¿Cuál es el secreto de belleza de esta modelo de 61 años?
“Yo comía orgánico desde antes que estuviera de moda”, asegura Yazemeenah Rossi, una modelo de 61 años que está cautivando a las marcas de ropa y a miles de personas que no pueden creer su edad.
Un largo cabello blanco, piel sana y cuerpo torneado son cualidades que esta artista visual y fotógrafa de retratos presume en una nueva campaña de trajes de baños.
La tienda online The Dreslyn, en colaboración con la casa de lencería Land of Women, eligieron a esa mujer para alejarse de las imágenes hiper sexualizadas que se ven comúnmente en las campañas de trajes de baño.
Así fue que llegaron con la modelo francesa, quien actualmente vive en Malibú, California.
“Ésta es una mujer que irradia salud y vitalidad. Es segura, es una artista visual y se cuida a sí misma. Esto se trata de ser una persona que ha vivido, que ha viajado y que tiene inteligencia y seguridad, y dejar que ese brille”, explicó Brooke Taylor Corcia, creadora de The Dreslyn.
¿Y cuál es el secreto de esta mujer de 61 años para verse mejor que muchas modelos décadas más jóvenes que ella?
“Usó aceite en mi piel. Pongo aceite de colza en mi pelo. Exfolio mi piel una vez a la semana con aceite de olivo y azúcar muy fina, y como un aguacate al día y carne y pescado orgánico”, compartió la francesa en una entrevista con el Sunday Times.
Más de 170 mil bebés se han abortado desde que en 2007 se legalizó el aborto en CDMX
El 24 de abril de 2007 se aprobó la despenalización del aborto en CDMX.
En estos 10 años, se han abortado más de 170 mil bebés en clínicas de la capital del país.
Vinieron mujeres de todas partes de la República a abortar a la CDMX, incluso 58 del extranjero, con edades desde los 11 años a los 57, siendo el grupo de mujeres de 18 a 24 el más numeroso.
Se abortaron niños que iban de las 4 semanas a las 11 de edad, siento los de 7 semanas los que más se asesinaron.
Siempre basándose en mentiras: la supuesta liberación de la mujer; la supuesta reducción de muertes de mujeres por abortos clandestinos (¿y las 9 mujeres que murieron en las clínicas de CDMX en “abortos seguros”?); es el cuerpo de la mujer y puede hacer lo que quiera (¡pero la niña que va a nacer no es un tumor!).
No se habla de las consecuencias del aborto: la muerte de los bebés, se les invisibiliza; el síndrome post aborto en las mujeres; el costo económico; la doble victimización de la mujer.
La solución a estos problemas está a la mano, falta solo la voluntad: acompañar a las mujeres en esta situación, aplicar la regla de los dos que es lo más sensato: “que los dos vivan, que los dos estén bien”.
Firma esta petición para que el gobierno de la Ciudad de México detenga esta masacre:
Que la vida me perdone las veces que no la viví. Que me perdone los momentos en los que el miedo se adueñó de mí. Que me perdone aquellos pasos que no seguí por no desviarme de mi camino, llano y seguro, por no desviarme de aquello que ya conocía, por miedo a sufrir.
Que la vida me perdone por todo lo que he dejado de hacer. Por todo lo que he perdido al ser desconocido y por mí temido, al salirse de mi zona de confort. Que la vida me perdone por dejar de ser yo misma buscando mi camino, en lugar de pisar por el que otros ya habían recorrido.
Que la vida me perdone por mirar continuamente al pasado y recordar todo aquello en lo que me había equivocado. Y que también me perdone cuando miraba al futuro preguntándome por todo aquello que con otras decisiones en la vida yo podía haber sido.
La vida es lo que es. La vida es el ahora no lo que fue ayer. La vida es este instante, saboréalo antes de que pase.
Que la vida me de fuerzas para aprender
Ahora que sé esto que escribo, que la vida me de fuerzas para aprender de estos errores que he cometido. No pretendo encadenarme a los recuerdos de aquello que ya he vivido. No pretendo sufrir sin sentido, y aunque sé que la vida dista mucho de ser un camino de rosas, lo que pretendo es no volver a equivocarme siempre con lo mismo.
Pretendo reír hasta que las lágrimas se apoderen de mí o me duela la cara de pasar tanto tiempo así. Pretendo luchar por mis sueños hasta que de ellos sea su dueño. Pretendo hacer las cosas a mi manera y no preocuparme porque lo que haga en un futuro duela; nunca se sabe, no soy adivina, igual simplemente no duela nunca lo que ahora viva.
La vida no dura eternamente. No la desperdicies con los miedos que moran en tu mente. Vive cada segundo como si se fuera a acabar el mundo, porque eso es lo que te hará disfrutar de cada instante como si fuera el último.
Simplemente voy a vivir caminando a paso firme buscando aquello que me haga sentir bien. Aquello que merezca mi tiempo, mi esfuerzo y mi sonrisa, aquello que me haga feliz sin importar el cómo, el dónde y el con quién.
Voy a mirar hacia delante y a brillar con luz propia. No voy a dejar que me afecten las dudas de otros y se me claven en la mete como si fueran propias. No voy a temblar de miedo ante lo que aún no conozco, simplemente voy a lanzarme hacia delante y aprender poco a poco.
Que la vida me perdone y me dé tiempo para hacer todo lo que quiero.
Pero, ante todo, que la vida me perdone por el tiempo que he desperdiciado mirándome al ombligo, preguntándome si todo podía cambiar, pero sin hacer nada para conseguir mi cometido. Y por eso, le pido a la vida que me perdone y me dé tiempo para que ahora que entiendo todo esto, pueda hacer todo lo que quiero y merezco.
