Inicio Blog Página 441

De poder, dinero y otras adicciones.

¿Qué pasa cuando el poder político considera a las personas como súbditos acríticos y dóciles, el poder económico convierte a las personas en consumidores adictos, y el poder mediático manipula a las personas para que satisfagan el control indebido que ejercen el poder político y económico?

El ‘tecnosistema’, nos dice Alejandro Llano, es un conglomerado político-económico-mediático, integrado básicamente por el Estado, el mercado y los medios de comunicación social. Según Llano, lo negativo del tecnosistema que se ha implantado sobre gran parte del mundo y rige a millones de personas, reside en su ‘carácter mecánico y funcionalista’, en el ‘consumismo y la tecnocracia’. (Humanismo Cívico, Editorial Ariel, Barcelona, 1999).

Giovanni Sartori denuncia con vehemencia la manipulación que ejercen los medios informativos sobre las personas para inducirlas a ser dóciles súbditos de la ‘videocracia’: El ‘video-niño’ obedece las órdenes que se traducen en votos a favor de políticos clientes de las empresas televisivas, en gran parte porque es incapaz de pensar, decidir y actuar libremente (Homo videns, Editorial Taurus, México, 1997).

Hoy en día las industrias del entretenimiento global imponen ideas, valores y estilos de vida sobre miles de millones de personas en una ‘batalla cultural’ que describe Frédéric Martel como un intento para controlar ‘las palabras, las imágenes y los sueños’ (Cultura Mainstream, Editorial Taurus, México, 2011).

Y es quizá en la manipulación política, económica y mediática donde encontramos un ambiente favorable a la proliferación de adicciones que aquejan a la sociedad del siglo XXI. La Real Academia de la Lengua habla de una adicción como un hábito de quien se deja dominar por el uso de alguna o algunas drogas tóxicas, o por la afición desmedida a ciertos juegos, o bien, habla de una afición muy grande a algo. (Diccionario esencial de la lengua española, Real Academia Española de la Lengua, España, 2006).

Extendiendo el sentido expuesto, la adicción puede ser ese hábito de quien se deja dominar por algo que es superior a la persona que lo padece. Inteligencia y voluntad quedan nubladas frente al impulso irresistible y arrollador de quien es dominado por el objeto de su adicción. Puede ser una droga, bebidas alcohólicas, la moda, el juego, el peligro, la violencia, la tecnología, los objetos de lujo o la fama.

En el mundo del ‘video niño’ adulto, que ve pero no piensa, que compra compulsivamente y que obedece a la ‘videocracia’, llevando al poder a los candidatos promovidos por la industria televisiva, que acepta sin chistar los modelos de vida que le imponen las industrias globales fílmica, televisiva, discográfica o editorial, las adicciones proliferan y son sustento importante de la viabilidad del ‘tecnosistema’.

Estado, Mercado y medios de comunicación social son importantes y necesarios, pero solo se justifican en el marco de una sociedad de personas libres, que con inteligencia y voluntad son capaces de vivir según sus convicciones, sueños y aspiraciones legítimas y auténticas. Las adicciones son el resultado de desequilibrios personales y sociales, de afectaciones, limitaciones, reducciones en las condiciones materiales y espirituales necesarias para el desenvolvimiento armónico de la persona y de la comunidad.

En sus causas, las adicciones son multifactoriales. Pero es indignante que las adicciones sean propiciadas, fomentadas, creadas y aumentadas para garantizar la explotación política y económica, la manipulación ideológica, la dominación absoluta de gran parte de la humanidad. En el fondo de la cuestión está la lucha por la dignidad de la persona humana, el ejercicio de sus libertades y derechos, el cumplimiento de sus obligaciones, y la necesidad de crear un entorno social que propicie el desarrollo armónico e integrado de las personas, y el cumplimiento de sus aspiraciones, vocaciones y destinos.

*El autor es Director del Centro de Cultura Humanística A.C.

@yoinfluyo

 

¿Por qué no eres más feliz?

0

Es curioso cómo muchas personas piensan que la felicidad es algo reservado para otros.

Corremos el peligro de pensar que la felicidad es como una ensoñación que no tiene que ver con el vivir ordinario y concreto. La relacionamos quizá con los grandes acontecimientos, con disponer de una gran cantidad de dinero o tener un triunfo profesional o afectivo deslumbrante, o protagonizar hazañas extraordinarias, y no suele lograrse con eso.

La prueba es que la gente más rica o poderosa, o más atractiva o mejor dotada, no coincide con la gente más feliz.

¿Eso no es un tópico algo antiguo? Como si para ser feliz hubiera que ser pobre, miserable y desafortunado.

De entre los pobres, miserables y desafortunados, unos son felices y otros no. Y entre los ricos y poderosos, los hay también felices e infelices; para verlo, basta con echar una ojeada a las revistas del corazón.

Eso demuestra precisamente que la felicidad y la infelicidad provienen de otras cosas, de cosas que están más en el interior de la persona. Conviene pensarlo y hacérselo pensar a los jóvenes, ahora que están trazando sus planes de futuro.

Chéjov decía que la tranquilidad y la satisfacción del hombre están dentro de él mismo y no fuera. Que el hombre vulgar espera lo bueno o lo malo del exterior, mientras que el hombre que piensa lo espera de sí mismo.

Muchas veces sufrimos o nos embarga un sentimiento de desánimo o de agobio, o de fatiga interior, y no hay a primera vista una explicación externa clara porque no hemos tenido ningún contratiempo serio, ni tenemos hambre, ni sed, ni sueño, ni nos falta la salud ni las comodidades que son razonables.

Son dolores íntimos y si investigamos, llegamos a descubrir que están causados por nosotros mismos. Muchas de las quejas que tenemos contra la vida, si nos examinamos con sinceridad y valentía, nos damos cuenta de que provienen de nuestro estado interior, de cosas muy secundarias, del egoísmo.

