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Historia de la soledad

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Su concepto ha cambiado en unos miles de años. La soledad no es la palabra, es un lugar, es una situación, es un sentimiento. A través de ella hemos visto infinidad de logros del pensamiento. Son pocos los eurekas que se gritaron en conjunto, no recuerdo ni una gran novela escrita a más de cuatro manos. Quizá, ni siquiera los esfuerzos entre Borges y Bioy Casares. Los asuntos del alma y la mente son de uno, en soledad. Por la presencia de la soledad aprendimos qué es la desgracia. ¿Pero cuál es la presencia de la soledad? ¿Por qué un concepto que se acerca al vacío puede ocupar un espacio tan grande en las conciencias y dictar el devenir de los individuos? Porque la soledad pesa en las sociedades.

La soledad tiene un halo de egoísmo y, al mismo tiempo, de desesperanza. En mi caso, soy incapaz de imaginar la vida sin los extensos momentos en los que me encuentro solo, escribiendo y leyendo durante diez o doce horas diarias. La disfruto. Es una especie de reclusión de la que dependo y que busco, es una soledad opuesta a lo que se llega ver como el triunfo de la civilización. Pero la civilización ha sido el vehículo esquizofrénico de la soledad. Mi soledad es el resultado privilegiado de una decisión, otro tipo de soledad es martirio.

Antes de llamarse soledad ya era el peor de los castigos. En la Grecia antigua se excluía a quienes se consideraban peligrosos para la comunidad. El rechazo a esos individuos fue el ostracismo. Su distancia era la penitencia, la no aceptación dentro del grupo, la definición de imparidad ante los otros. Aunque sin el reconocimiento del paria a la otredad del excluyente no habría soledad.

En la Edad Media la soledad equivalía a la figura del desierto. Un lugar donde la ausencia de elementos lo hacía idóneo para la reflexión, que para esos años era cosa de religiosos. Sólo ellos tenían el tiempo y las condiciones necesarias para permanecer encerrados dentro de sí mismos y pensar. En esa época la soledad no hacía referencia al sentimiento de los hombres, sino a la condición del entorno. El hombre no se encontraba solo a menos que pudiera hacerlo. La soledad era una ubicación geográfica, una habitación donde ejercerla. El fin del medievo significó la lucha de los hombres contra los cánones de lo establecido, contra las plataformas sociales a partir de las cuales se conformaba una sociedad que oprimía. El rechazo natural a las estructuras clericales fue la batalla contra sus espacios. La iglesia, el monasterio. En cuatro siglos, para el XVII, la soledad era un estado de abandono en el que el hombre se separaba de los dictados de Dios, pero también de lo que aún se entendía como sus bondades. Si Dios era responsable de la providencia, la miseria que dejaba al mendigo a la suerte de un creador en realidad lo hacía a la fortuna que no contaba con la injerencia proverbial de una fuerza mayor. Lo orillaba al desamparo. Esa soledad era equivalente a la desgracia y distante de la paz que atesoraba el monje. La noción de la soledad como epítome del declive humano es quizá una zona de debate semántico, biológico y paraíso de sociólogos. Muchos de ellos dirán que nunca estamos solos, y en cierto sentido tienen razón, sin embargo, su juicio recae en la percepción negativa de la soledad y no en sus virtudes. Ese solo que está aislado y abandonado a pesar de estar rodeado de pares implica que el ser social que se supone somos sólo es a partir de su interacción con los demás.

Entonces olvidamos que el adjetivo de la soledad también representa lo único.

Hace unos meses me encontré con El abrazo, un cuento de David Grossman que me llevó a escribir este texto. En él, Ben, un pequeño niño, está angustiado ante esa insistencia que tienen todas las madres en hacerle creer a sus hijos que son únicos en este mundo. Si Ben es único y no hay más como él, Ben está solo. Reflexiona el crío. Su soledad no se asemeja a la prohibición o la voluntad de estar con sus pares, como en la inexistencia de esos pares.

La soledad que escribió Grossman puede identificarse como un fenómeno cultural, por lo que tendrá una aceptación distinta en Occidente y en otros lados. Supongo que el fenómeno se percibirá de manera diferente en este lado del mundo y en las sociedades orientales que se encuentran en Japón o en alguna otra latitud semejante. Desde donde estoy, la soledad es una perturbación a la seguridad que brinda una sociedad contractual, como la nuestra. En ella decidimos o terminamos por estar juntos, como individuos aislados con el mismo objetivo. No nos reunimos en comunidad por una cercanía natural o una filiación familiar o tribal, sino para compartir un espacio en común.

La sociedad contractual como la conocemos, tiene uno de sus orígenes en el periodo de la ilustración y tomó una forma más clara después de la revolución industrial. Con la evolución de las sociedades actuales, la soledad se enfrentó al problema semántico de la soledad gregaria. Si la sociedad se transforma, la soledad la acompaña. Ante la ausencia de coincidencia o valores comunitarios la sociedad contractual se apoya en las instituciones sociales —Estado, familia— para evitar el vacío que desembocaría en la soledad individual.

Ben, el niño en el cuento de Grossman, puede sentirse solo. Durante la conversación con su madre no lo está. Como tampoco lo estamos ninguno de nosotros en las mañanas camino a nuestras ocupaciones, en el tráfico, en los parques o mercados. Sin embargo, la gran trampa de la soledad es que sin encontrarnos físicamente solos, podemos tener el sentimiento de estarlo.

