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XXII Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos 2015

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Con el propósito de reconocer a los artesanos que se dedican a elaborar nacimientos con diferentes técnicas y materiales tradicionales, tuvo lugar en el Palacio de la Autonomía de la Ciudad de México una nueva edición del Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos, en el que se registraron 213 piezas, con mayor participación de los estados de Michoacán, Oaxaca, Guerrero y el Estado de México.

La Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) designó a los ganadores y premió a 52 artesanos de diecisiete estados de la República, con el apoyo del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) y del Fomento Cultural Banamex.

Entre los premiados destacaron los nacimientos en las categorías de barro al natural, bruñido, policromado y decorado con engobes naturales; barro vidriado sin plomo, mayólica, talavera y cerámica de alta temperatura; textiles, tejido, bordados y deshilados; maque y laca, madera estofada y madera tallada; fibras vegetales duras y semiduras, tejidas o torcidas; papel, cartonería y hoja de maíz; pintura popular; cerería; metalistería y metales preciosos; miniaturas; cantería y lapidaria.

Los doce primeros lugares obtuvieron un premio de veintitrés mil pesos, los doce segundos lugares recibieron dieciocho mil, y los doce terceros fueron premiados con dieciséis mil. Adicionalmente, el designado Galardón Nacional obtuvo cien mil pesos, que es el premio de mayor distinción en el concurso,

Estuvieron en el presídium: José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Desarrollo Social; Liliana Romero Medina, Directora General del FONART; Cándida Fernández de Calderón, Directora de Fomento Cultural Banamex; Juana Cuevas Rodríguez, especialista en arte popular; Luis Murillo Ordaz, artesano ganador del Galardón Nacional; Oralia Elías Estrada, artesana ganadora del Premio Especial de Rescate, y Leonardo Vázquez Fuentes, artesano ganador del Premio Especial de Técnica.

Los nacimientos estarán expuestos y a la venta en la Hacienda de los Morales del 25 de noviembre al 20 de diciembre.

El secreto del poeta

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¿Que la poesía es arte? ¡Qué va!, si sucede sola cuando se corta el corazón y te sangra por la mano.

Lo mismo que pasa por la mente de cualquiera, pasa por la de aquel al que llaman poeta. Lo suyo no es cosa de magia.

Si tiene alguna habilidad, no es para escribir, sino para atrapar un sentimiento al vuelo antes de que escape y plasmarlo con premura para evitar que, como es natural en los sentires, se diluya en lo incierto.

Si hay algo que aplaudirle al poeta, tal vez sea su valor, pues sin importar cuán doloroso sea lo que evoca, no lo evade, lo atesora.

Poeta que se precia no teme al deseo, al odio ni al amor; no se avergüenza del despecho ni da la espalda al dolor. La tristeza no lo dobla si la somete a su pluma. Y la emoción desbordada se sosiega en el papel.

Sabe que las palabras igual cortan que acarician, lo mismo hacen temblar que palidecer. Son fuego y queman por dentro. Son bálsamo y calman el miedo.

El poeta lo sabe: a quien expone su alma al desastre no hay más remedio que amarle, y él quiere por igual amar que ser amado.

Quien es objeto de la pasión de un poeta es prueba de que viviendo en un poema no se envejece. Tampoco es probable que muera, pues puede revivirlo cada vez que su nostalgia lo desee.

Al poeta, las palabras le permiten llorar sin lágrimas, hablar sin voz, odiar sin armas, amar sin besos, soñar sin alas…

Corazón y Espíritu se convierten en amantes al escribir un poema. Y cómplices del furtivo encuentro, el tiempo detiene su paso mientras la mente arma rompecabezas catárticos en los que concilia la realidad y el sueño.

La poesía, ¿arte? ¡qué va!, si sucede sola cuando se corta el corazón y te sangra por la mano.