Pasamos penas grandes por contrariedades mínimas. Cuántas veces, por ejemplo, una persona puede estar decaída y desalentada, con una tristeza que le dura a lo mejor varias horas o varios días, simplemente porque su equipo, al que sigue con tanta pasión, ha perdido tontamente un partido de futbol, o por pequeños y tontos contratiempos del lugar de trabajo o de la clase. O por esos disgustos familiares que también empiezan por una tontería. Suelen ser cosas pequeñas que, por separado, se entiende que no deberían producir tanto disgusto.

Piensa en las causas. Piensa si esa infelicidad puede provenir de acostumbrarse a ver con tanto dramatismo las pequeñas derrotas personales. Derrotas, además, que con el paso del tiempo y vistas en el conjunto de la vida, pueden resultar victorias.

¿Qué quieres de mí?

0

Poco a poco te vas metiendo en cierta situación hasta que ya no puedes salir de ella. Muchos dicen “es la vida”, “lo que te tocó vivir”; lo cierto es que desde que naces recibes constante información y formación que te encamina a tu misión. Y es que toda profesión está basada en el servicio a los demás. Todos servimos de alguna manera a otros porque los seres humanos existimos para tres cosas: ser felices, servir y compartir.

Un día se me ocurrió decir: “Señor, ¿qué quieres de mí?”. Sé que parece una frase de santo, mártir o de servicio sacerdotal, pero la dije porque necesitaba saber para qué estoy aquí, ¿cuál es mi misión?

Mi educación, las experiencias buenas y desagradables, el haber estado a punto de morir cuando bebé, la carrera que estudié, lo que he leído, aprendido y visto, mis talentos, mi forma de vivir y con quienes vivo, ¿tienen relación con algo más que pasar los días diciendo quién soy, lo que he hecho, que cuento con muchas bendiciones y despierto siempre agradeciendo la oportunidad de estar viva?

Todo pasa por algo, pero ¿qué es ese algo?

“Yo soy” es una frase sencilla compuesta por dos palabras que significan: Dios en acción en mí. Por tanto, todo lo que sale de tu boca, pensamientos y sentimientos relacionados contigo, se refieren a la parte de Dios en ti, a cómo actúa Su creación.

Hablo de mi experiencia que me ha llevado a encontrar respuestas a los por qué y para qué. Estoy segura de que quien analice su vida encontrará muchas respuestas que han estado ahí todo el tiempo.

Las cosas ocurren en el momento perfecto para el Señor. Él guía a cada uno y nos tiene algo que, de descubrirlo, es maravilloso porque nos da plenitud y felicidad.

Soy comunicóloga. Estudié en un colegio mixto y después en uno de educación religiosa. Soy locutor y productor de radio; mexicana, hija de un hombre ejemplar por su enseñanza en nobleza y humildad, y de una mujer amorosa y compartida. Estoy casada con un hombre que Dios puso a mi lado para que hagamos una misión de vida en común. Soy madre porque era necesario vivir esta experiencia para comprender muchas cosas más. Todo se entrelaza.

El conocimiento llega conforme estás preparado para entenderlo y ejecutarlo. Si es el momento pero no has comprendido por dónde ir, vendrán lecciones para que abras los ojos, los oídos, el corazón, la mente y entonces actúes.

Hace varios años, mi tío me pedía ropa que ya no usara para dársela a sus inquilinos: jóvenes que venían del campo sin lugar donde dormir. Mi tío murió hace tres años. La gente que me daba la ropa para entregarla a mi tío seguía dándomela, se acumulaba y entonces comencé a canalizarla a asilos, albergues y lugares donde atienden a personas en situación de calle, y mientras más daba más llegaba.

En ese tiempo tenía un programa de radio llamado “Italianíssimo” que cumplía diez años al aire, pero ¿qué más? Empezaba a pesarme ir todos los sábados a las cuatro de la tarde a presentar música. Ese invierno, de viaje en Canadá, me quedé muda. Lo curioso era que no tenía nada en la garganta pero no pude articular sonido alguno durante casi un mes. Así, en silencio, llegó la claridad mental que necesitaba. Comprendí que tenía que callar para poder escuchar. “¿Para qué tienes un micrófono si no lo usas para comunicar? ¿Qué vas a comunicar?”.

Regresé con la idea de un nuevo programa: “Estar bien”. Era una emisión con temas de desarrollo y crecimiento humano. A la par me reencontré con una prima con la que jamás había platicado. Ella tuvo cáncer y sanó. Hablamos sobre el proyecto del nuevo programa y le comenté que mi marido y yo estábamos pensando en una fundación canalizadora de apoyo. Ella quería ayudar a las mujeres con cáncer y unimos esfuerzos. Nació Fundación Cadena de Sonrisas AC, con cinco socios: mi prima, mi marido, un directivo de Radio 6.20AM (quien nos encomendó llevar la parte social de la emisora), yo y…DIOS. Dejé a Dios al final para resaltar que es el más activo en esta labor.

Cuando Dios vio que necesitábamos apoyo eficiente para coordinar el programa (ahora llamado igual que la fundación) y los donativos de ropa, despensas, juguetes, etc.…nos lo mandó.

Cuando vio la necesidad de una bodega para recibir los donativos…nos la mandó.

Cuando vio que no juntábamos el donativo que nos solicitaban…nos lo mandó.

Cuando vio la necesidad de una camioneta para recoger y repartir los donativos…nos la mandó.

Cuando vio que necesitábamos a alguien con alegría, ganas de servir y una gran sonrisa para llevar los donativos…nos lo mandó.

Ahora solo tenemos que continuar con esto que llamamos nuestra misión.

