todos los obstáculos.

Esta entrevista inicia con una pregunta planteada por la propia Eufrosina:

Eufrosina Cruz: En las redes todos criticamos, pero ¿hasta dónde somos transparentes los ciudadanos para cuestionar, exigir, aportar y cambiar lo que nos duele? ¿Cómo enfrentamos lo que no nos gusta, no solo de la política, sino de eso que se llama vida, de eso que se llama igualdad, pobreza, educación y democracia? La vida se rige por un conjunto de conceptos que determinan nuestras actitudes. ¿Qué estás tú haciendo en tu vida cotidiana para construir o cambiar esos conceptos?

Elena Goicoechea: Para llegar a donde estás, antes tuviste que hacerte oír como ciudadana e involucrarte para lograr el cambio en vez de esperar a que los demás lo hicieran.

EC: Por supuesto, es lo que he intentado hacer en mi vida desde que tengo uso de razón. Fui descubriendo que el espejo en el que me veía reflejada al ver a mi mamá no es lo que quería para mí. Esa desigualdad, esa violencia, la situación de mi hermana que ya es mamá a los doce años, esa vida que tenía frente a mis ojos no es la que quería para mí; entonces empecé a construir un espejo diferente. Eso pasa cuando te das cuenta de que te toca a ti construir, cambiar o arrebatar ese nuevo espejo.

EG: Es interesante lo que dices, porque uno se concibe a sí mismo a través de los otros, los otros son nuestro espejo. Cuando vemos a los demás haciendo algo creemos que debemos hacer lo mismo, y no. Tal vez nos toca ser un parteaguas.

EC: Aquí cabe hablar del tema de los usos y costumbres. El comportamiento y las actitudes se transmiten solo porque así se han venido haciendo, pero hay cosas que no están bien, y que se hayan hecho así por siglos  no significa que deban continuar igual. En mi entorno era normal que las niñas tuvieran que levantarse primero, que se tuvieran que casar, que no tuvieran derecho a votar y mucho menos participar en la asamblea de la comunidad. Cuando preguntaba “por qué”, la respuesta era “porque así es”.

Ese espejo se debe romper, pero si desconoces que eres capaz de construir otro espejo da mucho miedo. Cuando rompes y decides construir un nuevo espejo en el que haya más libertad, más “yo”, te vuelves un problema.

EG: Un problema para el sistema establecido, y es natural, porque romper con lo que existe le causa temor a mucha gente; de ahí viene el rechazo, la agresión y los obstáculos.

EC: Cualquier cambio genera miedo, primero en uno mismo, ya que vas en busca de algo desconocido, pero después en la sociedad. Yo veo que a las mujeres nos tienen miedo porque en el fondo no nos conocen. Cuando tú generas esos cambios te vuelves vulnerable a ese miedo de la sociedad. Te conviertes en la cuestionada, en el blanco de burlas, en la que llaman loca, en la que no piensa… Ese miedo se puede volver tu fortaleza para seguir adelante o en la razón para mantenerte estático. El reto está en romper ese miedo y convertirlo en tu mejor aliado.  Hay que dar ese paso y no
quedarte paralizada.

EG: En pocas palabras: de las tradiciones, las que te acomoden. Suena muy romántico eso de preservarlas, pero no todas son buenas.

EC: Depende de qué se entienda por tradiciones. Para mí, son mi lengua materna, mi vestimenta, los colores, la música, el baile; pero no la violación a los derechos humanos, no esa cotidianeidad de violencia y pobreza. Y no solo hablo de una pobreza de la panza, sino de una pobreza de la mente. No se puede utilizar como argumento a la tradición, la cultura y la costumbre para justificar la injusticia.

EG: La pobreza se ha utilizado, lo mismo que los usos y costumbres de las comunidades.

EC: Han servido para dos cosas, para detener el desarrollo de las comunidades y para invisibilizar a las mujeres, porque así ha sido conveniente. No vale el argumento de que “así se usa en tu comunidad” para que no te permitan hablar ni para casarte a los doce años.

EG: Eufrosina Cruz se ha convertido en un símbolo.

