Inicio Blog Página 446

El derecho a la pensión alimenticia

0

¿Sabías que las fuentes de la pensión alimenticia provienen tanto de los padres como del parentesco en cuarto grado? También existe la responsabilidad de los hijos para con sus padres, así como entre parientes cercanos, ya sean tíos, sobrinos o abuelos.

En la Ciudad de México, nueve de cada diez litigios de divorcio son promovidos por mujeres que demandan pensión alimenticia. Y la cuarta causa de divorcio judicial es la negativa a cumplir –aun con sentencia establecida– con el sostenimiento del hogar por parte de alguno de los cónyuges (INEGI, 2008). Eso significa que en México es muy común que los hombres, y algunas veces las mujeres, no cumplan con el pago de la pensión alimenticia, a pesar de la existencia de una orden o un convenio que los obligue.

La pensión alimenticia no solo se refiere a la satisfacción de las necesidades nutricionales; también comprende vestido, habitación, atención médica, y en caso de los menores, educación. De ahí la importancia de garantizar su cobertura. Esta responsabilidad se basa en un principio de “proporcionalidad”, es decir, según las posibilidades del deudor es lo que debe recibir el acreedor, ni más ni menos, sin llegar al abuso de parte de quien recibe.

Sin embargo, cuando una pareja se separa, es frecuente que la mujer se quede sola con los hijos y sin apoyo económico. Es evidente la dificultad que enfrentan las mujeres para obtener la pensión alimenticia tras un divorcio, cuando el varón no está dispuesto a seguir aportando para el sostenimiento del hogar y de los hijos, ya sea por simple rechazo, por tener un salario bajo, un trabajo eventual o estar desempleado, o porque tienen otra pareja e hijos que sostener.

No deja de sorprender el tipo de medidas que nuestros legisladores proponen para “agilizar” el trámite de divorcio. Me refiero al llamado “divorcio exprés”, en el que se disuelve el vínculo matrimonial en aproximadamente 40 días, dejando a las partes en posibilidad de contraer nuevas nupcias. Lo que no se ha dicho es que esta ley no resuelve los problemas de fondo que surgen con el divorcio, como la patria potestad, guarda y custodia de los menores, derecho de visita, pensión alimenticia y participación de bienes; procedimientos que tardan meses y a veces años en resolverse. Está claro que la rapidez no implica solución.

Es cierto que ha habido esfuerzos para garantizar la cobertura de este derecho, como el realizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al pronunciarse por la posibilidad de que un menor presente una demanda de reconocimiento de paternidad y pensión alimentaria, aun cuando exista una resolución a favor del padre absolviéndolo de tales obligaciones. Sin duda, este pronunciamiento es una medida por proteger el interés superior del menor en nuestro país, pero aún falta por hacer.

Otra acción que se está impulsando es la de garantizar el cumplimiento de la obligación alimentaria de acuerdo con los egresos del deudor, cuando no hay claridad en la forma de comprobación de sus ingresos. De esta manera no hay posibilidad de que el padre-deudor oculte o mienta sobre el monto de sus ingresos, caso desafortunadamente muy común. En el D. F. y en el estado de Tamaulipas ya se ha adoptado esta nueva forma de determinar las aportaciones.

Algo que mucha gente ignora es que las fuentes de la pensión alimenticia provienen tanto del matrimonio como del parentesco en cuarto grado. Esto quiere decir que la obligación no solo se da de padres a hijos, sino también existe la responsabilidad de los hijos para con sus padres, así como entre parientes cercanos, ya sean tíos, sobrinos o abuelos. ¿Por qué cuando se trata de una herencia, sí nos interesa recibir bienes de nuestros padres, tíos o abuelos, pero cuando se trata de protegerlos nos lavamos las manos?

Garantizar la protección de quien la requiere por parte de quien tiene la posibilidad de dársela, más cuando se trata de la propia familia, no solo es una responsabilidad moral, es una responsabilidad de carácter jurídico

El alcohol

0

Marzo, 2013.

El alcohol es la tercera causa de enfermedades y lesiones a nivel mundial; eso,  a pesar de que la mayoría de los adultos no bebe, concluye un nuevo estudio. Solo el 40 % de la población mundial de adultos consume alcohol, afirman los investigadores del Centro para las Adicciones y la Salud Mental (Center for Addiction and Mental Health) de Toronto, Canadá.

El alcohol es la principal causa de cirrosis hepática y accidentes viales fatales; también se le vincula con distintos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pecho. “Se ha encontrado que el consumo de alcohol provoca más de 200 tipos de enfermedades y lesiones”, apuntó el autor del estudio, Kevin Shield.

Los investigadores descubrieron notables variaciones en los patrones regionales de consumo de alcohol. Por ejemplo, los bebedores en Europa y algunas partes de la África Sub-Sahariana son quienes consumen más cantidad de alcohol en promedio. La gente de la región sur del África Sub-Sahariana bebe grandes cantidades de alcohol hasta intoxicarse, se enganchan en borracheras prolongadas y beben incluso fuera de las horas de comida.

El consumo de alcohol es menor en África del Norte, Medio Oriente y Asia del Sur. Por su parte, los norteamericanos beben un 50 % más que el promedio mundial, y presentan un índice más alto de consumo explosivo (borracheras) que los europeos.

