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¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?

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Tiene que ver con la noche en la que el pueblo judío salió de Egipto, en la que la luna llena les permitió huir sin ser descubiertos

Qué grande para los cristianos es celebrar, vivir y prolongar en la vida la presencia real del Señor en la liturgia. La liturgia permite a lo largo del año celebrar los misterios de la vida de Jesús teniendo su resurrección como eje. Y a este año se le conoce como ciclo o año litúrgico.

El concepto de año litúrgico suele asociarse con una expresión del evangelista Lucas 4, 19 tomada a su vez del libro del profeta Isaías 61, 2; se trata de la “proclamación del año de gracia del Señor”, es decir, del llamado a vivir el año como un tiempo de gracia y salvación.

Y el Año litúrgico se regula entre la fecha móvil de la Pascua (según el ciclo lunar), y su inicio, también móvil, relacionado con la Navidad.

La Navidad se celebra durante el solsticio de invierno (según el ciclo solar) convirtiendo la celebración popular pagana del nacimiento del sol invicto, en la celebración del nacimiento de Jesús.

¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha? Porque cambia la fecha de la fiesta de Pascua. Y la fiesta de Pascua de resurrección es móvil porque está ligada a la pascua judía.

El pueblo judío celebraba la fiesta de Pascua, llamada también ‘Fiesta de la Libertad’, conmemorando el fin de la esclavitud y su salida de Egipto.

Y según el judaísmo, los hebreos deben celebrar cada año la fiesta de Pascua durante toda una semana entre el 14 (la víspera del 15) y el 21 del mes de Nisan; días que empiezan con la primera luna llena de primavera.

El mes de Nisan es el primer mes del calendario hebreo bíblico (Ex 12, 2) porque en este mes salió el pueblo de Israel de Egipto. Dicho mes cae entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

Y la fiesta de Pascua la fijaban en base al año lunar y no al año solar del calendario civil. Recordemos que en las antiguas civilizaciones se empleaba el calendario lunar para calcular el paso del tiempo.

¿Por qué los judíos celebran su pascua con la primera luna llena de primavera? Porque la noche en la que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena y esto les permitió a los judíos huir de noche sin ser descubiertos por el ejército del Faraón al no depender de lámparas.

¿Y qué tiene que ver la Pascua judía con la Pascua cristiana? En la última cena, llevada a cabo el Jueves Santo, los apóstoles celebraron con Jesús la Pascua Judía, conmemorando el éxodo del pueblo de Israel, guiados por Moisés.

Podemos pues estar seguros que el primer Jueves Santo de la historia, cuando Jesús celebraba la Pascua, era una noche de luna llena.

Por eso, la Iglesia fija el Jueves Santo en día de luna llena que se presenta entre el mes de marzo y abril.

Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.

Esta movilidad afecta no sólo a las fiestas que están relacionadas con la Pascua, sino también al número de semanas del tiempo ordinario; son las llamadas fiestas movibles, que varían cada año juntamente con la solemnidad de la Pascua, de la cual dependen.

Y el calendario civil vigente en Occidente se basa en la liturgia cristiana, pues el calendario gregoriano se fijó a partir de la celebración de la Pascua de resurrección del Señor.

En un principio el cristianismo celebraba la Pascua (la resurrección del Señor) exactamente la misma fecha de la pascua judía; posteriormente Roma, tras una decisión del concilio de Nicea (año 325), impuso que la Pascua cristiana fuese en domingo.

Lo que estableció el Concilio de Nicea fue que esta fecha iba a estar marcada por la Luna, más exactamente por la Luna llena. El Domingo de Resurrección sería pues el domingo siguiente a la primera Luna llena primaveral en el hemisferio norte.

Ahora si el día de luna llena cae en domingo, la Pascua cristiana siempre se celebrará el domingo siguiente para no hacerla coincidir con la Pascua judía, según su calendario lunar.

La Pascua cristiana siempre se celebra en día domingo sin tener en cuenta si fue o no el día exacto en que históricamente resucitó Jesús.

 

FUENTE: http://es.aleteia.org/2016/01/28/por-que-la-semana-santa-cambia-de-fecha-cada-ano/

¿Qué hacer con el enojo de tus hijos?