Desde el fin del siglo pasado la soledad, en un constante camino análogo al de la comunión social, encontró nuevas formas de estructura. Redescubrimos la comunidad en elementos fuera de la comunidad. Nos hacemos pares a través de las coincidencias individuales, no sociales. Aceptamos la paridad de quienes comparten gustos, afinidad de mascotas, filiaciones políticas, alimentarias, religiosas, etcétera. Comulgamos, pues, en la proximidad de nuestros gustos. Quien no los comparta se verá solo sin siquiera ser rechazado por la cercanía de otras presencias. Su soledad será, ante todo, un sentimiento producto de la no involucración, que en realidad no afecta a las sociedades sino a las instituciones sociales. La ciudad es el mejor ejemplo. El ciudadano se ha hecho solitario. Esa soledad, mencioné al inicio, que puede ser generador de sufrimiento tal vez tanto que en muchos casos la muerte se asoma el camino más adecuado para terminarlo. La negación a la soledad se hará en la negación a uno mismo, porque ser uno mismo es siempre ser solo.

En la historia de la soledad vemos dos rutas a ella. La que se busca para escribir, cantar, jugar, imaginar y pensar. El de la soledad impuesta, en la que los demás no reconocen las singularidades y condenan al individuo a vivir consigo mismo. Todas las sociedades —salvo una que otra excepción poco representativa— son jerárquicas y sus estructuras se convierten en relaciones coercitivas en las que uno puede frenar las inquietudes de otro —sucede con gobiernos, instituciones religiosas o mayorías—. La coerción es la evolución de la soledad. Su vía bajo el amparo del reconocimiento de otros que niegan o no escuchan y menos reconocen las particularidades del ajeno. El que no encuentra el vehículo para expresar sus malestares, el que no encuentra respuesta a lo que le angustia, se ve forzado a refugiarse en sí mismo, como el autista buscando protegerse del mundo. Alimentado su soledad, la soledad moderna.

Rodeados, en la calle, nos sentimos solos. La impotencia del individuo ante el mundo se convirtió en soledad. Se siente solo el que tiene que pelear contra el gañán que le chocó el auto y se niega a pagar el seguro, no hay autoridad que esté dispuesta a acompañar. Se siente solo el que no encuentra cómo pagar las cuentas, el que tiene que defenderse de la vida y, en ocasiones, de la misma sociedad. Qué nivel de soledad siente el padre al que le dijeron que su hijo desaparecido está muerto y, aunque sea lo más probable, no se lo han podido demostrar. A ése del que nadie sabe, ya ni siquiera lo consideran un par porque de hacerlo, lo llamarían de otra manera.

La memoria de la soledad siempre estuvo llena de Hamlets, de hombres que están solos. De Quijotes que decidieron ser solitarios y se volvieron locos a fuerza de estarlo. Esa vida no es la nuestra, cada día nos parecemos más a un grupo de Crusoes que no encuentran un Viernes para hacernos compañía y cuando lo hacemos él no es suficiente para alejarnos de la soledad.

Ese sentimiento es un elemento de la humanidad, es su yo indescifrable.

Se existe solo. Saberse solo abre las posibilidades de la comodidad.

Sentirse solo es miserable. En nuestra cómoda soledad hemos hecho miserables a quienes no escuchamos.

 

FUENTE: http://www.nexos.com.mx/?p=27701

¿Qué es el Síndrome de la Abuela Esclava?

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El Síndrome de la Abuela Esclava es una condición grave que puede conducir a la muerte. Sepa en qué consiste y cómo identificarlo.

No hace mucho tiempo y en situación casual me tocó escuchar sobre un fenómeno llamado el “SÍNDROME DE LA ABUELA ESCLAVA”, el que me causó una gran curiosidad y decidí investigar de qué se trata. Con mucha sorpresa descubrí que es una enfermedad grave, que afecta a mujeres maduras sometidas a una sobrecarga física y emocional y que origina graves y progresivos desequilibrios, tanto somáticos como psíquicos.

El Dr. Antonio Guijarro Morales, Licenciado en Medicina y Cirugía de la Facultad de Medicina de Granada, ha descrito a esta enfermedad como muy común en las mujeres adultas del Siglo XXI, pues el Síndrome de la Abuela Esclava es una entidad grave que puede conducir a la muerte, a veces por suicidio.

El Dr. Guijardo expresa que el origen de una “abuela esclava” se observa en una mujer adulta con responsabilidades directas de ama de casa, voluntariamente asumidas con agrado que, por razones educacionales y psicológicas, tiene un extraordinario sentido del orden, la responsabilidad, la dignidad y el pudor. Se hicieron abuelas sin darse cuenta estando en la plenitud de la vida, fuertes, sanas, incluso bellas. Con agrado asumen la crianza y cuidado de los nietos, como si volvieran a ser madres por segunda vez, pero con un carácter aún más placentero, gratificante y cariñoso.

Al pasar el tiempo las redes familiares se multiplican, llegan las nueras, los yernos y diversas formas de emparejamiento de los hijos. Las cargas y el estrés familiar se multiplican, los nietos también, estos últimos crecen y así también sus necesidades y las responsabilidades de quien los tutela en la práctica diaria.