“Tan solo en 2005, casi el 30 % del alcohol consumido en el mundo no procedió de fuentes reguladas, ya que fue producido de manera ilegal. Este es un problema particular, ya que el costo final que paga el consumidor no está impactado por los impuestos, y por ende, el precio no ayuda a moderar el consumo”, afirma el Dr. Jürgen Rehmco, autor del estudio.

El estudio ha sido publicado en el journal Addiction.

Para la buena comunicación en familia

0

Las familias ya no son como antes. Las hemos cambiado para adaptarnos a las nuevas circunstancias del entrono. Ya no tenemos el mismo número de hijos que nuestros abuelos, la edad en que las parejas contraen matrimonio es diferente, antes se casaban más jóvenes, los papeles de cada uno de los integrantes, los tiempos y modos de convivencia se han modificado. La familia ha sufrido, quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura.

Muchas familias han incorporado estos cambios de forma natural y viven esta evolución permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar. Se aman, se ayudan, se cuidan, se procuran. Logran la armonía.Otras, en cambio, se sienten frágiles, con incertidumbre y  desanimadas. Dudan respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. En esta confusión, se alejan, se separan, se destruyen, se pierden, se desintegran.¿Qué hace que algunas familias se desintegren y otras permanezcan unidas?

Marisol Gómez García nos plantea de forma inteligente y accesible la respuesta en su libro: ¿Hablamos o nos comunicamos? Los problemas de la familia empiezan y terminan con la comunicación. Las relaciones humanas se nutren o se destruyen si no existe una comunicación clara. Hablar es emitir palabras que se quedan suspendidas en el aire, sin destinatario, sin esperar respuesta. Comunicar es enviar un mensaje y esperar respuesta, es interactuar, es atender y entender al otro. Si no nos relacionamos de manera adecuada el vínculo de parentesco no será suficiente. Las relaciones familiares deben ser fuente de alegría pero si el vínculo está roto, si existen fallas al interactuar, se convierten en pozos de profunda tristeza.

Al relacionarnos en familia debemos buscar compartir lo bueno de cada uno buscando el beneficio del otro, porque si se comparte lo malo de uno mismo, sólo se perjudica. Cuando se busca imponer, los miembros se alejan, se impide el crecimiento, se bloquea la iniciativa y las personas se convierten unas en objeto de la voluntad del otro. La familia, en palabras de la autora, debe ser esa comunidad amorosa en la que se encuentre el respaldo, el cariño y el amor que propicie el desarrollo de sus integrantes.

Marisol aborda los temas de comunicación en familia y los sustenta en la comunicación conyugal como primer escalón. Una vez conquistado ese peldaño sigue la comunicación con los hijos. Nos habla de la comunicación en la infancia, en la adolescencia y la comunicación entre hermanos. Concluye con una metáfora maravillosa: un tren de vapor. En un principio la máquina estará formada solamente por la pareja matrimonial y, al llegar,  cada hijo constituirá un vagón con características únicas e irrepetibles, con una misión especial, diferente e igualmente importante. Los conductores serán los esposos, un par que constituye un nosotros, unidos para que cuando uno esté cansado, desanimado, débil, el otro pueda seguir con la marcha. El tren iniciará un viaje cuyo destino será alcanzar la plenitud y la felicidad de cada una de sus partes.

El lenguaje es claro y sencillo, da ejemplos y consejos. Es el manual que siempre hemos querido tener a la mano cuando los problemas llegan.

Leer ¿Hablamos o nos comunicamos? Nos da la seguridad de que el reto de vivir y formar una familia es posible. Es un libro de consulta que nos enseña a construir el andamiaje de una estructura familiar sólida. No es un libro romántico, es un libro realista. Nos aclara y nos compromete.

Con pluma firme, a lo largo del libro, nos hace conscientes y responsables del compromiso libre y soberano que asumimos el día que decidimos formar una familia. Nos recuerda que en casa debemos fomentar todos los días aquello que impulse al amor para que crezca. Además nos dice cómo hacerlo: propiciando la generosidad, la ayuda mutua, el apoyo y el interés por aquellas personas a las que amo. Nos invita a luchar constantemente para vencer al egoísmo que es el peor enemigo del amor y el principal destructor de la familia.

Recomiendo ampliamente esta lectura, no sólo por su utilidad para la vida de todos los días. También porque conozco a la autora. Es una mujer de convicciones. Jamás se hubiera atrevido a recomendar algo que no pusiera en práctica. Al recorrer las páginas, casi la puedo escuchar. Sé que habla por experiencia propia, aconseja por lo que ha vivido. Si cómo dice el Maestro, por sus hechos los conoceréis, los hechos la apadrinan y sus resultados la avalan.

¿Hablamos o nos comunicamos? Es un libro útil y esperanzador para aquellos que nos queremos subir a ese tren de vapor del que habla Marisol.

¿Hablamos o nos comunicamos?

Marisol Gómez García

México, 2012.

