La Gente Feliz Genera Vínculos; La Infeliz Compra Compulsivamente.
En una entrevista para el Clarín, Roberta Paltrinieri, socióloga italiana encargada del Centro de Estudios Avanzados sobre el Consumo y la Comunicación de la Universidad de Bologna, platicó con Marina Artusa acerca de su defensa por la “felicidad responsable”. Una idea capaz de salvar cualquier relación humana y sociedad en crisis.
“Mi materia de estudio surge de mi autorreflexión sobre mi comportamiento cotidiano y el de mi familia. Decidimos iniciar, como pequeño núcleo, una búsqueda de comportamientos de consumo sostenible”, afirma la socióloga. En su casa, se implementaron comportamientos más responsables con el ambiente, como: no derrochar el agua, depositar la basura en el lugar que corresponde, implementar el trueque con otras familias y ya no comprar ropa.
A continuación, te dejamos algunas de las preguntas más interesantes:
La sociedad, ¿en dónde busca hoy la felicidad?
Desde el punto de vista aristotélico, el concepto de felicidad se refiere a la obtención del placer a través de una acción. Con base en esta dimensión aristotélica se ha ido construyendo la sociedad de consumo. Esta sociedad del consumo como nosotros la conocimos en Europa, desde la posguerra, es decir desde los años cincuentas hasta los inicios de la crisis en 2008, prometió la obtención del placer basándose paradójicamente en mecanismos que producen constantemente infelicidad.
Desear comprar, consumir y desear seguir haciéndolo por más que se posean ya muchos bienes. El problema no es la posesión de bienes sino la insaciabilidad: una promesa constante de algo que se debe desear y que una vez obtenido no da satisfacción y por eso reenvía la necesidad constante de continuar comprando. De aquí nacen los procesos de consumo compulsivo. La sociedad europea y la norteamericana son sociedades enfermas desde el punto de vista de la compulsividad. A través de este acto se intenta calmar un ansia que está en nuestro interior y que es el estado existencial de la subjetividad en una sociedad que progresivamente ha hecho desaparecer otras formas del placer.
¿Es posible ser feliz?
Es necesario superar la dimensión instrumental del bienestar individual, estimular un nuevo modelo que ponga al centro el bienestar colectivo, entendido como una relación de confianza y reciprocidad. Las sociedades felices son las que producen relaciones y vínculos. Las infelices son las que en el lugar de las relaciones venden productos. En síntesis: la gente feliz genera vínculos; los infelices compran compulsivamente.
¿Cómo se hace para hablar de bienestar colectivo en una sociedad con tanta desigualdad?
En el modelo económico, al cual nos ha habituado la sociedad de consumo, lo determinante es el bienestar individual medido económicamente. Para desarrollar el bienestar en el interior de una comunidad no es necesario el dinero. El bienestar colectivo debe ser producido a través de las relaciones humanas cualitativamente buenas. De forma contraria, las relaciones también se vuelven importantes en términos de desigualdad: si yo produzco relaciones dentro de un sistema, produzco formas de solidaridad y la forma de solidaridad produce cohesión social. Donde existe la desigualdad se pueden activar estos mecanismos de la solidaridad. Si produzco individualismo, no produzco cohesión social.
¿Cómo se crea esta conciencia de responsabilidad compartida en el ciudadano medio?
En Italia no estamos en una fase ascendente de la democracia, sino más bien decreciente. Crisis de gobernabilidad, altos niveles de desconfianza, temas que tal vez resulten familiares para muchos. Es necesario crear un nuevo pacto de confianza. La responsabilidad social compartida como respuesta a la crisis nos compete a todos. Tenemos que dar el salto hacia una teoría colectiva de las relaciones. Buscar cómo podemos responder a la crisis a través de nuestras capacidades específicas.
¿Cuál es hoy la principal característica del comportamiento social?
Hoy es difícil hablar de una teoría del accionar colectivo porque vivimos en una sociedad donde los procesos de socialización retrocedieron en su capacidad de orientar las relaciones. Hoy, más que nunca, veo el reflejo del paradigma económico neoliberal dominante, sujetos individualizados. El hombre está cada vez más solo y debe responder a los desafíos de una sociedad global. Hemos perdido los valores normativos que nos orientaban. Es como si el individuo tuviera constantemente que reflexionar sobre las propias acciones.
La idea de crisis como oportunidad de cambio, ¿se puede aplicar a todas las clases sociales?
Es claro que desde un punto de vista sistémico puede ser una oportunidad para las clases medias-altas y altas para reflexionar su propio comportamiento. Por una cuestión de insostenibilidad, es preciso pensar en un nuevo modelo para la sociedad de consumo tal como la conocemos hasta ahora. Es claro que no tienen la misma posibilidad los sectores medio-bajo y bajo que hoy están experimentando un gran desgaste. La crisis como oportunidad también nos enfrenta al problema de la desigualdad. Estamos viendo que los mecanismos del ascenso social ligados, por ejemplo, a la instrucción, no funcionan más. Mientras en el pasado era normal que el hijo del campesino o del obrero se convirtiera en médico, el día de hoy ya no existe ese ascensor social.
Estamos asistiendo a una autorreproducción de las castas y ya no hay mecanismo de movilidad ascendente entre generaciones. Es lo ineludible de un destino: los hijos de las clases bajas no tendrán posibilidad de superar su propio estatus. Las nuevas generaciones, incluso los hijos de las clases sociales medias-altas, están experimentando condiciones de vida peores que las de sus padres.
Lo que muchos países latinoamericanos han experimentado como técnicas de supervivencia en un mundo globalizado, hoy se convirtieron en las técnicas que observamos en el Primer Mundo para responder a su propia crisis.
Gracias la capacidad de abstracción, es que podemos comprender “complejos conceptos matemáticos y admirar toda la belleza escondida tras infinidad de patrones presentes en la naturaleza”. “Las matemáticas ordenan nuestro mundo caótico y nos proporcionan soluciones eficientes a los grandes retos tecnológicos que se plantean en este siglo XXI” (Pedro Albarracín, en Xombit).
“¿Cuánto es (-4) + (-2)? ¡Ni idea! Busquemos rápido una calculadora que se encargue de solucionarnos este problema. Pero si nos ponemos a razonar, los números en negativo se pueden traducir en “deudas”. En este caso, si debemos 4 euros y luego 2 más, estaremos acumulando una deuda de 6 euros”. Con este razonamiento Yamila Papa, escribe en el portal La mente es Maravillosa, un artículo sobre el mundo hostil de las matemáticas, el poder de abstracción de las matemáticas, la motivación matemática y los trucos de las matemáticas.
Compartimos esta reflexión con fines únicamente educativos – pastorales, porque nos podría ayudar, a nosotros como padres de familia, profesores y estudiantes, a entender mejor cuánto de cierto tiene esta frase de René Descartes: “La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de razonamientos, todos sencillos y fáciles” y “no es raro que en una clase el profesor se adapte al ritmo de los alumnos más avanzados, olvidándose de la progresión del resto”.
¿Por qué nos cuesta aprender matemáticas?
Si hiciésemos una encuesta preguntando sobrela asignatura más odiada de la escuela, una gran mayoría diría “matemáticas”. Lo que durante la etapa escolar era una pesadilla en la adultez, se transforma en un gran desapego por todo aquello que tenga que ver con operaciones numéricas.
“Soy malo con las cuentas” o “esto no es para mi, soy más de letras” son frases muy habituales. En la mayoría de los casos, detrás de estás sentencias se encuentran recuerdos poco agradables con las operaciones numéricas que parecen haber dictado sobre nosotros dicha condena.
Las matemáticas desarrollan la mente
Si bien cuando somos pequeños, comenzamos a sumar sin darnos cuenta utilizando diferentes objetos cotidianos (por ejemplo, si tengo dos manzanas y compro tres, ¿cuántas tengo?) con el paso de los años y el estudio de las matemáticas en el colegio, algunos de nosotros comenzamos a sentir una antipatía hacia las matemáticas que ya no abandonaremos.
¿Cuál es el motivo de nuestra aprensión por esta área? Los expertos indican que se debe a que los seres humanostenemos serios problemas con la capacidad de abstracción y eso hace que nos cueste trabajar con elementos simbólicos.
Por otra parte, en muchos casos la mala organización docente contribuye a que el tedio por los número aparezca. Por un lado, no es raro que en una clase el profesor se adapte al ritmo de los alumnos más avanzados, olvidándose de la progresión del resto.