EC: No sé si soy un símbolo, lo que he hecho es arrebatar ese espejo en que vi reflejadas a mi mamá, a mis tías, a mis abuelas, porque no me gustaba, y construí mi propio espejo. Asumí y sigo asumiendo esa responsabilidad. Lo hago con conciencia y con libertad, porque entendí qué es ser mujer, qué es democracia, qué es igualdad. Comprendí que nadie lo iba a construir para mí, así que di el primer paso, para lo cual debí vencer mis propios miedos, los paradigmas, y volverme un problema para mi familia y para mi comunidad. Si no nos convertimos en problema ante una negación, nadie más va a generar las condiciones para cambiarlo.

EG: Por lo que dices, la oposición que has encontrado no solo ha venido de los hombres, sino de las propias mujeres.

EC: Acusamos a los hombres de ser responsables de la inequidad, pero yo no responsabilizo a mi papá de haber entregado a mi hermana en matrimonio a los doce años, porque nadie le había enseñado que su hija también tenía derechos. A los hombres que me negaron la oportunidad de ser presidente de mi pueblo no los responsabilizo, porque nadie les había enseñado que estaba bien que una mujer pudiese ejercer ese cargo y ese derecho. Responsabilizo a esa circunstancia que se ostenta como tradición y costumbre, y a los que sabiendo que está mal prefieren que todo siga igual.

Cuando mostramos que hay otra forma de construir esa libertad y esa igualdad, ambas partes, hombre y mujer, empezamos a avanzar. La igualdad depende de los hombres y de las mujeres, pero más de nosotras, de nuestra decisión para romper nuestros miedos y paradigmas.

Estos cambios de educación deben partir de nosotras mismas, por eso hay que hacernos oír: “Yo quiero ir a la asamblea ¿por qué no me lo permites?” De repente no nos atrevemos a hablar. Como cuando el novio te pregunta qué película quieres ver y respondes “la que tú quieras”. Desde ahí estamos dejando la decisión a la otra parte, pero claro, si no nos gusta, salimos enojadas.

EG: Ahí viene esa parte de la culpa y el chantaje que maneja quien cede siempre.

EC: Pasa que cuando nos dicen “escoge”, con tal de agradar. Acostumbramos dejar la dedición en manos del otro, pero debemos aprender a alternar la responsabilidad. Así se construyen los acuerdos de igualdad para ganar-ganar.

EG: Esto de responsabilizarse de uno mismo también se aplica al ciudadano. Los mexicanos estamos acostumbrados a esperar que nos resuelva la vida el gobierno en turno, creyendo que con sus promesas nos sacará de todos nuestros problemas, y luego resulta que es más de lo mismo. Estamos esperando que el cambio llegue de afuera.

EC: En cualquier sociedad debe haber corresponsabilidad. Estos temas de campaña: “yo te voy regalar”, “voy a subsidiar todo”, generan una sociedad conformista que detiene su capacidad de opinar y decidir, pero sobre todo, de exigir; genera un ciudadano que ya no aspira a soñar, a ser grande. Creemos que ese señor que promete en la campaña nos va a resolver todo y no, estamos en el peor error, nadie nos va a resolver lo que nos duele si no lo hacemos nosotros desde nuestra trinchera, con nuestra capacidad, desde nuestra visión. Por supuesto, acompañado por el Gobierno, pero sin dejar de asumir la propia responsabilidad. ¿Qué aporto yo para cambiar mi historia, para cambiar lo que no me gusta de mi entorno? Asumir corresponsabilidades es el camino.

EG: Lo común es que los políticos prometan para que les demos el voto y ya que están ahí no volteen a ver a los ciudadanos. La mayoría no sabemos ni quién nos representa en el Congreso. Esos canales de comunicación, ¿a quién le corresponde construirlos?

EC: Es un poco de lo que me ha tocado caminar y construir, porque si un político no regresas a su punto de partida, el ciudadano, no lo puede ayudar. Yo no llego a decir qué debe hacer en una comunidad, ya que creo en su propia capacidad. Como diputada lo que me toca es acompañarlos donde los ciudadanos necesiten que lo haga, pero les digo: “ustedes son los que tienen que dar la cara, los que tienen que cuestionar y exigir. Lo que me toca es trazarles el camino para que ustedes lo hagan.” Eso es empoderar a la ciudadanía.

EG: Si es así, no importa que termines ti periodo en noviembre, porque ese papel lo puedes seguir haciendo.