Prevención de la Emigración Forzada y trata de Niñas, Niños y Adolescentes

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“La solidaridad es la ternura de los pueblos.” Gioconda Belli

En México existe un número creciente de personas desplazadas internamente, que huyen de sus localidades, dejando atrás sus casas, tierras, negocios  familias por miedo a la inseguridad y violencia, o bien,  debido a la falta de oportunidades de trabajo, educación y desarrollo. Un hecho que resulta común y parte de la naturaleza en el ser humano ante la necesidad de buscar más y mejores oportunidades de vida, con el que ocurren otros fenómenos como el de la emigración o migración forzada, que incluye un conjunto de categorías legales o políticas y factores que causan que estas personas no puedan o no deseen regresar por el temor fundamentado de persecución o violencia, o bien, a causa de su pobreza y formas de discriminación, moviéndose a su suerte a otros lugares donde no tienen una vivienda establecida, ni oportunidades de trabajo  o educación garantizada.

Desafortunadamente, en los últimos tiempos este fenómeno ha ido en aumento considerablemente en niñas, niños y adolescentes. En 2014, se registraron más de 57 mil menores no acompañados que  han sido aprehendidos en la región fronteriza de México con Estado Unidos, más de 59% de ellos mexicanos, a quienes durante  el proceso de movilidad se les somete a otras formas de violencia, explotación y en muchos casos termina en secuestro y  homicidio.

Otro fenómeno que lo acompaña la migración es el de trata de personas el cual incluye las modalidades de explotación sexual, explotación laboral y extracción de órganos. En México, la trata de personas afecta mayormente a niñas, niños y adolescentes y aunque es considerado un delito grave, solo el 7.2% de las averiguaciones federales y locales iniciadas terminan en sentencia condenatoria; las cuales, según cifras de la Procuraduría General de la República, crecieron por arriba del 600% de 2008 a 2014, más de medio millón de víctimas han sido rescatadas del maltrato ante su denuncia, pero solo en una de cada siete averiguaciones hubo personas detenidas y consignadas.

Ante la necesidad de disminuir los índices de esta problemática nace Corresponsabilidad Social Mexicana, una Asociación Civil sin fines de lucro cuyos objetivos se centran en establecer mecanismos de prevención y protección de  las niñas, niños y adolescentes vulnerables a la migración forzada y trata de personas, como a sus familias, a través de tres ejes de trabajo: 1) Diagnóstico Comunitario a través del cual se identifican las características de la población, índices de movilidad, matrimonio, embarazo y trabajo infantil, así  como los factores económicos, sociales, educativos y de desarrollo social de las familias de los menores y su comunidad en general, ello mediante estrategia de análisis y levantamiento de datos  con la participación de la misma comunidad y trabajadores voluntarios; 2) Programa de Economía Social con el que se buscan alternativas para el empoderamiento de la actividad económica de la localidad, ampliar cadenas productivas de valor, el mercado y los esquemas de comercialización, ello con apoyo de instancias públicas de competencia y empresas de responsabilidad social, así mismo se busca el apoyo a la certificación de competencias laborales, técnicas y de productos; 3) Programa de Desarrollo Educativo y empoderamiento, con el que se identifican alternativas viables para ampliar las oportunidades de educación, formación para el empleo, promoción del deporte y empoderamiento de niñas, niños y jóvenes, según sus habilidades técnicas, afinidad deportiva y la actividad productiva de su comunidad; 4) Programa de Equidad y Derechos Humanos, enfocado a la rehabilitación de tejido social y formación integral de todas las personas en la comunidad sobre temáticas de derechos humanos, desarrollo humano, dignificación y corresponsabilidad social, a fin de tomar conciencia y generar una cultura de participación corresponsable, como disminuir las formas de violencia familia y comunitaria.

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Por otra parte, en Corresponsabilidad Social Mexicana estamos convencidos de que México puede cambiar y combatir la violencia si promovemos el respeto y una cultura de corresponsabilidad en los ciudadanos, más allá de su entorno inmediato, por lo que en paralelo participamos en foros de participación ciudadana, académicos, de investigación y laboratorios de políticas públicas, como en promocionales y capsulas informativas en medios de comunicación, entrevistas de radio y televisión, artículos, conferencias y alianzas estratégicas con otras asociaciones civiles.

