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¿Dejas el móvil/celular al lado de la cama cuando duermes? Entonces debes leer esto ahora

En esta sociedad de comunicación masiva, prácticamente todo el mundo tiene un teléfono móvil/celular.

 

A muchas personas les cuesta imaginarse una vida sin é, en diversas maneras nos hemos vuelto dependientes de estos aparatitos.

Después de todo, ya no se usan sólo para llamar o mandar mensajes de texto, los usamos para jugar, escuchar música o leer las noticias.

El teléfono inteligente siempre está presente, cada vez más personas usan el teléfono para mirar internet o usar las aplicaciones hasta en el baño.

Pero no son tantos los que se preocupan por cómo afecta a nuestra salud el uso constante del móvil.

En otras palabras, no estaría mal hacer una revisión de las últimas investigaciones sobre los efectos de la radiación de los móviles en nuestro cerebro.

Pixabay

El fuerte aumento del uso de móviles/celurales ha causado preocupación. 

Algunos sostienen que no tiene riesgos, otros dicen que hay sospechas que se basan en investigaciones científicas sobre los riesgos a la salud a largo plazo.

Últimamente han surgido varias investigaciones interesantes sobre la radiación, por ejemplo en Finlandia.

Los investigadores finlandeses descubrieron que el campo electromagnético de los móviles afecta el consumo de glucosa del cerebro, algo que a su vez puede afectar el funcionamiento del cerebro.

Twitter/Maria Schell-Canon

El estudio mostró que la radiación de los móviles afecta el azúcar (la glucosa) que el cerebro utiliza como combustible, esto afecta a una de las funciones cognitivas más fundamentales que tenemos: la memoria y la capacidad de concentrarnos y aprender nuevas cosas.

Al mismo tiempo hay que mencionar que los investigadores no han podido identificar una conexión entre el frecuente uso del móvil y los efectos de la salud cerebral a largo plazo como por ejemplo tumores cerebrales.

Investigadores  en ”Weizmann Institute of Science”, en Israel, también ha investigado cómo los móviles afectan la salud, sus resultados fueron publicados en la revista científica ”Biochemical Journal” y el estudio demuestra claramente que tan sólo 15 minutos de uso de móviles puede causar cambios en las células del cerebro.

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Así que, sí hay estudios que indican un riesgo mayor de desarrollar tumor cerebral del tipo glioma (igual a cáncer en los nervios del oído) al usar teléfono móvil.

Pero según Jimmy Estenberg (especialista en el departamento sueco para la seguridad de la radiación) hay que tener en cuenta una cosa:

”No hay apoyo en las estadísticas para decir que hay un riesgo mayor para el cáncer cuando usas un móvil, al contrario, las tendencias de la frecuencia de estas formas de cáncer ha sido prácticamente constante desde los 1970, mucho antes del uso de los móviles que vemos hoy en día”, dice a M3.se.

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El valor SAR (en inglés: Specific Absorption Rate) indica cuánto de la energía de las ondas de radiación el cuerpo absorbe, según el departamento sueco de seguridad de la radiación.

En la siguiente lista encuentras una lista de los 20 móviles con mayor valor SAR según una investigación.

  1. Motorola Droid Maxx, SAR-värde = 1,54
  2. Motorola Droid Ultra, SAR-värde = 1,54
  3. Alcatel One Touch Evolve, SAR-värde = 1,49
  4. Huawei Vitria, SAR-värde = 1,49
  5. Kyocera Hydro Edge, SAR-värde = 1,48
  6. Kyocera Kona, SAR-värde = 1,45
  7. Kyocera Hydro XTRM, SAR-värde = 1,44
  8. Blackberry Z10, SAR-värde = 1,42
  9. BlackBerry Z30, SAR-värde = 1,41
  10. ZTE Source, SAR-värde = 1,41
  11. ZTE Warp 4G, SAR-värde = 1,41
  12. Nokia Lumia 925, SAR-värde = 1,4
  13. Nokia Lumia 928, SAR-värde = 1,4
  14. Sonim XP Strike, SAR-värde = 1,39
  15. Kyocera Hydro Elite, SAR-värde = 1,39
  16. T-Mobile Prism 2, SAR-värde = 1,385
  17. Virgin Mobile Supreme, SAR-värde = 1,38
  18. Sprint Vital, SAR-värde = 1,38
  19. Sprint Force, SAR-värde = 1,37
  20. Huawei Pal, SAR-värde = 1,33

Wikipedia Commons

Aquí abajo puedes ver los 20 móviles con el valor de radiación menor según la misma investigación:

  1. Verkool Vortext RS90, SAR-värde = 0,18
  2. Samsung Galaxy Note, SAR-värde = 0,19
  3. ZTE Nubia 5, SAR-värde = 0,225
  4. Samsung Galaxy Note 2, SAR-värde = 0,28
  5. Samsung Galaxy Mega, SAR-värde = 0,321
  6. Kyocera Dura XT, SAR-värde = 0,328
  7. Pantech Discover, SAR-värde = 0,35
  8. Samsung Galaxy Beam, SAR-värde = 0,36
  9. Samsung Galaxy Stratosphere II, SAR-värde = 0,37
  10. Pantech Swift, SAR-värde = 0,386
  11. Samsung Jitterbug Plus, SAR-värde = 0,4
  12. Jitterbug Plus, SAR-värde = 0,4
  13. LG Exalt, SAR-värde = 0,43
  14. Samsung Galaxy Note 2, SAR-värde = 0,43
  15. HTC One V, SAR-värde = 0,455
  16. LG Optimus Vu, SAR-värde = 0,462
  17. Samsung Galaxy S Relay 4G, SAR-värde = 0,47
  18. Samsung Rugby 3, SAR-värde = 0,47
  19. HTC One Max, SAR-värde = 0,5
  20. LG G2, SAR-värde = 0,51

También hay métodos que tú mismo puedes hacer para disminuir el efecto dañino de la radiación en tu cuerpo.

Recuerda las siguientes 6 medidas de seguridad:

  1. Habla poco tiempo en el teléfono cada vez.
  2. Usa el modo de avión cuando no estás usando el teléfono.
  3. Si tienes el teléfono cerca de tu cuerpo absorbes más energía, los tejidos con agua como la piel, los músculos, la sangre y el cerebro son las partes que más fácilmente absorben la energía de la radiación.
  4. Busca un sitio con buena señal cuando hablas Con buena señal, el teléfono emite mucho menos radiación.
  5. No duermas cerca con el teléfono encendido cerca, la radiación disminuye mucho cuando te distancias del teléfono.
  6. Usa ”mano libre”, auriculares o altavoz en el teléfono para no tener que hablar con el teléfono pegado al oído.
Shutterstock

 

¡Comparte estos consejos por Facebook con tus amigos, así más personas podrán tener un uso más saludable de los móviles!

 

http://es.newsner.com/dejas-el-movil-celular-al-lado-de-la-cama-mientras-duermes-entonces-debes-leer-esto-ahora/acerca-de/salud

6 motivos por los que deberías empezar a bajar de peso para cuidar tu salud

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Debemos mentalizarnos de que la obesidad tiene consecuencias nefastas en nuestra salud a nivel global. Al perder peso no solo nos sentimos mejor, sino que también ayudamos a nuestro organismo

 

Hasta hace algunas décadas la única motivación para perder peso era poder lograr una figura más delgada y definida.

Sin embargo, conforme se fueron haciendo estudios sobre el sobrepeso y la obesidad, se determinó que un peso estable es primordial para gozar de una buena calidad de vida.

De hecho, en la actualidad se dice que la obesidad es la segunda causa principal de muerte, después del tabaco.

El problema es que millones de personas la están padeciendo y aún no han hecho ningún esfuerzo para tratar de llegar a un peso más saludable.

Aunque comercialmente la vanidad sigue siendo la razón principal para quemar el exceso de grasa corporal, es bueno conocer esas enfermedades que se pueden originar cuando no se hace algo al respecto.

En este espacio queremos compartir las 6 más comunes para que te enteres de esos peligros que acarrea tener más peso de lo debido.

¡Descúbrelas!

1. Accidente cerebrovascular

El sobrepeso y la obesidad tienen una estrecha relación con el desarrollo dearteriosclerosis, una condición en la que se obstruyen las arterias por la acumulación de grasas.

Esto hace que los vasos sanguíneos se estrechen y  aumenten el riesgo de coagulación sanguínea por las dificultades que tiene la sangre para fluir con normalidad.

Los coágulos pueden bloquear el suministro de sangre y originar consecuencias graves como el accidente cerebrovascular.

Por supuesto, al bajar de peso y mantener buenos hábitos de vida se reduce el riesgo de este tipo de problemas.

2. Enfermedades respiratorias

La acumulación de grasa en el cuerpo hace que la pared torácica se vuelva más pesada y dificulta el proceso de respiración.

Esto disminuye la capacidad pulmonar y origina trastornos respiratorios como el asma, la bronquitis o la apnea de sueño.

Esta última es una afección donde se detiene la respiración involuntariamente durante el periodo de descanso.

Debido a la obesidad se puede complicar con una situación llamada hipoventilación, que es la acumulación de niveles tóxicos de dióxido de carbono en la sangre.

