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Otoño o primavera en Guatemala

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Lo que ha pasado en las últimas semanas en Guatemala es, ni más ni menos, un proceso de reinvención del país y su forma de ver la política, las leyes y la actitud social. La solidez de una democracia joven, como la treintañera guatemalteca, se medirá por su capacidad para reinventarse y corregir los problemas. Por eso es que para cualquier político del resto del mundo, el caso de mi país no merece sino una calificación desastrosa; olvidan considerar que son logros y fracasos de un sistema político nuevo, que se inició en medio de un intenso conflicto armado en el contexto de la Guerra Fría, sin instituciones sólidas y con un deterioro severo en su tejido social.

Todas las democracias han pasado por crisis y han tenido que sobrellevar la pesada carga de hacer coincidir las expectativas con la realidad. Lo bueno es que de la mayoría de esas crisis han derivado las grandes soluciones institucionales, tal y como esperamos ocurra en Guatemala.

Todas las democracias han pasado por crisis y han tenido que sobrellevar la pesada carga de hacer coincidir las expectativas con la realidad

El gran detonante, la corrupción, carcome y destruye los cimientos de varias naciones en América Latina y el mundo. Los sobornos han destruido los Estados desde su interior, convirtiéndolos en entes vulnerables, incapaces de resguardar el bienestar social y cumplir con sus tareas básicas. Y ante esa realidad, ha emergido este movimiento cuyo líder no es nadie más que la indignación de miles de guatemaltecos, todos ellos cansados de la corrupción y la complaciente incapacidad del sistema para corregir ese y otros defectos.

Ese movimiento cívico ya cambió la historia del país y lo está haciendo con la participación de diferentes actores. Uno de ellos es la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, una suerte de fiscalía especial impulsada por la ONU y que ha denunciado con el Ministerio Público guatemalteco los tres grandes escándalos que encendieron la mecha de esta convulsión social. El otro gran protagonista de este cambio es una clase media urbana mayoritariamente integrada por la generación postconflicto armado, una generación sin miedo a participar y manifestarse, como sucedía en el pasado, cuando la represión era práctica común.

Los sobornos han destruido los Estados desde su interior

A contrapelo de sus antecesores, el presidente Otto Pérez ha admitido la presión popular como parte del proceso de fortalecimiento de la democracia, y a pesar del enorme desgaste, se empeña en conducir el barco a buen puerto. La única explicación es que este exmilitar, procurador de los acuerdos de paz convertido en político, tiene una férrea convicción de Estado. El presidente Pérez apuesta a la nueva nación que ha emergido y ha rehuido la tentación de organizar marchas de apoyo por parte de su partido, como hicieron Alfonso Portillo y Efraín Ríos Montt con turbas que sitiaron barrios enteros de la capital; o como las marchas que organizó el gobierno de Álvaro Colom para confrontar a quienes pedían su renuncia tras el asesinato del abogado Rodrigo Rosemberg.

A fuerza de presión social y una revolución bulliciosa y cívica, ha nacido un nuevo país. La sociedad ha enviado un mensaje alto y claro a una clase política que se prepara para elecciones en el mes de septiembre. Los políticos tendrán que reinventarse y trabajar muy rápido para producir las reformas necesarias, si quieren generar condiciones de gobernabilidad y paz social durante los siguientes años.

Le tocó a este Gobierno enfrentar el momento de detonación del descontento gestado en los últimos 30 años

La tolerancia de los ciudadanos se agotó; ellos esperan un gobernante cercano, efectivo, pragmático, que finalmente les dé no más populismo, sino servicios esenciales como la salud y la educación. Y si los ciudadanos esperan eso, los políticos deben entender que bajo las actuales circunstancias quien salga electo para encabezar el gobierno nacional deberá reforzar su capacidad de dialogar y encontrar consensos.

Por tanto cambio y tanta esperanza se habla de una primavera política guatemalteca y no de un otoño. Le tocó a este Gobierno enfrentar el momento de detonación del descontento popular gestado en los últimos 30 años de gobiernos fallidos, una situación que era inexorable y que al margen de ser vista hoy como el gran colapso del sistema, muchos lo vemos como el punto de partida de un nuevo país, lleno de oportunidades, lleno de esperanzas.

Julio Ligorría Carballido es embajador de Guatemala en Washington.

Nunca Dejes de Volar

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«Sal y deja el alma en la batalla; deja el corazón en cada persona que tratas, en cada cosa que haces y en cada instante que vives. Lucha por tus sueños cada día, sonríe, sueña, abraza, ama… No escuches las voces negativas, no dejes que te corten las alas y nunca dejes de volar.»

Llevar a la gente un poco de esperanza y contagiar su alegría y entusiasmo por la vida, es hoy el cometido principal de Salvador de Haro Inda, quien comparte su historia: “Una historia más con batallas diarias que enfrentar, haciendo a un lado los temores, porque cuando dejas de tener miedo todo se ve distinto y se disfruta cada momento”.

Salvador tiene treinta años. Hace uno y medio le detectaron cáncer terminal y su vida dio un giro completo. “Vivo agradecido por la bendición de esta enfermedad que me cambió la vida. ¡Pasé tanto tiempo sin valorar lo que es realmente importante!… como estar con alguien, salir a ver las estrellas…las únicas cosas que realmente podía llevarme conmigo. Tenía mucho por hacer y sólo contaba con tres meses.”

Tras cuatro cirugías, un año de quimioterapias, resistir dolores irresistibles y escuchar que no había ya nada que hacer; después de llorar, maldecir y buscar culpables: “Me di cuenta de que aún tenía brazos para seguir trabajando y corazón para seguir amando; que Dios tiene un plan para mí y para cada uno, y eso me da confianza, fuerza y valor, y quiero transmitirlo a los demás.”

Salvador constituyó la Fundación ‘Nunca dejes de volar’“para compartir las alas con quienes experimentan la desesperación, la soledad, la amargura y el temor de estar próximos al final; para decirles que disfruten el estar vivos y que no pierdan la esperanza. Se pueden aliviar muchos dolores, acompañar a muchos en su camino y suavizar algunas muertes.”

La fundación tiene como objetivo principal brindar esperanza, compañía y apoyo al ‘guerrero’ y a su familia en momentos complicados de ‘la batalla’, mediante acciones concretas:

  • Visitas a hospitales y casas de los ‘guerreros’ para llevarles el mensaje de esperanza y, por medio del testimonio de otros guerreros, infundirles fuerza para seguir luchando.
  • Entrega mensual de despensas con productos alimenticios y de uso personal, para que los ‘guerreros’ sólo se enfoquen en disfrutar a sus familiares y en luchar las grandes batallas.
  • Traslado de quienes no tienen los recursos para ir a sus tratamientos de quimioterapia.
  • Apoyo a ‘niños guerreros’ que por estar en tratamiento de quimioterapia no pueden asistir a sus clases, mediante la visita de una maestra particular en su casa para que sigan con su plan de estudios.
  • Entrega de un kit integrado por cobija, almohada, productos de higiene personal y todo lo necesario para que el familiar que acompaña al ‘guerrero’ en el hospital, tenga una estancia más confortable.
  • Conferencias que propician el acercamiento con la sociedad en general, al compartir la experiencia de la lucha contra el cáncer e invitar a participar en la causa.
  • Reuniones mensuales para la convivencia y el apoyo entre ‘guerreros’, a través de testimonios y actividades de ayuda mutua.

 

Todo esto se logra gracias a los donadores que quieren dar esperanza, alegría y vida, ‘compartiendo alas’.

Puedes encontrar algunos sueños realizados y muchas experiencias en el canal de Youtube «Salvador De Hato Inda Nunca dejes de volar.»

 

Medios de contacto y redes sociales:

Facebook: Fundación Nunca dejes de Volar

Correo electrónico:

Fundacionnuncadejesdevolar@gmail.com

Teléfono: 58719139

Saca un 10 en redes sociales

Estos 10 consejos prácticos te garantizarán una agradable experiencia en redes sociales y evitarás situaciones negativas que tengas que lamentar.

Si en este momento hicieras una autoevaluación de tu comportamiento en redes sociales, qué calificación obtendrías, considerando desde la manera en la que te expresas, tipo de comentarios, publicación de memes, fotografías y videos, hasta las medidas de seguridad que sigues.