Fundación Cadena de Sonrisas A.C. conjuga los verbos Servir y Compartir. Canalizamos el apoyo a casas hogares, asilos de ancianos, albergues para personas en situación de calle y hacemos cadena con otras fundaciones. Los invitamos al programa de radio, conocemos su labor, los visitamos y entonces llevamos los donativos. La gente que nos apoya con los donativos en especie se une a esta Cadena de Sonrisas, pues quien tiene qué comer y se siente cobijado y atendido: sonríe. Y la risa sana penas, dolor, tristeza y enfermedad.

La enfermedad es un proceso de sanación del alma a través de la expresión del cuerpo. Muchos pequeños están en ese proceso. Los niños necesitan saberse aceptados por otros niños, por ello involucramos a los pequeños a que brinden su atención y cariño a los niños hospitalizados a través del voluntariado infantil Manitas en Acción.

Manitas en Acción, formado por niños entre 5 y 13 años, que viven la labor social en casa con el ejemplo de sus padres, saben que parte de su crecimiento personal y espiritual está en ayudar al prójimo.

Como es difícil acercar a los niños directamente a los hospitales, ideamos que hicieran cada mes una actividad manual que comparten con los chicos en el hospital.

Los Manitas, como les llamamos, hacen su manualidad y comparten material para hacer muchas iguales que se mandan al Hospital Federico Gómez, en donde espera Tropa Corazones: jóvenes con los que nos unimos para que ellos hagan la manualidad con los chicos en proceso de sanación. Estamos por comenzar visitas a casas hogares para que los Manitas les lleven juguetes y ropa, y platiquen sobre temas interesantes que atañen a los niños.

Así, los niños hospitalizados y en casas hogares se saben amados y recordados por otros niños, y el amor sana.

Y como el amor sana, apoyándonos en la red social, creamos una Cadena de Oración en donde las personas solicitan unirnos en intención a la fuente del amor: Dios, a quien habremos de agradecerle todo aquello que nos fortalece, lo que nos da y que nos ayuda a continuar de manera tranquila e incluso cómoda. Y qué mejor forma de agradecer sino bendiciendo a los demás… “Cuando bendigo a alguien, me estoy bendiciendo a mí mismo”. Así es nuestra Cadena de Bendición.

El conocimiento es una bendición, te ayuda a desarrollarte y dar lo mejor siempre. Pero muchos talleres, cursos y conferencias no son accesibles económicamente hablando. Como dirían “Ganas hay, pero no hay dinero” Pues si hay ganas, nosotros ponemos la solución: Conferencia por Causa. Es un proyecto que hacemos por mes en donde los profesionistas unidos a Fundación Cadena de Sonrisas AC, nos donan su tiempo y conocimiento para compartirlo con personas que pueden pagar poco. El donativo recaudado se usa íntegramente para comprar lo que un asilo o casa hogar necesita. Cada mes se apoya a una causa diferente gracias a este proyecto.

¡Por cierto!, cuando necesitamos un salón de eventos que nos donara el uso de sus instalaciones…también Dios nos lo mandó.

Servir al prójimo se torna difícil cuando se cruza el ego y le dejamos hablar, cuando dejamos que se exprese esa voz que nos limita y nos pone una y mil excusas para compartir y servir. “¿Por qué habría de ayudarle al otro?” Cuando el ego te pregunte eso, solo contesta “¿Y por qué no?”

Contagia con el ejemplo, agradece lo que tienes y comparte lo que te hace feliz. No temas quedarte con menos. Si tienes es porque has sido bendecido por tu esfuerzo y puedes compartir. Confía y no detengas tu abundancia por miedo a perderla. La humanidad expresa a diario la necesidad de apoyo, servicio, oración y respeto a los demás, a la naturaleza y a los seres vivos.

Basta con observar a los animales para entender muchos procesos de la vida. Un ejemplo: el perro que ofrece fidelidad y amor incondicional a quien lo cuida.

Fundación Cadena de Sonrisas AC tiene un logotipo que es una persona extendiendo las manos y de esas manos sale otra persona que extiende las suyas y así, haciendo una extensión de amor. Hubo quien dijo: “Yo deseo concientizar a las personas sobre el cuidado y la responsabilidad hacia sus mascotas o animales de compañía en abandono”: Huellitas en Movimiento, que dedica su tiempo a pláticas en escuelas para explicar a los niños que un animalito requiere cuidados, difunde información sobre perros y gatos en adopción, y está trabajando en las visitas a asilos para llevar un rato a los perritos y que den un poco de alegría a los ancianos.

Estoy segura de que estamos haciendo lo que debemos. Cuando te das cuenta de que estás en determinado lugar, bajo tal circunstancia y con ciertos talentos o características de personalidad que favorecen algo, debes hacerlo. Puede tratarse de tu misión de vida.

 

Cinthia Villalobos es coordinadora de Fundación Cadena de Sonrisas A.C.

contacto@cadenadesonrisas.org.mx

Facebook/Cadenadesonrisas

Escúchanos los sábados a las 4 de la tarde por Radio 620AM

Coherencia de vida ante un mundo tibio

Durante más de dos años me dediqué a leer, a estudiar, a repasar para los exámenes que me darían el grado del que ahora gozo; Maestra en Ciencias de la Familia. Biología celular, antropología, bioética, teología, pedagogía, psicología, filosofía y derecho familiar, son las ramas que tuve que comprender a la perfección para obtener el título que hoy poseo.

Entendí la diferencia entre el medio y el fin, la importancia de la persona humana, la relevancia de advertir la necesidad de ver por el bien superior de la mayoría. Me di cuenta que es imprescindible encontrar una coherencia intrínseca y sobre todo pensar primero en los demás. No obstante, constaté que si uno no se conoce a sí mismo y se autodetermina, todo lo demás no funciona puesto que se relativiza.