Ahora he comprendido que solo si yo actúo y decido, las cosas cambian en cualquier sentido. Puede ser bueno o malo, pero quedarse donde estás por miedo a lo desconocido no ayuda a obtener las recompensas que crees que en tu vida has merecido.
Mírate al espejo y visualiza como quieres ser. Ese es tu camino, esa es tu razón de ser.
No es más sabio el que menos sufre, sino el que no se rinde a pesar de lo sufrido. El que se mueve buscando un nuevo sentido a su vida. El que, aunque tiene miedo no duda en conquistarlo para lograr conseguir una nueva vida. El que sabe que, si no te mueves caducas, y si caducas te arrepentirás de no haberte movido.
Sé valiente y vive. Sé valiente y salta, corre, lucha, ríe y llora. Sé valiente ante el mundo porque para eso has nacido. Sé tú y no le tengas que pedir perdón a tu vida. Porque aquello que no hayas vivido no vuelve a ti día tras día. Solo tenemos una vida ¡Haz que cuente! y elige como vivirla.
Papa Francisco conquista de nuevo la portada de Rolling Stone
08/03/201716:10
Notimex
A pocos días de cumplir su cuarto año de pontificado, Jorge Mario Bergoglio conquistó la portada del más reciente número de la edición italiana de la revista de rock Rolling Stone, cuyo título es “Francisco, Papa pop”.
“Alguno se preguntará por qué Bergoglio en la portada de Rolling: simple, porque el Papa dice cosas de sentido común, tan de sentido común, que su soledad comienza a ser palpable”.
–Rolling Stone
La portada muestra un primer plano del Papa vestido de blanco, sonriendo, con el pulgar derecho arriba en gesto de aprobación y con un fondo amarillo intenso.
En la anticipación, Rolling Stone recordó la visita del pontífice a la ciudad de Milán, prevista para el próximo 25 de marzo, y la calificó de una “jornada histórica” que es “esperadísima”, de las casas de la periferia a la catedral, de la cárcel de San Vittore al Parque de Monza.
Entre otras cosas, Rolling Stone incluyó un reportaje sobre los jóvenes de las “casas blancas” del barrio Trecca de Milán, que visitará el pontífice.
No es la primera vez que el argentino aparece en la revista. Ya en febrero de 2014 la edición estadounidense del clásico del rock lo colocó en la portada acompañado por el título: “Papa Francisco, los tiempos están cambiando”.
EUROPA PRESIONA A TRUMP: IMPONDRÁ VISA A NORTEAMERICANOS
El Parlamento Europeo votó a favor de que la Comisión Europea, Poder Ejecutivo del bloque, niegue la entrada a todo ciudadano de EU que no tenga visa.
La exigencia es una respuesta a la negativa del Presidente republicano de dar acceso sin visa a ciudadanos de Polonia, Croacia, Chipre, Rumania y Bulgaria, países que forman parte del bloque comunitario.
“La Comisión Europea está legalmente obligada a tomar medidas para reintroducir temporalmente una obligación de visa para los estadounidenses, dado que Washington se rehúsa a dar acceso libre a su territorio a los ciudadanos de cinco países de la UE”, explicó el Parlamento.
Desde hace dos semanas, el periódico noruego NKRbeta exige a sus lectores que contesten a 3 preguntas antes de comentar un artículo.
“Teníamos que hacer algo para que todo el mundo estuviese en el mismo lugar antes de comentar y tuviese claro qué es lo que el artículo dice y qué es lo que el artículo no dice”, ha comentado su director, Ståle Grut, a Niemman Lab.
Los comentarios a los artículos pueden ser tremendamente positivos: expertos que aportan nueva información, lectores que plantean dudas sobre algo que no ha quedado claro o simplemente expresan su opinión de manera respetuosa. Pero muy a menudo la sección de comentarios se convierte en una batalla de insultos entre “trolls”.
Sobre el tema BBC Mundo publicó:
Algunos medios de comunicación han abandonado la sección de los comentarios debido a la cantidad de abuso y opiniones tóxicas.
La historia se repite una y otra vez: el periodista escribe una historia -como el texto que estás leyendo en este momento- y luego tú, el que lee, dejas tu opinión en la página web del medio de comunicación, o los comentarios del blog, o las redes sociales.
Pero tus comentarios, dicho con el respeto que el caso amerita y sin querer herir tus susceptibilidades de lector, no siempre son constructivos o fundamentados.
No te lo tomes personal, no se trata de que «justos paguen por pecadores», pero como indica el corresponsal de Tecnología de la BBC David Lee, hay una razón por la cual varios medios han abandonado sus secciones de comentarios y es que -en ocasiones- dichas opiniones no aportan mucho.
«Eso no significa que los lectores no tienen opiniones interesantes sobre las historias, pero muchos de los que comentan no son lectores en absoluto», añade Lee.
«Muchas veces está más que claro que aquellos que comentan no han leído el texto, ni si quiera un poco».
Pero ahora la empresa de medios públicos de Noruega, NRK, ha decidido una estrategia innovadora: si el lector quiere comentar debe probar primero que ha leído aquello sobre lo que piensa opinar.
Todo comenzó en el sitio de tecnología de la NRK, NRKbeta, que decidió implementar un pequeño cuestionario de opción múltiple en algunos de sus notas.
Las preguntas son sencillas, como -por ejemplo- qué significan unas siglas mencionadas en el texto.
Una vez respondido de forma correcta, el formulario habilita la sección de comentarios.
Puntos de acuerdo
«Pensamos que teníamos que hacer algo para asegurarnos que la gente estaba en la misma sintonía antes de comentar», le dijo Stale Grut, periodista de Tecnología de NRK, al sitio de internet NiemanLab.
«Si cada uno entiende lo que el artículo dice, entonces hay una base más sólida para comentar sobre el tema».