Para los alumnos retrasados, en otras asignaturas en las que la comprensión quizás no juega un papel tan importante salvar esta distancia no es tan difícil. Sin embargo, si por algo se caracterizan las matemáticas, es porque los conocimientos son necesariamente acumulativos. Hay que saber multiplicar bien para poder alcanzar la comprensión de otras operaciones más complejas.
Así, las lagunas en matemáticas al principio penalizan con un coste muy alto al alumno que se desconectó en algún momento de las explicaciones de su profesor.
El mundo hostil de las matemáticas
¿Cuánto es (-4) + (-2)? ¡Ni idea! Busquemos rápido una calculadora que se encargue de solucionarnos este problema. Pero si nos ponemos a razonar, los números en negativo se pueden traducir en “deudas”. En este caso, si debemos 4 euros y luego 2 más, estaremos acumulando una deuda de 6 euros.
Este ejemplo es simple y puede comprenderse fácilmente. Pero el verdadero problema surge cuando nos añaden fracciones, fórmulas, raíces cuadradas o potencias. ¡Ahora sí, a buscar la calculadora! Podemos hacerlo y obtendremos un resultado, pero alejaremos la posibilidad de comprender la lógica que subyace a estas operaciones.
Os preguntareis, ¿para qué demonios quiero esta lógica? La lógica nos ahorra espacio en nuestra memoria, porque en realidad para saber matemáticas se necesitan saber dos formulas y algunas pistas para el camino: con ellas podemos construir en unos instantes el resto sin tener que memorizarlas todas.
El poder de abstracción de las matemáticas
Las demás áreas de la enseñanza, como la literatura o la historia, nos permiten visualizar aquello que estamos aprendiendo o leyendo. Si por ejemplo el libro dice “La Batalla de Waterloo fue un enfrentamiento comandado por Napoleón Bonaparte”, podemos imaginarnos una escena de guerra con un hombre y su sombrero encima de un caballo.
Ahora bien, si el ejercicio indica resolver “4x – 3y = 16” se nos complica un poco visualizarlo con algo tangible. De hecho, para poder resolver la ecuación, aunque venga de un problema real, tenemos que salirnos a un mundo paralelo y abstracto, encontrar la solución allí y luego adoptarla en el propio problema.
Salirnos a este mundo abstracto no es un capricho, es porque funciona con unas leyes automáticas y con lógica relacional, que nos facilitan la solución de los problemas. Por ello es que se dice que las matemáticas necesitan una enorme capacidad de abstracción.
La motivación matemática
Volvamos a nuestros alumnos perdidos en la clase que hemos descrito antes. ¿Cuál va a ser su motivación por las matemáticas si todos los días tienen que escuchar una lección que no entienden? Tienen que estar sentados durante una hora, escuchando un conocimiento que no están capacitados para asimilar porque el eslabón que lo une con lo que ya saben, simplemente, no existe.
Este es sin duda el mejor caldo de cultivo para que las matemáticas queden unidas fuertemente a la impotencia y a la frustración. Ver como algunos de tus compañeros entienden lo que a ti te parece imposible, te genera un sentimiento de inferioridad y aparece la gran falacia lógica. Si tengo el mismo profesor, voy a las mismas clase y no lo entiendo, será que “no estoy hecho para esto” incluso algo más duro y complicado de remontar: “soy un torpe”.
Los trucos de las matemáticas
Si bien hemos creído que los números y las cuentas “son difíciles”, lo cierto es que importa el mucho el cristal desde que las miremos. Que nos cueste es otro cantar. Para dejar de odiar las matemáticas quizás deberíamos saber cuál es su objetivo. Nada más y nada menos que “resolver problemas reales”.
Constantemente buscamos trucos para que las sumas y cualquier ecuación nos “salgan” y por esta razón los libros de matemáticas con secretos de este tipo tienen mucho éxito. Aquí también tenemos un inconveniente: los lectores se aprenden de memoria los pasos pero no los razonan.
La mejor manera entonces de aprender, disfrutar e incluso llegar a querer las matemáticas consiste enbuscar su lado lúdico y atractivo. “No hay rama de la matemática, por abstracta que sea, que no pueda aplicarse algún día a los fenómenos de la realidad”. – Nikolai Lobachevski –
Este contenido ha sido publicado originalmente por La Mente es Maravillosa en la siguiente dirección: lamenteesmaravillosa.com
El compromiso de trabajar juntos por la educación de los niños y jóvenes, entre los padres de familia y los profesores, ha sufrido una fuerte resquebrajamiento; hasta el punto de parecer (en algunos centros educativos) dos agentes educativos en conflicto.
“La familia, la sociedad y las instituciones han desertado de su responsabilidad educativa, delegando en profesores «mal pagados» y peor valorados,…” (Papa Francisco, 05/02/2015). Compartimos una entrevista a Massimo Recalcati, profesor universitario nacido en Milán (1959), quien opina que «El maestro está cada vez más solo y humillado» y responde a las características del profesor de hoy, su opinión sobre las tareas escolares, analiza la realidad educativa española, la influencia del sistema económico en los objetivos escolares, el esfuerzo por encender el fuego del querer aprender de los estudiantes, influencia del nuevo Presidente de USA y otros temas que Olga R. Sanmartín, ha logrado explique Recalcati en la publicación del El Mundo (Madrid), y que compartimos con fines educativos – pastorales.
Massimo Recalcati: “Los padres se han convertido en sindicalistas de sus propios hijos”
Se ha roto el pacto generacional; los padres y los profesores ya no trabajan juntos en la educación de los jóvenes.
A Massimo Recalcati (Milán, 1959) se le considera en Italia una especie de rock star del psicoanálisis. Ensayista mediático y profesor en varias universidades, se dedica a analizar los males de la hipermodernidad.
En La hora de clase, que acaba de publicar Anagrama, reflexiona sobre el papel de la educación en una sociedad en la que se ha diluido la autoridad paterna y, por extensión, la del profesor.
A diferencia de lo que ocurría en la generación del 68, los jóvenes ya no tienen que rebelarse contra sus progenitores -ni matar, como Edipo, al padre- porque los tienen a su lado, convertidos en compañeros de juegos. «El maestro está cada vez más solo y humillado», sostiene Recalcati, que reivindica la figura del docente que despierta en el alumno la pasión por el conocimiento.
P. ¿En qué se diferencia el maestro actual del de generaciones anteriores?
R. El hecho novedoso es que se ha roto el pacto generacional y esto ha incidido en el discurso educativo. Los padres y los profesores ya no trabajan juntos en la educación de los jóvenes. Los padres más bien son los aliados de los hijos contra los profesores. Es un cambio inaudito: los padres, en vez de apoyar el trabajo de los profesores, se han convertido en sindicalistas de sus propios hijos. Para Freud existía un vínculo espiritual entre padres y docentes.
Hoy, este vínculo se ha deshecho. Cuando un profesor asume la responsabilidad de suspender a un alumno o iniciar un procedimiento disciplinario, las familias lo miran con sospecha. Se preguntan: ¿No estará abusando de su posición de poder? ¿No estará infravalorando la calidad de nuestro hijo?
P. ¿Qué opina de la huelga contra los deberes que han promovido en España varias asociaciones de padres?
R. Es el signo de esa ruptura: reivindicar la libertad de los hijos significa negar la función educativa de la escuela. Es un viento anti-institucional que atraviesa nuestro tiempo. Descalificar la escuela es descalificar la dimensión colectiva de la vida. El niño es el rey de la familia; todo debe ser sometido a sus exigencias. Es una metamorfosis antropológica; ya no es el hijo el que tiene que hacer cuentas con la realidad, sino que es la realidad la que tiene que plasmarse según el capricho del hijo.
P. ¿Cómo puede el profesor, cuando está sistemáticamente cuestionado, incentivar las ganas de aprender de sus estudiantes?
R. Hay una profunda soledad del profesor. Ya no son los estudiantes los que esperan en fila a ser triturados por el sistema, como contaba The Wall de Pink Floyd. ¡Ahora son los profesores los que son consumidos por el dispositivo escolástico! La única forma de resistir es no perder el deseo por lo que se enseña. Y hacer equipo con otros profesores, para sentirse menos solo.
P. ¿Ayudaría para darles más reconocimiento que la nueva norma contemplara incentivos económicos para los mejores maestros?
R. En Italia la humillación económica y social de los profesores ha llegado al límite en el ventenio berlusconiano. El ministro de Economía ha dicho que la cultura no se come. Un país que no tiene sentido del futuro, que no piensa a largo plazo, no invierte en su escuela ni en sus profesores. Invertir en la escuela es invertir en el futuro.
