Maduro terminará saliendo por piernas alguna madrugada, pero entretanto le llegue la hora de buscar refugio en otra parte, seguirá llenando de sangre las aceras y reprimiendo a balazos a la gente.
Decía Octavio Paz que toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo. La frase del escritor mexicano describe cabalmente lo que está ocurriendo en Venezuela, donde Nicolás Maduro ha coronado esa cima despótica que solo los tiranos sin matices son capaces de alcanzar. «Si la revolución bolivariana fuera destruida, lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas», ha dicho en un rapto de sinceridad que no era necesario, porque ya sabíamos que a Maduro el traje de la democracia le queda tan estrecho que hace tiempo que decidió romperle las costuras.
Las dictaduras de izquierdas han encontrado en el concepto de revolución una excusa para ocupar el poder (no les basta alcanzarlo) e impedir por la fuerza –muy bruta, por cierto– que triunfe la contrarrevolución y se abra paso la democracia. Lo que se está viviendo en Venezuela es una contrarrevolución en toda regla, porque quien se ha echado a la calle en legítima defensa es el mismo pueblo que se agarró a la revolución bolivariana seducido por el mantra del «socialismo del siglo XXI». No son los peones del imperialismo, sino gran parte de los hijos del chavismo quienes están renegando del padre. O como dirían los dirigentes de Podemos, es la gente. Es curioso: la gente que se echa a la calle en Venezuela deja de ser gente y se convierte –a los ojos del régimen– en agentes del imperialismo, del capitalismo, del neocolonialismo, en cualquier cosa ominosa que termine en ismo y pueda ser utilizada como coartada para denunciar un complot contra la revolución.
No es nuevo, porque todos los dictadores de Iberoamérica –antes, con botas y uniforme; ahora, en chándal– han hecho lo mismo. Maduro terminará saliendo por piernas alguna madrugada, pero entretanto le llegue la hora de buscar refugio en otra parte, seguirá llenando de sangre las aceras y reprimiendo a balazos a la gente. Perdón, «agentes». Ya han muerto casi un centenar de «agentes», porque además del monólogo y el mausoleo, otro de los rasgos de los dictadores es que les da por vaciar el cargador cuando el pueblo no atiende a razones y se empeña en hacer la contrarrevolución.
Suecia está siendo despedazada desde dentro. La aplicación de la ley está pidiendo ayuda a gritos, y es sólo una cuestión de tiempo que el país necesite la intervención militar de otros países que evite una catástrofe humanitaria.
Imagen de disturbios en Estocolmo.
AD informó recientemente que, según un informe, el número de zonas sin ley (comúnmente referidas como “zonas no-go”) en Suecia ahora asciende a 61 . Es decir a partir de 55 que habían hace apenas un año. Este aumento incluye, no sólo el número total, sino también el tamaño geográfico de estas áreas.
El Comisionado de la Policía Nacional de Suecia, Dan Eliasson, habló en la televisión nacional y solicitó la ayuda : “! Ayúdennos, ayúdennos”, dijo al tiempo que advirtió que las fuerzas policiales suecas ya no pueden cumplir la ley y por lo tanto deben pedir a todos los buenos poderes en el país para que los apoyen.
Un experto sueco en investigación, Johan Patrik Engellau, ha estado trabajando con organizaciones como la ONU y otras que operan en zonas de crisis. Advierte: “Me temo que es el fin para el bien organizado en la Suecia digna e igualitaria que hemos conocido hasta ahora. Personalmente, no me sorprendería si se produce alguna forma de guerra civil. En algunos lugares, la guerra civil ha comenzado probablemente ya”.
Los solicitantes de asilo en Suecia en la ciudad de Kalmar, de donde fueron obligados a salir refugiados cristianos, siendo intimidados y maltratados por musulmanes.
Los solicitantes de asilo en Suecia en la ciudad de Kalmar, de donde fueron obligados a salir refugiados cristianos, siendo intimidados y maltratados por musulmanes.
El Estado sueco ha perdido grandes áreas a manos de los grupos armados religiosos, a los que describen mejor como milicias islamistas. El jefe de la policía, Lars Alversjø, dice que “no hay legalidad en algunas partes de Estocolmo (capital de Suecia)”. También observó cómo “el sistema legal, que es un pilar de toda sociedad democrática, se derrumba en Suecia”.
Magnus Ranstorp, un investigador del terrorismo y la radicalización en el Colegio de Defensa Nacional de Suecia, señala: “En las zonas más extremistas han tomado el relevo. Todo el sentido de la justicia y la paz se ve amenazada por los hechos que la policía está analizando ahora y que sólo está empeorando. Suecia se encuentra en una situación desastrosa».
El Servicio de Seguridad sueca ( Säkerhetspolisen – abreviado como SAPO), advirtió recientemente que el país está plagado de “miles de islamistas” que comparten la ideología del Estado Islámico. En muchos lugares, los funcionarios públicos (es decir, las autoridades no islámicas) necesitan ser excoltados por la policía o por la seguridad privada.
La palabra que las autoridades suecas y los medios de comunicación utilizan para identificar a las “zonas prohibidas” del país es “utenforskap”. La palabra significa algo así como “zona excluida”. En estas áreas la ley sueca ha sido sustituida por una mezcla de la ley de la selva y el código legal islámico, la sharia. Bandas de musulmanes armados y los radicales islámicos simplemente están forjando grandes piezas de Suecia por sí mismos. La única razón por la que este antiguo país pacífico y seguro no se ha convertido en una zona de guerra a gran escala, probablemente tenga que ver con el hecho de que el gobierno feminista liberal de Suecia no está poniendo ninguna resistencia real contra los islamistas.
Tal y como Johan Patrik Engellau expone: “El gobierno no parece entender que ha perdido el control. Hay un punto en el que ya no se puede detener el desarrollo de una situación. No sé si Suecia ha llegado a este punto a raíz de las consecuencias [de] la inmigración, pero me temo que estamos muy cerca de ser un país musulmán. Si nosotros aquí ahora tomamos una acción clara y firme, incluida la interrupción de la inmigración y la promoción política del multiculturalismo, podríamos ahorrarnos alguna dificultad que pueda perjudicar a Suecia”.
Dos mujeres policías tras un atentado islamista.
Incluso si el gobierno sueco feminista optara por luchar mañana, Suecia no tendría la suficiente capacidad militar necesaria para revertir esta situación. El 80 por ciento de los agentes de la ley del país están considerando renunciar a sus puestos de trabajo, algo que es una clara señal de que la fuerza policial está completamente desmoralizada. Los militares en este país tradicionalmente pacifista han sido reducidos a casi nada , y no hay dinero para solucionarlo.
Ministras feministas suecas durante una recepción en Teherán.
El hecho es que la élite política de Suecia está muy lejos de tomar tal acción decisiva, ya que ni siquiera han comenzado a hablar abiertamente acerca de estos problemas.
Por consiguiente, Suecia muy pronto necesitará ayuda del exterior. La petición de ayuda del jefe de policía Dan Eliasson, incluye únicamente a los socios potenciales dentro de Suecia, pero muy pronto la comunidad internacional tendrá que intervenir en caso de que comience una catástrofe humanitaria que debe ser evitada.
La compra de Whole Foods puede dar a Amazon los conocimientos necesarios para crear una plataforma de alimentación líder. Los analistas vaticinan un reequilibro de fuerzas en la gran distribución.
