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El día que el fundador de CNN dijo que se debe reducir la población mundial

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Ted Turner, el fundador de la cadena estadounidense CNN, aseguró en una entrevista que somos demasiados y que hay que reducir la población del planeta. Este tipo de comentarios, se han escuchado de personas de las élites globalistas, tales como George Soros, Bill Gates y Henry Kissinger.

Nadie sobra en el planeta. Existen otras alternativas para salvarlo

Por ANTONIO LÓPEZ CRESPO
(Fragmento)

Ted Turner, el magnate estadounidense de los medios, fundador de la cadena internacional de noticias CNN y de TBS, a sus 81 años, sigue siendo reconocido por su carácter filantrópico –donó 1.000 millones de dólares a Naciones Unidas– y sus numerosas contribuciones a causas ambientales y solidarias. Y también por ser el segundo mayor terrateniente privado de EEUU, con 800.000 hectáreas, detrás de su socio comercial, John Malone. (Y recientemente en competencia con Bill Gates)

Pero Turner no dudó en declarar reiteradamente a la prensa “tenemos que estabilizar la población… tenemos calentamiento global porque demasiadas personas usan demasiadas cosas… estamos alterando el clima y el mundo de muchas maneras diferentes y lo que estamos logrando es reducir capacidad de carga de la Tierra. Cada año el mundo natural se empobrece y es menos capaz de soportar el incremento de personas que tenemos…”

Aunque Turner plantea que esa “estabilización de la población” debería ser voluntaria y todo el mundo debería comprometerse a no tener más de un niño en los próximos 100 años, no explica cómo lograrlo.

En casos como el de Bill Gates, también aparece el pensamiento subyacente de que es necesario reducir la población mundial. Decía en 2010 durante una conferencia TED: “El mundo de hoy tiene 6.800 millones de personas… eso se encamina a unos 9.000 millones. Ahora, si hacemos un gran trabajo en nuevas vacunas, atención médica, servicios de salud reproductiva, podríamos reducir eso en tal vez 10 o 15%”.

Hasta aquí, los hechos y dichos, que se corresponden a una información veraz y consolidada. Soslayamos todas las interpretaciones “conspiranoicas” y faltas de rigor que cunden en el mundo de las redes.

Lo real es que Bill Gates habla sobre la población como un factor importante para la disminución de emisiones de CO2 y habla de las vacunas, del control natal y del cuidado de la salud, como forma de evitar el crecimiento desproporcionado de la población, sobre todo en aquellos países incapaces de brindar servicios y calidad de vida a todos sus ciudadanos.

Independientemente de su buena o mala fe, lo cierto es que no se plantea más que el “camino sanitario” y omite el “camino de la transformación económica” que es el que garantiza que, con mejores niveles de vida y educación, la tasa de fertilidad y nuevos nacimientos disminuye notablemente. No hay mejor anticonceptivo que la justicia distributiva.

No se necesitan más panes ni menos comensales. Se necesita repartir mejor la torta… Al multimillonario de Microsoft, segundo hombre más rico del mundo con u$s 94.700 millones, no se le ocurre ninguna otra forma de distribución más que su buena disposición a hacer donaciones, que sin embargo, no afectan año a año, el volumen total de su riqueza.

Defender la peligrosa idea de que la única solución para proteger el Planeta es el control del crecimiento de la especie humana remite a preguntas que ellos no contestan: “¿Quiénes deben ser los reducidos?… ¿Blancos, negros, pobres, ricos? ¿Viejos, niños? ¿Y quién lo decide?”

Lo más frustrante es que para mitigar los efectos devastadores de las actividades humanas, sólo aparezca la propuesta de reducir la población como único remedio efectivo.

El escritor uruguayo Eduardo Galeano escribía a comienzos de los setenta, que el poder “incapaz de multiplicar los panes, hace lo posible por suprimir a los comensales”.

Plantear que el Planeta es finito y que lo hemos llevado al extremo de su capacidad de carga es una cosa. Atribuir al crecimiento poblacional ese desborde es cuando menos, un error conceptual. Y más probablemente una perversa manipulación de las alternativas posibles.

¿Porqué no pensar que el modelo de producción y consumo que se ha desarrollado en los últimos 200 años es el que es insostenible y debe ser reducido?

¿Porqué no recordar que con solo un tercio de la comida que el mundo desarrollado desperdicia se puede terminar con el hambre mundial?

¿Porqué no reiterar una vez más que las sociedades donde existen menores niveles de desigualdad y mejores cotas de educación, la reproducción se autolimita?

Plantear que los esfuerzos para salvar el Planeta del cambio climático y la degradación del ambiente, solo pasa por reducir la población muestra una enorme complicidad con el sistema que nos ha llevado hasta aquí.

La ciencia ha sido clara: la transición de los combustibles fósiles hacia las energías limpias o la disminución drástica de los residuos plásticos, no serán por sí solos, la salvación del Planeta. Sin cambios profundos y sistémicos, no será posible lograrlo.

Autor: Rubén Luengas

Fuente: Entre Noticias

Lujo

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Nuestra relación con lo que puede ser exclusivo es curiosa y compleja. Nos satisface acceder a espacios y a objetos que se perciben valiosos, únicos, y cuyas características reflejan un estatus superior. Es un sentido de recompensa por lo duro que trabajamos, los obstáculos que vencemos y el ideal de superación profesional y personal que nos puede guiar en nuestra vida cotidiana.

Sin embargo, enfocarnos demasiado en aquello que solo representa lujo tiende a hacernos olvidar que uno de los aspectos más enriquecedores de la vida es compartir con otros los bienes y las bendiciones que tenemos. No es nada más un asunto religioso o de bondad, es un comportamiento psicológico que nos fortalece y nos hace mejores personas.

Diferentes estudios demuestran que dedicarnos a concentrar, sean objetos o experiencias individuales, pierde sentido justo después de que lo hacemos la primera vez; es decir, comprar algún objeto muy deseado provoca una sensación de logro que se desvanece rápido y no vuelve a sentirse igual en la segunda ocasión.