Todo ello, con el solo propósito de generar comunidades más sanas, empoderas y sostenibles social y económicamente, a fin de garantizar la mayor equidad y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, como disminuir las condiciones de vulnerabilidad en sus comunidades de origen que los colocan en riesgo explotación , trata o la emigración de forma no acompañada.

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Nuestro beneficiarios se encuentran en cerca de 27 comunidades del Estado de Oaxaca en las que trabajamos activamente atendiendo a más de 500 familias, lo que representa a no menos de tres mil menores beneficiados con alguno de los programas; hemos equipado más de 15 espacios recreativos y deportivos con apoyo de la CONADEIP y la CONADE; se han realizado diagnósticos en más de 47 Municipios, en los estados de Oaxaca, Chiapas, Puebles y Tlaxcala; aunado  nuestra participación en capsulas informativas en televisión y foros con la Organización de la Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, entre otras instancias.

“La prevención es el camino a la solución¨, ayúdanos a lógralo  a través de nuestras diferentes formas de apoyo y donación que se realizan mediante aportaciones en especie y donativos directos a un programa y comunidad en específico, así como mediante la aportación de trabajo voluntario de formación y apoyo en campo; también esperamos tus comentarios.

Contáctanos en: Corresponsabilidad Social Mexicana A.C. www.corresponsabilidadsocial.org,mx; Twitter: @rosamarthacsm Facebook: Corresponsabilidad Social Mexicana; correo directo: rmloria@hotmail.com;           tels.: (55)10560328 y (55) 56351905; México D.F. y Oaxaca, Oaxaca de Juárez.

Nuestra Señora de Guadalupe

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Ha llegado hasta nosotros un extraordinario documento, fechado en el siglo XVI, en donde se narra esta bella historia: el Nican Mopohua, escrito por un indio noble, Don Antonio Valeriano, quien fue bautizado y convertido al catolicismo. Hombre educado, la lengua que empleó en este caso fue el náhuatl, la misma que hablaban los aztecas. La historia ha sido llamada Nican Mopohua porque esas son las primeras palabras que aparecen en el manuscrito. Nican Mopohua significa, Aquí se cuenta.

Juan Diego era un indio pobre que caminaba habitualmente por los campos aledaños a la Ciudad de México. Vivía en Cuautitlán. Un día de diciembre, 1531, avanzaba hacia Tlatelolco, cuando escuchó música y percibió un dulce perfume que provenía de un cerrito cercano. Alguien, con una voz muy suave, lo llamaba: «Juanito, Juan Dieguito…». Subió el cerro del Tepeyac y vio allí a una joven. Ella le pidió que se acercara. Ya enfrente de Ella, pudo apreciarla en toda su magnificencia: Sus ropas resplandecían con luz semejante a la del Sol, y era muy hermosa. Le dijo: «Escucha, tú el más pequeño de mis hijos, Juantzin, ¿hacia dónde te diriges?» Y él le contestó: «Mi Señora, Reina, mi pequeña niña, voy a Tlatelolco, a escuchar las cosas de Dios». Entonces Ella le dijo que era la Virgen María, madre del verdadero Dios. Y le pidió que fuera a México, al palacio del obispo, para decirle que Ella quería que le construyeran un templo en el Tepeyac.