Por Víctor M. Osorio / Madrid
La pauta suele repetirse. Primero, ficha a los mejores expertos. Luego, aprende mediante la prueba y error. Y, finalmente, cuando consigue hacer funcionar el modelo, lo escala. Es entonces cuando Amazon hace valer su poder de negociación con proveedores, la fortaleza de su cadena logística y su capacidad para ofrecer precios competitivos. El resultado suele ser el liderazgo del sector que ha puesto en su punto de mira, pero esta estrategia lleva años tropezado con una piedra: la alimentación.
Amazon quiere ser un protagonista del mercado de la alimentación, un negocio que mueve 800.000 millones de dólares al año en EEUU, y la compra de los supermercados premium Whole Foods por 12.250 millones de euros esta semana es la costatación de un reconocimiento: jugar sólo online quizá no funcione en alimentación.
Qué ha comprado
La respuesta no es 460 supermercados, sino conocimiento. «De un golpe, Amazon ha adquirido una cadena de frío en EEUU, experiencia en la gestión de frescos o conocimientos sobre el desarrollo de marca propia», afirma María Miralles, socia responsable de la práctica de Retail & Consumer Goods en Iberia y Latam de Oliver Wyman. «Va a tener aprendizajes muy difíciles de obtener online, como entender al consumidor, el punto de venta o cómo se compra», añade Javier Vello, socio responsable de distribución en PwC.
Pero, ¿por qué Whole Foods? «Son los mejores en lo que hacen, tienen consumidores dispuestos a pagar más y puede obtener unas sinergias logísticas enormes, tanto al usar las estructuras de Whole Foods como al llenar con alimentación las rutas de Amazon. Además, le puede servir para ganar la confianza del consumidor al unir la garantía de que los productos han sido seleccionados por expertos (WholeFoods) y llegarán a casa en la forma y momento que se desee (Amazon)», dice Fernando Pasamón, socio de Consumo y Distribución de Deloitte.
Si Amazon puede unir su eficiencia y tecnología al know how de Whole Foods, la fórmula puede ser ganadora: bajar los costes logísticos en alimentación y tener una propuesta omnicanal. La firma de Jeff Bezos ya había demostrado con Amazon Go o sus tiendas físicas de libros en EEUU que no teme dar el paso al offline. «La compra de Whole Foods demuestra que los distribuidores probablemente no puedan elegir entre vender online o en tiendas, sino que necesiten la unión de ambas», aseguró esta semana Shannon Warner, consultora de Capgemini, en declaraciones a Bloomberg. «No hay sector en el que la tienda física sea más importante que en la alimentación», añadía Charlie O’Shea, de Moody’s. ¿Significa eso que en el futuro veremos supermercados de Amazon? «Dependerá de la evolución del negocio. Si las ventas online no despegan, podría ir a un modelo híbrido», dice Javier Vello.
El impacto en el sector
La distribución vive un momento complicado por la caída de los márgenes causada por el comercio electrónico y las cadenas de hard discount. El horizonte no parece mejor, ya que «el pastel difícilmente crecerá en los países occidentales por razones demográficas. Se competirá por redistribuir los trocitos y Amazon tiene capacidad para quedarse con una buena porción», opina Fernando Pasamón.
Algunos analistas creen que no habrá que esperar demasiado para ver este proceso de reordenación. «Va a producirse una guerra de precios en EEUU en los próximos seis meses, y en paralelo ha comenzado un periodo de uno o dos años para que Amazon cree una plataforma diferencial en alimentación. Con su penetración online y su surtido en otras categorías, si esa plataforma funcionara a ser difícil competir con ellos», señala Oliver Wyman.
Otro factor que añade presión a los supermercados tradicionales es el crecimiento de los modelos basados en precios bajos: hard discount. Lidl acaba de iniciar un plan para alcanzar 100 tiendas en 2018 en EEUU, mientras que Aldi, que ya suma más de 1.600, anunció hace poco una inversión de 3.400 millones de dólares para alcanzar las 2.500 tiendas en 2022.
Tras la compra de Whole Foods, algunos expertos prevén que estos planes se aceleren, aunque las cadenas alemanas no serán las más afectadas por la compra de Whole Foods. Sí, en cambio, los grandes distribuidores norteamericanos, que cayeron entre un 4% y un 10% en Bolsa el día que se hizo pública la compra.
Quién sufrirá el golpe
Un ejemplo es Walmart, ya que el 60% de sus ventas son alimentación, lo que supone una cuota del 20% en EEUU. Sin embargo, esa posición dominante y su crecimiento online mediante compras -Bonobos o Jet.com- podrían amortiguar el golpe. Kroger, CostCo o Target tendrán más problemas, según los analistas, al igual que firmas como Instacart, el Ulabox norteamericano. Por eso, corren rumores de operaciones de concentración en el sector.
Los expertos consideran que apostar por la diferenciación en el servicio, el surtido de productos y los frescos, así como por una política de precios competitiva, es la forma en la que los distribuidores pueden defenderse de los cambios en el statu quo que se avecinan. Pero incluso así, «no puedes ir de frente a competir con Amazon», dice Javier Vello, que define a la firma como»una empresa omnívora, que quiere entrar en todos los sectores y lo único que se plantea es cómo satisfacer necesidades para ganar confianza y lealtad».
Su colega en Deloitte afirma que Amazon ha dado un nuevo paso en su plan para ser «la tienda más importante del mundo». Y la compra de Whole Foods ha demostrado que las pocas palancas de dominio de su competencia pueden ser rebatidas.
¿Cómo Michel Franco se ha convertido en uno de los cineastas más prestigiosos de México? Este año estrenó simultáneamente en Cannes y México su película “Las hijas de Abril”.
Por Marcela Vargas / Fotografía Diego Berruecos
El maquillaje para la sesión de fotos de portada de Michel Franco es mínimo: apenas algo de polvo translúcido para evitar el brillo de la piel y un poco de producto para definir su característico cabello afro castaño claro. El cineasta mexicano posa para el fotógrafo Diego Berruecos en distintas áreas de la casa de su productora Lucía Films, en la colonia Anzures. Ahí ha producido cuatro de sus cinco películas, además de 600 millas (2015), de Gabriel Ripstein, y Desde allá (2015), de Lorenzo Vigas. Afable y relajado, no parece que esté a unos días de volar a Francia para participar por cuarta ocasión en el Festival Internacional de Cine de Cannes —uno de los más importantes de la industria—, donde estrenará su quinto largometraje, Las hijas de Abril, en la sección Un Certain Regard, competencia que ganó en 2012 con la aclamada cinta Después de Lucía.
Las hijas de Abril cuenta la historia de Valeria (Ana Valeria Becerril), una adolescente embarazada que vive con su media hermana Clara (Joanna Larequi) en Puerto Vallarta, que quiere empezar una familia con su novio Mateo (Enrique Arrizón). Sin embargo, la inesperada reaparición de su madre, Abril (Emma Suárez), complica las vidas de ambos hacia un camino inesperado y cruel.
Filmada en locación en Jalisco y la Ciudad de México, la película explora las diferentes facetas de una familia de mujeres enérgicas cuyos temperamentos e inseguridades chocan de manera constante. La química en pantalla de sus protagonistas se debe a una dirección sólida y a la experiencia de filmar —como todos los proyectos de Michel Franco— en orden cronológico.