Para el editor de NRKbeta, Marius Arnesen, los 15 segundos adicionales a la lectura que lleva responder a las preguntas sobre la temática de la historia también contribuyen a bajar el tono del comentario, en caso de que el lector estuviese con muchas ganas de despotricar.
Derechos de autor de la imagen Getty Images
Image caption El editor del sitio noruego piensa que los 15 segundos extra que toma llevar el cuestionario también contribuyen a calmar los ánimos.
NiemanLab, un sitio web dedicado a estudiar los cambios en los medios de comunicación, señala que la iniciativa de NRKbeta no es la única disponible en el mercado para combatir la propagación de comentarios abusivos y opiniones orientadas sólo a deslegitimar o menospreciar otras opiniones.
La semana pasada la compañía Alphabet, de Google, anunció que estaba trabajando con el New York Times, The Economist, The Guardian y Wikipedia para probar una nueva herramienta, llamada Perspective, dedicada a identificar comentarios «tóxicos».
También existe una plataforma de comentarios creada por el emprendimiento Civil que sólo permite comentarios si el lector antes ha calificado la buena educación de las opiniones de otros foristas.
Pero pocas ideas parecen tan sencillas y a la vez tan adecuadas como las de NRKbeta, cuyo fundamento está basado en el antiguo sentido común.
«Estamos tratando de establecer puntos de acuerdo para el debate. Si vas a opinar de algo, es importante que sepas qué está en la historia y qué no está en ella. (Si no), la gente solo vocifera», concluye Marius Arnesen.
¿Qué opinas tú, lector? Si llegaste hasta aquí, comenta en nuestra página de Facebook.
«El populismo es algo vil y siempre termina mal, como lo muestra el último siglo», declaró el Papa Francisco en una entrevista para el diario alemán <i>Die Zeit</I>, realizada el día de hoy, 9 de marzo de 2017, al ser cuestionado acerca del resurgimiento del nacionalismo y el populismo. El Pontífice resaltó que los movimientos populistas siempre necesitan de un ‘mesías’ y recordó la experiencia vivida porAlemania cuando Hitler llegó al poder.
Hitler prometió a los alemanes recuperar la gloria perdida en la Primera Guerra Mundial, y así se dejaron arrastrar por sus delirios de grandeza hasta el mismo infierno.
Hitler tuvo a su chivo expiatorio en los judíos; Trump en los mexicanos.
El populismo puede ser de izquierda, como el de Fidel Castro, o de derecha, como Donald Trump, pero todos terminan siendo un fracaso.Chávez, el cachorro de Castro, llevó a Venezuela con más pena que gloria al borde del precipicio, y Maduro, su sucesor, lo acabó de empujar.López Obrador se postula como el nuevo mesías que promete cumplir las expectativas de un pueblo decepcionado una y otra vez por los gobiernos populistas del PRI, pero él no es sino un producto del mismo partido que ha ido mutando de acuerdo a la conveniencia, convirtiéndose en el político más oportunista de México. De llegar al poder, más de lo mismo puede convertir al país en otra Venezuela.
Restaurantes en España buscan devolver la dignidad a los más necesitados
El restaurante Robin Hood en Madrid este mes. El local es uno de los cuatro con el mismo nombre que abrieron el mes pasado en España para atender a aquellos que no pueden costearse una cena. CreditSamuel Aranda para The New York Times.
MADRID — Ángel Castillo alguna vez trabajó como cocinero en un restaurante. Sin embargo, después de quedarse sin empleo y luchar contra el alcoholismo, ha estado durmiendo en las calles durante los últimos dieciséis años. Ya pasó un buen tiempo desde la última vez que trabajó en un restaurante, ni qué decir de comer en uno.
No obstante, una noche reciente, era uno de los comensales que se apilaban en un restaurante en Madrid. Era un local sencillo, con muros de ladrillo rojo y servilletas de papel, pero había manteles, candelabros y vasos de agua, e incluso alguien que servía los alimentos.
“Es especial que te den de comer en un restaurante”, dijo Castillo, satisfecho.
El restaurante es uno de los cuatro llamados Robin Hood que abrieron el mes pasado en España para atender a quienes no pueden comprar una cena.
El modelo de negocios de la minicadena no es robarle a los ricos, sino más bien usar los ingresos que obtienen de los desayunos y los almuerzos de los clientes que sí pagan para cubrir los costos de preparación de cenas gratuitas para las personas sin hogar.
Es una idea sin fines de lucro de Ángel García Rodríguez, de 79 años, un clérigo, innovador y emprendedor que se ha pasado toda la vida trabajando con los necesitados.
Poco convencional hasta en su atuendo, el padre Ángel, como lo conoce todo el mundo, prefiere un traje y una corbata floja al alzacuellos, salvo que esté dando misa, y siempre está dispuesto a ofrecer su tarjeta de presentación al igual que la comunión. “El hábito sacerdotal es como mi atuendo de gala”, dijo, dejando escapar una risita.
El padre Ángel tiene una amplia experiencia en la búsqueda de nuevas formas de servir a los pobres, que algunas veces sobrepasan los límites impuestos.
The Rev. Ángel García Rodríguez, center in suit, at San Antón church in Madrid. Last year, he took over the abandoned church and reshaped it into something akin to a community center.CreditSamuel Aranda for The New York Times
Es presidente de Mensajeros de Paz, una organización no gubernamental que emplea a 3900 personas y 5000 voluntarios. La organización administra hogares para personas mayores, orfanatos, centros para drogadictos y otros servicios sociales.
Sin embargo, lo que todos sus proyectos tienen en común es que ayudan a los españoles más vulnerables en una época de desempleo con cifras nunca antes vistas y profundos recortes al gasto público en medio de una prolongada crisis económica. Su organización también encabeza proyectos en cerca de 50 países desarrollados.