Prometiendo obedecer a la Señora, se encaminó Juan Diego hacia México, para hablar con el obispo, Fray Juan de Zumárraga. Tuvo que esperar un rato en el palacio, pero finalmente se encontró en presencia del obispo. Le contó todas las cosas maravillosas que había presenciado, y le comunicó el deseo de la Señora del Cielo. El obispo no le creyó, por lo que regresó Juan Diego al cerro del Tepeyac. Y Ella lo estaba esperando allí. Cuando la vio le dijo: «Señora, Reina, la más pequeña de mis hijas, niña, fui a cumplir tus órdenes. El señor obispo fue amable conmigo, me escuchó, pero creo que no me entendió. Así que te suplico, mi Señora, Reina, mi niña pequeña, que mandes a uno de tus nobles; porque yo soy un hombre sencillo, soy pequeño, soy escalerita de tablas, yo mismo necesito ser conducido, y te fallaré, y no quiero que te enfades conmigo». Ella insistió en que era de todo punto importante que fuera él el que llevara Sus órdenes; nadie más. Él prometió otra vez cumplir con lo que Ella pedía.

Al siguiente día, domingo, regresó Juan Diego al palacio, y repitió su historia. El obispo le hizo muchas preguntas, y finalmente le dijo que, para poder iniciar la construcción del templo, necesitaría una señal tangible por parte de la Señora.

Él regresó con Ella, le contó todo, y entonces Ella le pidió que regresara al día siguiente para darle la señal solicitada.

El día siguiente, lunes, Juan Diego no fue al encuentro de la Señora, porque su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo, y fue a visitarlo. Pasó con él la noche, y muy temprano a la mañana siguiente se dirigió a Tlatelolco a buscar un sacerdote, ya que estaba seguro de la inminente muerte de Juan Bernardino. Cuando se acercaba al cerrito tomó un camino diferente, porque no quería que lo detuviera la Señora del Cielo; tenía prisa. (¡Pensó que no lo vería la que bien mira a todas partes!) Pero entonces Ella se apareció frente a él, y le preguntó, «¿Qué pasa, hijito mío? ¿A dónde vas?». Él, turbado, le contestó: «Mi jovencita, la más pequeña de mis hijas, mi niña, espero que estés contenta. ¿Cómo te encuentras esta mañana? ¿Te sientes bien?» Y le dijo que iba a buscar un sacerdote, porque su tío se moría. Ella le contestó: «Pon esto en tu corazón, mi pequeño hijo: no temas. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No te encuentras bajo mi sombra, a mi cobijo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás tú en el pliegue de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Necesitas algo más?» Y le dijo que su tío ya estaba fuera de peligro. (Y en aquel mismo momento sanó su tío, como después se supo.)

Le dijo entonces que subiera el cerro y que cortara las flores que encontrara. Juan Diego obedeció, y muy asombrado, descubrió muchas hermosas flores allá arriba, aunque no era el tiempo de ellas. Cortó las flores y las puso dentro de su tilma (manto fabricado por los indígenas), para regresar después hasta la Señora. Ella tomó las flores en Sus manos y las volvió a poner en el hueco de la tilma. Y lo encaminó entonces con el obispo, diciéndole que le enseñara lo que llevaba.

Cuando Juan Diego llegó al palacio, tuvo que esperar mucho rato para ver al obispo. Le contó toda la historia, acerca de la Señora, el cerrito, las flores, las órdenes de Ella. Todo este tiempo sostenía el borde de su tilma, con las flores adentro. Finalmente el obispo le pidió que mostrara lo que cargaba. Cuando abrió su manto, las flores rodaron por el suelo, y ahí, sobre la blanca tela, apareció la imagen de la Señora del Cielo, Nuestra Señora de Guadalupe.

Ese paño es el mismo que hoy apreciamos dentro del templo construido sobre el Tepeyac. He estado allí muchas veces. La imagen de la Virgen está a la vista de todos. Sobre un muro, en grandes caracteres, se pueden leer las mismas palabras que la Virgen le dirigió a Juan Diego: «No temas. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿Necesitas algo más?»

Al escribir esto siento profundas emociones. No puedo explicarlo. No soy lo que se llama una persona religiosa; sin embargo, cada vez que leo el Nican Mopohua, o que recuerdo esas palabras, o cuando voy al Tepeyac a saludarla a Ella, algo se remueve muy dentro de mí. Sé que Ella está allí, mirándome, diciéndome que no tema, que confíe, que mire hacia el futuro con tranquilidad, porque Ella siempre estará presente, cuidándome.