P. En su libro dice que los estudiantes de hoy quieren ser autónomos, pero la «crisis estructural del sistema capitalista» les provoca «una dependencia sintomática». Antes era más fácil porque, si estudiaban y se esforzaban, era muy probable que prosperaran en la vida. Ahora esa premisa ya no sirve.
R. La cultura es la única vacuna que puede salvar la vida de nuestros hijos frente al riesgo de la disipación y la violencia. Lo decía Pasolini al inicio de los 70: es el vacío de cultura el que genera el deseo de la muerte. La droga, el alcohol, la violencia, la dependencia de internet, el aislamiento, la anorexia… son manifestaciones de este vacío. Ésta debería ser la primera función preventiva de la escuela: donde hay cultura hay deseo de vida y no de muerte.
P. ¿Hay aprendizaje sin esfuerzo?
R. No. El aprendizaje no es Twitter. Exige el largo tiempo del pensamiento. En el estudio se necesita constancia, dedicación, empeño. Y, sin embargo, la belleza del estudio consiste en la experiencia de la constante apertura a nuevos mundos. Se da una emoción en el aprender. El buen profesor no considera al alumno como una cabeza vacía que hay que llenar, sino como un fuego que hay que encender.
P. ¿Cuál es el sentido de la verdad en un mundo en el que un hombre que miente llega a presidente de EEUU?
R. La línea Berlusconi-Trump es sintomática de la declinación perversa del poder en la edad hipermoderna. En la perversión ya no hay ideales, razones, impulso colectivo, valores… La única forma posible de la ley es la ausencia de la ley.
Trump puede mentir sin pudor porque, al no tener ninguna relación con la realidad, no tiene sentido de culpa frente a sus propias mentiras.
P. Explica en su libro que la crisis de la escuela ha coincidido con la crisis de la palabra.
R. Hoy todo el mundo habla demasiado. Pero pocos asumen las consecuencias de sus palabras. La palabra circula vaciada de su significado. La cultura restituye dignidad a la palabra, custodia su secreto y su fuerza.
P. ¿Qué consecuencia va a tener la pérdida de las Humanidades en la escuela?
R. Uno de los síntomas más evidentes de la escuela contemporánea es que ha subordinado la propia lengua y sus raíces humanísticas al lenguaje economicista empresarial. El mito de la producción y del rendimiento proyecta su sombra sobre nuestra escuela. ¿No debería ser precisamente la escuela la que permita un tiempo improductivo que sea fecundo? ¿No es el colegio el lugar donde se puede dedicar toda una tarde a estudiar y leer juntos una poesía, donde el tiempo se emancipe de la pesadilla de la productividad?
P. ¿Para qué sirve aprender de memoria?
R. Yo pensaba, cuando era joven e indisciplinado, que no servía para nada. En cambio, Daniel Pennac subraya un aspecto de la memorización que yo había descuidado. Se trata de sumergir a nuestros hijos en el gran río del lenguaje. Es una experiencia de recuperación de nuestra procedencia. Por eso siempre escucho, con una mezcla de envidia y admiración, a amigos que en nuestras fiestas recitan poesías que aprendieron de memoria siendo niños…
P. ¿Qué explicación psicoanalítica encuentra en el hecho de que usted, al igual que Pennac, fuera un mal estudiante y, en cambio, se haya convertido con los años en un ferviente defensor de la importancia de la escuela?
R. Generalmente, los psicoanalistas se ocupan de causas perdidas porque lo han sido ellos previamente. Saben, por lo tanto, bastante bien qué significa ser una causa perdida. Sólo por este motivo pueden ayudar a las personas que se han perdido a volver a empezar. Gran parte de nuestra vida está determinada por los encuentros que tenemos. Yo he tenido algunos malos encuentros al inicio de mi vida. Pero también buenos encuentros. Aquellos que han sabido dejar huella realmente. ¿No es acaso éste el significado más precioso de enseñar, dejar huella en quien aprende?
Este contenido ha sido publicado originalmente por El Mundo (España) en la siguiente dirección: elmundo.es
El doctor Ferreiro dejó en claro que lo más importante de todo es el hombre: “no es el factor más importante sino que es El Factor” y que cada persona es única, pues luego de ser creada “se rompe el molde”.
El Dr. Pablo Ferreiro expuso el Seminario “Impronta del trabajo docente en el desarrollo de la cultura corporativa de la Universidad de Piura” en Campus Piura y Lima.
Pablo Ferreiro de Babot, profesor del PAD Escuela de Dirección, fue uno de los ponentes en el seminario “Impronta del trabajo docente en el desarrollo de la cultura corporativa de la Universidad de Piura”, dictado a los profesores de la UDEP, en sus campus de Piura y Lima. La actividad se realizó en el marco del Programa de Formación Permanente de Profesores. En el seminario expuso también el doctor Jaime Arancibia Mattar, profesor de la Universidad de los Andes-Chile. Vea la nota sobre esta exposición, aquí.
En su exposición, Ferreiro dijo que los estudiantes son la razón de ser de los profesores, por lo que hay que servirlos, con respeto y con calidad de tiempo. Explicó que, precisamente, el servicio es el principal fin de hombre: “ha nacido para servir y si lo hace, será feliz. Entonces, su tarea docente la cumplirá en la medida en la que también enseñe a sus alumnos a hacerlo”.
Indicó que durante la secundaria se debe enseñar a pensar y en la Universidad, a servir, “pues cada persona será más o menos feliz en la medida en la que sirva más o menos a los demás… Y, para servir, hace falta tener un máster en paciencia y un doctorado en constancia”, sostuvo.
¿Cómo sirve un docente?
El experto señaló que una persona sirve a través de sus características inherentes: amor, conocimiento, libertad personal y coexistencia. Explicó que se puede medir cuánto sirve una persona de acuerdo a cuánto amor y tiempo ha dado en su vida, cuánto conocimiento ha trasmitido y cuánto ha ayudado a otros a conocer. Asimismo, por cómo y cuánto ha enseñado a sus estudiantes a usar su libertad y a cuántos se ha dado, se ha integrado.
‘La clave para ser un buen coach de profesores y alumnos’ fue uno de los temas abordardados por el Dr. Pablo Ferreiro
Utilizando como referencia, su libro, “El Octógono: un diagnóstico completo de la organización empresarial”, explicó, a través de tres niveles de análisis, dónde se ubica la misión de la Universidad y del profesor universitario. Así, luego de pasar por el primer nivel (de lo material); el segundo (donde está lo inmaterial, lo individual y la atractividad), señaló que es en el tercer nivel donde se da la unidad a través del cumplimiento de la misión interna, externa y de la práctica de valores.
Ferreiro señaló que aunque el término ‘valores’ está desprestigiado hoy en día, al igual que ‘liderazgo’, la tarea del docente es hacer que sus estudiantes descubran los llamados “trascendentes del ser: belleza, bondad, verdad, bien, unidad, existencia; pero, recordó, la Universidad busca primero la verdad del hombre, que se desarrolla en la gente.
El coaching
El Dr. Ferreiro también se refirió a la tarea de asesoramiento que realizan los profesores de la Universidad de Piura o coaching. Los animó a ver este como una clase particular, en la que se puede tratar a los alumnos de uno a uno y en la que cada estudiante avanza a su ritmo. A través de esta tarea debe enseñarles a desarrollar virtudes y los valores trascendentales. El objetivo, dijo, debe ser el desarrollo de los asesorados, respetando su libertad y ‘sin jugar al escondite’ con ellos: “el profesor debe estar para los alumnos y no pedirles que ellos ‘lo busquen’”, aseveró.
El coaching es un arte, precisó. En él debe existir el secreto profesional para cautelar lo que el estudiante comparta en las sesiones de asesoramiento. Ferreiro retó a los profesores de la UDEP a poner exámenes que los diviertan, al momento de corregirlos; y, sobre todo, a desarrollar la confianza, comprometiéndose con sus estudiantes y haciendo que ellos se comprometan con él. Indicó que esto no significa que no deban ser exigentes, pero “exijan con cariño, como lo haría con sus hijos”.
