Inicio Blog Página 442

¿ESTÁS CON LA PAREJA ADECUADA?

0

Durante un seminario, una mujer preguntó: «¿Cómo puedo saber si estoy con la persona adecuada?»

El autor entonces se dio cuenta de que había un hombre corpulento sentado a su lado por lo que dijo: «Depende. ¿Es tu pareja?» Con toda seriedad, ella respondió «¿Cómo lo sabes?» Voy a responder a esta pregunta porque las posibilidades son buenas de que está pasando en su mente respondió el autor.

Aquí está la respuesta:

Cada relación tiene un ciclo. Al principio, caes perdidamente enamorada. Te anticipas a sus llamadas, quieren estar en contacto, y se gustan sus costumbres. Enamorarse no fue difícil. De hecho, fué una experiencia completamente natural y espontánea. No tuviste que hacer nada. Es por eso que se llama «perdidamente enamorados».

Enamorarse es una experiencia pasiva y espontánea. Pero después de unos meses o años de estar juntos, la euforia del amor se desvanece. Es un ciclo natural de todas las relaciones.

Poco a poco, las llamadas telefónicas se convierten en una molestia (si es que las hay), el contacto no es siempre bienvenido (si es que lo hay), y las costumbres de su cónyuge, en vez de sentir lindo, te vuelven loc@. Los síntomas de esta etapa varía con cada relación, usted notará una gran diferencia entre la etapa inicial cuando estaban enamorados y una fase mucho más aburrida o con actitudes de enojo incluso.

En este punto, usted y/o su pareja pueden estarse preguntando, «¿Estoy con la persona correcta?» Y al reflexionar sobre la euforia del amor que una vez tuvieron, pudieran empezar a desear esta experiencia con alguien más. Aquí es cuando las relaciones truenan.

La clave para tener éxito en una relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona encontrada.

La gente culpa a su pareja por su infelicidad y busca fuera lo que le hace falta. Las atenciones extra maritales vienen en todas las formas y tamaños.

La infidelidad es lo más común. Pero a veces la gente se envuelve en el trabajo, en un pasatiempo, en una amistad, televisión en exceso, o sustancias de abuso. Pero la respuesta a este dilema no está fuera de su relación. Se encuentra dentro de él.

No estoy diciendo que no se podría enamorar de alguien más. Si podrías y temporalmente se sentiría mejor. Pero estaríamos en la misma situación unos años más tarde.

Debido a que (escucha con atención a esto):

La clave para tener éxito en la relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona que se encontró.

MANTENER el amor no es una experiencia pasiva o espontánea. Usted tiene que trabajar en ello día tras día. Se necesita tiempo, esfuerzo y energía. Y lo más importante, exige SABIDURÍA. Usted tiene que saber Qué hacer para que funcione. No nos equivoquemos al respecto.

El amor no es un misterio. Hay cosas que usted puede hacer (con o sin su pareja), Así como hay leyes físicas del universo (como la gravedad), también hay leyes para las relaciones. Si usted sabe cómo aplicar estas leyes, los resultados son predecibles.

El amor es por lo tanto una «decisión». No es sólo un sentimiento.

Recuerda esto siempre: El destino determina quién entra en tu vida. Depende de ti quien quieres que camine a tu lado, a quien permites que se quede, y ¡a quien quieres dejar ir!

Mujeres entre el umbral de la elegancia y lo prosaico

0

I. ¿Por qué mientras que ciertas actitudes en los hombres me resultan casi normales, realizadas por mujeres me suscitan repulsión interior? Por ejemplo, la lucha libre es bastante tolerable cuando el espectáculo es masculino, pero que una mujer practique algo tan desapacible, me parece grotesco. También las peleas violentas de mujeres –en la escuela–, me causan un desasosiego interior indecible, mientras que las de los hombres podrían casi divertirme.

Quizá son casos extremos. Pero también realidades más triviales y cotidianas me generan desazón: el desaliño masculino, aunque denota estrechez estética, a mis ojos pasa relativamente indiferente, pero una mujer que de ordinario es fodonga y fachosa me perturba los ánimos. Lo mismo podría decir del lenguaje: es recurrente tanto en hombres como en mujeres el uso de palabras como “chingada”, con todas sus declinaciones  y conjugaciones, o “no mames, güey”, entre otras. Esto, en un hombre, acusa una miseria lingüística, secuela de su poco amor a los libros. Sin embargo, una mujer soez resulta burda y rústica. ¡Es una pena que haya mujeres bonitas que pierdan todo su encanto en cuanto abren la boca!

