«Allá en Estados Unidos los límites no se negocian. En México los estiramos…»
Por Eduardo Caccia
Martes 5 de septiembre de 2017
Ahora que se está renegociando el TLC conviene reparar en las diferencias culturales que tenemos con los canadienses y, especialmente, los estadounidenses, diferencias que van mucho más allá del lenguaje, tienen que ver con la forma de vivir la vida, con las costumbres, las tradiciones, el fondo de las cosas. Las traducciones lingüísticas no ayudan mucho, se requiere una traducción cultural, una que no sólo describe las palabras sino que interpreta las intenciones y describe los significados.
Viví en Estados Unidos (legalmente, por supuesto) durante casi 8 años, en San Diego, ciudad californiana a unas cuantas millas de Tijuana, donde empieza la patria. Sólo conviviendo permanentemente con una cultura se pueden percibir las similitudes y los contrastes. Mexicanos y gringos tenemos códigos culturales radicalmente opuestos para muchas cosas. De varias dimensiones me ocuparé: los usos del espacio, el lenguaje y la relación con la ley.
En esta entrega iniciaré por el tema de la ley. Hay que aceptar que el gran ingrediente de The land of the free, es la falta de libertad. Por extraño que parezca, los gringos viven rodeados de prohibiciones y condicionamientos. La verdadera de tierra de libertad es México pues, aunque algo esté prohibido, se vuelve negociable. Allá en Estados Unidos los límites no se negocian. En México los estiramos (mucho a través de los diminutivos, esa fachada con la que “tantito” en realidad no es poco sino bastante). La palabra “Law” tiene mucho más fuerza que la palabra “Ley”, aunque signifiquen los mismo. Particularmente el cine ha sido un recurso de aculturamiento muy efectivo. A través de las películas gringas hemos aprendido que el Juez es un señor vestido de negro a quien todo mundo respeta y le dice “Su Señoría”. En México hemos visto cómo Cantinflas se cotorrea al juez. No es casual que los edificios donde está la corte tengan escalones y hay que subir para entrar, es una metáfora de que la Justicia es algo superior al individuo. Por la misma razón el juez viste con una indumentaria particular, para indicarnos que no es cualquier mortal. Y además se sienta en un sitio que es más elevado que los demás asistentes a la corte. Por si fuera poco hay que levantarse cuando entra y cuando sale. Todas esas señales han construido en el imaginario gringo (y en el mexicano que ve esas películas) que la ley es algo supremo.
Tener una infracción de tránsito implica “ir a la corte”, “explicarle al juez”. Aunque no tuve ninguna infracción durante el tiempo en que habité en San Diego, sé de buena fuente que ir a la corte es toda una experiencia. Pudo haber sido por una vuelta prohibida o porque no se usaron las luces direccionales para cambiar de carril o la típica infracción por exceso de velocidad pero también por no traer el automóvil con seguro o manejar sin licencia o no contar con los espejos retrovisores, cualquier cosa amerita ir frente al juez. Una vez ahí, todos los demás citados ese día tienen que escuchar el caso de los demás, de modo que se aprende al oír al juez sermonear lo que se debió y no se debió hacer. No hay forma de escaparse del citatorio pues si no se atiende, el desacato sale más caro.
El “poder de la ley” (que en México funciona según quien lo pueda pagar) es un poder de y para la gente, con el vecino del norte. Como un botón que accionas y funciona. En cierta ocasión asistí a un festejo de cumpleaños en casa de unos amigos mexicanos. Para festejar a la esposa, el marido armó un buen pachangón con música en vivo y muchos invitados, algo muy mexicano. Para no tener problema con sus vecinos gringos, este mexicano de amplios recursos financieros les avisó con anticipación y como cortesía les regaló una noche en un hotel de lujo, para que se fueran a dormir sin tener que escuchar el ruido. Así lo hizo con varios vecinos a la redonda. Pero el eco de la música llegó más lejos que sus previsiones. Alguien, molesto por el sonido de la fiesta, llamó a la policía. De pronto tocaron a la puerta. Yo acompañé al dueño de la casa cuando abrió. Eran 5 oficiales y otro tanto de patrullas en la calle, torretas encendidas como si hubieran llegado para atender un inminente asesinato. Le pidieron-ordenaron a mi amigo que terminara la fiesta o bien que metiera la música dentro de su casa. Con ingenuidad digna de las Lomas de Chapultepec y como olvidando que estábamos en La Jolla, mi amigo intentó una audaz maniobra. Les dijo que prefería pagar la multa, que le dijeran cuánto era. Los oficiales, no sé si sorprendidos o no, le explicaron que no sólo sería la multa sino que él iría arrestado. La fiesta terminó ahí. No hubo negociación.
