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Occidente será «una sociedad ecologista y politeísta: lo sagrado estará en los árboles y animales»

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Para la filósofa francesa Chantal Delsol, no es posible considerar el cristianismo «como un mito o un relato» más, sino como «una verdad que ha de asumir su universalidad, extenderse, convertir, dominar e ir hacia todas las naciones». Fue una de las ideas base que transmitió el pasado 3 de marzo durante la celebración del congreso Hacia una renovación cristiana de Europa en la Universidad San Pablo CEU.

Un discurso que, sin embargo, contrasta con la complejidad para llevarlo a cabo en el presente y que le ha llevado a proclamar recientemente El fin de la Cristiandad.

Y es que, incluso para una intelectual de su talla -es fundadora del Instituto Hannah Arendt, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, doctora en Letras, directora del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Marne-La-Vallée y autora de decenas de ensayos- es imposible «saber lo que va a pasar con la Iglesia» en un futuro inmediato.

Lo que sí observa como algo evidente es que «esta institución milenaria, venerable y respetable» se ha convertido en algo «minoritario» y sin apenas relevancia en el discurso público.

«Durante dieciséis siglos los cristianos hemos tenido una situación de predominio en Occidente. Antes [los católicos] fijaban el criterio, ahora tienen que conversar con ateos, masones y protestantes», sentenció en la universidad madrileña.

Para Delsol, esta crisis no es más que una vuelta «al orden de siempre que estaba antes de nosotros y fuera de nosotros» y que se ve plasmado en una sociedad «influenciada por Asia que no entiende lo que es la verdad».

La filósofa francesa observó que «ya nadie acepta conquistar en nombre de la verdad» y el Occidente cristiano,  marcado históricamente por este objetivo, se ve hoy abocado a su sustitución por el «triunfo» de nuevas corrientes como «el panteísmo», el «paganismo» y el «posthumanismo».

«El cristianismo, como religión, no se concibe a sí mismo como un mito o un relato, sino como una verdad que ha de asumir su universalidad», expresó Delsol durante su ponencia. 

Por eso hizo un llamamiento a «ser más realistas y lúcidos si queremos avanzar en la historia» y a ser «testigos que no se conforman con decir, sino con ser. La conversión por testimonio implica dar tiempo al tiempo, dar espacio a la virtud». Para Delsol, hoy, más que nunca, «es necesaria al virtud y la paciencia».

¿Queda esperanza para Occidente y la fe cristiana en su mensaje? En conversación con Religión en Libertad minutos antes de su participación en el congreso, la autora de El fin de la Cristiandad mostró un prudente optimismo al expresar que «la simple existencia de cristianos es hoy un motivo de esperanza» y recomendó volcar todos los esfuerzos en la defensa y promoción de la virtud, el ejemplo y la familia para preservar lo que aún queda de la Civilización Cristiana.  

-En todo el mundo se ha vivido, durante los dos últimos años, una sucesión continua de estados de excepción con la excusa de la pandemia, con situaciones extremas de suspensión de derechos como en Francia, Italia o Australia. ¿Vamos a volver a la «normalidad» en algún momento, o los pasos que se han dado suponen un paradigma nuevo para las garantías constitucionales?

-Creo que ha habido una falta de derechos. Lo principal ahora es la higiene y se han sacrificado derechos a favor de ella. Espero que volvamos a la normalidad, que se supriman las mascarillas y otras medidas. Pero la historia demuestra que cuando una crisis hace adoptar medidas y la crisis pasa, algunas de esas medidas permanecen.

-Occidente, y sobre todo las instituciones europeas, han renunciado explícitamente al cristianismo. Se percibe incluso una hostilidad creciente hacia la herencia cristiana. ¿Puede sobrevivir la civilización occidental sin el cristianismo?

-Occidente sobrevivirá pero cambiará hacia condiciones que no son trascendentes.

Delsol, antes de su intervención en el congreso celebrado en la Universidad San Pablo CEU,  expresó su convicción de que la presencia del cristianismo en la sociedad, la familia o la educación cristiana de los hijos pueden ser la única esperanza ante la desaparición de la sociedad tal y como la conocemos.  

-¿Queda margen de reacción para la Iglesia y los cristianos? Es decir, ¿hay posibilidades de restauración de nuestra civilización cristiana o es un proceso irreversible? 

-Los cristianos podrán cambiar algunas cosas pero nunca volveremos a la situación precedente.

-¿Qué futuro prevé para Europa a medio y largo plazo? ¿Una islamización? ¿Un régimen totalitario y ateo? ¿Una democracia mediada por los mecanismos de control del pensamiento de las nuevas tecnologías?

-La sociedad atea no existe. Existen las personas ateas en la historia, pero no los países o las sociedades. Existen las sociedades monoteístas o politeístas. No creo que una religión tan primitiva como el islamismo pueda desarrollarse entre nosotros. Creo más bien en [el futuro de] una sociedad ecologista y politeísta. Lo sagrado estará en los animales y en los árboles.

-En alguna ocasión ha sostenido que, aunque la civilización cristiana muera, el cristianismo sobrevivirá. ¿Por qué tiene esa convicción?

-El ejemplo es el caso de Francia, donde subsiste una élite cristiana muy pequeña pero que está ahí y que es fuerte. Muchos de los cristianos que resisten son muy tradicionales. El problema es que son muy diferentes de la sociedad en la que están y a la sociedad que está por venir.

-¿Cómo interpreta el transhumanismo? ¿Es solo una ideología utópica que, como otras ideologías antes, chocará con la realidad y caerá? ¿O es el anticipo de un sistema político futuro en el que lo específicamente humano cederá terreno ante el papel de las élites tecnológicas?

-Si estamos hablando de «la muerte de la muerte», eso es una utopía que no existirá nunca. Otra cosa es el posthumanismo, que es una filosofía holística. Creen que es el final del humanismo que decía que el hombre estaba en el centro. Para el posthumanismo, el hombre no está en el centro y está al mismo nivel que los animales. Todos los objetos tienen el mismo valor. Lo podríamos llamar holismo, que es equivalente al paganismo.

-¿Cree que el actual conflicto entre Rusia y Ucrania/Occidente puede interpretarse como parte de la dialéctica de las ideas entre el globalismo y el patriotismo/populismo? ¿O es pura geoestrategia?

-Es una cuestión de las identidades de los países y pueblos, que cada uno tiene su identidad. Por ejemplo, la identidad de Francia es la República, la de los judíos es el tiempo. La identidad de Rusia es el imperio. Si Rusia no tiene imperio considera que no existe. Por eso desde hace 20 años [Rusia] está reconstituyendo su imperio, es parte de su naturaleza.

-El mundo se encuentra ahora ante el riesgo de una escalada de la guerra convencional o incluso al riesgo de una guerra nuclear. Y venimos de una crisis global por razón de una pandemia. ¿Qué va a significar para el pensamiento político esta sucesión de riesgos, inestabilidades y sacudidas de las normas de convivencia nacionales y del orden internacional?