Si has sido sincero y pasaste de panzazo o reprobaste, Blue Coat Systems te recomienda 10 consejos prácticos que te serán de gran utilidad cada vez que ingreses a las redes sociales de tu preferencia.

Fortalece tus accesos
Gente malintencionada puede robarte las contraseñas de tus redes sociales. Utiliza el doble factor de autenticación, también conocido como autenticación en dos pasos, que se basa en la combinación de tu contraseña habitual más un token que se puede obtener mediante una aplicación para teléfonos móviles o un mensaje SMS. Twitter, LinkedIn, Google, Facebook, entre otros, ya ofrecen esta función de manera gratuita.
¿Conoces a tus decenas de contactos?
Si en la vida real no estableces comunicación con desconocidos y no andas divulgando lo que haces o dejas de hacer con ellos, por qué sí hacerlo en redes sociales. Si pretendes ser muy popular en Facebook, por ejemplo, y aceptas a cualquier persona que te envíe una invitación, entonces deberás tener la precaución necesaria de lo que tienen que saber de ti, pero que no rebase la línea de tu privacidad. No olvides configurar la lista de contactos a fin de determinar quién podrá ver la información que subes.
Sé cuidadoso con la información que compartes
¿Te encanta publicar cada actividad que realizas en Facebook? Realmente crees que a tus contactos les interesa saber si estuviste en tal lugar o si sacaste a pasear a tu mascota. Tal vez a ellos no les importe, pero esta información puede ser utilizada por delincuentes para llevar a cabo actividades delictivas como secuestros, ya que les estás brindando descripciones exactas de dónde podrían encontrarte. Así que sé más cauteloso con la información que compartes; no por presunción pongas en riesgo tu integridad física.
No accedas a enlaces sospechosos
Uno de los medios más utilizados para direccionar a las víctimas a sitios maliciosos son los hipervínculos o enlaces. Sé precavido al hacer clic en vínculos que recibes de correos electrónicos, una ventana de chat o un mensaje en una red social.
Di NO al ciberbullying
Las redes sociales son un gran vehículo de comunicación, mas no deben ser aprovechadas para decir cosas hirientes o intimidar a alguien mediante publicaciones o mensajes. Ha habido casos en que las víctimas no soportan este tipo de acoso, lo que las ha orillado al suicidio. Evita publicar fotos o videos desagradables de terceras personas. Simplemente respeta a los demás.
Duda de la veracidad de noticias amarillistas
No accedas a noticias que parezcan difíciles de creer, no des clic. Si tienes curiosidad de la misma, mejor revisa sitios de noticias conocidos.
Tu webcam puede ser controlada vía remota
Debes estar atento si se llega a encender de manera inesperada la luz de tu webcam, porque podría implicar un acceso no autorizado, que esté siendo controlada en forma remota por un atacante o por un extorsionista. De preferencia, si no la utilizas, desconéctala.
Ten cuidado con videos falsos
Los ciberdelincuentes hacen uso de videos falsos con un alto grado de ingeniería social, con el objetivo de robar credenciales de usuarios en Facebook. Así que resiste la tentación de verlos, porque de hacer clic estarías dando acceso a los hackers.
Evita conexiones inalámbricas abiertas
Si usas una red Wi-Fi abierta en un espacio público, especialmente hoteles y cafés, la conexión es frecuentemente libre e insegura. Los hackers ejecutan un ataque denominado Man-In-The-Middle, con el objetivo de robarte información o ejecutar
Protege tu computadora o dispositivos móviles
No olvides instalar en tu equipo de cómputo una solución de seguridad que sea capaz de detectar las amenazas más avanzadas. Esto te evitará muchos dolores de cabeza.

Contacto:

Correo: daniel.casados@bluecoat.com

Twitter: @BlueCoat

Fuente: http://www.forbes.com.mx/saca-un-10-en-redes-sociales/

LO QUE LLEGAMOS A CREER

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ME PREGUNTO…

¿SERÁ QUE SOMOS TAN ABSURDOS?

Me cuenta un amigo de una creencia que tienen en Corea que me primero me hizo reír, después reflexionar… ellos creen que si duermes con un ventilador prendido y las ventanas del cuarto cerradas, amanecerás muerto. Es tan arraigada esta creencia que las cajas de los ventiladores que se venden en Corea deben tener una leyenda que advierta que no deben usarse con las ventanas del cuarto cerradas.

La hermana de mi amigo dio clases en una escuela de Corea y le explicaron que debía enseñar esta lección con especial énfasis. Al principio ella se opuso, Esto es una superstición ridícula y no tengo por qué seguirla enseñando a los niños. No es superstición, le respondieron, hay incluso pruebas científicas de que esto es cierto. Ella argumentó haber dormido cientos de veces con el ventilador prendido y la ventana cerrada… Ah, claro, le respondieron, pero los coreanos somos diferentes y a nosotros sí nos mata.

¿A dónde empezó esta creencia? ¿Cómo es posible que algo tan ridículo esté tan enraizado que incluso digan que hay pruebas científicas de que es cierto (por supuesto que por más que investigué no he encontrado estas pruebas) pero la llamada “muerte por ventilador” aparece incluso en Wikipedia. Se dice que empezó desde los años 20, cuando aparecieron los primeros aparatos, pero no se sabe por qué surgió.

Me pregunto en qué momento los seres humanos convertimos en superstición, en costumbre, incluso en religión situaciones que vistas desde un punto de vista critico resultan completamente absurdas. Y, sin embargo, regimos en torno a ellas  nuestras vidas, nuestras relaciones, todo lo que hacemos, lo que comemos, la forma en la que amamos, ponemos en manos de esta “verdad” incluso nuestra felicidad.

No cruzar debajo de una escalera, no pasar la sal de mano en mano, no decir el nombre de un bebe que no ha nacido. Entregar a ideas que no tienen lógica ni sustento nuestra vida. En qué nos basamos para decir que algo es verdadero cuando no hay forma de comprobarlo, cuando los antecedentes en los que se basa son brumosos… cuando, además, son sólo ciertos para nosotros y todos los demás, los que están afuera de nuestro pequeño circulo de creencias, lo ven como absurdo.

Si a un coreano lo forzaran a dormir con el ventilador prendido y la ventana cerrada, estoy segura que no podría conciliar el sueño… y esa sería la razón por la cual su vida estaría a salvo. Siempre tenemos la forma de justificar una superstición que no se cumple (y, en realidad, nunca se cumplen)… Nunca he visto que alguien muera porque pase un gato negro enfrente, nunca he escuchado que alguien tuvo siete años de mala suerte por haber roto un espejo, tampoco recuerdo haber escuchado que alguien murió por haber dejado abiertas unas tijeras. Pensemos en todas las supersticiones que rigen nuestras vidas… costumbres que nos han transmitido como verdades, como obligaciones, como hechos “científicos” y que nosotros, sin siquiera usar al menos un poco de la inteligencia que tenemos, sin cuestionar nada, sin tratar de pedir una explicación, lo seguimos, como robots programados para hacer lo mismo año tras año, generación tras generación, siglo tras siglo.

Me pregunto como empezó la locura del ventilador… pero lo que en realidad me pregunto es como empezó toda la locura de los seres humanos al poner nuestras vidas en manos de lo absurdo.

Fuente: http://tamaratrottner.wix.com/entre-lunas-llenas#!LO-QUE-LLEGAMOS-A-CREER/c1q8z/55d8b40d0cf22dbd375aba52

KINTSUGI, La belleza de la imperfección

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Cuando los japoneses reparan piezas de cerámica rotas, enaltecen la zona dañada rellenándola con oro. De esta manera, los objetos que podían haber acabado en la basura renacen con más belleza. Eso es una gran ironía en esta época del “usar y tirar”.

El kintsugi o Kintsukuroi es una antigua técnica japonesa para reparar objetos de cerámica con la resina del árbol de la laca y polvo de oro. Lejos de intentar ocultar los bordes y grietas rotos como si fueran defectos, estos se destacan, acentúan y celebran, ya que se han convertido en la parte más fuerte de la pieza. La vasija es más bella de este modo, rota y reparada.

Esta técnica, que comenzó a practicarse en Japón a finales del siglo XV, añade un nuevo nivel de complejidad estética a las piezas reparadas y las convierte en verdaderas obras de arte, logrando que sean aun más valoradas que las que nunca se han roto.