Un par de semanas antes de la sesión fotográfica, Franco (1979, Ciudad de México) presentó Las hijas de Abril a un reducido grupo de medios de comunicación. En la sala de proyecciones de la distribuidora, al sur de la capital mexicana, Franco y los debutantes Enrique Arrizón y Ana Valeria Becerril dieron sus primeras entrevistas para promocionar el largometraje. Durante las conversaciones de rigor, la emoción de los jóvenes actores contrastaba con la mesura del director. Ana Valeria y Enrique platicaban impresionados sobre el sueño hecho realidad que era debutar en cine, y además en Cannes. Franco, por su parte, se mostraba más reflexivo, manteniendo a raya las expectativas y disfrutando de una nueva oportunidad de ir al certamen. Esta cuarta visita, dice, la valora más que en veces anteriores, pues ya entiende lo que significa estar ahí.
Arrizón y Becerril son los talentos más recientes descubiertos por Franco para Las hijas de Abril. Al igual que en sus películas anteriores, en esta ocasión el cineasta juntó a actores más experimentados, como la española Emma Suárez, con otros que se enfrentaban a su primer trabajo en pantalla.
—Para que funcione es muy importante que quienes tienen más experiencia dejen a un lado sus mañas, sus trucos y que tengan la disposición y humildad de ponerse a la par del nuevo. Mientras que el nuevo tiene que estar a las vivas para ponerse al nivel.
Para consolidar al equipo, las tres mujeres que integran a la familia protagónica vivieron una semana juntas en la misma casa donde grabaron, antes de iniciar el rodaje. Así, como lo cuenta Ana Valeria Becerril, se apropiaron del espacio, de sus personajes y de las relaciones entre ellas.
—Michel nos dio esa libertad todo el tiempo: hacer, proponer, pensar, hacer al personaje nuestro.
La cinta no endulza las realidades incómodas en cuanto a las relaciones entre madres e hijas. Hay momentos de ternura y complicidad que hacen más difícil sobrellevar la constante confrontación entre el espíritu apacible de Clara, la determinación y energía de Valeria y la personalidad abrumadora de Abril. La representación en pantalla de estas tres caras de la femineidad es emotiva y sólida, manejada con la misma sensibilidad que Michel Franco ha mostrado en su obra previa para escribir y dirigir a mujeres protagónicas.
—Había que hacerlo muy real, profundizando en qué son las relaciones entre mujeres dentro de una familia bastante disfuncional. ¿Cómo se vive?, ¿desde dónde?, ¿por qué? —dice Becerril, para quien este acercamiento fue fundamental en la construcción de los personajes.
La predilección de Michel Franco por contar historias sobre mujeres quedó patente desde su primer largometraje, Daniel y Ana (2009), y ha continuado como eje de su filmografía —con la peculiar excepción de Chronic, escrita originalmente con una mujer como protagonista, pero cuyo guion modificó a solicitud del actor británico Tim Roth—. Cineastas como Woody Allen e Ingmar Bergman le han servido de inspiración para centrar sus tramas en protagonistas complejas y multidimensionales.
—Me interesan mucho más las mujeres que los hombres —explica Franco en entrevista durante la presentación a medios de Las hijas de Abril—. Me parecen más inteligentes, emocionales. No vemos tantos personajes [femeninos] interesantes en el cine. Históricamente hay muchísimos, pero de pronto como que ponen a las mujeres a hacer los personajes secundarios: la esposa de, la hija de…, y los hombres suelen cargar las películas.
—Yo creo que tiene alma de mujer, o no sé —bromea su hermana, Victoria Franco, en entrevista telefónica.
Victoria codirigió A los ojos (2014) con él y dice sorprenderse por esa sensibilidad, ya que a veces siente que él conoce mejor a las mujeres que ella misma.
Otra característica vital de Las hijas de Abril —y que ha tenido efectos positivos para Michel Franco en Cannes— es su estilo directo, crudo, sin artificios que le digan a la audiencia cómo sentirse en cada escena. La banda sonora es únicamente el sonido ambiental, toda expresión emocional está en los actores y en la cámara como testigo mudo. La fotografía quedó a cargo del belga Yves Cape (Ma Vie en Rose), con quien trabajó también en Chronic (2015).
Su socio, el venezolano Lorenzo Vigas, admira la capacidad de Franco para contar historias dramáticas en ese tenor. Al interior de la sala de edición de Lucía Films, mientras su amigo es fotografiado para esta portada, Vigas apunta la importancia de ser así de honesto en cualquier sociedad latinoamericana, donde todos siempre se preocupan por endulzarle las verdades a los demás.
—Hay gente que se siente un poco incomodada, pero es muy importante sentir que alguien te cuenta una historia así: de una manera completamente cruda, brutal.
El mismo día de la proyección en Cannes, Las hijas de Abril tendrá funciones especiales en México. La distancia entre su exhibición en Francia y su estreno comercial será mínima. Esto fue decisión de Franco, quien quiere mostrarle la película a su país cuanto antes.
—Cannes es la vitrina para presentar la película al mundo, pero para mí no hay público más importante que el mexicano.
El elenco de “Las hijas de Abril”: Emma Suárez, Joanna Larequi y Ana Valeria Becerril.
* * *
La oficina de Michel Franco es un reflejo de su personalidad. Sencilla, con un par de sillones mullidos frente a un escritorio gris, minimalista. Sobre el escritorio están su computadora portátil y un volumen de The Godfather Family Album (2008), un libro detrás de cámaras de la trilogía de El Padrino, de Francis Ford Coppola. Aunque estudió un par de semestres de Comunicación en la Universidad Iberoamericana y un breve curso de dirección en la New York Film Academy, Franco dice que aprendió a hacer cine con los videos detrás de escena de los dvd de sus películas favoritas.
A la derecha de su escritorio hay un mueble con una tornamesa enorme y un par de bocinas. Vintage real: Es un aparato viejo que podría estar llenándose de polvo en una bodega, pero que aquí tiene un espacio principal, ocupa casi toda una pared de la habitación. En contra esquina, apenas detrás de los sillones, descansan la silla de director que Franco usó en la filmación de Daniel y Ana y una guitarra acústica —“Es un músico frustrado”, dice su hermana Victoria—. En los muros de todo Lucía Films, como en su oficina personal, cuelgan enmarcados pósteres, recortes de prensa y boletos de cine de las películas producidas ahí. Eso es Michel Franco: cinéfilo, melómano, realizador.
Descubrió La naranja mecánica (1971), de Stanley Kubrick, más o menos a los 16 años de edad. Cuenta su hermana Victoria que le obsesionó tanto el cine que se negaba a irse a la escuela sin ver primero un fragmento de alguna de sus películas favoritas. Decía: “¡Espérame! ¡Déjame ver 10 minutos y ya nos vamos!”. Era una necesidad que tenía.
—Fue cuando Tiempos violentos (1994) salió en el cine y vi Perros de reserva (1992). Me marcaron mucho porque descubrí el poder que puede llegar a tener el cine —recuerda Franco, para quien esa obsesión creció con tanta fuerza que decidió dedicarle su vida a la cinematografía.
Intentó estudiar Comunicación, en caso de que lo del cine no funcionara y para tener así un respaldo para dedicarse, por ejemplo, a la publicidad. Pero después de dos semestres y de un proyecto fallido en la clase de fotografía de Ricardo Trabulsi, se atrevió a dejar la escuela. El profesor le había encargado contar una historia en ocho fotografías. Franco entregó 70. No lo reprobaron porque mostró compromiso con el proyecto, pero el profesor le sugirió que si tenía tantas ganas de hacer cine, mejor se dedicara a eso.