Ya no hablemos de las redadas policiacas cuando hay fiestas donde hay menores de edad (abajo de 21 años) en una casa. De pronto aparece un comando al estilo swat y se apresta a revisar los botes de basura en busca de botellas de alcohol. El tema del alcohol es todo un universo para los gringos. Amerita otro artículo.
Los policías visitan las escuelas primarias y son reverenciados por los niños y sus maestros. Son vistos como verdaderos servidores públicos que dan lo mejor de ellos para el bienestar y protección de la comunidad. Si desde niños se aprende a respetar la ley y a sus representantes básicos (el policía, el juez) ¿cómo no respetarlos cuando son mayores? Por si fuera poco, en todos los programas y series de televisión el que la hace la paga. No hay impunidad. A través de estos sutiles mecanismos de adoctrinamiento el sistema gringo educa a la gente.
Los mexicanos que conocí, que no aguantaron el modo de vida norteamericano y se regresaron a México, escaparon de los límites agobiantes pues no tuvieron la capacidad de integrarse a vivir bajo todo el peso de la ley. Una materia que en México es volátil, ingrávida y como los buenos trajes, siempre a la medida.
Fuente: El Semanario Sin Límites
Eduardo Caccia es licenciado en Administración de Empresas y estudios en análisis literario, ha sido profesor en la Universidad Panamericana, y la Universidad de San Diego, en la Oficina de Educación Corporativa y Profesional. Es autor de cientos de artículos sobre marcas y temas de código cultural en la revista Expansión, los periódicos Reforma, Mural, El Norte y La Jornada.
Miles son las historias que nos encontramos diariamente en Internet acerca del poder que tiene la perseverancia y el amor. Candice Lewis es una joven a la cual su médico la daba por perdida, pero el amor de su madre y su fuerza interna la hizo salir adelante.
Acá te compartimos su historia publicada por el portal Actuall:
Candice Lewis junto a su madre Sheila/Fuente: RC
«La Coalición para la Prevención de la Eutanasia ha hecho pública la historia de Candice Lewis, una canadiense de 25 años discapacitada, según ha informado Religión Confidencial.
Su madre, Sheila Elson, se molestó profundamente cuando el doctor Aaron Heroux, del hospital Labrador-Grenfell Health en Canadá, ofreció la eutanasia a su hija que sufre discapacidades múltiples, entre otras espina bífida, parálisis cerebral y trastorno crónico convulsivo.
La madre aseguró a CBC News Newfoundland que este médico le propuso el “suicidio asistido”, que es legal en Canadá.
Cuando Elson rechazó la propuesta, el médico replicó: “Es usted una egoísta”
Llevaba 25 años cuidando a su hija, cuando en septiembre de 2016 el doctor Aaron Heroux le ofreció la eutanasia para Candice porque, a juicio del especialista, su hija se estaba muriendo.
“El doctor Heroux me sacó de la habitación y en el pasillo me sugirió la muerte asistida para mi hija. Me quedé estupefacta y le dije que no consideraba esta opción. Entonces me espetó que estaba siendo egoísta y que no creía que mi hija pudiera comprender plenamente lo que él me estaba sugiriendo”, cuenta la madre.
Además, afirma que todavía “está muy preocupada por esta situación” y emocionalmente agotada.
Elson confiesa que todo lo ocurrido también ha sido muy estresante para Candice.
Es por ese motivo por el que ha relatado su historia en forma de carta “porque no quiere que ninguna otra familia tenga que pasar por esto”.