Entre tanta información y literatura, y ante tan prestigiado cuerpo docente, entendí la diferencia entre la paternidad responsable y el control de población. Vislumbré que la dignidad humana es única y que no da saltos cualitativos, que la persona humana en cualquiera de sus estadios es merecedora de respeto y que el meollo de todo es el desarrollo natural de todas las cosas.

Constaté y me convencí de que no todo lo técnicamente posible es moralmente aceptable, y confirmé que la ley del más fuerte es la perdición de la humanidad, que en el momento que el hombre abusa de su libertad, se destruye a sí mismo.

Por ello, ahora que han pasado un par de años que me gradué de maestra, lejos de haber dejado el título colgado en una pared, he llevado a la práctica todo aquello que aprendí, que descubrí y que ahora defiendo y principalmente comparto.

Siendo inquieta por naturaleza, ahora curso la Especialidad en Educación Perinatal para ayudar a los matrimonios a vivir un embarazo sano, a tener partos humanizados y un puerperio inolvidable. Parte de ésta incluye la práctica en el campo hospitalario y en eso me encuentro hoy, voy a un hospital materno infantil del gobierno del Distrito Federal para acompañar a las mamás que van a dar a luz.

Llegan nerviosas, solas, con miedo y mucho dolor. Yo las recibo, me presento y les pido me digan su nombre, su historia y les doy mi mano. Las acaricio y las consiento, les hago sentirse amadas, asistidas y sobre todo busco que recobren la seguridad en sí mismas.

Hasta el momento pienso que lo he logrado, me lo han dicho al terminar el alumbramiento: “Gracias por estar conmigo”- El pago más cuantioso que una Doula puede recibir: palabras de agradecimiento y una gran sonrisa. Ver a sus bebés nacer, animarlas y ayudarlas a dar vida, es algo que nunca imaginé que llegaría a hacer, pero es una forma de trascender en los demás, de vivir la caridad en el prójimo de forma desinteresada.

Asimismo he vivido momentos difíciles, he tenido que hablar, que llevar a la realidad todo aquello que aprendí en esos años de intenso estudio; he sido coherente hablando por la persona humana.

Me ha tocado escuchar cómo se le dice a la madre angustiada que su bebé tiene taquicardia y que tendrá que ser sometida a una cesárea. Se le habla de forma brusca y seca, ella llora y siento mi mano apretujada por su miedo e incertidumbre.

A su vez, la ginecóloga le propone en la misma frase que aproveche la intervención para operarse, para mutilarse sus órganos reproductores y ya no tener más hijos –Ya con este es tu tercer hijo, para qué quieres más–.

Los libros, las teorías y las hipótesis tomaron vida. Todo lo estudiado se hizo realidad en ese instante. En ese momento en que sentada en la cama del hospital, tomada de la mano de una madre a quien yo consolaba secándole las lágrimas, a quien no conocía pero que en ese minuto la sentía muy mía; la sangre me comenzó a hervir. –¡Es cierto! ¡El control de población está a la orden del día!– Qué desatino, qué falta de ética, qué tristeza saber que la medicina hecha para curar, en la actualidad busque mutilar una parte sana del cuerpo porque se considera que “ellas no piensan” o “ya somos muchos”.

No se les habla con la verdad, nunca se les dan alternativas ni se les explican los riesgos; se aprovechan de su vulnerabilidad y esto pisotea su dignidad. Se olvidan de que tratan con personas y casi mecánicamente, de forma totalmente deshumanizada, las esterilizan con argumentos falaces y truculentos. Por ello me pronuncié y dije, una vez que controlé el hervor de mi sangre, que no consideraba prudente proponerle lo anterior a esta mujer, ya que se encontraba en estado de shock ante tan angustiante noticia.

Ayudar a personas a dar vida, ha sido una de las mejores experiencias; la aventura que desde hace 38 años comenzó me ha sensibilizado, me ha humanizado, me ha hecho querer hacer más por la humanidad, pero sobre todo, me ha hecho darme cuenta que para ser “irreprochables” como nos propone el Papa Francisco, debemos ser coherentes ante un mundo tibio.

No nos callemos, hablemos y defendamos al más débil.

 

yoinfluyo.com

 

Abstinencia sexual y fidelidad, temas tabú

La abstinencia sexual y la fidelidad conyugal son consideradas como un “tabú” en algunos medios hoy en día. Para muchos son blanco de burlas mientras que otros, por temor a ser criticados, prefieren callar.

No obstante, en Uganda se recomendaron estas dos medidas a toda la población y bajaron drásticamente los índices de enfermedades venéreas y SIDA. ¿Por qué? porque se deduce lógicamente que las personas se ponen en peligro de adquirir estos padecimientos por la promiscuidad sexual.

Tradicionalmente, la Iglesia recomienda acudir a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María para luchar en las tentaciones contra la pureza. Los novios deben poner todos los medios para llegar castos (limpios de cuerpo y alma) al matrimonio y, hasta entonces tener las relaciones conyugales para fundar una familia. Por su parte, los casados deben cuidar todas las medidas de prudencia para vivir cada día más enamorados y ser muy fieles a su compromiso matrimonial.

Y es que entre los solteros y casados que viven bien la pureza y controlan adecuadamente sus impulsos naturales, se encuentran las personas más maduras y centradas. Lo contrario sucede con los que llevan una vida sexualmente desordenada que con frecuencia caen en “sexoadicciones” y requieren de la ayuda de un psiquiatra para salir de su dependencia.

¿Qué decir a los que han caído en infidelidad? Que nunca es tarde para rectificar. Que acudiendo al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) pueden ser absueltos y recomenzar, viviendo una vida limpia de acuerdo con el plan de Dios.

¿Y qué de los que guardan el celibato apostólico o la virginidad? Es decir, fieles laicos, religiosos o sacerdotes que habitualmente han tenido durante su adolescencia, novias o novios, pero que un día se encontraron con el Amor de Dios, con mayúscula, se sintieron cautivados y se entregaron completamente al servicio del Señor.