-El primer efecto es que nos estamos empezando a dar cuenta de que lo trágico de la vida existe. Habíamos vivido un periodo de 70 años de paz en abundancia y libertad, habíamos caído en la utopía del fin de la guerra y todo eso era falso.

-¿Queda esperanza para la civilización cristiana?

-Creo que la simple existencia de cristianos en la sociedad ya es un motivo de esperanza, es importante educar a los hijos de forma cristiana. Esa es la esperanza.

Autor: José María Carrera

Fotografía: José María Carrera

Fuente: religión en libertad

Compartir una idea

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La estabilidad de una sociedad inteligente depende de la coordinación con la que actúa la mayoría de sus integrantes y de la claridad que cada una de ellas y de ellos tenga acerca de su papel dentro del conjunto.

Es una realidad que sin colaboración social es muy difícil resolver los problemas que nos aquejan y que esa falta de unidad es fácilmente aprovechada por aquellos que optan por no respetar la ley o incurrir en conductas antisociales, para afectarnos de múltiples maneras.

Sin embargo, mantenernos unidos no significa uniformidad, sino consenso; y entre más amplio sea éste las posibilidades de lograr metas y objetivos aumentan, lo mismo que el bienestar ciudadano.

El consenso real en una comunidad responde a los acuerdos que se logran para que una mayoría prospere y viva en paz, lo que excluye la violencia y el miedo, simplemente porque existe un sentido de cohesión en el que un individuo es responsable de sí mismo, al mismo tiempo que lo es de quien está a su lado, sea un familiar, un vecino o un desconocido que comparte la misma idea de sociedad.

En esa coincidencia de propósitos, poco o nada tienen que ver las preferencias o los puntos de vista, lo fundamental es compartir una idea sobre lo que queremos ser, ni siquiera debería ser tan precisa, aunque sí muy concreta para poderla realizar.

La diferencia entre llegar a consensos o quedarnos en el terreno de las opiniones, reside en que lograr un denominador común acerca del futuro que deseamos necesita comunicación, intercambio y negociación social, mientras que nuestra opinión es nuestra y, correcta o no, establece una postura que podría no cambiar nunca.

Por eso la organización civil es tan poderosa cuando ocurre y casi siempre provoca cambios irreversibles. La complejidad es conseguir que una misma visión general pueda, primero, transmitirse correctamente y, en segundo término, sea compartida por el número suficiente de personas para que sea llevada a cabo y se consolide como un nuevo comportamiento cívico que cuenta con suficiente respaldo social.

Probablemente estamos en un cambio de época en el que pasaremos de las opiniones a las acciones en los ámbitos en lo que nos corresponde, si lo que queremos ver en los siguientes años es una sociedad incluyente, basada en la equidad y convencida de que los problemas se resuelven en función del conjunto y no del individuo.

Thomas Edison decía que para tener una idea genial, había que contar con montones de ellas. Esa es la clave del consenso, compartir ideas, principios y tener el compromiso para organizarnos y lograr que se hagan realidad para que la sociedad a la que pertenecemos prospere.

Ese ejercicio de pensar, compartir, hablar y actuar, le corresponde a las y a los ciudadanos. Somos nosotros los que estamos en posición de construir las condiciones para transformar y de ahí establecer otros parámetros y otras fronteras que amplíen cada vez más las posibilidades de sentar las bases de un futuro prometedor para las generaciones que nos anteceden y para nosotros mismos.

Este es un momento clave en nuestra historia personal y social. Podemos sentar bases y a partir de ellas impulsar el desarrollo verdadero de una nación que tiene enormes ventajas hacia delante.

No obstante, todo parte de estar de acuerdo y de compartir una idea que se vuelva una visión, al mismo tiempo que una misión de vida. Eso es actuar de manera corresponsable para ir más allá de hacer una diferencia momentánea y dejar un legado personal que trascienda y nos brinde la satisfacción de haber actuado en consecuencia y con conciencia ante los desafíos del momento en que nos tocó tomar decisiones como ciudadanos.

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: El sol de México

Contexto

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Marie Curie, ganadora de dos premios Nobel y una de las mentes más brillantes de la historia, decía que dejamos de tenerle miedo a lo que aprendemos a entender. Ningún acontecimiento ocurre aislado y casi siempre tiene un origen que se puede tratar de comprender para reducir la ansiedad que provoca, por eso, darle contexto a hechos y situaciones es una manera de prevenir con eficacia.

Entender cualquier situación no es un acto sencillo, así que debemos sospechar cuando nuestra primera impresión acerca de un hecho trae coincidencias inmediatas en nuestros canales de comunicación, incluso anuncios comerciales al respecto. 

Nuestra suspicacia debe ser todavía mayor al momento de compartir, aceptar o seguir una postura que sólo toma un punto de vista y no proviene de alguien identificable. Si esa fuente además coincide con nosotros sin oponer el mínimo análisis, seguramente estamos ante uno de millones de entes o robots creados para repetir y propagar datos confusos. 

Ampliar la visión sobre los sucesos que nos afectan y analizar, aunque sea brevemente, sus causas y sus consecuencias no permite estar bien informados para no caer en intentos de manipulación, tan comunes en el pasado como ahora, pero nunca con tanta velocidad gracias a los diferentes canales tecnológicos que tenemos disponibles. 

En una época en la que los datos nos abruman, pero no necesariamente nos informan, las emociones pueden colocarse delante de la razón y ocasionar un contagio de temores infundados que suele resultar mucho más poderoso que cualquier virus conocido hasta el momento (variantes incluidas). Y el miedo es un mal consejero en cualquier momento, en especial en los de crisis. 

Un antídoto es buscar el contexto en el que se dan las supuestas afirmaciones que nos comparten y tratar de analizar un poco cuáles podrían ser los motivos que impulsan la prevalencia de una información por encima de otra. Acudir a varias fuentes es una manera de entender lo que nos ocurre, revisar la historia es otra muy valiosa y consultar a quienes tienen experiencia académica y profesional en el tema, que además cuenten con bibliografía, ayudará a formarnos un criterio adecuado. 

Puede parecer que llevará mucho tiempo y no es así. Internet hace posible que investiguemos más allá de los buscadores y adentrarnos en bibliotecas, artículos, hemerotecas y fuentes de información en otros idiomas que enriquecen la búsqueda y, al mismo tiempo, disminuyen el miedo que trae consigo la falta de comprensión sobre lo que sucede y puede suceder. 

Pensar en el futuro sin información es adivinar y ésa es una condición que está relacionada con el azar y no con el entendimiento; éste sólo se obtiene cuando desarrollamos la habilidad de desplegar distintos enfoques sobre un problema para encontrar la mejor solución. 

Hoy vivimos en momentos en los que la confusión es inmediata y la sensación de no contar con tiempo suficiente hace que reaccionemos de manera instintiva o nos sumemos a un conjunto de opiniones y de juicios de valor que, como aparentan coincidir con nuestro sentimiento, pueden engañarnos con una falsa seguridad de que estamos en lo correcto. 