Candice Lewis/Fuente: Blog Alex Schadenberg
Cambiar de hospital le devolvió la vida
La madre cambió de hospital y llevó a su hija al St. John´s de Terranova, y la chica ha mejorado notablemente. Un año después de lo ocurrido, el periódico Northern Pen señala que Candice está mucho mejor de salud, después de recibir una excelente atención en St. John´s.
La madre asegura que la joven no ha tenido convulsiones, que es capaz de alimentarse, caminar con ayuda, usar su iPad, y está más enérgica y comunicativa que nunca.
Si por los médicos del Labrador-Grenfell Health hubiera sido, Candice estaría ahora muerta. El suicidio asistido no es la solución, ni tampoco dejarse llevar por prejuicios y actitudes negativas y discriminatorias hacia las personas con discapacidad, como subraya la Coalición para la Prevención de Eutanasia que critica la actitud de los médicos hacia la “calidad de vida” de Candice.»
Son 34 las esculturas que estarán exhibiéndose en la Universidad Autónoma Metropolitana. Imaginación abierta al tiempo, es el nombre de la exposición que estará revelando sus exuberantes formas y alucinantes personajes para estar cuestionando la cotidianidad universitaria por todo lo que resta del año.
Con motivo del quinto aniversario de la muerte de la artista, la Universidad Autónoma Metropolitana exhibe 34 esculturas realizadas por la artista entre 1999 y 2011. Esta colección, la mayor muestra escultórica de Leonora Carrington hasta el día de hoy, se inauguró el 28 de junio y estará abierta al público, de manera gratuita, el resto del año.
Lugar: Galería Manuel Felguérez de la Rectoría General de la UAM. Prolongación Canal de Miramontes # 3855, Colonia Ex Hacienda de San Juan de Dios, Tlalpan Ciudad de México.
En una entrevista para el portal El Mundo, el historiador Serafín Fanjul comparte su opinión sobre la crisis de Europa en torno a los grupos islámicos en su territorio, la transformación social que ha sufrido España y hace un llamado a las instituciones culturales a defender y mantener los pilares de la sociedad española que es presa de un «monocultivo de subcultura anglosajona que nos está comiendo por completo.»
Te compartimos la entrevista realizada por Fernando Palmero. Y te invitamos a reflexionar sobre los temas que apunta como imprescindibles para generar un cambio en la situación política mundial:
¿Existe un conflicto larvado entre las comunidades cristiana y musulmana en España?
Tanto como un conflicto, no, pero sí una separación. En el islam, la sociedad es mucho más hermética, más cerrada y menos dispuesta a admitir la relación distendida y natural con otras comunidades humanas. Que los árabes, con una lengua distinta y una cultura distinta, tiendan a encerrarse, tiene esa explicación primera. Pero luego hay otra que quizá es más determinante y es la propensión de los musulmanes a considerarse siempre un grupo a parte. Esto lamentablemente es así. Por parte de los inmigrantes musulmanes no hay deseo de integrarse. Intentan reproducir aquí sus formas de vida y la forma de organización que traen procedente de sus países. Ser del Madrid o del Barcelona, o pagar impuestos a Montoro, son formas de integración muy superficiales. La manera de integración verdadera, la que salva todas las distancias y rompe ese tipo de barreras es la fusión física, sexual, o sea, los casamientos mixtos de hombres y mujeres de las dos procedencias.
Pero de eso estamos aún muy lejos…
Hay que tratar por todos los medios integrar a las mujeres musulmanas, porque los hombres lo tienen más fácil, se pueden ir al fútbol, a la piscina… pero a la mujer la dejan en casa.
¿Ayudaría o perjudicaría a esa integración la prohibición del velo en lugares públicos?
Esa es una normativa lógica de seguridad en un país moderno. Hay ciertas cosas que son inadmisibles, porque el color del pelo, el color de las ojos y la forma de las orejas son los signos de identificación en todo carnet o pasaporte. Ni por la calle se puede admitir.
¿Y en las aulas?