Violencia genera violencia

0

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Nhd1uNm3bTE&feature=youtube_gdata_player[/youtube]

“Cyberbullying, infidelidad, y adicción cibernética”

0

Centro de Estudios y Formación Integral para la Mujer

 Tiene el gusto de invitarte a la conferencia:

“Cyberbullying, infidelidad, y adicción cibernética”

 Dictada por el Dr. Manuel Sánchez de Carmona 

Independientemente de los beneficios de las redes sociales y del internet, el mal uso de estos ha generado fenómenos sociales que están empezando a tener un impacto en la salud y bienestar social.

La conferencia explora las manifestaciones y riesgos del acoso por internet y sensibiliza al público sobre el uso racional de éste. 

Expone los alcances de las redes sociales y las consecuencias dramáticas que el bullying por internet puede generar, así como los problemas de infidelidad y situaciones conyugales que se han generado por el mal uso de ellas.

Finalmente desarrolla y explica las causas y manifestaciones del uso compulsivo y consecuente adicción a los medios digitales, analizando los síntomas y planteando soluciones.

Se llevará a cabo el día miércoles 13 de marzo de 2013

en el Club de Empresarios Bosques,

Bosques de Ciruelos 278, Bosques de las Lomas

a las 19:30 hrs.

Admisión: mayores de 16 años             Donativo: $150.00

 Dr. Manuel Sánchez de Carmona

Resumen curricular

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Anáhuac. Realizó la especialidad en Psiquiatría en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. Con estudios de postgrado en la Universidad de Miami en el Jackson Memorial Hospital y en la Universidad de Columbia en el New York Psychiatric Institute. Actualmente es Secretario Tesorero de la Mesa Directiva mundial de la ISBD (Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares, International Society for Bipolar Disorders) , es Chairman del Advocacy Committee  de la ISBD y Presidente del Capítulo Mexicano de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar (ISBD MÉXICO). Es miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, del Consejo Mexicano de Psiquiatría y de la American Psychiatric Association.

Tiene publicaciones nacionales e internacionales sobre temas relacionados a trastornos bipolares, trastorno obsesivo compulsivo, y bases biológicas de la personalidad. Participa como conferencista en foros nacionales e internacionales con ponencias a nivel médico y público general.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Embarazo adolescente

0

Uno de los grupos más vulnerables de la sociedad es el de las mujeres embarazadas en general, y todas aquellas adolescentes, en particular, que deciden enfrentar su embarazo y dar vida a su bebé. Son mujeres que se vuelven blanco de una violencia que las afecta desde distintos ámbitos sociales: desde lo privado, cuando el padre del bebé y/o la familia le dan la espalda, dejándola en el desamparo emocional y material. Desde lo público, inmersas en una sociedad que no solo las olvida en su agenda política, sino que les reduce toda expectativa de desarrollo personal, escolar, laboral y de salud.

Por otro lado, el embarazo adolescente tiene sus dificultades y la más grave es la posible muerte materna debido a diversos factores entre los que se encuentra la vulnerabilidad fisiológica de la madre, por la edad temprana en la que se presenta la gestación, y las condiciones físicas en las que suele encontrarse la madre también repercuten en el óptimo desarrollo del hijo.

¿Cuáles son los principales riesgos que implica el embarazo adolescente?

Desde el punto de vista fisiológico, la adolescente de entre 12 y 18 años posee un sistema inmune inmaduro para el embarazo, que generalmente se relaciona con una alimentación deficiente (problema que generalmente es más frecuente en las comunidades rurales). Esta desnutrición genera un mal funcionamiento de los mecanismos fisiológicos circulatorios, llamado “síndrome de mala adaptación circulatoria”, que ocasiona: hipertensión arterial materna, prematuridad, retardo del crecimiento intrauterino y desprendimiento prematuro de la placenta, por mencionar algunos de los riesgos principales.

En la gesta adolescente, sobre todo durante los primeros meses, pueden presentarse infecciones urinarias y abortos espontáneos. Y ya en el parto, es común la posición y presentación fetal que dificulta la expulsión del bebé por la desproporción cefalo-pélvica; situación que suele derivar en el uso de fórceps y en un mayor número de cesáreas, en comparación con las mujeres de edades más avanzadas.

En lo que respecta al hijo de la madre adolescente, suele presentar bajo peso al nacer debido a la prematuridad de su nacimiento y a la deficiencia en su desarrollo gestacional; por consiguiente, está predispuesto a sufrir ‘Sepsis’ (sangre llena de bacterias) y otras enfermedades. Se tiene evidencia de que la mortalidad neonatal en los bebés de madres adolescentes triplica la de los hijos de madres mayores de 20 años.

La vulnerabilidad de la adolescente embarazada no solo se refleja a nivel físico. Su dimensión emocional y psicológica también se ve afectada debido a que asume responsabilidades desfasadas de su periodo de desarrollo psicológico, que pueden causar sentimientos encontrados acerca del embarazo (obsesión por el bienestar del feto, preocupación por cómo asumir la maternidad).

En este contexto de fragilidad física y emocional, es fundamental la relación adolescente-familia, pues establecerá la pauta de conductas de riesgo que ella asuma; es decir, si la relación familiar es más estructurada (estable/buena), generará un ambiente de mayor seguridad/apoyo para la futura madre, proporcionándole mayores herramientas para evitar exponerse a situaciones de riesgo.