La vida familiar de estas abuelas es con frecuencia de alta exigencia y de alguna manera su  capacidad física y emocional se resiente en el desempeño de múltiples labores hogareñas que le impiden desarrollarse con persona individual, manteniéndose siempre al servicio de estos miembros de la familia que frecuentemente están demandando su atención. Es probable que la presencia de alguna enfermedad asociada debilite aún más sus fuerzas físicas y psíquicas.

La OMS reconoce el abuso del rol de abuela como otro tipo del maltrato hacia la mujer. En el 2003, la psicóloga Encarni Liñan, realiza un estudio para saber más de este síndrome y aplica el  “Cuestionario del Síndrome de la Abuela esclava” partiendo por plantearse las siguientes preguntas: ¿Por qué esta abuela se siente tan comprometida? ¿Por qué no se liberan de esta carga? y ¿Por qué asumen estas situaciones como suyas? ¿Por qué la abuela y no el abuelo?

Algunas respuestas que se plantea la psicóloga Liñan ante el Síndrome de la Abuela Esclava son: por la educación y valores aprendidos, porque se sienten responsables del permanente cuidado de la familia y porque es una forma de seguir sintiéndose útiles. Y ¿Por qué es la abuela y no el abuelo? Porque nuestra cultura androcéntrica nos ha enseñado que la mujer es la cuidadora natural, los hombres asumen el rol de cuidador sólo cuando no existe o no está disponible un miembro femenino de la familia. El abuelo tiene otras funciones más ociosas con los nietos (juegos, paseos, cuentos etc.)

Entre los principales resultados a los que llegó el estudio de la psicóloga Liñan fue caracterizar a la abuela esclava como:

  • Mujeres que cuidan a sus nietos de forma sistemática.
  • Mujeres que cuidan a familiares enfermos de forma sistemática.
  • Mujeres que tienen excesivas responsabilidades familiares en función de sus capacidades.
  • Mujeres que no tienen libertad para tomar decisiones.
  • Mujeres que no disfrutan de su tiempo libre como ellas quisieran.
  • Mujeres que apenas tienen relaciones sociales.
  • Mujeres que por cuestiones culturales y familiares se sienten obligadas a asumir demasiadas responsabilidades.
  • Mujeres que tienen miedo a quejarse por represalias familiares (retirada del cariño, chantaje emocional).
  • Mujeres que consciente o inconscientemente saben que se está abusando de ellas, pero no tienen ni los recursos, ni los medios necesarios para hacer frente a estas situaciones.
  • Mujeres que posiblemente se sientan maltratadas.
  • Aportando también un perfil de la abuela feliz, siendo ésta la que;
  • Aporta bienestar a la familia.
  • Ayuda a sus hijos y familiares en función de sus capacidades físicas y emocionales.
  • No tiene responsabilidades directas con sus nietos de forma sistemática.
  • Tiene libertad para decidir qué hacer con su tiempo.

Respecto del tema del Síndrome de la Abuela Esclava, la invitación es primero a reconocer que existen las abuelas esclavas, desarrollar una conciencia familiar y social que genere acciones preventivas y aumentar las ayudas sociales a las familias.

 

FUENTE: http://www.guioteca.com/adulto-mayor/¿que-es-el-sindrome-de-la-abuela-esclava/

La poderosa herramienta tecnológica del SAT

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El SAT arrancará un intenso programa de fiscalización mediante revisiones electrónicas. Hay 6 cosas que debes saber.

En lo que va de 2016, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha desplegado una campaña mediática para informar que está por arrancar un intenso programa de fiscalización a través de revisiones electrónicas.

Este mecanismo fue introducido en 2014 con el propósito de verificar, con base en el análisis de la información y documentación que obra en poder de la autoridad, si los contribuyentes hemos cumplido con el pago de nuestros impuestos.

A partir de la información que nosotros mismos proporcionamos al SAT y la que es suministrada por terceros con los que nos relacionamos, es indudable que las revisiones electrónicas serán una poderosa herramienta de fiscalización.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que las autoridades tienen casi toda –por no decir que toda– la información relacionada con el cumplimiento de nuestras obligaciones fiscales. Esto es resultado de la contabilidad electrónica que entregamos al SAT, los comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI), las declaraciones informativas que mensual y anualmente presentamos en formato electrónico, etcétera.

De este modo, sólo escapan de su conocimiento las operaciones que celebramos con el sector informal, así como las transacciones en las que participamos como consumidores finales, y en las que por su naturaleza no se identifica nuestro nombre y registro federal de contribuyentes (RFC). Fuera de esto, prácticamente la totalidad de la información obra en poder del SAT.

Los aspectos relevantes de las revisiones electrónicas que realizará el SAT, son las siguientes:

  1. Como se mencionó, el propósito de esta herramienta es fiscalizar el pago de contribuciones. Esto puede implicar muchos –no pocos– rubros o conceptos específicos por los cuales pagamos impuestos. Ello lo decidirá libremente el SAT.
  2. Todas las actuaciones del SAT y las notificaciones a los contribuyentes se efectuarán a través del buzón tributario. Aunque su implementación ha dado tumbos, lo cierto es que en el mediano plazo será una realidad.
  3. Podemos entrever la manera como operará este mecanismo: bastará un simple cruce de información en las respectivas bases de datos para que afloren las inconsistencias y las omisiones en el pago de los impuestos. En teoría deberá ser algo sencillo y rápido. Bastará un ‘teclazo’ en las computadoras de las autoridades para ello.
  4. Una vez hecho lo anterior, el SAT emitirá una resolución provisional. Los contribuyentes contarán con un plazo de 15 días para ejercer su defensa y presentar pruebas.
  5. Junto con la resolución provisional, el SAT enviará un oficio de preliquidación de los impuestos omitidos. Este oficio en automático se convertirá en definitivo cuando los contribuyentes no se defiendan.
  6. En caso de que los contribuyentes se defiendan, pero no logren desvirtuar las irregularidades que se les imputan, el SAT emitirá un nuevo oficio de liquidación, el cual también será definitivo.