Asimismo, Pablo Ferreiro resaltó la importancia de que los profesores ayuden a sus alumnos a desarrollar como ciudadanos de modo que les interese el país, y la misión del Perú en el mundo. Para ello, dijo, los jóvenes deben haber descubrir cuál es su papel en la sociedad, en el país. Deben enseñarles a pensar, a actuar con ética, a desarrollar competencias y a trabajar en equipo, expresó. Como resumen señaló: “el asesoramiento es más importante que una clase. Por ello, hay que tener la capacidad para tratar a los alumnos como a los hijos, de uno en uno”. Además, enfatizó que las clases deben ser divertidas para el estudiante y para el profesor. “Si no te diviertes dando clase, dedícate a otra cosa”, puntualizó.
Emilia Ferreiro, la educadora que revolucionó la lectoescritura, asegura que si los docentes no leen son incapaces de transmitir placer por la lectura. Dice que todos los chicos pueden aprender si los maestros se lo proponen.
Para la investigadora, la escuela es muy resistente a los cambios porque siguen instaladas viejas ideas.
Entrevista por Mariana Otero
Emilia Ferreiro casi no necesita presentación. Para el mundo de la educación es un referente indiscutible, que revolucionó la enseñanza de la lectoescritura y que realizó numerosos aportes a la alfabetización en el mundo.
Es argentina, pero está radicada en México desde hace más de dos décadas. Su tesis de doctorado fue dirigida por Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. Hace años que recorre América y Europa dando conferencias y capacitaciones a docentes; es autora de innumerables artículos científicos y libros y fue reconocida varias veces como doctora honoris causa por diversas universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba (1999).
La investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México estuvo en Córdoba invitada por la Facultad de Psicología de la UNC. En diálogo con La Voz del Interior , aseguró que el docente no puede seguir haciendo tareas burocráticas, que debe profesionalizarse, que todos los chicos pueden aprender si tienen un maestro que crea que pueden lograrlo y que la escuela se resiste a los cambios que no genera ella misma. A continuación, un extracto de una larga charla.
–¿Qué puede hacer la escuela para evitar el fracaso escolar?
–El fracaso escolar tiene varias caras (…) Voy a hablar de los aprendizajes vinculados con la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los primeros años de la primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso en casos donde no hay percepción de fracaso puede haber fracaso con respecto a lo que significa alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse alfabetizado si está en situación de comprender mensajes simples, saber firmar o leer libros con léxico y sintaxis simplificada. Desde finales del siglo XX estamos asistiendo a una revolución en la que la digitalización de la información es parte de la vida cotidiana y la escuela ni se ha dado cuenta. Entonces sigue preparando para leer un conjunto limitadísimo de textos, sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón. Trabajar con la diversidad de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a circular a través de los múltiples tipos de textos y de soportes textuales del mundo contemporáneo es indispensable.
–¿Se puede decir que la escuela sigue siendo demasiado conservadora para niños de la era tecnológica?
–El sistema escolar es de evolución muy lenta. Históricamente ha sido muy poco permeable a cambios que la afectaban. Dos ejemplos: cuando apareció la birome, la primera reacción del sistema educativo fue “eso no va a entrar acá porque arruina la letra”, y la escuela le hizo la guerra a ese instrumento: una guerra perdida de antemano (…) Lo mismo hizo cuando aparecieron las calculadoras de bolsillo y dijeron “eso va a arruinar el cálculo escolar y no van a entrar”. Y entraron con muchas dificultades, hasta que en algunos lugares descubrieron que podía hacerse un uso inteligente de la máquina de calcular. En ese contexto hay que ubicarse. La institución escolar siempre ha sido muy resistente a las novedades que no fueron generadas por ella.
–Ahora se resiste a la computadora.
–Es una tecnología de escritura y tiene ventajas innegables para la enseñanza. La primera reacción es de desconfianza. El primer acto reflejo es que si nos traen una, la ponemos con llave.
–¿Se puede alfabetizar igual en diferentes contextos sociales y culturales y con recursos distintos?
–Hay cosas que van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas. Algo que les digo siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el primer día? Lea en voz alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no es una experiencia de todos los chicos antes de entrar a la escuela y es crucial para entender ese mundo insólito que tiene que ver con que hay estas patitas de araña (muestra las letras) en una hoja y que suscitan lengua.
–Es otra forma de enseñar a leer y escribir…
–Más que empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y escribir, primero hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para qué sirve. El maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que ya posee la escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros y lectores a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la menor idea del misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que empieza a enseñar, necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir saber leer y escribir. Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay que darle al inicio.
–¿El docente es consciente de que esta es una buena manera de enseñar a leer y escribir? Hay investigaciones que dicen que los maestros no leen.
–Ese es uno de los dramas del asunto porque se habla mucho del placer de la lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo hacer para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda transmitir un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se interesó. En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las capas menos favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración a ser maestro. Y en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto prestigio social a una con relativo bajo prestigio social.
–¿Cuánto influye eso en la alfabetización de los niños?
–Mucho, porque si alguien está haciendo lo que hace porque no pudo hacer más, se va a sentir frustrado; y la frustración profesional no ayuda al ejercicio profesional.
Una escuela vieja. –¿Se avanzó en el modo de alfabetizar?
–Hay una visión muy instrumentalista que piensa lo mismo desde hace tantas décadas que da hasta lástima decirlo. Dice: “Primero vas a aprender la mecánica de las correspondencias grafofónicas y para eso mejor que ni pienses porque es un ejercicio mecánico de asociación de correspondencias. Después vas a aprender de corrido, y después vas a entender lo que estás leyendo y después, quizá, te venga esa cosa desde algún milagro llamada placer por la lectura”. En realidad, el placer por la lectura entre los chicos que tienen lectores a su alrededor es lo primero que se instala (…) Es lo primero, no lo último.
–Esta tendencia del placer antes que lo instrumental no está en práctica; seguimos con las viejas teorías. ¿Cómo se revierte eso?
–No es fácil. Lo que no consigo es que me den la lógica de la visión opuesta. Por ese lado hice investigaciones que revelan que los chicos piensan sobre la escritura antes y que lo que piensan es relevante y que es bueno tenerlo en cuenta.
–¿Sigue en vigencia esa idea de que el maestro es la autoridad que les enseña a niñitos que no saben nada?
–Siguen instaladas viejas ideas que son parte de la lentitud del sistema para reaccionar. A veces con el razonamiento de que si siempre se hizo así para qué cambiar (…) Una de las tendencias es regalarle el fracaso a la familia o al niño y no asumir la responsabilidad de que todos los chicos pueden aprender y deben aprender. Andan buscando desde antes que empiece el año escolar quiénes van a repetir o quiénes son los disléxicos o los que tienen alguna patología por la cual la cosa no va a andar. Y realmente todo cambia muy fuerte cuando el maestro dice “aquí no va a haber repetidores” y cuando asume desde el inicio que “aquí van a aprender todos”. Eso exige un involucramiento fuerte del maestro con el aprendizaje; ahí entramos en otra vertiente, en la que el oficio del maestro se ha ido burocratizando cada vez más y desprofesionalizando al mismo tiempo. Recibe instrucciones y las ejecuta: esa es la definición de un burócrata. En tanto, el profesional es el que sabe lo que está haciendo, por qué lo está haciendo y tiene una racionalidad y una especificidad que puede defender profesionalmente.
–¿Cómo se hace para sacar adelante a niños que concurren a escuelas donde hay un libro cada 40 alumnos, sin biblioteca ni computadora y el docente, además, atiende situaciones familiares, psicológicas?
–Enseñar a leer y escribir bajo los bombardeos es difícil. Cuando un maestro está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante algo que da esperanza… El maestro tiene que decir “aprender es posible”, como el médico decir “la salud es posible”.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Canal Cultura en el siguiente dirección: canalcultura.org
Esta derrota de Trump a manos de la prensa es muy importante y, en estos momentos, va mucho más allá de la dimisión de un alto cargo. La batalla del presidente contra los medios de comunicación que no le llevan la corriente es feroz. Es llamativo que, solo un día después de tomar posesión, Trump se significara con un «estoy en guerra con los medios. Los periodistas son los seres más deshonestos de la Tierra». Su mano derecha, el periodista Steve Bannon, dijo entonces a un colega de The New York Times que le entrevistaba: «Quiero que escriba esta cita textual: los medios de comunicación son el partido de la oposición».
Los intentos de desprestigiar a los grandes grupos tradicionales como el Post, el Times o la CNN han sido constantes en este inicio de mandato. Cuando el secretario de Prensa, Sean Spicer, afirmó que la asistencia a la ceremonia de inauguración había sido «la mayor de la historia», los medios preguntaron por qué había dicho esa falsedad y, desde el equipo de Trump, se respondió que no mentía, sino que proporcionaba «hechos alternativos» para analizar la realidad. Es la mejor descripción de lo que se ha denominado posverdad.