Por el contrario, la falta de apoyo familiar incrementa los rasgos psicológicos negativos del embarazo, pudiendo ocasionar la exposición a diversas situaciones de riesgo (consumo de sustancias tóxicas para su estado, por ejemplo). En este sentido, es importante señalar que además de los riesgos de salud para la madre y para el bebé, propios del embarazo adolescente, muchas de estas chicas tienen que enfrentar la maternidad solas, sin el apoyo de una pareja y/o de la familia, y el desamparo emocional y material se vuelve una de las mayores expresiones de violencia que se pueden experimentar. Es por esto que es importante que las adolescentes y las mujeres, en general, que deciden asumir su maternidad en una situación de desamparo, sepan que hay instituciones de asistencia privada (www.yoliguani.org) que se encargan de brindar el apoyo, el acompañamiento y la atención médica (gratuita) que requiere el embarazo. Son instancias confiables que ofrecen un  verdadero hogar para la mujer embarazada, lugares en donde las chicas pueden vivir su maternidad en un entorno tranquilo en el que se les atiende profesional e integralmente, con el propósito de que el vínculo materno- filial se dé en las mejores condiciones posibles.

 

www.1tad.net

@thinktad

 

U.S.A. y las Drogas

En muchos sentidos, la vida en E.U. es similar a la de cualquier país desarrollado. Pero esta nación difiere del resto del mundo en algunos aspectos cruciales: Al año, los americanos trabajan 135 horas más que los británicos, 240 más que los franceses y 370 más que los alemanes. Pero así como trabajan duro, también se divierten “duro”.

Una encuesta global publicada en 2008 arrojó que los americanos son dos veces más afectos a fumar marihuana que los europeos. El 42 por ciento ha fumado un porro en algún momento de su vida, mientras que en Europa el índice no llega al veinte por ciento. También son cuatro veces más proclives a consumir cocaína que los españoles y diez veces más que el resto de los europeos. Lo cierto es que no hay gente sobre la Tierra que tenga una relación más compleja y retorcida con las drogas que los norteamericanos.

La historia de las drogas en E.U. suele plantearse de la siguiente manera: La fiesta comenzó en los 60´s, se volvió loca en los 70´s y se salió de control en los 80´s, al tiempo que la avaricia y la adicción fueron creciendo; y a eso siguió un periodo de recuperación y madurez. Sin embargo, las cifras revelan que aunque las cosas se pusieron locas en los 70´s, locas permanecieron. Y quizá ninguna década haya atestiguado más farmacodependencia que los 1890´s, cuando el movimiento en contra del alcohol dio lugar a un bufet de otro tipo de “pasones”.

De hecho, casi todas las drogas que se consumen en la actualidad entraron en la cultura americana a mediados del siglo XIX. En 1823, Warren Delano cruzó por primera vez el océano como representante de Russell & Co. en busca de opio. Siete años después era socio de la empresa y estaba involucrado de lleno en el lucrativo comercio de este narcótico. Su nieto, el presidente Franklin Delano Roosvelt, firmaría años más tarde la enmienda para  terminar con la prohibición del alcohol, vigente de 1920 a 1933. En el siglo intermedio, E.U. inició una relación con las drogas que hace parecer casi funcional a la actual.

En 1837 se desató el pánico financiero y durante los siguientes cinco años el país fue devastado por el declive económico más severo de su historia, solo comparable con la Gran Depresión de 1930. Una respuesta a la crisis fue el resurgimiento religioso, pero el pueblo también recurrió al opio para aliviar su sufrimiento.

Por décadas, los supuestos “beneficios” de esta droga fueron ensalzados mientras sus efectos negativos fueron ignorados o desconocidos. En los 1850’s se aplicó la primera inyección de morfina a un paciente en Inglaterra, y la práctica se extendió en E.U. a partir de las últimas batallas de la Guerra Civil. Los horrores vividos por las tropas fueron lo bastante traumáticos como para llevar a muchos a la automedicación. Sin embargo, los hombres no eran los principales consumidores de opiáceos. El 60 por ciento eran mujeres. En el siglo XIX, el opio era recetado sin empacho por los médicos a un público femenino mayor de 35 años, de clase media y alta.

El opio se producía a partir de la amapola que se cultivaba en Vermont, New Hampshire, Connecticut, Florida y Louisiana. Su consumo llegó a ser más aceptado socialmente que el alcohol, pues se consideraba “más ligero”. Parecía un buen remedio contra los efectos negativos de la rápida industrialización y la urbanización: aburrimiento, dolor de espalda, ansiedad y dolores estomacales por falta de higiene.

Para 1870, el afecto de los norteamericanos por los productos de opio como el láudano se combinó con otras fuerzas culturales como la guerra, el desarrollo económico y los patrones de inmigración, lo cual sacó a esta droga del botiquín para llevarla a los infames fumaderos urbanos. Y era aún más popular en las áreas rurales. Al ver que el uso y la adicción aumentaban con sus lamentables consecuencias, se promulgó la primera ley antinarcóticos en 1878. Pero los efectos nefastos de una droga suelen tratar de “resolverse” con la creación de otra “menos dañina”, más rentable y más “efectiva”: el proyecto americano por excelencia.