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¿Qué hacer con el enojo de tus hijos?

  1. Respira profundo.

No te enganches. El enojo ya llegó, no intentes suprimirlo; no lo alimentes con tu enojo.

  1. Reconoce tu participación.

¿Qué pusiste para que se enojara? Quizás estuviste muy ocupad@, no presente, estresad@, o tú mismo agrediste. A lo mejor no tiene que ver contigo, de todas formas revisa.

  1. Ayúdale a ventilar.

Permite que exprese qué le enoja. Condúcele para que aprenda a expresar su enojo sin lastimar a otros ni a sí mismo. ESCUCHA, no sermonees.

  1. Atiende el problema.

Ayúdale a que encuentre la solución. Bríndale el apoyo que necesita, sin resolverlo tú.

El niño que constantemente necesita llamar la atención de sus padres con comportamientos agresivos, puede sentirse lastimado o abandonado. La agresividad sólo es la manifestación de lo que está pasando en el fondo.

Para que más padres eduquen sin lastimar, comparte este mensaje. Los niños de ahora te lo agradecerán.

 

FUENTE: http://www.ninosdeahora.tv/index.php/blog/noticia/73

A propósito del 14 de febrero

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El día de San Valentín ya está a la puerta. Es la oportunidad de disfrutar y acariñar a los amigos, consentir a esa persona especial, halagar a quien amamos, sorprender y conquistar a aquel que queremos enamorar.

En el ambiente se siente la ansia de compartir, una aura de risas y abrazos dibujan los días previos. El calendario nos avisa. La fecha se aproxima y el tiempo para tener todo como lo planeaste se acorta.

Nadie quiere perder los detalles. La mente trabaja. Así pues, me dirijo a «FRETTE» con la ilusión de hallar eso tan especial para el día de los enamorados.

Llego al lugar. Un suave sonido me pide que cierre los ojos. Mi mente se siente confundida. Un halo de misterio envuelve mi cuerpo. Es corta la distancia que camino. Son las velas aromáticas las que me guían. Mi olfato percibe un suave aroma a brisa de verano que me recuerda la Toscana.

Oigo el correr del agua. El ambiente se siente cálido. Me abrazo al cuello de felpa de rizo de mi bata de algodón. Me siento más segura, protegida. Un baño caliente me espera. Jabones aromáticos están a mi alcance.

El baño dura un tiempo. Para mí solo segundos. Al terminar me arropo con un piyama de lino. Abrocho cada botón de madre perla con cuidado y esmero disfrutando el momento.

No completa, me adorno con una bata de seda hindú color rosa que contrasta con el color vino de mi piyama. La frazada de cachemire italiano decora la cama con vitrales de las construcciones más emblemáticas de Milán.

Solo me siento consentida. Cada uno de los objetos «FRETTE» me han seducido. Son regalos que enamoran fácilmente.

Una voz me saca del letargo.

Tarjeta o efectivo, me preguntan.

Marilú Ricalde.

 

frettepaquetevelasjabones

Oficialmente Ciudad de México: ¿Cómo nos llamaremos ahora sus habitantes?

Chilangos, defeño, capitalino o cedemexiquense… ¿Qué hay con el gentilicio para los habitantes de la nueva CDMX?

Hasta hace poco, existía una confusión sobre si el el Distrito Federal era también Ciudad de México, o si esta última denominación se refería a la zona metropolitana. Para quien no se ha enterado aún, la capital mexicana es oficialmente Ciudad de México. Y frente a este cambio –que entre otras cosas la dota de autonomía constitucional– existe la inquietante interrogativa sobre cómo debemos llamarnos los habitantes de la capital (o si es que resulta un pretexto idóneo para actualizar el gentilicio).