Estas manifestaciones son perfectamente disculpables en las personas que no han tenido educación, pero ¿en las que sí? Tampoco es una cuestión económica: el dinero parece mágico, pero no proporciona la espléndida dote de la civilidad y el decoro. A menudo, la palabra refleja mejor a la persona que el coche o el vestido.

 

II. Pregunté a ciertos amigos humanistas: “¿Por qué la ‘chabacanería’ femenina me parece mucho más grotesca que la vulgaridad masculina, si al fin y al cabo, tan desdorosa es en unos como en otros?”. Entonces supe que no soy el único que siente extrañeza ante el desenfado de algunos desplantes femeniles. Uno de mis amigos, siempre perspicaz, me compartió lo que a su modo de ver explica el por qué de nuestro malestar. Su idea me pareció muy sugestiva:

La tosquedad en las mujeres nos desencanta por lo siguiente:

Corruptio optimi, péssima; adagio latino que quiere decir: la corrupción de los mejores es la peor, o simplemente, la degradación de lo mejor es lo peor.

Y la mujer es superior (que el hombre) para los asuntos más humanos de la existencia.

Por lo tanto, la degradación y la tosquedad de la mujer es mucho peor que la del hombre.

La primera premisa: La degradación de lo mejor es lo peor, es filosófica, pero se puede ilustrar con ejemplos sencillos, como: la destrucción de la Fontana de Trevi es peor que la destrucción de un fontanar cualquiera.  O el envilecimiento de alguien “honorable” es mucho peor que el de un gánster.

La segunda premisa: La mujer es superior que el hombre, es elocuente y muy plausible. No porque antropológicamente sean superiores, pues como seres humanos tenemos igual dignidad. Pero, ciertamente, las mujeres tienen una sensibilidad más refinada, exquisita y humana. De ahí que tengan más proclividad por los temas artísticos o literarios, incluso por la pedagogía y la psicología –‘para ayudar a otros’–; en cambio, los hombres somos más cercanos a las máquinas y a los sistemas; generalmente preferimos tópicos ingenieriles o de economía y mercado. ¿En deportes? Muchos hombres se regodean con juegos animalescos: ¿Por qué no hablar del box?, para muchos, este golpeteo irracional provoca un embriagante deleite, a sabiendas de que al paso de los años, aquellos rudos ‘gladiadores’ terminarán en un estado de imbecilidad semejante al de los orangutanes.

En el campo de las relaciones interpersonales, las mujeres son mucho más sensibles frente a otras manifestaciones plenamente
humanas. Su finura es mayor para conmiserarse ante el dolor humano o para percibir el tormento íntimo de una persona que aparentemente –para los hombres– solo es taciturna o huraña.

En el campo de la maternidad, el conocer la riqueza de la infancia –que es un periodo entrañable– para guiarla, es un fenómeno generalmente más apreciado por las mujeres.

Por sus mismas condiciones psicológicas, las mujeres son capaces de un cariz más humano y afable que los hombres. Huelga decir que cuando se pierde el tacto femenino, se pierde también el calor en las relaciones humanas.

De esta manera, llegamos a la conclusión: la degradación de la mujer es peor (que la del hombre) y consecuentemente, resulta mucho más desagradable contemplarla.

 

III. Por toda esta sensibilidad más humana y afortunada, me parece que las mujeres son las que marcan la pauta del desenvolvimiento social y el talante humano. En las estructuras político-económicas, paulatinamente van ganando más terreno. Pero sobre todo, su influencia es enorme en los grupos sociales pequeños. Y cuando no ejercen esta autoridad tácita provocan en algunos hombres un ánimo de extrañeza –al menos eso me pasa a mí.

Cuando en un salón de clases o los corrillos de fiestas, las mujeres se permiten la vulgaridad, toda esa micro-sociedad termina degradándose y vulgarizándose, pues al permitirse concesiones poco refinadas, transigen con los hombres, que terminamos siendo trogloditas. Quizá cuando ellas se percatan de que el ambiente se ha enrarecido y afeado, porque cruzaron el umbral de la elegancia –en el pensamiento, las aficiones, la facha y el lenguaje–, para ubicarse en el de lo prosaico, es demasiado tarde para retroceder; para entonces, han perdido la autoridad implícita que tenían.