Estos días, lo que motiva al padre Ángel es su incipiente cadena de restaurantes Robin Hood. Además de recibir ayuda básica, explicó en una entrevista, los pobres necesitan recobrar un sentido de dignidad y propósito que es difícil de lograr cuando se come en un comedor de beneficencia.
“Que te sirva un mesero en un uniforme bonito y que puedas comer con cubiertos de verdad, en lugar de tenedores de plástico, es lo que te devuelve algo de dignidad”, dijo.
El padre Ángel ya está preparando la expansión de este modelo. Dijo que estaba en charlas con un propietario de un restaurante para abrir un Robin Hood en Miami en enero. Incluso espera atraer a chefs famosos que cocinen como voluntarios en sus restaurantes.
No es la primera vez que ha innovado con este tipo de ideas. El año pasado, el padre Ángel tomó una iglesia abandonada, San Antón, en Madrid, y la remodeló para convertirla en algo parecido a un centro comunitario.
Hoy, recibe a alrededor de mil personas al día. La mayoría son indigentes y algunos incluso duermen ahí. El padre Ángel dice que es la única iglesia que abre 24 horas al día en Occidente.
Algunas noches, la iglesia transmite partidos de fútbol en las pantallas de televisión que normalmente se usan para ver misa. En los bancos de atrás se sirven alimentos, mientras los visitantes pueden recibir atención de voluntarios médicos, obtienen acceso gratuito a wifi o usan los baños de la iglesia.
“Father Ángel changes people a lot, and he has kept me away from doing some bad things,” said Alfonso Santamaría, center, who serves as an altar boy.CreditSamuel Aranda for The New York Times
Claro que también se da misa, oficiada ya sea por el padre Ángel u otro cura. También se hacen confesiones con ayuda de un iPad, para aquellos cuyo problema de audición no les permite escuchar las palabras de un padre que habla en voz muy baja.
Alfonso Santamaría, de 43 años, es uno de los monaguillos del padre Ángel. Contó que pasaba la mayor parte del día en la iglesia, pero después viajaba cada noche a una de las terminales del aeropuerto de Madrid para dormir.
Santamaría ha vivido en las calles durante más de un año, tras perder su empleo en un puesto callejero como vendedor de churros, un postre tradicional español. Antes fue parte de la Legión Española en el norte de África y continúa usando su chaqueta con el logo en la espalda.
Antes de aceptar la oferta del padre Ángel de convertirse en uno de sus monaguillos, narró Santamaría, no había puesto pie en una iglesia durante más de dos décadas.
“El padre Ángel cambia mucho a la gente y me ha alejado de hacer algunas cosas malas”, dijo. “Ahora siento que ambos nos estamos haciendo un favor: él me mantiene ocupado, y yo le ayudo con la misa”.
La pasada Noche Buena, el padre Ángel organizó una cena de gala en el ayuntamiento de Madrid para cientos de pobres.
Hijo de un carbonero, decidió volverse cura y después comenzó a trabajar en un orfanato en las afueras de Oviedo, en el norte de España.
Los muros de su restaurante Robin Hood en Madrid están decorados con fotos de huérfanos a los que el padre ayudó hace cinco décadas.
Father Ángel is already preparing to expand his restaurant model. He is even hoping to lure celebrity chefs to volunteer occasionally to cook at his Robin Hood restaurants.CreditSamuel Aranda for The New York Times
El padre Ángel reconoció que sus métodos algunas veces exceden un poco lo que permiten las normas de la Iglesia católica, en especial en lo que respecta a las parejas homosexuales.
Dijo que sus acciones habían sido criticadas algunas veces, pero en general estaban en línea con el mensaje del papa Francisco. Con Benedicto, el papa anterior, “era mucho más difícil llevar a cabo mi tipo de labor”, comentó.
Emma García, una madre desempleada de 28 años, relató que había recurrido al padre Ángel para que bautizara a su hija de 3 años después de que un cura en su propia ciudad, Burgos, dijo que podría bautizar a la niña hasta que García la llevara a la iglesia.
Sin embargo, la hija de García, Nora, ha pasado la mayor parte de su tiempo en un hospital porque padece el síndrome nefrótico congénito, un extraño trastorno del riñón. Más adelante, Nora necesitará un trasplante de riñón.
“Supe de esta maravillosa persona que no pone límites para ayudar, ya se trate de alguien sin hogar o una madre como yo que no puede tener un bautizo normal para su hija”, dijo García. “Descubrí a un cura que no solo habla de amor y ayuda, sino que los pone en práctica”.
En el primer restaurante Robin Hood, que tiene 50 puestos y sirve dos veces durante la noche, muchos comensales dijeron que habían venido aquí después de recibir otro tipo de ayuda del padre Ángel.
Mientras Castillo, el excocinero del restaurante, se sentaba solo, muchos de los comensales estaban sentados entre amigos, tras haber reservado asientos juntos en la iglesia.
Giani Parlafes, un rumano de 41 años que ha estado viviendo en España desde hace una década, contó que era la primera vez que se sentaba en un restaurante desde que perdió su empleo hace cuatro años.
“Me cuesta tanto creer que puedo sentarme y comer aquí sin pagar nada”, dijo. “Uno llega al extremo en el que algo como esto lo hace sentir espectacular”.
Si el averno existe y tiene puertas, una de ellas estaba en el número 189 de la Calzada Melchor Ocampo, colonia Anzures, Ciudad de México.
A ese lugar fue llevada, en 2007, Karina, una joven costarricense que entonces tenía 24 años. Creía que iba a trabajar de mesera.
«Cuando llegué me recibieron dos personas y me dijeron que en un ratico llegaría el dueño o el gerente. Me pidieron que subiera a cambiarme. Subo y cuando entro veo a una chica tirada en el piso, desangrándose. No sabía por qué. Y otra que estaba toda tomada, drogada. Y a muchas chicas desnudas, cambiándose».