Ocurre diferente cuando damos o compartimos lo que tenemos, ahí la satisfacción es continua y sucede siempre. Desde el punto de vista de la salud mental, dar resulta más conveniente que recibir. Tal vez por eso nuestras festividades de mayor arraigo consisten en ello y en agradecer por lo que tenemos y lo que gozamos.

También es probable que por esa misma razón rechacemos el egoísmo como un rasgo de una personalidad sana y nos sorprenda la forma en que éste puede provocar eventos de discriminación, de clasismo o de racismo.

Si lo pensáramos un poco, el verdadero lujo es que podamos compartir espacios y experiencias sin importar mucho de dónde venimos, quiénes somos o a qué nos dedicamos. Al final, tenemos gustos y preferencias comunes que nos identifican, porque las compartimos cuando nos encontramos como personas.

La razón por la que simpatizamos con quienes nos rodean es la coincidencia que hallamos en áreas de la vida que nos agradan. Si esos encuentros son muchos, entonces surgen lazos de enorme fuerza como el amor, la admiración, la amistad y el respeto mutuo. Buscamos conectar con otras personas para sentirnos parte de una comunidad y ésa se establece al compartir afinidades de distintos tipos.

No buscar esa empatía deriva en aislamiento, en cerrar nuestras posibilidades de encontrar a otros que tengan los mismos principios y valores u objetivos y metas que nos ayudarían a todas y a todos, aunque nuestra formación e ideas fueran diferentes.

De eso se trata la equidad y el equilibrio de una sociedad. ¿No es mejor cuando podemos compartir sin temor, ni rechazo, de los mismos satisfactores como uno solo? Siempre habrá opiniones sobre lo que debería ocurrir, pero es lo que sucede en la realidad lo que nos debe mover para actuar de manera correcta.

Si pensamos que eso es muy difícil y que las diferencias son insalvables en ciertas situaciones, solo pongo como ejemplo el paseo ciclista que sucede cada fin de semana en muchas de las ciudades de la República. No es que saber andar en bicicleta nos una (muchas personas acuden a los paseos sin ella), lo hace el poder compartir un espacio común en donde se pueden llevar a cabo muchas actividades de entretenimiento con solo estar presentes.

El sistema económico que tenemos nos ha hecho creer que existen diferentes niveles para disfrutar, dependiendo del costo que se pague. En esa lógica, entre más pagas, más disfrutas. Sabemos que muchos ofrecimientos de ese tipo no resultan del todo ciertos y sirven de espejismo para presumir una supuesta exclusividad que termina siendo un engaño.

Todos merecemos ser tratados bien y recibir una compensación acorde a lo que nos cuestan las cosas y las experiencias que contratamos, pero la mayoría de las que son importantes no cuestan.

Así que discutir por lo que debería ser un espacio, y a quién tendría que servirle, es perder de vista que la calidad aumenta cuando una mayoría puede acceder a un bien o servicio y que la mejor manera de que se mantenga accesible es que muchas y muchos tengan la oportunidad de disfrutarlo. Se trate de un edificio o de una ciudad completa.

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: Publimetro

¿Problemas para dormir? 5 productos Inova para un sueño profundo

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Los problemas de insomnio y las crisis de estrés son cada vez más numerosas, debido a la sobrecarga laboral, estudiantil o familiar que frecuenta nuestra sociedad. Sumado a esto, la falta de un descanso adecuado no hace más que empeorar las cosas.
Se trata, sin embargo, de una necesidad para recuperar o mantener un buen estado de salud, junto con la alimentación saludable y el ejercicio físico. Pero ¿cómo hacer si tenemos problemas para dormir? Lo importante es sentar las condiciones adecuadas, empezando por la comodidad.

Frente a esta problemática, Inova México desarrolló una serie de productos que buscan brindarnos el confort necesario para un buen descanso.

5 productos Inova para dormir profundamente

1. Colchón Sognare Zero Queen Size

Uno de los productos destacados entre la gran oferta de Inova México es este colchón de densidad semi firme con una capa de memory foam. Esta permite alinear la columna, sumado al relleno termofusión que se adapta a la forma del cuerpo, asegurando.
La capa termorreguladora mantiene la frescura de los componentes. Además, la segunda capa de proactive foam mantiene la calidez en los momentos de baja temperatura.

2. Almohadas Sognare Nuo Estándar
Estas almohadas Sognare son los productos más demandados de la línea de dormir entre las búsquedas de almohada Sognare precio, por su accesibilidad. A un precio económico, podemos acceder a una pieza de gama media con tecnología softy touch con microfilamentos.
Su microestructura aporta la densidad necesaria sin perder flexibilidad, y permite el fácil lavado de las piezas para mantener la higiene. Además, la combinación de fibras de gel le dan frescura y confort que se complementan con la firmeza del soporte cervical.

3. Sábanas Sognare Soft

Si buscamos lograr un buen descanso, debemos, incluso, preocuparnos de las sábanas que usamos. En ese sentido, las sábanas soft que podemos encontrar en Inova México son la alternativa ideal gracias a su tejido extra suave.
Podemos encontrar varias opciones, según los tipos de tejido. Además, podemos elegir diseños que posibiliten la fácil colocación y firmeza.

4. Sognare Almohada Truconfort
Estas piezas de la línea Inova Sognare están diseñadas para ayudar en casos de síntomas que provocan insomnio, como el reflujo, la congestión respiratoria y la presión focalizada. Si existen puntos de dolor, es la alternativa ideal debido a su inclinación de 30º que permite corregir la postura.

5. Almohadas Sognare Sleepmaster
Este destacado de Inova productos es una opción de almohada inteligente que ofrece el soporte, altura y alineación necesarios para dormir cómodamente. Además, posibilita dormir con la postura adecuada según nuestra posición habitual.
A diferencia del resto de los modelos, estas almohadas cuentan con un núcleo con Bio-cel Tex, de gran elasticidad y adaptabilidad. Este foco central cumple la función de mantener la columna alineada aún si nos movemos durante el sueño, para evitar dolores posturales.