En la medida que las autoridades logren la implementación de las revisiones electrónicas, la fiscalización sobre los contribuyentes será más efectiva. En el escenario actual, el SAT cuenta con amplia información sobre nuestra situación fiscal y con los medios para procesarla con relativa facilidad. La tecnología al servicio del Big Brother fiscal.

 

FUENTE: http://www.forbes.com.mx/la-poderosa-herramienta-tecnologica-del-sat/

Protagonista de “Full House” rechaza el aborto y critica a Planned Parenthood

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“Soy una defensora de la voz no escuchada. Estas son voces no nacidas. No pueden defenderse por su cuenta, y siempre los defenderé”, aseguró a actriz Candace Cameron Bure, protagonista de la popular serie “Full House”, –conocida como Tres por Tres en América Latina y Padres Forzosos en España– y su secuela “Fuller House” que se estrenará el 26 de febrero en Netflix.

Según recoge el sitio web pro-vida LifeNews, Candace Cameron Bure rechazó a finales de enero el abierto apoyo al aborto y Planned Parenthood de la actriz y también conductora del programa televisivo The View, Whoopi Goldberg.

En la edición del 26 de enero de The View, Goldberg celebró que el gran jurado de Texas abriera un proceso judicial contra David Daleiden y Sandra Merrit, investigadores del Center for Medical Progress que denunciaron que la multinacional abortista Planned Parenthood trafica con órganos y tejidos de bebés abortados en sus instalaciones.

Daleiden y Merrit han sido acusados de “manipulación de un registro del gobierno”, por usar licencias de conducir falsas durante su investigación encubierta a la industria del aborto, y de “compra o venta de órganos humanos”.

Para Candace Cameron Bure, los investigadores del Center for Medical Progress “eran personas que estaban exponiendo algo espantoso que continúa, y verlos inculpados es espantoso para mí”.

“Y digo… ¡ay de los que llaman al mal bien y al bien mal!”, sentenció.

Desde mediados de julio de 2015, el Center for Medical Progress ha publicado una docena de videos en los que denuncia el tráfico de órganos de Planned Parenthood. En uno de los reportajes, una ex trabajadora de una empresa que adquiere órganos y tejidos de Planned Parenthood reveló que en una ocasión, al interior de una clínica de la multinacional, le pidieron extraer el cerebro a un bebé cuyo corazón aún latía.

Al menos seis estados le han retirado el financiamiento público a Planned Parenthood, mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, vetó a inicios de año un proyecto de ley que privaba a la multinacional de los más de 500 millones de dólares en fondos públicos que recibe al año.

FUENTE: https://www.aciprensa.com/noticias/protagonista-de-full-house-rechaza-el-aborto-y-critica-a-planned-parenthood-23132/

Construcción de rueda de la fortuna en Chapultepec enfrenta a gobierno capitalino y vecinos

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Los vecinos se oponen al proyecto, que respalda el PRD desde la ALDF.

México.- Alrededor de 30 líderes de comités vecinales de la Delegación Miguel Hidalgo exigieron al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, llevar a cabo una consulta ciudadana sobre la rueda de la fortuna que pretende instalarse en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec.

Liderados por Gustavo García Arias, asesor jurídico de los comités, los colonos alertaron sobre el impacto que el atractivo tendría en el bosque en materia ambiental y para la imagen del sitio histórico.

De acuerdo con García Arias, se comunicaron con integrantes del Consejo Rector Ciudadano del Bosque quienes dieron el visto bueno a condición de aplicar una consulta entre los vecinos.

Los habitantes de la delegación se manifestaron contra la edificación de la rueda, un centro comercial, un hotel y una torre de 40 niveles, quienes estuvieron respaldados por diputados locales de Morena.

Los vecinos señalan que los representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia les informaron que el gobierno capitalino no ha solicitado la autorización correspondiente del artículo sexto de la Ley Federal de Monumentos.

El coordinador de Morena en la Asamblea Legislativa, César Cravioto, cuestionó la concesión del espacio público a una empresa privada, además de exigir al gobierno local la aplicación de consultas ciudadanas que anteceden a la autorización de dichos proyectos.

La presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Margarita Martínez, afirma que la rueda viola el uso de suelo de Área de Conservación Patrimonial y de Área Verde, además de anunciar que solicitará la comparecencia de la secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, Tanya Müller, para que presente la información relacionada con dicho proyecto.

Virgilio Pasotti, quien es representante del comité vecinal La Voz de Polanco, señala que en 2010 se buscó impulsar el mismo proyecto de la rueda, el cual fue posible frenarlo gracias al estudio de factibilidad que resultó negativo en materia ambiental y de movilidad.