Todo es distinto cuando ellas ponen el listón alto e imprimen un clima exigente en el ambiente: forjan la tonalidad altamente humana en donde lo que prima no es lo espontáneo –que se asocia con la pereza, el descuido, el desaseo y el albur–, sino algo más genuinamente femenino, asociado con lo elegante. Y por elegancia entiendo la exteriorización de un rico mundo interior: no los caros vestidos y joyeles, perfectamente compatibles con la ‘tosquedad’ interior: “Aunque la mona se vista de seda…”

Eso sucede en cualquier comunidad humana. ¿No es cierto que si las mamás, haciendo mancuerna con los papás, proyectan con su gracia y exigencia una meta humanamente más alta, los niños no estarán percudidos y despeinados ni serán malhablados?

Si todo esto es verdad, entonces principalmente son las mujeres el punto de referencia en el comportamiento de la sociedad. Por eso me hace gracia cuando se quejan de que los hombres carecemos de urbanidad y somos mal educados. Habrá que enfatizar que las mujeres no han sabido colocarnos a la altura de las circunstancias y de la dignidad humana, porque a veces tampoco ellas lo han hecho.

No creo que deban echar la mirada atrás para revitalizar códigos de protocolo al modo de “Carreño”, cómicos para el sentir postmoderno. Pero sí podrían revitalizar el espíritu que animaba esos códigos: vivir a la altura de la dignidad humana. Valdrá la pena mirar hacia adelante involucrando todo el ingenio, pues al actuar de manera elegante marcarán la pauta.

Quizá cargo demasiado la mano a las mujeres. ¡Como si los hombres estuviéramos eximidos de ser elegantes! No dispenso a los hombres, pero pienso que las mujeres tienen la batuta.

 

“La elegancia,  el perfume del espíritu.”

Miguel Ángel Martí

 

IV. La elegancia consiste en impregnar las relaciones sociales con ese perfume peculiarísimo del espíritu que ha cultivado las virtudes humanas cardinales, y sabe descender a los detalles. Lo que hace habitable un edificio no es la varilla y el hormigón, sino el “calor de hogar”. De igual manera, solo la elegancia adereza las relaciones humanas como culmen de la virtud.

Bajar el nivel, es fácil: basta con dejar en el trono a la pereza. Estar al nivel para expresar y compartir lo mejor de nosotros mismos: en el pensamiento, en el rostro –una sonrisa sincera y amistosa es elegante–, en la serenidad, en lograr una conversación atractiva, con argumentos y por encima de las meras puntualidades diarias, es difícil, pues exige el talante esforzado de la excelencia.

Lo que en el fondo subyace a todo es la caridad: el no pensar solo en nosotros mismos, sino en los demás, y así evitar lo que les molesta y procurar lo que les alegra, siempre que esté a la altura de nuestra alta dignidad. Se trata, en definitiva, de dar condimento exigentemente humano a la convivencia.

Jorge Quesada, filósofo y ensayista

quesada_jor@hotmail.com

 

La práctica del exorcismo hoy

0

En el programa televisivo “Vaderretro” del canal SAT 2000 de la Conferencia Episcopal Italiana, transmitieron un video sobre una oración que el Papa Francisco hizo imponiendo las manos a un joven en silla de ruedas. En dicho programa algunos consideraron que se trataba de un exorcismo.

La noticia, que encontró amplio espacio en las páginas de los periódicos, fue luego redimensionada por el portavoz de la Sala de Prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, quien afirmó y que se trató de una oración y no de un exorcismo.

Para profundizar sobre el tema, ZENIT entrevistó al padre Pedro Barrajón, rector del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, con sede en Roma, en cuyas aulas se realizaron varios cursos sobre exorcismo.

 

Padre Barrajón, ¿qué es un exorcismo?

– Rector Barrajón: Es un sacramental, un signo sagrado que obtiene efectos espirituales por medio de la intercesión de la Iglesia, realizado por un obispo o sacerdote autorizado sobre una persona que está poseída por el demonio.

– El rito está estructurado de modo que hay una introducción, una parte inicial, la lectura de la Palabra de Dios y una serie de oraciones que incluye aquella en la que el exorcista pide al demonio salir de la persona en el nombre de Cristo.

 

¿Es necesario un rito particular?