Las alternativas de productos Inova y precios son numerosos, si buscamos descansar mejor.
Solo debemos elegir la que más se adecúe a nuestras necesidades específicas.

100 millones de Hair Ties y un Vodka Tonic. La curiosa historia de una emprendedora

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Cada empresa tiene su propia historia y, por desgracia, en el caso de los emprendimientos, muchas de ellas son de fracaso. Quizá las menos son un éxito.
¿En dónde está la diferencia? ¿Cuál es el secreto para llegar a ser una empresa global? Hay muchos caminos según hemos leído en infinidad de artículos periodísticos, reportajes, entrevistas y libros, en los que, tal vez, los elementos comunes son trabajar mucho y no darse por vencido. Algunos emprendedores siempre sueñan con serlo, a otros, simplemente, les llegó la inspiración después de vivir algún hecho que los transformó, etc. Otros, parecen inexplicables.
100 millones de Hair Ties y un Vodka Tonic, es el mejor libro de negocios de habla inglesa en el 2021, según el famoso Business Journey. Narra la historia de un emprendimiento exitoso único, con lecciones para quien sepa leerlas.
Es la historia de una chica danesa/española quien, una noche de juerga universitaria, como parte de un disfraz, se enrolló un pedazo de cable telefónico en la cola de caballo. Al día siguiente, amaneció todavía con éste en la cabeza y fuera de sentirse confundida por el par de vodka tónics que tomó de más, no sintió tensión ninguna por el cable que sujetaba su pelo. Maravillada, llamó a su novio Félix y le contó que acababa de tener una idea.
Decidieron probar, buscaron un proveedor que les fabricara hair ties con la idea del cable telefónico, buscaron un nombre, cómo empacarlas y, por supuesto, los nada fáciles pasos de distribución y venta. Así empezó un negocio que ha vendido más de 100 millones de ligas de pelo alrededor del mundo, en 85 mil puntos de venta repartidos en más de 70 países. Hoy facturan millones de dólares al año al haber cambiado la categoría de accesorios para el cabello y el escenario de venta minorista para productos capilares. Buscaron un nombre para la marca que no existiera; con el objetivo de que al buscarla en Google apareciera en primer lugar, le pusieron Invisibobble.

Félix y Sophie invirtieron cuatro mil dólares cada uno, equivalentes a 1350 vodka tónics. No soñaban que su pequeña idea se convertiría, algún día, en algo que se comercializaría en peluquerías, farmacias, grandes almacenes, gigantescas empresas de mercado minoristas, aeropuertos y cruceros.
Este libro, ameno y con muchas ideas que pueden ser aplicadas para chicas, medianas y grandes empresas, nos ofrece en cada capítulo claves de desarrollo de negocio que pueden ser replicables en cualquier lugar o giro empresarial. Nos cuenta la autora que Félix, quien ya no es su pareja pero sigue siendo su socio, ha sido siempre una persona que resuelve y toma decisiones, se encarga de los números, en cómo obtener dinero ahora mismo y que ella es mucho más creativa, se enfoca en nutrir la marca y en pensar las cosas a largo plazo. Considera que se necesitan ambos estilos para que una sociedad comercial sea exitosa, a pesar de que esa diferencia ocasione discusiones.
Sophie comparte los aciertos que los han llevado a crecer pero también muchos de los tropiezos y malas de decisiones a los que se han enfrentado; está consciente de que cometer errores es la única forma de aprender. La visión que tuvieron al principio fue ponerle una marca a una liga de pelo que pudiera ser asociada a un estilo de vida y así venderla en grandes almacenes. “No provenir de la industria de los productos capilares evitó que estableciéramos límites artificiales para nosotros mismos porque no conocíamos las reglas”, nos dice. Los productos tienen éxito porque no hacen lo que los demás hicieron y han tomado riesgos.
Este libro, publicado por LID Editorial, es una historia de pasión y determinación; un modelo para todos los que lo lean. La autora es consciente de que no está cambiando el mundo, pero sí que, con una liga Invisibobble, mejora un aspecto de la vida de millones de personas a las que ya no les da jaqueca cuando se detienen el pelo, y para ella esto es algo por lo que vale la pena vivir. Ni más ni menos.

Autor: Bertha Inés Herrerías Franco

La paz es la clave para la libertad

La guerra es la llave maestra del Estado.

El movimiento antiguerra necesita desesperadamente un liderazgo libertario. Y el movimiento libertario necesita urgentemente ser fuertemente antibélico. Así que en este ensayo ofreceré algunas razones principales para que todo libertario sea 100% no intervencionista y se comprometa activamente con la causa de la paz.

El libertarismo abarca el derecho del individuo a la vida, la libertad y la propiedad. El significado de estos derechos ha sido distorsionado intencionadamente por algunos, pero originalmente significaban el derecho a no ser asesinado (vida), a no ser esclavizado (libertad) y a no ser robado (propiedad). Lo que distingue a los libertarios es que aplicamos estos principios de forma global, sin hacer ninguna excepción con el gobierno. No está bien que el gobierno robe y lo llame impuestos, que esclavice y lo llame encarcelamiento, o que asesine y lo llame guerra

Al igual que el asesinato privado es un crimen peor que el secuestro y el robo privado, la guerra (el asesinato en masa por parte del gobierno) debería ser una preocupación primordial para los libertarios, superando incluso muchas cuestiones relacionadas con el Estado policial y la planificación/redistribución económica.

Además, el crimen gubernamental de la guerra es lo que permite los otros crímenes del gobierno. La guerra, como ha dicho el economista Robert Higgs, es la llave maestra del Estado. El terror, el odio y la urgencia que estimula la guerra hace que la población se vuelva tan conformista y dócil como un rebaño. Los gobernantes lo saben muy bien, por eso manipulan y arrastran a sus pueblos a las guerras con tanta frecuencia.