Estamos en un edificio en el sur de Ciudad de México. Por la ventana se escuchan sirenas de patrullas policiales y otros ruidos normales de la vasta urbe. Karina sólo dispone de una hora, después será llevada a un lugar secreto.
Su relato continúa.
«Me dice la señora del camerino que me cambiara y me da una faldita así de chiquitica, unos zapatos así, gigantescos. No me gustó y me salí. Quiero bajar y los de seguridad me dicen ‘¿a dónde vas?'».
«Yo no podía hablar por la impresión que me había dado ver a la chica tirada en el piso, con mucha sangre.
Me agarran de los brazos, me jalan de los cabellos y me golpean. Insultos. Y me dicen: ‘aquí no hay meseras: todas son putas’. Que tenía que bailar desnuda y acostarme con cuanto cliente llegara».
Su voz se quiebra. Una larga pausa.
«Me dejan en un cuartico chiquitico, obscuro. Entró el dueño, me dio una bofetada. Uno de los de seguridad me ha rasgado toda la ropa y el dueño dice que tienen que aprender a educar a las mujeres. Y me viola».
«Después me agarran de los cabellos. Uno mantenía mis brazos abiertos, otros mis piernas, me voltean y me violan por atrás. Me violan cuatro de seguridad, uno a uno. Siete meseros. Y quedo inconsciente».
«Lo último que recuerdo antes de perder el conocimiento es que había un tipo en mi rostro que se reía. Todos se reían. Sentía agua caliente en mi cuerpo. No era agua, era semen».
Es sólo el principio de su relato. Karina rompe a llorar y ya no deja de hacerlo durante más de una hora.
Aún no me ha contado lo que ocurrió con sus hijas.
II
México es uno de los países más afectados por la trata de personas, incluyendo mujeres y niños.
Organizaciones como la Fundación de Asistencia Social Humanitaria (Asahac) lo consideran como el segundo país del mundo con más trata. El primero es Tailandia.
Otros, como Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, creen que el tráfico de personas ya es la segunda fuente de ingresos del crimen organizado, después del trasiego de drogas.
En entrevista con el diario inglés The Guardian, Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe, reveló que su organización cree que, sólo el año pasado, los carteles mexicanos hicieron US$10.000 millones de la esclavitud y explotación sexual de mujeres y niñas.
A veces parece un tema omnipresente en este país: en los diarios se registra el rescate de víctimas, en el sistema de televisores del metrobús se anuncian los teléfonos a los que hay que llamar para denunciar. En la radio se debate. Sin embargo, no hay cifras exactas del fenómeno.
«Se puede tener una idea de la dimensión por los miles de jóvenes que desaparecen cada año en este país», me dice el director de una organización no gubernamental que se dedica a reacoplar en la sociedad a las víctimas de la trata.
Hace unos días el asunto volvió a caldearse cuando Lydia Cacho, quizá la periodista que más ha trabajado el tema en el país, denunció que algunos cabilderos quieren reformar la ley de trata de personas -que sólo entró en vigor el año pasado- para desactivarla.
III
El conductor del taxi me mira a través del espejo retrovisor cuando le digo que voy al 189 de la Calzada Melchor Ocampo, donde funcionaba el table dance Cadillac.
-¿Y qué va a hacer allí a estas horas? (Es temprano en la mañana).
-A tomar unas fotos.
Esta vez su respingo es visible. Reduce la velocidad. Me mira de nuevo por el espejo y me dice que tenga mucho cuidado.
-¿Por qué?
-Porque si te ven, te golpean.
Le recuerdo que el sitio ya está clausurado. De todas maneras me recomienda precaución y se estaciona a la vuelta, donde no pueden ver el taxi.
Una mugrienta alfombra verde cubre la acera. Las puertas metálicas tienen los sellos amarillos de clausura, algunos desgarrados. En uno de ellos, intacto, dice «Delito: trata de personas».
En medio, una puerta está abierta y da a un pequeño rellano, donde se acumulan botellas de plástico, bolsas, papeles. Basura. En la avenida, el embotellamiento de tráfico ya es monumental.
Desde fuera, nadie imaginaría la ordalía de dolor que Karina vivió allí.
De vuelta en el taxi, el chofer me asegura que algunas de las chicas que trabajaban allí han sido trasladadas a otro «teibol» en la Avenida Insurgentes.
IV
En Ciudad de México, el mapa físico de la trata y la prostitución tiene tres peldaños, tres circulos rojos. El inferior es el barrio La Merced. Le sigue la famosa Calle Sullivan.
El círculo superior lo ocupan los table dance.
V
Derechos de autor de la imagenOTHERImage captionQuien conozca barrios populares latinoamericanos, que son a la vez enormes mercados, conoce La Merced, en el DF. Una de sus particularidades son las mujeres que se prostituyen en sus calles.
VI
De día, la Calle James Sullivan luce como cualquier otra: enormes edificios de empresas como Telmex. Puestos ambulantes de chucherías, un largo parqueadero y fondas de comida acompañan el impersonal serpentear de Sullivan hasta que desemboca en la Avenida Insurgentes, al lado de un enorme Monumento a La Madre. Muy cerca del edificio del Senado.
De noche es algo muy distinto. Cada jornada -pero en especial desde los jueves- es posible ver a decenas de mujeres (se calcula que en ocasiones pueden llegar a ser 200) ofreciéndose al mejor postor. A veces se forman filas de carros con clientes esperando.
Madaí Morales, de 23 años de edad, conoce bien esta calle: durante dos años fue obligada a prostituirse allí, día tras día, sin descanso, por el hombre con quien alguna vez soñó formar una familia.
A diferencia de Karina, Madaí no llora cuando cuenta su historia, aunque su voz tiembla en algunos episodios.