– Rector Barrajón: Sí. Es un rito celebrativo que inicia con la señal de la Cruz, la proclamación de la Palabra de Dios, las letanías de los santos, la aspersión con agua bendita, la profesión de fe, la imposición de las manos, la renuncia a Satanás, la recitación de la oración del Señor, la bendición con la Cruz, la insuflación y las oraciones propias de exorcismo y concluye con la bendición.

– Algunas de estas partes se podrían omitir. El rito está publicado por la Congregación del Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos en el año 2001.

 

¿Lo puede realizar cualquier persona?

– Rector Barrajón: El rito lo puede realizar un obispo o sacerdote que tenga la autorización de su obispo.

 

¿La estola y el agua bendita para qué sirven?

– Rector Barrajón: Dado que se trata de un sacramental, el sacerdote usa la estola para la celebración del rito. El rito prevé la aspersión con agua bendita de la persona que recibe el exorcismo, de los presentes y del lugar donde se celebra. El agua bendita recuerda el Bautismo en el que el fiel recibió la dignidad de hijo de Dios, se incorporó a la Iglesia, recibió la gracia de Dios y los dones del Espíritu Santo, profesó la fe y renunció a Satanás.

 

¿Y los casos de posesión?

– Rector Barrajón: La posesión es el dominio por parte del demonio del cuerpo de una persona. No hay necesariamente un influjo sobre el alma. Para entender esto es como si un solo apartamento estuviera habitado por el inquilino habitual y otro que se introduce ahí para causar malestar o daño. Cuando sólo hay como molestias pero no es posesión propiamente, se habla de vejación.

Es importante que el sacerdote, antes de celebrar un exorcismo, tenga la certeza moral de que es necesaria su celebración, es decir, de que no se trata de una enfermedad de tipo psicológico del tipo que sea: paranoia, esquizofrenia, histeria, etcétera; en la oración y con el consejo de hombres prudentes y santos, debe estar convencido de que se trata de un caso de verdadera posesión.

 

¿Cómo diferenciar entre una patología y un caso de posesión?

– Rector Barrajón: El exorcista debe orar y pedir el consejo de personas santas, prudentes y bien formadas, si fuera el caso, de competentes peritos como psicólogos y psiquiatras con una antropología cristiana de base u otro tipo de expertos que descarten que se trata de una enfermedad que se puede tratar por medios naturales.

 

¿Qué diferencia hay entre un exorcismo y una oración de liberación?

– Rector Barrajón: La oración de liberación se hace para personas que sufren molestias o vejaciones pero no a nivel de posesión. En estos casos bastaría la oración de liberación en la que se pide al Señor que libre a la persona del influjo del maligno. Para estas oraciones no se requiere el explícito permiso del obispo.

 

¿El demonio es una representación del mal o es una persona o ser?

– Rector Barrajón: Es un ser real con una inteligencia superior; un espíritu puro pervertido por su pecado de soberbia con el que se rebeló contra Dios y que busca el mal del hombre. No se trata de un ser metafórico, una especie de símbolo del mal. Sin embargo, es difícil llegar a una comprensión de su naturaleza precisamente a causa de la deficiencia de bondad y de verdad que estructuran su ser.

 

¿El Papa Francisco ha hablado varias veces sobre el diablo, cómo hay que entender esto?

– Rector Barrajón: Yo creo que una persona tan espiritual como es el Papa Francisco, muy unido a Dios, amante de la oración, de la mística y la ascética cristianas en la vida cotidiana, percibe también la acción del demonio en las personas, en el mundo y en el interior mismo de la Iglesia.

Me han comentado que él tenía en Argentina amigos exorcistas, pero no tengo confirmación directa de este dato.

 

¿Los exorcistas hoy cómo operan?

– Rector Barrajón: Los exorcistas son sacerdotes que tienen el encargo ministerial de su obispo para celebrar este sacramental en bien de los fieles.

Normalmente operan en una determinada iglesia y suelen ser ayudados por otras personas espirituales que oran junto con él y sujetan a la persona si es necesario durante el exorcismo, pues podría haber alguna manifestación violenta.

Pueden existir horarios específicos o se hace una cita con él para la atención de los diversos casos.

 

¿Cuando se realizan los exorcismos, suceden cosas extrañas como en las películas sobre el tema?