En 2003 ganó el Danzante de Oro del Certamen Iberoamericano en el Festival de Cine de Huesca con el cortometraje Entre dos y se animó a preparar su primer largometraje. Reescribió 35 veces el guion de una comedia de época ambientada en los años setenta hasta que se rindió porque nadie quería financiar el proyecto. Entonces escuchó una historia real que despertó la chispa de lo que sería Daniel y Ana. La escribió pensando en que si no conseguía apoyo de algún fondo o casa productora, podía producirla por sí mismo. El guion le interesó a su amigo Daniel Birman, nieto de Alfredo Ripstein y productor en Alameda Films. Juntos hicieron la mejor película que pudieron, sin otra meta que completarla.
Michel quiso filmarla en 35 mm, de modo que no podía hacer más de dos o tres tomas cada vez. Su manera de hacer las cosas la había pulido con sus cortometrajes, mientras que el estilo de Birman era más clásico.
—Fue muy difícil para mí ese rodaje, porque es la única película que no he producido. Como no fui a la escuela de cine, no hago las cosas como supuestamente hay que hacerlas.
No obstante, Daniel y Ana les dio la satisfacción de llevarlos a competir por la Cámara de Oro en la Quincena de Realizadores de Cannes. La recepción crítica fue más bien tibia, con la prensa dividida entre quienes consideraban su trama sobre incesto y crimen organizado un gancho fácil por lo controvertida y quienes apreciaron su capacidad para filmar una historia particular que trascendiera fronteras y tocara fibras universales.
Las claves de la filmografía de Michel Franco ya estaban ahí, aunque lejanas todavía del potencial que han mostrado sus títulos posteriores. Después de Lucía, con la que visitaría Cannes por segunda ocasión y que lo haría acreedor al premio Un Certain Regard, es una muestra más consistente de sus intereses, estilo y sutilezas. La cinta fue ovacionada durante el Festival y llamó la atención de Tim Roth, presidente del jurado en esa edición.
Un vistazo a sus películas revela a un director que no subestima a su audiencia y que, por el contrario, demanda un compromiso intelectual de su parte para involucrarse con la historia en pantalla. Sus encuadres abiertos y distantes se acercan más a una mirada documental que a una ficción convencional, mientras que el peso de las emociones recae en los silencios y la falta de comunicación entre sus personajes. Son historias dolorosas, arriesgadas, que llevan al límite a los involucrados y los abandonan al final, presas de sus propias decisiones.
La historia de Alejandra (Tessa Ia) cautivó a la crítica y al público. Tras haber perdido a su madre Lucía, Alejandra y su papá (Hernán Mendoza) se mudan de Puerto Vallarta a la Ciudad de México para empezar una nueva vida. Alejandra no logra adaptarse a la escuela y se convierte en una víctima silenciosa de toda clase de vejaciones por parte de los otros alumnos. Este cruel y fascinante relato deja al descubierto las facetas más oscuras de los adolescentes y la incapacidad de los adultos para comunicarse con ellos.
Se convirtió en la sexta película mexicana más vista en territorio nacional en 2012, con alrededor de 763,000 asistentes, según datos del Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2012 publicado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). El éxito le dejó un sabor dulce a su director, quien desde su oficina en la colonia Anzures recuerda las dificultades para levantar la cinta y lo que significó para él volver a llegar a Cannes.
—Es una película en la que no creyó nadie más que la gente que participó en ella. Nos negaron todos los fondos, la hice con unas cámaras pequeñísimas de foto. Acabé de filmar en febrero del 2012 y en mayo estábamos en Cannes. Eso para mí ya era una revolución.
Dicen que en la sala de cine, durante su estreno en la Riviera Francesa, Tim Roth estaba fascinado. Lloraba, gritaba, aplaudía. Quienes lo vieron así le decían a Franco que tenía el premio asegurado. Él no quiso creerlo hasta que fuera oficial. El presidente del jurado la calificó de “obra maestra” y quedó prendado del trabajo del cineasta mexicano al punto de sugerirle trabajar juntos en su siguiente proyecto.
—La razón por la que vengo a Cannes y acepto ser jurado es para descubrir cosas extraordinarias, y esta película lo tiene todo —dijo el británico—. La premiamos por el desempeño de los actores, por su técnica, por su guion, por su visión.
Uno de los actores favoritos de Quentin Tarantino, protagonista en las películas que lo obsesionaron con el cine, le hacía esa propuesta a Michel Franco.
—Alguien que yo admiraba tanto me sugirió que trabajáramos juntos, ¡casi que se invirtieron los papeles!— ríe el cineasta. En lugar de dejar que se le subiera el cumplido a la cabeza, le tomó la palabra y se puso a trabajar el guion de Chronic, una historia inspirada en los últimos años de vida de su abuela.
Después de Lucía se convirtió en una especie de amuleto para Franco, tanto que su productora pasó de llamarse Pop Films a Lucía Films, y desde entonces se ha dedicado a trabajar en proyectos exitosos que han dado una nueva visibilidad al cine mexicano.
* * *
El 2015 fue un año inolvidable para Lucía Films. La relación iniciada con Tim Roth en Cannes dio frutos a través de dos películas: 600 millas, ópera prima de Gabriel Ripstein que protagonizó junto a Krystian Ferrer, y Chronic, cuarto largometraje de Michel Franco y su primero filmado fuera de México. Además, Lorenzo Vigas dirigió su primera ficción, Desde allá, con el chileno Alfredo Castro. Las tres cintas triunfaron en los festivales de cine más importantes del mundo. 600 millas se estrenó en la sección Panorama del 65º Festival Internacional de Cine de Berlín, donde ganó Mejor Ópera Prima; Desde allá fue acreedora al León de Oro en el Festival de Cine de Venecia (el primero para el cine latinoamericano); y Chronic fue el Mejor Guion de Cannes ese año.
—Todo lo que pasó en 2015 me dio mucha seguridad para seguir trabajando —dice Franco, orgulloso de su labor y la de sus colaboradores. —Después de reflexionar un momento, agrega—: Es muy importante no confundir seguridad con arrogancia. El día que crees que ya sabes exactamente lo que estás haciendo y que se te olvida lo impredecible que es el cine o que crees que ya encontraste una fórmula, sin duda vas a hacer una película terrible.
Chronicha sido uno de los más grandes retos en la carrera del cineasta mexicano: rodaba por primera vez fuera de México, en otro idioma, con un presupuesto amplio y con un protagonista famoso. La experiencia de filmar y producir Después de Lucía “con todo en contra” y su éxito posterior le reafirmó algo que sabía muy dentro de sí: entre más control tienes sobre tu propio trabajo, es mejor. Tardaría más poniéndose de acuerdo con un productor o intentando que el guionista transmitiera la esencia de lo que quiere decir.
—Entiendo muy bien lo que quiero hacer y soy bueno para producir, dirigir y escribir al mismo tiempo. El reto era: ¿seré capaz de ir a hacer eso a Estados Unidos y mantener el control?, ¿podré dirigir y controlar a Tim Roth?
Chronic cuenta la historia de David, un enfermero de Los Ángeles que se ocupa de pacientes terminales. Su profesionalismo le ayuda a construir relaciones afectivas con los enfermos, cuyas muertes sufre como si se tratara de miembros de su familia. Sin embargo, fuera del trabajo David vive en soledad y culpa por su rol en una tragedia familiar que lo alejó de su exesposa e hija. Con fotografía de Yves Cape y una vez más una cámara de mirada distante y ritmo pausado, el viaje emocional de David conmueve e incomoda por igual. Los personajes en las películas de Michel Franco nunca son definitivamente buenas o malas personas, viven en una escala de grises cuyas consecuencias crecen, como ondas en el agua, para tocar a más personas de las involucradas directamente en la historia.