Muchas ideas pueden tomarse de ese gesto simple. En primer lugar, que la fragilidad y la imperfección no son motivo de vergüenza. No hay razón para ocultarlas. Llevemos esta imagen al terreno de lo humano, al mundo del contacto con los seres que amamos y que, a veces, lastimamos. ¡Cuán importante resulta el enmendar! Cuánto, también, el entender que los vínculos dañados pueden repararse, fortalecerse y enaltecerse con los hilos dorados del amor.

No hay una sola familia ni relación humana en la que nunca se den situaciones que lastiman sus vínculos. Para reparar el daño es preciso aceptar, tomar conciencia, hacerse cargo, usar la palabra para entenderse y cambiar lo que haya que cambiar. En este caso, los hilos de oro se forman con cariño, humildad, paciencia, constancia y perdón. Para eso hace falta tomar una postura activa: la acción, el impulso reparador; porque reparar es una acción.

A pesar de que uno de los más grandes ideales de la tradición occidental es la búsqueda de la perfección y de la eternidad, nuestra cotidianidad gira en torno a lo contrario: Lo incompleto, lo desgastado, lo roto y lo inacabado suelen causarnos vergüenza, desprecio, nostalgia y tristeza.

Los occidentales podemos aprender algo muy simple de la cultura japonesa milenaria: No ocultar ni desechar la fragilidad y la imperfección, sino por el contrario, esforzarnos para reparar, enaltecer y enriquecer lo dañado, al añadirle algo tan valioso que aumente su belleza y resistencia en el caso de los objetos materiales, así como su virtud y resiliencia —capacidad de recuperarse—  en el caso de los seres humanos.

Los japoneses creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso. Con las almas pasa lo mismo.

Además de la técnica del kintsugi, en la cultura japonesa encontramos corrientes estéticas como el wabi-sabi (que produce ambientes caracterizados por su simpleza rústica al combinar el minimalismo con la calidez de los objetos provenientes de la naturaleza), y el mono no aware (la compasión por las cosas, la piedad que sentimos cuando escuchamos o vemos cualquier acontecimiento, por simple que parezca, como ver un pájaro que ha caído de la rama y yace muerto en la tierra). Estas expresiones puramente estéticas del arte japonés celebran la estética de la imperfección y de la impermanencia. La fugacidad, lo incompleto y el desgaste son centrales en ese modo de concebir la belleza. Los espacios, objetos y textos creados a partir de estas ideas tienen un factor emotivo muy fuerte.

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Niños, jóvenes y adultos mayores, ¡Qué buena combinación!

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El aislamiento social y la soledad incrementan el índice de mortalidad, de modo que estas iniciativas son una forma excelente de dar a los adultos mayores lo que su corazón y su mente necesitan.

La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años…, pero la esencia no cambia. El espíritu, la experiencia y la sabiduría son un tesoro que en las antiguas civilizaciones eran motivo de honor y de respeto.

No obstante, la cultura del descarte que hoy vivimos, en la que se idolatra lo nuevo, tanto en lo que se refiere a las cosas como a las personas, nos ha llevado a olvidar a los ancianos en un rincón, a dedicarles poco tiempo y a prestar nula atención a la riqueza que pueden compartir con las nuevas generaciones.

Su mera presencia en la familia y en la sociedad puede ayudarnos a desarrollar virtudes como la generosidad, la caridad, la humildad, la actitud de servicio y la renuncia, el sacrificio y la fortaleza de carácter; virtudes que son indispensables para alcanzar la verdadera felicidad.

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El cariño y la compañía de los niños y de los jóvenes son una fuente de vida y alegría para las personas mayores. Es triste el abandono y la soledad que viven muchos en las residencias, pero sentirse un estorbo en casa de sus hijos tampoco es muy agradable.

Existe un lugar donde los adultos retirados y los niños conviven y se hacen la vida más alegre mutuamente. Los mayores resultan excelentes educadores y son una fuente de sincero afecto para los niños, mientras que éstos les dan un nuevo sentido y alegría a su vida.

Esto se logró cuando alguien tuvo la brillante idea de integrar un kínder a una residencia de adultos mayores en Seattle, llamada Providence Mount St. Vincent. Ojalá que este experimento se replique a gran escala, pues sin duda haría al mundo un mejor lugar para vivir.

Otra excelente idea fue abrir las puertas de una residencia de adultos mayores a los estudiantes universitarios que necesitan un lugar para vivir ¡gratis!, a cambio de que éstos dediquen al menos treinta horas al mes a sus vecinos mayores. Eso implica compartir actividades como ver deportes en la TV, celebrar cumpleaños, acompañarlos cuando están enfermos, conversar, leerles un libro; en fin, pasar tiempo con ellos.

100 COSAS QUE HACER EN LA CIUDAD DE MÉXICO

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Aprovecha esta temporada y anímate a realizar cualquiera de estas actividades culturales y recreativas -probadas por nuestros expertos- para (re)enamorarte del Distrito Federal.

1. Recorre el Centro Histórico. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conserva joyas arquitectónicas, como el Palacio de Bellas Artes y el Palacio de Correos. Aquí encontrarás museos, tiendas (para comprar de todo), restaurantes, cantinas y magníficos edificios coloniales. Camina por el andador peatonal Madero, lleno de gente, artistas callejeros e interesantes rincones.

2. Admira la Catedral Metropolitana. Se trata de la catedral más grande de América. Fue comenzada a construir en 1573 y terminada en 1813, por lo que posee varios estilos arquitectónicos. Destaca su retablo y la cúpula, elaborada por Manuel Tolsá. A un costado está el Sagrario Metropolitano que, para algunos expertos, contiene la fachada churrigueresca mejor lograda de Iberoamérica.

3. Observa los murales de Palacio Nacional. Este edificio conserva bellos murales de Diego Rivera que relatan la historia de México. Aquí tampoco dejes de admirar el balcón donde, cada año, el presidente da el “Grito” haciendo sonar la misma campaña con la que el cura Miguel Hidalgo llamó al movimiento armado.

5. Come en la terraza del Gran Hotel de la Ciudad de México. Ubicado en uno de los edificios más hermosos del Centro Histórico (donde sobresale la decoración Art Nouveau, el elevador abierto de herrería y los techos de vitrales), este restaurante ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Contemplar ahí el atardecer no tiene precio. Te recomendamos pedir el menú de degustación.

5. Entra al Templo Mayor y visita el Museo de Sitio. En este espacio descubrirás miles de piezas prehispánicas halladas durante más de 36 años de excavación en las ruinas de lo que fuera el edificio más grande e importante de México-Tenochtilan, y su recinto sagrado. Entre los monumentos que no puedes dejar de admirar destacan el monolito de Coyolxauhqui y el imponente relieve de Tlaltecuhtli.

Foto: Zona Arqueológica del Templo Mayor y Museo de Sitio, Ciudad de México / MD

6. Busca las ventanas arqueológicas en el Centro (existen más de 170). Éstas te permitirán “asomarte” a tiempos del México antiguo y Colonial mediante la protección y señalización (con vidrios templados y barandales) de viejas construcciones que nos recuerdan otros rostros que tuvo la capital en diferentes momentos de la historia. Te recomendamos descubrir las que están en el atrio de la Catedral Metropolitana, el Palacio del Arzobispado en la calle de Moneda y el Centro Cultural España (en República de Guatemala o Donceles).

7. Encuentra joyas literarias en las librerías de “viejo” en Donceles. Si te gustan los libros antiguos no te puedes perder estas tiendas del Centro Histórico, que son una tradición desde tiempos de la Colonia (aunque, inicialmente, tenían otra ubicación). Es el lugar favorito de los coleccionistas y de los curiosos que buscan títulos -de segunda mano- poco comunes y sobre cualquier tema.

8. Camina por el Paseo de la Reforma y súbete a la columna del Ángel de la Independencia. El Paseo de la Reforma es la avenida más elegante de la ciudad: en ella hay tiendas, museos, parques y algunos de los monumentos más emblemáticos del país, como “el Ángel”. La columna, de 52 metros, fue inaugurada en 1910 y actualmente es posible subir por su interior hasta los pies de la Victoria Alada. Desde ahí se obtienen magníficas panorámicas de la urbe.