3. Venas varicosas

Los músculos de la parte inferior del cuerpo desempeñan un papel muy importante en el bombeo de la sangre hacia el corazón. Su función ayuda a “repartir” el flujo sanguíneo por la mayoría de músculos y tejidos del cuerpo.

No obstante, por el exceso de presión que se produce por la grasa abdominal, su carga de trabajo se incrementa y causa daños en las válvulas que aseguran su retorno al corazón.

Como consecuencia, la sangre se queda estancada y ocasiona una inflamación que todos conocemos como venas várices.

4. Hipertensión arterial

La presión arterial alta o hipertensión es un trastorno cardiovascular que padecen la mayoría de los pacientes con sobrepeso u obesidad.

que tiene la sangre para transportarse a través de las arterias, lo que ocasiona un sobresfuerzo del músculo cardíaco.

5. Diabetes

Está demostrado que más del 80% de los pacientes con diabetes tipo 2 tienen exceso de peso u obesidad.

La diabetes es una condición grave que ocasiona miles de muertes, y es la causa principal de ceguera en la población adulta.

La relación entre estos dos trastornos se origina en la alimentación: las personas con sobrepeso ingieren alimentos poco saludables, de alto contenido glucémico.

Este tipo de comidas suelen tener muchas más calorías y tienden a elevar con rapidez los niveles de azúcar en la sangre.

Como consecuencia el cuerpo reserva mucha glucosa en forma de grasa en lugar de utilizarla como fuente de energía.

6. Cáncer

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que entre el 25 y el 33% de los pacientes con cáncer han tenido complicaciones debido al sedentarismo y el sobrepeso.

La grasa corporal desequilibra la producción de insulina y estimula el exceso de estrógenos, ocasionando un fuerte desequilibrio hormonal.

Esta reacción acelera la división celular y crea más tejido adiposo con el fin de aumentar la capacidad para almacenar grasa.

Todo se agrava más cuando la rápida división celular también hace que las células cancerígenas se incrementen con la misma velocidad.

Los tipos de cánceres asociados a esta condición son:

Cáncer de mama: tanto en hombres como en mujeres.
Cáncer colorrectal: compromete el colon, el apéndice y el recto.
Cáncer de próstata: afecta la glándula prostática.
Cáncer endometrial: se desarrolla en útero.
Cáncer esofágico: afecta el esófago.

Cáncer de células renales: compromete los riñones.

Como puedes notar, el peso va mucho más allá de una condición estética. Gozar un peso estable y sano es primordial para evitar patologías tan graves como las que acabamos de citar.

Si consideras que tienes este problema, trata de mejorar tus hábitos de vida y con el médico para determinar cómo está afectando tu salud.

6 motivos por los que deberías empezar a bajar de peso para cuidar tu salud

Cosas que las mujeres fuertes tienen en común

Las mujeres fuertes no siempre han sido así, sino que ya han sufrido lo suficiente. Saben que la fortaleza reside también en los que te rodean y no descuidan sus relaciones sociales

 

Las mujeres fuertes son capaces de encontrar la felicidad por sí mismas. Tienen la suficiente confianza en ellas, que les permite ser felices sin necesidad de buscar el reconocimiento o la aprobación de los demás.

Ellas son independientes emocionalmente y logran establecer relaciones saludables sin necesidad de tener que depender de su pareja.

Estas son algunas de las características que todas las mujeres fuertes tienen en común. Si consigues adoptar sus hábitos te volverás una ellas con facilidad.

Buscan constantemente oportunidades para crecer

Las mujeres fuertes saben que lo único que se interpone entre ellas y el éxito son sus acciones. Por esta razón constantemente están dando pasos hacia su objetivo, sin importar si se trata de movimientos lentos.

Hagan lo que hagan, no se detienen a esperar que el éxito llegue. Ellas avanzan hacia el crecimiento para mejorar lo que son.

Se tratan bien a sí mismas

En muchos casos, las mujeres suelen ser bombardeadas con mensajes que las hacensentir insuficientes si no se adaptan a ciertos estereotipos. No obstante, las mujeres fuertes tienen muy claro quiénes son.

A pesar de que muchas veces puede ser difícil amarte desde el primer momento, es algo que puedes aprender a quererte conociéndote bien a ti misma.

Cuando descubras cuáles son tus fortalezas, alcanzarás un potencial que nunca hubieras imaginado que tenías.

Confía en tu propio juicio y tu relación contigo misma será más fuerte a medida que pasa el tiempo.

No se conforman con menos de lo que merecen

Las mujeres fuertes no se conforman con migajas. Esta es una lección que a muchas les lleva tiempo aprender.

Una vez entienden la magnitud de esta lección, se dan cuenta de que conformarse con menos es una pérdida de tiempo precioso que nunca recuperarán.

Apuntar siempre a lo más alto te ayuda a evitar las cargas de dolor y la pérdida de tiempo innecesarios que provocaría conformarse con algo que consideras poco.

Eliminan de su vida a la gente tóxica 

Esto no solo implica a las personas que son agresivas, sino a aquellas que viven del chisme, que critican constantemente y aquellas que viven del drama.

Es importante aprender a aplicar límites saludables para vivir una libre de equipaje emocional extra. Esto hará que te sea más fácil avanzar hacia tus sueños y metas.

Perdonan, pero nunca olvidan

Perdonar es importante y debes aprender a hacerlo constantemente. Perdonar no es un regalo para aquellos que te hicieron daño, sino más bien un regalo que te haces a ti misma.

Las mujeres fuertes saben que el perdón es la llave que se necesita para liberarse de la ira. Sin esto, se permanece en un constante estado de amargura y enredo que conduce a la infelicidad.

Sin embargo, aunque perdonan, recuerdan quién les hizo daño. De este modo aprenden de su error y son cautelosas con quienes deben serlo.

Para ellas es importante no caer en el juego de las comparaciones, pues su felicidaddepende de ello. Las mujeres fuertes no hacen caso de los pensamientos pesimistas quelos demás puedan tener acerca de ellas.

Después de todo, saben bien que el éxito o el fracaso depende únicamente de sus propias decisiones.

Las opiniones de los que no tienen la experiencia necesaria suele ser obsoletas, por lo que realmente solo debes tener en cuenta las opiniones de aquellos a quienes invitas a hacerlo.

Saben que no son perfectas y entienden que está bien

Absolutamente nadie es perfecto, menos aún aquellos que creen serlo. Por esta razón, las mujeres fuertes tienen el poder y la capacidad de aceptarse a sí mismas, con sus fortalezas y sus debilidades.

Esto les permite volverse personas muy adaptables, cosa que, aunque no lo creas, les permite vivir una vida de manera plena.

Para ellas, perder el tiempo sintiendo lástima por lo que no son es algo absurdo. Después de todo, la vida es muy corta como para enfocarse en ello.

Se respetan a sí mismas y no hacen nada que les parezca injusto para con ellas

Las mujeres fuertes son mucho más conscientes de su propio valor que aquellas que no lo son. El camino hacia el descubrimiento del valor real es muy diferente para cada mujer.

Para algunas no llega sino hasta que se encuentran entre la espada y la pared.

De hecho, muchas mujeres fuertes no siempre fueron así, sino que descubrieron su verdadera fortaleza luego de atravesar por situaciones difíciles.

Algunas veces hay que llegar al punto en el que no quedan más lágrimas para llorar para que el cambio comience a suceder.

Construyen un fuerte sistema de apoyo personal

Es normal que las mujeres fuertes cuenten con redes de relaciones interpersonales muy fuertes y sólidas. Esto significa que la mayoría de las soluciones a problemas muy complicados las encuentran a tan solo una llamada telefónica.

Ellas saben bien que la mayor fortaleza proviene del pleno entendimiento de que nadie tiene la capacidad absoluta para resolver por cuenta propia los problemas.

Cosas que las mujeres fuertes tienen en común

Con el tiempo he aprendido que la atención no se pide y que el amor no se mendiga

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Cuando en una pareja notamos que la atención ya no es la misma, o si se produce una ruptura, debemos ser lo suficientemente fuertes como para saber poner distancia y centrarnos en nuestro bienestar

 

Con el tiempo aprendemos muchas cosas. Una de ellas es que la atención no se pide ni se ruega y que ningún amor sincero y auténtico se mendiga.

Una de nuestras necesidades más básicas como seres humanos es la de sentirnos amados y reconocidos. De eso no hay duda. Es de este modo como nos vinculamos a un grupo y crecemos como personas capaces de dar y ofrecer cariño.

Sin embargo, esa atención y ese cariño debe ser sincero.

Si alguien gira el rostro a nuestras demandas, si no nos tiene en cuenta y si en lugar de amor trae egoísmos y soledades, entonces, lo más adecuado es poner distancia. Asumir y aceptar la realidad.

Porque quien demanda obsesivamente una atención cuando ya no existe interés, lejos de conseguir algo, lo que obtendrá será intensificar aún más su sufrimiento.

Vivir en una partitura eterna donde se inscribe solo el desprecio y el vacío nos sume en una música demasiado triste que nadie merece.

Hay que actuar con dignidad. Con esa fuerza interior donde hay que dejar a un lado lo que uno siente para recordar lo que merecemos.