Tanto el Estado policial interno (el Estado de guarnición) como la planificación económica interna (la movilización bélica) crecen rápidamente durante las guerras y las guerras frías. La guerra, como escribió Randolph Bourne, es la salud del Estado. Con esto quería decir que las guerras extranjeras alimentan la tiranía doméstica.

Por ejemplo, véase la cartelización de la economía estadounidense que surge de las guerras mundiales, el Estado de seguridad nacional que surge de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría y la expansión del Estado policial (vigilancia masiva, la militarización de la policía, etc.) a lo largo de la Guerra contra el Terror.

La guerra también se refuerza a sí misma y no conduce a la paz y la seguridad a largo plazo como afirman algunos de sus defensores. Esto se debe a que la guerra es una empresa inherentemente colectivista, totalmente incompatible con las nociones individualistas de justicia del liberalismo.

La guerra no tiene como objetivo individuos para la aplicación de la restitución, sino poblaciones enteras para la pura destrucción. La guerra destruye las vidas y los medios de subsistencia de innumerables víctimas que no lo merecen, incluyendo a niños inocentes, a los que se considera desdeñosamente como «pérdidas aceptables» y «daños colaterales». Estas víctimas, sea cual sea su cultura, son seres humanos reales con esperanzas, miedos y vidas interiores, igual que yo, usted, su sobrina o cualquiera de sus seres queridos.

Y cuando son agredidos, ellos o sus seres queridos desearán una reparación, igual que usted o yo. Si se ven acosados por las mismas nociones colectivistas de justicia que tenían sus victimarios, entonces pueden buscar o apoyar las represalias colectivistas contra la «población enemiga», ya sea mediante la guerra convencional o el terrorismo (guerra asimétrica). Esto provocará víctimas civiles en el otro bando, lo que conducirá aún más a represalias colectivistas, provocando aún más víctimas civiles y así sucesivamente. Así, la guerra tiende a autoperpetuarse en un ciclo de violencia injusta (agresión). Cualquier ética que justifique los «daños colaterales», si se aplica universalmente, es una ética de exterminio mutuo.

El libertarismo, por otra parte, limita las represalias a la coacción de la restitución por parte de individuos depredadores. Este tipo de violencia es intrínsecamente autocontenida, ya que disuade de la agresión y no genera gratuitamente agravios mediante la destrucción indiscriminada. El repudio libertario de la guerra (violencia colectivista), por lo tanto, tiende a la seguridad para todos, mientras que la guerra tiende a la inseguridad para todos.

Por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre, como subrayó Ron Paul, fueron el contragolpe de décadas de intervención en el Medio Oriente. Esos atentados contra civiles provocaron guerras masivas de Occidente en el Medio Oriente. Esas guerras de matanza de civiles, a su vez, han engendrado un aumento masivo del terrorismo. Y ese terrorismo se está utilizando para justificar la guerra aún más.

La guerra se libra a menudo con el propósito declarado de «liberar» a un país de la tiranía. Hacer la guerra por la libertad es tan contraproducente como hacer la guerra por la seguridad.

A menudo la hostilidad comienza con una «guerra fría», limitada a sanciones y subversión. Con ello se pretende impulsar la reforma «castigando» al régimen, o inducir la revolución provocando la miseria del pueblo. Esto suele resultar contraproducente, porque es más fácil para el tirano culpar al «enemigo extranjero» del sufrimiento del pueblo que para el enemigo culpar al tirano. Esto proporciona un escondite para el mal gobierno del tirano. El enemigo extranjero también le da al tirano una figura útil para aterrorizar al pueblo y que se una al régimen. Una vez más, la guerra alimenta la tiranía interna y las guerras frías no son una excepción. Así, las guerras frías destinadas a debilitar o deponer regímenes tiránicos tienden en realidad a fortalecerlos.

Por ejemplo, desde los años 50, Estados Unidos nunca ha cejado en su hostilidad hacia los regímenes comunistas de Cuba y Corea del Norte. Sin embargo, medio siglo después, los Castro y los Kim tienen un control más firme que nunca sobre el poder. En cambio, en los años 70, Estados Unidos aceptó la distensión con los regímenes comunistas de China y Vietnam. Desde entonces, esos países han experimentado una tremenda liberalización.

Si la hostilidad se intensifica hasta llegar a una guerra ardiente, las cosas empeoran aún más. Si el régimen en cuestión sobrevive a la guerra, saldrá de ella con un control del poder aún más fuerte. Y si el régimen es derrocado, eso tampoco es garantía de «libertad» para el pueblo. Los conquistadores pueden instalar un régimen títere estable. Pero los regímenes títeres tienden a ser aún más represivos que los tiranos demagógicos, porque dependen del apoyo extranjero, no del nacional, y por tanto no tienen que preocuparse por alienar a su pueblo con brutalidad.

Otra posibilidad es que el derrocamiento cree un Estado fallido en el que varias facciones desgarren el país en una guerra civil crónica. Esta es otra clara probabilidad, porque los extranjeros no tienen el conocimiento local ni los incentivos adecuados para establecer un compromiso estable con los importantes grupos del país. Los libertarios, quienes son justamente escépticos con respecto a la capacidad del gobierno para planificar la economía de su propia sociedad, deberían ser doblemente escépticos en lo que respecta a la capacidad de ese mismo gobierno para planificar las instituciones de otra sociedad.

Véanse, por ejemplo, las intervenciones de Occidente en el cambio de régimen posteriores al 11 de septiembre en todo el Medio Oriente, las cuales han creado seis Estados fallidos infestados de terroristas y asolados por la guerra civil en Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen y Somalia.

En cualquier conflicto entre un país más libre y otro menos libre, algunos libertarios son propensos a asumir que el país más libre debe estar «en lo cierto». Asumen que los peores tiranos son también los peores agresores extranjeros. Sin embargo, suele ocurrir lo contrario. La tiranía genera pobreza y una población empobrecida no puede proporcionar muchos ingresos fiscales. Así que los regímenes tiránicos tienden a ser demasiado pobres para permitirse una política exterior beligerante exitosa.