La respuesta de los grandes periódicos tradicionales –los legacy media– ante estos intentos de desestabilización de la nueva Administración no puede ser otra que la búsqueda de la verdad. Es cierto que el fenómeno Trump ha devuelto a los estadounidenses el interés por los medios que podemos considerar más serios, que han visto cómo crecía su audiencia en estos meses –el Post aumentó un 75% sus suscripciones el año pasado–. Y la prensa está respondiendo a los ciudadanos. Algunos diarios han establecido unas normas concretas para lidiar con un Gobierno tan atípico como el de Trump, capaz de encarar una crisis diplomática con Corea del Norte en plena cena privada con el primer ministro japonés. Hay medios que han incrementado los periodistas que informarán de la Casa Blanca, y otros han preparado equipos de investigación específicos para que sus lectores puedan enfrentarse con conocimiento de causa a los «hechos alternativos» que les van a presentar Trump y sus colaboradores.
Lo explicaba también Baron durante su estancia en España: «Los medios de comunicación no estamos en guerra con el presidente de Estados Unidos. Simplemente, intentaremos verificar sus palabras y contar la verdad, sin interferencias de ningún tipo». Es el mejor servicio que la prensa puede hacer en estos momentos a la sociedad estadounidense para preservar las libertades.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLa revisión de dispositivos electrónicos ocurre una vez que un extranjero pasa por el control de pasaportes y visas.
«Desbloquea tu teléfono».
Esa es la petición que los agentes de inmigración sí pueden hacer cuando un extranjero llega a Estados Unidos.
No se trata de una nueva regulación introducida por Donald Trump, pues desde 2009 el gobierno de Barack Obama implementó la política que aplican los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
De hecho, pueden retener un dispositivo electrónico —ya sea un celular, una tableta, una laptop u otro medio de almacenamiento de información— durante varios días y hacer copias de información.
El periodista de la BBC Ali Hamedani, quien nació en Irán pero tiene pasaporte británico, así lo vivió en persona hace unos días.
«Mantenerlo desbloqueado»
Trump había firmado una orden ejecutiva que prohibía temporalmente la entrada de personas de siete países musulmanes y suspendía la recepción de refugiados, (medida que actualmente está suspendida).
Hamedani llegó al aeropuerto O’Hare de Chicago, en el norte de EE.UU., y tras la revisión de su pasaporte y visa fue llevado a una sala de espera.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLas normas de revisión aplican a todos los extranjeros y pueden ocurrir en cualquier punto de control de las autoridades aduanales.
«El momento más difícil fue cuando el sujeto (del CBP) me pidió la contraseña de mi teléfono«, relata Hamedani.
Aunque el periodista advirtió que tenía información privada sobre su trabajo como reportero, los agentes insistieron en que debía desbloquear su móvil.
Accedió a hacerlo y fue cuando los agentes lo tomaron e «intentaron mantenerlo desbloqueado lo más posible para poder buscar en él».
«Vi a uno buscar en mi cuenta de Twitter. Estaba tratando de encontrar algún punto de vista político, si apoyaba a alguien, si tenía alguna idea extremista o no», dice Hamedani.
Lo cuestionaron si había tenido entrenamiento militar en alguna base de Irán, cuándo fue la última vez que estuvo en ese país, por qué tenía pasaporte británico y no iraní.
«No fue agradable para nada», dice el periodista que compara esta experiencia a una ocasión en que fue arrestado en Irán por su trabajo periodístico.
«Me sentí igual esta vez».
Derechos de autor de la imagenALI HAMEDANIImage captionAli Hamedani se encontró con una multitud de manifestantes que estaban dando la bienvenida a los musulmanes en el aeropuerto Chicago O’Hare.
¿Qué pueden pedir?
El nuevo director del Departamento de Seguridad Interior, John Kelly, dijo que están considerando un cambio a la política de aduanas que se aplica a los extranjeros.
«Queremos tener acceso a sus redes sociales, contraseñas. ¿Qué hacen en ellas, qué dicen?», dijo el funcionario al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
«Si no quieren cooperar, entonces no entran«, remató Kelly.
Sin embargo, mientras no se apliquen estos cambios, hasta ahora ningún agente del CBP puede solicitar las claves de acceso a dispositivos o cuentas de redes sociales.
«No pedimos contraseñas. Solo podemos solicitar una inspección de su dispositivo, lo que aplica a todos los viajeros», dijo a BBC Mundo un portavoz del CBP.
Los agentes piden al propietario del dispositivo que lo desbloquee, ellos no pueden solicitar el código para hacerlo por su cuenta.
En el caso de redes sociales, existe un formato de respuesta voluntaria que es aplicado a los ciudadanos de 38 países a los que EE.UU. no les solicita visa de entrada.
La disposición es aplicada desde diciembre y pide marcar su «presencia» en una lista de redes sociales.
«Ninguna de estas políticas está relacionada con las reciente orden ejecutiva (de Trump) suspendida por los tribunales», dijo el portavoz del CBP.
Retener un dispositivo
La revisión aplica para celulares, tabletas, computadoras, cámaras y «cualquier otro tipo de dispositivo electrónico», según los procedimientos del CBP.
«Mantener a los estadounidenses seguros y hacer cumplir las leyes del país en un mundo cada vez más digital depende de nuestra capacidad de examinar legalmente todos los materiales», dijo el portavoz.
Para una «búsqueda en profundidad», los agentes tienen el derecho de hacer copias de la información contenida en los dispositivos, y retenerlos durante el tiempo que sea necesario (no hay límite de días).
La norma dice que los viajeros tienen derecho a que sean inspeccionados fuera de la vista del público, almacenados bajo alta seguridad, y la información destruida cuando no haya sido detectada actividad ilegal.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption Cualquier posesión de un viajero está sujeta a inspección de los agentes del CBP, tanto en el equipaje documentado como en el de mano.
De acuerdo con un reporte del diario The New York Times, los datos disponibles muestran que en 2015 fueron inspeccionados 4.444 celulares y 320 dispositivos electrónicos.
Un dispositivo por persona representaría 0,0012% de las 383 millones de personas que entraron a EE.UU. durante ese año.
El derecho a no hacerlo
Sobre la privacidad, la Fundación para las Fronteras Electrónicas (EFF) documentó al menos dos casos judiciales (EE.UU. vs. Cotterman, 2013; y Riley vs. California, 2014) en los que se impugnó que los agentes tengan acceso a una cantidad infinita de información a través de un dispositivo conectado a redes en internet.
Pero la ley de EE.UU. dice que los agentes de inmigración «tendrán el poder para realizar una búsqueda, sin orden judicial, de la persona, y de los efectos personales en posesión de cualquier persona que busque admisión a Estados Unidos».
Para la EEF, «lamentablemente la ley está desactualizada» en cuanto a la falta de restricciones para los agentes de inmigración y lo que pueden obtener de un dispositivo móvil.
La pregunta es si lo mejor es acceder a la petición de desbloquear un móvil o decidir no hacerlo.
Derechos de autor de la imagenEPAImage captionLos agentes del CBP puden mantener a una persona en retención hasta que estén satisfechas sus revisiones, lo que puede tomar varias horas.
Un caso similar al del periodista Ali Hamedani es el del científico Sidd Bikkannavar, quien fue retenido por los agentes en un aeropuerto de Houston a finales de enero.
A Bikkannavar, estadounidense, le pidieron que desbloqueara su celular. En principio se negó debido a que era un propiedad de la agencia espacial estadounidense NASA y contenía información sensible.
Accedió luego de que el agente del CBP fue muy insistente en que tenía la autoridad de pedírselo, según relata Bikkannavar.
«Los funcionarios del CBP tomaron mi teléfono y no me lo devolvieron hasta que les di mi contraseña de acceso para que hicieran una copia de la información», dijo el científico al portal The Verge.
Protestas en EE.UU. contra prohibición de entrada de refugiados
Tanto Hamedani, como extranjero, y Bikkannavar, como estadounidense, accedieron a la petición de abrir sus teléfonos, pero también tenían el derecho de no hacerlo o pedir un abogado.
El CBP explica que la solicitud de abrirlo es voluntaria, pero si tienen una «sospecha» de que la persona está ocultando información, entonces procederán a retenerlo.