Yo di clases en El Cairo a finales de los 60 y en aquel tiempo no había en Egipto una sola mujer con el velo, porque se había producido un descrédito de ese reaccionarismo y de esa forma de vestir. En 1923, a la vuelta de un congreso feminista en Roma, las activistas Hoda Shaarawi y Saiza Nabarawi, al llegar a la estación de El Cairo se quitaron el velo y lo tiraron, y a partir de ese momento, que me parece emocionante por lo que representa de búsqueda de libertad y de liberación, el velo empezó a desaparecer en Egipto. Pero luego, tras el asesinato de Sadat, que era un beato musulmán, los Hermanos Musulmanes introdujeron una corriente de islamización en un país que era ya muy islámico. Al principio empezaron regalando ropa a mujeres pobres; luego, crearon una red de asistencia social y médica, daban ayudas económicas, ropa, comida… todo con dinero que venía de Arabia Saudí, y de esa forma el tejido social empezó cada vez a inclinarse más hacia el integrismo. Uno de los gestos fue poner a las mujeres como estaban antes de 1923.
¿No es sorprendente que jóvenes que parecen integrados cometan actos como los La Rambla?
No, porque no están integrados. Para que una persona arrolle con un camión a sus semejantes, ponga una bomba o coja un kalashnikov en una discoteca, tiene que haber habido una preparación. No es que un imam le haya comido el coco durante tres semanas, eso es una estupidez, es una infraestructura mental y de formación que reciben desde pequeños. En un momento pueden hacer el gamberro tomando alcohol y tratando de ligar con las barcelonesas porque ven que es divertido, pero de pronto eso se corta y esas personas vuelven al punto de donde salieron, porque el imam les dice que están haciendo mal, que se van a ir al infierno, que están deshonrando a sus padres… Como ocurre con los terroristas españoles o de cualquier lugar, a veces las familias tienen mucho que ver. En Cataluña, precisamente, se les ha dado a los inmigrantes musulmanes todo tipo de facilidades, de ventajas y de tratos de favor respecto a la población autóctona para que se sientan bien y para que se quieran sumar al proyecto separatista. Pero finalmente siempre anteponen la pertenencia religiosa a cualquier otro tipo de lealtad, lo cual puede ser comprensible, pero en una sociedad de otro tiempo. En una sociedad medieval aquí también era así. El fenómeno religioso separa mucho, y si son religiones tan herméticas como es el caso del islam, que es una religión inmune a cualquier influencia exterior, la cosa es todavía más dura. La integración musulmana es un problema muy serio.
¿Cree que en España hay ‘islamofobia’?
No. Tradicionalmente los españoles no somos gente xenófoba, al contrario, hay una admiración bastante bobalicona hacia los extranjeros que se supone que son listos y ricos. Hacia los pobres y supuestamente tontos, no, pero por pobres, no por extranjeros. Es más un problema económico y social que de visión islamófoba. En España la gente no sabe lo que es el islam, no sé si eso es bueno o malo.
¿De dónde viene el complejo de inferioridad de España hacia la dictadura marroquí?
El problema principal de España es la corrupción. Hay unos intereses económicos españoles muy fuertes que están impidiendo de hecho que la posición de España con respecto a Marruecos sea más dura. La debilidad viene de nosotros, de que el aparato político-económico dirigente en España no se siente seguro porque le pueden sacar cualquier cosa en cualquier momento y no es fuerte para actuar en el exterior. No puedo acusar directamente a nadie, pero hay empresas e inversiones en Marruecos… ¿por qué trajeron a principios de los años 2000 a miles de marroquíes a Cataluña? Eso no fue una casualidad. Si Pujol pudo traérselos para no traer ecuatorianos ni colombianos, que eso es evidente, tuvo que haber un permiso y una autorización del Gobierno central. Ahora se pagan las consecuencias de aquellas alegrías y permisividades. El caso de Marruecos es como el de Gibraltar, es evidente que hay españoles interesados económicamente en que eso siga.
¿Por qué el PP ha desaprovechado su mayoría absoluta para hacer más cambios?
Porque participa del consenso de los políticos, eso que llaman la unidad y que no es más que la unidad personal de los distintos grupos y las distintas facciones de los partidos. Les interesa más la unión entre ellos que los intereses generales. Rajoy es un señor que personalmente no me inspira la más mínima simpatía, no tengo inconveniente en decirlo. Es un señor muy soberbio, muy cobarde y muy vago, y la combinación de los tres elementos juntos… Le preocupa más llegar a un acuerdo en una subcomisión con los vascos y los catalanes que poner en su sitio a los separatistas.