La versión del siglo XIX de las actuales farmacéuticas (Big Pharma) se dedicó a producir y distribuir legalmente la morfina, que había sido aislada del opio en 1805. El consumo per cápita se duplicó entre 1870 y 1890, y para entonces ya había un cuarto de millón de adictos. Cuando se disipó el mito de que inyectada no causaba adicción, comenzó la búsqueda de un sustituto no adictivo. Bayer, la farmacéutica más grande del mundo, creadora de la Aspirina, patentó una nueva droga sintetizada de la morfina con el nombre de “Heroína”, porque hacía sentir a la gente “heroica”. El Boston Medical and Surgical Journal aseguró en 1900: “No hay peligro de adquirir el hábito.”

Los científicos alemanes sintetizaron la anfetamina en 1877 y los japoneses, la metanfetamina en 1893 (su presentación como “cristal” se dio hasta 1919). En 1933, la primera anfetamina llegó al mercado masivo norteamericano en forma de inhalador con el nombre de Benzedrine, vendido por Smith Kline & French. Pronto fue adoptada por los círculos bohemios. Hoy día, la metanfetamina es una droga tan popular entre los habitantes de los “trailer parks” como entre la comunidad gay de las grandes ciudades. Conocida también como “speed”, los Estados Unidos consume el 85 por ciento de las dosis prescritas de metanfetamina en el mundo, del cual el 80 por ciento se suministra a los niños con el nombre de Ritalin. Se trata de un estimulante del cerebro que dispara una carga masiva de un neurotransmisor llamado dopamina. Su uso extendido puede causar depresión, paranoia y algunos síntomas asociados al Mal de Parkinson. Pero a corto plazo, el aumento en la atención y la disminución de la sensación de fatiga es la razón por la que es suministrada a los pilotos y a otros militares que requieren permanecer en estado de alerta.

La cocaína, potente droga que se aísla de la planta de la coca, fue manufacturada por los laboratorios Merck e introducida a E.U. en 1884. La primera versión de la Coca Cola, creada en 1886, era una mezcla de cocaína, azúcar y otro estimulante más suave. La publicidad de Parke-Davis Co., que vendía kits de esta droga con todo y jeringa, prometía: “La cocaína toma el lugar de la comida, vuelve valiente al cobarde y al callado, elocuente.”

Las drogas no fueron una consecuencia accidental del desarrollo tecnológico y económico del siglo XIX. Fueron sus cimientos. Para 1906, decenas de miles de productos a base de opio fueron patentados. En Norteamérica, producir y vender estas “panaceas” se convirtió en una actividad empresarial masiva de grandes alcances que ayudó a crear la moderna industria de la publicidad y de los medios de comunicación, por no mencionar al monolítico y multimillonario negocio farmacéutico. Esta industria fue el principal obstáculo para regular la producción y venta de dichas drogas. Cuando su participación en el mercado se vio disminuida por el mercado negro y los avances de la medicina -la Aspirina resultó un analgésico no adictivo muy lucrativo-, no hubo razones para continuar presionando en contra de su regulación.

Mientras las autoridades federales se enfocaban en combatir los opiáceos, la próxima “droga más peligrosa en América” tomaba camino hacia el Norte. Cuando se abolió la esclavitud, las plantaciones del Caribe contrataron obreros de la India que llevaron consigo semillas de cannabis. Muy pronto esta se convirtió en parte de la vida diaria en Jamaica y otras islas. Miles de jamaicanos que llegaron a trabajar a Panamá llevaron consigo esta hierba; y para 1916, los trabajadores norteamericanos que construían el Canal de Panamá la estaban fumando. Aunque lo cierto es que ya en 1885, cinco de cada diez preparaciones médicas en E.U. contenían cannabis.

En los albores del siglo XX, prácticamente todas las drogas que hoy existen eran legales y accesibles en Norteamérica. No era solo el paraíso de un drogadicto; era el experimento natural con el que sueñan los actuales expertos en políticas públicas: ¿Qué pasaría si hoy se legalizaran las drogas? Bueno, eso ya sucedió. Y la historia sugiere que si alguna vez se legalizan de nuevo, no pasará mucho tiempo antes de que se vuelvan a prohibir.

Al ver sus devastadores efectos en la salud y en la sociedad, el mundo comenzó a adoptar una posición menos indulgente frente a las drogas. Y al emerger de la Primera Guerra Mundial como una potencia preeminente, Estados Unidos se propuso imponer a escala global sus nuevas políticas antidrogas, creando un régimen de control de narcóticos en todo el mundo que persiste como otra forma de dominación. Eso claro, mientras su propia población mantiene el gusto por los placeres del paraíso artificial, que lo convierte en el consumidor más grande de drogas del planeta.

Durante la Segunda Guerra Mundial, E.U. promovió el cultivo de la amapola en el estado mexicano de Sinaloa para aliviar las dolencias de sus soldados. Eso significa que los mismos estadounidenses fueron los generadores de la demanda de un cultivo que posteriormente declararon como ilegal.