La Real Academia Española define el término chilango como “natural, perteneciente o relativo al Distrito Federal”. Del gentilicio de chilango se han desdoblado algunas teorías sobre su origen. Desde s se trata de un adjetivo veracruzano, que asimila la “chilanga” (un atado de chiles) con los presos provenientes de la capital que legaban al puerto rumbo a la cárcel de San Juan de Ulúa, o si se trata de un nahuatlismo, del término chil-lan-co (“en donde están los colorados”), aludiendo al color de piel de los mexicanos. Cualquiera que sea la posible respuesta, su connotación no suena para nada atractiva más sin embargo, con el paso de los años hemos dotado al término chilango de todo tipo de cualidades que implican el orgullo. Sin embargo, tanto en términos de la RAE como nacionales, parece ser que necesitamos un cambio de gentilicio y que por obviedad ya no puede existir más el término defeño.

Diversas propuestas han surgido sobre cómo deberíamos llamarnos ahora. Si cedemexiquenses, mexiqueños,mexipolitanos o simplemente capitalinos. Las propuestas siguen corriendo, y en la capital estamos abiertos a todo tipo de ideas. ¿Has pensado ya en como te gustaría que te ubiquen a nivel internacional?

FUENTE: http://mxcity.mx/2016/01/oficialmente-ciudad-mexico-nos-llamaremos-ahora-los-habitantes/

“El Renacido”: Exuberante hasta el exceso

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Visualmente imponente pero emocionalmente difusa aunque en conjunto sea una obra apabullante

El renacido cuenta la historia real de Hugh Glass, un cazador que vivió cuando el lejano oeste aún no había tomado forma. En 1822, Glass fue contratado para recorrer el río Misuri hasta su nacimiento para cazar y comerciar con pieles.

Estos viajes solían durar años y en agosto de 1823, Glass fue atacado por un oso que lo dejó malherido y finalmente, cayó inconsciente.

El equipo que iba con él, al ver las heridas, dio por seguro que no sobreviviría, así que dos voluntarios, Fitzgerald y Bridger (este último de 17 años) se quedarían con él hasta que falleciera para después enterrarlo dignamente.

Pero parece ser que unos indios sorprendieron a Fitzgerald y Bridger, o eso es al menos lo que ellos contaron.

Lo cierto es que con la tumba ya excavada, Fitzgerald y Bridger cogieron sus pertenencias y parte del equipo de Glass y lo abandonaron, dando por seguro que moriría en poco tiempo.

Sin embargo Glass se aferró a la vida como nadie se hubiera podido esperar. Se recuperó de sus heridas y primero arrastrándose, después cojeando y finalmente andando, recorrió más de 300 kilómetros con una idea que fue calando en su cabeza: vengar a quienes lo abandonaron.

Aunque con pequeñas variaciones (a Glass le sacan un hijo inexistente) en esencia, esta es la historia que nos propone El renacido.

Se trata de la última película del director mexicano Alejandro González-Iñárritu, un hombre que comenzó como un outsider de la industria y que ahora, aunque sin perder su esencia, se ha hecho un importante hueco dentro de la industria de Hollywood.

No es la primera vez que un director se lleva un Oscar y nunca más se supo, pero este no es el caso de Iñárritu. Habrá a quien le gusten más sus primeras películas y habrá quien prefiera las últimas, pero de lo que no cabe la menor duda es que Alejandro González-Iñárritu es un director a tener en cuenta.

Lo primero que vale la pena destacar es que El renacido es un espectáculo de primer orden.

Su estética sucia, el uso (y el abuso) del gran angular, el empleo de los primeros planos casi crispados, confieren al conjunto un aroma excelso, casi excesivo.

Las apabullantes imágenes del oeste nevado y el cuidadísimo y asombroso uso de los efectos especiales (casi imperceptibles pero palpables -atención al ataque del oso-) combinados con sus elaborados planos secuencia construyen una obra formalmente impecable y realmente asombrosa.

Sin embargo El renacido se queda un poco corta en lo que a emociones se refiere. Planteada como una epopeya sobre la supervivencia, el relato se desinfla hacia la mitad de la película y su coleteo final, en torno a la venganza de quien lo abandonó, suena a pegote un poco forzado.

Ya lo hemos dicho alguna vez, el cine por su naturaleza limitada, generalmente está obligado a esquematizar las cosas y por tanto, a veces, a simplificarlas.