Por otro lado, la libertad engendra riqueza y una base fiscal rica puede sostener un tremendo presupuesto militar. Así que, en realidad, son los gobiernos menos tiránicos a nivel nacional los que tienden a ser más imperialistas.

Véase, por ejemplo, el imperio mundial de Gran Bretaña, la «Tierra de la Libertad» original y la actual hegemonía mundial del sucesor del Imperio Británico, los Estados Unidos de América.

Tal vez el mayor obstáculo para llegar a ser completamente antibélico es que implica la consideración de la historia bélica de Estados Unidos y de la propia naturaleza del gobierno bajo una luz completamente nueva. Es difícil, incluso para los libertarios, aceptar que el gobierno que has conocido toda tu vida no es la institución benigna que creías que era, sino uno de los mayores motores de asesinato masivo, destrucción y sufrimiento que jamás haya existido.

Sin embargo,  hay que tener en cuenta que la misma institución que ha librado estas guerras también ha estado en control de la educación desde su primera infancia y durante la mayor parte de las horas de vigilia de sus años de formación. Así, tu gobierno ha moldeado de forma decisiva tu percepción de sus acciones y de su papel en el mundo. Es natural que te sorprenda una perspectiva que vaya totalmente en contra de un mensaje que has imbuido a lo largo de todo eso. Pero sólo porque algo sea difícil de aceptar, no significa que no sea cierto.

Así que no desvíes la mirada y no te quedes callado ante el mal. Empieza a conocer la verdad sobre el imperio y sus atrocidades y empieza a hablar contra la guerra.

Autor: Dan Sánchez

Fuente: FEE La Fundación para la Educación Económica

Perfumes Diesel: ¿cuál es la mejor opción para cada tipo de padre?

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Si hay algo característico de nuestros padres es su olor, esa fragancia particular que nos permitiría reconocerlo con los ojos cerrados sin problemas. Muchas veces, esto tiene que ver, fundamentalmente, con su perfume.

Una excelente opción son los perfumes Diesel hombre, fragancias que pueden definir la personalidad de quienes lo usan. Aunque el problema puede estar en no conocer las opciones y perder una gran oportunidad.

A continuación, recomendamos cinco grandes perfumes Diesel que podemos aprovechar en las próximas día del padre ofertas.

5 grandes perfumes Diesel hombre

1. Only the Brave

Empezamos con uno de los perfumes Diesel hombre clásicos, fragancia insignia de la marca: Only the Brave. En este, destacan las notas olfativas de la familia del ámbar, detrás de un toque amaderado.

Es la fragancia ideal para un padre hogareño, que se encarga con responsabilidad de las tareas del hogar y el cuidado de la casa. Sobre el final de su trayecto olfativo, sobresalen notas a cuero, enjuí y ládano francés.

2. Fuel for Life

Este es un Diesel perfume perfecto para padres a los que les gusta trabajar con sus propias manos, que todo lo realizan por su propia cuenta. Una personalidad que ya destaca desde el envase recubierto en arpillera.

La fragancia de este Fuel for Life pertenece a la familia olfativa fougére, con base en los helechos. Lanzado en 2007, el corazón de este perfume lo dan unas notas de frambuesa y lavanda, que le dan un toque muy particular.

3. Only The Brave Street

La versión Street del clásico perfume Diesel es la mejor opción para padres jóvenes, de espíritu desenfadado y urbano. Excelente alternativa para buscar entre las día del padre ofertas cuando sea el momento.

Esta es una fragancia que apunta a hombres jóvenes, que demuestran valentía y no dudan en ir por sus sueños. El perfume perfecto para padres que salen cada día a la calle decididos a conseguir lo que desean.

4. Spirit of the Brave

Spirit of the Brave es la fragancia especial para padres trabajadores, que pasan mucho tiempo fuera de casa y quieren dar una excelente imagen. Se trata de un perfume que nace en el décimo aniversario de la marca buscando destacar la esencia de la masculinidad.

Destacan dos momentos particulares en su viaje olfativo. Uno inicial, de notas duras y marcadas que imponen presencia. Y otro posterior, donde ese primer impacto se relaja dando paso a notas herbales que recuerdan a la primavera y el verano.

5. Only the Brave Wild

Finalmente, terminamos con una alternativa para padres con una personalidad única, que hacen las cosas a su modo más allá de las limitaciones. Hablamos del Only the Brave Wild, que revisita el clásico de la marca pero llevándolo a otro nivel.

Este perfume, perfecto para aprovechar las día del padre ofertas, presenta una nota picante inicial de pimienta montada sobre limón. Luego, esa presencia se reduce dando lugar a trazas de musgos y un resto de mandarinas.

Con el repaso de estos perfumes Diesel hombre no habrá un padre que no consiga la mejor fragancia para su personalidad.

Occidente será «una sociedad ecologista y politeísta: lo sagrado estará en los árboles y animales»

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Para la filósofa francesa Chantal Delsol, no es posible considerar el cristianismo «como un mito o un relato» más, sino como «una verdad que ha de asumir su universalidad, extenderse, convertir, dominar e ir hacia todas las naciones». Fue una de las ideas base que transmitió el pasado 3 de marzo durante la celebración del congreso Hacia una renovación cristiana de Europa en la Universidad San Pablo CEU.

Un discurso que, sin embargo, contrasta con la complejidad para llevarlo a cabo en el presente y que le ha llevado a proclamar recientemente El fin de la Cristiandad.

Y es que, incluso para una intelectual de su talla -es fundadora del Instituto Hannah Arendt, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, doctora en Letras, directora del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Marne-La-Vallée y autora de decenas de ensayos- es imposible «saber lo que va a pasar con la Iglesia» en un futuro inmediato.