Entrados en los 60´s, mientras los sectores conservadores ingerían tranquilizantes y estimulantes prescritos por el médico y bebían martinis legales, la contracultura encontró una droga que le hacía percibir una “realidad” que empataba con sus ideales revolucionarios, aunque la revolución estaba solo en su cabeza. “Después de un viaje ácido, puedes rechazar todo lo que te han enseñado”, escribió Richard Neville en  “Playpower”. El LSD es la droga más poderosa jamás creada. Tan solo 20 microgramos -20 millonésimas de gramo- pueden alterar radicalmente la percepción de la realidad durante medio día. Fue inventada por el suizo Albert Hoffman en 1938. Debido a que la experiencia psicodélica que produce es tan mentalmente subversiva, es menos atractiva para las personas que están relativamente contentas con su visión del mundo.

Los movimientos por los derechos civiles y en contra de la guerra nacieron antes de que el ácido prevaleciera en la cultura hippie, pero lo cierto es que sin el LSD, los años sesenta se hubieran asemejado a otras “olas” de izquierda que les precedieron. Con el ácido emergió una subcultura que se convirtió casi en una religión de oposición a los valores norteamericanos gestados en la fusión de la democracia y del cristianismo fervoroso. Fue en las drogas que el radicalismo de aquella época encontró su forma más visible de desobediencia cultural.

La repentina escasez del LSD -debido a la detención de su principal productor (Pickard) y a la cancelación de sus principales puntos de distribución (los conciertos de Greatful Dead y las fiestas RAVE)- propició que en la primera década del siglo XXI los seguidores de esta subcultura se decantaran por una variedad de drogas psicodélicas, desde algunas de origen vegetal, como la ayahuasca y la salvia, hasta otras sintetizadas en laboratorios clandestinos.

El retorcido gusto de la sociedad norteamericana por la euforia inducida químicamente ha sido increíblemente resistente a lo largo de los últimos cuatrocientos años y ha dejado una estela de consecuencias de gran alcance. Más que los cambios culturales o la efectividad de una prohibición, el ciclo de una droga en el mercado norteamericano es resultado de la oferta y la demanda. No importa qué tan importante sea el capo que pesque este o aquel gobierno; se necesitan dos cosas para mantener activa la producción y el comercio de cualquier droga: la voluntad y la manera. Y donde hay voluntad, hay manera. Mientras E.U. siga siendo el mayor consumidor de drogas del mundo, es prácticamente imposible terminar con el narcotráfico; al menos en México, ya que es el camino y la puerta.

Un componente clave de la sociedad americana es el individualismo. Ven la decisión de drogarse como algo muy personal. Pero no hay que olvidar que hacerlo también tiene consecuencias para otros, desde los hijos del consumidor negligente, hasta las víctimas de quien delinque para financiar su adicción o las bajas en la lucha contra el narco dentro y fuera de su territorio. La batalla entre el bien común y la libertad personal ha definido la historia americana. Y es que esa nación se relaciona con las drogas como lo hace un adicto: lapsos de moralidad y sobriedad seguidos de recaídas.

Drogarse podrá parecer divertido, pero volverse adicto no lo es. Ser arrestado, despedido del trabajo o perder a los hijos, tampoco. Vivir en el clima de inseguridad y violencia que genera el narcotráfico, menos. Cuando hablamos de alterar nuestra mente, nos referimos a lo que significa ser humanos, al significado de la vida, a nuestras expectativas, sueños y miedos.

Hasta el día de hoy, Estados Unidos ha mostrado una nula capacidad para aprender de su larga y complicada historia con las drogas. ¿Estarán dispuestas otras sociedades como la nuestra a aprender de los errores ajenos, o preferirán seguir los mismos pasos?

 

 

Tips infalibles para crear un Narcisista

0

No importa lo que opinen tu suegra, los maestros o la vecina. Nunca será desmedida la preocupación de una madre para fortalecer la autoestima de su retoño. Para eso, aplica las siguientes máximas:

 

1. Hazle sentir que es un triunfador desde que salgan de la sala de partos.

2. No le llames por su nombre. Mejor dile “campeón” o “princesa”. Es una estrategia para lograr que se sienta importante. Para cuando descubra que se llama Carlitos, ya se lo habrá creído.

3. Es cool que en vez de mamá le permitas llamarte por tu nombre de pila. Los maestros modernos han puesto el ejemplo.

4. Enfatiza la inteligencia emocional por encima de todas las demás inteligencias.

5.Evita que llore a cualquier costo.

6. Nunca le digas “NO” a “NADA”. Dale todo lo que desee para que no se vuelva conformista.

7. Cuando no puedas complacerlo en el momento, pon fecha y ¡cumple!

8. Que solo te escuche gritar cuando vas a verlo a sus partidos.

9. Únicamente corrige con dulzura y paciencia aquellas conductas que puedan afectar su PROPIA integridad.

10.No le enseñes a obedecer. Mejor que se acostumbre a mandar desde pequeño para que se convierta en un superlíder.

11.No pierdas el tiempo inculcándole “buenas maneras”. La amabilidad y la consideración son para los serviles. Él es “especial”.

12.Permite que exprese lo que piensa y sienta tal como le salga del alma, en el momento en que le nazca. La autenticidad vale.