No olvidemos que casi todos los algoritmos que hacen funcionar las redes sociales están orientados a responder nuestras consultas con mensajes que generen preferencias y eso es distinto. Buscar otras visiones y escuchar otras voces beneficia el diálogo (si la otra parte se presta para ello), el cual por lo general termina en denominadores comunes que nos comprueban que las diferencias no eran tantas como pensábamos. 

La clave, sin embargo, es el contexto, porque nada ocurre porque sí; después el análisis y la reflexión, momentánea si se quiere, sobre lo que se lee, se ve y se escucha. Confundir es un rasgo que podría considerarse muy humano, igual que pensar dos veces antes de ayudar a propagar la confusión también lo es. En estos momentos, los antecedentes, la historia y los hechos que han quedado registrados, son las mejores herramientas para que el miedo no nos rebase en ninguna circunstancia y nos permita actuar con claridad ante episodios de incertidumbre como los que hemos vivido y estamos experimentando todavía. 

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: Excelsior

Incluir

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Las comunidades que logran mejorar sus condiciones de vida siempre contemplan vías para que sus integrantes reciban los beneficios de colaborar y de compartir los mismos objetivos. Cuando eso no sucede, la separación progresiva del grupo tiende a ser la consecuencia inmediata.

En una sociedad, incluir a la mayoría es uno de los elementos de cohesión más importantes que existen. Coincidir en lugares comunes y tener acceso a espacios públicos gratuitos que permiten diversas actividades, crea lazos de identificación fuertes que permiten que las y los ciudadanos se sientan parte de una metrópoli, un municipio o una colonia.

Aunque se ha tratado de sustituir esos espacios de convivencia con áreas comunes en amplios complejos inmobiliarios, el sentido de pertenencia se construye en las calles, en los parques y en esas áreas donde acudir es el único requisito.

Por eso el mantenimiento del espacio público es vital para que una sociedad tenga paz y tranquilidad. Si en nuestro entorno no hay áreas comunes que nos permitan hablar, jugar, llevar a cabo actividades deportivas, entonces hay una mala planeación y debemos organizarnos para que eso se corrija.

Es suficiente con recorrer nuestra colonia para saber si los espacios que deberían estar dedicados a nosotros se encuentran en buen estado y disponibles para convivir. Han pasado dos años de pandemia y muchos de ellos pueden no estar en buenas condiciones, por lo que la responsabilidad de reportarlos y de ayudar en su rehabilitación nos involucra a todos los vecinos.

No importa que esos espacios puedan ser empleados por más personas que no necesariamente viven ahí (muchas veces en el pasado he observado casos de falta de mantenimiento para que un espacio no sea empleado por personas que trabajan o que estudian cerca),  cada área que está en condiciones se convierte en un centro de confianza donde podemos sentirnos seguros junto con nuestras familias.

Ya en semáforo verde y con algunos rasgos de endemia, podemos iniciar la reconquista de espacios más allá de nuestro hogar y hacernos responsables del buen estado de nuestro entorno. Contar con un buen alumbrado público y con esos espacios al aire libre limpios, son factores de prevención y de seguridad que tienen un impacto duradero en cualquier sitio.

En caso de no encontrarlos así, nos corresponde organizarnos vecinalmente y apoyar en su restauración. Las autoridades municipales tienen obligaciones establecidas para proporcionarnos servicios públicos adecuados, pero es una realidad que ninguna administración local puede sola, sin el respaldo de la ciudadanía, y ésta tampoco puede suplir las funciones que le hemos otorgado a nuestra autoridad inmediata. Se trata de ayudarnos mutuamente para que en cada zona de nuestra ciudad o municipio tengamos las condiciones para vivir en armonía.

Y una es habilitar espacios que se vuelvan lugares de reunión y de encuentro, particularmente para los más jóvenes, que han reemplazado la salida a los parques por más tiempo frente a la computadora o los videojuegos. Es hora de estar afuera, ahora que el clima lo permite en muchos estados del país, para vernos de nuevo y compartir no solo el espacio, sino la oportunidad de comunicarnos directamente y de colaborar alrededor de sitios que son el núcleo de la comunidad a la que pertenecemos.

A pesar de que estamos conectados virtualmente durante horas, sabemos poco de quienes nos rodean y menos acerca de lo que hacen; conocerlos nos abre a un mundo de posibilidades de vinculación que seguramente nos favorecerán. Es crear identidad y tejido social, dos aspectos que ayudan a cualquier sociedad a prosperar.

Si incluimos a una mayoría y le brindamos un acceso equitativo a esos espacios públicos, entonces estamos construyendo sociedades inteligentes, las mismas que trascienden y consiguen resolver cualquier obstáculo porque se mantienen enfocadas, unidas y abiertas a incorporar a todas las personas que buscan el bien común.

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: Publimetro

LOS PERROS DEL ENDURANCE, UNOS HÉROES OLVIDADOS

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LA EXPEDICIÓN DE SHACKLETON

A bordo del mítico Endurance en su fallido intento de conquistar el Polo Sur, había más animales que humanos: 28 hombres y 69 perros. Y aunque en principio estaban solo destinados a tirar de los trineos, acabaron jugando un papel clave en la expedición: el de amigos. Ellos contribuyeron casi tanto como Shackleton a convertir aquel fracaso en una hazaña.

Nacieron a mediados de enero de 1915. Sally, una de las san bernardo, parió una camada de cuatro cachorros a bordo del Endurance, el barco con el que el explorador inglés Ernest Shackleton —en su intento por llegar al Polo Sur— quedó atrapado en el hielo del mar de Weddell, una región especialmente hostil de la Antártida.

El buque, antes de hundirse, permaneció bloqueado durante diez meses. Y aquello era solo el principio… «La oscuridad es total, salvo alrededor del mediodía cuando un débil crepúsculo nos recuerda que existe el sol», escribió uno de los marineros, Alexander O’Hara. Él cuenta como el irlandés Tom Crean —un oficial mítico por su papel clave en esta y en otras expediciones históricas — ‘adoptó’ a los cachorros. Pero no solo él apreciaba a los recién llegados. «Todos seguimos con mirada tierna sus zalamerías y jugamos con ellos a gusto. Creo que no hay un solo miembro de la tripulación que no disfrute de su presencia», anota O’Hara.

Los perros fueron determinantes para mantener la moral de la tripulación, lo que era tan importante como superar el hambre y el frío para sobrevivir a aquellas dificultades que se prolongarían durante meses. Ernest Shackleton lo sabía bien.

Diversidad a bordo

En el Endurance había marineros, mecánicos, biólogos, un meteorólogo, un bombero y un fotógrafo, Frank Hurley, el autor de todas estas fotos. Se trataba de estar preparado para una expedición científica y todas sus posibles eventualidades. Entre los perros también había un poco de todo —terranovas, san bernardos, esquimales, perros lobos y lobos—, pero todos preparados para sobrevivir a temperaturas muy por debajo del cero. Llegaron 99 candidatos desde Canadá. Subieron a bordo 69 perros. Shackleton compró el Endurance por unas once mil libras, un precio barato para la época. Fue construido para cruceros turísticos, aunque se adaptó para romper el hielo y se cargó con equipo para condiciones extremas. Lo primero, los trineos y los perros. Pero Shackleton no calculó bien la dureza del hielo al que tendrían que hacer frente.