Lo que sí observa como algo evidente es que «esta institución milenaria, venerable y respetable» se ha convertido en algo «minoritario» y sin apenas relevancia en el discurso público.

«Durante dieciséis siglos los cristianos hemos tenido una situación de predominio en Occidente. Antes [los católicos] fijaban el criterio, ahora tienen que conversar con ateos, masones y protestantes», sentenció en la universidad madrileña.

Para Delsol, esta crisis no es más que una vuelta «al orden de siempre que estaba antes de nosotros y fuera de nosotros» y que se ve plasmado en una sociedad «influenciada por Asia que no entiende lo que es la verdad».

La filósofa francesa observó que «ya nadie acepta conquistar en nombre de la verdad» y el Occidente cristiano,  marcado históricamente por este objetivo, se ve hoy abocado a su sustitución por el «triunfo» de nuevas corrientes como «el panteísmo», el «paganismo» y el «posthumanismo».

«El cristianismo, como religión, no se concibe a sí mismo como un mito o un relato, sino como una verdad que ha de asumir su universalidad», expresó Delsol durante su ponencia. 

Por eso hizo un llamamiento a «ser más realistas y lúcidos si queremos avanzar en la historia» y a ser «testigos que no se conforman con decir, sino con ser. La conversión por testimonio implica dar tiempo al tiempo, dar espacio a la virtud». Para Delsol, hoy, más que nunca, «es necesaria al virtud y la paciencia».

¿Queda esperanza para Occidente y la fe cristiana en su mensaje? En conversación con Religión en Libertad minutos antes de su participación en el congreso, la autora de El fin de la Cristiandad mostró un prudente optimismo al expresar que «la simple existencia de cristianos es hoy un motivo de esperanza» y recomendó volcar todos los esfuerzos en la defensa y promoción de la virtud, el ejemplo y la familia para preservar lo que aún queda de la Civilización Cristiana.  

-En todo el mundo se ha vivido, durante los dos últimos años, una sucesión continua de estados de excepción con la excusa de la pandemia, con situaciones extremas de suspensión de derechos como en Francia, Italia o Australia. ¿Vamos a volver a la «normalidad» en algún momento, o los pasos que se han dado suponen un paradigma nuevo para las garantías constitucionales?

-Creo que ha habido una falta de derechos. Lo principal ahora es la higiene y se han sacrificado derechos a favor de ella. Espero que volvamos a la normalidad, que se supriman las mascarillas y otras medidas. Pero la historia demuestra que cuando una crisis hace adoptar medidas y la crisis pasa, algunas de esas medidas permanecen.

-Occidente, y sobre todo las instituciones europeas, han renunciado explícitamente al cristianismo. Se percibe incluso una hostilidad creciente hacia la herencia cristiana. ¿Puede sobrevivir la civilización occidental sin el cristianismo?

-Occidente sobrevivirá pero cambiará hacia condiciones que no son trascendentes.

Delsol, antes de su intervención en el congreso celebrado en la Universidad San Pablo CEU,  expresó su convicción de que la presencia del cristianismo en la sociedad, la familia o la educación cristiana de los hijos pueden ser la única esperanza ante la desaparición de la sociedad tal y como la conocemos.  

-¿Queda margen de reacción para la Iglesia y los cristianos? Es decir, ¿hay posibilidades de restauración de nuestra civilización cristiana o es un proceso irreversible? 

-Los cristianos podrán cambiar algunas cosas pero nunca volveremos a la situación precedente.

-¿Qué futuro prevé para Europa a medio y largo plazo? ¿Una islamización? ¿Un régimen totalitario y ateo? ¿Una democracia mediada por los mecanismos de control del pensamiento de las nuevas tecnologías?

-La sociedad atea no existe. Existen las personas ateas en la historia, pero no los países o las sociedades. Existen las sociedades monoteístas o politeístas. No creo que una religión tan primitiva como el islamismo pueda desarrollarse entre nosotros. Creo más bien en [el futuro de] una sociedad ecologista y politeísta. Lo sagrado estará en los animales y en los árboles.

-En alguna ocasión ha sostenido que, aunque la civilización cristiana muera, el cristianismo sobrevivirá. ¿Por qué tiene esa convicción?

-El ejemplo es el caso de Francia, donde subsiste una élite cristiana muy pequeña pero que está ahí y que es fuerte. Muchos de los cristianos que resisten son muy tradicionales. El problema es que son muy diferentes de la sociedad en la que están y a la sociedad que está por venir.

-¿Cómo interpreta el transhumanismo? ¿Es solo una ideología utópica que, como otras ideologías antes, chocará con la realidad y caerá? ¿O es el anticipo de un sistema político futuro en el que lo específicamente humano cederá terreno ante el papel de las élites tecnológicas?

-Si estamos hablando de «la muerte de la muerte», eso es una utopía que no existirá nunca. Otra cosa es el posthumanismo, que es una filosofía holística. Creen que es el final del humanismo que decía que el hombre estaba en el centro. Para el posthumanismo, el hombre no está en el centro y está al mismo nivel que los animales. Todos los objetos tienen el mismo valor. Lo podríamos llamar holismo, que es equivalente al paganismo.

-¿Cree que el actual conflicto entre Rusia y Ucrania/Occidente puede interpretarse como parte de la dialéctica de las ideas entre el globalismo y el patriotismo/populismo? ¿O es pura geoestrategia?

-Es una cuestión de las identidades de los países y pueblos, que cada uno tiene su identidad. Por ejemplo, la identidad de Francia es la República, la de los judíos es el tiempo. La identidad de Rusia es el imperio. Si Rusia no tiene imperio considera que no existe. Por eso desde hace 20 años [Rusia] está reconstituyendo su imperio, es parte de su naturaleza.

-El mundo se encuentra ahora ante el riesgo de una escalada de la guerra convencional o incluso al riesgo de una guerra nuclear. Y venimos de una crisis global por razón de una pandemia. ¿Qué va a significar para el pensamiento político esta sucesión de riesgos, inestabilidades y sacudidas de las normas de convivencia nacionales y del orden internacional?