¿Cómo es posible que haya dejado pudrir la situación en Cataluña de tal forma?
Porque no tomó medidas legislativas hace cuatro años cuando se veía venir la cosa. El otro referéndum dijo que no se iba a hacer y se hizo. Ahora dice lo mismo, ya veremos, de momento se limita a esconderse detrás de los jueces. Tiene que tomar medidas políticas. No sé si hay que aplicar el 155 o si hay que desarmar a los Mossos, pero el TC no va a impedir nada, no tiene fuerza material para hacerlo. Toda esta dejación de funciones es absolutamente gratuita e innecesaria, porque el Estado sigue teniendo elementos coercitivos muchísimo más fuertes de los que puede tener la Generalidad de Cataluña y no sólo legales, también económicos, propagandísticos… pero no utiliza ninguno.
¿El problema viene desde la Transición?
Sí, porque se dejaron cabos sueltos creyendo que se iban a integrar los separatistas, que se llamaban nacionalistas y ahora soberanistas. Durante 40 años la estrategia ha sido darles dinero e impunidad para hacer con él lo que les diera la gana. Y lo han hecho. Y ahora salen los casos de corrupción de la familia Pujol. Pero sobre todo, las consecuencias políticas han sido siniestras. Como entregarles la Educación, no sólo a los catalanes, sino a todas las comunidades autónomas, o el orden público. Fue Aznar el que autorizó la policía catalana y ahora pagamos las consecuencias. Aznar fue un buen presidente pero cometió algunos errores.
¿Como cuáles?
El principal, suprimir la mili. Si se quita el servicio militar obligatorio se está mandando a la población el mensaje evidente de que la defensa nacional no es asunto suyo, que se va a resolver con mercenarios. Y eso es letal. Si en algún momento España tiene que responder a una amenaza militar exterior, y no está descartado que venga del único sitio de donde puede venir dada nuestra situación geográfica, nadie va a querer hacer nada. Una comunidad humana tiene que defenderse si lo necesita, una comunidad que renuncia a defenderse no merece sobrevivir. Yo soy pacífico, pero no pacifista. Ante una amenaza exterior hay que reaccionar. No digo mandar tropas fuera.
¿Ni siquiera para luchar contra el IS?
Interviene militarmente el que puede, no el que quiere. Y si además nosotros no queremos, no sé si tiene mucho sentido plantearlo.
¿Se puede considerar una guerra los ataques del terrorismo islámico en Europa?
Sí que lo es. Pero es una guerra en la que no se puede luchar con tropas ni divisiones, hay que luchar de otra forma, con inteligencia, en las dos acepciones, con medios y con dinero. Pero lo más grave es que la idea extendida es que no hay ningún motivo para tener que defenderse. Eso es gravísimo.
Ha denunciado en varias ocasiones la condena ciega y en bloque de la colonización americana.
Es culpa nuestra por no haber sabido contrarrestarlo con los medios que tenemos, y los que tenemos desgraciadamente no se dedican a eso. Cuando uno va a América se da cuenta de hasta qué punto fue una acción magnífica, ciclópea, de una grandeza enorme. El establecimiento de ciudades, el trasplante de cultivos, de acá para allá y de allá para acá, de fauna, la fundación de instituciones culturales, de sociedades de amigos del país, de canales comerciales, de arte, de cultura criolla… Y es sintomático que los florecientísimos virreinatos de México y de Perú al día siguiente de la independencia se hundieron. El siglo XIX es el siglo de la caída del PIB de lo que había sido Hispanoamérica. Hasta final del siglo no recuperan el nivel que había tenido antes de la independencia.
¿Cómo ve el estado de la Universidad española?