El coordinador perredista en la ALDF, Leonel Luna, rechazó los cuestionamientos sobre la instalación de la rueda de la fortuna puesto que otorgará «una vista fenomenal” del Bosque y de la CDMX, además de incentivar el atractivo turístico.

Mientras el presidente del PRD capitalino, Raúl Flores, afirma que la obra cuenta con los estudios de impacto ambiental y urbano, además de que la construcción no afectará al Bosque ni se talarán árboles.

Con información de Reforma y El Andén

 

FUENTE: http://www.sdpnoticias.com/local/ciudad-de-mexico/2016/02/22/construccion-de-rueda-de-la-fortuna-en-chapultepec-enfrenta-a-gobierno-capitalino-y-vecinos

Está comprobado: la meditación sí cambia el cuerpo y la mente

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Se supone que son tantos los beneficios de la meditación consciente que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años: reduce el estrés y el riesgo de padecer diversas enfermedades, mejora el bienestar y reconecta el cerebro.

Sin embargo, ha habido pocos experimentos para respaldar estas afirmaciones. Los defensores de esta práctica se han apoyado en muestras demasiado pequeñas con sujetos no representativos como monjes budistas aislados que meditan por horas todos los días, o bien, en estudios sin control aleatorio ni grupos que reciban placebo.

Pero este mes, un estudio que publicó la revista Biological Psychiatry proporciona rigor científico a la meditación consciente y por primera vez muestra que, a diferencia de un placebo, puede cambiar el cerebro de la gente común y corriente, y posiblemente, mejorar su salud.

La meditación consciente requiere “una atención abierta, receptiva y carente de juicios de la experiencia en el momento presente”, dijo J. David Creswell, director del estudio, profesor adjunto de psicología y director del Laboratorio de Desempeño Humano y Salud en la Universidad Carnegie Mellon. Una de las dificultades en el estudio de la meditación ha sido la cuestión del placebo. En los estudios de rigor científico, unos participantes reciben tratamiento y a otros se les da placebo: los últimos creen que están recibiendo tratamiento pero en realidad no es así. Pero, normalmente, la gente se da cuenta si está meditando. En colaboración con científicos de varias universidades, el Dr. Creswell logró fingir la meditación consciente.

Primero reclutaron a 35 hombres y mujeres desempleados que buscaban trabajo y padecían de un estrés considerable. Les tomaron muestras de sangre y tomografías del cerebro. A la mitad de los sujetos les enseñaron meditación consciente formal en un centro de retiro. El resto realizó una especie de falsa meditación consciente, enfocada en la relajación y en distraerse de las preocupaciones y el estrés.

“Pusimos a todos a hacer ejercicios de estiramiento, por ejemplo”, explica el Dr. Creswell. El grupo de conciencia plena puso atención a las sensaciones corporales, incluyendo las desagradables. Al grupo de relajación se le invitó a conversar e ignorar su cuerpo, mientras su líder contaba chistes.

Después de tres días, los participantes dijeron a los investigadores que se sentían renovados y con mayor capacidad de soportar el estrés del desempleo. Sin embargo, las tomografías de seguimiento mostraron diferencias únicamente en aquellos que habían practicado la meditación consciente. Había más actividad —o comunicación— entre las partes de su cerebro que procesan las reacciones relacionadas al estrés, así como en otras áreas asociadas con la concentración y la tranquilidad. Cuatro meses después, quienes habían puesto en práctica la meditación consciente tenían en la sangre menores niveles de un indicador de inflamación nociva comparados con los del grupo de relajación; aunque pocos integrantes del primer grupo seguían con la meditación.

El Dr. Creswell y sus colegas creen que los cambios en el cerebro contribuyeron a la reducción inflamatoria, aunque sigue sin saberse con precisión de qué manera. Tampoco está claro si es necesario pasar tres días en contemplación ininterrumpida para cosechar los beneficios. Sobre cuánta meditación es necesaria para mejorar la salud, el Dr. Creswell afirmó: “Todavía no sabemos cuál es la dosis ideal”.

FUENTE: http://www.nytimes.com/es/2016/02/28/esta-comprobado-la-meditacion-si-cambia-el-cuerpo-y-la-mente/

Carte de Frida Kahlo a Diego Rivera, desde el hospital.

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México, 1953
Sr. mío Don Diego:
Escribo esto desde el cuarto de un hospital y en la antesala del quirófano. Intentan apresurame pero yo estoy resuelta a terminar ésta carta, no quiero dejar nada a medias y menos ahora que sé lo que planean, quieren herirme el orgullo cortándome una pata… Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví.
No me aterra el dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente a mi ser, aunque sí te confieso que sufrí, y sufrí mucho, la vez, todas las veces que me pusiste el cuerno…nó sólo con mi hermana sino con otras tantas mujeres…¿Cómo cayeron en tus enredos? Tú piensas que me encabroné por lo de Cristina pero hoy he de confesarte que no fue por ella, fue por ti y por mi, primero por mi porque nunca he podido entender ¿qué buscabas, qué buscas, qué te dan y qué te dieron ellas que yo no te di? Por que no nos hagamos pendejos Diego, yo todo lo humanamente posible te lo di y lo sabemos, ahora bien, cómo carajos le haces para conquistar a tanta mujer si estás tan feo hijo de la chingada…
Bueno el motivo de esta carta no es para reprocharte más de lo que ya nos hemos reprochado en esta y quién sabe cuántas pinches vidas más, es sólo que van a cortarme una pierna (al fin se salió con la suya la condenada)… Te dije que yo ya me hacía incompleta de tiempo atrás, pero ¿qué puta necesidad de que la gente lo supiera? Y ahora ya ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, de ti… Por eso antes que te vayan con el chisme te lo digo yo “personalmente”, disculpa que no me pare en tu casa para decírtelo de frente pero en éstas instancias y condiciones ya no me han dejado salir de la habitación ni para ir al baño. No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te “amputo” te mi, sé feliz y no me busques jamás. No quiero volver a saber de ti ni que tú sepas de mí, si de algo quiero tener el gusto antes de morir es de no volver a ver tu horrible y bastarda cara de malnacido rondar por mi jardín.
Es todo, ya puedo ir tranquila a que me mochen en paz.
Se despide quien le ama con vehemente locura,
Su Frida
FUENTE: http://hellodf.com/carta-de-frida-kahlo-a-diego-rivera-desde-el-hospital/