Me viene a la memoria la Escuela de los Hermanos Lasallistas (Ciudad Obregón, Sonora) donde hice mis estudios hasta el último semestre de la preparatoria. Todos sabíamos perfectamente que los Hermanos estaban cien por ciento consagrados a Dios. Y nos daban un testimonio maravilloso con su alegría, entusiasmo y buen humor. Me resulta imborrable el recuerdo de un Hermano, de origen cubano, que en cuanto escuchaba música tropical -como llevaba el ritmo en la sangre y había sido muy “fiestero” en su adolescencia- comenzaba a bailar, sonriendo, poniendo ambiente y aplaudiendo. Naturalmente, todos los de la prepa formábamos un círculo alrededor de él, llevando también el ritmo con las palmas y nos invitaba a que bailáramos. No faltó el compañero que le preguntó a este Hermano cubano por qué estaba tan alegre si no tenía novia ni esposa. Y sin dudarlo, respondió: “¡Porque estoy enamorado de Dios y eso es mucho más grande y hermoso!”

Lo digo deliberadamente ahora que se ataca tanto a los sacerdotes, religiosos y monjas, a quienes por un puñado de enfermos mentales que han cometido aberraciones, se ha pretendido juzgar de un modo injusto y nada objetivo. Millones de personas a lo largo de XXI siglos del cristianismo han vivido su celibato con una enorme alegría, buen humor, celo por difundir el mensaje evangélico y han dejado una huella impresionante de santidad.

Quien vive unido a Dios y a su Madre, la Virgen María, y cumple fielmente los Mandamientos del Señor, particularmente en lo relativo a la Santa Pureza, viviendo según su vocación el celibato, la virginidad, la abstinencia sexual y la fidelidad conyugal, experimenta una alegría y una paz que este mundo es incapaz de dar.

 

www.raulespinozamx.blogspot.com

Dirigentes del mañana

Crisis, falta de valores, pasividad… parece que educar a los jóvenes en esta época se ha convertido en una auténtica pesadilla.

 Educar siempre ha sido muy difícil pero actualmente tiene una particular complejidad. Cada época tiene sus problemas y ahora se está poniendo el acento en lo negativo, haciendo a un lado lo positivo. Existe un claro déficit de autoridad, de exigencia y de austeridad personal, que son cosas muy necesarias para el esfuerzo que requiere la educación. Es muy difícil que los jóvenes se concentren en el estudio con tantos reclamos atractivos que existen. Además, las familias de hoy han pasado muchas necesidades y quizás por eso se preocupan de que sus hijos no tengan ninguna y les dan un exceso de comodidades. Eso no es positivo para los jóvenes.

Las familias deben tener muy claro que para la educación es necesaria la austeridad. Existe un cierto paralelismo entre la crisis educativa y la financiera. La última es el resultado de vivir por encima de nuestras posibilidades durante mucho tiempo. La gente se ha acostumbrado a vivir bien y ha gastado más de lo que tenía con el consiguiente endeudamiento. En cuanto a la educación ha ocurrido lo mismo. Se tiene de todo en exceso con el mínimo esfuerzo. Esto ha provocado que las nuevas generaciones sean muy vulnerables a pesar de que han tenido las mejores opciones. Educar no es cuestión de dinero. Por lo general, quienes menos dinero tienen más esfuerzo hacen; y formarse exige mucho esfuerzo, pero también dinero. De hecho existe un temor en la sociedad sobre las consecuencias que la crisis puede tener en la educación.

Hay que invertir bien los recursos, no es necesario que sean muchos. En España, el Estado gasta 700 euros al mes por alumno, sin contar las aportaciones de los Ayuntamientos. Hay gente que no gana mucho más de eso. Soy partidario del Estado del bienestar, pero hay que invertir bien, no mucho. Si con 700 euros al mes no hay resultados, es que el Estado de bienestar peligra. Hay que darle muchas vueltas para ver cómo invertir adecuadamente el dinero y mejorar la educación.

Tengo una enorme confianza en la capacidad de adaptación de los jóvenes a los nuevos tiempos. El problema es que en todo periodo de adaptación se producen daños. El exceso de comodidad ha dejado a los jóvenes indefensos ante el futuro. Es una tragedia que gente con veinte años no tenga formación, ni futuro, ni capacidad de esfuerzo. Los adultos deberíamos poner a los jóvenes frente a su futuro. El peor servicio que le hemos hecho a los jóvenes es hurtarles la realidad poniéndoselo todo muy fácil. Se les da dinero aunque no rindan, se les permite que no colaboren en las tareas de casa, se les mantiene hasta más allá de los treinta años. Así nunca podrán ser adultos independientes y responsables. Los padres a veces hacen esto por cariño o por miedo a perder el cariño de sus hijos. Cuando uno tiene miedo se somete a una manipulación afectiva que puede hundirle.

Uno de los grandes problemas de nuestra sociedad es que hay una serie de conocimientos a los que se les da mucha importancia y otros a los que no se les presta ninguna atención, como la formación de los padres o la educación en valores. La sociedad es cada vez más compleja y necesita prestar más atención a estos temas, a la escuela que es la familia. Los adultos deben aprender a decir NO, ya que los dirigentes del mañana serán aquellos a los que sus padres, hoy sepan decirles NO. Esto es fundamental en nuestra sociedad.

Alfonso Aguiló Pastrana es Vicepresidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza, dirige el Colegio Tajamar en Madrid, es presidente de la Asociación Madrileña de Empresas Privadas de Enseñanza, ha publicado más de diez libros sobre temas de educación y antropología, y más de doscientos artículos en revistas.

 

Buscando marido en Wall Street

0

Aviso publicado en un portal financiero de un diario de EE.UU. (y aunque cueste creerlo, es verídico):

Análisis de inversión. Una mujer escribió pidiendo consejos sobre cómo conseguir un marido rico. Eso, de por sí, ya es gracioso, pero lo mejor de la historia es que un tipo le dio una respuesta bien fundamentada.