Su dolor asoma en la minuciosidad con que relata esa porción de su existencia: recuerda cada detalle con una precisión asombrosa. Desde cómo estaba vestido «Jorge» (el hombre que la enamoró y luego la prostituyó), cuando lo conoció en Veracruz, hasta las prendas que ella portaba el día que decidió escapar.
Es una historia conocida: los «padrotes» (como se conoce en México a los hombres que controlan a las prostitutas) tienen un olfato canino para detectar jóvenes vulnerables, enamorarlas pintándoles un futuro de tonos rosa, arrancarlas de su entorno y luego obligarlas a venderse en las calles.
Es la historia de Madaí. Jorge -años después descubriría que no es su verdadero nombre- la convenció de irse a vivir a Ciudad de México. La llevó a un «cuarto verde» de un hotel de paso en la calle Arista, número 36.
Dos días después, caminando por las calles aledañas, le mostró a unas jóvenes que esperaban en la banqueta. «Chicas que estaban vestidas de una forma muy fea, casi desnudas. Él me las señala y dice: ‘mira, como ellas vas a trabajar'».
Madaí creyó que era una broma. Pero esa noche se lo repitió: «‘¿Te acuerdas lo que te dije hace rato?’. Le dije, ‘sí, pero estás loco, ¿no? Estás jugando’. Me respondió ‘no, eso es lo que vas a hacer’. Me dijo que para eso me había traído, que si pensaba que era para algo distinto estaba equivocada».
«Le respondí que trabajaba en cualquiera otra cosa. Me dijo que me callara, que ahí mandaba él. Que iba a investigar dónde estaba mi familia y con eso me amenazó. No tuve otra salida más que aceptar».
«Se fue y más tarde llegó con una bolsa negra. Adentro había faldas supercorticas, blusas muy escotadas y zapatillas con tacones muy altos».
«No pensé en escapar porque tenía mucho miedo. No me había dejado hablar con nadie, no conocía a nadie. Yo era una persona muy inocente».
VII
Avenida Insurgentes. La requisa es rápida pero prolija. Dos hombres de traje oscuro y con audífonos en las orejas nos obligan a extender los brazos y nos cachean con mano experta. Otro nos franquea la entrada.
Adentro, en un escenario justo en medio del local, una joven semidesnuda baila de manera mecánica.
La rutina es igual para todas las chicas, de nombres sonoros y evidentemente falsos. Tres canciones. La última es la del desnudo total. Algunas se limitan a danzar, otras hacen alguna rutina acrobática en el pole platinado que se erige a un lado del escenario.
Un animador con micrófono trata, sin mucha suerte, de caldear el ambiente.
Hay pocos clientes, a pesar de ser sábado. Las protestas de los maestros, que bloquean el centro de la ciudad, han hecho que la semana sea mala.
Esto nos lo cuenta una joven caribeña que se sienta en nuestra mesa. Poco después se nos une una mexicana, de unos 30 años y hermoso rostro.
Nos sirven ron rebajado con agua. Por cada trago que compramos, una boletera les da un papelito. Les pagan de acuerdo con nuestro consumo.
En un rincón se aburre una docena de mujeres, todas con trajes diminutos, mallas y grandes tacones. Otras están sentadas con los escasos clientes. Los vigilantes pululan por doquier. Contamos nueve.
Las mujeres en nuestra mesa parecen hablar de manera desprevenida. La caribeña me dice que lleva cuatro años en México y que parte de su familia vive en el país. De manera discreta trato de preguntarle por su vida, su oficio. En ningún momento da la impresión de estar sometida por el miedo.
La muchacha caribeña me ofrece un «baile privado» en un reservado del que ya he visto entrar y salir a varias parejas. Digo que no.
Al rato, cansada de nuestra cháchara, la mexicana pone las cartas sobre la mesa: 3.500 pesos (US$265) a cada uno por irse con nosotros al hotel -les he dicho que estoy de visita en el país-, que incluye lo que cobra la casa por dejarlas ir.
Farfullamos una excusa y nos largamos. Al salir, los guardias nos piden propina.
VIII
El método para enganchar a Karina también fue el enamoramiento. Ocurrió en Cancún, donde trabajaba como chef.
Estaba en uno de los momentos más vulnerables de su vida: embarazada de una niña, sola y con leucemia. «Para mí era muy importante que este chico estuviera a mi lado».
Le ayudó a pagar la quimioterapia. Luego la convenció de irse para el DF, con sus padres. «Al principio era todo bonito, cuidados». Sin embargo, a las dos semanas ve cómo golpea a sus propios padres. Luego empieza a golpearla a ella, todavía en embarazo.
La niña nació prematura, algo que Karina atribuye a las golpizas que recibía.
«Ese tipo me dice que tengo que trabajar, que tengo que pagarle lo de las quimioterapias, lo del nacimiento de mi hija y todo el tiempo que me estuvo manteniendo. Cuando quiero tomar mis documentos, los destruye».
Es entonces que la lleva al Cadillac.
IX
Trece rutas ha sido identificadas en México para la trata, según un diagnóstico del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, A.C. (Ceidas).
Son las de Nogales,Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros en el norte del país.
En el Pacífico, Puerto Vallarta, Acapulco y Tapachula. Cancún sobre el Caribe, en la Península de Yucatán. Veracruz sobre el Golfo de México y Tlaxcala y el Distrito Federal en el centro.
Según la periodista Lydia Cacho hay que agregar al menos una más: Guadalajara. La reportera e investigadora me asegura que los aeropuertos de esa ciudad y de Cancún son el equivalente a «fronteras porosas» para el ingreso a México de mujeres que son traficadas desde otros países.
Para ser alguien que ha vivido bajo amenaza constante los últimos ocho años de su vida, y que incluso ha tenido que exiliarse, Lyidia Cacho impacta como una persona tranquila, con buen sentido del humor.