Si las mujeres entendiéramos…

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  • Que los hombres también tienen miedos, pero sin tanto permiso para mostrarlos.
  • Que hay emoción en el ruido de un motor o en el grito de un gol.
  • Que valoran mucho más el exceso de sonrisas que tres kilos menos.
  • Lo abrumador de ser el sostén económico de una familia.
  • Lo que es tener que ser valiente, poderoso y exitoso a toda hora.
  • Lo molestas que son las comparaciones con “el marido/novio de”.
  • La necesidad que tienen de un abrazo que no siempre saben pedir.
  • Lo difícil que es comprender lo que nunca les han enseñado.
  • Las lágrimas que no se animan a llorar.
  • El poder que tenemos sobre ellos.
  • Que ellos también pasan noches sin dormir.
  • Que necesitan silencio como nosotras charla.
  • Que no andan por la vida pensando en cómo lastimarnos.
  • Que son más débiles de lo que su altura y músculos dirían.
  • Que sacar lo mejor o peor de ellos está en nuestras manos.
  • Que piensan y razonan diferente.
  • Que sienten muy parecido.
  • Que demuestran sentimientos como pueden o como aprendieron.

Si las mujeres entendiésemos todo esto, si lográsemos mirar más allá de algunos olvidos, si nos diéramos cuenta de que no hay todos o ninguno, si pudiésemos sentir que para ellos la mejor demostración de amor es habernos elegido, si las mujeres bajáramos un poquito la guardia, los reproches y tantos reclamos, si pudiéramos incrementar las sonrisas, los brindis y la picardía y si los dejáramos hacer sin tanto mandato ni expectativa, comprenderíamos que somos lo que le da sentido a sus vidas. Como mujeres, novias, madres, hijas, hermanas o amigas.

Al final del día, donde se acaban las bromas, donde no hay público ni formas, donde sólo queda un hombre y sus latidos, ahí estamos nosotras… con el que cada una eligió.

Muere Ray Bradbury: la galaxia está de luto

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Ray Bradbury, escritor de culto, genio de la ciencia-ficción, autor de obras como «Crónicas marcianas» y «Fahrenheit 451», que inmortalizara en el cine François Truffaut, ha muerto esta mañana a los 91 años en Los Ángeles, según ha confirmado la propia familia.

En un comunicado, su nieto, Danny Karapetian, compartió estas palabras con los admiradores de su abuelo, un hombre que dio nombre a un asteroide: (9766) Bradbury. «Si tuviera que hacer alguna declaración, sería lo mucho que le quiero y le extraño, y espero con interés escuchar los recuerdos que tienen de él todos aquellos que estuvieron a su lado».

«Él influyó en muchos artistas, escritores, profesores, científicos, y siempre es conmovedor y reconfortante escuchar sus historias. Su legado sigue vivo en su obra monumental de libros, cine, televisión y teatro, pero lo más importante, en las mentes y los corazones de quien lo lea, porque leerle era conocerle», dijo Karpetian.

La ciencia-ficción no es ninguna tontería, aunque muchos se hayan empeñado en intentar que lo parezca. Películas de serie B en las que los platillos volantes tenían menos carisma que una minipimer, y los marcianos vestían de ese verde que Neruda llamaba municipal.

O qué decir de esa melopea fantasiosa, pretenciosa y narcisista de los siete mil (o eran ocho mil) episodios (la mayoría prescindibles) de la Guerra de las Galaxias. Y qué tal ese «Enterprise», siempre más atacao que la Belén Esteban, y su interminable y agorero cuaderno de bitácora, que nunca presagia nada bueno.

Angustia y terror
No, la ciencia-ficción (algunos, como el propio Bradbury prefieren llamarla sencillamente literatura fantástica) es la angustia de que te pueda salir un Alien por el desagüe, un terror secular del hombre, como el de caerse de la copa de un pino, aterrador momento del género humano en la pluma de Jack London. O es que aunque seas Harrison Fordte tengas que enfrentar a unos tiparracos llamados replicantes, mezcla de semidioses griegos y musculetas de gimnasio de barrio (aunque tengan buen corazón) y que una multinacional te pueda borrar así de un sopapo los recuerdos.