Nuestra Señora de Guadalupe nos ha acompañado siempre: en la guerra y en la paz, en alegrías y tristezas, en la vida y en la muerte. Ella fue el estandarte de los ejércitos de Hidalgo y de Morelos. La invocamos y buscamos en tiempos de desesperación y destrucción; en tiempos de serenidad y reconstrucción, ayer y hoy, como también lo haremos mañana. Sé que puedo ser un perfecto católico sin creer en Ella. Pero no veo cómo nadie puede considerarse un mexicano auténtico sin confiar en la Señora del Cielo, Nuestra Señora de Guadalupe.

Fuente: http://www.camagueyanos.com/del_saber/guadalupe.html

Oración de Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

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¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a El, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive v reina por los siglos de los siglos.

Amén.

México, enero de 1979.

Las expectativas en la pareja, ¿Qué nos dicen?

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¿Por qué la relación de pareja es tan significativa e impacta de manera tan importante nuestra vida? Porque tiene que ver con nuestras expectativas de crecimiento personal, así como con la manera de validarnos con base en nuestras funciones o roles.

Todos tenemos expectativas con respecto a los demás, pero sucede que es a la pareja a quien más le exigimos, debido a que le imputamos una responsabilidad sobre nuestra vida que suele estar condicionada por  muchos hilos, mientras que el amor a uno mismo juega un papel más incondicional.

La relación de pareja es el medio más inmediato para ayudar a crear nuestra identidad y a definirnos a nosotros mismos. Una pareja es testigo de nuestra vida, logros, aciertos, desaciertos y debilidades. Por lo tanto, debe ser una entidad vital que permita e impulse el crecimiento individual, capaz de transitar por las distintas etapas de la vida.

El amor en pareja funciona como un escudo protector para resolver interrogantes esenciales de nuestra vida:

  •  ¿Quién soy?
  • ¿Para qué vivo?
  • ¿Cuál es el sentido de mi vida?
  • ¿Cuál es mi misión en este mundo?

Inmediatamente nos llegarán las respuestas: “Soy la esposa de y madre de;  y mi función es amar, cuidar, procurar, nutrir, etc.

A través de nuestra pareja buscamos responder a estas interrogantes para encontrar un sentido a nuestra existencia. Todo lo que nos da la ilusión de permanencia y estabilidad es percibido como una función estabilizadora.

Nuestras ideas y creencias sobre el amor y la protección que nos brinda la pareja se vuelven avasalladoras. Resulta que en la vida real nuestra pareja no siempre nos brinda esa estabilidad, o simplemente sentimos que ya no encaja con lo que deseamos para nuestra vida. Aquí puede empezar una crisis.

Iniciamos una relación pensando: “Voy a resolver mis necesidades afectivas, sexuales, de diálogo, de auxilio, de trascendencia, etc.” ¿Y qué pasa? Que éstas no han sido resueltas, porque lo que me correspondía resolver a mí, lo desplacé a mi pareja.

La pareja es un vínculo entre un hombre y una mujer que se unen por amor para compartir su vida y encontrar juntos el crecimiento y la trascendencia. Al delegar la responsabilidad de la propia felicidad en el otro, perdemos el sentido de identidad.

Nos enamoramos para ayudarnos a realizar nuestras tareas de desarrollo evolutivo externas e internas, así como para alcanzar nuestras metas y construir un proyecto de vida. Cada uno trata de crear su “YO” a través de los roles que desempeña. Creamos una serie de experiencias que nos ayudan a descubrir quiénes somos en realidad y de qué somos capaces.

Ésta es la razón por la cual la relación de pareja es tan importante: a través de ella emprendemos el proceso de hacernos personas y de alcanzar la trascendencia como seres humanos.