El perro más grande y el hombre más pequeño

Leonard Hussey era el meteorólogo de la expedición. Se enroló en el Endurance tras llegar de Sudán, donde había participado en otra expedición como antropólogo, carrera que también tenía. Hurley lo fotografió con Samson, el perro más grande del barco, porque le resultaba simpática la pareja que hacía con el hombre más bajo de la expedición. Hussey era solo pequeño en tamaño; tras sobrevivir a esta expedición antártica, se hizo médico, lucho en dos guerras y fue condecorado. Murió a los 72 años. Los 28 hombres del Endurance sobrevivieron en gran medida gracias al empeño y el liderazgo de Shackleton. La situación, tras hundirse el barco, habría desesperado a cualquiera, pero no a Shackleton. Cuando se dio cuenta de que no llegaría al Polo sur, se fijo otra meta: que ninguno de sus hombres muriese.

Los ‘canglús’, casetas de hielo

Los hombres apreciaban tanto a los perros que, cuando el Endurance empezó a romperse y tuvieron que abandonarlo y bajar a la banquisa de hielo, construyeron para ellos pequeñas viviendas con nieve y hielo, a las que llamaron ‘dogloos’, derivado de perros e iglús. Estaban más protegidos que los tripulantes porque, por otro error de planificación, en el barco solo había 5 tiendas para los 28 hombres. El campamento se fue adaptando a las necesidades y, cuando el barco se hundió, sobre las enormes placas de hielo que se desplazaban a merced del viento se construyeron también iglús para los hombres, una cocina alimentada con sebo… Había que esperar y confiar en que el viento los acercase a tierra firme. Pero pasaban los meses…

Shakespeare, el sabueso sagrado

A todos los perros se les puso nombre. «Cada miembro de la tripulación debía encargarse de cuidar al menos de uno de los perros, y muchos trabaron con ellos estrechos lazos de amistad». Shackleton escribió en sus diarios que no sabía quién les puso a cada uno su nombre, pero que había para todos los gustos: Rugby, Hércules, Sandy, Satan, Bob… y, en un ejercicio de humor, Amundsen, el explorador que les arrebató la gloria de ser los primeros en conquistar el Polo Sur. Pero el perro más famoso de la expedición fue Shakespeare, llamado ‘el sabueso sagrado’, el gran perro líder de los trineos. Era el favorito de Hurley, el fotógrafo, que lo calificó como un «animal magnífico, el más sagaz de la manada».

La moral alta

Durante los interminables días de aislamiento, Shackleton mantuvo a sus hombres ocupados para evitar en lo posible el desgaste mental. Los obligaba a afeitarse y cortarse el pelo para que no los arrastrase la desidia. Celebraban fiestas para mantener alta la moral. De hecho, ya había seleccionado a algunos tripulantes por su habilidad para cantar o tocar instrumentos, porque sabía que podía necesitar la música para levantar el ánimo. Incluso organizó un derbi antártico de carreras de trineos para entretener a los hombres. Los perros eran un estímulo indispensable.

El sacrificio de los más jóvenes

En octubre de 1915, sin barco y atrapados en el hielo, se hizo evidente que tenían que moverse e intentar llegar a tierra. Tendrían que arrastrar los botes salvavidas sobre el hielo porque un tramo habría que hacerlo luego por mar. Pero aquellos botes pesaban una tonelada. No podían tirar de ellos solo los perros, tenían que hacerlo también los hombres. Y no podían seguir alimentando a los perros que fuesen útiles. Los cachorros fueron los primeros en ser sacrificados. No hubo mucho tiempo para las lágrimas. La desesperación era mayor. Los hombres, enganchados como perros a las correas, se esforzaban por tirar de los botes, pero el hielo blando les impedía avanzar. En dos días apenas recorrieron dos kilómetros. Tendrían que esperar y confiar en que la banquisa los acercase más a tierra.

«El peor encargo de mi vida»

Las galletas de avena y huesos con las que se alimentaban los perros hacía meses que se habían acabado. Tras hundirse el Endurance, solo quedaban las focas, para perros y humanos. Los perros comían una foca al día, mientras que los 28 hombres podían alimentarse con una foca durante una semana. Y ya había quedado claro que deslizarse en trineo hacia tierra firme era imposible. Los perros no servían y tampoco podían cargar con ellos. Shackleton ordenó disparar a los perros. «Ese deber recayó sobre mí —contó después Frank Wild, un curtido explorador y mano derecha de Shackleton—. Fue el peor encargo que me han hecho en la vida. He conocido a hombres a los que preferiría disparar antes que al peor de los perros».

Un gato en la manada

Lo llamaron Mrs. Chippy, la señora Chippy, porque creían que era una gata. Cuando resultó ser un gato ya era tarde para cambiarle el nombre. El felino subió a bordo con el carpintero del barco, Harry McNish, (apodado Chippy, de ahí el nombre de la gata), pero hizo pronto amistad con el polizón, un chico de diecinueve años, Percy Blackborrow. El gato maravillaba a los tripulantes por sus paseos por la barandilla del buque incluso cuando el mar estaba agitado. Mrs. Chippy fue sacrificado con los perros jóvenes, para indignación del carpintero que llegó a enfrentarse a Shackelton. Aquella insubordinación le privaría de recibir la medalla Polar que recibieron el resto de sus compañeros. Sobre la tumba del carpintero hay una escultura del gato.

Un líder bien acompañado

El sacrificio de los animales fue tan penoso para Shackleton como para sus hombres. Pero el explorador era sobre todo un hombre decidido y pragmático. Trazó un plan para llegar a un lugar habitado y salvar a sus hombres y lo siguió con determinación. El 20 de abril de 1916, llevando consigo todo lo que podían transportar en tres barcas, navegaron entre las placas hasta llegar a isla Elefante. Allí Shackleton dejó a sus hombres protegidos bajo una barca boca abajo. En otra barca, él y tres hombres partieron con la intención de llegar a la isla de Georgia del Sur, desde donde podrían organizar el rescate del resto. 1200 kilómetros en una barcaza y con solo una brújula a través de aquel temible mar era una misión imposible. Pero lo lograron. Llegaron a tierra. Todavía tuvieron que recorrer a pie una distancia incierta hasta llegar a algún refugio habitado. Tenían la comida justa para tres días. Tardaron dos días y medio. Una vez a salvo, Shackleton organizó el rescate de sus hombres y, aunque contaba con un barco de la armada de Chile, fracasó en los primeros intentos por la bravura del mar. No lo logró hasta tres meses y medio después. Cuando llegó, los hombres estaban en estado de extrema debilidad. Pero vivos.

Autor: Lourdes Gómez

Fotógrafo: Frank Hurley

Fuente: ABC

Hojas de papel volando | “Maestro, ¿me da permiso de ir al baño?”. Escuelas están felices por el regreso

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Dos años y ‘caminando, pasos, caminando’. Dos años en los que las aulas estaban en silencio, calladas, absortas en sí, pero sin sí, porque les faltaba el sentido de ser; les faltaba el aliento; les faltaba el color y la vida.