9. Conoce el Museo Nacional de Antropología. Construido por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, evocando rasgos de la arquitectura de la época prehispánica, este recinto es considerado por los especialistas como el más importante de América Latina y uno de los veinte más influyentes a nivel mundial. Entre los tesoros están: el monolito de Tláloc, que da la bienvenida al visitante desde el Paseo de la Reforma, la Tumba del rey Pacal, y la impresionante Piedra del Sol, el monumento arqueológico más importante de México descubierto el 17 de diciembre de 1790.

10. Visita el Bosque de Chapultepec. Este hermoso parque tiene espacios para correr, andar en bicicleta y caminar. En la Primera Sección se descubren los Baños de Moctezuma,“El Sargento”, la fuente de Nezahualcóyotl, monumentos a los Niños Héroes y una zona arqueológica. Puedes conocer estos parajes a pie o bien, a bordo de un tranvía ecológico. Además, está el zoológico con más de 1,400 especies y el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec que alberga colecciones de arte y objetos de la época de la Independencia hasta el siglo XX (¡en el único castillo de México!).

11. Come en la zona de Polanco. Polanco es una de las colonias más cosmopolitas de la capital. Aquí hay boutiques, restaurantes, bares, parques y cafés. Uno de los lugares de mayor tradición es la conocida como “zona de Polanco”, entre el Parque Lincoln y Avenida Presidente Masarik. Aquí hay restaurantes de todo tipo de comida con agradables terrazas. Te recomendamos el Dulce Patria ($$$$), considerado como uno de los mejores de alta cocina mexicana.

12. Pasea con tu perro por el Parque México, en la Condesa. ¿Tu mascota es tu mejor amigo? Una buena opción es irse juntos una mañana a este parque, un paraíso para los perros. Además de toparse con numerosos canes paseando y gente haciendo ejercicio, es el mejor lugar para convivir con otros amantes de los animales. En los alrededores hay varios cafés para descansar.

13. Ve una carrera de caballos en el Hipódromo. En el Hipódromo de las Américas (entrada por Avenida Conscripto o Ingenieros Militares, a un costado de Periférico) podrás ver carreras de cuartos de milla y purasangres. Es un sitio muy entretenido pues a la par de ver a estos equinos correr velozmente, puedes hacer apuestas, comer y tomar unas copas. (Antes de ir, revisa las temporadas de carreras).

14. Entra al Mercado de Artesanías y Platería de la Zona Rosa. Este Barrio Mágico (a espaldas de Paseo de la Reforma) es conocido por su vida comercial y ambiente gay. Aquí también destaca el Mercado de Artesanías y Platería, fundado en 1955 y que ofrece piezas provenientes de todo el país. Podrás comprar sarapes, sombreros de charro, hamacas, esculturas de obsidiana, vajilla de talavera, vestimentas típicas, artículos de piel, entre otras curiosidades. El mercado abre de 9:30 a.m. a 7:30 p.m. de lunes a sábados, y de 10:00 a.m. a 4:00 p.m. los domingos.

15. Toma un café o un chocolate caliente en Café El Jarocho, en Coyoacán. Es toda una tradición en este Barrio Mágico del sur de la Ciudad de México desde 1953. Hay varias sucursales (como la de Avenida México). Acompaña tu bebida con un churro relleno de chocolate, mermelada, cajeta o Lechera que podrás comprar en los puestos cercanos a la plaza principal.

16. Conoce la Casa Azul, en Coyoacán. Si te gustan las obras de Frida Kahlo no puedes perderte este interesante museo, alojado en lo que fuera casa de la pintora y, durante unos años, también de Diego Rivera. Además de algunas de sus pinturas podrás ver cartas de amor, piezas prehispánicas y objetos personales como sus vestidos, el corsé y el espejo que utilizó para pintar después del accidente con el autobús.

Foto: Casa Azul, Coyoacán, Ciudad de México / MD

17. Asiste a la lucha libre. En la Arena México podrás ver divertidas luchas entre enmascarados. Es ideal para ir con tus amigos o familia; el ambiente es muy agradable y resulta hasta desestresante apoyar (a gritos) a tu favorito. Toma nota: hay un Turibús que después de pasearte por la ciudad te lleva a un espectáculo en la Arena.

18. Ve una película en el Autocinema Coyote. Revive los años 50´s yendo al cine en tu auto. En este espacio, localizado en Santa Fe, Cuajimalpa, se ofrecen funciones semanales de películas clásicas. Es una excelente opción para ir en una cita con tu pareja (actual o futura). El autocinema cuenta con servicio de alimentos y bebidas ¡hasta tu asiento!

19. Come tacos al pastor. El mejor representante de la cocina chilanga. Estos tacos de carne de cerdo adobada son sencillamente deliciosos; se acompañan de piña, cilantro, cebolla y salsa verde o roja. En cualquier taquería de cualquier lugar los encontrarás. Recomendamos los de El Tizoncito, El Califa, Villamelón y El Borrego Viudo.

20. Diviértete en Six Flags. Inspirado en los personajes de Looney Tunes y superhéroes como Batman y Superman, ofrece atracciones para todas las edades. Los fanáticos de la adrenalina deben subirse al Superman, a la Medusa, al Batman the Ride y al Kilauea. Además, en este lugar localizado al sur del DF hay juegos de destreza, espectáculos, restaurantes, tiendas de souvenirs y puestos de antojitos.

21. Lleva a tus hijos/sobrinos/primos al Papalote Museo del Niño. En la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, cerca de La Feria, está este museo interactivo ideal para los más pequeños. Aquí aprenderán jugando, podrán simular trabajar en los medios, subirse al Árbol Ramón y conocer temas relacionados con la naturaleza y el medio ambiente. Asimismo, aquí se encuentra la Megapantalla Imax donde es posible ver películas y documentales en un formato gigante y sorprendente.

22. Canta con mariachis en la Plaza Garibaldi. ¿Te encanta la música del mariachi? Entonces no puedes dejar de ir a este Barrio Mágico, cercano al Centro Histórico. En la plaza constantemente se presentan agrupaciones que te harán cantar “las rancheras”, y en los alrededores hay buenos bares para seguir la fiesta.

23. Conoce la Casa-Estudio Luis Barragán. Este espacio arquitectónico de la segunda mitad del siglo XX, ubicado en Tacubaya, es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su exterior es muy sencillo; sin embargo, los acabados de su interior son extraordinarios: fíjate bien en las escaleras, el vestíbulo y la terraza. Te recomendamos revisar los horarios, pues no siempre está abierta.

24. Ve a los mercados de San Ángel. Este Barrio Mágico, al sur de la capital, tiene mercados muy “nice” para comprar artesanías y comer rico. Uno es el Bazaar Sábado, que se coloca en la Plaza de San Jacinto desde 1960; aquí podrás adquirir productos típicos de calidad. Recientemente, se inauguró el Mercado del Carmen dentro de una casona, donde hay puestos que venden alimentos como jugos detox, galletas veganas, chocolates y helados artesanales.

25. Observa las momias del Museo del Carmen. En el Museo del Carmen, en San Ángel, se muestra la vida de los monjes carmelitas que habitaron el Convento. Además de arte religioso, muebles y documentos, vale la pena admirar los 12 cadáveres momificados de personajes no identificados expuestos en cajas de madera forradas de terciopelo, ¡y que tienen una antigüedad de más de 300 años!

26. Conoce la Casa-Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Otro lugar de interés en San Ángel es este museo que fuera la primera casa funcionalista de América Latina, creada por el arquitecto Juan O’Gorman. En este singular recinto podrás ver los talleres y habitaciones de los pintores, así como la colección de arte popular donde sobresalen los enormes “Judas”. Después de tu visita te recomendamos comer en el restaurante San Ángel Inn.

27. Asiste a una obra de teatro. En la capital hay cientos de teatros, públicos y privados, para todas las edades. Musicales, adaptaciones, teatro clásico, obras infantiles…. ¡la oferta es interminable! Revisa la cartelera (y páginas como Más Teatro) para elegir la que más te guste. Uno de los recintos que debes conocer es elTeatro Insurgentes, pues su fachada decorada con mosaicos por Diego Rivera vale por sí sola la visita.

28. Presencia el espectáculo de luz y sonido en el Polyforum Siqueiros.Este recinto, ubicado a espaldas del World Trade Center, es el mural más extenso del mundo, pues toda su estructura está decorada por la obra de David Alfaro Siqueiros. El espectáculo consiste de escuchar de la propia voz del maestro la descripción del mural «La Marcha de la Humanidad», mientras gira la plataforma del Foro Universal. Hay funciones los sábados y domingos a las 12:00 p.m. y 2:00 p.m.