Las dificultades de pareja inician con un problema personal que proyectamos en el otro. Tener diferencias es natural e inevitable. No así el empezar en automático a imputarle a la pareja todo aquello que nos molesta. No nos damos cuenta de que cada vez que reclamamos algo, la queja suele tener más que ver con nosotros mismos que con nuestra pareja. Aquí es donde surge la valiosa oportunidad de observarse a través de la mirada del otro.

El encuentro íntimo y profundo parte de una auto-observación sostenida de lo que me corresponde a mí y de lo que debo entregar a mi pareja.

La propia valoración que hagamos sobre la vida, deseos, metas alcanzadas y necesidades satisfechas o insatisfechas, afectará nuestra relación de pareja.

  • ¿Qué necesito?
  • ¿De qué no me he responsabilizado?
  • ¿Qué crisis personal atravieso?
  • ¿Qué necesidades tengo?
  • ¿Han surgido sentimientos de tedio, vacío o cansancio por la rutina?

Existen situaciones importantes que confrontan al individuo en esta encrucijada existencial donde se tiene que encarar a la vida con  madurez.  Por lo general, es clara la per-cepción del lugar que se ha ocupado en la vida y de las limitaciones que se han postergado o negado.

Es difícil evitar el conformismo, el estancamiento. El equilibrio pasivo disfrazado de armonía es un engaño, porque evitar enojos no significa resolver problemas. Ante esta situación debemos considerar a  las crisis como oportunidades para realizar un cambio personal, y después revisar en pareja las expectativas que cada uno tiene.

Reexaminar los “derechos, obligaciones y expectativas” servirá para corregir los posibles desajustes y encontrar en dónde se encuentra el desequilibrio, a fin de brindarse en pareja desde una perspectiva más madura, responsable y amorosa.

Es necesario abrirse a la oportunidad de renovación, del reencuentro con la pareja, y dejar de imputar al otro las dudas existenciales que nos abruman.

La pareja es el corazón de la familia y por eso es importante su reencuentro.
Es necesario volver a ser esposos y compañeros, como en el principio, cuando se empezó a formar el hogar.

Ma. Cristina Uribarri Junco es psicóloga, conferencista, terapeuta de pareja y coach especializada en Eneagrama e Inteligencia Emocional, así como autora del libro “La revolución creadora  a través del Eneagrama”.

Cel. 55.5451.8127

mariac.junco@gmail.com

 

“Que el niño que fuiste no se avergüence del adulto que eres”. Conmovedora campaña publicitaria

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Ningún país permitiría que un niño gobierne. Sería una locura. Lo que propone esta campaña de Greenpeace es distinto pero, si lo pensamos bien, no es ninguna locura: se pretende sensibilizar a los candidatos políticos mediante el contacto con ese mundo de niño que todos alguna vez tuvimos.

Sin atender a la postura de pensamiento detrás del video, me parece importante rescatar más bien el ingenioso e interesante recurso de apelar al niño que llevamos dentro.En lo turbio y complicado que puede llegar a ser el mundo de la política parece no haber espacio para estas “candideces”. Sin embargo, cierta verdad encerrada en el video le otorga un poder de sugestión muy particular. La pureza, la nobleza, la sencillez, la sinceridad, pensar en los demás, el hacer las cosas como se “supone” que se tienen que hacer, o en otras palabras: hacer las cosas bien, son valores que pertenecen a lo más profundo del hombre y que sustentan, o deberían sustentar, toda su existencia.

https://www.youtube.com/watch?v=iMtB0B3QEY4

Un niño afirma en el video: “un político es una persona que se supone que tiene que ayudar al país en el que está”. Otro más adelante lo secunda: “se supone que tiene que hacer las cosas bien para ayudar al mundo”. Finalmente se termina haciendo un llamado a los candidatos presidenciales a no traicionar sus más altos ideales, aquellos que probablemente tuvieron de niños y que incluso los llevaron a la política con la frase final de la campaña comunicacional: “Que el niño que fuiste no se avergüence del adulto que eres” (Antoine de Saint-Exupéry).