Sobre qué es mejor hacer en estos casos, la abogada Sophia Cope, del EEF, dice que es una decisión individual: «Las personas tiene que averiguar cuál es su tolerancia al riesgo, y qué quieren lograr».
Mientras en distintas ciudades del mundo ha habido protestas contra Israel por sus ataques militares en la Franja de Gaza, en Estados Unidos, Europa y Asia, muchos gobiernos han sido reacios a cuestionar la estrategia militar israelí.
Desde que hace ya tres semanas comenzaron los ataques aéreos en Gaza, más de 1.300 palestinos han muerto, el 75% víctimas civiles, según datos de la Organización de Naciones Unidas. Las víctimas israelíes ascienden a 55, casi todos militares.
Pero este miércoles, ante el bombardeo de una escuela de la ONU en el campo de refugiados de Jabaliy en Gaza, que causó la muerte a 15 personas, la organización internacional y Estados Unidos, tuvieron duras críticas para con los israelíes. Aunque en el caso estadounidense, el lamento por la acción no llegó a responsabilizar expresamente al lado de Israel.
En días pasados Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos, mientras pedían un cese el fuego, han rechazado la pérdida de vidas, aunque en sus muy cuidados comunicados dejan claro que reconocen el derecho de Israel a «defenderse».
Cuando el Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó el pasado miércoles abrir una investigación para determinar si Israel ha cometido crímenes de guerra en Gaza, el resultado fue de 29 a 1, el voto de Estados Unidos. Pero los países europeos presentes tampoco votaron a favor. Francia, Alemania y Reino Unido, entre otros, se abstuvieron.
«Rodeado de enemigos»
Derechos de autor de la imagenAFP
Una de las explicaciones de esta cautela frente a las acciones de Israel es la responsabilidad histórica que Occidente tiene con ese país.
La creación misma del Estado de Israel, tras el Holocausto judío, está muy anclada en el deseo de las potencias –como Estados Unidos y Reino Unido- de que se pudiera crear un territorio propio para los judíos.
Washington reconoció al Estado de Israel el mismo día en que David Ben Gurión lo proclamó, en 1948, y con el paso del tiempo ha convertido a ese país –considerado como la única democracia de Medio Oriente- en su aliado más confiable en la región. La Casa Blanca no ha dudado, además, en defenderlo en escenarios internacionales cuando ha sido necesario.
«Estados Unidos, en diferentes gobiernos, siempre ha sentido la necesidad de defender a Israel de ataques globales, particularmente en Naciones Unidas, donde hay un amplio número de países de África, Asia y América Latina que están dispuestos a unirse para criticar a Israel», dice a BBC Mundo Edward Gnehm, exembajador de Estados Unidos en Jordania y ahora profesor de la Universidad George Washington, en la capital estadounidense.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLa operación israelí ha generado rechazo entre algunos grupos. Esta protesta ocurrió en el norte de Francia.
La relación actual entre los dos países está basada en más de US$3.000 millones de ayuda financiera militar que Washington le entrega al año a su aliado. Según el Servicio de Investigaciones del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés), Israel es el principal receptor de ayuda extranjera de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, con una asistencia bilateral acumulada de US$121.000 millones.
Además, el gobierno de este país sabe que una parte importante de la población simpatiza con Israel. Una encuesta de esta semana, realizada por el Centro de Investigación Pew, reveló que el 40% de los estadounidenses considera que Hamas es el culpable de la violencia actual en Gaza, mientras el 19% cree que es Israel.
Además, el 25% opina que Israel se ha excedido en su respuesta al conflicto, mientras el 35% asegura que ha sido adecuada.
Por otro lado, la historia de Israel y los múltiples conflictos que ha tenido desde su creación han jugado un rol en la forma cómo el país es visto por algunos miembros de la comunidad internacional.
Gnehm le dice a BBC Mundo que si bien las amenazas y las capacidades militares de Israel han cambiado con el tiempo, «todavía permanece la percepción internacional de este pequeño estado rodeado de enemigos».
Esto puede explicar, en parte, el argumento reiterado por Estados Unidos y algunos gobernantes europeos de que Israel tiene el derecho a defenderse de las provocaciones externas, aunque con un sentido de proporción. Para algunos observadores, esta proporcionalidad no está ocurriendo en el terreno.
Derechos de autor de la imagenAPImage caption53 miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel han muerto, así como dos civiles israelíes.
Europa
En Europa, la postura de los países no es homogénea ni responde a los mismos condicionantes.
«Una de las razones más importante es el sentimiento de culpabilidad hacia la comunidad judía», explica Mariano Aguirre, director del Centro Noruego de Construcción de la Paz. Aguirre se refiere al Holocausto y las persecuciones sufridas por los judíos durante siglos.
«La comunidad judía lo recuerda constantemente a través del Estado judío y de los grupos de presión», dice Aguirre.
En este sentido, es clave la postura de Alemania, muy sensible en sus relaciones con Israel y atenta a cualquier surgimiento de estereotipos antisemitas.
Según Michael Brenner, director del Centro de Estudios de Israel en American University, en Washington, en algunas manifestaciones recientes los participantes no han distinguido entre Israel y los judíos.
«Cualquier crítica a Israel es permitida, pero (el gobierno) será más severo con los efectos antisemitas de estas manifestaciones», dice a BBC Mundo Brenner. El gobierno de Alemania emitió la semana pasada un comunicado en el que criticó «en los términos más fuertes posibles» que se presentara una retórica antisemita en protestas propalestinas y antiisraelíes.
Esta no es la única razón de raíces historicas que influye en la postura de los países europeos. La historia colonial también juega un papel muy importante, según Aguirre. «El colonialismo francés y británico creó el germen de la situación actual», afirma el experto.
Derechos de autor de la imagenAPImage captionLa postura del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, influye en la Unión Europea.
Estos países están «atrapados en su propio discurso», en la medida en que las decisiones que ambos tomaron desde principios del siglo XX han creado una «inercia diplomática» que ahora no van a revisar.
Diplomacia
Otro factor muy importante para los países europeos es el apoyo que, como se ha dicho con anterioridad, Estados Unidos profesa a Israel. «Si critican a Israel, los países saben que están poniendo en duda la postura de Estados Unidos», dice Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa en el Real Instituto Elcano.
Los gobiernos europeos, atentos para no enfadar al amigo estadounidense, no criticarán la desproporcionalidad de los ataques si no lo hace antes el gobierno de Estados Unidos, según Arteaga.
Al mismo tiempo, dice el investigador, la opinión pública tiende a vincular el sentimiento con respecto a Estados Unidos e Israel. «El sentimiento antiamericano y las críticas a Israel suelen ir de la mano», dice Arteaga a BBC Mundo.
Hay un factor coyuntural que también complica que las potencias se posicionen con más rotundidad. «La Unión Europea ya tiene muchos problemas para articular sanciones contra Rusia por el conflicto con Ucrania, como para abrir otro frente», explica el investigador del Instituto Elcano.
Derechos de autor de la imagenEPAImage captionEl Consejo de Seguridad de la ONU pidió un cese el fuego humanitario.
El resultado de todos estos factores, según Aguirre, es que Israel siente que goza de «impunidad». «Hace tiempo que Estados Unidos y Europa, líderes en este conflicto, han aceptado implícitamente que Israel tiene impunidad», afirma el investigador.
«Por eso puede violar sistemáticamente el derecho internacional, el derecho humanitario y los acuerdos de los que forma parte sin ser condenado», concluye.
Israel ha violado 32 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU desde 1968, según un estudio de Steven Zunes, de la Universidad de San Francisco, que publicó el diario israelí Haaretz.
Hamás
«La política occidental está clara», afirma Nadim Shehadi, investigador asociado sobre Oriente Medio en Chatham House, un centro de estudios basado en Londres. «Estados Unidos y Europa consideran que Hamas es una organización terrorista», dice Shehadi, «y que Israel tiene derecho a defenderse».
Si del conflicto actual se obtuviese una solución, esto reforzaría a Hamas frente a la Organización de Liberación Palestina (OLP), que es quien ha representado la causa palestina históricamente en las negociaciones. «Hamas se declararía victorioso», dice Shehadi, algo que en su opinión Estados Unidos y Europa quieren evitar por todos los medios.
Aguirre abunda en esta idea. Según el experto, Estados Unidos y Europa se han quedado sin una «respuesta política» tras el fracaso de las negociaciones para los dos Estados dirigidas por el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry. «Una vez fracasado, se han quedado sin marco de referencia y sin modelos de negociación que ofrecer».