Te proponemos reflexionar sobre ello.

La atención que no se ruega, la atención que se ofrece con autenticidad

Lejos de ver la necesidad de atención como algo negativo y como reflejo de una personalidad inmadura, es necesario aclarar unos aspectos básicos.

Las personas necesitamos atención –y autoatención–. Todo tipo de vínculo, ya sea familiar o de pareja, se asienta sobre unas raíces elementales: la necesidad de sentirnos reconocidos, reafirmados y aceptados por lo que somos. En la infancia, una atención saludable, positiva y fuerte le sirve al niño para crecer sintiéndose seguro. Cuando establecemos una relación de pareja, el ofrecer y recibir atención es reflejo de la salud de ese vínculo.

Ofrecemos atención a alguien porque nos importa, porque deseamos cuidar, porque deseamos ofrecer lo mejor de nosotros mismos a alguien especial.

Deducimos entonces con ello que la atención es primordial en todo tipo de dinámica entre dos o más personas unidas por un vínculo significativo.

Ahora bien, el problema esencial llega cuando alguien que es importante para nosotros no nos ofrece esta dimensión emocional, psicológica y conductual tan básica.

El niño interior que clama atención debe madurar

Durante la infancia, los niños que no reciben el amor adecuado, el reconocimiento más desinteresado y ese cariño constante acompañado de la paciencia y la sabiduría, claman de forma constante atención.

Lo harán, además, de la forma más compleja: mediante conductas desadaptativas, a veces con ira, a veces con lloros, a veces hablando con sinceridad o con rabia. Muchas veces no recibir el afecto adecuado en la niñez provoca que sintamos un profundo vacío interior en la madurez.

Un pasado con grandes carencias emocionales desarrolla, a menudo, un presente caracterizado por un bajo autoconcepto y una baja autoestima.

Estas dos dimensiones provocan que necesitemos que sean los demás quienes llenen ese vacío cuando somos adultos.

Las personas que claman atención a sus parejas aún sabiendo que ya no son amadas, deben recuperar  su fuerza emocional. Nada es más destructivo que insistir en algo que ya no existe y que, además, es dañino, tóxico y capaz de afectar a nuestra salud física y mental.

Si no eres amado y no hay esperanzas de recuperar ese vínculo, la mejor respuesta es la distancia. Dar paso al adiós.

Cómo actuar cuando ya no somos amados

Sabemos que es muy fácil de decir: “si no te aman, vete”, “si no te quieren no mendigues amor, no ruegues atención”. Ahora bien, ¿cómo hacemos eso?

Nadie puede dejar de amar de un día para otro, ni eliminar los recuerdos y un pasado como quien envía a la papelera de reciclaje de su ordenador lo que ya no quiere, o lo que “ocupa un espacio innecesario”.Se sabe, por ejemplo, que una decepción emocional o una ruptura traumática de pareja impacta en nuestro cerebro del mismo modo que lo hace una quemadura.

Tanto la corteza somatosensorial secundaria como la ínsula (áreas del cerebro vinculadas al dolor) interpretan estas situaciones como algo traumático; de ahí la dificultad para cortar dichos vínculos.

Pasos para afrontar una ruptura

El primer paso es mantener una conversación madura y sincera con nuestra pareja.

Es necesario obtener una explicación de lo que ha ocurrido y saber que, si la relación se ha roto, que no hay posibilidad alguna de reiniciarla.

Una ruptura es un duelo. Por tanto, hay que tomar conciencia de que van a pasar al menos dos meses donde tendremos que favorecer el desahogo, reconstruirnos por dentro y asumir con entereza lo ocurrido.

Apóyate en la familia, en los amigos. No centres tus pensamientos en el ayer, construye nuevos planes y objetivos a corto y largo plazo.

Recuerda cada día lo que vales como persona. Para ello, nada mejor que centrarte en ti, en cuidarte, en practicar por ejemplo el mindfulness, y en hacer cosas que te relajen y te hagan sentir bien.

https://mejorconsalud.com/aprendido-atencion-no-se-pide/

Testimonios de mujeres zetas: "Tener un novio sicario era como tener una tarjeta VIP", Michelle

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En un arranque de honestidad, la custodia que tengo junto a mí comenta que la reclusa a la que espero sobresale del resto de la población: por su corta edad, su esmerado cuidado personal y sus finos rasgos faciales…

 

Tales características ilustran acertadamente a Michelle. Lo anterior lo pienso cuando veo que baja las escaleras del segundo piso destinado, dentro del CERESO, a las internas que cometieron delitos del fuero federal como secuestro o delincuencia organizada en entidades distintas a Baja California; de ahí que la internas de casa les llamen, «las trasladadas».

Del cuello de Michelle cuelga una cruz tejida con hilo rojo que contrasta con su inmaculada camiseta blanca. En su mano una pulcra agenda telefónica estampada con la imagen de Central Park, parece una extensión natural de sus dedos. Estos son los dos únicos objetos que una interna puede llevar consigo estando fuera de la celda. Después de presentarnos, Michelle explica que tomó la decisión de compartir su pasado conmigo, a causa de la lectura que realizó hace unos días de El Zahir, de Paulo Coelho. «Para sanar y llenarme de nuevas historias debo sacar de mi interior las historias viejas», me declara convencida de interpretar correctamente las palabras del escritor brasileño.

A punto de iniciar la entrevista, una interna consumidora de heroína que pasa junto a nosotros, se desmaya y convulsiona. Dos internas vacían media botella de agua en su rostro y la arrastran al interior de una celda. «Trae la malilla«, advierte Michelle, insegura de haber utilizado correctamente el término que hace referencia al síndrome de abstinencia. «Esa droga no se ve en Monterrey, allá pura cocaína y mariguana», aclara.

MICHELLE

Estoy presa porque mi novio era sicario. Cuando lo conocí yo trabajaba de oficinista en una refinería de Pemex que está en Cadereyta, Nuevo León. El Gordo, como le digo a mi novio, se hizo Zeta a los 19 años, ahora tiene 24. Nació en Houston. Sus tíos son del sur de Tamaulipas. En una visita que les hizo, uno de sus primos le presentó a unos Zetas. Le gustó el dinero fácil; le pintaron la idea de que era un mundo muy padre donde ganas mucho sin hacer nada. Su trabajo era cuidar y limpiar la plaza de contras; además movía droga y vendía carros. En algún momento pensó en salirse de los Zetas, pero el miedo no lo dejaba.

Mi vida a su lado era una fiesta de todos los días. Comida, bebida y drogas para todos. Él y sus amigos de la operativa [grupo de sicarios] cerraban un lugar y pagaban cuentas, en una noche tranquila, de unos 30 mil pesos. No me sentía poderosa por tener un novio sicario, aunque no voy a negarlo, llamaba mi atención que recibiéramos un trato especial en los antros y en los estadios para ver juegos. Tener un novio sicario es como tener una tarjeta VIP. Las atenciones que te dan son fuera de lo mortal, como decimos. Hubo momentos en los que teníamos mucho dinero, pero otros en que no podía entrar dinero ni armas a la zona de guerra ―como le decíamos a Ciudad Victoria― porque todas las entradas estaban bloqueadas por el gobierno.

Por supuesto, al principio te da miedo, pero luego te gusta, y más a mí que necesitaba todo tipo de atenciones. Fácilmente caí en ese remolino de excesos y violencia. Aunque nada valía la pena, hacer con él cosas de novios era lo que me gustaba realmente.

El Gordo se metía cocaína y mariguana. Cuando estaba drogado con cocaína no se alimentaba y eso me enojaba porque era mucho mi esmero en prepararle la comida. Luego yo también empecé a consumir cocaína y entendí por qué no le daba hambre. Bajé muchísimo de peso, recuperé mi talla cero. Si no estaba metiéndome cocaína estaba durmiendo. Despertaba y no desayunaba, no tenía ganas de nada, no quería saber nada del mundo; había días en que nomás picaba algo de fruta en la cena y otra vez a consumir. No sé cuántos gramos consumía por día, pero digamos que comenzaba a las diez de la noche y acababa a las nueve de la mañana; salía el sol y tenía la voluntad de irme a dormir, para mí era una droga de la noche.

No alucinaba con la cocaína, simplemente empecé a estar más tranquila. No había conocido algo tan milagroso; digamos que entendí por qué era tan importante su trabajo de sicario. Con la cocaína mejoraba mi estado de ánimo y me gustaba porque no peleábamos; él estaba más amoroso, se sentía más tranquilo y contento porque compartíamos algo. Llegué a consumir cocaína todos los días durante los últimos tres meses antes de mi detención. Consumirla era una euforia contenida, a excepción de una vez que me puse a tomar whisky con Red Bull. ¡Dios, nunca quise volver a saber nada, demasiado acelere para mi corazón! Si no hubiera sido detenida habría muerto de una sobredosis, es lo más lógico, ya estaba perdiendo el control. Algo que no me gusta de la cocaína es que me seca mucho la garganta, por eso empecé a tomar cerveza, aunque mi gusto son las piñas coladas.