-El primer efecto es que nos estamos empezando a dar cuenta de que lo trágico de la vida existe. Habíamos vivido un periodo de 70 años de paz en abundancia y libertad, habíamos caído en la utopía del fin de la guerra y todo eso era falso.

-¿Queda esperanza para la civilización cristiana?

-Creo que la simple existencia de cristianos en la sociedad ya es un motivo de esperanza, es importante educar a los hijos de forma cristiana. Esa es la esperanza.

Autor: José María Carrera

Fotografía: José María Carrera

Fuente: religión en libertad

Compartir una idea

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La estabilidad de una sociedad inteligente depende de la coordinación con la que actúa la mayoría de sus integrantes y de la claridad que cada una de ellas y de ellos tenga acerca de su papel dentro del conjunto.

Es una realidad que sin colaboración social es muy difícil resolver los problemas que nos aquejan y que esa falta de unidad es fácilmente aprovechada por aquellos que optan por no respetar la ley o incurrir en conductas antisociales, para afectarnos de múltiples maneras.

Sin embargo, mantenernos unidos no significa uniformidad, sino consenso; y entre más amplio sea éste las posibilidades de lograr metas y objetivos aumentan, lo mismo que el bienestar ciudadano.

El consenso real en una comunidad responde a los acuerdos que se logran para que una mayoría prospere y viva en paz, lo que excluye la violencia y el miedo, simplemente porque existe un sentido de cohesión en el que un individuo es responsable de sí mismo, al mismo tiempo que lo es de quien está a su lado, sea un familiar, un vecino o un desconocido que comparte la misma idea de sociedad.

En esa coincidencia de propósitos, poco o nada tienen que ver las preferencias o los puntos de vista, lo fundamental es compartir una idea sobre lo que queremos ser, ni siquiera debería ser tan precisa, aunque sí muy concreta para poderla realizar.

La diferencia entre llegar a consensos o quedarnos en el terreno de las opiniones, reside en que lograr un denominador común acerca del futuro que deseamos necesita comunicación, intercambio y negociación social, mientras que nuestra opinión es nuestra y, correcta o no, establece una postura que podría no cambiar nunca.

Por eso la organización civil es tan poderosa cuando ocurre y casi siempre provoca cambios irreversibles. La complejidad es conseguir que una misma visión general pueda, primero, transmitirse correctamente y, en segundo término, sea compartida por el número suficiente de personas para que sea llevada a cabo y se consolide como un nuevo comportamiento cívico que cuenta con suficiente respaldo social.

Probablemente estamos en un cambio de época en el que pasaremos de las opiniones a las acciones en los ámbitos en lo que nos corresponde, si lo que queremos ver en los siguientes años es una sociedad incluyente, basada en la equidad y convencida de que los problemas se resuelven en función del conjunto y no del individuo.

Thomas Edison decía que para tener una idea genial, había que contar con montones de ellas. Esa es la clave del consenso, compartir ideas, principios y tener el compromiso para organizarnos y lograr que se hagan realidad para que la sociedad a la que pertenecemos prospere.

Ese ejercicio de pensar, compartir, hablar y actuar, le corresponde a las y a los ciudadanos. Somos nosotros los que estamos en posición de construir las condiciones para transformar y de ahí establecer otros parámetros y otras fronteras que amplíen cada vez más las posibilidades de sentar las bases de un futuro prometedor para las generaciones que nos anteceden y para nosotros mismos.

Este es un momento clave en nuestra historia personal y social. Podemos sentar bases y a partir de ellas impulsar el desarrollo verdadero de una nación que tiene enormes ventajas hacia delante.

No obstante, todo parte de estar de acuerdo y de compartir una idea que se vuelva una visión, al mismo tiempo que una misión de vida. Eso es actuar de manera corresponsable para ir más allá de hacer una diferencia momentánea y dejar un legado personal que trascienda y nos brinde la satisfacción de haber actuado en consecuencia y con conciencia ante los desafíos del momento en que nos tocó tomar decisiones como ciudadanos.

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: El sol de México

Contexto

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Marie Curie, ganadora de dos premios Nobel y una de las mentes más brillantes de la historia, decía que dejamos de tenerle miedo a lo que aprendemos a entender. Ningún acontecimiento ocurre aislado y casi siempre tiene un origen que se puede tratar de comprender para reducir la ansiedad que provoca, por eso, darle contexto a hechos y situaciones es una manera de prevenir con eficacia.

Entender cualquier situación no es un acto sencillo, así que debemos sospechar cuando nuestra primera impresión acerca de un hecho trae coincidencias inmediatas en nuestros canales de comunicación, incluso anuncios comerciales al respecto. 

Nuestra suspicacia debe ser todavía mayor al momento de compartir, aceptar o seguir una postura que sólo toma un punto de vista y no proviene de alguien identificable. Si esa fuente además coincide con nosotros sin oponer el mínimo análisis, seguramente estamos ante uno de millones de entes o robots creados para repetir y propagar datos confusos. 

Ampliar la visión sobre los sucesos que nos afectan y analizar, aunque sea brevemente, sus causas y sus consecuencias no permite estar bien informados para no caer en intentos de manipulación, tan comunes en el pasado como ahora, pero nunca con tanta velocidad gracias a los diferentes canales tecnológicos que tenemos disponibles. 

En una época en la que los datos nos abruman, pero no necesariamente nos informan, las emociones pueden colocarse delante de la razón y ocasionar un contagio de temores infundados que suele resultar mucho más poderoso que cualquier virus conocido hasta el momento (variantes incluidas). Y el miedo es un mal consejero en cualquier momento, en especial en los de crisis. 

Un antídoto es buscar el contexto en el que se dan las supuestas afirmaciones que nos comparten y tratar de analizar un poco cuáles podrían ser los motivos que impulsan la prevalencia de una información por encima de otra. Acudir a varias fuentes es una manera de entender lo que nos ocurre, revisar la historia es otra muy valiosa y consultar a quienes tienen experiencia académica y profesional en el tema, que además cuenten con bibliografía, ayudará a formarnos un criterio adecuado. 