Los esfuerzos por buscar la paz entre israelíes y palestinos parecen haber recibido un nuevo aire con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Durante la campaña electoral, el nuevo presidente estadounidense había anunciado su intención de impulsar el proceso de paz y este miércoles, tras reunirse con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lo volvió a ratificar.
«Estados Unidos va a impulsar la paz un acuerdo de paz realmente grande. Trabajaremos en él de forma muy diligente, aunque son las partes las que deberán negociar directamente ese acuerdo», dijo Trump, quien advirtió que tanto israelíes como palestinos deberán estar dispuestos a hacer concesiones.
Apartándose de la que ha sido la política de Estados Unidos durante décadas, Trump se distanció de la llamada «solución de dos Estados» (uno palestino y otro israelí) y señaló que estaba abierto a cualquier solución que acordaran las partes.
BBC Mundo repasa las preguntas básicas necesarias para comprender este viejo enfrentamiento que genera tanta polarización.
1. ¿Cómo empezó el conflicto?
Alentado por el antisemitismo que sufrían los judíos en Europa, a comienzos del siglo XX tomó fuerza el movimiento sionista, que buscaba establecer un Estado para los judíos.
Por aquellos años, la región de Palestina, considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía al Imperio Otomano.
Derechos de autor de la imagenOTHERImage captionEste es el capítulo más reciente de un conflcito largo y complejo.
Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a generar resistencia entre los árabes y otras comunidades musulmanas que eran mayoría en la región.
Y esas tensiones continuaron luego de la desintegración del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, cuando Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para administrar el territorio de Palestina.
Antes y durante la guerra, los británicos habían hecho diversas promesas a los árabes y a los judíos que luego no cumplieron, entre otros motivos porque ya se habían dividido el Medio Oriente con Francia.
Y las disputas entre nacionalistas árabes y sionistas se tradujeron en enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes.
Derechos de autor de la imagenHULTON ARCHIVEImage captionA la caída del Imperio otomano, Reino Unido se encargó de administrar el territorio de Palestina.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, y tras el Holocausto, la presión por establecer un Estado judío aumentó.
Y se decidió la partición entre judíos y palestinos del territorio hasta entonces controlado por la potencia europea, con el consiguiente nacimiento de Israel, el 14 de mayo de 1948.
Al día siguiente, sin embargo, Israel, Egipto, Jordania, Siria e Irak invadieron el territorio, dando pie a la primera guerra árabe-israelí, también conocida por los judíos como guerra de la independencia o de la liberación.
Y, tras el conflicto, el territorio inicialmente previsto por Naciones Unidas para un Estado árabe se redujo a la mitad.
Para los palestinos, comenzó la Nakba, la llamada «destrucción» o «catástrofe», el inicio de la tragedia nacional: 750.000 palestinos huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías.
Pero el de 1948 no sería el último enfrentamiento entre árabes y judíos.
Derechos de autor de la imagenBBC WORLD SERVICEImage captionEl último gran enfrentamiento armado fue la guerra de Gaza del verano de 2014, en el que murieron más de 2.000 personas, en su mayoría palestinos.
En 1956, una crisis por el Canal de Suez enfrentó al Estado de Israel con Egipto, aunque el conflicto no se definió en el terreno de combate sino por la presión internacional sobre Israel, Francia e Inglaterra.
Pero los combates sí tuvieron la última palabra en 1967 en la Guerra de los Seis Días. Y lo que ocurrió entre el 5 el 10 de junio de ese año tuvo consecuencias profundas y duraderas a distintos niveles.
La victoria aplastante de Israel le permitió arrebatarle la Franja de Gaza y la península del Sinaí a Egipto, Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Medio millón de palestinos huyeron.
A ese conflicto le seguiría la guerra de Yom Kipur en 1973, que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel, y le permitió a El Cairo recuperar el Sinaí -entregado completamente por Israel en 1982- aunque no Gaza.
Seis años después, Egipto se convertiría en el primer país árabe en firmar la paz con Israel, un ejemplo solo seguido por Jordania.
La Franja de Gaza, devuelta paulatinamente a los palestinos a partir de 1994, sería escenario de nuevos enfrentamientos armados entre israelíes y palestinos en 2008, 2009, 2012 y 2014.
2. ¿Por qué se fundó Israel en Medio Oriente?
La tradición judía indica que la zona en la que se asienta Israel es la Tierra Prometida por Dios al primer patriarca, Abraham, y a sus descendientes.
La zona fue invadida en la Antigüedad por asirios, babilonios, persas, macedonios y romanos.
Y Roma fue el imperio que le puso a la región el nombre de Palestina y, siete décadas después de Cristo, expulsó a los judíos de su tierra tras combatir a los movimientos nacionalistas que perseguían la independencia.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionPara los judíos el regreso a la vieja Palestina fue un regreso a la Tierra Prometida.
Con el surgimiento del Islam, en el siglo VII después de Cristo, Palestina fue ocupada por los árabes y luego conquistada por las cruzadas europeas. Y en 1516 se estableció la dominación turca que duraría hasta la Primera Guerra Mundial, cuando se impuso el mandato británico.
El Comité Especial de Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés) aseguró en su informe a la Asamblea General del 3 de septiembre de 1947 que los motivos para que un Estado judío se estableciera en Medio Oriente se centraban en «argumentos basados en fuentes bíblicas e históricas», la Declaración de Balfour de 1917 en la que el gobierno británico se declara a favor de un «hogar nacional» para los judíos en Palestina y en el Mandato británico sobre Palestina.
Allí se reconoció la conexión histórica del pueblo judío con Palestina y las bases para reconstituir el Hogar Nacional Judío en dicha región.
Y tras el Holocausto nazi contra millones de judíos en Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial, creció la presión internacional para el reconocimiento de un Estado judío.
Al no poder resolver la polarización entre el nacionalismo árabe y el sionismo, el gobierno británico llevó el problema a la ONU.
El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General aprobó un plan para la partición de Palestina, que recomendaba la creación de un Estado árabe independiente y uno judío y un régimen especial para la ciudad de Jerusalén.
El plan fue aceptado por los israelíes pero no por los árabes, que lo veían como una pérdida de su territorio. Por eso nunca se implementó.
Derechos de autor de la imagenHULTON ARCHIVEImage captionEl Estado de Israel se constituyó oficialmente el 14 de mayo de 1948.
Pero un día antes de que expirara el Mandato británico de Palestina, el 14 de mayo de 1948, la Agencia Judía para Israel, representante de los judíos durante el Mandato, declaró la independencia del Estado de Israel.
Al día siguiente Israel solicitó ser miembro de Naciones Unidas, estatus que finalmente logró un año después. El 83% de los miembros actuales reconocen a Israel (160 de 192).
3. ¿Por qué hay dos territorios palestinos?
El Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés), en su informe a la Asamblea General en 1947, recomendó que el Estado árabe incluyera «Galilea Occidental, la región montañosa de Samaria y Judea, con la exclusión de la ciudad de Jerusalén, y la llanura costera de Isdud hasta la frontera egipcia».
Pero la división del territorio quedó definida por la Línea de Armisticio de 1949, establecida tras la creación de Israel y la primera guerra árabe-israelí.
Los dos territorios palestinos son Cisjordania (que incluye Jerusalén Oriental) y la Franja de Gaza, que se encuentran a unos 45 km de distancia. Tienen un área de 5.970 km2 y 365 km2, respectivamente.
Cisjordania se encuentra entre Jerusalén –reclamada como capital tanto por palestinos como por israelíes– y Jordania, mientras que Gaza es una franja de 41 km de largo y entre 6 y 12 km de ancho.
Gaza tiene una frontera de 51 km con Israel, 7 km con Egipto y 40 km de costa sobre el Mar Mediterráneo.
Actualmente la Franja está controlada por Hamas, el principal grupo islámico palestino que nunca ha reconocido los acuerdos firmados entre otras facciones palestinas e Israel.
Cisjordania, en cambio, está regida por la Autoridad Nacional Palestina, el gobierno palestino reconocido internacionalmente cuya principal facción, Fatah, no es islámica sino secular.
4. ¿Nunca firmaron la paz palestinos e israelíes?
Tras la creación del Estado de Israel y el desplazamiento de miles de personas que perdieron sus hogares, el movimiento nacionalista palestino comenzó a reagruparse en Cisjordania y Gaza, controlados respectivamente por Jordania y Egipto, y en los campos de refugiados creados en otros estados árabes.