¿De qué sirve una escuela si no hay niños ahí? ¿De qué sirve un aula si no hay maestros o maestras que enseñen la O, por lo redondo? Dos años en los que los salones de clases de todas las escuelas de educación básica en el país mexicano contuvieron la respiración para esperar-esperar-esperar…

Esperar los gritos. Los murmullos. Las carcajadas. El llanto. El “dos más dos son cuatro”; el “burro se escribe con “b” de burro”. El ruido feliz-contento-emotivo- que hacen los niños en la escuela toda y más en su salón de clases que es su refugio, su santuario, su casa, su hogar, su domicilio de enseñanza y aprendizaje. Ahí de donde surgirán los sabios del futuro, los artistas, los creadores, los arquitectos, los ingenieros, los doctores… los maestros…

Al final “¡Sí se pudo, sí se pudo!” Y ya están de regreso la mayoría de los niños de primaria y secundaria. Ya pueblan las escuelas. Ya recorren el camino de la casa a la escuela. Ya se despiden en la entrada si van acompañados. Algunos hacen pucheros. Otros con alegría. Ya se abrazan con sus amigos o amigas y comienzan los recuentos, los jaloneos y carcajadas.

Hay niños que hace tiempo debieron iniciar clases y no conocen su escuela. La pandemia dolorosa se apropió de su tiempo, de su espacio, de su libertad… Pero recuperarán el tiempo perdido porque ya comienza el jaleo cotidiano, el ‘levántate porque ya te tienes que ir a la escuela’, ‘ponte el uniforme limpio’, ‘apúrate que se hace tarde’, ‘termínate ese desayuno si no, no vas’.

Fueron dos años en los que el intento por no perder el hilo de la conversación educativa muchos se tuvieron que enlistar en la educación “por vía digital”. ¿Quién lo iba a decir? Pero era necesario.

Fueron días de distanciamiento, de mirar todo a lo lejos y en los que los maestros, los buenos maestros y las maestras milagrosas daban clases a sus alumnos e intentaron que todo pareciera igual; desplegaban su magisterio como si no pasara nada y como si así hubiera de ser siempre.

Y sin embargo, nunca como la escuela misma, como el aula, como el aire que se respira al encuentro de los niños con otros niños y todos con los maestros. Eso es: porque los maestros abocados y capaces, amantes del magisterio lo son de tiempo completo, lo son día a día, minuto a minuto.

Los maestros lo saben y reciben a los niños cada inicio de ciclo escolar en forma de arcilla a la que moldearán y darán forma y sentido, espíritu y vocación, alma y corazón. Serán, así, el maestro o la maestra inolvidables. Los que marcan la vida de uno. Los que nos acompañan toda la vida. Los que nos dicen qué hacer y no hacer. Los que nos miraron con ternura y cariño y quienes nos enderezaron cuando fue necesario. Y están los directores de escuela: los del “sí” o el “no”, entregados en cuerpo y alma para conducir la nave.

Por supuesto, son estos los maestros que enseñan. Los que son nuestro ejemplo. (Son los maestros que están en el aula y quieren estar en el aula siempre y para los que predomina la enseñanza por encima de vaguedades y abandonos.) Son aquellos a los que luego de muchos años habremos de reencontrar y respetar, cuando ya caminen lento. Ellos nos hicieron a la vida.

Nuestros padres son los maestros eternos. La madre que nos nutre con inteligencia y amor. El padre con su fortaleza. Los tíos queridos y cariñosos. Los primos: todo el entorno familiar contribuye a darnos una personalidad y una forma de vida. Y están ahí y estarán ahí siempre.

Los maestros son otra cosa; los maestros nos dan las herramientas. Nos dan los instrumentos. Las ideas. El conocimiento. Nos preparan para la lucha y para el triunfo y nos dan la humildad. También nos alertan por los fracasos y nos blindan para salir ilesos de ellos. Nos hacen fuertes. Nos hacen libres. Eso mero: Libres.

Y eso es, hay maestros imborrables. No es gratuito, por tanto, que ilustres personajes tengan en la memoria y la gratitud a sus maestros inolvidables, a pesar de los años y sus vicisitudes. El ejemplo idóneo es la carta que envió el escritor argelino Albert Camus a su maestro de primaria.

Esto es: Albert Camus –autor de “El Extranjero”, “La peste”, “Calígula”, “El mito de Sísifo”, “El hombre rebelde”…- obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1957. Durante su discurso de agradecimiento se refirió a su maestro Germain. Pero además le envió una carta al viejo maestro:

“Querido señor Germain: He esperado a que se apagase un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, la mano afectuosa que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo, no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y le puedo asegurar que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso continúan siempre vivos en uno de sus pequeños discípulos, que, a pesar de los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido. Le mando un abrazo de todo corazón. Albert Camus.”

Pocas veces un agradecimiento “De todo corazón”, “de uno de sus pequeños discípulos”. Un reconocimiento a nuestros maestros que quizá no expresamos pero que llevamos en nuestro día a día, en cada expresión nuestra, en cada muestra de bondad y solidaridad. En la manera en que escribimos. Cómo lo escribimos. Con qué criterios y herramientas caminamos.

Tiempo después el maestro Louis Germain contestó al Premio Nobel:

“Mi pequeño Albert: …Soy incapaz de expresar la alegría que me has dado con la gentileza de tu gesto ni sé cómo agradecértelo.

“Si fuera posible, abrazaría muy fuerte al mocetón en que te has convertido y que seguirá siendo para mí ‘mi pequeño Camus’.

“Todavía no he leído la obra, salvo las primeras páginas. ¿Quién es Camus? Tengo la impresión de que los que tratan de penetrar en tu personalidad no lo consiguen. Siempre has mostrado un pudor instintivo ante la idea de descubrir tu naturaleza, tus sentimientos. Cuando mejor lo consigues es cuando eres simple, directo. ¡Y ahora, bueno! Esas impresiones me las dabas en clase.

“El pedagogo que quiere desempeñar concienzudamente su oficio no descuida ninguna ocasión para conocer a sus alumnos, sus hijos, y éstas se presentan constantemente. Una respuesta, un gesto, una mirada, son ampliamente reveladores. Creo conocer bien al simpático hombrecito que eras y el niño, muy a menudo, contiene en germen al hombre que llegará a ser. El placer de estar en clase resplandecía en toda tu persona. Tu cara expresaba optimismo. […]

“He visto la lista en constante aumento de las obras que te están dedicadas o que hablan de ti. Y es para mí una satisfacción muy grande comprobar que tu celebridad (es la pura verdad) no se te ha subido a la cabeza. Sigues siendo Camus: bravo. […] Germain.”

Si hemos sido dignos de aquellas enseñanzas y esfuerzos cada uno lo sabe. Habrá quienes no. También los hay así.