EC: Por supuesto, lo seguiré haciendo desde mis foros, desde mis conferencias, acompañando a las comunidades, porque el ciudadano tiene que ser la voz de su demanda. Más que representantes del pueblo, los diputados debemos ser su guía para que este reclame y cuestione. Podemos abrir espacios para hablar, pero el que tiene que ser visto es el ciudadano, es el que debe tener el poder, lo demás se llama grilla. Por eso ves a los mismos líderes bloqueando Reforma y en otro lado exigiendo vivienda, esto y lo otro.

La actual crisis de los partidos políticos se debe a que las cúpulas no se han acercado a la ciudadanía para darle voz, aunque viven de sus impuestos. El pasado 1 de julio, los ciudadanos les dieron una lección, les dijeron: o reaccionan o habrá cambios. Estoy convencida de que en México la sociedad ya está más informada y es más crítica, no va a dejar que ninguno de los tres niveles de gobierno haga lo que le dé la gana. El voto es su arma para exigir, no fue un cheque en blanco.

EG: Tenemos Eufrosina para rato y eso es bueno para México, pues necesitamos que tu visión se convierta en parte de nuestros usos y costumbres.

Dios es joven

“Dios es joven, siempre nuevo.” — Papa Francisco

Uno de los principales valores de la educación es, a la vez, uno de sus principales desafíos: hablar con los jóvenes. Para los padres de familia, los maestros y todos los que tenemos contacto con las nuevas generaciones la pregunta se repite: ¿Cómo comunicarnos con los jóvenes? No únicamente cómo entendernos con ellos sino, en muchos casos, cómo lograr que nos oigan y penetrar en su repleto universo de mensajes, medios y emisores. Parece que no hay espacio ni tiempo; sin embargo, hay que hacerlo.

La comunicación con los jóvenes es clave para el futuro y esencial para el presente de quienes nos dedicamos a la educación. No podemos entender nuestra labor docente sin una buena comunicación con los jóvenes y los niños. Ahí radica la esencia del proceso educativo. Y, no es tarea fácil. Parece que no hay reto mayor. Como maestros y padres de familia podemos tener un extenso conocimiento y gran dominio de nuestras materias, que serán inútiles si no conectamos adecuadamente con nuestros hijos y alumnos.

En este tema, hay un apoyo luminoso: un libro pequeñito que todos (más los educadores) deberíamos leer; se trata de Dios es joven, surgido de una entrevista al Papa Francisco. Habla de muchos temas de actualidad, como las redes sociales, el
consumismo, la ecología, el terrorismo, Google, el fútbol, la depresión, el bullying, etc. Y el eje central son los jóvenes.

“Un buen educador se hace a sí mismo cada día esta pregunta: ¿Tengo hoy el corazón lo suficientemente abierto para que entre en él la sorpresa? Educar no significa sólo explicar teorías, sino que significa sobre todo dialogar”, afirma Su Santidad.

Y para dialogar con y sobre los jóvenes, en este mes de octubre se celebra en Roma el Sínodo de los Jóvenes, en donde los obispos de todo el mundo se reunirán para tratar de acercar a la Iglesia cada vez más a los jóvenes. La fe y la vocación son los temas centrales, pero se hablará de todos los aspectos, problemas y circunstancias que rodean a la juventud actual. Este diálogo se complementará a principios del año próximo con la Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en Panamá. Estos dos grandes eventos son una muestra de la importancia que los jóvenes tienen para el Papa, en particular, y para la Iglesia toda.

Desde aquí, la Familia Miraflores acompaña este sínodo con nuestras oraciones, espera sus conclusiones y recuerda, con carácter de misión, las palabras del Papa Francisco: “Todos tenemos algo que enseñar, pero también mucho que aprender; no lo olvidemos nunca, a cualquier edad, en cualquier etapa de la vida”.

La misión de vida

“Imprimamos siempre en los jóvenes el amor de Dios.” — Madre Trinidad

Imagen oncológica

0

Octubre es un mes no solo para sensibilizarse en la detección temprana del cáncer de mama; también se celebra la fortaleza de las mujeres que han sobrevivido a esta enfermedad o están pasando por esta etapa.