13.Enséñale a exigir en vez de pedir, y a nunca darse por bien servido. Al fin y al cabo, es un _____________ (anotar apellido).

14.Si algo no le gusta, que no lo haga. Si algo le gusta, que lo haga.

15.Recuerda que no lo trajiste al mundo para sufrir, y déjaselo bien claro a sus maestros.

16.Evítale esfuerzos innecesarios. Que sepa que tú estás ahí para ayudarle a resolver todos sus problemas. Lo incómodo, lo difícil y lo aburrido, cuentan como “problema”.

17.Enséñale a no ser “dejado”. Pero si alguien más “se deja”… pues que aproveche.

18.El respeto se gana: Si un maestro, compañero, sirviente, pariente o cualquier persona, incluyéndote a ti, no le inspira respeto… el maestro, compañero, sirviente, pariente o cualquier otra persona, incluso tú, será el responsable.

19.Ríete de todos sus chistes y festeja todas sus ocurrencias. Si alguien se queja de sus bromas, dale cinco pesos para que se compre un poco de sentido del humor.

20.¡Que no se respire pobreza! Asegúrate de que tenga todo lo que tienen los demás y permítele hacer todo lo que hagan los demás. De lo contrario se sentirá “menos”. De ser posible, esfuérzate para que tenga más que los demás; así se sentirá MÁS.

21.Si no tienes la capacidad para aplicar el punto 20, no tengas más hijos. Aun si tienes la capacidad, piénsalo bien: el Universo no tiene dos centros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

22.Deja a un lado todas tus obligaciones, intereses y necesidades para atenderlo. Que sepa que para ti, él está por encima de cualquier otra cosa.

23.Que también sepa que está por encima de cualquier persona, incluyendo a su padre/madre.

24.Aun cuando pudiera estar equivocado, hazle sentir que tiene razón.

25.Fomenta su amor por la lectura (y por sí mismo) con libros constructivos: “Las 10 actitudes que amo de mí”, “Las cosas que me hacen especial” y “Puedo hacer todo lo que me proponga”.

 

Si sospechas que la autoestima de tu retoño se está debilitando a pesar de realizar al pie de la letra todo lo anterior, aplica esta medida de emergencia: páralo frente a un espejo, posa sobre su cabeza una corona (sirven las de conocida trasnacional de hamburguesas), pon de fondo un tango de Carlos Gardel y pídele que repita después de ti: “¡I´m the King of the world!”. Para reafirmar el feeling, corre a su tienda favorita y cómprale lo que se le antoje. ¡Estarás creando una obra maestra!

 

Usted no conoce a Ratzinger

0
Benedicto XVI es la antítesis de un papa simplemente encantador que enamoró a la muchedumbre con su espontaneidad y sentido del humor, cualidades inexistentes en un hombre como él, más bien frágil y discreto. Esa fragilidad, como ha reconocido Mario Vargas Llosa, «es engañosa, pues se trata probablemente del Papa más culto e inteligente que haya tenido la Iglesia en mucho tiempo, uno de los raros pontífices cuyas encíclicas
o libros un agnóstico como yo puede leer sin bostezar». Y desde esta condición de hombre de ideas, Ratzinger vence la timidez; y la fragilidad, entonces, se torna fuerza.
Criado en el campo, forjado en la llama de la guerra y formado en la más alta reflexión, Ratzinger no concibe la fe lejos de la inteligencia, ni el amor, al margen de la razón. Esa coherencia le ha permitido conquistar, a pesar de su talante estrictamente teológico, a millones de personas por todo el mundo y encabezar la ruta del catolicismo hacia el siglo XXI (no hay adjetivos que describan acabadamente la escena de Cuatro vientos, por ejemplo).
Quienes opinan que Benedicto XVI es el panzer kardinal radical y obtuso y bajo ese prejuicio se han formado una imagen suya, deberían de leer, al menos, Mi vida, la pequeña autobiografía publicada en 1977. El entonces cardenal Ratzinger salpica de anécdotas una obra hechicera, entre otras, cuando en el seminario de Frisinga se dio de bruces con un tomismo rígido en las clases de Filosofía. Marcado su itinerario espiritual por san Agustín, el joven Joseph concebía la teología dentro de los registros de la apertura y la discusión y no encorsetada en el discurso de un profesor del que le impresionaba su entusiasmo, pero en el que se dejaba ver alguien incapaz de plantear preguntas, «alguien que defendía con pasión, frente a cualquier interrogante, lo que había encontrado. Como jóvenes, nosotros éramos precisamente personas que planteábamos preguntas».
En Ratzinger se combinan la pasión por la tradición, un aventajado dominio de la música y la convicción de que el diálogo hunde sus raíces en la reflexión libre de imposiciones; estas tres cualidades hicieron de él un teólogo peculiar, dueño de un pensamiento abierto, de una alta capacidad creativa y un método fundado en la conciencia histórica. Al verlo en el Bundestag, por ejemplo, no sorprende su fluidez al hablar del Derecho en un discurso a la vez enérgico y cálido, argumentado desde la ciencia y la historia, y del que sobresale la raíz agustiniana del pontífice. Al referirse a la supremacía de la justicia por encima de cualquier éxito político, el Papa advirtió a los diputados alemanes que ese éxito «puede ser también una seducción y, de esa forma, abre la puerta a la desvirtuación del Derecho, a la destrucción de la justicia. ‘Quita el Derecho y, entonces, ¿qué distingue al Estado de una gran banda de ladrones?’, dijo en cierta ocasión san Agustín».
Por eso no hemos visto el turbio escenario lleno de oscuras arbitrariedades que anticiparon los fervorosos esnobistas cuando el cónclave de 2005 le confió la sede vacante al entonces prefecto de la sagrada congregación para la doctrina de la fe. Y no lo veremos. En el referido discurso en el parlamento alemán, Benedicto XVI mostró una vez más las reglas que norman su cabeza. «Es necesario volver a abrir las ventanas, hemos de ver nuevamente la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra, y aprender».
Al leer la obra de Joseph Ratzinger uno constata su reconocimiento a la primacía del amor y de la razón en la vida humana; sus libros son un homenaje al mensaje cristiano del amor. No por nada fue cautivado por san Agustín –«ama y haz lo que quieras»– en sus años de seminarista y, más de medio siglo después, puede leerse en Caritas in veritate, «no podemos avanzar en el conocimiento de algo si no nos mueve el amor; ni tampoco amar algo en lo que no vemos racionalidad».
Dicen que la Providencia dispuso que Juan Pablo II ganase el corazón de millones de personas para que Benedicto XVI llenase sus cabezas. Y dicen bien.
Fuente:
Istmo en línea
Edición:317
Sección: Inquietudes