– Rector Barrajón: Durante el exorcismo, la persona puede cambiar la voz, la mirada, la actitud con los demás; puede además adquirir una fuerza física especial. Pero algunas películas exageran las manifestaciones de los exorcismos normales añadiendo detalles de mayor drama e intensidad.

 

¿Usted ha participado alguna vez a un exorcismo?

– Rector Barrajón: He participado en algunos exorcismos y en los cursos teológico-pastorales que tenemos para los sacerdotes en nuestro Ateneo sobre este tema, como conferencista de cuestiones teológicas. He podido escribir una sencilla ‘obrita‘ sobre los ángeles y demonios en el plan de salvación. Pero mi interés es más teológico que la práctica pastoral del exorcismo.

Cortesía de Zenit

 

La ciudad de los libros

0

Hay quienes no necesitan más que un libro, mientras que otros tienen miles y no les son suficientes. Los libros o la ausencia de ellos nos dice quién es quién.

Los inventos del hombre -aparatos, instrumentos y objetos- son extensiones de su cuerpo y sus sentidos, sólo el libro es una extensión de su imaginación y memoria; por eso dicen tanto de quienes los poseen.

Una buena manera de entender lo que los libros pueden significar en la vida de una persona es visitar La Ciudad de los Libros en la Ciudadela, esa vieja fábrica de tabaco que en dos siglos ha tenido una agitada vida: fábrica, cuartel, cárcel, depósito de armas, baldío, biblioteca, y hoy, una de las construcciones más emblemáticas de lo que es el amor por los libros. Son cuarenta mil metros cuadrados en los que se han reunido las bibliotecas privadas de un grupo de escritores mexicanos: José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis. En conjunto, suman más de 350 mil volúmenes. La entrada es gratuita, está abierta a todo el público y tiene facilidades de estacionamiento. No hay pretexto para no ir.

Cada biblioteca es un pequeño museo. Cada una se encargó a un grupo de arquitectos, artistas y decoradores para que la reconstruyeran respetando la personalidad de su antiguo dueño, con sus manías, gustos y ocurrencias, para facilitar la consulta y lectura de los visitantes.

El edificio ha sido cuidadosamente restaurado. Sus salas, pabellones, jardines y patios pueden ser visitados libremente, y hay áreas para los pequeños con juegos, actividades y libros especiales para ellos.

La relación de la persona con el libro es como cualquier otra: puede ser cercana, amable y hasta amorosa, o distante, desconfiada, fría e indiferente. La clave está en la voluntad de conocimiento, y mientras más le conocemos, mejor le apreciamos.

Si queremos ser mejores y saber más, el camino corto es un libro. Si queremos que nuestros hijos aprecien la lectura debe haber libros a su alcance, sobre todo, buenos libros. En la medida en la que los tengan cerca, su relación será más fácil y natural, y conocer estas impresionantes bibliotecas es una forma de empezar.

Hoy que cada tablet puede ser una biblioteca, los libros están más cerca que nunca. Sin embargo, la clave no está en el fácil acceso sino en el interés. No importa que ya tengas un libro, busca otro y otro. Cada libro leído es un amigo conocido, cada libro por leer es un amigo por hacer.

Para acercarte al mundo de las bibliotecas: Vida entre libros, de Corina Armella, de Fernández Castelló;  El mutante en la Biblioteca de Alejandría, de Cristian López Raventós; Biblioteca del niño mexicano, de Heriberto Frías; Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes Saavedra; BS, de IBBY México/A leer.

David Liaño conquista las dos caras del Everest

0

De voluntad férrea y firmes propósitos, David Liaño González, exalumno del Colegio Miraflores, se inició en el alpinismo conquistando las montañas más altas de México. Después alcanzó las más elevadas del continente americano, incluyendo la cima del monte Mckinley, la cumbre más alta de Norteamérica. Más tarde ascendió el Cho-oyu, la sexta montaña más alta del mundo localizada en la cordillera del Himalaya; retos que se impuso al tiempo que estudiaba dos licenciaturas: en Administración de Empresas y Contabilidad Pública.  

Su naturaleza lo llevó a poner la mira en el sueño más ambicioso de todo alpinista, el Grand Slam, que consiste en conquistar la montaña más alta de cada continente, llegando a ser el latinoamericano más joven en realizar esa hazaña en menos tiempo.