El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres alrededor del mundo, provocándoles la pérdida de cabello, disminución de peso, dolor y muchos otros padecimientos que con el tiempo afectan directamente su confianza. El deterioro de la imagen es un impacto muy fuerte para el paciente y para las personas con las que convive y muchos de nosotros no sabemos cómo acompañarlas en esta transición.

Afortunadamente ya hay una opción para aligerar los cambios físicos que se presentan; la Imagen Oncológica es una especialidad de la Consultoría en Imagen Pública que se basa en diferentes áreas como: el bienestar emocional, la imagen física y la imagen estética, para así, fortalecer su imagen interna, la cual en muchos casos no es considerada importante durante los tratamientos. Esta área de conocimiento ayuda a dar seguridad al paciente a lo largo de las transiciones físicas y emocionales. Hará los momentos de transición más armoniosos con menos sufrimiento y con más conciencia.

Se ha comprobado que con las técnicas de la Imagen Oncológica el paciente aumenta su estado de ánimo positivo y asimila mejor los tratamientos. Con estas herramientas cada mujer puede recobrar su motivación y salir adelante.

Padecer esta enfermedad ya no tiene que ser sinónimo de pérdida de autoestima y que la belleza se desvanecerá. Es momento de tener otra perspectiva ante el cáncer, es momento de ayudar a las personas a reinventarse, entender las circunstancias de vida y ser conscientes que tenemos el poder de ayudar a elegir cómo enfrentarla.

Imagen Pública
Nuevo Polanco, Ferrocarril de Cuernavaca 683.
www.imagenpublica.mx

Fácil y rápido: ¿Cómo sacar una tarjeta de crédito por primera vez?

0

¿Harto de pedir dinero prestado y limitarte o posponer gastos importantes? ¿Quieres dar el siguiente paso en tu vida financiera? ¿Te interesa apartar boletos para grandes conciertos, viajar más con promociones, comprar ropa con descuento siempre o ganar dinero en puntos por llenar tu tanque de gasolina? Atrévete a tramitar tu primera tarjeta de crédito.

Existen riesgos, claro que sí: que no sepas administrarla y te endeudes; que el banco ni siquiera te apruebe la tarjeta por no saber aplicar a la mejor opción, o quizá que -por no elegir la que te conviene- pagues un plástico muy caro. Como toda decisión importante implica condiciones, pero definitivamente sacar una tarjeta de crédito será una ayuda en el largo plazo y desde el primer momento que la tienes, si sabes usarla bien desde el principio.

Si te interesa sacar una tarjeta de crédito por primera vez, aquí te decimos paso a paso lo que hay que hacer.

Antes de sacar una tarjeta de crédito por primera vez:

Revisa si tienes historial crediticio en el buró de crédito. Todas las personas tenemos derecho a consultar nuestro historial gratis una vez al año en Internet. Si has tenido un plan de celular a plazos, autofinanciamiento o TV de paga, es posible que ya cuentes con antecedentes crediticios. Esto no es malo, al contrario. Tener buen historial es sinónimo de confianza para los bancos e incluso podrías aplicar con más seguridad de que te aprobarán la tarjeta que pidas, pues tienes “fama” de buen pagador. Si tu historial es nulo o negativo por algún adeudo pendiente, te ayudará saberlo para solicitar un plástico de bajos requisitos (sin historial), o bien, para reparar tus deudas antes de aplicar a una tarjeta de crédito.

Compara al menos tres opciones. No solo dentro del mismo banco, sino entre bancos y/o entidades diferentes. Recuerda que, por ley, todos los bancos deben ofrecer tarjetas de crédito básicas que no cobren anualidad. Esas pueden ser opciones interesantes si es tu primer plástico, ya que el costo de las comisiones es bajo. Los datos básicos que debes investigar son: el costo por mantenerla (anualidad), comisiones y condiciones de uso básicas, beneficios y costo total del crédito. Se vale escuchar recomendaciones de familiares, amigos y foros, pero recuerda que cada caso (y cada línea de crédito) es distinto.

Consulta evaluaciones de bancos más imparciales, como la que anualmente publica la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Cuando vas a tramitar la tarjeta:

Procura hacer tu solicitud en Internet. Así, además de ahorrar tiempo y dinero en el traslado, en ocasiones obtienes algunas promociones como exentar el pago la primera anualidad; además si aplicas a tu tarjeta en línea mediante comparadores como Coru.com, puedes valorar al mismo tiempo opciones en diferentes bancos. Si acudes directamente al banco que te interesa, lleva tu documentación en original y copia, básicamente te pedirán: identificación oficial, comprobante de domicilio y comprobante de ingresos y/o cuenta bancaria.