Conocí a mi novio por mis amigas. Un domingo andábamos dando la vuelta en el auto y paramos a cargar gasolina en un 7-Eleven; nunca he sido de ir a antros, me gusta más dar el rol en el carro. De pronto llegó este niño en su camioneta y resultó que era amigo de mis amigas; me lo presentaron, pero hasta ahí. Éramos un grupo de tres amigas. Fátima, que me presentó a mi novio y quedó embarazada de un sicario Zeta que está preso; Brenda, que la desaparecieron; y yo, que estoy en la cárcel. El caso de Brenda fue el más horrible. Traté de indagar qué había pasado con ella y ver en qué podía ayudar.

«La investigaron y se supo que le estaba pasando información al Golfo; por órdenes de los superiores la pusieron para que la pozoliaran«, me platicó mi novio. Pero la verdad que ella ni en cuenta, el único nexo que tenía era yo, y todos éramos del mismo cártel que se la llevó. En Monterrey hubo un tiempo en que todas las chavas luchaban por el poder, aunque los novios eran los que andaban de Zetas. Estoy segura que fue por celos de otra chava que la desaparecieron. Me tocó ver que entre las chavas se levantaran falsos o se echaran a la policía o al ejército, nomás por chingarse a otra chava.

Fátima tenía tiempo de andar con esa onda de ser amiga de sicarios; un tiempo se puso de moda en Monterrey, era muy raro. De pronto nosotras ya teníamos en el grupo social a unos sicarios; de pronto todas tenían un familiar o un conocido que trabajaba para los Zetas. Cuando llegaba a la casa de mi amiga estaba el que sería mi novio con los demás de la operativa. O a veces yo ya estaba ahí y llegaban, y sentía miedo; no me iba demasiado pronto para que no fuera evidente que no quería tener contacto con ellos. Poco a poco me fui dando cuenta de que él era una persona normal que se dedicaba a delinquir y que no era lo que yo pensaba que podía ser: malo y grosero. Eso sí, todo el méndigo tiempo traía armas, hablaba por radio y escuchaba al Cártel de Santa. Yo más bien soy popera, me gusta Katy Perry.

En ese tiempo había el rumor de que si le gustabas a un Zeta te secuestraba, te hacía hasta lo que no imaginabas y te tiraba ya muerta. Claro que no pasa nada de eso, si no a mí ya me lo hubieran hecho.

En aquellos años tenía 18, ahora tengo 22; mi novio y sus amigos tenían entre 20 y 30 años. Todos eran sicarios, pero platicábamos de cosas comunes: programas de televisión, la película que los había hecho llorar o de marcas de ropa. No entendía en qué consistía ser sicario, si mataba por dinero o placer, solamente veía que andaban por la vida con armas, camionetas y si se encontraban algo que los pusiera en peligro se defendían ―eso pensaba, hasta que indagué.

SICARIO

Hay una imagen que me perturba, sucedió un 15 de septiembre. Estábamos en una casa de seguridad y llevaron a un detenido, mi novio lo golpeó tanto que me salí para no ver. Cuando regresé la persona estaba muerta por los golpes y las patadas. Fue muy impresionante, jamás había visto a un muerto. «La persona con la que vivo, con la que duermo y me beso, es un asesino», pensé. Debo decir que por un momento me quedé viendo al muerto porque fue tanta la impresión que me paralicé y no supe si correr, huir o qué hacer.

Un mes después fuimos a un rancho en el monte, puros matorrales y árboles. Otra vez la operativa tenía a dos personas detenidas. «Hazme un favor, para que estos no la vean, lleva a la señora a hacer sus necesidades allá, lejos», me dijo mi novio para que ayudara a una señora de 60 años a caminar para que hiciera del baño. «¿Cómo te atreves?», pensé. Después caí en cuenta que prefería que la llevara yo a que la llevaran esos tipos que quién sabe qué crueldad podrían ser capaces de hacerle. «¿Cómo la ayudo, cómo me la llevo?», me pregunté y vi a mi mamá, a mi abuela, a mí misma. La señora y el señor que estaban detenidos eran papás de un miembro del Cártel del Golfo. Mi novio justificaba su crueldad diciendo que si lo agarraban los soldados o la contra, ellos no iban a tentarse el corazón para torturarlo.

Y sí medio le valía madres enfrentarse con los soldados. Cuando amenazaba con dejarlo me decía: «voy a ir a pelotearme (balear) al cuartel militar». Atentaba contra su vida y yo me ponía muy nerviosa. Duré de noviazgo un año y medio. A pesar del monstruo que pareciera ser, no era tan malo. Se portaba bien con mi familia, me escuchaba, era buen compañero. El problema era en lo que se convertía cuando trabajaba. No lo justifico, porque sí era un hijo de la chingada.

Pero prefería pegarle a la pared que pegarme a mí; dentro de su locura nunca me agredió.

Tuvimos un problema y le dije que no estaba funcionando la relación. Como a la hora escuchó que le dije por teléfono a mi mamá que me quería regresar. «Vamos a pensarla un poco, no te vayas», me dijo. Eran las tres de la tarde y a las cuatro salía mi autobús de Ciudad Victoria a Monterrey. «Dame la oportunidad», seguía insistiéndome.

Los Zetas traen un radio con una frecuencia con la que saben en dónde están las unidades verdes; me volví experta, era una lunática que nomás estaba viendo en donde estaban los soldados, no me los quería topar. La camioneta que nosotros traíamos estaba polarizada y en Tamaulipas eso está prohibido; los militares tienen autorización de disparar contra ese tipo de vehículos que es característico de los Zetas. Total que adrede pasamos por enfrente de ellos en su afán de detenerme. «Párate, se están regresando, vienen hacia nosotros», le dije porque miraba a los vehículos por el espejo. En lugar de pararse pisó el acelerador y nos comenzaron a disparar. Nos pegaron una correteada marca diablo.

«Párate, no quiero que me maten», le grité. Nomás traíamos un arma corta que alcanzó a tirar por la ventana. Se nos atravesaron y a él lo bajaron y comenzaron a golpear, pero a mí no me hicieron nada. Nos llevaron a la PGR. A las 20 horas de estar detenidos un abogado que defiende narcos nos liberó. Mi abuela, hermanos y mis papás fueron por mí, me estaban esperando afuera de las instalaciones. Junto con mi novio fuimos a comer. Creo que no lo vieron peligroso, porque no me decían casi nada, a pesar de que ya les había platicado que era sicario. «Mejor sí vete para Monterrey, las cosas se pondrán pesadas por lo que acaba de pasar», dijo mi novio. Regresé a Monterrey con mi familia y no lo vi en un mes; hasta que lo hirieron de una pierna y fui a verlo. Ya antes había sido herido del pecho y de un brazo; también lo habían incapacitado. En la organización hay doctores que son los que se encargan de ir a las casa de seguridad a atenderlos y de incapacitarlos.

Recuerdo la segunda vez que salí con el Gordo. Íbamos en la camioneta y él y otros de la operativa, con los vidrios arriba y la refrigeración prendida, fume y fume mota, se hizo una mega nube. Nos bajamos del auto y me desmayé de tanto que tragué humo. No me gusta la mariguana porque me da mucha hambre, pero después pude acostumbrarme a estar en medio de una bola de humo adentro de la camioneta mientras él manejaba; uno podía transitar haciendo lo que quisiera, y si la policía municipal de Monterrey te detenía, nomás prendías las luces intermitentes y con eso sabían que eres de la gente, como le dicen a los Zetas; y luego podías seguir tu camino.

Tengo pocas cicatrices porque me faltó perder el miedo a poner en peligro mi cuerpo. Nunca fui de correr, brincar; nunca me subí a un árbol, cosas de ese tipo. De cuando era muy niña nomás tengo una cicatriz en la ceja: andaba jugando con un primo a las canicas; y en el codo tengo otra, caí intentando manejar bicicleta, jamás aprendí. Es incongruente porque después hice cosas peores que me trajeron a estar presa. Creo que siempre tuve miedo y un día dejándome guiar quise demostrar que ya no lo tenía; porque a mí sola nunca se me hubiera ocurrido andar con un sicario en una camioneta, con armas, granadas y todo ese tipo de cosas que me sobrepasaban. Al final lo que hice fue por sentir la adrenalina.

«UN FEDERAL INTENTÓ VIOLARME»

Estábamos viviendo en Ciudad Victoria, pero de la noche a la mañana a mi novio lo mandaron a trabajar a San Fernando, Tamaulipas; cinco meses atrás habían descubierto una de las narcofosas. Él se adelantó y mientras me quedé en Ciudad Victoria. A los días lo alcancé en San Fernando. Nos vimos, pero solamente 48 horas, porque se regresó a la casa de seguridad para hacer la guardia; otra vez tuve que quedarme sola en el departamento que rentábamos. Un fin de semana habló al celular como a las dos de la tarde y me invitó a comer: «dile al Greña que pase por ti y que te lleve a tal Oxxo, ahí te recogerá un chofer y te llevará a un restaurante donde estaré yo», me dijo, así muy tranquilo. El Greña me dejó en un Oxxo y el chofer pasó por mí. O sea, por cuestiones de seguridad entre ellos no podían conocer sus ubicaciones; yo tampoco.