En El renacido, Hugh Glass (un soberbio Leonardo Di Caprio) persigue a quien fue responsable de que lo abandonaran. En la historia real Glass, perdonó la vida a quienes lo dejaron a su suerte. A uno por ser muy joven y al otro por tratarse de un oficial del ejército y asesinarlo estaba penado con la muerte. Una suerte de misericordia forzada pero, misericordia al fin y al cabo.

En El renacido las cosas pasan de forma distinta. Di Caprio encuentra a quien lo abandonó y tras una encarnizada pelea, cuando lo tiene a su merced le dice “la venganza está en las manos de Dios” y lo deja a su suerte en una situación digamos, complicada. Glass se lava las manos, al menos ante su propia persona, él no ha matado a nadie.

Puede que la película no sea una obra maestra y puede que se haya descuidado un poco su aspecto dramático, aunque a cambio hayamos sacado un envoltorio formal apabullante.

Sin embargo, vale la pena ver El renacido entre otras cosas porque -algo que no suele ocurrir- cuando uno termina de verla, siente la sensación de que seguramente valdría la pena volver a verla. Y esto último, vale millones.

FUENTE: http://es.aleteia.org/2016/02/01/el-renacido-exuberante-hasta-el-exceso/

5 regalos que tienes gracias a tu hermana y quizá no lo sabías

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La relación de hermanas es algo precioso, pero hay cosas que uno no aprecia tan fácilmente. Este artículo te ayudará a darte cuenta de lo que le debes a tu hermana y quizás no lo habías notado.

Una hermana es una amiga que tus padres te regalan. Quizá lo mejor de todo es que creces con ella y eso ayuda mucho a desarrollar fuertes lazos que no se desintegrarán, pese a los problemas que surjan esporádicamente entre ambas. En lo que a mí respecta, es un obsequio muy especial.

Mi hermana y yo nos llevamos pocos años y, para ser franca, de pequeñas y hasta la adolescencia no nos llevábamos muy bien. No es que no nos quisiéramos, solo que crecimos viviendo la misma situación familiar, pero la percibíamos y entendíamos de manera muy opuesta. En la actualidad, nuestra relación es como siempre me hubiera gustado que fuera, donde ambas tenemos muy claro que, sin importar el lugar y la situación en la que cada una se encuentre, siempre podremos contar la una con la otra.

Yo estoy agradecida por tener a mi hermana en mi vida y a mi lado, por eso, desde mi corazón espero que también puedas contar con la tuya. Por el motivo anterior, me gustaría resaltar cosas que tienes gracias a tu hermana y que te hacen ser afortunada de por vida.

  • 1. Una compañera de vida

    Eso es algo que ocurre tan pronto como ella llega a tu mundo o como tú llegas al de ella; es además un lazo indeleble que ni la misma distancia podrá disolver. Sean cuales sean las situaciones que juntas o cada una por su parte deban vivir, saben —de manera implícita— que siempre se tendrán para apoyarse y así jamás conocerán qué es la soledad o la enemistad.

  • 2. Una consejera leal

    Sea la experiencia que cada una viva, tu hermana tendrá una visión diferente a la tuya, y viceversa. Es acá donde podrás darle una opinión objetiva de cómo ves las cosas. Desde luego, como en toda relación, cada una deberá respetar la decisión de la otra y es ahí donde ceder terreno te costará mucho. Eso sí, debes tener claro que pese a que no te guste, o ella no esté de acuerdo con lo que le digas, no dejarán de confiar la una en la otra jamás.

  • 3. Una amiga incondicional

    Para lo simple y lo complejo, contarás con una mano amiga, cómplice y aliada en las buenas y las malas. También podrás pasar —y de hecho, pasarás— muchos momentos de júbilo a su lado. Súmale a eso que en algún momento de la vida te dará uno de los más hermosos regalos del universo entero: te hará tía.

  • 4. Una maestra sabia

    Nadie me dijo nunca que iba a aprender un montón de cosas de mi hermana menor, y si alguien me lo hubiera dicho, creo que jamás lo habría creído. Pero sí, al lado de ella he aprendido la mejor manera de no enemistarme con las personas, a ser fuerte en medio de las dificultades y a esperar con paciencia las buenas cosas de la vida. Si soy franca, jamás le he preguntado qué ha aprendido ella de mí, pero espero que sí haya aprendido un poco, ¡eso me haría muy feliz!