Revisa varias veces la solicitud. Un buen porcentaje de las solicitudes rechazadas son así porque las personas no llenaron correctamente ni completas las solicitudes. Pon énfasis en el nombre y la dirección, tal como aparece en tu credencial de votar. Si te piden referencias, asegúrate de dar nombres y teléfonos actualizados, de modo que de tu parte no haya margen de error.

Después de que aplicaste a tu primer tarjeta:

Anota tu número de folio y da seguimiento. Si en los siguientes 7 días hábiles no tienes noticias del banco, llama o escribe para averiguar qué pasó con tu solicitud. Si ésta fue rechazada pregunta la causa (así sabrás qué debes tener listo en el futuro), y pregunta el plazo mínimo que debes esperar para volver a aplicar, por lo general es de 3 meses después de una solicitud rechazada.

Lee el contrato y vuelve a preguntar.No hay peor pregunta que la que no se hace. Es tu obligación leer el contrato de adhesión que te convierte en cliente del banco y/o entidad financiera, pero si eso fuera poco, no dejes de preguntar nuevamente cuáles son tus fechas de corte y de pago, así como el monto mínimo y la penalización por retardo o impago. Con las condiciones claras, será más sencillo administrar y usar correctamente tu plástico.

No hay por qué temer a tu primera tarjeta de crédito. Si la usas de manera responsable y al menos con un consumo mínimo al mes, en un lago plazo tu historial crediticio se beneficiará, y en poco tiempo podrás solicitar una tarjeta de crédito con un límite de crédito más amplio. Además, las tarjetas de crédito ofrecen beneficios especiales por categoría.

La barba también se cuida

La masculina tradición de las barberías en México desde varias décadas atrás se ha reforzado en la actualidad, pero con el toque del Grooming, que no es más que el cuidado y aseo de la barba, porque es de caballeros estar bien afeitado y ¿por qué no? tener una barba tupida y bien definida.

Debido a esta demandante tendencia, los estilos de barba  varían según la forma de la cara del caballero y los expertos de Schick® Hydro recomiendan cómo llevar la barba sin equivocaciones.

ROSTRO OVALADO
La forma ovalada del rostro es la ideal y la más estética., además la que más piden las mujeres, sin embargo, no todos gozan de este tipo de rostro, pero para los que nacieron con esta cualidad, solo basta con mantener la barba corta ya sea que la uses en toda la cara o bien, procurar tenerla más corta en el mentón que a los lados.

ROSTRO CUADRADO
Para los que son de facciones pronunciadas, lo mejor es llevar la barba  larga en el mentón y angosta de los lados con un ligero contorno en forma circular para suavizar su apariencia.

ROSTRO REDONDO
Este tipo de rostro es el más común, el detalle aquí es afilar la barba desde el mentón para dar una proyección de alargamiento en la cara y complementarlo sólo con media barba a la altura de las mejillas.

ROSTRO DIAMANTE
Definitivamente es el rostro más marcado en el que todas sus facciones sobresalen, es por eso que se recomienda una barba completa así como patillas pobladas para darle suavidad en su totalidad.

OTROS DETALLES

Las mejillas juegan un papel determinante para la barba, porque depende de ellas su éxito y el efecto que se desee. Es importante saber cómo se le dará tratamiento al cabello en esta parte del rostro y esto depende de la forma de cara que se tenga.

El cuello es también otro elemento a cuidar, pues en esta parte también crece cabello y para recortarlo también dependerá de la forma del rostro; si se tiene un rostro ovalado, lo ideal será marcar una separación entre el cuello y la mandíbula, pero si el rostro es cuadrado o redondo, lo mejor es que el cabello cubra un poco más el cuello.

BARBA CORTA O  LARGA

Este dilema puede tener solución si se piensa que la barba larga por ahora no está de moda a menos que tu profesión u oficio te lo demanden. Por lo tanto una barba  corta y bien afeitada representa estilo y el mejor accesorio masculino.