En el camino nos detuvo la Policía Federal. A cada quién nos subieron a una camioneta. Este niño, el chofer, no aguantó la golpiza de los federales y terminó dando la ubicación de la casa de seguridad donde estaba mi novio, sus compañeros y todo el arsenal. Yo no estaba en posesión no nada, pero de todos modos me detuvieron. No vendaron mis ojos, pero me levantaron la blusa y con ella me taparon la cara; me decían groserías y me empujaban. Fuimos a un hotel, lo sé porque dejaron que me quedara sola en la camioneta; no podía respirar por los nervios y como pude me moví la blusa de la cara y pude ver muchas patrullas, policías y habitaciones.

Fueron por mí a la camioneta y me encerraron en el baño de una de las habitaciones. «Quítate toda la ropa, encueradita, vamos a ver si escondes armas o droga», dijo un federal encapuchado. Ya desnuda intentó violarme y amenazó con electrocutarme; quería saber de qué manera encajaba en toda la historia. No me violó el federal porque le mandaron hablar, pero llegó otro que me dijo que era de Derechos Humanos y que estaba para cuidar que nadie se me acercara ni me hiciera algo. Ya nadie se me acercó ni me hizo nada, solamente me preguntaban cosas. Desde el baño, como una hora después, pude escuchar la voz de mi novio y de uno de sus amigos. Se escuchaba como los golpeaban. Pensaba que me iban a matar, amenazaban con llevarme con la contra a Matamoros, y sí me llevaron, pero a un hospital a que me hicieran un dictamen médico y luego a las instalaciones de la PGR.

Cuando me llevaron a la PGR descansé, por fin pude respirar. Ahí me topé con dos chavas que estaban trabajando en San Fernando; las había conocido en una fiesta; tenían varios días desaparecidas. ¡Ay no!, estaban brutalmente golpeadas, era algo horrible. El pelo rapado, la cara hinchada, los ojos morados; vestían camisas de hombre y estaban todas llenas de sangre. Las habían violado entre treinta y tantos tipos del Cártel del Golfo; les mutilaron el pezón, ¡era algo muy espantoso! Primero las detuvo la Policía Federal y las torturaron mucho, después ellos las entregaron al Golfo. Estaban ahí conmigo, pero en calidad de víctimas porque a los tipos del Golfo los detuvo el ejército cuando las iban trasladando para matarlas, pero para su suerte en el camino se toparon con el ejército y las rescataron. Las dos eran halconas en San Fernando.

Recuerdo que un federal se portó buena onda y me prestó su celular para marcarle a mi mamá. «Voy para la PGR, hija», me dijo mi mamá; lloraba mucho. «No te arriesgues», le dije, «los del Golfo están aquí en Matamoros y te pueden hacer algo». Dos días después de mi detención estaba en Baja California. Mi mamá pudo verme dos meses después de llegar a la cárcel, porque primero estuve en observación. Nunca estuve en el arraigo del DF como mis otras compañeras de estancia (celda).

Ahí conmigo estaba otra chava de Monterrey que trabajaba con uno de los contadores de los Zetas en Coahuila. Era amiga de los músicos de Kombo Kolombia, que mataron los Zetas, que porque andaban cantando en territorio de los del Golfo. Estábamos en la estancia cuando vimos la noticia en la televisión. Ese día teníamos tortas de carne asada que habíamos comprado en la tiendita, no quiso comérsela porque estaba muy triste.

«EXTRAÑO EL OLOR A SUAVITEL»

Tengo 40 meses aquí, no me han dado sentencia, pero mi abogado dice que serán como 12 años si me va mal. Mi mamá vive en Monterrey y me visita muy seguido, pero este año ya no tanto; mi hermano creció y ya está entrando a la preparatoria, aparte, ella trabaja de lunes a sábado, es superintendente en una empresa de recursos humanos, pero me apoya en todo, no me reprocha nada, tampoco mi papá. Mi proceso y abogado están en Veracruz.

El Suavitel en la ropa y en las cobijas es lo que más extraño de la calle: el olor a limpio, aquí siempre huele a drenaje. Mi mamá escribe cartas y me las manda con perfume, sin que yo se lo pida, ella intuye que extraño esos aromas. También manda cobijas muy coloridas, sabe que necesito el color en mi vida, aquí todo es blanco y gris; nunca volveré a usar esos colores.

En prisión te posee la ira. Brota tu instinto animal y dan ganas de ahorcar a una de las compañeras de celda, aunque lo mío siempre ha sido la depresión, no la violencia. Por ejemplo, a los 11 años empezaron a medicarme contra la depresión. No sabía manejar mi adolescencia. Tenía el llanto muy sensible, todo me provocaba: la indiferencia de mi mamá, que me levantaran la voz o que no me compraran algo. A los 15 años comencé con intentos suicidas, tres veces quise suicidarme tomando varios frascos de pastillas. Luego varios días en coma, hospitalización y al final me daban de alta. No le hallaba sentido a la vida; aparte se me hizo muy pesada la prepa, no podía acomodarme con los horarios, a veces entraba muy temprano o salía muy tarde, el chiste es que jamás podía organizarme, no me hallaba

En libertad era muy exigente con la comida, aquí lo fui al principio pero ya no. Lo único que puedes hacer en prisión es entregarte a tus obsesiones. Tengo ganas de comer hasta que me canse y lo hago; de fumar hasta que me harte, también; llorar hasta que los ojos se pongan como pelotas, ¿y por qué no? La cárcel vino a cambiar muchos conceptos de cómo debía ser mi vida; cambiaron algunos gustos por la comida. «No me gusta esto, no me gusta lo otro», decía con algunos alimentos. Aquí tengo que comer lo que me dan: no comía huevos pero ahora sí, y eso que es huevo en polvo. La Pepsi tampoco la consumía, ahora sí la consumo mucho, pero estoy tratando de dejarla.

Desde los 13 años fui anoréxica y bulímica; era una forma de violencia hacia mí misma; caminaba y se me doblaba el tobillo de lo débil que estaba, pero la vanidad era más fuerte. Lo veía como un acto liberación, pero ahorita digo, «¿qué ganas de estarme haciendo daño?» Todo porque la ropa se me viera bien. Si estás gordita no te luce cierta blusa, cierto pantalón, pero ya no pienso así, después de tres años de verme en pants y sudadera caigo en cuenta que eso no es importante. Por más que quiera no puedo controlar el comer, pero ya de plano intento moderarme, no podía dejar de comer a todas horas; poco a poco estoy recuperando el cuerpo de antes. Comía mucho por ansiedad; una de mis compañeras de estancia que también viene relacionada con un sicario de los Zetas, pero de Torreón, subió mucho de peso, por la ansiedad; se la pasaba comiendo pan con crema de cacahuate.

El psiquiatra de la prisión me da medicamento controlado porque tengo trastorno mixto de ansiedad y depresión. Las pastillas me hacen dormir mucho y tener bastante hambre; también me ha dado por fumar mucho. Cuesta trabajo aceptar que eres una del montón. Una más a la que su novio malandro engañó y los dos terminaron en prisión.

ESPACIO DE ENCIERRO

Las relaciones afectivas entre las compañeras no están permitidas. No te pueden ver abrazando a nadie, cualquier cosa y sospechan de lesbianismo. Es casi imposible tener una relación física con otra compañera, pero sí, algunas se mandan cartitas o chocolates. Alguna vez he imaginado como sería, pero creo estar muy definida en cuestiones de amor; pero a veces me asusto porque como dicen: «por algo se empieza». No quiero ser del club que por soledad se hizo lesbiana.

A lo que más temor le tengo es a marcar por teléfono a mi casa y que ya nunca más me contesten. Aquí los castigos son que no puedas recibir visita, que no te dejen hablar por teléfono o que no te vendan comida de la tiendita. Otro castigo es que te encierren en la bartola por 15, 30 o 60 días; hace poco se suicidó una muchacha ahí. La bartola es una celda en donde no tienes contacto con nadie.

He cambiado en la cuestión estética. Antes teníamos cosméticos, pero ahora no. Yo decía, «¿cómo voy a andar así?, ¿cómo voy a salir?» Todas las ideas que tenía de mi físico cambió. No me siento a gusto, puedo verme mejor, pero digo, bueno, no está tan mal. Aunque siento que me veo más mayor, lo veo en mi cara, porque llegué aquí siendo una niña, bueno, no de 12 años, pero sí de 19. Para verme uso una bolsa de Sabritas o de galletas; les quito lo que tiene de color y queda el empaque metalizado, lo tenso y así medio te ves. O cuando paso junto a una máquina expendedora aprovecho para verme, pero no siempre, hay cosas que prefiero recordar como era antes.

En mi casa era muy desordenada. Aquí el bonque, que es la cama, es tu pequeño mundo y trato de tenerlo de cierta manera. En mi casa para cambiarme una vez tenía que sacar toda la ropa del clóset. Aquí soy muy cuidadosa con mis cosas, tengo un lugar para todo. Me dan mareos. Para todo de lo que uno se queje nomás te dicen que es el estrés, y sí es cierto, es el estrés, porque estamos en un ambiente muy pesado, porque por la alimentación no es, porque sí comemos bien.