Puede parecer que llevará mucho tiempo y no es así. Internet hace posible que investiguemos más allá de los buscadores y adentrarnos en bibliotecas, artículos, hemerotecas y fuentes de información en otros idiomas que enriquecen la búsqueda y, al mismo tiempo, disminuyen el miedo que trae consigo la falta de comprensión sobre lo que sucede y puede suceder. 

Pensar en el futuro sin información es adivinar y ésa es una condición que está relacionada con el azar y no con el entendimiento; éste sólo se obtiene cuando desarrollamos la habilidad de desplegar distintos enfoques sobre un problema para encontrar la mejor solución. 

Hoy vivimos en momentos en los que la confusión es inmediata y la sensación de no contar con tiempo suficiente hace que reaccionemos de manera instintiva o nos sumemos a un conjunto de opiniones y de juicios de valor que, como aparentan coincidir con nuestro sentimiento, pueden engañarnos con una falsa seguridad de que estamos en lo correcto. 

No olvidemos que casi todos los algoritmos que hacen funcionar las redes sociales están orientados a responder nuestras consultas con mensajes que generen preferencias y eso es distinto. Buscar otras visiones y escuchar otras voces beneficia el diálogo (si la otra parte se presta para ello), el cual por lo general termina en denominadores comunes que nos comprueban que las diferencias no eran tantas como pensábamos. 

La clave, sin embargo, es el contexto, porque nada ocurre porque sí; después el análisis y la reflexión, momentánea si se quiere, sobre lo que se lee, se ve y se escucha. Confundir es un rasgo que podría considerarse muy humano, igual que pensar dos veces antes de ayudar a propagar la confusión también lo es. En estos momentos, los antecedentes, la historia y los hechos que han quedado registrados, son las mejores herramientas para que el miedo no nos rebase en ninguna circunstancia y nos permita actuar con claridad ante episodios de incertidumbre como los que hemos vivido y estamos experimentando todavía. 

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: Excelsior

Incluir

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Las comunidades que logran mejorar sus condiciones de vida siempre contemplan vías para que sus integrantes reciban los beneficios de colaborar y de compartir los mismos objetivos. Cuando eso no sucede, la separación progresiva del grupo tiende a ser la consecuencia inmediata.

En una sociedad, incluir a la mayoría es uno de los elementos de cohesión más importantes que existen. Coincidir en lugares comunes y tener acceso a espacios públicos gratuitos que permiten diversas actividades, crea lazos de identificación fuertes que permiten que las y los ciudadanos se sientan parte de una metrópoli, un municipio o una colonia.

Aunque se ha tratado de sustituir esos espacios de convivencia con áreas comunes en amplios complejos inmobiliarios, el sentido de pertenencia se construye en las calles, en los parques y en esas áreas donde acudir es el único requisito.

Por eso el mantenimiento del espacio público es vital para que una sociedad tenga paz y tranquilidad. Si en nuestro entorno no hay áreas comunes que nos permitan hablar, jugar, llevar a cabo actividades deportivas, entonces hay una mala planeación y debemos organizarnos para que eso se corrija.

Es suficiente con recorrer nuestra colonia para saber si los espacios que deberían estar dedicados a nosotros se encuentran en buen estado y disponibles para convivir. Han pasado dos años de pandemia y muchos de ellos pueden no estar en buenas condiciones, por lo que la responsabilidad de reportarlos y de ayudar en su rehabilitación nos involucra a todos los vecinos.

No importa que esos espacios puedan ser empleados por más personas que no necesariamente viven ahí (muchas veces en el pasado he observado casos de falta de mantenimiento para que un espacio no sea empleado por personas que trabajan o que estudian cerca),  cada área que está en condiciones se convierte en un centro de confianza donde podemos sentirnos seguros junto con nuestras familias.

Ya en semáforo verde y con algunos rasgos de endemia, podemos iniciar la reconquista de espacios más allá de nuestro hogar y hacernos responsables del buen estado de nuestro entorno. Contar con un buen alumbrado público y con esos espacios al aire libre limpios, son factores de prevención y de seguridad que tienen un impacto duradero en cualquier sitio.

En caso de no encontrarlos así, nos corresponde organizarnos vecinalmente y apoyar en su restauración. Las autoridades municipales tienen obligaciones establecidas para proporcionarnos servicios públicos adecuados, pero es una realidad que ninguna administración local puede sola, sin el respaldo de la ciudadanía, y ésta tampoco puede suplir las funciones que le hemos otorgado a nuestra autoridad inmediata. Se trata de ayudarnos mutuamente para que en cada zona de nuestra ciudad o municipio tengamos las condiciones para vivir en armonía.

Y una es habilitar espacios que se vuelvan lugares de reunión y de encuentro, particularmente para los más jóvenes, que han reemplazado la salida a los parques por más tiempo frente a la computadora o los videojuegos. Es hora de estar afuera, ahora que el clima lo permite en muchos estados del país, para vernos de nuevo y compartir no solo el espacio, sino la oportunidad de comunicarnos directamente y de colaborar alrededor de sitios que son el núcleo de la comunidad a la que pertenecemos.

A pesar de que estamos conectados virtualmente durante horas, sabemos poco de quienes nos rodean y menos acerca de lo que hacen; conocerlos nos abre a un mundo de posibilidades de vinculación que seguramente nos favorecerán. Es crear identidad y tejido social, dos aspectos que ayudan a cualquier sociedad a prosperar.

Si incluimos a una mayoría y le brindamos un acceso equitativo a esos espacios públicos, entonces estamos construyendo sociedades inteligentes, las mismas que trascienden y consiguen resolver cualquier obstáculo porque se mantienen enfocadas, unidas y abiertas a incorporar a todas las personas que buscan el bien común.

Autor: Luis Wertman Zaslav

Fuente: Publimetro