En todo caso, por estos días ya regresan los niños a la escuela presencial. A sus aulas. A su espacio de libertad con sabiduría. Y los maestros los reciben con los brazos abiertos. Estaban preparados para el momento. Dedicaron horas-días-semanas para que todo estuviera dispuesto y bajo control dadas las actuales circunstancias de la vida. Y a cuidarse todos.

Y ahí están los maestros. Las maestras. Los niños. El pizarrón, los gises, los borradores, todo listo. Y a comenzar de nuevo, como hace dos años. Y a la manera de Fray Luis de León, quien luego de una ausencia de cuatro años preso por la Santa Inquisición, dicen que dijo esta frase a sus alumnos de la Universidad Salamanca: “Como decíamos ayer…”

Y eso es: ya comienza un nuevo ciclo. Ya comienzan los gritos-murmullos-carcajadas-jaleos-silencios-aprendizaje-; ya las entendederas dispuestas y el maestro sabio lucirá sus mejores galas magisteriales. Las escuelas y las aulas están felices. Alumnos y maestros lo están. Y ‘como decíamos ayer’: “Maestro, ¿me da permiso de ir al baño?”.

Autor: Joel Hernández Santiago

Fuente: El sol de México

¿Cómo elegir una laptop para editar y compartir diarios de viaje?

Las computadoras laptops son especialmente útiles para quienes desean editar y compartir capturas y experiencias durante sus viajes.

Para poder editar fotos y videos, se deben tener en cuenta una serie de factores, desde su peso y durabilidad, hasta su potencia y calidad de gráficos. La edición de videos requiere de muchos recursos, por lo que las laptops baratas pueden no ser suficientes.

Como existe una amplia variedad de ofertas en el mercado, muchas veces la elección se hace muy difícil. Por ello, compartimos algunos consejos para decidirnos por la mejor laptop para editar diarios de viaje, sacando provecho a las ofertas del Hot Sale.

Consejos para elegir una laptop para editar diarios de viaje

Prestar atención al peso

Al elegir las mejores computadoras laptops para editar videos durante los viajes, se debe
equilibrar la potencia y la portabilidad. El peso de una computadora es muy importante, más si vamos a viajar con ella.

Si compramos nuestra laptop aprovechando las ofertas y descuentos Hot Sale es fundamental revisar el peso del equipo en la descripción. Siempre debe ser liviano y portátil.

Establecer un presupuesto

Cuánto cuesta una laptop depende mucho de sus características. Lo ideal es estirar al máximo nuestro presupuesto. De esta forma conseguiremos un equipo eficiente por muchos más años.

Las ofertas, como las que aparecen en el Hot Sale, nos permiten ahorrar mucho dinero, al
comprar laptop precios muy inferiores a los que habitualmente tienen estos equipos.
Establecer un presupuesto máximo nos permitirá descartar opciones fuera de nuestro alcance.

Elegir un buen procesador

Elegir el procesador es algo bastante complejo. Si escogemos Intel, lo mejor es procurar que tenga un procesador Core i5, en adelante.

¿Un modelo recomendado? Las laptops HP Elitebook son las estrellas del Hot Sale de Linio, con 8GB de Ram y procesador Core i5, se transforman en laptops baratas debido al enorme descuento especial de este evento.

Revisar los puertos y entradas

Otro aspecto fundamental de las computadoras laptops para editar fotos y videos es la
existencia de conexiones. Lo óptimo es que cuenten con varias entradas USB, así como ranuras para una tarjeta SD.

Además un puerto HDMI también será muy útil cuando necesitamos conectar monitores extra.
Las laptops baratas y ligeras suelen reducir sus entradas y puertos, por eso es importante prestar especial atención.

Optar por más memoria RAM

Para editar videos lo recomendable es que la memoria RAM sea superior a 8 GB, y en lo posible a 16 GB. Para evitar que el precio se dispare, lo ideal es comprar en eventos de descuentos, como el Hot Sale de Linio.

En estos acontecimientos con promociones, encontramos precios muy rebajados. Dos modelos recomendados para aprovechar las ofertas de Hot Sale México en Linio: HP 14 Ryzen 3, con 8 GB de RAM y AMD con 16 GB.

Una laptop para editar videos durante los viajes debe cumplir con varios requisitos que elevan su precio. Por eso, los eventos de descuento como el Hot Sale son perfectos para adquirir los mejores modelos.

SOR SALUD, LA RELIGIOSA QUE SE POSICIONÓ EN LAS MÁS ALTAS ESFERAS DE LA SOCIEDAD Y POLÍTICA

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Es imposible hablar de educación privada en México sin mencionar a Sor Salud y a su institución, el Colegio Miraflores. Con esta entrevista conocimos a fondo su historia, la vida de una religiosa que llegó a nuestro país sin documentos migratorios, después de viajar semanas a bordo en un trasatlántico en 1956.

Por Cecilia Morales Andere

¿Cuál es el secreto de Sor Salud para comenzar una comunidad y un colegio con 18 niños, y décadas más tarde ver pasar decenas de miles de estudiantes por sus pasillos? Se posicionó en las más altas esferas de la política y sociedad en nuestro país. Desde ese lugar se comprometió con la formación de todos sus estudiantes.

Referente de la educación

Actualmente, a Sor Salud se le conoce como un referente en la educación mexicana. A nivel mundial, se le puede ver en eventos de todo tipo, desde una charla con “sus niños”, conferencias en auditorios de prestigiosas universidades y empresas, en reuniones con gobernantes y con los más reconocidos inversionistas de México. Su poder y alcance para resolver cualquier situación son inimaginables, sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas.

¿Quién es Sor Salud?

Antonia Conde Nieto, Sor Salud, nació un miércoles 8 de marzo de 1933 en Porto, un pequeño municipio español en la provincia de Orense en Galicia. Un lugar de campo, naturaleza y vida rural. Sus padres –Adolfo y Jesusa– formaron una familia, siendo ella la hija (mujer) más grande a la que le siguen 11 hermanos. Sor Salud es una religiosa de la Congregación de las Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios, que fundó la Madre Trinidad Carreras, define su vida en tres principios: espíritu de pobreza y sencillez, espíritu de adoración, y dedicación a la educación de niños y jóvenes.

“Aún no había hecho mis últimos votos cuando la madre general me ordenó venir a México”, a pesar de su sorpresa y sentimientos encontrados, se despidió de sus padres y hermanos. En cuatro días empacó una pequeña bolsa con objetos personales, oró y salió de España con 23 años cumplidos.

El 16 de septiembre de 1956, junto a Sor Luz se embarcó en Bilbao en el Guadalupe, un trasatlántico que realizaba su última travesía desde aquel puerto. “Mientras el barco se alejaba del muelle, la madre Araceli y otras monjas nos despedían, sentí una profunda tristeza por dejar mi tierra, a las religiosas y a mi familia. La tripulación y los pasajeros cantaban ‘Adiós, España querida’ y ‘Doce cascabeles’, aún cuando escucho esas canciones se me recrudece un sentimiento desolador”, afirma Sor Salud.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

Tuve una familia muy grande y unida. Mi mamá era muy exigente, nos enseñaba el catecismo y los buenos hábitos. Después decidí tomar la vida religiosa. Mi padre cosechaba de todo: maíz, trigo, patatas; teníamos jamones y castañas.