No es justo decir que todos los profesores son unos incompetentes y que ninguna de nuestras universidades figura entre las 200 mejores del mundo, como se repite tanto. Es injusto, porque los criterios con los que se hacen esos baremos los hacen los mismos tipos de Hong Kong y de Harvard, con arreglo a sus criterios y a sus propios intereses. Hay determinados departamentos de algunos centros muy buenos. El problema es que la universidad española se masificó a partir de los años 70 de una manera terrible, y hoy hay tal cantidad de alumnos y tal cantidad de profesores que no es funcional. No es lógico que España, con la mitad de población que Alemania, tenga porcentualmente el doble de universitarios, pero está mal visto decir que hay que poner ‘numerus clausus’ y que hay que reducir el número de estudiantes, el número de profesores y el número de universidades. Yo creo que hay que reducirlo. Por otra parte, el Estado autonómico, entre otras grandezas, nos ha traído que cada autonomía y luego ya cada provincia tienen que tener un aeropuerto, el AVE… y una universidad, como mínimo, y a veces incluso una editorial propia.
España es un país poco interesado por la cultura.
El hundimiento del conocimiento es un problema a escala global. En la cuestión cultural, quizá haya que ayudar, la idea de que no se puede subvencionar la cultura es culpa de la derecha liberal. De esa forma te cargas un montón de cosas, por ejemplo, todas las academias, menos la de la Lengua, por el diccionario. Si no ayudas a que se mantengan determinadas cosas, mueren. Y hay un monocultivo de subcultura anglosajona que nos está comiendo por completo.
Una de las problemáticas más grandes en la actualidad es la crisis del medio ambiente, la cual provoca grandes cambios climáticos que afectan a la población del mundo por igual. El principal factor para que este cambio se haya generado de una manera tan drástica en los últimos años es el uso de energía proveniente de la combustión de recursos fósiles.
El portal Forbes ha compartido información relevante sobre los beneficios que implica utilizar energía fotovoltaica. Acá te la compartimos:
«La energía fotovoltaica es una fuente de energía renovable que genera electricidad por medio de la irradiación solar de una manera distribuida, limpia e inagotable.
A comparación de otros países donde este tipo de energías está en su etapa de madurez, en México está en pleno crecimiento, a pesar de ser uno de los países con mayor horas de irradiación solar al día y de tener además beneficios fiscales, gubernamentales, ambientales y económicos, lo que hace muy atractiva la inversión en estas tecnologías.
Algunos de los principales beneficios de instalar paneles solares son:
Aprovechamiento de una fuente inagotable, el sol.
Generar energía limpia, no contaminante.
Considerables ahorros económicos en el recibo de luz.
Los paneles solares tienen una vida útil por más de 25 años.
Deducibles 100% de impuestos.
La mayor producción de electricidad coincide con las horas de mayor uso.
Según el mandato de la Ley de Transición Energética, para el 2018 las empresas tendrán que producir al menos el 5% de la energía de su consumo a través de fuentes renovables. El sector industrial requiere un 57.% del suministro, mientras que el comercial el 6.92%, el doméstico un 26.8% y 3.89% de servicios, según cifras de CFE.
“Sin duda la energía solar en el país está jugando un papel muy importante, en DMSolar ayudamos a las empresas a desarrollar proyectos de energía limpia y sumarlos a la revolución energética; es fundamental crear conciencia para la implementación de buenas prácticas ambientales“ comentó Andrés González, Director General de DMSolar.
Ante el inminente crecimiento de esta tecnología en México, DMSolar se ha posicionado como la distribuidora solar número uno en México, cuyo objetivo ha sido impulsar el sector energético del país a través de la distribución de los mejores productos de la industria a nivel internacional como son módulos fotovoltaicos, inversores, sistemas de montaje y todo lo necesario para ofrecer soluciones y beneficios a los usuarios de pequeños sistemas residenciales hasta medianos y grandes proyectos para el sector comercial e industrial.
El producto distribuido por DMSolar a lo largo de su trayectoria equivale a:
Evitar la emisión de más de 280 mil toneladas métricas de gases de efecto invernadero
El beneficio de plantar más de 900,000 árboles.
A la huella de carbono por 72,000 coches.
O dejar de prender más de 6 millones de focos al año.
Dada su trayectoria en la industria solar y su amplia experiencia, DMSolar ha trabajado de la mano con importantes aliados comerciales y su presencia se ha extendido a lo largo del territorio nacional, capacitando a más de 700 empresas instaladoras de sistemas fotovoltaicos.»