29. Súbete a una trajinera en Xochimilco. Considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Xochimilco es un lugar único en el mundo: aquí podrás pasear en una embarcación por canales como harían los mexicas. Es perfecto para ir con amigos (lleva tus bebidas, botanas y música). No dejes de ir a la Isla de las Muñecas (¡está de miedo!) y de comprar flores y plantas.

Foto: Xochimilco, Ciudad de México / MD

30. Pasa una tarde en el Vivero de Coyoacán. Al sur de la capital está este parque nacional dedicado a la conservación de plantas y la reforestación. Además de tener un rato agradable, aquí donan árboles de varias especies por si estás buscando plantar uno en tu jardín, camellón o calle.

31. Visita el Museo Dolores Olmedo. En este bello recinto de Xochimilco (que fuera residencia de la coleccionista y promotora del arte) podrás admirar obras de Diego Rivera, Frida Kahlo y Angelina Beloff. También es sumamente interesante el inmueble que conserva objetos personales, pinturas, fotografías y muebles de Olmedo. En sus amplios jardines hay pavorreales y xoloitzcuintles.

32. Pasea por la Colonia Roma y admira su arquitectura afrancesada.Esta hermosa colonia destaca por la elegancia de sus construcciones, sus restaurantes, sus plazas y bares. Aquí puedes ver desde una réplica de la Fuente de Cibeles hasta una del David de Miguel Ángel, en la Plaza de Río de Janeiro. En esta zona hay muy buen ambiente nocturno y opciones gastronómicas para todos los gustos, incluyendo el original Mercado Roma.

33. Compra pulseras, carteras y bufandas en el mercado de Coyoacán. Si eres de los que les encanta “chararear”, éste es un punto obligado para ti. En el mercado, que ya cuenta con su propio espacio bajo techo, puedes encontrar de todo, desde accesorios hasta artículos decorativos. Una vez terminada tu compra, deléitate con los antojitos que se venden junto a la plaza (hot cakes, esquites, elotes, churros, dulces mexicanos), o si buscas un lugar elegante para cenar te recomendamos Los Danzantes, donde el protagonista es el mezcal.

34. Realiza caminatas por el Parque de los Dinamos. Podría parecer increíble que en pleno DF exista un enorme espacio natural (de más de 2,429 hectáreas), acompañado por un río vivo. Este parque, ubicado en Santa María Magdalena Atlític, posee senderos para caminar, pasear con tu mascota o montar a caballo, áreas para hacer picnics y comederos con antojitos como quesadillas y truchas.

35. Conoce el Parque Nacional Desierto de los Leones. En Cuajimalpa está esta sorprendente área natural (de 1,866 hectáreas) que también alberga un espléndido convento del siglo XVII. Puedes visitar el complejo, correr, caminar y comer antojitos.

36. Escala en paredes artificiales. ¿Amante del deporte de escalada? Ya no tienes que dejar el DF para realizar esta actividad vertical. Hay paredes en lugares como la colonia Nueva Santa María, Santa María Ticomán, Atizapán y Tlalpan.

37. Visita el Museo Soumaya. El nuevo Museo Soumaya Plaza Carso, a espaldas de Polanco, cuenta con más de 6,200 obras de distintas épocas y países. Este recinto posee un sorprendente y moderno exterior, diseñado por el arquitecto Fernando Romero. De la colección destaca el acervo de esculturas de Auguste Rodin, el más grande del mundo después del de Francia.

38. Entra a una exposición en el Museo Tamayo. Este recién remodelado museo se ubica en el Bosque de Chapultepec, muy cerca del Museo Nacional de Antropología. Está dedicado a exhibir obras de arte contemporáneo internacional, pero destacando la colección de su fundador.

39. Corre por el Bosque de Tlalpan. Se trata de uno de los lugares más populares entre los corredores y deportistas que viven al sur de la gran capital. Al noreste colinda con el Ajusco, ofreciendo una experiencia natural única, y cuenta con numerosos circuitos a campo traviesa o pavimento. También hay restaurantes, áreas infantiles, quioscos, viveros y un pequeño zoológico.

40. Conoce la zona arqueológica de Cuicuilco. En este espacio podrás explorar los restos de un antiguo templo prehispánico (de forma circular) levantado hace más de 2 mil años por una cultura que abandonó la región tras la intempestiva erupción del volcán Xitle que llenó de rocas la zona residencial conocida actualmente como El Pedregal.

Foto: Zona arqueológica de Cuicuilco / MD

41. Visita Ciudad Universitaria. Declarado (una parte) Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este Campus de la UNAM al sur de la ciudad conforma un espacio único. Sobresale el hermoso edificio de Rectoría y de la Biblioteca, el Planetario, la Sala Nezahualcóyotl y, claramente, el Estadio Olímpico Universitario, hogar de los Pumas y decorado por Diego Rivera.

42. Entra a una exposición en el MUAC. El Museo Universitario de Arte Contemporáneo, se ubica en el Centro Cultural Universitario, dentro de CU. Las instalaciones son muy modernas (no dejes de visitar la biblioteca) y hay exposiciones interesantes.

43. Descansa en algún spa. Las opciones son numerosas: el Spa Marquis del Marquis Reforma, el Spa Alameda del Hilton sobre Avenida Juárez, el Away Spa en el Hotel W de Polanco, el Heavenly Spa, en el Westin de Santa Fe y el Remede Spa del Hotel St. Regis. Todos con excelentes tratamientos para cara y cuerpo.

44. Sube al mirador de la Torre Latinoamericana. Por muchos años, este edificio construido en 1956 fue el más alto de la capital (188 metros, incluyendo la aguja). Hoy es un icono de la arquitectura moderna mexicana y tiene seis pisos abiertos al público para tener las mejores vistas de la “Ciudad de los Palacios” (el mejor, claramente, es el de la terraza en el piso 44).

45. Conoce la colección del Museo del Estanquillo. En 2006 Carlos Monsiváis fundó este museo, localizado en la calle de Madero en el Centro Histórico, con la intención de compartir con el público su colección de más de 20,000 piezas que incluye fotografías, documentos, miniaturas y maquetas. No te pierdas la terraza que además de brindar una espléndida panorámica es escenario de foros, talleres y espectáculos.

46. Entra al Museo Nacional de la Revolución. Dentro del Monumento a la Revolución, en la colonia Tabacalera, se halla este recién remodelado museo que ofrece una vista amplia del movimiento armado iniciado en 1910. El mirador y la belleza del recinto -que, irónicamente, fue mandado construir por Porfirio Díaz- valen por sí solos la pena; sin embargo, el acervo que incluye fotografías e indumentarias también es muy interesante.

47. Visita la exposición permanente del MUNAL. El Museo Nacional de Arte está en una zona privilegiada de la calle de Tacuba, justo enfrente del Palacio de Minería y custodiado por la bella escultura ecuestre “El Caballito” de Manuel Tolsá. El museo está alojado en lo que fuera el antiguo Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas y tiene una colección permanente de arte mexicano entre el siglo XVI y 1954.

48. Ve a La Villa. Sin importar tus creencias religiosas, tienes que conocer el segundo santuario de mayor peregrinaje mariano del mundo. En la moderna Basílica de Guadalupe, obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, está la venerada imagen de la Virgen de Guadalupe. Visita la Capilla del Cerrito donde, según la tradición, ocurrió el milagro de las rosas y la Capilla del Pocito, y no dejes de comer las famosas gorditas de nata.

49. Pasea por la Alameda. Es el parque más famoso de la capital, ubicado sobre Avenida Juárez e Hidalgo. Recientemente fue remodelado y hoy tiene fuentes saltarinas y agradables bancas. Es un buen lugar para caminar con tu pareja; tómate una foto en el Hemiciclo a Juárez y con la estatua ecuestre de Francisco I. Madero.

50. Toma un café en el Corredor Cultural Regina, en el Centro Histórico. Hace unos años se rehabilitó este corredor y hoy es perfecto para pasar una tarde con amigos. En esta calle hay tiendas, bares, cafés y restaurantes. Recomendamos la mezcalería Al Andar, la Hostería La Bota, donde hay arte y buenos tragos, Los Canallas, Dzib y Casa Vecina. Aprovecha la visita para conocer el Claustro de Sor Juana, donde yacen los restos de la poetisa.