La actuación de Roth en Chronic es quizá la mejor que ha dirigido Franco hasta ahora. A lo largo de esta cinta, actor y director trabajan juntos para explorar el mundo interior del protagonista en un silencio que, sin abrumar, invita al público a llenar los espacios en blanco con sus recuerdos y experiencias personales. Transforman a David en un lienzo para las emociones ajenas que invita a la introspección. A través de sus personajes, Michel Franco plasma su mundo interior en pantalla y ayuda a que su público se atreva a asomarse al propio.
Hernán Mendoza, que ha colaborado con Franco en Después de Lucía y Las hijas de Abril, aprecia esa parte del trabajo con este director:
—Le gusta mucho el proceso actoral. Todo está dirigido a que el momento salga verdadero y sutil. Es como un bordado fino que me encanta y que disfruto —comenta en entrevista telefónica—, es muy sabroso hacer este tipo de trabajo, donde lo importante es la verdad de la situación, lo que internamente le pasa a los actores.
El reto estaba en hacer una película enteramente suya, tal como se la había imaginado, en un país donde hay más reglas, donde todo es más caro y al que no pertenece. Chronic ganó Mejor Guion en Cannes; el reto fue superado.
* * *
Uno de los logros menos mencionados de Michel Franco es que ha sabido combinar sin falla la amistad con el trabajo. Su equipo cercano está integrado por personas como él: cinéfilas, comprometidas, originales y propositivas. El núcleo del equipo que integra a Lucía Films nació hace unos 15 años, apenas pasado el cambio de siglo. Un grupo de amigos enamorados del cine que empezaron a apoyarse para lograr una meta en común: hacer las películas que les gustaría ver. Entre ellos se encuentran, desde luego, Gabriel Ripstein y Lorenzo Vigas, con quienes el balance creativo es más evidente.
Poco a poco comenzaron a intercambiar ideas y guiones y a involucrarse en los proyectos de uno y otro. El primero en filmar fue Michel, con Daniel y Ana y Después de Lucía, y eso como que le dio valor al resto. Fueron, dice Michel, diez años de preparación, pasándose libros y discutiendo sobre cómo debería ser el cine.
—No es asociarme con alguien para ser más fuerte; primero tienen que nacer una sensibilidad y una visión similar sobre lo que es hacer películas. Nosotros compartimos esas cosas —asegura Vigas, en la sala de edición de Lucía Films. Sonríe cuando habla sobre su amigo y socio, a quien ha apoyado en todos sus proyectos (es productor principal de Las hijas de Abril ) y quien se encarga ahora de la producción de su siguiente largometraje.
No es casualidad que a las cintas producidas por este conjunto les vaya tan bien al estrenarse. Todos estos años han construido un equipo sólido y simbiótico que va tomando también desde afuera apoyos invaluables.
—El cine es un trabajo de equipo— dice Vigas.
Desde allá, por ejemplo, se hizo con un ensamble de primera categoría: estuvieron involucrados, además de Franco y Ripstein, Guillermo Arriaga; los chilenos Alfredo Castro y Sergio Armstrong, cinefotógrafo —ambos colaboradores frecuentes de Pablo Larraín.
—La figura del productor como una persona que acompaña el proceso creativo del director es la que me interesa —comenta Vigas sobre su rol en Las hijas de Abril—, y también es la que hace él cuando yo dirijo.
Esa perspectiva refleja la del propio Michel, quien asegura que lo más importante de producir una cinta es no querer moldear al director, sino ayudarlo a alcanzar su propia visión sobre su película. El director, a fin de cuentas, es una especie de dictador que toma las decisiones definitivas para la cinta. Por este motivo, Franco asegura que no podría codirigir con alguien que no sea su hermana, pues es la única con quien podría llegar al consenso que les permita trabajar a gusto.
Así hicieron A los ojos, una historia que entreteje realidad y ficción para hablar de los niños en situación de calle y del complejo sistema de donación de órganos en México. La colaboración se dio de manera natural, puesto que los hermanos comparten intereses, valores y cultura, y se apoyan desde siempre. Michel y Victoria Franco iniciaron el proceso para levantar esta cinta desde antes de que él filmara Después de Lucía, pero se estrenó hasta el 2014.
Él asegura que es la película de la que más ha aprendido, por las condiciones en las que filmaron y porque el secreto para hacerla funcionar era que la parte documental (hecha por Victoria) y la parte de ficción (hecha por Michel) empataran sin problemas.
—Me gusta mucho A los ojos —sonríe el director—. Cada que tengo oportunidad de escoger qué película mía se va a proyectar, la elijo. Ahí sí llevamos al extremo el tono realista.
Él y su hermana preparan su próxima colaboración: esta vez ella dirigirá sola y él producirá. Pocas personas hablan con tanta admiración y afecto de sus hermanos como Victoria Franco habla de Michel.
—Es la persona que más me está alentando al decirme “Tienes que hacer una ficción”. A veces tengo muchas dudas sobre mí misma o inseguridades, y él me apoya, me cuida la espalda. Me dice: “No tienes nada que perder. Si queda mal, queda mal, pero vamos a tratar que no quede mal. Pero tienes que hacerlo, o si no vas a estar toda la vida con la duda de cómo te hubiera quedado una película”.
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Las constantes visitas de Michel Franco a Cannes son paralelas al desarrollo de toda una generación de cineastas mexicanos. Nacidos en la década de los setenta, han ampliado la visibilidad de México en la industria cinematográfica mundial. La carrera de Franco se consolida a la par de ellos y el trabajo de todos nutre a la industria local.
Nombres como Carlos Reygadas —Mejor Director en Cannes por Post Tenebras Lux (2012)—, Amat Escalante —Mejor Director en Cannes por Heli (2013)—, Alonso Ruizpalacios —Mejor Ópera Prima en Berlín por Güeros (2014)—, Gabriel Ripstein —Mejor Ópera Prima en Berlín por 600 millas (2015)—, Fernando Eimbcke —Premio Alfred Bauer en Berlín por Lake Tahoe (2008)—, el australiano-mexicano Michael Rowe —Cámara de Oro en Cannes por Año bisiesto (2010)—, entre otros, le han mostrado al mundo que el cine mexicano es más que los Tres Amigos: Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.
—Quizás al principio la gente en México no la valoraba tanto y poco a poco se han dado cuenta y han empezado a valorar a esta generación —dice Lorenzo Vigas, que aunque nació en Venezuela, está dejando su propia huella en la industria nacional—. Están los tres grandes maestros del cine actual mexicano, que consiguieron hacer un enlace entre México, Estados Unidos y el cine universal, y eso es muy admirable. Luego vienen estos jóvenes directores mexicanos con un cine de gran originalidad, gran sinceridad y gran valentía.
Como industria, el cine mexicano se tambaleó por años, pero poco a poco recupera su cauce. En la última década ha registrado una recuperación en producción por año, aunque no lo logra todavía en la salida a salas.
—Ha sido un proceso muy largo pero han valido la pena la paciencia y el esfuerzo. Hay muchos frentes. Antes nos conocíamos todos y se hacían 10 películas por año. Hoy son más de cien y hay gente que ni conoces. Eso es muy sano.