Se dio a conocer en 2005 con «Los demonios del Edén», un libro donde denunció, con nombres propios, una red de pornografía infantil y pederastia en México. El reportaje le brindó fama, pero también acoso y amenazas, algo que no cesa hasta el día de hoy.
Para su libro «Esclavas del poder», Cacho viajó por todo el mundo siguiendo las rutas de la trata sexual. Turquía, Israel y Palestina, Japón, Camboya, Birmania y Argentina fueron puertos de visita -en ocasiones de incógnito- para trazar ese mapa de infamia.
En México es especialmente profundo su conocimiento de Cancún y sus alrededores, donde trabajó varios años como periodista.
«Encontramos un grupo bastante sólido de mafias rusas que están en Playa del Carmen (conocido balneario cerca de Cancún). He estado investigando a dos o tres de ellos que operan abiertamente, dedicados eminentemente a la trata de mujeres de Europa del Este a Quintana Roo».
«Estados Unidos tiene varias investigaciones abiertas (en Miami, Nueva York y Phoenix, Arizona) de tratantes rusos que están operando allí. Explotan a las mujeres un tiempo en Cancún y después se las llevan a EE.UU.».
La frontera con Estados Unidos también puede calificarse como porosa. Los métodos preferidos para ingresar a las jóvenes es hacerlo de manera ilegal -como «espaldas mojadas»- o casarlas con alguien que tenga green card y pasarlas legítimamente.
X
Madaí tomó la decisión de fugarse cuando se enteró de que la iban a trasladar a Nueva York.
«Me puse como loca y le dije que allá no me iba. Entonces me golpeó».
Saber que la iban a sacar del país le dio el valor del que había carecido durante los dos años en que fue obligada a prostituirse en un hotel de propiedad de un español, situado a pocos pasos de la Calle Sullivan.
«No tenía ningún descanso, era de ir todos los días, todos los días, todos los días… El resto me la pasaba llorando, pensando cómo iba a hacer para salir de ahí».
«En los casi dos años sólo uno de los clientes tuvo un poco de compasión de mí. Casi siempre estaba llorando y uno de tantos me vio y me preguntó qué tenía. Yo le dije que me sentía mal. No quiso hacer nada conmigo, pero me dio el dinero. Lo tomé porque sabía que lo necesitaba para completar».
«Le confesé que había alguien que me obligaba. Me dijo que me escapara. Le contesté que lo iba a hacer pero por mi familia, porque la vida no me importaba. Intenté suicidarme varias veces con pastillas, que fue tan estúpido, porque no me hicieron nada».
Durante ese tiempo, la joven fue obligada a atender entre cinco y veinte clientes por día, laborando entre cinco y ocho horas diarias.
En la conversación hay fogonazos de la persona que fue Madaí a los 19 años, antes de conocer a Jorge. Con una risa tímida. Al buscar una pelusa inexistente en sus pantalones grises. O cuando habla del futuro.
Pero en este momento hablamos del pasado. De un viernes a fines de enero, hace dos años, cuando su «padrote» le anunció el viaje a Nueva York.
Esa noche trabajó en Sullivan, como de costumbre. El sábado en la madrugada vio que «Jorge» pasaba en un taxi. La estaba vigilando.
La mañana del sábado, sin haber pegado el ojo, tomó un taxi y se dirigió a un hotel no lejos de la Calle Sullivan. El domingo se cambió a un hostal en el centro histórico.
«El lunes fui a la Procuraduría, me prestaron atención. Me trataron muy bien. Al otro día detuvieron a Jorge en un gym al que le gustaba ir».
XI
La Procuraduría General del Distrito Federal está situada en un edificio cuadrado y feo, de colores crema y verde pálido, al que se conoce informalmente como «El Búnker».
En su laberinto de oficinas está la fiscalía encargada del delito de Trata de Personas del DF. La fiscal, Juana Camila Bautista, es esa rara avis: una funcionaria de la que casi todos hablan con respeto.
Periodistas, víctimas e integrantes de organizaciones no gubernamentales recomiendan hablar con ella.
Estamos sentados en una oficina sencilla (una mesa, pocas sillas, un mapa de la capital de México en la pared), acompañados de un asistente de la fiscal y de un funcionario de comunicaciones que graba toda la entrevista.
«La trata es un delito complejo, porque las víctimas muchas veces no se asumen como tales. Muchas veces están sometidas y no quieren denunciar a sus tratantes por amenazas a ellas, sus familias o a los hijos que tienen con ellos».
Esto me lo confirman Madaí y Karina, quienes durante las entrevistas insisten una y otra vez que más del 90% de las chicas que conocieron se prostituían porque eran obligadas, no por voluntad propia.
«Hace cuatro años tuvimos un caso de una chica de Morelos, la fuimos a rescatar de Tijuana, ella tenía miedo porque el tratante la había amenazado y había quemado las chozas de sus padres, que eran campesinos», me dice la fiscal.
A pesar de eso, entre 2008 y 2009 se rescataron casi 200 personas, la mitad menores de edad. Sólo desde mayo de este año -cuando empezó a funcionar la fiscalía- han llevado a cabo alrededor de 200 operativos, con más de 90 personas consignadas. Se han rescatado 210 víctimas.
Pero los «padrotes» están aprendiendo. Por ejemplo, ahora pocos se arriesgan con menores de edad, pues saben que las penas empeoran.
«Muchas de ellas nos han contado que los dueños o los encargados de los establecimientos donde son explotadas las reúnen y llegan abogados para que las aleccionen y les indiquen qué decir en caso de que haya operativos. Qué decir ante la policía, ante el ministerio público, para que los dueños no tengan ningún problema», explica la fiscal.
¿Por qué es tan difícil atacar lo que está a la vista de todos, por ejemplo en la Calle Sullivan?