51. Conoce la Rotonda de las Personas Ilustres. Dentro del Panteón Civil de Dolores está este espacio con tumbas y mausoleos (increíbles) de hombres y mujeres mexicanos de renombre. Aquí yacen los restos de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Salvador Díaz Mirón, Gerardo Murillo, Amado Nervo, José Clemente Orozco, Agustín Lara, entre otros escritores, pintores, músicos y políticos.

52. Admira el quiosco morisco de Santa María La Ribera. El símbolo de Santa María La Ribera, una de las colonias más antiguas de la capital fuera del centro, es este hermoso quiosco de inspiración árabe. Fue mandado a construir para la Feria Universal de 1884 y antes estaba sobre Avenida Juárez. Admira a detalle sus arcos y techos; y, en fines de semana, disfruta de los shows de payasos, conciertos y más espectáculos que ahí se llevan a cabo.

53. Compra frutas, especias y verduras en el Mercado de La Merced. En este enorme mercado, al oriente del Centro Histórico, podrás comprar alimentos de calidad, en especial frutas y verduras, así como especias como epazote y chiles. Además, hay artículos para el hogar, «remedios» herbales y antojitos como quesadillas y tostadas.

54. Visita el Museo del Juguete Antiguo. En la Colonia Doctores está este espacio donde podrás admirar un acervo de más de 40 mil juguetes de distintas épocas. Destacan su recientemente inaugurada Sala de la Lucha Libre Mexicana y las caricaturas de Cantinflas. Otro tip: date una vuelta por su tienda que vende muñecos y figuras de colección. ¡Encantará a los nostálgicos!

55. Ve de shopping al Centro Comercial Santa Fe. La Ciudad de México cuenta con una vasta oferta de centros comerciales; y éste, ubicado en Cuajimalpa, es el más grande de América Latina. Hay tiendas para todos los gustos y edades, incluyendo las marcas recién llegadas al país como American Eagle, H&M, GAP, Express y Aeropostale. La nueva sección cuenta con una oferta de restaurantes de calidad.

56. Haz el tour del Estadio Azteca. El Estadio Azteca es uno de los estadios con mayor historia a nivel mundial y uno de los más grandes del orbe. Sin importar a qué equipo le vayas (o que realmente odies al América) el recorrido vale la pena. Podrás ver la zona de placas de los eventos más importantes, caminar por el túnel Maratón, meterte a la cancha para sentirte como un verdadero futbolista y adentrarte en los vestidores.

57. Conoce el Museo del Anahuacalli. Este espacio museístico, enclavado en Coyoacán, fue diseñado por el muralista Diego Rivera con asesoría del reconocido arquitecto Frank Lloyd Wright. Su construcción es singular: está inspirada en templos prehispánicos y se utilizó la misma piedra volcánica sobre la que está levantado. El museo conserva piezas de arte precolombino (originales y réplicas), coleccionadas por el pintor.

58. Baila en el Patrick Miller. El mejor plan para un viernes en la noche. Por más de dos décadas, este lugar ha sido el favorito de los capitalinos para bailar. Aquí se reúnen fresas, hipsters, bailarines profesionales, taxistas, cantantes… ¡de todo! Los viernes hay competencia de baile (asómate a copiar algunos pasos). Otro punto que resalta es su decoración con paredes neón y que sólo se vende agua y cerveza.

59. Ve una película en la Cineteca Nacional. En la Avenida México Coyoacán está este espacio que se encarga de promover y preservar la cultura cinematográfica de nuestro país y el mundo. En 10 salas se exhiben películas, sobre todo artísticas y de corte documental. Revisa la cartelera para conocer las funciones.

60. Come un helado o una nieve en Roxy, en la Condesa. Ambientada como una típica fuente de sodas de los años 40 (puesto que nació como tal en 1946), esta nevería es toda una tradición en la Condesa. Además de que es un “must” para los capitalinos por la historia del lugar, también lo es por sus productos elaborados con crema, leche y azúcar, como los de antaño.

61. Compra artesanías en La Ciudadela. Si te gusta el arte popular mexicano, este sitio es uno de los mejores para adquirirlo desde las Olimpiadas de 1968. Está en la Plaza La Ciudadela, cerca del Centro Histórico, y exhibe piezas de todo el país, desde textiles y hamacas hasta esculturas, muebles y joyería, por lo que es muy visitado entre turistas nacionales y extranjeros.

62. Ve un espectáculo en el Teatro de la Ciudad. El Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris, está alojado en un hermoso edificio en la calle de Donceles, en el Centro Histórico. Este recinto es famoso por ser el foro nacional e internacional por excelencia de las artes escénicas del país. Entre el tipo de espectáculos que podrás presenciar están danza, teatro, ópera, zarzuela, cine, opereta y montajes de gran formato.

63. Come chicharrones preparados, esquites, una guajolota y tacos de canasta. Son delicias chilangas que tienes que probar. Los chicharrones se preparan con salsa picante, cebolla, cilantro, crema y hasta cueritos. Los esquites son elotes desgranados con mayonesa, epazote, crema, queso y chile. Una guajolota es una torta de tamal frito. Y los tacos de canasta son de guisado (se llaman así porque se venden en una canasta). Podrás comerlos en cualquier plaza, parque y mercado.

64. Explora la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. La plaza reúne tres etapas históricas: Tenochtitlan, Conquista y México Moderno. Aquí podrás ver pirámides y ruinas prehispánicas, un convento y el templo de Santiago, y el Centro Cultural Universitario. Además está el Memorial del 68 de la UNAM y monumentos conmemorativos.

Foto: Zona Arqueológica de Tlaltelolco y Plaza de las Tres Culturas, Ciudad de México / MD

65. Paséate por las galerías. ¿Te gustan las artes plásticas? En la capital hay varias galerías con la obra de artistas de toda escuela. En Polanco hay una buena oferta, incluyendo la de Torre del Reloj, la Galería de Arte XXI, la Galería LTBART, la López Quiroga, Alberto Misrachi y Juan Martín. En San Miguel Chapultepec recomendamos la de Kurimanzutto.

66. Haz un tour con tus amigos de cantinas. En el Centro Histórico hay varias cantinas para tomarse unos tragos y comer rico. El primero es el Bar la Ópera, conocido por conservar un impacto de bala de Pancho Villa. El siguiente es la Cantina la Pensular, donde se juega dominó y dados. Otro es el Restaurant Bar el Gallo de Oro, que era frecuentado por intelectuales de distintas épocas. Otras opciones son Cantina la Potosina, el Casino Español y el Bar Alfonso. Hay un recorrido del Turibús que visita cantinas, el cual sale los miércoles y jueves.

67. Entra a alguna exposición en el Museo Universitario del Chopo. En este recinto de la Colonia Santa María La Ribera podrás ver expresiones de artes vivas, espectáculos de música, funciones de cine y otras representaciones artísticas. Por sus características técnicas y estéticas es uno de los edificios más emblemáticos de la capital, mientras es la sede de actividades de cultura urbana, como conciertos de rock mexicano.

68. Pasea un domingo en bicicleta por Reforma. De 8:00 a.m. a 2:00 p.m., todos los domingos (menos el último de cada mes), se lleva a cabo el paseo ciclista. Gente en bici y patines, así como corredores, niños y mascotas se dan cita en esta elegante avenida para recorrerla desde la altura del Auditorio Nacional hasta Bucarelli, con salida al Centro y otras rutas.

69. Ve las transmisiones de ópera en el Auditorio Nacional. Durante ciertas épocas al año se llevan a cabo las transmisiones en vivo de The Metropolitan Opera, de Nueva York, las cuales pueden ser seguidas por los amantes de este arte en el Auditorio Nacional. Algunas de las óperas que se han presentado son «La bohème» y «Carmen».

70. Pasea por el centro de Tlalpan. En este Barrio Mágico aún se siente tranquilidad como de provincia. Recórrelo a pie y conoce la Plaza de la Constitución con su quiosco, el templo de San Agustín del siglo XVI, la capilla de las Capuchinas Sacramentarias diseñada por el arquitecto Luis Barragán, la Casa Frissac y el Mercado La Paz. Te recomendamos comer en el restaurante La Sazón.