Ella:

“Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25 años, bien formada y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón de dólares al año. ¿Tienen en este portal algún hombre que gane 500.000 dólares o más? Quizás las esposas de los que ganen eso me puedan dar algunos consejos. Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero no puedo pasar de eso, y 250 mil no me van a hacer vivir en el Central Park West. Conozco a una mujer, de mi clase de yoga, que se casó con un banquero y vive en Tribeca, y ella no es tan bonita como yo, ni es inteligente. Entonces, ¿qué es lo que ella hizo y yo no hice? ¿Cómo puedo llegar al nivel de ella?

RAFAELA S.

Él:

“Leí su consulta con gran interés, pensé cuidadosamente en su caso e hice un análisis de la situación. Primeramente, no estoy haciéndole perder tiempo, pues gano más de 500 mil por año. Aclarado esto, considero los hechos de la siguiente forma: Lo que Ud. ofrece, visto desde la perspectiva de un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo negocio. He aquí los por qués: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es un simple negocio: Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero.

Propuesta clara, sin recovecos. Sin embargo existe un problema. Con seguridad, su belleza va a decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe creciendo. Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación y yo soy un activo que rinde dividendos. Ud. no solo sufre depreciación, sino que, como ésta es progresiva, ¡aumenta siempre! Aclarando más, Ud. tiene hoy 25 años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de hoy, verá que ya estará envejecida. Esto quiere decir que Ud. está hoy a la ‘alza’, en la época ideal de ser vendida, no de ser comprada. Usando el lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en ‘trading position’ (posición para comercializar) y no en ‘buy and hold’ (compre y retenga), que es para lo que Ud. se ofrece. Por lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento (que es un ‘buy and hold’) con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo. Yo pienso que mediante certificación de cuán ‘bien formada, con clase y maravillosamente linda’ es, yo, probable futuro locatario de esa ‘máquina’, quiero lo que es de práctica habitual: hacer una prueba, o sea un ‘test drive…’ para concretar la operación. En resumidas cuentas: como comprarla es un mal negocio por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.

 

UN MILLONARIO QUE POR ESO ES MILLONARIO

No es lo mismo 30 que 20

Muchos piensan que de los veinte a los veintinueve años es una especie de extensión de la adolescencia, una etapa para “vivir la vida” y cometer errores estúpidos sin pensar en el futuro, pues ya comenzarán a preocuparse y a cambiar cuando alcancen los treinta. El trabajo llegará después, el matrimonio llegará después, los hijos llegarán después y hasta la muerte llegará después. Como si no tuviéramos otra cosa que tiempo.

Como psicóloga clínica, Meg Jay advierte que los medios de comunicación y la manera de pensar vigente promueven esta idea equivocada entre los jóvenes, que yerran al tomar decisiones que afectarán sus vidas más allá de lo que imaginan.

Dado que los años de preparación académica se han extendido y los jóvenes tardan más en “sentar cabeza”, los veinte son vistos como una etapa más del desarrollo. Pero no nos engañemos, lo cierto es que todo lo que hagamos en este periodo impactará el resto de nuestra vida, de la misma forma como las experiencias de nuestra infancia tendrán resultados a largo plazo.

Durante los veinte, el cerebro da su segundo y último jalón para alcanzar su pleno desarrollo y se programa para ingresar en la edad adulta. La personalidad sufre más cambios en esta etapa de la vida que en cualquier otra. Este es el momento de hacer cualquier cambio que queramos hacer en nosotros mismos.

El hecho de que la gente en general se establezca más tarde hoy que antes, no quiere decir que los veinte no deban ser aprovechados en todos sentidos para cimentar mejor la madurez. Algunos los ven como un tiempo de recreo, sin mayores retos ni responsabilidades, pero eso tiene consecuencias tanto en la vida profesional como en la vida personal y sentimental.

Como joven mereces saber lo que los psicólogos, neurólogos, sociólogos y especialistas en fertilidad saben: que aprovechar esta etapa es una de las cosas más simples y transformadoras que puedes hacer tanto por tu carrera, tu vida amorosa, tu familia, tu felicidad y el mundo.

Leonard Bernstein decía que para lograr grandes cosas se necesita un plan y poco tiempo para llevarlo a cabo. ¿Sabías que ocho de cada diez de las decisiones y experiencias que definirán tu vida las habrás tomado antes de llegar a los 35? Por ejemplo, los primeros diez años de carrera profesional tendrán un impacto exponencial en la cantidad de dinero que llegarás a ganar en tu vida. Y más de la mitad de las personas ya están casadas a esa edad.

¿Qué pasa cuando llegas a los veinte y crees que tienes diez años más para pasarla bien antes de comenzar a plantearte en serio tu vida? Exacto: ¡no pasa nada! Mientras tanto, cada día llegan al psicólogo cientos de veinteañeros inteligentes que afirman: ‘Sé que esta relación no es buena para mí, pero esta no cuenta, solo estoy matando el tiempo’; ‘mientras empiece a desarrollar mi carrera antes de llegar a los treinta todo estará bien.’ Pero luego empiezan a sonar así: ‘Estoy cerca de los treinta y no he logrado nada importante en la vida. Tengo el mismo curriculum que el día que me gradué de la universidad’; ‘mis relaciones amorosas en los veinte fueron como el juego de las sillas, todos corriendo alrededor para ganar cualquier silla disponible, y ahora que llego a los treinta parece que todos menos yo, ya están sentados, por lo que tendré que quedarme con la única silla disponible.’ ¡No hagas eso!