  • 5. Un apoyo en momentos difíciles

    Por si fuera poco, tendrás la garantía de jamás estar sola en medio de las dificultades de la vida. Ten la certeza que ella será tu sostén en medio del dolor pero también quien te dé el empujón en la espalda que necesitas, como impulso para salir del «hueco» emocional en el que te puedas encontrar.

    Sé que hay muchas hermanas que se han distanciado; pese a eso, jamás olviden que sin importar el problema que las haya separado, está el lazo inquebrantable de la sangre y el afecto con el que padres afectuosos las criaron. Trata de retomar tu relación con tu hermana si están distantes y, en lo posible, perdónense por lo que sea que haya pasado entre las dos. Es muy probable que el amor las una de nuevo.

 

FUENTE: http://familias.com/familia/5-regalos-que-tienes-gracias-a-tu-hermana-y-quiza-no-lo-sabias

Tras morir este hombre en la residencia, las enfermeras encuentran algo que cambia sus vidas

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Miles de ancianos esperan a diario la visita o llamada de sus familiares en las residencias. Pero a menudo sus corazoncitos cansados de latir sufren una gran decepción al final de sus vidas. Cuando un hombre al que las enfermeras únicamente ven como a un cascarrabias muere, estas se disponen a limpiar su cuarto. Allī encuentran algo que les arrancará lágrimas de amarga emoción. Entre las pertenencias del paciente, recuerdos de toda una vida, encuentran este poema:

¿Qué veis vosotras, enfermeras? ¿Qué veis?

¿Qué pensáis cuando me veis?

Un viejo cascarrabias, no muy listo.

Con hábitos extraños y mirada distante.

Al que la comida le cae por la comisura de los labios y nunca responde.

Al que decís en alto: „Al menos podría intentarlo“.

Que parece no darse cuenta de las cosas que hacéis.

Y que siempre pierde algo. ¿Un calcetín o un zapato?

Que, oponiendo resistencia o sin oponerla, os deja hacer.

Que ocupa sus largos días con el baño o la comida.

¿Es eso lo que pensáis? ¿Es eso lo que veis?

Pues entonces abrid los ojos, enfermeras, vosotras no me veis.

Os diré quién soy, ahora que estoy sentado

haciendo lo que me decís y comiendo cuando me pedís:

Soy un niño de 10 años, con padre y madre,

hermanos y hermanas, que se quieren.

Un chico de 16 con alas en los pies,

que sueña con encontrar pronto el amor.

Un novio con 20, al que el corazón le brinca.

Que recuerda los votos que prometió cumplir.

Que con 25 ya tiene sus propios niños,

A los que ha de guiar y dar un seguro hogar.

Un hombre con 30, cuyos hijos crecen rápido.

Unidos los unos a los otros con lazos que han de durar.

Con 40, mis jóvenes hijos han crecido y se han ido.

Pero mi mujer está conmigo para ver que no entristezco.

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¿Sabes de dónde viene tu fuerza y cómo se manifiesta?

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El poder de la música de una flauta se encuentra en sus muchos agujeros

A veces me cuesta creer en la fuerza del Espíritu. Creo más en mis talentos, en mis dones, en lo que yo hago bien. Me cuesta descentrarme. Lo hago todo y luego, cuando ya no puedo más, cuando fracaso, le digo a Dios que haga algo.

No veo su poder multiplicador en mi vida. No soy tan obediente a la fuerza del Espíritu. Necesito renovarme siempre de nuevo en la fuerza del Espíritu para ser más de Dios.

Decía Pablo D´Ors: “Si el gesto es el dominio del cuerpo y la palabra el de la mente, el silencio es el campo del Espíritu. Gracia a Él empezamos de alguna manera a parecernos a quienes realmente somos”.

Jesús profundizó en su alma en el silencio de Nazaret durante treinta años. Aprendió a conocerse y comenzó a parecerse más a sí mismo en la fuerza del Espíritu. En el desierto lleno de silencios buscó la voz de Dios.