71. Entra al Museo de Memoria y Tolerancia. Localizado en Avenida Juárez, frente a la Alameda, es uno de los espacios culturales más originales de la metrópolis. Además de su arquitectura y museografía, invita a la reflexión sobre estos temas. Te lo aseguramos: subirte al vagón que se utilizaba para trasladar judíos a campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial cambiará tu vida.

72. Recorre la exposición permanente del Museo Franz Mayer. Este museo, que se encuentra en Avenida Hidalgo frente la Alameda, está enfocado en las artes decorativas y el diseño. Entre sus colecciones tienen piezas de platería, cerámica, mobiliario y textiles; así como de arte popular como juguetes y máscaras, con la Colección Ruth Lechuga. A lo largo del año tienen exposiciones como World Press Photo.

73. Lleva a tus hijos/sobrinos a algún espectáculo en la Plaza de las Artes del CENART. El Centro Nacional de las Artes, localizado en Río Churubusco, es un foro al aire libre donde se realizan actividades artísticas familiares, especialmente para niños. Hay representaciones de danza y teatro, tanto de obras clásicas como modernas, que seguramente disfrutarán los más pequeños de la casa.

74. Visita con tus amigos las mezcalerías de la Roma. El mezcal está de moda; y este Barrio Mágico tiene varios establecimientos donde se vende esta bebida y ricos antojitos y hay buen ambiente. Te recomendamos La Nacional, La Botica, la Pulquería Insurgentes y Lilit. (Además de la Colonia Roma, hay buenas mezcalerías en Condesa y Coyoacán).

75. Rema con tu pareja en Chapultepec. Podría sonarte muy cursi, pero créenos: ¡les encantará! Vayan a la Primera Sección del bosque y renten una lancha de remos y pedales y pasen un buen rato (y muy romántico) en el lago. Saliendo pueden ir al zoológico o al Castillo, o bien comer antojitos en el área de comida.

76. Aprende a bailar danzón los domingos en La Ciudadela. De lunes a sábado, alrededor de 100 personas se reúnen en la plaza José María Morelos para tomar clases de danzón, salsa, cumbia, merengue y otros ritmos. Es una experiencia que no te puedes perder, en especial si eres amante de las pistas de baile.

77. En Día de Muertos, visita las ofrendas de Mixquic. Este Barrio Mágico, al sureste de la capital, es famoso por las ofrendas que ahí se colocan como homenaje a los fieles difuntos. En la noche del 1 de noviembre, los panteones y los hogares se llenan de cempasúchil y veladoras, dando vida a una antigua tradición muy arraigada en los habitantes de Mixquic.

78. Corre por el Sope, en Chapultepec. Ponte tus tenis y ve a la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec para entrenar. Cuenta con un circuito de dos kilómetros que es uno de los favoritos de los runners capitalinos. Al terminar tu entrenamiento camina por el bosque y dirígete al Cárcamo, una obra hidráulica decorada con murales de Diego Rivera, así como la fuente de Tlaloc que lo antecede.

79. Baila salsa en el Mama Rumba. Después de varios años, este sitio sigue siendo el referente de los bailes tropicales de la Ciudad de México. Si te gusta bailar “pegadito”, el Mama Rumba de la Colonia Roma tiene lo que buscas: buenos bailarines, ambiente y tragos a buen precio.

80. Come unos ricos chilaquiles en el Chilakillers. Es el sitio favorito de muchos chilangos para “curar” la cruda. El establecimiento está al pie del Edificio Ermita en Avenida Revolución y su especialidad son (obviamente) los chilaquiles de diferentes especialidades: cochinita pibil, huevo estrellado, entre otros. Lo mejor: las salsas.

81. Ve un clásico en el Estadio Azteca o en el Estadio Universitario. Te guste o no el futbol, ésta es una experiencia que debes vivir. El Estadio Azteca es uno de los más famosos del mundo, y aquí podrás ver partidos de la Selección Nacional o del Club América. Si prefieres un evento de menor tamaño, nada como el Estadio Olímpico Universitario, en CU, que además de buen ambiente y de ser casa de los Pumas, es una joya arquitectónica.

82. Diviértete en el Museo de Cera y el Museo de Ripley en la Colonia Juárez. Alojado en una bella casona de 1904, el Museo de Cera tiene una colección de 230 figuras, distribuidas en 14 salas que incluyen personajes de la historia, el arte y el deporte de México. Seguramente te reirás tomándote una foto con el Santo o con “Chespirito”. A un lado está el Museo de Ripley, con colecciones de objetos extraños y poco comunes del caricaturista Robert L. Ripley.

83. Monta a caballo o pasea en moto en La Marquesa. El Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla (sí, ése es su nombre) se localiza en Cuajimalpa. Este sitio es perfecto para convivir con la naturaleza y pasear a caballo o andar en moto por un sitio histórico. Además hay tirolesas, venta de antojitos y truchas. Si buscas un buen restaurante por la zona, recomendamos La Escondida y Jajalpa, donde también hay jardines y actividades para niños.

84. Desayuna en el Sanborns de la Casa de los Azulejos, en el Centro Histórico. Se trata de uno de los edificios más bellos de la capital, recubierto por mosaicos de talavera poblana y decorado con murales de José Clemente Orozco en su interior. Su ornamentación recuerda a la ciudad de Puebla (de donde es originaria esta cerámica). Para desayunar, nada mejor que las enchiladas suizas.

85. Patina en la pista de hielo del Zócalo (durante diciembre). Cada año, la Plaza de la Constitución se convierte en una pista de patinaje enorme (aunque este 2014 son tres pistas más pequeñas), donde los capitalinos pueden divertirse gratis. Es muy divertido pero debes llegar temprano, pues las filas suelen ser inmensas.

86. Conoce la ciudad de noche. El DF de noche tiene otra cara cuando sus monumentos están iluminados y sus bares abiertos. Para llevarte otra idea de la capital existen varios recorridos: toma el Turibús nocturno (el tradicional, el de las Luchas o el de Cantinas), los paseos en tranvía por el Bosque de Chapultepec y los paseos nocturnos en bicicleta. Revisa horarios y ubicaciones en sus páginas.

87. Visita las exposiciones temporales de San Ildefonso. El Antiguo Colegio de San Ildefonso (a espaldas del Templo Mayor) fue una de las instituciones educativas más importantes de la Nueva España y hoy es un recinto idóneo para exposiciones de talla internacional. El inmueble es uno de los ejemplos barrocos más sobresalientes del país y su interior está decorado con murales de Diego Rivera. Aquí hay exposiciones principalmente de pintura, escultura y ciencia.

88. Asiste a un concierto en el Pasagüero. Este establecimiento es un foro cambiante que reúne arte urbano, moda y música. En él se realizan conciertos de menos de mil personas de rock y electrónico independiente. Recientemente, fue inaugurado bajo el concepto Pasagüero + La Bipo, por lo que ahora ofrece una buena carta de tragos y comida. Está en el Centro Histórico, en la calle de Motolinía.

89. Asústate en el Callejón del Aguacate, en Coyoacán. En esta calle del barrio de Santa Catarina en Coyoacán, desde principios del siglo XX, abundan las leyendas: la de la niña asesinada, la del niño ahorcado en un árbol por un militar, la de la casa abandonada habitada por un fantasma, la de la masacre, la del jinete muerto y la de la magia negra durante la época de Lázaro Cárdenas. Ve y siente escalofríos.

90. Aprende sobre vida marina con tu familia en el Acuario Inbursa. La Ciudad de México está bastante lejos del mar, por lo que ésta puede ser la mejor oportunidad para algunos chilangos de conocer el mundo submarino. Este acuario, ubicado frente al Museo Soumaya de Polanco, tiene de peculiar que es subterráneo; dentro hay tiburones, tortugas, mantarrayas y muchas especies más.

Foto: Acuario Inbursa / MD

91. Admira una instalación o proyección en el Ex-Teresa Arte Actual. En un magnífico edificio del siglo XVII se encuentra este museo que anteriormente fuera convento, cuartel militar e imprenta. Aquí se realizan singulares performances (que encantarán a quienes gusten del arte experimental, alternativo y provocativo), conciertos de música contemporánea, proyecciones de cine, instalaciones y espectáculos multimedia.

92. Ve un show de stand-up. El stand-up es un tipo de comedia que se caracteriza por consistir en monólogos (sin producción) sobre diversos temas. Si este tipo de shows te «matan» de risa, en el DF hay varias opciones para verlo: el Beer Hall, en la Roma, que los miércoles presenta a comediantes amateurs; La Vulgar, una mezcalería con foro y shows de corte cómico-musical;  y el Caffe 22, un cafecito de la Condesa donde se hacen obras de teatro y rutinas de stand-up.