«La hemorragia es la primera causa de muerte materna en el mundo y la segunda en México. Durante su embarazo, el médico nunca le había informado a Teresa sobre los riesgos de la cesárea, pero sí le advirtió sobre toda clase de peligros de un parto vaginal: que podrían apretarle el cerebro a la bebé con fórceps, causarle incomodidad e infecciones al limpiarle la vagina, dejarle un pedazo de placenta que se pudriera dentro del útero y que podrían atravesarse venas que el médico no alcanza a ver.» NYT
Esto no es BIOÉTICO por donde se quiera ver… es inhumano y es un mal que vive México.
Citamos el artículo completo aquí:
Una epidemia de cesáreas innecesarias en México
Por Jennifer Juárez
Regina Zonana juega con su hija Diana, que nació por cesárea a pesar de que ella quería que fuese un parto natural, en su casa en Ciudad de México.CreditAdriana Zehbrauskas para The New York Times
CIUDAD DE MÉXICO — Algunas de ellas no dicen “parí” o “tuve” o “di a luz”, sino “me sacaron a mi bebé”: una conjugación absolutamente pasiva, como si hubiesen estado allí para que les quitaran una muela o el apéndice.
Dos de cada tres cesáreas que se realizan en México son innecesarias. A nivel nacional, 45 de cada 100 nacimientos son por cesárea, según las últimas estadísticas de la Secretaría de Salud, realizadas en 2015. Es el triple del máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y también parte de un fenómeno que afecta a varios países de América Latina y el Caribe: seis de los diez países con mayores tasas de cesárea en el mundo están en esta región.
República Dominicana encabeza el conteo mundial de los países con mayor proporción de cesáreas (un 56,4 por ciento). Le sigue Brasil, en segundo lugar, con un 55,6 por ciento. La tasa de México lo pone en quinto lugar, según un estudio comparativo en el que participaron científicos de la OMS, publicado en 2016.
Las mujeres en México con más riesgo de ser sometidas a cesáreas que no se requieren son las mismas que tienen mayores privilegios en otros ámbitos: son las que pertenecen a estratos económicos altos, las que se atienden en servicios de salud privados, las que tienen altos niveles de educación, las que viven en zonas metropolitanas, las que son primerizas y las de 35 años o más.
La creencia de que las cesáreas son inocuas es una de las principales razones por las que la práctica ha aumentado en América Latina. No obstante, esta intervención aumenta la probabilidad de hemorragia, de infección, de extirpación de la matriz y de lesiones a órganos vecinos.
En su larga carrera como ginecobstetra, Bremen de Mucio, asesor regional en Salud Sexual y Reproductiva de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha consultado a parejas que solicitan cesáreas por diversos motivos no médicos, como que el hijo nazca el día que cumple años el abuelo e incluso en la fecha que cambia el signo zodiacal. Otros factores más contundentes, como el temor a la incontinencia posparto o al dolor de parir, pueden ser más difíciles de negociar con los pacientes, dice el especialista.
“La gente hoy en día le ha perdido el miedo a la cesárea”, sostiene De Mucio.
Teresa Aceves tiene 30 años y vive en el municipio más rico de Jalisco: Zapopan. Estudió Comunicación en una universidad privada de Guadalajara y es ama de casa.
Durante su cesárea, en noviembre de 2016, se le rompió una vena. “Me estaba desangrando. Mi ginecólogo tuvo que hablarle al doctor del hospital para que entre los dos buscaran qué vena me habían roto”.
La hemorragia es la primera causa de muerte materna en el mundo y la segunda en México. Durante su embarazo, el médico nunca le había informado a Teresa sobre los riesgos de la cesárea, pero sí le advirtió sobre toda clase de peligros de un parto vaginal: que podrían apretarle el cerebro a la bebé con fórceps, causarle incomodidad e infecciones al limpiarle la vagina, dejarle un pedazo de placenta que se pudriera dentro del útero y que podrían atravesarse venas que el médico no alcanza a ver.
“Me vendió la cesárea como el mejor esquema para mí y para la bebé”, dice Teresa. “Como era mi primer hijo, le creí”.