De acuerdo con estadísticas de Imcine, en 2016 se logró algo que no ocurría desde 1958: se estableció un nuevo récord de películas producidas en México con 162, casi 100 más que las 69 producidas en el 2010. Pero la industria todavía cojea. Hay una disparidad en el crecimiento de la oferta que llega a cartelera: en los últimos seis años se han estrenado entre 56 y 104 cintas nacionales por año, sin mostrar un crecimiento sostenido. Podría decirse que la gente consume cada vez más cine mexicano, pero la brecha entre lo enteramente comercial y el cine “de calidad” todavía es amplia.
—Creo que cada vez se valora más a los directores mexicanos, que además de triunfar en festivales pueden ser disfrutados por el público.
Una clave en el éxito de estos cineastas es la honestidad de sus historias. Ya sean retratos crudos de las víctimas colaterales en la guerra contra el narcotráfico o dramas intimistas sobre el mundo interno de sus personajes, han encantado y dividido a la crítica y en ocasiones han cautivado a la audiencia.
Michel Franco es uno de los más audaces, quizá por eso visita Cannes por cuarta ocasión. No se guarda los golpes y se atreve a confrontar a su audiencia. Desde su lado de la pantalla escribe sobre la muerte, el dolor, la violencia más íntima, la pérdida, la locura.
—Cuando voy al cine me gusta ser cuestionado. Me gusta ir a dialogar con la película. No que me lo den todo masticado y que me digan qué tengo que pensar y qué tengo que sentir —explica.
No subestima la inteligencia de su público, así que les exige la misma capacidad de diálogo que él está dispuesto a dar. No cree en las redes de seguridad y no le gustan las reglas. Desafía con la cámara porque, de otra manera, su corazón cinéfilo terminaría por aburrirse. Hace el cine que le gusta ver, conmovedor, sorprendente.
—El peor cine es el predecible. Si yo cayera en eso algún día, prefiero parar de hacer películas.
Abuso sexual y trafico humano, una realidad que está más cerca de lo que podemos imaginar. Un homenaje a Virginia y Chelo por este trabajo duro y peligroso. Dios las bendiga.
El filósofo austriaco Ludwing Wittgenstein decía “los límites de tu lenguaje son los límites de tu mundo”; y resulta que nuestro idioma contiene una riqueza insospechada en su vocabulario, lo que es de mucha ayuda para apreciar los matices de la vida que suceden a nuestro alrededor sin que nos demos cuenta, por no saber cómo nombrarlas.
El Español es el tercer idioma que posee mayor población alfabetizada del mundo, y con un aproximado del 5.47% del total, es también la tercer lengua más usada para difundir información en los medios de comunicación, además de también tener el tercer lugar en usuarios de Internet con 182 millones, lo cual equivale al 8% del total.
Con base en estos datos, hicimos una recopilación de las 40 palabras más hermosas del idioma. Por supuesto el concepto de belleza es algo muy subjetivo, pero sin duda encontraran estas palabras más que interesantes para enriquecer su vocabulario y para nombrar cosas que antes quizás no sabías que se podían nombrar.
1. Sempiterno
2. Petricor
3. Nefelibata
4. Resiliencia
5. Alba
6. Melancolía
7. Acendrado
8. Ataraxia
9. Ojalá
10. Perenne
11. Nostalgia
12. Compasión
13. Bonhomía
14. Ademán
15. Efímero
16. Infinito
17. Inconmensurable
18. Ósculo
19. Mondo
20. Superfluo
21. Melifluo
22. Serendipia
23. Etéreo
24. Inefable
25. Iridiscencia
26. Efervescencia
27. Aurora
28. Luminiscencia
29. Libélula
30. Arrebol
31. Desenlace
32. Epifanía
33. Limerencia
34. Olvido
35. Entelequia
36. Soledad
37. Sonámbulo
38. Época
39. Lapislázuli
40. Esperanza
¿Qué te pareció esta colección de palabras hermosas de nuestro idioma?¿Las conocías y solías usarlas?
¿Conoces algunas más que merezcan estar en esta lista?
La marihuana es una de las dogas más consumidas por los jóvenes. Sin embargo, al ser empleada en tratamientos medicinales, sus efectos negativos sobre la salud han sido cuestionados por quienes la consumen.
Marcelo Alejandro Crespo subió a su Facebook este post. Se viralizó, y ya lo han leído miles de personas en hispanoamérica.
El porro no hace nada (y yo me lo creí)
Mi padres siempre me dijeron que la droga mata, sin embargo veía a tantos chicos fumar marihuana y ninguno se moría. Pero eso sí, veía que mis amigos, cuando fumaban, empezaban a reírse y a divertirse.
Ellos te dicen: «Lo que mata es el cigarrillo de tabaco, por eso yo fumo marihuana». Pero igual pasa todo a los pulmones, y encima no tiene filtro como el cigarrillo de tabaco.
Ante la duda voy a preguntar si la marihuana mata, directamente a la fuente, o sea a los que fuman, y me responden que no, que son mentiras. Relaja, te divierte y te sientes genial. Ante esta certeza, los padres también se dejan convencer. “Lo hacen todos, fuman en todos lados, te hace estar bien, es un pasatiempo.
Con este panorama los padres quedan sin armas: ¿cómo le voy a sacar a mi hijo esta golosina, que tanto le gusta, si lo hacen todos? Y encima, si dicen que no, parece que estuvieran en contra de la sociedad y, si muestran su preocupación a otros padres, es probable que estos no les vuelvan a dirigir la palabra, porque el hijo de ellos se puede contagiar.
Mis amigos siguen convencidos de que fumar no te causa ningún problema, y me convencieron. Y estaba bien, porque me gustaba hacerlo. Aunque después empezó a haber problemas en mi casa. En mi familia me decían que no se me podía hablar, que reaccionaba mal, estaba más irritado. Es que no quería que se metieran en mis cosas, yo con la marihuana encontré la tranquilidad que necesitaba. Tenía unos problemas en el colegio que no me dejaban dormir, y con el porro estaba bien. Hasta mi novia me dejó, pero ya no me importaba nada.
Dejé de ir al la discoteca, y estaba con los muchachos inclusive en los horarios que tenía que ir a la escuela. Mi mamá se enojaba porque a casa iba sólo a comer y a encerrarme en mi habitación.
Juan, mi amigo que nunca consumió, dice que yo sentía que estaba genial, porque no me daba cuenta de la realidad. La marihuana altera lo que yo percibo o lo que capto de las cosas y veo una realidad diferente al que no fuma. Según el nivel de marihuana que tenga en mi cerebro, proyecto, vuelo, medito sobre mi vida. Me hacía unos castillos fantásticos, en el aire, pero después no concretaba nada.
Y, como es variable, cambiaba mis proyectos semana a semana, año a año, abandoné la escuela, o cada año cambié de carrera universitaria. En realidad, me costaba estudiar, me pasaba horas sobre la misma página del libro, y me costaba memorizar, empezaba a olvidarme algunas cosas.
Yo pensaba que controlaba, que estaba más de cinco días sin fumar y no me pasaba nada. A esto, mi amigo me respondía que, como la marihuana queda depositada en el cerebro, se hace una reserva de cannabis. Entonces, siempre tenía una dosis diaria, por lo que la abstinencia o la desesperación con nerviosismo, enojo, ansiedad, sudoración, por no fumar aparecen como a los 10 días más o menos. Es una abstinencia física o psicológica, o sea que me desespero y tengo muchas ganas de estar con mis amigos consumidores. Si uno fuma muy seguido, se tarda como un mes en desintoxicarse totalmente. Es increíble, puedo pasar 3 semanas sin fumar, y en cambio el análisis de orina sigue dando positiva a tetrahidrocannabinoides (cannabis-marihuana).