Hay tres cosas que todo joven en sus veinte debe hacer:

 

1)         Olvídate de tu crisis de identidad (propia de la adolescencia) y dedícate a capitalizar tu identidad. Haz cosas que le agreguen valor a tu persona y a tu futuro. Invierte en lo que quieres llegar a ser. Este es el proceso de construcción de ese capital llamado identidad. Reafirmar tu personalidad en los veinte es muy importante. Esto implica salir de las trampas mentales en las que se puede caer cuando se vive obsesionado con uno mismo; en vez de eso, hay que tomarse tiempo para servir a otros, a la sociedad. Cuando una persona vive así, no solo añade valor a su vida sino que también es mucho más feliz. No descartes explorar nuevas cosas, pero sí aquellas que no añadan valor a tu identidad. Además, es importante no confundir exploración con procastinación (dejar para después, lo que debes hacer ahora).

 

2)         Ve más allá de tu círculo de amigos. Los jóvenes que se mantienen pegados a sus amigos en un núcleo social muy estrecho limitan sus relaciones, lo que saben, cómo piensan, cómo se expresan y sus fuentes de trabajo. Ese importante capital que representa la pareja que te gustaría encontrar, lo más probable es que se encuentre fuera de tu círculo. Valiosas oportunidades llegan de lo que llamamos contactos: amigos de amigos de amigos. La mitad de los puestos en el mercado laboral no llegan a anunciarse, son tomados por personas que tienen alguna conexión con los empleadores. Eso no es hacer trampa, sino dominar la ciencia de cómo se esparce la información. Cultiva nuevos contactos y haz un esfuerzo para aprovechar todas las conexiones que puedas. La vida es una red y nunca sabes qué contactos –personales y laborales– puedes llegar a establecer al ser abierto con la gente.

 

3)         Elige tu familia. Se dice que no escoges a tus familiares pero sí a tus amigos. Sin embargo, sí eliges a la familia que vas a formar. Debes ser tan intencional en el amor como lo eres en tu profesión. De otra manera, tras años de relaciones inestables sin significado, de pronto las personas llegan a los treinta y notan que los demás ya se han casado o están por hacerlo, y por eso deciden hacer lo mismo con quien sea que estén saliendo en ese momento. Gran error. El mejor tiempo para preparar el matrimonio es antes de llegar a él. Elegir a tu familia significa estar consciente de qué y a quién quieres y no solo esperar a ver quién te elige a ti. Porque no solo estás eligiendo a tu pareja sino a tu familia, hay que hacerlo con sabiduría, buscando a alguien que esté dispuesto a comprometerse y que tenga una visión de la vida similar a la tuya. Que estés saliendo con un/a cabeza hueca no significa que te vayas a casar con esa persona, pero tal vez lo hagas con la siguiente. El mejor tiempo para planear un buen matrimonio es antes de conocer a la persona con la que te habrás de casar.

Por otra parte, es importante tener conciencia de que la curva de la fertilidad femenina comienza a decrecer a los 28 años y las cosas se ponen muy difíciles después de los 35. De forma que los veinte son el momento para educarte acerca de tu cuerpo y decidir entre tus opciones.

Los veinteañeros son como los aviones que despegan del aeropuerto: cualquier cambio en su curso, por imperceptible que parezca, hace la diferencia entre aterrizar en Alaska o Fidji.

No olvides que los treinta no son los nuevos veinte: afirma tu adultez, construye un buen capital de identidad, aprovecha tus contactos y escoge bien tu familia.

Anímalo a tomar riesgos saludables

0

Los adolescentes están llenos de energía y de idealismo, aunque a veces no lo demuestren. Si tienes uno en casa, no pelees con él, guíalo. Impúlsalo a tomar riesgos sanos. Él podría desarrollar un cerebro más fuerte y valiosas habilidades en el proceso.

En el cerebro de los adolescentes, la luz de seguir ADELANTE brilla mucho, pero la de CUIDADO y ALTO no. Por eso son más propensos a tomar riesgos. Al guiar a tu hijo hacia retos sanos podrás ayudarlo a madurar y distraerlo de tomar riesgos negativos.

La psicóloga Lynn Ponton afirma: “Hay dos cosas claras sobre los adolescentes: van a tomar riesgos y sus padres se sienten aterrados por ello”. No es para menos. Un estudio de Teens Today demostró que muchos padres piensan que los riesgos tomados por los adolescentes incluyen: manejar imprudentemente, tomar hasta emborracharse, usar drogas, sexo irresponsable, etc., todo negativo.

Sin embargo, hay riesgos sanos como practicar un deporte de aventura, comenzar un pequeño negocio o participar en un concurso de talentos, que no ponen a un adolescente en peligro, pero requieren que arriesgue algo (fallar, críticas, etc.). En el proceso, él ganará confianza en sí mismo, valor y las habilidades para planear y resistir impulsos.

 Enseña a tu hijo a enfocarse en riesgos sanos

Hay muchas oportunidades sanas y baratas, como unirse a un equipo de algún deporte o presentarse a una audición. Trata de encontrar ideas en la biblioteca, la escuela, un club, las parroquias o asociaciones con fines comunitarios o altruistas.

Una vez que se decida por algo, puede que necesite ayuda para comenzar. Recuerda que sus habilidades de planeación y estrategia todavía no están desarrolladas, pero no te sobrepases. Darle mucha ayuda podría destruir su autoestima.

Que entienda las consecuencias de los riesgos negativos

Riesgos negativos como experimentar con drogas, sobrepasar el límite de velocidad, copiar en un examen, robar, conducir con copas o ir en un auto con un conductor borracho, usualmente tienen consecuencias negativas. Muchas veces, los adolescentes no resisten la tentación y creen que nada malo les va a pasar.

La importancia de hacer una diferencia

Cuando un adolescente invierte tiempo y energía en una causa en la que cree, llega a ver y sentir su impacto en el mundo. También adquiere práctica en planeación y preparación de proyectos, lo que le servirá en el futuro y le ayudará a fortalecer su carácter.