Pero eso no fue suficiente, David siguió persiguiendo nuevos retos. El pasado mes de mayo se convirtió en la primera persona del mundo que escala el Everest por la cara norte y la cara sur en una misma temporada, y además estableció el tiempo récord de 7 días y 21 horas aproximadamente, por lo cual su nombre ha quedado asentado en el libro de Récords Guiness.  Una vez que terminó el descenso, Liaño declaró: “El mensaje que tendría para los alpinistas mexicanos es que todavía hay cosas por lograr en el montañismo, no todo está hecho.”

 

Coherencia de vida ante un mundo tibio

0

Durante más de dos años me dediqué a leer, a estudiar, a repasar para los exámenes que me darían el grado del que ahora gozo; Maestra en Ciencias de la Familia. Biología celular, antropología, bioética, teología, pedagogía, psicología, filosofía y derecho familiar, son las ramas que tuve que comprender a la perfección para obtener el título que hoy poseo.

Entendí la diferencia entre el medio y el fin, la importancia de la persona humana, la relevancia de advertir la necesidad de ver por el bien superior de la mayoría. Me di cuenta que es imprescindible encontrar una coherencia intrínseca y sobre todo pensar primero en los demás. No obstante, constaté que si uno no se conoce a sí mismo y se autodetermina, todo lo demás no funciona puesto que se relativiza.

Entre tanta información y literatura, y ante tan prestigiado cuerpo docente, entendí la diferencia entre la paternidad responsable y el control de población. Vislumbré que la dignidad humana es única y que no da saltos cualitativos, que la persona humana en cualquiera de sus estadios es merecedora de respeto y que el meollo de todo es el desarrollo natural de todas las cosas.

Constaté y me convencí de que no todo lo técnicamente posible es moralmente aceptable, y confirmé que la ley del más fuerte es la perdición de la humanidad, que en el momento que el hombre abusa de su libertad, se destruye a sí mismo.

Por ello, ahora que han pasado un par de años que me gradué de maestra, lejos de haber dejado el título colgado en una pared, he llevado a la práctica todo aquello que aprendí, que descubrí y que ahora defiendo y principalmente comparto.

Siendo inquieta por naturaleza, ahora curso la Especialidad en Educación Perinatal para ayudar a los matrimonios a vivir un embarazo sano, a tener partos humanizados y un puerperio inolvidable. Parte de ésta incluye la práctica en el campo hospitalario y en eso me encuentro hoy, voy a un hospital materno infantil del gobierno del Distrito Federal para acompañar a las mamás que van a dar a luz.

Llegan nerviosas, solas, con miedo y mucho dolor. Yo las recibo, me presento y les pido me digan su nombre, su historia y les doy mi mano. Las acaricio y las consiento, les hago sentirse amadas, asistidas y sobre todo busco que recobren la seguridad en sí mismas.

Hasta el momento pienso que lo he logrado, me lo han dicho al terminar el alumbramiento: “Gracias por estar conmigo”- El pago más cuantioso que una Doula puede recibir: palabras de agradecimiento y una gran sonrisa. Ver a sus bebés nacer, animarlas y ayudarlas a dar vida, es algo que nunca imaginé que llegaría a hacer, pero es una forma de trascender en los demás, de vivir la caridad en el prójimo de forma desinteresada.

Asimismo he vivido momentos difíciles, he tenido que hablar, que llevar a la realidad todo aquello que aprendí en esos años de intenso estudio; he sido coherente hablando por la persona humana.

Me ha tocado escuchar cómo se le dice a la madre angustiada que su bebé tiene taquicardia y que tendrá que ser sometida a una cesárea. Se le habla de forma brusca y seca, ella llora y siento mi mano apretujada por su miedo e incertidumbre.

A su vez, la ginecóloga le propone en la misma frase que aproveche la intervención para operarse, para mutilarse sus órganos reproductores y ya no tener más hijos –Ya con este es tu tercer hijo, para qué quieres más–.

Los libros, las teorías y las hipótesis tomaron vida. Todo lo estudiado se hizo realidad en ese instante. En ese momento en que sentada en la cama del hospital, tomada de la mano de una madre a quien yo consolaba secándole las lágrimas, a quien no conocía pero que en ese minuto la sentía muy mía; la sangre me comenzó a hervir. –¡Es cierto! ¡El control de población está a la orden del día!– Qué desatino, qué falta de ética, qué tristeza saber que la medicina hecha para curar, en la actualidad busque mutilar una parte sana del cuerpo porque se considera que “ellas no piensan” o “ya somos muchos”.