La encontró en el momento en el que el agua caía sobre su cabeza. Esa voz poderosa de su Padre diciéndole cuánto lo amaba. Lleno del Espíritu comenzó a hablar del reino de Dios y a hacer milagros. Su fama se extendió rápidamente.

Después vuelve a su hogar lleno de la voz de su Padre. Algo ha cambiado. Ya no es el mismo. Lo reconocen, pero no conocen su alma. Todo es diferente. Ahora se mueve en la fuerza del Espíritu. No tiene fama gracias a su poder humano. Sino por lo que obra en la fuerza del Espíritu.

A veces nos queremos apropiar del poder de Dios. Pensamos que somos nosotros. Que son nuestros dones humanos. Pensamos que Dios nos ha elegido porque somos muy sanos, muy buenos, muy talentosos. Creemos que nos ha llamado porque no estamos heridos.

Pero nos confundimos. El poder de la música de una flauta se encuentra en sus muchos agujeros. A través de las heridas de la flauta salen bellas melodías. Sin esos agujeros no habría música. Me gusta la imagen de la flauta.

A través de mis agujeros se manifiesta el poder de Dios. A través de mi impotencia surge su fuerza. A través de mis silencios brotan sus palabras. En mis manos rotas Él acaricia. En mis pies cansados Él corre.

Y yo me empeño en hablar, en hacer, en estar, en ser más. Y olvido la fuerza del Espíritu sobre mí. Quiero invocar más su presencia en mi vida. Quiero vivir más su novedad, su fuego, su vida. Quiero vivir en Jesús, más que en mí mismo.

Y cuanto más me deje moldear por el Espíritu más me pareceré a quien realmente soy. Porque el Espíritu me quita las máscaras, la roca que me cubre y acaba con las apariencias. El Espíritu saca a la luz lo más verdadero y auténtico de mí que se esconde en mi interior.

El Espíritu pacifica mi alma inquieta. El Espíritu me enciende y me enamora desde lo más hondo. El Espíritu calma en parte mi sed de infinito, sólo en parte, para que no deje de buscar, de anhelar. El Espíritu me conduce a las moradas más hondas de mi alma. Allí donde soy más yo mismo.

El Espíritu me desvela mis mentiras y me hace comprender cuáles son los caminos errados que sigo. El Espíritu me hace valorar mi vida en su riqueza. Me hace alegrarme en las derrotas y vivir con paz las pérdidas.

El Espíritu me lleva a alabar a Dios por todo lo que hace en mi vida. El Espíritu realiza milagros con mis palabras y hace que mis actos de amor tengan vida eterna. El Espíritu me lleva a pacificar y a unir. A integrar y a enaltecer.

El Espíritu me permite confiar en Dios más que en mis propias fuerzas. El Espíritu me permite escribir, con renglones torcidos, la recta historia de mi vida. El Espíritu me hace creer más en mis talentos, en mis dones y me hace ser generoso con ellos, sin temor a perderlos.

El Espíritu no me deja tranquilo y hace que mi alma inquieta busque siempre a Dios. Quiero pedir que el Espíritu cambie mi vida cada día.

El otro día leía: “Deberíamos dar gracias a Dios porque actúa en nosotros, porque rompe nuestra dureza con su espíritu, que quiere transformar constantemente nuestro corazón”[1]. El Espíritu quiere cambiarlo todo en mí. Y si me dejo, hará grandes milagros con mi vida.

Decía el papa Francisco: “¿Argumento y maquino yo solo, rumiando una y otra vez mi defensa, o me confío al Espíritu Santo que me enseña lo que tengo que decir en cada ocasión?¿Me preocupo y me angustio excesivamente o, como Pablo, encuentro descanso diciendo: – Sé en Quién me he confiado?”.

En el Espíritu descanso, confío, me abandono. Y cuando me centro en mis fuerzas, me pierdo. El Espíritu Santo me ayuda a vaciarme de mis propias fuerzas, para aprender a confiar sólo en Dios. Es un misterio. Es un don.