Todos los días hago ejercicio en la estancia. A veces nos pega la loquera y cuando salimos al patio corremos en la cancha de basquetbol, pero es muy raro. El chiste es hacer ejercicio cardiovascular para terminar cansada y dormirse.

Estoy terminando la preparatoria. Los estudios son de manera autodidáctica, pero entre las compañeras nos apoyamos. Una de mis compañeras que era de los Zetas en Veracruz, nos enseña matemáticas; es bien fregona. Allá afuera no había terminado la secundaria y aquí nos ayuda a las de prepa con álgebra y cálculo, aprendió sola. Yo apoyo a las de mi pasillo con la materia de inglés. La primaria y la secundaria las hice en escuelas católicas privadas y aprendí bastante. También soy buena con las tres materias de historia que se imparten aquí en el CERESO: Mundial contemporánea, Moderna de occidente y México siglo XX; con esas materias de historia las apoyo.

Creo que mi único delito sería omisión. No recibía ninguna paga, no usaba armas, ni tenía acceso a ellas. A veces sí me he dicho que pude evitar situaciones, porque sí me llegué a enterar de cosas muy pesadas, pero por otra parte no estaba en mis manos cambiarlas. Lo único que hubiera podido hacer como ciudadana era denunciar y no lo hice.

La primera semana que salga de aquí voy a quitarme este tatuaje que me hice en el antebrazo en honor a mi novio. Dice: «Cada día te amaré más». Ya no lo necesito, es una lástima porque me gustan los colores que tiene.

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La felicidad de adoptar un perro

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Este día les voy a platicar sobre un tema que no es tan relacionado con la medicina, pero es un tema muy bonito y que gracias a que nos estamos volviendo más concientes como sociedad está sucediendo cada vez más seguido, estoy hablando de la adopción.

El sábado pasado tuvimos la fortuna de adoptar una perrita, y les quiero contar un poco sobre el proceso.

Nosotros quisimos que fuera en sábado porque así tuvimos todo el sábado y el domingo para estar con ella y poder ayudar en su adaptación a su nueva casa y familia y bueno nosotros (mi familia y yo) ya tenemos 4 perritos, así que era también la introducción a la manada.

Ese día es muy emocionante y existe ansiedad en el ambiente, ya que llega un nuevo integrante a nuestra familia, y así como nosotros sentimos ansiedad, los perros también la sienten, la diferencia es que nosotros sabemos y estamos conscientes del porqué, mientras que ellos, lo expresan moviéndose de un lugar a otro, ladrando más de lo normal, así que hay que estar un poco más pendientes, sobre todo si tenemos más perritos en casa.

Algunos puntos que tenemos que tener presentes cuando llega un perro nuevo, es que viene muy nervioso, ha tenido varios cambios en su vida, por lo general, si es que ustedes no lo tomaron de la calle, ya pasó por otro lugar antes de su casa por lo que ha tenido varios cambios, así que no esperen que esté muy cariñoso ese día, por lo general va a estar muy atento a lo que pasa a su alrededor, y no se espanten si ni siquiera quiere oler su nueva casa, es un gran cambio para él, nuevos olores, nuevas voces, nuevo todo, así que denle su tiempo, si se quiere ir a un rincón déjenlo y hasta si quieren tápenlo para que se sienta seguro, de vez en cuando vayan a que los vea y háblenle bonito y a su paso va a salir de su guarida.

También es muy común que no coman ese día, y por ejemplo, cuando llegó nuestra perrita ni siquiera quiso ir al baño en el jardín, así que forramos el cuarto con periódico. Claro, esto solo fue por primera y única vez, tampoco lo dejen hacer en el periódico todos los días, a menos que sea la forma en la que lo quieran acostumbrar.

Al día siguiente va a estar mucho mejor, ya se dio cuenta que nada malo le va a pasar, van a empezar a comer y ya van a ir al baño normal.

Ustedes van a ver como su conducta y su postura va ir cambiando cuando vaya tomando confianza, se van a empezar a estirar, a sacudir, la cola la van a mover, sus orejas van a estar relajadas, y cuando vean esos cambios sabrán que ya los aceptó y que ya se siente cómoda en su nuevo hogar.

En las siguientes semanas va a seguir su adaptación, en donde va a ir viendo el movimiento de la casa, va a establecer sus horarios de comida, y del baño así que tengan paciencia, es un proceso largo. Cuando por fin se sienta parte de la familia y que es el lugar en donde pertenece va a salir su verdadera personalidad, puede ser que al principio sea muy tranquilo y después empiece hacer travesuras como agarrar los calcetines, todo esto es el proceso de adaptación. Pero cuando lleguen y vean esa carita con sus calcetines en la boca, van a dar gracias porque está en su vida y ese es el inicio de la mejor amistad que van a tener.

Recuerden que no todos los perros se adaptan igual, a unos les cuesta mucho más tiempo, por lo general son perros que sufrieron algún tipo de maltrato y aunque son uno animales tan maravillosos que perdonan sin condiciones y vuelven a confiar en nosotros, hay que tenerles paciencia, darles su espacio y el tiempo necesario, y la mejor forma es dándoles mucho amor y cariño.

Así que si están pensando en tener un perro, adopten, créanme que es la mejor experiencia que se puede tener, es retador, pero nos enseñan de valor, del perdón, superación y amor incondicional.

http://rominasacre.com/la-felicidad-de-adoptar-un-perro/

 

CÓMO SER LA DAMA DE HONOR IDEAL

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Tu mejor amiga se va a casar y te escoge para el importantísimo rol de ser su dama de honor.

Tú, como una ingenua, piensas que es un papel que no lleva grandes tareas, solo tienes que planear la despedida y usar el vestido que te pidan ¿No?. No puedes estar más equivocada, ser la dama de honor de la bridezilla, perdón, de la novia; significa millones de cosas, así que si no quieres ser un desastre aquí te presentamos algunas de las cosas que debes de hacer:

1. Acompaña a la novia en todas sus citas.

2. Júntate con las otras damas para planear una despedida.

3. Ayúdale a la novia con sus pendientes .

4. Prepara un gran speech para la despedida.

5. Acompaña a la novia a cambiarse, peinarse, ir al baño y todo lo que se necesite el día de la boda.

6. Arregla la cola del vestido de la novia, sostenle el ramo, detenle el velo, etc.

7. Y por último, haz que se la novia se la pase bien y se relaje.

Todas siempre nos preguntan qué hacer si la novia escoge un color horrible de vestido para las damas. Primero que nada es muy importante ser honesta con la novia, ya que como novia no quieres que nadie este incómoda y menos tus mejores amigas.

Antes de armar la revolución encuentra dos o tres soluciones:

1. Que todas las damas usen vestido largo.

2. Que todas usen un mismo color, pero cada quien use el corte y modelo que más le beneficie.

3. Usar vestidos dentro de una gama de colores.

Estas soluciones platícalas con las demás damas y si todas están de acuerdo, vete a tomar un café con la novia y exponle estas nuevas propuestas. ¡Seguro te entiende y acepta!

The Wed List  / thewedlist.com

Cómo ser la dama de honor ideal

Una radiografía a los anillos de compromiso

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La actriz y celebridad más reconocida de la década de los 50, Marilyn Monroe, no se equivocaba al cantar que los diamantes son los mejores amigos de las mujeres. No es coincidencia que esta piedra preciosa sea la pieza estelar que llevan los anillos de compromiso. Así que echemos un vistazo a la industria de los diamantes y al fascinante mundo de los anillos de compromiso, que son igual de trascendentes para las damas que para los caballeros.  

La piedra preciosas más cotizada y resistente del planeta, desde hace años se sabe que es el diamante. En 2015 se reportó que un aproximado de 24.5 mil kilogramos de diamantes fueron extraídos de minas de lugares importantes para esta industria como Australia, Congo, Botswana, Sudáfrica y Rusia. De igual forma, en el mismo año se señaló que la reserva mundial de diamantes se representa en 600 millones de quilates, siendo Australia el país con la mayor reserva, la cual se estima en 220 millones de quilates. (Statista)

Por otra parte, queda claro que la industria de minería especializada en diamantes es dominada por tres empresas principales, las cuales son: Alcorzas, de Rusia; De Beers, de Luxemburgo; y Rio Tinto, una compañía mitad británica y mitad australiana. Se afirma que son ellos quienes manejan el 60% de la producción global de diamantes. En su mayoría, éstos son vendidos a localidades como Dubai, Nueva York, Hong Kong y Tel Aviv.

A diferencia de otras piedras y metales preciosos existentes en el mercado, los diamantes no tienen un precio fijo de venta. En 2015, por ejemplo, los diamantes extraídos tuvieron un valor de producción de 15,000 MDD, cifra que aumentó a 23 mil millones de dólares después de la etapa de pulido de esta piedra. En el mismo año con un 45% Estados Unidos se declaró como el país más demandante en tener este tipo de joya.

En la actualidad, si bien los diamantes extraídos son sumamente apreciados y bien vendidos, comienza a notarse una nueva tendencia, según la consultora Euromonitor, hacia los diamantes sintéticos, mismos que son utilizados en distintas industrias gracias a sus características de dureza y corte. Ahora éstos también se comienzan a insertar en el mercado de joyería fina, no sólo como un alternativa menos costosa, sino también más ética.