«La prostitución en nuestra ciudad no es delito. Lo que perseguimos son los delitos que se dan alrededor de esta actividad (…). La ley en cuanto a la explotación sexual establece que si una chica le da aunque sea cinco pesos al tratante, ahí ya la está explotando».
Agrega, empero, que podría organizar en ese mismo instante un operativo en Sullivan y ninguna chica se atreverá a acusar a su padrote.
XII
Karina escapó con la ayuda del taxista que la llevaba, junto a otras muchachas, a diferentes bares y «teibols». Para entonces ya tenía otra hija. No sabe quién es el padre.
«El señor me llevó a un hotel y me dijo que le hablase a inmigración o a la policía. Y dije, bueno, a lo que pasa eso las duermo a mis niñas para que estén tranquilas y pueda estar segura. (Los padrotes) no tardaron ni diez minutos en llegar. Rompieron la puerta de la habitación, me golpearon, me dejaron inconsciente… Se llevaron a mis hijas».
A ella la dejaron. Karina estuvo cinco meses sin ver a sus pequeñas. Para recobrarlas tuvo que pagar 200.000 pesos mexicanos (unos US$15.000).
Cuando le regresaron a sus hijas, la menor, de cinco años de edad, había sido violada.
«¿Sabe el dolor que es eso? Uno no es que soporte, no es que pueda más, simplemente sabía que lo que me estaban haciendo lo aceptaba por la vida de mis niñas. Pero mi hija… ella fue violada por no sé cuántos tipos».
«De todo esto ya ha pasado un año y mi hija no tolera que la toquen. Todas las noches se despierta llorando. Igual que yo. Le cuesta mucho trabajo aprender en la escuela. A veces siento que se va de este mundo. La siento ausente. Ella no puede expresarse. Yo no sé lo que siente… Pero cuando la veo sonreír para mí es un alimento, una tranquilidad verla que está allí, en mi vida».
XIII
Gracias al testimonio de Madaí, «Jorge» fue condenado a 20 años de prisión. Veinte más fueron añadidos por otro caso.
Madaí es ahora presidenta honoraria de Reintegra, una organización no gubernamental que trabaja con jóvenes rescatadas de las redes de la trata. También estudia derecho.
El «teibol» Cadillac fue cerrado en un operativo a fines de mayo de este año. Se detuvo a catorce personas: el gerente, meseros, personal de seguridad y boleteras.
Varias de las chicas que allí trabajaban, entre ellas Karina -que se presentó ante la Procuraduría cuando supo del allanamiento-, declararon en contra de los dueños y los empleados del lugar. Algunas se retractaron luego.
Karina no lo ha hecho. Ahora vive, en compañía de sus hijas, en un lugar secreto. Asegura que el taxista que la ayudó a escapar fue asesinado.
El proceso contra los catorce detenidos en El Cadillac sigue en firme, así como una extinción de dominio para el inmueble.
De esa manera, el infierno quizás tendrá una entrada menos.
Fuente: BBC México
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El paro que se realiza en el Día de la Mujer tiene sus fundamentos en cifras que abarcan desde feminicidios y violaciones hasta la discriminación laboral; los números de la marcha.
El Paro Internacional de Mujeres que se celebra hoy en más de cincuenta países tiene como objetivo final protestar contra la desigualdad entre hombres y mujeres y la violencia de género.
La medida consiste en la realización de un paro total, sea en el trabajo o en las tareas domésticas y en los roles sociales como cuidadoras durante la jornada completa.
También se promueven otras medidas como el uso del color negro en ropa o cintas; el «boicoteo a las empresas que usan el sexismo en sus propagandas o en su enfoque hacia las trabajadoras; el boicoteo a los misóginos locales; una huelga de sexo; un cese de compras por la jornada; el corte de calles con manifestaciones; la realización de actos públicos contra la iglesia católica; y la instalación del mensaje automático de correo «fuera de oficina», explicando el motivo.
Cada una de las formas de protestar tiene su correlato en cifras que dan cuenta de la violencia y la discriminación por género. A continuación, algunos ejemplos porcentuales extraídos de trabajos de las organizaciones Cippec, Economía Feminista, La Casa del Encuentro y Amnistía internacional. Así como de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema y de la Encuesta Permanente de Hogares.
En la Argentina muere una mujer víctima de feminicidio cada 29 horas.
Se producen 50 ataques sexuales por día.
La tasa de violaciones es de 8,7 cada 100.000 habitantes.
Sólo una de cada dos mujeres es activa laboralmente (trabaja o busca trabajo), mientras que en el caso de los hombres es el 72%.
A las mujeres les cuesta más obtener empleo. El 43% de las mujeres trabaja más allá de las tareas de cuidado; en varones ese porcentaje es del 67%. Y, una vez que lo hacen, suele ser en empleos de peor calidad (con mayor informalidad, menores salarios y peores puestos).
En promedio las mujeres destinan 6,4 horas diarias a desarrollar tareas de cuidado mientras que los varones dedican 3,4 horas.
Tres de cada diez puestos de jefatura son ocupados por mujeres y su salario promedio es un 27% menor que el de los varones en puestos con las mismas responsabilidades.
El 50% de los empleados del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) son mujeres; sólo el 30% del personal jerárquico del PEN son mujeres.
En la Cámara de Diputados, ley de cupo mediante, solo 34% de las bancas están ocupadas por mujeres. En la Cámara Alta, 40% de las bancas están en manos de mujeres. Por otra parte, nunca una mujer presidió la Cámara de Diputados de la Nación.
En la Justicia provincial el 44% de los jueces son mujeres mientras que en la Justicia nacional y federal sólo ocupan ese puesto un 34% de mujeres.
En la Corte Suprema, solo uno de los magistrados es mujer.