[1] Anselm Grün, La mitad de la vida como tarea espiritual, 76

 

FUENTE: http://es.aleteia.org/2016/01/27/sabes-de-donde-viene-tu-fuerza-y-como-se-manifiesta/

Pablo Pineda: "Si no vamos a la universidad, seremos chicos de los recados"

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El profesor y actor Pablo Pineda, el primer universitario europeo con síndrome de Down, confiesa que le duele que sólo el 6 % de las personas con discapacidad llegue a la universidad y opina que, si no se rompe esa barrera, seguirán ocupando mayoritariamente el trabajo de los «chicos de los recados».

Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Pineda, que fue galardonado con la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián de 2009, reclama, en una entrevista con Efe, que la educación sea un tema de Estado.

Y el fin que trata de conseguir consiste en «demoler esa barrera universitaria» que frena el acceso a estudios superiores de las personas con discapacidad: seis de cada diez terminan la formación elemental, ha remarcado.

También este es el mensaje que «en voz alta y clara» ha dicho hoy Pineda, ahora centrado en su trabajo en la Fundación Adecco, en el acto central de la celebración del Día Internacional de la Discapacidad, en la sede de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra.

«Esa es la gran losa que tenemos encima las personas con discapacidad: menos formación, menos posibilidades de trabajo», lamenta.

El paro entre las personas con discapacidad ha aumentado un 35 por ciento durante la crisis -frente al 26 % de la población en general-, una cada cuatro personas tiene trabajo, y más empresas han incumplido la cuota obligatoria del 2 % de reserva de puestos de trabajo para este colectivo, según el Atlas Laboral de las Personas con Discapacidad 2016.

«Las empresas tienen miedo a lo desconocido y a apostar por la diferencia, porque siempre se ha tendido a que todo sea igual, homogéneo; les da pavor la diferencia y creen que las personas con discapacidad estorban y ralentizan», explica Pineda.

Por ello, este diplomado en Magisterio plantea la urgencia de incorporar en los programas electorales un «cambio de raíz y en profundidad» de la educación, «y no como se ha hecho hasta ahora».

«Hay que hacer un cambio enorme, de verdad -propone-, para hacer una educación inclusiva y democrática, en la que todos podamos aprender de todos y todos podamos enseñar de todo».

Pineda asegura que se va a leer «con lupa» los programas de los partido políticos que concurren a los comicios del 20 de diciembre y expresa su deseo de que ojalá tengan voluntad de cambiar, «porque solo se avanza si se cambia».

«Lo importante es transformar la sociedad, a través de reformas en el ámbito laboral, social y educativo, las piezas claves de cualquier país moderno», indica.

Pero en esa transformación también deben intervenir las personas con discapacidad, a las que reclama «una actitud más activa, luchadora y reivindicativa».

«No nos escuchan, porque nosotros no hablamos; estamos acostumbrados a estar en un rol pasivo, a no hacer nada, no decimos lo que pensamos, no reivindicamos nuestro puesto en la sociedad».

Cuenta que lleva ya 20 años batallando para eliminar las barreras mentales y los prejuicios acerca de las posibilidades de las personas con discapacidad, lo que impide el avance.

No obstante, señala que España es, junto a Italia, uno de los países europeos que más ha avanzado en la integración e inclusión de este colectivo.

«Los países del norte de Europa y Alemania van a la cola; todavía están en el debate de si es mejor una educación especial», indica Pineda, quien bromea que, en este caso, «los países del sur estamos mejor».

También destaca que la legislación española está bien, aunque recuerda que se mantienen las barreras «más que físicas, sociales y mentales, que al final son las que impiden seguir avanzando para tener derechos plenos».

«Hay que dar un bofetón y un golpe en la mesa y decir claro que ya está bien de tanto prejuicio y de tanta discriminación; queremos una sociedad mejor, más moderna, más social y más humana».

Pablo Pineda, galardonado con la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián en 2009 por su participación en la película «Yo, también», en la que interpreta a un licenciado universitario con síndrome de Down, ha aparcado, por el momento, sus proyectos artísticos.

«Quiero centrar mi esfuerzo ahora en ser la voz de un colectivo y en seguir concienciando a la sociedad de que ‘se puede’; ahora no me planteo ningún proyecto artístico», concluye.

FUENTE: http://www.atlantico.net/articulo/sociedad/pablo-pineda-no-vamos-universidad-seremos-chicos-recados/20151203164342503397.html