Ahora, pasando al mundo de los anillos de compromiso, según estadísticas de The Engagement Ring Bible, se dice que la población británica gasta en este tipo de anillos un promedio de 2,000 libras esterlinas; también se apunta a que las parejas pueden pasar alrededor de tres meses eligiendo el perfecto anillo de compromiso, mismo que representa uno de los gastos más importantes de una boda, seguidos de la fiesta y la luna de miel.

En lo que se refiere a la novia, para ella lo más importante a la hora de adquirir un anillo de compromiso es el diseño en general con un 86.2%, el precio con 62.7%, el color en un 58.5%, y el tamaño del diamante en un 47.7%. Esto según un grupo de novias que califica a estas categorías como las más importantes.

Después de este panorama ante la industria de los diamantes y de los anillos de compromiso, Forbes Life te presenta seis modelos básicos que han trascendido a lo largo de los años, y no dejaran de ser tendencia en lo que resta de este año, ni en el que sigue.

El clásico 

El anillo de compromiso clásico se distingue por solamente tener un diamante transparente, que está sujetado de una argolla de oro de color amarillo, rosa o blanco. A éste también se le conoce como el tradicional ya que su diseño no pasa de moda, y no es un accesorio exagerado para usarlo a diario. El anillo clásico es el más fácil de encontrar ya que muchas mujeres buscan que su anillo de compromiso sea algo especial sin llegar a los excesos, por lo que no llama mucho la atención y muchas veces se le ve un corte limpio sin importar si es redondo o cuadrado.  Este tipo aro esta disponible en la mayoría de las joyerías de alta calidad; pero que sea clásico no significa que no sea costoso. Así mismo éste puede tener en su argolla -además del diamante principal que se encuentra en la parte de en medio- otros diamantes más pequeños que adornen el sujetador.

Una de las joyerías que puso en alto este tipo de diseño es la firma Tiffany & Co, una casa de alta joyería que fue fundada en 1837. Uno de los anillos clásicos que ofrece Tiffany dentro de su catalogo de anillos de compromiso es el llamado Setting en Pavé. Este anillo tiene una gran historia ya que la primera vez que se presentó fue en el año 1886 a manos Charles Lewis Tiffany, haciéndolo uno de los anillos de compromiso más emblemáticos del mundo, que hasta el día de hoy, después de 130 años, sigue a la venta.

El Setting en Pavé, tiene un diamante principal en corte pavé -el cual dependiendo del gusto del cliente puede ir de 1.5 hasta más de seis quilates- mismo que esta sujetado por una montadura delicada en oro blanco de seis clavijas, donde a su alrededor se pueden observar otros diamantes de un tamaño más pequeño. Algunas de la celebridades que han portado un anillo de compromiso como este son Mila Kunis, Kate Bosworth, Emily Blunt, Amy Adams y Hanna Davids.

Anillo Setting en Pavé de la joyería Tiffany & Co.

Anillo Setting en Pavé de la joyería Tiffany & Co.

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Un toque de modernidad 

El anillo moderno – a diferencia del clásico – causa un impacto, no sólo por los diamantes que pueda llevar, sino también por todo el diseño que conlleva. Este anillo no necesariamente tiene un único diamante protagonista, y la argolla puede ser distinta aunque conserva las tonalidades doradas, amarillas o plateadas del oro. Aquí el diamante no únicamente puede ser de corte tradicional, sino también puede ser rectangular o triangular.

Una de las casas joyeras que tienen diseños realmente modernos es Cartier. Esta firma además de tener los anillos clásicos tiene dentro de su catalogo de compromiso propuestas un poco más atrevidas como lo es el anillo que lleva el nombre de Alianza Creativa.

Este anillo, como su nombre lo dice, lleva la creatividad como parte fundamental, ya que entrelaza el oro blanco -que normalmente se ve en la sortija- en todo el anillo creando una especie de lazo en en conjunto con los diamantes. El anillo Alianza tiene oro blanco de 18 quilates, mismo que va engastado con 84 diamantes de corte brillante con un total de o.54 quilates y con seis diamantes corte pera que dan un total de 0.54 quilates. Este anillo comienza en un precio de 331,000 pesos.

Algunas personas de la alta sociedad que han portado este tipo de anillo de matrimonio son Scarlett Johansson, Fergie, Rebecca Romijn y Carrie Underwood.

Anillo de compromiso Alianza Creativa de Cartier.

Anillo de compromiso Alianza Creativa de Cartier.

Un compromiso minimalista

En una nueva tendencia se ve que muchas mujeres piensan del anillo de compromiso como un accesorio elegante que no llame la atención y que realmente se pueda usar día a día. Las mujeres que optan por este tipo de anillo son más discretas, por lo que buscan diamantes pero más pequeños y que sean diferentes. Para este tipo de anillo no hay un tono o color especifico, ya que cualquier srtija que contenga un buen diamante puede ser ideal para causar elegancia que roba miradas.

La marca de joyería especializada en diamantes, Forevermark, dentro de sus propuestas para anillos de compromiso tiene un anillo de nombre Women’s Weeding Band, que se distingue de los demás por su simpleza y elegancia. Esta argolla minimalista cuenta con un  pequeño diamante solitario sujetado por cuatro clavijas que van montadas sobre una banda disponible en oro blanco o amarillo, que no tiene ningún tipo de diseño en especial.

Una de las mujeres conocidas que posee este tipo de anillo de compromiso es la esposa de Mark Zuckerberg, fundador de la red social Facebook. A ella se le unen celebridades como Julia Stiles y Ginnifer Goodwin.

Women’s Wedding Band de Forvermark Diamonds.

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Diamantes con destellos de color 

La mayoría de los anillos de compromiso se distinguen por tener un diamante transporte, pero es una realidad que existen otro tipos de piedras preciosas como la esmeralda, el zafiro, el rubí y el canario. Estos anillos de compromiso son un poco más atrevidos y también originales.

Los anillos que llevan este tipo de piedras la usan como principal, pero la mayoría de éstos va adornada por diamantes más pequeños del tono clásico. En cuanto a la argolla, depende de la combinación de piedras que se tenga por delante, es decir que un anillo de esmeralda para un anillo de bodas decorado con diamantes blancos, combina a perfección con un aro de tono oro blanco, en vez de uno en oro amarillo u rosa -aunque independientemente de lo anterior y del tipo de diseños la mayoría prefieren una argolla de oro blanco-. Este tipo de anillos son usados por las mujeres que buscan algo original, y no quieran llevar un diamante típico.

Una de las joyerías que tiene este tipo de anillos es Bvlgari. En el área de zafiros la joyería ofrece su llamado Ring Serpenti que esta inspirado en la serpiente global de la marca, el anillo tiene un zafiro al centro de 4.80 quilates, y está adornado encima de una argolla de oro blanca con diamantes en corte pavé de 1.15 quilates

Anillo Serpenti de Bvulgari.

Anillo Serpenti de Bvulgari.

Aquí también se encuentra un anillo de la piedra roja por excelencia llamada rubí. Este anillo de nombre Le Magnifiche Creazioni, consta de un rubí como pieza central de 7.41 quilates y diamantes en corte pavé de 3.84 quilates; esta sortija no está completamente cubierta de diamantes como la anterior, por lo que sí se le alcanza a notar la argolla que va en oro blanco.

Le Magnifiche Creazioni de Bvulgari.

Anillo Le Magnifiche Creazioni de Bvulgari.

Otro de los anillos de compromiso con piedras preciosas que ofrece la casa de joyería italiana es el llamado I Giardina Italiani, que tiene una esmeralda al centro de 5.46 quilates, misma que va adornada por una flor tallada en oro rosa y diamantes de corte pavé de 2.16 quilates. No queda duda que este es un anillo no convencional que podría ser llamado como exótico.

I Giardina Italiani de Bvulgari.

Anillo I Giardina Italiani de Bvulgari.

Por otra parte, regresando a la casa de alta joyería americana, Tiffany & Co, ofrece un distinguido anillo de compromiso que lleva como piedra preciosa el canario, también llamado diamante amarillo. La sortija nombrada Soleste, posee un diamante de este tono en figura ovalada, y una doble hilera que adorna la pieza principal con diamantes en corte brillante y una argolla de oro de 18 quilates. El precio de este anillo en particular puede variar dependiendo del amarillo, el peso de quilates y la disponibilidad.

Anillo Soleste con diamante amarillo de Tiffany.

Anillo Soleste con diamante amarillo de Tiffany.

Este tipo de anillos no son extraños para la realiza británica, ya que un anillo de piedra de zafiro fue el que uso la Princesa Diana de Gales durante su matrimonio con el Principe Carlos, mismo anillo hoy en día lo utiliza Kate Middleton, quien lo obtuvo este cuando se comprometió con el príncipe William.

Los que no se pierden de vista 

A comparación del anillo clásico, esta categoría se distingue por romper todas las reglas en cuanto al tamaño. Este tipo de anillos pueden tener cualquier forma- existen hasta de corazón-, son más difíciles de conseguir y sus precios son más elevados.