Poco antes de la guerra de 1967, organizaciones palestinas como Fatah –liderada por Yasser Arafat– conformaron la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y lanzaron operaciones contra Israel, primero desde Jordania y luego desde Líbano.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLos Acuerdos de Oslo, firmados en 1993, fueron el primer tratado depaz entre Israel y los palestinos.
Estos ataques incluyeron también atentados contra objetivos israelíes en territorio europeo que no discriminaron entre aviones, embajadas o atletas.
Tras años de atentados palestinos y asesinatos selectivos de las fuerzas de seguridad israelíes, la OLP e Israel firmaron en 1993 los acuerdos de paz de Oslo, en los que la organización palestina renunció a «la violencia y el terrorismo» y reconoció el «derecho» de Israel «a existir en paz y seguridad», un reconocimiento que la organización islámica palestina Hamas nunca aceptó.
Y como resultado de los acuerdos firmados en la capital noruega fue creada la Autoridad Nacional Palestina, que representa a los palestinos ante los foros internacionales.
Su presidente es elegido por voto directo y él a su vez escoge un primer ministro y a los miembros de su gabinete. Sus autoridades civiles y de seguridad controlan áreas urbanas (Área A según Oslo), mientras que solo sus representantes civiles -y no de seguridad- controlan áreas rurales (Área B).
Pero a pesar de que Jerusalén es uno de los puntos más conflictivos entre ambas partes, Jerusalén Oriental, considerada la capital histórica por parte de los palestinos, no fue incluida en los acuerdos.
Image captionJerusalén siempre ha sido uno de los principales puntos de discordia. Y está detrás del actual brote de violencia.
Y el 30 de septiembre de 2015 el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, anunció ante la 70 Asamblea General de Naciones Unidas que su gobierno se desviculaba de los Acuerdos de Oslo en vista de los incumplimientos de Israel.
«Declaramos que no podemos seguir obligados legalmente por estos acuerdos firmados y que Israel debe asumir todas sus responsabilidades como un poder ocupante, porque el statu quo no puede continuar», dijo Abbas.
5. ¿Cuáles son los principales puntos de conflicto entre palestinos e israelíes?
La demora para el establecimiento de un Estado palestino independiente, la construcción de asentamientos de colonos judíos en Cisjordania y la barrera de seguridad en torno a ese territorio -condenada por la Corte Internacional de Justicia de La Haya- han complicado el avance de un proceso de paz.
Pero éstos no son los únicos obstáculos, tal como quedó claro en el fracaso de las últimas conversaciones de paz serias entre ambos grupos que tuvieron lugar en Camp David, Estados Unidos, en el año 2000, cuando un saliente Bill Clinton no logró un acuerdo entre Arafat y el entonces primer ministro israelí, Ehud Barak.
Derechos de autor de la imagenEPAImage captionMahmud Abbas anunció en 2015 que los palestinos se desvinculaban de los Acuerdos de Oslo.
Las diferencias que parecen irreconciliables son las siguientes:
Jerusalén: Israel reclama soberanía sobre la ciudad (sagrada para judíos, musulmanes y cristianos) y asegura que es su capital tras tomar Jerusalén Oriental en 1967. Eso no es reconocido internacionalmente. Los palestinos quieren que Jerusalén Oriental sea su capital.
Fronteras y terreno: Los palestinos demandan que su futuro Estado se conforme de acuerdo a los límites previos al 4 de junio de 1967, antes del comienzo de la Guerra de los Seis Días, algo que Israel rechaza.
Asentamientos: Son viviendas, ilegales de acuerdo al derecho internacional, construidas por el gobierno israelí en los territorios ocupados por Israel tras la guerra de 1967. En Cisjordania y Jerusalén Oriental hay más de medio millón de colonos judíos.
Refugiados palestinos: Los palestinos sostienen que los refugiados (10,6 millones según la OLP, de los cuales casi la mitad están registrados en la ONU) tienen el derecho de regreso a lo que hoy es Israel, pero para Israel abrir la puerta destruiría su identidad como Estado judío.
6. ¿Es Palestina un país?
La ONU reconoció a Palestina como «Estado observador no miembro» a fines de 2012, con lo que dejó de ser una «entidad observadora».
El cambio les permitió a los palestinos participar en los debates de la Asamblea General y mejorar las posibilidades de ser miembro de agencias de la ONU y otros organismos.
Derechos de autor de la imagenREUTERSImage captionLa bandera palestina ya ondea frente a la ONU.
Pero el voto no creó al Estado palestino. Un año antes los palestinos lo intentaron pero no consiguieron apoyo suficiente en el Consejo de Seguridad.
Casi el 70% de los miembros de la Asamblea General de ONU (134 de 192), sin embargo, reconoce a Palestina como Estado.
Y en septiembre de 2015 la amplia mayoría votó por permitir que la bandera palestina ondeara frente a la sede del organismo. Sólo siete países se opusieron.
7. ¿Por qué EE.UU. es el principal aliado de Israel? ¿Quién apoya a los palestinos?
Primero hay que considerar la existencia de un importante y poderoso cabildeo pro-Israel en Estados Unidos y el hecho de que la opinión pública suele ser favorable a la postura israelí, por lo que para un presidente quitarle el apoyo a Israel es virtualmente imposible.
De acuerdo a una encuesta encargada por la BBC en 2013 en 22 países, EE.UU. fue el único país occidental con una opinión favorable de Israel, y el único país de la encuesta con una mayoría de opiniones positivas (51%).
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEn su primer encuentro en la Casa Blanca con Donald Trump, Benjamin Netanyahu afirmó que Israel es el mayor aliado de Estados Unidos y que Estados Unidos es el mayor aliado de Israel.
Además, ambas naciones son aliadas militares: Israel es uno de los mayores receptores de ayuda estadounidense y la mayoría llega en subvenciones para la compra de armamento.
Los palestinos no tienen el apoyo abierto de una potencia.
En la región, Egipto dejó de apoyar a Hamas, tras la deposición por parte del ejército del presidente islamista Mohamed Morsi, de los Hermanos Musulmanes, históricamente asociados con el grupo palestinos.
Mientras que Siria e Irán y el grupo libanés Hezbolá son sus principales apoyos y aunque su causa genera simpatía en muchos sectores, por lo general no se traduce en hechos.
Y los actuales conflictos en el Medio oriente también han distraído a la opinión pública internacional.
8. ¿Qué tendría que ocurrir para que haya una oportunidad de paz duradera?
Los israelíes tendrían que apoyar un Estado soberano para los palestinos que incluya a Hamas, levantar el bloqueo a Gaza y las restricciones de movimiento en Cisjordania y Jerusalén Oriental.
Los grupos palestinos deberían renunciar a la violencia y reconocer el Estado de Israel.
Y se tendrían que alcanzar acuerdos razonables en materia de fronteras, asentamientos judíos y retorno de refugiados.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLas voces por la paz se siguen haciendo oír, pero un acuerdo parece más lejano que nunca.
Sin embargo, desde 1948, año de la creación del estado de Israel, muchas cosas han cambiado, en especial la configuración de los territorios en disputa tras las guerras entre árabes e israelíes.
Para Israel eso son hechos consumados, para los palestinos no, ya que insisten en que las fronteras a negociar deberían ser aquellas que existían antes de la guerra de 1967.
Además, mientras en el terreno bélico las cosas son cada vez más incontrolables en la Franja de Gaza, existe una especie de guerra silenciosa en Cisjordania con la continua construcción de asentamientos judíos, lo que reduce, de hecho, el territorio palestino en esas zonas autónomas.
Pero quizás el tema más complicado por su simbolismo es Jerusalén, la capital tanto para palestinos como para israelíes.
Tanto la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna Cisjordania, como el grupo Hamas, en Gaza, reclaman la parte oriental como su capital pese a que Israel la ocupó en 1967.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionNada parece indicar que Abbas y Netanyahu vayan a llegar a un acuerdo.
Un pacto definitivo nunca será posible sin resolver este punto. Otros podrían negociarse con concesiones, Jerusalén no.
Y, por el momento, no hay tampoco nada que sugiera una resurrección del moribundo proceso de paz.
De hecho, es difícil encontrar un momento de la historia reciente en que se hayan hecho tan pocos esfuerzos por encontrar una solución a este viejo conflicto.
Y pocos creen que el líder palestino Mahmud Abbas y el primer ministro Benjamín Netanyahu vayan a hacer las concesiones necesarias para llegar a un acuerdo.
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*Esta es una actualización de un artículo originalmente escrito en agosto de 2014.