 Ayúdalo a enfocarse en sus propios intereses

La mayoría de los adolescentes están llenos de entusiasmo, pero cortos de ideas específicas. Reflexionar juntos puede ayudarlos a encontrar la actividad perfecta para ellos. Aquí hay algunas preguntas para comenzar:

Si tuvieras un año para cambiar el mundo, ¿qué harías? ¿Y si solo tuvieras una semana? ¿O un día?

Si pudieras regalar un millón de pesos, ¿a quién se lo darías y para qué?

¿Qué piensas que ayudaría a tener un mejor lugar para vivir?

Si tu hijo dice algo que viene de la nada como: “Quiero volar en un planeador alrededor del mundo para hacer reflexionar a la gente sobre la contaminación del aire”, no digas nada. Escribe la idea en un papel y continúa. Así es como funciona el proceso.

Mira lo que hacen otros adolescentes

Si tu sesión resulta inútil, consulta con escuelas, parroquias, clubes o asociaciones civiles. Puede haber docenas de opciones cerca de casa, como servir en comedores comunitarios, leer a ciegos, alfabetizar, enseñarle habilidades de computación a personas de la tercera edad, participar en alguna causa ecológica; o no tan cerca, como ayudar a construir casas para gente de escasos recursos.

Si ninguna de tus ideas lo inspira, hay miles de recursos en Internet para voluntarios adolescentes. Así que cuando él encuentre algo que le guste, ayúdale con preguntas como: “¿A quién vas a llamar para ofrecerte como voluntario?, ¿cuánto tiempo quieres aportar?, ¿cómo llegarás allí?,¿qué ropa, habilidades o herramientas necesitas?”.

Si tu hijo pierde el rumbo, no te metas inmediatamente para ayudarlo. Déjalo luchar un poco para encontrar una solución, ya que esto hará que su cerebro se fortalezca. Si se ha desalentado o pesa más la flojera en él, aliéntalo. Si aun así no recupera la motivación, probablemente tiene una buena razón. A lo mejor su vida ya está muy llena de actividades u obligaciones, y el voluntariado lo estresa más. Si es el caso, déjalo así. Él tiene muchos años por delante para dejar su huella en el mundo.

Mira lo que hacen otros adolescentes

Si tu sesión resulta inútil, consulta con escuelas, parroquias, clubes o asociaciones civiles. Puede haber docenas de opciones cerca de casa, como servir en comedores comunitarios, leer a ciegos, alfabetizar, enseñarle habilidades de computación a personas de la tercera edad, participar en alguna causa ecológica; o no tan cerca, como ayudar a construir casas para gente de escasos recursos.

Si ninguna de tus ideas lo inspira, hay miles de recursos en Internet para voluntarios adolescentes. Así que cuando él encuentre algo que le guste, ayúdale con preguntas como: “¿A quién vas a llamar para ofrecerte como voluntario?, ¿cuánto tiempo quieres aportar?, ¿cómo llegarás allí?,¿qué ropa, habilidades o herramientas necesitas?”.

Si tu hijo pierde el rumbo, no te metas inmediatamente para ayudarlo. Déjalo luchar un poco para encontrar una solución, ya que esto hará que su cerebro se fortalezca. Si se ha desalentado o pesa más la flojera en él, aliéntalo. Si aun así no recupera la motivación, probablemente tiene una buena razón. A lo mejor su vida ya está muy llena de actividades u obligaciones, y el voluntariado lo estresa más. Si es el caso, déjalo así. Él tiene muchos años por delante para dejar su huella en el mundo.

 

Lectura recomendada:

Cómo educar hijos sin adicciones.

María Elena Castro, Jorge Lanes, Mónica Margain. PAX.

ISBN:9786074382730

www.casadelibro.com.mx

 

Logros invisibles de México

0

El presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher, ha señalado a México como un caso de éxito del que podrían aprender muchos países, empezando por Estados Unidos.

Aseguró que es tiempo de ver que México no es solo crimen, migración ilegal y frustración económica. También es una especie de milagro de estabilidad y recuperación.

Fisher resaltó los siguientes puntos:

 

1.   México se recuperó con rapidez de la crisis de 2008. Su producto interno bruto creció 5.5% en 2010 y 3.9% en 2011, después de desplomarse 6.2% en 2009.

2.   La producción total volvió a su nivel previo a la crisis, después de 12 trimestres, un año antes que EU.

3.   La producción industrial de México sobrepasó su nivel anterior a la crisis al empezar 2011. La producción industrial de EU sigue 3.3% por debajo de su nivel de diciembre de 2007.

4.   El déficit público de México fue de 2.5% en 2011. El de EU, de 8.6%.

5.   La deuda de México se mantiene estable en 27% del PIB. La de EU es de 98% y sigue creciendo.

6.   El comercio exterior se ha disparado en México. En 1980 representaba 17% del PIB de México, hoy representa 61%. Y 80% de las exportaciones mexicanas ya no son petroleras, sino de bienes manufacturados.

7.   La declaración de autonomía del Banco de México en 1993 tuvo un efecto duradero sobre la política monetaria y sobre la inflación. Antes, el promedio de inflación anual en México era de 43%. Ahora es de 4.4%.

8.   México se ha vuelto creíble en los mercados financieros. Hoy puede emitir y vender bonos garantizados a 20 y 30 años, cuando en 1995 nadie le compraba nada a más de 27 días.

 

“Todo este acomodo virtuoso de las finanzas ha sucedido frente a nuestros ojos y en nuestros bolsillos durante estos años. Pero no lo queremos ver y no lo vemos. Fisher piensa que EU y Europa tienen mucho que aprender de México en estas materias, y que los mexicanos deben estar orgullosos de sus logros y ser motivo de inspiración para otros países”, aseguró en Mileno Héctor Aguilar Camín.