Para comprar este tipo de anillos la joyería Graff fundada en 1960, misma que se define a sí misma como una de las más lujosas y exclusivas del mundo, cuenta con diseños especiales para novias; uno de sus modelos que más llaman la atención están dentro de su catalogo apodado “diamantes excepcionales.” El anillo de nombre Flawless Heart Shape Diamond Ring, lleva un enorme diamante en forma de corazón que consiste de un total de 22.03 quilates, mismo que va montado sobre una argolla sencilla de oro blanco con dos espacios entreabiertos.

Flawless Heart Shape Diamond Ring de la joyería Graff.

Flawless Heart Shape Diamond Ring de la joyería Graff.

Algunas de las celebridades a las que no les da miedo ponerse este estilo de anillos son Kim Kardashian, Ciara, Sofia Vergara, Beyoncé, Jessica Biel y Victoria Beckham, sólo por mencionar algunas.

Una radiografía a los anillos de compromiso

BENEFICIOS DE LA MÚSICA EN EL CEREBRO

Muchas actividades pueden brindarnos beneficios a la salud. Los beneficios de la música en el cerebro son increíbles.

 

Expertos aseguran que escuchar música o aprender a tomar algún instrumento es una manera de ejercitar el cerebro.

Entre los principales beneficios de la música en el cerebro se encuentran: el lenguaje, la memoria y la conducta.

De acuerdo con un estudio realizado por The American Psycological Association, la música actúa como medicina, tiene un efecto analgésico a nivel neuronal.

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Los beneficios de la música en el cerebro generan una sensación de bienestar. Por esa razón muchas veces se utiliza como un método en terapia neuropsicológica.

Tocar un instrumento crea habilidades a nivel motriz. La coordinación y las habilidades físicas se desarrollan satisfactoriamente.

“La música probablemente hace algo único. Estimula el cerebro de una manera muy poderosa, esto se debe a la conexión emocional”.Dra. Catherine Loveday, University of Westmister”

Recientes estudios publicados por Heinrich-Hein University en Alemania, revelan que la estructura del cerebro cambia en las personas que escuchan música o practican algún instrumento.

Se refiere al cuerpo calloso del cerebro, son unas fibras nerviosas que se encuentran en el cerebro, estas son más extensas en una persona que tiene contacto constante con la música.

“La función entre el cuerpo calloso es conectar por medio de las fibras la comunicación entre un hemisferio del cerebro y otro.”

Otro de los sorprendentes beneficios de la música en el cerebro, se ha comprobado con pacientes en recuperación. Los pacientes que recientemente pasaron por un infarto o problemas cardiovasculares, tiene una recuperación más rápida cuando tienen contacto con la música.

Por eso, es importante saber que la música nos brinda muchos beneficios, sobre todo a nivel cerebral. La salud mejora con la música.

 

Beneficios de la música en el cerebro

EL CANTO DE LAS PALOMAS HABANERAS

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Las palomas habaneras forman parte elemental de los centros históricos de las ciudades de México, y sigilosas se adentran a la historia de muchas personas y familias.

A mi padre: Carlos, y mi abuelo, Jesús D.

 

¡Oh, alma ciega!, ármate con la antorcha de los Misterios,

y en la noche terrestre descubrirás tu Doble Luminoso,

tu alma celeste. Sigue a ese divino guía, y él sea tu Genio.

Porque él tiene la clave de tus existencias pasadas y futuras.

(Hermes Trimigesto -Llamada a los iniciados.)

 

“¡No cantan, gorjean….!” Les decía su abuelo cada que comenzaban su concierto. De niños, nunca entendieron el significado completo de la palabra “gorjear”. Pero lo descubrirían vívidamente al escucharlo todas las mañanas y a veces al anochecer, cuando los machos ostentaran sus pequeños buches ante las hembras de cuello fino, rodeadas por sus collares de líneas oscuras, para seducirlas. Inclinándose al ritmo de sus canciones y elevándose de nueva cuenta cada vez, para volver a mostrar el buche e hipnotizar a sus parejas.

Y ellos recordarían la palabra “gorjear” muchos años después, cuando el abuelito se hubiera ido de este mundo y tan sólo les quedaran sus recuerdos, evocados por el sonido de las palomas. Por eso siempre les gusto tener palomas habaneras, puesto que les recordaban al anciano patriarca. Aquel canto inducía ciertos estados de calma por las madrugadas, desde las cinco, en las mañanas frías. Unos sentimientos casi místicos de tan cotidianos y naturales venían acompañando esos cantos. Perdidos en la infancia más remota y tranquila. Les hacían sentir que aunque el amanecer se encontraba cerca, aún podían permitirse dormir un poco más antes de la hora de levantarse e ir a la escuela. Igual que si todos los días fuesen domingo.

“¡No cantan, gorjean…!”

Un día que se encontraban de paseo, el abuelo compró un par a un pajarero en Coyoacán, que según les dijo, venía desde Querétaro con todo y su cargamento de aves. Las puso en una jaula de bambú y ellos se las trajeron hasta Guadalajara en el autobús. Eran muy prolíficas, muy cariñosas entre ellas, buenas para hacer su nido en una vieja lata de sardinas y procrear todo el año. Sin importar en lo absoluto de qué estación se tratara. Eso sí, muy fieles entre ellas, pues casi nunca cambiaban de pareja, una vez elegida la adecuada. A menos que el macho fuese medio flojo y no frecuentara el nido familiar. Pronto, del primer par que se habían traído de México, surgió toda una parvada.

Su papá les fabricó un palomar y ellas tuvieron más espacio, volando en su interior, desde los comederos en el piso, donde las alimentaban con maíz quebrado, millo y pedazos de pan duro, hacia sus nidos fabricados con cajas de madera, desde donde asomaban los pichones que aún no se atrevían a descender, exigiendo a sus progenitores su obligada ración alimenticia.

Cuando el abuelo vino de visita, al año siguiente, traía otro par de habaneras, esta vez de color blanco: “copos de nieve…”. Les señaló que se llamaba a aquella variedad. Resultó que ambas eran hembras y al liberarlas en el palomar, rápidamente fueron captadas por dos jóvenes y ganosos machos marrones que parecían esperarlas con ansias. De su cruza no tardaron en poblar el palomar toda una casta de palomas pintas: blancas con manchas café, marrón y negras, incluyendo sus obligados collares, resultando llamativas y elegantes. Las hijas e hijos de estas se mezclaron con las primeras generaciones: color canela y café, generando extraños matices de marrón con puntos blancos, negros y grises. El patio de la casa siempre estaba lleno de su hipnótica música y su gorjeo.

Para el mes de diciembre, el abuelo, quien sabía muchísimo de palomas y aves, pues había pasado su infancia en Tlaltenango de Sánchez Román, en Zacatecas, rodeado de cenzontles, mirlos, canarios, gorriones, periquitos y palomas, les explicó la historia de las habaneras:

“… en realidad no se llaman habaneras, sino palomas de collar. Y no son de la Habana, sino de Medio Oriente. Los turcos las llevaron a España, y ahí se aclimataron perfectamente, poblando por completo la península, enamorando a la gente, que se sintió encantada teniendo a una pareja o más en pequeñas jaulas en sus ventanas. Los españoles las trajeron más tarde y se adaptaron perfectamente a América, proliferando desde Sudamérica hasta los Estados Unidos…”

Y el abuelo interrumpía su historia para dar varias caladas a sus cigarros Raleigh y beber café de Colima.

La historia fue interrumpida cuando llegaron nuevos invitados y el anciano se tuvo que levantar de su equipal para saludar a los recién llegados, que también eran hijos y nietos suyos. El abuelo era igual de prolífico que sus palomas.

Tuvieron que completar la historia de las palomas habaneras por ellos mismos, porque al año siguiente el abuelo no pudo regresar a Guadalajara , debido a un paro respiratorio, falleciendo al poco tiempo. Su amor por el cigarro, igual o más fuerte que el de las aves, no ayudaría mucho a sus pulmones ni a su corazón.

Dedujeron por cuenta propia que las palomas de collar o comúnmente denominadas habaneras, en algún momento escaparon de sus jaulas y comenzaron a mezclarse, cariñosas y fecundas como sabían ser, con las variedades de palomas silvestres de México: con las palomas pintas de montaña, con las güilotas y con otras negras que también tenían su propia variedad de canto.

Las ciudades del Occidente de México no tardaron en poblarse cada vez más y en acostumbrarse a la presencia de las palomas de collar y a las nuevas y extrañas cruzas que surgían con las mezclas de todas, aún más prolíficas, cantadoras, amorosas y adaptables que sus antecesoras. Anidando en árboles, postes de luz, balcones, azoteas y torres.

Pronto las verían llenar los árboles en el Jardín San Marcos en Aguascalientes hasta saturarlos, los Centros Históricos de Morelia, Zacatecas y Guanajuato, y las antiguas colonias empedradas de Guadalajara.

“¡No cantan, gorjean…!” Recordarían cada que fueran llenados los comederos en el palomar de su patio, cada que se dieran las cinco de la mañana y sintieran que aún podían quedarse un poco más en la cama durante las madrugadas frías, antes de tenerse que levantar para ir ahora a trabajar, o para llevar a su propia descendencia a la escuela.

*Imagen:Adrian Braidotti

http://masdemx.com/2016/11/palomas-habaneras-de-collar-mexico/