¿Qué pensaría el niño que fuimos si viniera un día a encontrarse con nosotros? Ya alguna película presentó esa situación imaginaria. ¿Estaría orgulloso?, ¿nos encontraría firmes en los más altos ideales con que alguna vez soñamos? Sirve mucho meditar en el mundo de los niños. El mismo Señor Jesús acudía a ello para enseñarnos su Verdad. Discutían los apóstoles sobre temas de poder y sobre quién sería el más importante. “Él llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: ‘Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos’” (Mt 18, 2-3). Es necesario cambiar, convertirnos, avanzar. Mirar la niñez no es mirar hacia atrás en sentido negativo, es un ejercicio de encuentro con la propia identidad y un contacto puro y sencillo con las verdades más profundas. La madurez, el crecimiento y la experiencia de vida son valiosísimas para que podamos alcanzar la estatura del Señor y la competencia en nuestra misión particular; no se trata de rechazarlas en una actitud inmadura. Ya San Pablo desarrolló el sentido auténtico de aquellas palabras del Señor:

“Hermanos, no tengáis una mente infantil. Sed niños en malicia, pero personas de mentalidad madura” (1 Cor 14, 20).

Ahora todo cobra sentido. No sería ninguna locura votar por un político bueno como niño y humanamente maduro a la vez. Sería una locura más bien no enfrentar el miedo que da ser como niños en un mundo a veces tan hostil, donde el que se duerme pierde o el más fuerte siempre gana. Dios nos regala la seguridad de una roca más firme y un aplauso más prometedor; la seguridad de un triunfo a la mano, con su gracia y según su Palabra. ¡A resucitar a ese niño entonces! ¡No hay que dejarlo dormir: el mundo lo necesita!.

Fuente: http://catholic-link.com/2015/11/24/campana-greenpeace-nino-fuiste-no-se-averguence-adulto-eres/

¡Acuérdate de soltar el vaso!

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La maestra, con sus alumnos en clase, les presentó un vaso que contenía agua.
Se trataba de una clase práctico-didáctica, con la intención de establecer una analogía entre la «carga real» y la «carga subjetiva».
Con el vaso «medio lleno – medio vacío» en la mano de la maestra, se presuponía que la pregunta formulada por ella sería:
– «¿Está medio lleno o medio vacío, el vaso?»
Sin embargo, la maestra formuló otra pregunta:
– «¿Cuánto pesa este vaso?»
Las respuestas de sus alumnos variaron: entre 200 y 250 gramos fue lo que estimaron.
Pero la maestra volvió a terciar:
– «El peso absoluto de este vaso, con el agua, no es importante.
El «peso subjetivo» es el peso importante, el cual depende de cuánto tiempo yo lo sostengo.
Si lo sostengo 1 minuto, no es un problema para mí……
…… si lo sostengo una hora, me va a doler el brazo……
…… y si lo sostengo 1 día entero, muy posiblemente mi brazo se entumecerá y adquirirá rigidez.
En los tres casos, el peso del vaso, con el agua, no habrá cambiado;
pero cuanto más tiempo lo esté yo sosteniendo, más pesado se volverá para mí.»

Y la maestra continuó:
– «Con las malas gestiones emocionales ocurre lo mismo que con el vaso de agua sostenido por mí brazo.
Si las descargas al poco rato, y te liberas de ellas, no ocurre nada.
Si te las haces tuyas un día entero, empiezan a doler.
Y si cargas con ellas crónicamente, acabas sintiéndote abrumada/o, «aplastada/o por el peso».

Es bueno SOLTAR los «desasosiegos circulares»
Es bueno SOLTAR las «cargas circulares».
No SOLTAR supone cargar: cargar con el «peso real» y con el «peso subjetivo».
El vaso pesa su «peso real» y su «peso subjetivo».
¡Acuérdate de SOLTAR el vaso!
¡Acuérdate de contactar con tus sentimientos!
SOLTAR… SOLTAR…… SOLTAR……