Hoy tengo 24 años y estoy en una comunidad terapéutica. Mis padres, cansados de que yo siga “vegetando” y no concluyendo nada, me internaron. Yo me negué siempre, y decía que era mayor de edad. Ellos me plantearon que si elegía seguir con la misma vida, no me iban a mantener más. Y yo en ese momento, ¿qué trabajo iba a conseguir?, ¡si no terminé nada! Los trabajitos que siempre hago no me alcanzan para alquilarme nada.
Entonces, por más que esté pasado de marihuana, no soy un tonto, “como no tengo para alquilar o comer, me quedo en un centro de rehabilitación, así los dejo tranquilos por un tiempo y después volvería a lo mismo”, así lo pensé.
Al dejar el porro tomé conciencia de la realidad y cuando miro para atrás me doy cuenta de cómo me engañé por tanto tiempo. A veces me siento como un estúpido, infantil, que llora por su mamá o por una pequeña frustración. Parece que todavía tuviera 14 años, que hubiera dejado de madurar el día que me enganché y me enamoré de la marihuana. No aprendí a resolver problemas, no aprendí de las experiencias, todo lo tapaba con un porrito.
Entre el alcohol y la marihuana, que me planchaban tanto, a veces tenía que enchufarme un poco con cocaína. Eso sí, a veces me asustaba, porque terminé en el hospital dado que el corazón parecía que se me salía del pecho.
Cuando entré al centro de rehabilitación no me quería quedar porque había varios chicos que estaban locos, locos, y yo era sólo marihuanero. Pero después supe que empezaron como yo, enamorándose del porro. Escuchaban voces (alucinaciones auditivas), hablaban solos y no coordinaban mucho lo que decían, a pesar de estar ahí desde hace varios meses sin consumir drogas. La marihuana en algunas personas desencadena una psicosis (no tener contacto con la realidad, entre otras cosas), en algunos mejora con medicación y si no fuman más marihuana y, en otros, lamentablemente no se recuperan más de su enfermedad mental, y se diagnostica una esquizofrenia.
Para entender un poco mejor empecé a leer, y supe que las drogas estimulan la liberación de una sustancia (neurotransmisor) que se llama dopamina. Esta sustancia estimula una zona del cerebro, que se llama Centro de Recompensa, dando como resultado una sensación de placer. La persona quiere repetir esta sensación, aumentando la frecuencia y la cantidad del consumo, siendo muy difícil decir que “no” a “eso” que le da placer, y encima “lo hacen todos”.
A medida que se aumenta el consumo, las neuronas se acostumbran, se van adaptando al nuevo invitado químico, produciendo cambios en sus estructuras, con el tiempo, y posteriormente se hace muy difícil o imposible dejarlo. Por eso se dice que la adicción es una enfermedad, ya que intervienen mecanismos biológicos, no sólo psicológicos y no se cura sólo con la voluntad. El Centro de Recompensa es también estimulado por la comida, el agua, sexo, deporte, entre otras cosas. Pero el placer llega más lento que con la droga.
Esta es la propiedad mágica de la droga, que hace sentir placer inmediatamente, y cuanto más rápido se logra este efecto, más adictiva es, o sea más riesgos se corren de no querer abandonarla. Uno se enamora, se casa, y lo mas triste es que no te podes divorciar. Creo que ese es el desafío del comercio actual, cada vez la mezclan con más sustancias raras, para hacerlas más adictivas.
Cuánto tiempo perdí por creer que la marihuana no hace nada.
Algunos de los discursos más famosos del político, imágenes del ‘apartheid’ y de su vida en la Isla Robben están disponibles en la Web
Por leonardo Peralta
Mandela-Fundacion-Especial
La imagen de Nelson Mandela es casi siempre la misma: un anciano de cabello blanco y discreta sonrisa, mientras multitudes y jefes de Estado le rinden homenaje. Sin embargo, los hechos de su larga vida (que inició en 1918 en lo que se conocía como Unión Sudafricana) comprendieron una azarosa juventud y una madurez encabezando lo que parecía imposible: convertir pacíficamente un país devorado por la segregación racial en una nación pluricultural.
La conmemoración del Día Mundial de Mandela (el 18 de julio) es una oportunidad para mirar en retrospectiva diversas facetas de su vida de las que hay evidencia en todo internet.
La primera aproximación hacia la vida de Nelson Mandela se halla en la síntesis elaborada por el Nelson Mandela Center of Memory, la organización creada por la Nelson Mandela Foundation, que a su vez administra diversas iniciativas educacionales y filantrópicas relacionadas con la vida del líder político: desde un hospital infantil hasta el museo de la isla Robben, donde Mandela vivió preso entre 1962 y 1982. La síntesis está redactada originalmente en inglés, pero incorpora una herramienta de traducción al español.
Apartheid
El gran enemigo por el que Mandela pasó dos décadas en prisión fue el régimen social y político llamado apartheid (término traducido como rebaño aparte, en inglés y holandés); un sistema establecido formalmente en 1948, cuando bajo la administración del primer ministro Daniel Malan se aprobaron leyes que mantenían aislados a los europeos del resto de la población, estableciendo medidas para esta minoría como ayudas financieras, severas restricciones para la educación de los africanos, amén de que la población negra tenía virtualmente cancelados sus derechos políticos y posteriormente fue desplazada hacia pequeños enclaves llamados bantustanes.
En los archivos de la Fundación Friedrich Ebert un texto de la periodista Beatriz Bissio de la década de 1970 describe a detalle el entramado jurídico del apartheid. A su vez, el Museo del Apartheid en Sudáfrica creó una serie de folletos (en inglés) sobre la historia, motivaciones e implicaciones que
tuvo este régimen en la Sudáfrica del siglo XX.
El activista
Quizá no hay otra manera para conocer al Mandela político que escuchar el alegato de defensa que pronunció el 20 de abril de 1964, durante el llamado Proceso de Rivonia, donde más de una docena de líderes y colaboradores del Congreso Nacional Africano (la organización entonces clandestina donde Mandela militaba) fueron acusados por actos de sabotaje contra el gobierno.
En un discurso desafiante y emotivo Mandela de 46 años dio quizá uno de los discursos políticos más intensos de la historia. Su último párrafo es de innegable fuerza retórica:
«Durante mi vida, me he dedicado a esta lucha por la gente de África. He combatido la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He acariciado la idea de una sociedad democrática y libre, donde todas las personas vivan juntas, en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero alcanzar y vivir. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy preparado para morir».
El diario inglés The Guardian preserva una copia del audio original de este discurso.
Transición política y deportiva
En 1990, Nelson Mandela fue liberado luego de pasar décadas en prisión (después de la isla Robben, pasó seis años en la cárcel de Pollsmoor y dos más en la cárcel Victor Verster), con la ayuda de quien formalmente era su más acérrimo enemigo: Frederik de Klerk, entonces presidente de Sudáfrica. Junto con Mandela (a quien visitó cuando aún estaba preso) iniciaron un proceso de diálogo y complejas negociaciones entre el gobierno y agrupaciones políticas pertenecientes a distintos grupos étnicos de Sudáfrica, incluyendo al Congreso Nacional Africano de Mandela con el fin de cambiar el régimen político y acabar con la segregación racial.
Fruto de estas negociaciones, se redactó en 1994 una nueva Constitución para el país que admitió los agravios del pasado: «reconocemos las injusticias de nuestro pasado (…) y creemos que Sudáfrica pertenece a aquéllos que la habitan, unidos dentro de nuestra diversidad», al tiempo que asumió a la naciente nación por «la ausencia de discriminación racial y sexual».