Además de convivir con mis hermanos, era muy amiguera, me gustaba mucho ir de tertulia. Fui una niña inquieta y rebelde, por eso, cuando les dije a mis amigos que me iba de monja, no lo podían creer, pero yo nunca tuve dudas de mi vocación, jamás, gracias a Dios.

¿Cuál fue la respuesta de sus padres ante la noticia de ser religiosa?

Mis padres no lo aceptaron con facilidad, sobre todo mi papá, que me sacó tres veces del convento. No es que se negara a que yo fuera religiosa, pensaba que era muy pequeña y él quería que cuando yo creciera me hiciera cargo de su fábrica de curtidos de piel. A la tercera vez que fue por mí al convento y me regresó a la casa, mi hermano mayor habló con él: “¡Déjala!, si no es su vocación ya se saldrá”. Fue una separación muy difícil para todos, mi madre me contó que por las noches mi padre se asomaba a la ventana y y lloraba, diciendo: “¿Dónde está mi hija?”.

¿Cómo era su casa?

Los orenses decimos “de piedra”, que significa, tradición, hogar y camino. Por el frente se abre hacia un bosque y por la parte de atrás al río. Vivíamos con el clima típico de Galicia. A mí me gustaban mucho los animales, teníamos vacas y caballos. Era un pueblo que se ayudaba entre sí. Mis papás eran muy conocidos y queridos.

¿Cómo fue su vida en el convento?

Estuve en Sobrado del Obispo, en la casa del episcopado, un edificio antiguo de piedra muy hermoso. Era muy feliz y confirmé mis dos grandes pasiones: la adoración a la Santísima Eucaristía y la formación de los niños.

A pesar de la firmeza de mi vocación no fue fácil, pues tenía que doblegar mis gustos y ejercitar la voluntad. Yo no podía ir con mi familia, pero ellos sí podían visitarme. Llegaban repletos de quesos, jamones y chorizos, me llevaban ropa y vestidos muy bonitos que nunca usé, pero todo lo compartía siempre.

¿Cómo fue que llegó a Madrid?

El tiempo de formación en el convento de Sobrado llegó a su fin, así que me enviaron en el tren-correo a Madrid, estuve un año ahí, prácticamente internada, y al siguiente, me enviaron a la casa central de nuestra congregación. Fue entonces cuando profesé y tan solo con 16 años tomé el hábito, pero como era muy chica tuvieron que pedir permiso, los últimos votos los hice ya en México.

¿Por qué escogió el nombre Miraflores?

Porque yo hice un curso en Administración Escolar en Burgos, y ahí se venera a Nuestra Señora de Miraflores, le tengo gran devoción, por eso escogí ese nombre.

¿Qué hizo al llegar a la Ciudad de México?

De lo poco que conocía de México era, quizá lo más importante, la Virgen de Guadalupe, por lo que no dudé en ir a conocerla en el santuario del Tepeyac. Me asombró muchísimo la fe, el amor y devoción de los mexicanos, así como el sacrificio de los peregrinos.

¿Quién las recibió en México?

Al llegar al puerto de Veracruz, con todo cariño nos recibió la madre Carmen, Sor Asunta, Loren Larragain y su esposo, Octavio Fernández, así como don Pablo Diez, quien nos invitó a su rancho a dormir.

Al día siguiente, durante el desayuno nos sirvieron zapote negro, papaya, frijoles negros y pan Bimbo. Siempre recordaré que mi primera misa fue después de desayunar, para mí fue el reencuentro con la Santísima Eucaristía.

Autor: Diana Sánchez

Fuente: Caras

La relación de pareja con una mujer exitosa

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¿Cuántos de nosotros conocemos a mujeres hermosas, inteligentes, con don de liderazgo, personalidad, exitosas pero, con el toque final, “solteras”?

Qué es lo que pasa con los hombres cuando tienen a su lado a una mujer que aparentemente ha llegado a la cima, independiente, con un equilibrio económico, psicológico y emocional, por lo cual, no necesita a su lado más que  a un hombre para compartir todo ese equilibrio con el cual, los hombres muchas veces no están preparados para lidiar.  Acaso se sienten intimidados cuando el prototipo de “Masculinidad”, el que funge como protector y proveedor, no puede tener el papel estelar en la obra de teatro de una mujer?…

Resulta que un estudio reveló que las mujeres exitosas tienen más probabilidades de divorciarse y pagar un alto precio por el éxito. 

El anhelo de cualquier mujer sería tener una carrera o negocio exitoso y junto con él a una persona con quien compartir sus triunfos, anhelos  sueños hechos realidad, pero da la casualidad de que el sueño de cualquier mujer podría ser la pesadilla de cualquier hombre.  Ya que por cultura el hombre en la mayoría de los países de Latino América, viene de una cultura y educación en la cual él tiene que ser  proveedor, el que lleve el sustento a la casa, el que tenga un sueldo mayor y  que su papel tenga que ser el “pilar de la familia”.  Así que muchas veces nos hemos preguntado si el precio personal de una “mujer exitosa” siempre será mucho más alto que el de un hombre?

Cuánto tiempo puede resistir un hombre que su pareja tenga una posición de éxito?  El estudio reveló que después de tres años de matrimonio o de vida en pareja, la probabilidad de que éste termine en divorcio, era prácticamente un hecho.

Por “éxito” en la relación de pareja entendemos la suma de una serie de factores que resultan muy gratificantes como: buen nivel de afectividad, buen nivel de comunicación, buen nivel de deseo sexual, buena capacidad para el consenso y la resolución de problemas, actitud de respeto y tolerancia, metas y objetivos compartidos y buen equilibrio entre vida personal y vida en pareja.

Qué se necesita para que haya un equilibrio entre un hombre que se sabe tanto económicamente como profesionalmente menos afortunado que su pareja?

Mantener un buen nivel de autonomía y autoestima es imprescindible.- El exceso de dependencia emocional de una persona hacia su pareja hace que pierda autoestima, identidad y viva su vida excesivamente dependiente de los gustos y necesidades de su pareja. El resultado es un «achicamiento» de la personalidad y del atractivo personal que propiciará el distanciamiento de la pareja. Para que esto no ocurra, es importante que cada miembro de la pareja sepa conservar su autonomía personal en un grado suficiente y compatible con la unión con otra persona y las servidumbres que ello implica. En este sentido es muy apropiado mantener el interés y las actividades habituales como el trabajo, las relaciones sociales, los hobbies, los amigos, etc., y es ahí donde la mujer juega el papel más importante.

Sé sincero, auténtico y expresa tus emociones.- Cuando una persona oculta aspectos de su personalidad que le resultan feos a su pareja, asume que hay aspectos de sí mismo que no son queribles y por extensión, se siente como una persona que no merece ser querida.  Ello genera una inseguridad que puede mostrarse en celos, frialdad, distancia, miedo y falta de complicidad. Aspectos que afectan de manera grave a la relación de pareja.  Por tanto, atrévete a mostrar y expresar tus emociones. Para la persona poco entrenada le puede resultar difícil y experimentar un fuerte sentimiento de vergüenza y ridículo. Pero este hecho es muy terapéutico y va más allá de mejorar la relación de pareja ya que supone un crecimiento e integración de la personalidad. 