No se les habla con la verdad, nunca se les dan alternativas ni se les explican los riesgos; se aprovechan de su vulnerabilidad y esto pisotea su dignidad. Se olvidan de que tratan con personas y casi mecánicamente, de forma totalmente deshumanizada, las esterilizan con argumentos falaces y truculentos. Por ello me pronuncié y dije, una vez que controlé el hervor de mi sangre, que no consideraba prudente proponerle lo anterior a esta mujer, ya que se encontraba en estado de shock ante tan angustiante noticia.

Ayudar a personas a dar vida, ha sido una de las mejores experiencias; la aventura que desde hace 38 años comenzó me ha sensibilizado, me ha humanizado, me ha hecho querer hacer más por la humanidad, pero sobre todo, me ha hecho darme cuenta que para ser “irreprochables” como nos propone el Papa Francisco, debemos ser coherentes ante un mundo tibio.

No nos callemos, hablemos y defendamos al más débil.

 

yoinfluyo.com

 

Abstinencia sexual y fidelidad, temas tabú

0

La abstinencia sexual y la fidelidad conyugal son consideradas como un “tabú” en algunos medios hoy en día. Para muchos son blanco de burlas mientras que otros, por temor a ser criticados, prefieren callar.

No obstante, en Uganda se recomendaron estas dos medidas a toda la población y bajaron drásticamente los índices de enfermedades venéreas y SIDA. ¿Por qué? porque se deduce lógicamente que las personas se ponen en peligro de adquirir estos padecimientos por la promiscuidad sexual.

Tradicionalmente, la Iglesia recomienda acudir a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María para luchar en las tentaciones contra la pureza. Los novios deben poner todos los medios para llegar castos (limpios de cuerpo y alma) al matrimonio y, hasta entonces tener las relaciones conyugales para fundar una familia. Por su parte, los casados deben cuidar todas las medidas de prudencia para vivir cada día más enamorados y ser muy fieles a su compromiso matrimonial.

Y es que entre los solteros y casados que viven bien la pureza y controlan adecuadamente sus impulsos naturales, se encuentran las personas más maduras y centradas. Lo contrario sucede con los que llevan una vida sexualmente desordenada que con frecuencia caen en “sexoadicciones” y requieren de la ayuda de un psiquiatra para salir de su dependencia.

¿Qué decir a los que han caído en infidelidad? Que nunca es tarde para rectificar. Que acudiendo al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) pueden ser absueltos y recomenzar, viviendo una vida limpia de acuerdo con el plan de Dios.

¿Y qué de los que guardan el celibato apostólico o la virginidad? Es decir, fieles laicos, religiosos o sacerdotes que habitualmente han tenido durante su adolescencia, novias o novios, pero que un día se encontraron con el Amor de Dios, con mayúscula, se sintieron cautivados y se entregaron completamente al servicio del Señor.

Me viene a la memoria la Escuela de los Hermanos Lasallistas (Ciudad Obregón, Sonora) donde hice mis estudios hasta el último semestre de la preparatoria. Todos sabíamos perfectamente que los Hermanos estaban cien por ciento consagrados a Dios. Y nos daban un testimonio maravilloso con su alegría, entusiasmo y buen humor. Me resulta imborrable el recuerdo de un Hermano, de origen cubano, que en cuanto escuchaba música tropical -como llevaba el ritmo en la sangre y había sido muy “fiestero” en su adolescencia- comenzaba a bailar, sonriendo, poniendo ambiente y aplaudiendo. Naturalmente, todos los de la prepa formábamos un círculo alrededor de él, llevando también el ritmo con las palmas y nos invitaba a que bailáramos. No faltó el compañero que le preguntó a este Hermano cubano por qué estaba tan alegre si no tenía novia ni esposa. Y sin dudarlo, respondió: “¡Porque estoy enamorado de Dios y eso es mucho más grande y hermoso!”

Lo digo deliberadamente ahora que se ataca tanto a los sacerdotes, religiosos y monjas, a quienes por un puñado de enfermos mentales que han cometido aberraciones, se ha pretendido juzgar de un modo injusto y nada objetivo. Millones de personas a lo largo de XXI siglos del cristianismo han vivido su celibato con una enorme alegría, buen humor, celo por difundir el mensaje evangélico y han dejado una huella impresionante de santidad.