O el viscoso y asfixiante terror psicológico de Stanislaw Lemy «Solaris», donde los astronautas, puros peleles de nuestra especie, se enfrentan a una inteligencia no humana que les vacila de manera interestelar. Y es también el mundo geométrico y electrónicamente mitológico de Asimov, sus leyes de la robótica, y sus androides contrarios a cualquier reforma laboral. Y es, por supuesto el Gran Hermano orwelliano de 1984 (tan visto y revisto que ya parece cosa del pasado) y «Un mundo feliz», de Aldous Huxley, metáfora de la idiotización de una raza, la nuestra, puro instinto gregario e hipotecario.

La libertad en taparrabos
Como ciencia-ficción fueron (y de la buena) Julio Verne y H. G. Wells, como lo fueron los colgateras navajeros, deprisa, deprisa, de «La Naranja Mecánica», y los monos histéricos, con los ojos inyectados de sangre, del aterrador y profético comienzo de «2001 Odisea del espacio». Y es, no lo olviden, sobre todo si son presidentes de los Estados Unidos, Charlton Heston en taparrabos, con la Estatua de la Libertad semienterrada en lontananza y los seres humanos presos de los simios.

Como lo es Ray Bradbury, fallecido este miércoles a los 91 años de edad. Lo es la pira libresca de «Fahrenheit 451», y lo son sus marcianos despanzurrados, sometidos, humillados y ofendidos por los terrícolas de las «Crónicas».

«Faherenheit 451», la temperatura en la que entra en combustión el papel es la temperatura de las oprobiosas tiranías del siglo XX, el Gulag y Auschwitz, los Jemeres Rojos y la reeducación, la picana eléctrica en los genitales de la cultura occidental. Sin libros, libres. Sin pensar, todos contentos. Sin sentir, sin reír, sin llorar, sin emociones, todo va dabuten vendría a contarnos Bradbury.

Porque cuando la ciencia-ficción no es cuestión de efectos especiales ni espaciales, cuando lo que hace es retorcernos el pescuezo, reventarnos las tripas de horror, y espachurrarnos el alma con un futuro que demasiadas veces se parece al más horrendo presente, caemos en páginas como las de Ray Bradbury.

Formación autodidacta
Bradbury no pudo estudiar y su formación fue autodidacta. Se ganó la vida como pudo hasta que se la ganó escribiendo. Obras como sus conmovedores y desasosegadores cronicones sobre el Planeta Rojo. No son historias de marcianos. Son historias de tragedia griega, de drama shakespeariano: el odio, la venganza, la violencia, el asesinato, el racismo, la enanez del hombre ante la Naturaleza y sus tsunamis.

Publicadas en 1950, que nadie se llame a engaño. Bradbury nunca se anduvo por las ramas, ni enganchado a un bucle del espacio intergaláctico. El racismo, la opresión, la crueldad, la violencia, no estaban en Marte ni en la bellísima canción de David Bowie, eran lo que Bradbury veía cuando salía a las calles y los campos de América: la hipocresía, la desigualdad, el clasismo, la envidia. No en vano, el propio Bradbury comentó alguna vez que una de las inspiraciones para estas desoladoras «Crónicas» había sido «Las uvas de la ira», la gran novela social de Steinbeck. «Fahrenheit 451» también aludía a la caza de brujas, a la censura, al miedo a ser libres, aun a riesgo de equivocarse.

Marcianos hipotecados
Los marcianos de Bradbury no llegaban a fin de mes, ni podían pagar la hipoteca, ni tenían seguridad social por muy sideral que fuese. Los marcianos de Bradbury lloran a lágrima viva, como boabdiles que han perdido sus granadas galácticas. A los marcianos de Bradbury les han robado la patria y la hacienda en un oscuro recoveco de la Bóveda Celeste. Los marcianos de Bradbury son extraterrestres del éxodo y del llanto. Perdedores, como cualquier borracho, en cualquier garito perdido del mundo, desgraciados clones de los terrícolas, miembros ellos también de una estirpe condenada a vivir cien años (o cien mil) de soledad sobre la Tierra. O sobre Marte.

Ray Bradbury ya no escribirá más en el melancólico cuaderno de bitácora del asteroide 9766, llamado Bradbury en su honor. 9766 vagará huérfano, a la deriva, por los siglos de los siglos en la noche de los tiempos. La Galaxia está de luto.

Fuente: http://www.abc.es/20120606/cultura-libros/abci-muere-bradbury-201206061619.html#.VPi1CB1bVIp.facebook

Se acabó el machismo: la mujer toma la batuta

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El nombramiento de una joven directora lituana al frente de la orquesta de Birmingham y otras incorporaciones femeninas empiezan a consolidar un cambio de rumbo

Comienza a tambalearse el último bastión sexista de la música clásica. La Sinfónica de la Ciudad de Birmingham anunció a principios de febrero que su próximo director musical será la lituana Mirga Grazinyte-Tyla (Vilnius, 1986). La orquesta que viera forjarse a dos caballeros del podio como Simon Rattle y Andris Nelsons, pasará en septiembre a manos de una dama. Un podio visionario pero también un trampolín. Rattle ascendió desde Birmingham en 2002 a la codiciada titularidad de la Filarmónica de Berlín y Nelsons a la Sinfónica de Boston, que combinará en 2017 con la Gewandhaus de Leipzig. Tres de las mejores orquestas del planeta. Pero la elección de Grazinyte-Tyla como sucesora de Nelsons al frente de una de las principales formaciones sinfónicas del Reino Unido no es un fenómeno aislado. Forma parte de una tendencia que se está consolidando hacia la normalidad, como ha sucedido con la revolución pianística china que representa Lang Lang o el despunte del sistema venezolano que encarna Gustavo Dudamel.