93. Entra a un cabaret. Revive esta época «dorada» de Francia asistiendo a un show diferente (ya sea de baile, de corte intelectual, de stand-up, de sátiras o trasvesti). Recomendamos el Foro a poco no, en el Centro; El Bataclán en la Condesa (con la línea más hacia el estilo de Lila Downs); El Vicio, en Coyoacán, donde mujeres hacen sátiras; y La Perla, en Garibaldi, con shows travesti y exóticos.

94. Desayuna en el Café de Tacuba. Es uno de los restaurantes de mayor tradición del DF, ubicado en el Centro Histórico. En las paredes hay arte sacro y debe su fama también a que ahí se filmó la película «Los hijos de Sánchez». Entre sus especialidades están las enchiladas Tacuba y el chocolate caliente con pan dulce. Tip: Procura hacer reservación porque suele estar muy lleno.

95. Cena en el Bellini. ¿Estás buscando un lugar diferente y romántico para llevar a tu pareja? Elige este restaurante, el único giratorio de México. Se encuentra en el edificio del World Trade Center, cerca de Avenida Insurgentes Sur.

96. Conoce el Museo de la Caricatura, en el Centro Histórico. En la calle de Donceles, en un edificio barroco, está este museo que es un reflejo de la vida social, económica y política del país. Su exposición narra la historia de la caricatura política en México desde 1824 hasta la fecha. Además de la exhibición hay tianguis, talleres y homenajes a diferentes personajes.

97. Asiste a un concierto en la Arena Ciudad de México, el Auditorio Nacional, el Palacio de los Deportes, el Salón Cuervo o el Teatro Metropolitan. En el DF no faltan lugares para ver conciertos y espectáculos. En el Auditorio Nacional se realizan conciertos de artistas mexicanos e internacionales reconocidos, así como obras de teatro y grandes premieres; el Palacio de los Deportes recibe a artistas muy famosos, así como espectáculos deportivos; el Salón Cuervo es para bandas alternativas o nuevas; y el Teatro Metropolitan para espectáculos y conciertos de menor tamaño.

98. Descubre el Museo Panteón San Fernando. Antes, en México se acostumbraba enterrar a los muertos en el interior de templos y conventos. Uno de los más famosos es este recinto, en el Centro Histórico, pues conserva los restos de personajes como Benito Juárez y su esposa Margarita Maza, Vicente Guerrero, Ignacio Zaragoza, Melchor Ocampo y Francisco González Bocanegra. Cada tumba tiene su historia y el espacio es considerado como importante muestra del arte funerario.

99. Come unos churros de El Moro. Desde 1935, esta churrería localizada en Eje Central Lázaro Cárdenas es toda una tradición entre los capitalinos. El menú está formado por churros (muuuy buenos) y chocolate para beber de diferentes tipos.

100. Súbete al Turibús. No importa si llevas toda tu vida viviendo en el DF o si es la primera vez que lo visitas, este recorrido es un “must” para conocer la ciudad. Cuenta con diferentes rutas y lo mejor son las explicaciones de los lugares que recorre. Te aseguramos que verás lugares por los que nunca has pasado y conocerás datos sorprendentes. Puedes tomarlo en el Auditorio Nacional.

Fuente: http://www.mexicodesconocido.com.mx/100-cosas-hacer-ciudad-mexico.html

Ama con los ojos abiertos

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Cuando uno se enamora, en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.

Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro. Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.

Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.

Hablamos del amor en el sentido de “que nos importa el bienestar del otro”. Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.

Más importante que la manera de ser del otro, es el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.

Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar el uno con el otro, tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, que sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.

El verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es. “El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un: yo me amo al verme reflejado en ti.” -Mauricio Abadi.

Enamorarse es amar las coincidencias, mientras que amar es enamorarse de las diferencias.

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Consagrar la Vida

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«La palabra convence,  el ejemplo arrastra…

 …fray ejemplo es el mejor maestro».

 Madre Trinidad

 

Cada curso escolar es un nuevo desafío y la posibilidad de comenzar de nuevo, con más conocimiento y fuerza, con la certeza de que Dios está con nosotros.

Nos encontramos a la mitad del Año de la Vida Consagrada, convocado por el Papa Francisco, que terminará en febrero de 2016.

¡Qué difícil hablar de la vida consagrada en estos tiempos! No está de moda, pero –antes de que den vuelta a la página–  quiero compartir lo que significa.

La vida consagrada es la vida de los católicos que, a su buen comportamiento, añaden libremente los tres consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia para consagrarse plenamente a Dios. Ante las grandes tentaciones de la riqueza, el placer o el poder, anteponen el amor a Dios y a los demás, se entregan a Dios y procuran que su vida esté al servicio de Su Reino.

En este año, el Papa invita a los consagrados y a todos a experimentar la alegría de vivir para Dios. “La fantasía de la caridad no conoce límites y tiene necesidad de entusiasmo para llevar el soplo del Evangelio a las culturas y a los más diversos ámbitos sociales. De hecho, saber transmitir la alegría y la felicidad de la fe vivida en comunidad, hace crecer a la Iglesia por la capacidad de atracción. Es el testimonio del amor fraterno, de la solidaridad y del compartir el dar valor a la Iglesia”, dice Su Santidad.

Una de las máximas que fundamenta esta celebración por la vida consagrada a Dios, es que “donde hay religiosos hay alegría”. La alegría de vivir es uno de los signos de la vida cristiana, seamos o no católicos consagrados, y los tres objetivos trazados para este año, “mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”, son hermosas y prometedoras metas para esta segunda mitad de 2015 y para ese tesoro vivo que es cada uno de nuestros días.

Menú de refrigerios escolares fáciles y saludables para todo el mes

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Las vacaciones de verano están por terminar. Así que además de preparar los útiles y uniformes para tus pequeños aprovecha este inicio de ciclo escolar para mejorar la calidad de los refrigerios que les mandas en la lonchera.

Aunque debe ser ligero, el lunch escolar es una comida importante en la alimentación diaria de los niños y debe planearse cuidadosamente.

Puedes encontrar recomendaciones para el preparar el refrigerio escolar aquí.

Aquí te dejo un menú con ideas para no repetir el refrigerio escolar durante todo un mes. Todas son muy fáciles de preparar y con ingredientes que puedes tener fácilmente en tu alacena o refrigerador. Recuerda servir raciones pequeñas. La mayoría de los niños escolares tendrán suficiente con un refrigerio de entre 150 y 250 kilocalorías.

LUNES MARTES MIERCOLES JUEVES VIERNES
Melón picado con yogurt natural y granolaAgua natural Bollito con ensalada de atúnManzanaAgua natural Zanahorias baby con limón y chile en polvoGalletas de trigo integrales con queso para untarAgua natural AlegríaYogurt natural bebibleGuayabas

Agua natural

Germinado de alfalfa con mango, limón y chile en polvoCacahuates naturalesAgua natural
Sandwich de queso panela con jitomate y aceite de olivaTunasAgua natural Ensalada de jícama, pepino y naranjaBarrita de cereal integralAgua natural Leche descremada sin saborizanteGalletas  Marías o de animalitosNectarina

Agua natural

Elote o esquites con queso ralladoNaranjaAgua natural Jícama ralladaRollitos de pechuga de pavoPalitos de pan integrales

Agua natural

Cubitos de quesoUvasGalletas habaneras integrales Mazapán o palanquetaZanahoria rallada con limónAgua natural 1 cajita de cereal integralYogurt naturalPlátano

Agua natural

Ensalada de polloTostada horneadaAgua natural Sandwich de ensalada de atún con pan integralPepino con limónAgua natural
Bolitas  de avena (Quaker o similar)Yogurt natural bebiblePera

Agua natural

Ensalada de lechuga con huevo cocidoTostaditas de maíz horneadasAgua natural Brochetitas de jamón bajo en sal con piñaGalletas habanerasAgua natural Fresas picadas con queso cottageGalletas de avenaAgua natural Sandwich de pavo con mango y verdurasAgua natural

 

Fuente: http://hablandodenutricion.com/2014/08/07/menu-de-refrigerios-escolares-faciles-y-saludables-para-todo-el-mes/