El 27 de abril de 1994 se organizaron las primeras elecciones nacionales sin restricciones étnicas, donde la victoria del Congreso Nacional Africano permitió a Mandela asumir la presidencia del país el 10 de mayo de ese mismo año con un discurso con el que simbólicamente rompió con el pasado y abrió una nueva era del país. Y aunque el proceso político ha concluido, el país ha pasado años de inestabilidad política, social y violencia criminal, incrementada por la desigualdad económica legado del apartheid.
Por ello, una de las labores de Nelson Mandela durante su presidencia, fue fortalecer el sentido de unidad nacional. De allí vendría su iniciativa de apoyar a la selección nacional de rugby (apodada los Springboks) durante la Copa Mundial en 1995, misma que luego se convirtió en libro y argumento para la película Invictus, protagonizada por Morgan Freeman, Matt Damon y nominada al Oscar por las actuaciones de ambos.
El tiempo digital
En los últimos años, la vida de Nelson Mandela se dedicó en la construcción de un legado para las generaciones posteriores, así como a recibir decenas de premios y nombramientos de todo tipo: desde una partícula subatómica en 1974 por científicos en la universidad británica de Leeds hasta el premio Nobel de la Paz en 1993.
La culminación del torrente de reconocimiencos ocurrió en noviembre de 2009, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 64/13 que proclamó el 18 de julio (día de su nacimiento) como Día Internacional de Nelson Mandela, no sólo para conmemorar al activista político, sino para dedicarle 67 minutos (uno por cada año que dedicó activamente a su pueblo) al servicio comunitario hacia los demás, de hecho las Naciones Unidas tienen un sitio en español con ideas para conmemorar este día e incluso un sitio para coordinar celebraciones y homenajes en torno suyo.
Para incorporar a Nelson Mandela en las redes sociales, la Nelson Mandela Foundation creó en agosto de 2012 una cuenta de Twitter desde la que se envían mensajes sobre el estado de salud del expresidente sudafricano, así como frases y celebraciones en torno a su vida. Quizá como complemento, la misma fundación mantiene una exposición multimedia con fotos y textossiguiendo el transcurso de su vida.
Madiba
Considerado como constructor de la nación sudafricana contemporánea, a Mandela se le agregó el apodo cariñoso de madiba, que en el idioma xhosa (de la tribu a la que perteneció) significa padre. En los últimos años de su vida Mandela tuvo la satisfacción de atestiguar la transformación de su país en la nación africana con mayor poder económico del continente y su inclusión como parte del bloque de naciones emergentes BRIC (al que pertenecen Brasil, Rusia, India y China) en 2010.
Sin embargo, los problemas sociales de Sudáfrica siguen siendo colosales; el último dato del Banco Mundial de 2009 lo ubicó como el más desigual del mundo, además de que durante los últimos meses de su vida, las disputas entre los herederos del líder político (quien contrajo matrimonio tres veces) y su legado político dentro del Congreso Nacional Africano ensombrecieron sus últimos momentos de vida.
Quizá la mejor manera de recordar a Mandela (quien eligió un proceso político en lugar de una guerra civil que hubiera teñido de sangre a su país) sea Invictus, el poema de William Ernest Henley que le acompañó durante sus años preso y que le inspiró a cambiar la ira de su encierro por el perdón para construir un nuevo país:
Durante 67 años Nelson Mandela dedicó su vida al servicio de la humanidad, como abogado defensor de los derechos humanos, como preso de conciencia, trabajando por la paz y como primer presidente elegido democráticamente de una Sudáfrica libre.
Madiba se convirtió en el hombre más admirado y aclamado en toda la tierra, su lucha contra el sistema político que separaba a la población por motivos raciales lo llevó a pasar 27 años en prisión, por ser acusado de terrorismo.
A su nombre, la Fundación Nelson Mandela, invita a todas las personas a dedicar, de manera simbólica, al menos 67 minutos de su tiempo para servir y colaborar en sus comunidades en cualquier actividad que deseen.
Te invito a consultar las actividades que se desarrollarán en el Centro Educativo. Próximamente mayor información.
Esto puede tomar a muchos por sorpresa, pero pensándolo bien no debería. ¿Por qué? Si no conseguimos suficiente descanso para nuestro cuerpo, este se cansa; vamos a estar arrastrándonos en el día. Lo más probable es que vayamos a estar impacientes y terminando por ser parcos y molestando a la gente, especialmente a aquellos con quienes vivimos. Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y debe ser tratado adecuadamente a través de un descanso adecuado.
2. Al despertar ofrece tus primeros pensamientos a Dios, y consagra el día a su servicio.
Hoy podríamos llamar a esto el ofrecimiento de la mañana. En esta oración ofrecemos todo a Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María. Que todas nuestras palabras, obras, e incluso intenciones para hacer sean para el honor y la gloria de Dios y para la salvación de las almas.
3. Come para la honra y gloria de Dios.
San Pablo lo dice de esta manera: “Ya sea que coman o beban hagan todo por el honor y la gloria de Dios.” Cuando comemos nunca podríamos ser movidos por la pasión y la gula, sino siempre ser dirigidos por la fe y la razón.
4. Con respecto a los pensamientos inmorales e impuros – todos luchamos con ellos de una forma u otra -, deben ser rechazados inmediatamente.
Muchos se preguntan si es malo el solo tener pensamientos pecaminosos. Una vez un sacerdote le preguntó a un hombre si se entretenía con malos pensamientos. El hombre respondió rápidamente: “No, ellos me entretienen”. Tan pronto como seamos conscientes de pensamientos impúdicos o indecentes debemos rechazarlos y expulsarlos de nuestra mente lo más rápidamente posible a través de una breve y ferviente oración y un fuerte acto de la voluntad.
5. Una visita eucarística ferviente mantiene el corazón inflamado por el amor de Jesús.
6. Rezar el Rosario todos los días.
Los santos, los Papas y Nuestra Señora misma, todos han recomendado vivamente el rezo diario del Santísimo Rosario. En 1917, la Virgen de Fátima apareció en seis ocasiones a los tres niños pastores: Lucía, Francisco y Jacinta. Cada vez que los visitó, Nuestra Señora exhortó a rezar el Rosario diariamente. San Juan Pablo II en su carta “La Santísima Virgen María y el Rosario” alienta asimismo orar el Rosario y por dos intenciones específicas: Para la paz mundial y para la salvación de la familia. El Padre Patrick Peyton citaba que “La familia que reza unida, permanece unida”.
7. Por último, trata de hacer los deberes comunes de la vida diaria con un amor extraordinario.
Si esto se hace con fe y sobre una base diaria tienes un programa corto y la receta para la santidad.
Ésta es la esencia de la espiritualidad de Santa Teresa de Lisieux. Dios no presta tanta atención a la grandeza de la acción exterior, sino más bien a la pureza de intención por la que la acción se lleva a cabo. Santa Teresa también afirmó este concepto espiritual con estas palabras: “Recoger un alfiler por amor puede convertir un alma.”
Recuerda que Jesús puso más atención y elogió la humildad de la viuda que entregó dos pequeñas monedas de cobre (con muy poco valor económico) que las enormes sumas de dinero entregadas por el vanidoso, orgulloso y egoísta.
Esta receta simple puede servir de motivación para buscar la razón de nuestra existencia: la santidad en esta vida que terminará en la felicidad eterna en el cielo.