Quien vive unido a Dios y a su Madre, la Virgen María, y cumple fielmente los Mandamientos del Señor, particularmente en lo relativo a la Santa Pureza, viviendo según su vocación el celibato, la virginidad, la abstinencia sexual y la fidelidad conyugal, experimenta una alegría y una paz que este mundo es incapaz de dar.

 

www.raulespinozamx.blogspot.com

 

Mexicano vs. La Selva

[youtube]http://youtu.be/f7iazEThWII[/youtube]

¿Preocupado por la felicidad de tus hijos?

Jackson Brown es un padre preocupado por la felicidad de su hijo y por ello le escribió estos “consejos” cuando este se fue a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros. Los mensajes tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos, Life’s Little Instruction Book, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas.
Hijo:
• Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria.
• Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
• Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
• Ten un buen equipo de música.
• Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
• Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
• Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
• Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
• Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
• Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
• No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
• Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
• Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
• Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
• Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
• Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
• Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
• Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
• Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas.
• No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
• Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
• Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
• Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave.
• Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también ‘el gran riesgo’.
• Nunca confundas riqueza con éxito.
• No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
• No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
• Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
• Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
• Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
• No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
• No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
• Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
• No confundas confort con felicidad.
• Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
• Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
• Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
• Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
• Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
• Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
• Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
• La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.

Dios no sale de vacaciones

0

Y les dice:

“¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?

Pero ellos callaban.“

Marcos 3, 4

Quizá cuando leas estas palabras ya estés de vacaciones o estés por salir a disfrutar de un merecido descanso. Entonces es un buen momento para dedicar dos minutos, sólo dos, a pensar algo para lo que nunca tenemos ni buscamos, tiempo.

Ante la avalancha de problemas hay quien piensa que Dios también se ha ido de vacaciones, que se ha tomado un descanso, dejado el mundo a la deriva y por eso estamos como estamos. Pero no es así, no se ha ido; todo lo contrario: Él no toma vacaciones, está presente, atento a lo que nos ocurre en todo momento y actuante en nuestro favor, aunque a veces no lo sepamos ver.

“Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 16-20) nos prometió Jesús. No nos dijo “todos los días, menos en vacaciones” ni tampoco “todos los días, de lunes a viernes” o “todos los domingos”. Dijo “todos los días”. O sea que hoy no está fuera, lejos o descansando, sino que se encuentra aquí, con nosotros, contigo y conmigo, aunque tú y yo no estemos en el mismo lugar, que para algo Dios todo lo puede. Lo que parece es que quienes no estamos somos nosotros. Nos vamos de vacaciones también de Él, o lo enviamos a Él de vacaciones.

Sí, las vacaciones son para descansar, relajarnos, desconectarnos, pero, ¿también de Él? ¿como una más de nuestras tareas?

Tener tiempo, estar relajados, tranquilos, desconectados, es -si queremos- la mejor ocasión para estar cerca de Dios. Por eso, te propongo diez mandamientos para estas vacaciones:

1.  Amarás a Dios sobre el descanso, la playa, el sol, el campo, las fiestas; en fin, sobre todas las cosas.

2.  No tomarás el nombre de Dios como pretexto para quejarte de las incomodidades o prometer lo que no cumplirás.

3.  Santificarás estas vacaciones, descansando sanamente, disfrutando sin excesos ni abusos.

4.  Honrarás a tu padre, a tu madre y a toda tu familia, procurando no tener discusiones ni crear problemas.

5.  No matarás el tiempo de manera ociosa e inútil, sino con un descanso creativo y enriquecedor.

6.  No cometerás actos impuros ni contra tu cuerpo ni el de los demás, o la naturaleza misma.

7.  No robarás el tiempo, las energías, el cariño de quienes te rodean, con actitudes caprichosas y egoístas.

8.  No mentirás ni te dedicarás al cotilleo, el chismorreo y a hacer pedazos a los demás con tus palabras.

9.  No permitirás pensamientos o deseos incorrectos aunque los bañadores de tu entorno te inciten a ello.

10.       No desearás beneficios o bienes excesivos, sino los que tú y tu familia realmente necesiten en estas vacaciones.

Ahora que si esto se te hace mucho, basta con que veas con atención a tu alrededor y de todo corazón Le digas ¡Gracias!, porque seguro te escuchará, pues está ahí, contigo, pero no de vacaciones.