Ten empatía, buena comunicación y trata de hacer consensos.–  Normalmente, en la primera fase de las relaciones de pareja la comunicación fluye con facilidad, las personas, animadas y estimuladas ante la persona que les atrae, generan gran cantidad de comunicación. Con el paso del tiempo, ésta va disminuyendo por diferentes motivos: pérdida de interés, temas de conversación que no gustan o incluso generan discusiones, sensación de falta de empatía con los temas expresados, en definitiva la comunicación se transforma en una fuente de frustración. Cuando tu pareja se exprese, escúchala muy atentamente sin interrumpir su comunicación, esfuérzate por ponerte dentro de su piel y entiende su punto de vista (aunque no lo compartas), exprésale todo lo que te ha dicho a modo de espejo, dándole a entender que has entendido bien todo lo que te ha expresado.  Ahora expresa tu punto de vista, sin tratar de demostrar que estás en la razón, ni mucho menos para demostrar tu superioridad moral o intelectual sobre tu pareja, sólo expones tu punto de vista con la humildad de la persona que entiende que no tiene la verdad absoluta.  A partir de aquí se establece un clima de expresión, entendimiento y empatía que es el adecuado para encontrar una solución consensuada entre ambos en el que ninguno de los dos gane ni pierda.

Mantengan objetivos, proyectos y actividades como pareja.-  Ya decíamos que el papel de la mujer exitosa en este tipo de relaciones es fundamental, ya que si ella no mantiene vivo el interés en la otra persona, aunque el hombre trate de mantener viva la relación, no funcionará.  Debe de hacer un gran esfuerzo y poner dedicación para que sus actividades propias de su éxito no obstaculicen las actividades en pareja.

No cerrarse a mantener un buen nivel de relaciones sociales.- Las parejas que se cierran a las relaciones sociales suelen agotarse en ellas mismas, por lo menos un miembro de la pareja experimentará sentimientos de agotamiento, aburrimiento o deterioro de la vida de pareja.

Por ello, el tener un círculo de relaciones sociales, mejora la dinámica de relación de pareja, permite salir del encasillamiento de roles tan propio de la vida en pareja y facilita el enriquecimiento y revitalización de la pareja, además, a quién no le gustaría seguir manteniendo las tardes de dominó, el café con las amigas o las reuniones familiares de fin de semana? Pensémoslo un momento.

Una relación puede ser un negocio complicado, especialmente cuando tú (mujer exitosa) ya estás casada con tu carrera profesional. A veces como mujeres nos encontramos en situaciones en las que una alta ambición profesional (lo cual es siempre bueno) entra en conflicto con nuestra vida de pareja. Nunca voy a recomendarte que dejes de lado tu ambición profesional por ninguna persona, de hecho si alguien te lo pide apuesta siempre por ti misma, pero para que exista un equilibrio en este tipo de relaciones te sugiero lo más importante: Valora a tu pareja!

El valor de cada parte es independiente al dinero que aporte a la relación.  Si tu trabajo o tu negocio está generando más ingresos, intenta dar valor a todo lo que tu pareja te da aparte de dinero: Apoyo, risas, complicidad… todo lo que conforma una vida de pareja. 

Sea cual sea la situación, perseguir tu propia pasión o animar a tu pareja a que lo haga puede ser la solución. La vida de pareja prospera desde el crecimiento mutuo, cuanto más estés dispuesta a dejar que tu relación de pareja evolucione, más fuertes serán juntos.

Autor: Zuleyka Franco

Fuente: Primero Editores

¿Tienes ansiedad? Aquí un consejo de San Francisco de Sales para calmarte

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Es bueno saber que incluso aquellos que se destacan en la santidad tienen que luchar con sus nervios

A veces, no importa lo que hayamos hecho para evitarlo, la ansiedad nos supera. Puede ser la ansiedad pasajera de ver la lista de «cosas por hacer» desbordada o los plazos inminentes. Puede ser algo más serio, que requiere evaluación y asistencia profesional.

Pero sea cual sea el tipo de ansiedad que podamos estar experimentando, es consolador saber que incluso los santos tenían este problema.

Esto es lo que san Francisco de Sales recomienda para evitar la ansiedad y encontrar la paz.

No subestimes el problema

San Francisco creía que

con la única excepción del pecado, la ansiedad es el mayor mal que le puede pasar a un alma.

Probablemente ya sepas que la ansiedad es un problema, pero puedes pensar que a Dios no le importa mucho porque le importa más que evangelices, cumplas con tu deber o reces.

Después de todo, ¿no deberías preocuparte por los demás y no por ti mismo?

San Francisco no estaría de acuerdo. Y Dios tampoco.

Nuestro Señor ordenó que amemos a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Cuando estás ansioso, amarte a ti mismo significa hacer lo que puedas para remediar la ansiedad. No significa ignorarla en la creencia errónea de que a Dios le importa poco. Él quiere que tengamos alegría al hacer su voluntad.

San Francisco escribe:

Si nuestro corazón está conmovido y turbado internamente, pierde la fuerza necesaria para mantener las virtudes que había adquirido y los medios para resistir las tentaciones del enemigo.

Comprende la causa

Si bien es natural concentrarse en las circunstancias que causan ansiedad, san Francisco cree que la causa puede ser más profunda.

Para él, la raíz de la ansiedad es «un deseo excesivo de ser liberado de un mal presente o de adquirir un bien esperado».

En otras palabras, la ansiedad surge cuando deseamos algo demasiado. Nuestros deseos son buenos, pero a veces pueden ser demasiado fuertes, lo que causa ansiedad.

Este punto es crucial porque convierte la ansiedad en algo sobre lo que podemos tener algo de control, aunque no siempre se siente así.

Haga de la paz interior la prioridad

Cuando empiezas a reconocer que tu corazón está ansioso, dice el santo:

búscalo antes de hacer cualquier otra cosa y tráelo silenciosamente a la presencia de Dios, sometiendo todos sus afectos y deseos a la obediencia y dirección de su voluntad divina.

4 pasos para recuperar la paz

Traer tu corazón a la presencia de Dios no es una fórmula mágica, por supuesto. Pero, si seguimos estos cuatro pasos, muchas veces la ansiedad disminuirá gradualmente.

1. Pide la ayuda de Dios.

2. «Resuelve no hacer nada en lo que tu deseo insista hasta que tu mente haya recuperado la paz, a menos que sea algo que no se pueda posponer».

3. “Debes tratar de verificar la corriente de tus deseos con mansedumbre y calma”, lo cual se hace mejor al aceptarlos tal como son.

4. «Si puede revelar la causa de su ansiedad a su director espiritual, o al menos a algún amigo fiel y devoto, puede estar seguro de que rápidamente encontrará alivio».

Autor: Blake Robinson

Fuente: Aleteia