Grazinyte-Tyla surge precisamente conectada a Dudamel. No es su maestro sino su mentor. El venezolano eligió a la lituana como asistente en la Filarmónica de Los Ángeles en 2012 tras su victoria en el Premio Nestlé del Festival de Salzburgo. Dos años después comenzó a dirigir sus propios conciertos matinales en el imponente Walt Disney Hall. Y pronto surgió en la ciudad californiana lo que un crítico de Los Angeles Times ha denominado como “Mirgamanía”. Adjetivos como “natural”, “dinámica” o “enérgica” pueden leerse acerca de ella en los periódicos. Es una excelente directora, pero también un verso suelto en relación con Dudamel. Y esto es lo que puede contribuir definitivamente a cambiar las cosas. Grazinyte-Tyla no reproduce o adapta sobre el podio el estereotipo dominante asociado con el director de orquesta masculino. Eso que Elias Canetti definió como «la expresión más obvia del poder”. Ella tiene su personalidad y construye un arquetipo diferente basado en la complicidad y empatía con sus músicos: “Dirigir va sobre inspiración y comunicación. Juntos encontramos una forma de sonar, de interpretar. La sensación de compartir este milagro es algo precioso”, reconocía durante una entrevista en la NBC.

Naturalidad

Ese nuevo arquetipo femenino sobre el podio caracteriza también la ascendente carrera de otras directoras como la mexicano-estadounidense Alondra de la Parra (Nueva York, 1980). Para ella la clave reside en la naturalidad de la corpografía femenina sobre el podio, tal como indicaba en un programa televisivo: “Las mujeres crecemos cantando, bailando, moviéndonos y expresándonos”. De la Parra da la palabra a su cuerpo y con ella ha fascinado a formaciones de primer nivel como la Orquesta de París y la Filarmónica de Londres, lo que le ha valido su reciente nombramiento como titular de una de las principales orquestas australianas. Esa misma naturalidad gestual la encontramos en Karina Canellakis (Nueva York, 1982), una consumada violinista que ha cambiado el arco por la batuta y trabaja en Dallas como asistente de su Sinfónica. Debutó en Europa el pasado junio dirigiendo en Graz a la Orquesta de Cámara europea en sustitución del mismísimo Nikolaus Harnoncourt. Otro caso de instrumentista transmutada en directora de intensa gestualidad lo representa la violonchelista coreana Han-Na Chang (Suwon, 1982).

Pero hay ejemplos de directoras que no consideran ya ninguna barrera de género. Lo confirmaba en el dominical de La Repubblica Speranza Scappucci(Roma, 1973), que en noviembre próximo será la primera italiana en bajar al foso de la prestigiosa Ópera Estatal vienesa: “Si un director sabe lo que quiere y tiene una visión clara, la orquesta lo sigue, no importa que sea hombre o mujer”. Lo mismo afirmaba en Deutsche Welle la única fémina en alzarse con el Premio Alemán de Directores de Orquesta, la estonia Kristiina Poska (Türi, 1978), que actualmente trabaja en la Ópera Cómica berlinesa y está convencida de que pronto veremos a una mujer como titular de la Filarmónica de Berlín: “Las diferencias entre unos directores y otros provienen más de la personalidad y del carácter que del sexo”. Hay incluso países como China donde existen hasta dos generaciones socialmente asentadas de mujeres directoras, algo que representa hoy en Occidente la carrera de Xian Zhang (Dandong, 1973), que ha actuado con la Filarmónica de Nueva York, la Concertgebouw de Ámsterdam o la Sinfónica de Londres. Incluso hay países donde no es infrecuente que una mujer ostente cargos de responsabilidad en las principales orquestas nacionales, como en Finlandia con Susanna Mälkki (Helsinki, 1969) o Portugal con Joana Carneiro (Lisboa, 1976). Mientras Mälkki es titular de la Filarmónica de la capital finesa, Carneiro es directora principal de la Sinfónica portuguesa, y ambas desarrollan importantes carreras internacionales en Europa y EE UU.

Las pioneras

Ha habido muchos obstáculos históricamente para mujeres que querían dirigir orquestas. Lo saben bien las directoras de la generación precedente, como la australiana Simone Young (1961) o las estadounidenses Marin Alsop (1956) y Anne Manson (1961), que abrieron brecha en teatros, eventos o festivales como la Ópera Estatal de Viena, la Última noche de los Proms o el Festival de Salzburgo, siguiendo el modelo directorial de sus respectivos mentores: Daniel Barenboim, Leonard Bernstein y Claudio Abbado. Todavía fue más difícil para otras pioneras en el pasado, que se enfrentaron a condicionantes ideológicos y culturales de músicos, críticos, agentes o del público como Ethel Leginska y Antonia Brico, primeras mujeres en subirse al podio de las Filarmónicas de Nueva York y Berlín en 1925 y 1930, o Nadia Boulanger, que eludió la batuta y ejerció desde una especie de celibato más venerable. Otras incluso han tenido que hacer carrera tras un piano o confinadas en el foso de un teatro para no ser tan visibles. La mejor noticia sobre una mujer dirigiendo orquestas será cuando ya no lo sea.

FUENTE: http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/05/actualidad/1457192650_332457.html?id_externo_rsoc=FB_CM