Lo que debes saber sobre la "píldora de emergencia"

0

– El consumo de esta píldora no garantiza el no embarazo.

– La mujer que la consume debe informarse sobre las implicaciones que puede tener en su organismo.

 

Hace un par de meses, el vicepresidente de la Asociación de Farmacéuticos de Querétaro alertaba en algunas notas de prensa sobre el incremento en las ventas de la llamada “píldora del día siguiente”, debido –según explica– a una campaña promocional difundida por el laboratorio que la elabora y que omite alertar sobre las secuelas que deja su constante ingesta.

El farmacéutico externaba su preocupación debido a que se había percatado de que el principal grupo de consumidores de esta píldora son “jovencitas que de forma reiterada compran la pastilla como si se tratara de un medicamento para el dolor de cabeza” (La Jornada, 26 de julio, 2012, p. 40). ¿De qué estamos hablando realmente? ¿Por qué este fármaco se ha vuelto tan popular como polémico? ¿En dónde reside el riesgo de su consumo?

 

¿Qué es la Píldora de Anticoncepción de Emergencia (PAE)?

Es una pastilla que por su supuesta rapidez y efectividad parece evitar un embarazo no planeado; nos referimos a la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), mejor conocida como la “píldora de emergencia” y/o “píldora del día siguiente”. “La PAE es un método utilizado por las mujeres para evitar un embarazo dentro de los primeros días posteriores a una relación sexual no protegida”, comenta el Dr. Joaquín Ruiz, especialista en Ginecología y obstetricia. “Fue en 1999, cuando la Secretaría de Salud registró el primer producto de este tipo en México (Postinor 2). Posteriormente, se han puesto a la venta diversas marcas en distintas presentaciones con variedad de precios”.

 

El levonorgestrel es el componente base de este tipo de fármacos y, como toda sustancia médica, puede tener efectos que varían de una mujer a otra, de ahí la importancia de informar sobre los riesgos más comunes:

 

• Irregularidades en el ciclo menstrual (se adelanta o se posterga).

• Embarazos ectópicos (fuera de la matriz).

• Posible adelgazamiento de las paredes uterinas y alteraciones en el proceso ovulatorio (lo que con el tiempo puede provocar infertilidad).

• Posible embarazo (si el endometrio está formado, no se impide la fecundación).

• Alteraciones en el útero (hemorragias que impiden en ocasiones la implantación, sangrados intermenstruales, miomas).

 

Es importante señalar que mucha de la información disponible acerca de la PAE es redactada por los laboratorios que la elaboran y distribuyen, de ahí que no se mencionen sus posibles implicaciones. “El libre acceso a la PAE y la falta de regulación de su consumo en nuestro país, se ampara en el derecho de las personas a adoptar decisiones sobre su vida sexual y reproductiva sin intromisión de terceros, así como en el argumento de que su libre distribución puede ser una buena estrategia de salud pública para evitar los embarazos no planeados -explica el Dr. Ruiz-. La realidad es que al día de hoy, no existen estudios serios que avalen tales argumentos.”

Además, “es muy cuestionable el hecho de que la facilidad con la que se consigue (no se requiere receta médica) contribuya a incrementar la responsabilidad entre las usuarias, principalmente adolescentes; por el contrario, la falta de una educación sexual integral y de la información adecuada en este sector de la población, es lo que a últimas fechas podría estar incrementando las ventas de este fármaco en algunas zonas del país; fenómeno que no debe tomarse a la ligera”, puntualizó el especialista.

 

Dra. Karen Jiménez – especialista en fertilidad y salud sexual.