Para el sector público, las cesáreas se traducen en pérdidas (en 2011, un reporte de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria preveía que México podía ahorrarse 12.000 millones de pesos de 2011 a 2015 si se sustituyeran las cesáreas excedentes por partos). Pero para la iniciativa privada son ganancias, ya que una cesárea cuesta en promedio un 50 por ciento más que un parto, según la Procuraduría Federal del Consumidor.
Cuando Teresa le preguntaba a su ginecobstetra cuánto le cobraría por la cesárea, este evadía el tema y le contestaba: “Después, señora. Ahorita no; primero su salud”, recuerda Teresa.
Pero en el octavo mes, cuando ella le informó que daría a luz en el hospital Santa María Chapalita, el médico le dio un precio 30 por ciento mayor que sus honorarios regulares. Teresa lo cuestionó sobre el aumento y la respuesta del médico fue: “Cobro de acuerdo al hospital. Porque, si tienes dinero, pues paga”.
Una cuestión de tiempo
“La mujer ahora, trabajadora, profesionista, que muchas veces es el sostén de su casa, pues deja en un segundo o tercer lugar la maternidad”, sostiene la médica Raquel Ocampo, directora general del Hospital Ángeles del Pedregal en Ciudad de México, uno de los hospitales privados más exclusivos del país. “Es algo en lo que muchas veces hay un parámetro que es el laboral, antes que el personal, el de pareja o el familiar. Es lo que nos toca atender”.
Ocampo dice que el 67 por ciento de los nacimientos en este hospital en 2016 fueron por cesárea y explica que muchos de estos casos son de mujeres de 35 años o más.
Los especialistas coinciden en que cada vez más mujeres tienen hijos después de los 35 años. Además, en México, ocho de cada diez mujeres de entre 20 y 40 años tienen obesidad abdominal, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2016; casi una de cada diez tiene hipertensión y dos de cada cien han sido diagnosticadas con diabetes, factores relacionados con el estilo de vida que aumentan el riesgo de complicaciones del embarazo y del parto.
La tasa óptima de cesáreas a nivel global podría ser mayor que el 15 por ciento recomendado por la OMS e incrementarse hasta un 19 por ciento, según un estudio publicado a finales de 2015 por la Universidad de Stanford.
Pero el índice nacional mexicano sigue siendo de más del doble de lo que indica el estudio de la Universidad de Stanford. Y las instituciones privadas en México hacen más del doble de cesáreas que las públicas. En los hospitales privados prácticamente ocho de cada diez bebés nacen por cesárea y solo dos por parto (79,1 fueron cesáreas en 2015). En las públicas, el índice de cesáreas es de 36,7 por ciento, según las cifras proporcionadas por la Secretaría de Salud a The New York Times en Español.
“La explicación es esta: que muchas de las prácticas se han convertido, en vez de médicas, de carácter socioecónomico. Es decir: la mujer puede decidir y ella, sin tener toda la información, pues decide, sobre todo en clínicas privadas”, dijo la directora de Atención a la Salud Materna y Perinatal del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud, Liliana Martínez Peñafiel.
Patricia García tiene 38 años, vive en la colonia Nápoles en Ciudad de México y dirige un negocio familiar de abarrotes en la Central de Abastos capitalina. Hace cuatro años parió a su primogénito, un deseo que su médico ayudó a cumplir pero priorizando en todo momento la agenda del médico, cuenta Patricia, lo cual llevó a una pesadilla obstétrica para la familia que casi termina en una cesárea innecesaria.
Patricia García dio a luz a su primogénito hace cuatro años. Su médico le indujo el parto con una maniobra, primero, y luego con oxitocina, para poder atenderla el fin de semana y no tener que trasladarse al hospital el lunes.CreditAdriana Zehbrauskas para The New York Times
La norma que regula la atención al parto en México, NOM 007, señala que si se realizan la inducción y ruptura artificial de membranas debe ser “previa información y autorización de la paciente, mediante el consentimiento informado”.
Sin embargo, el ginecobstetra de Patricia no esperó a que llegara el trabajo de parto espontáneo. Cuando tenía solo 39 semanas de embarazo (el máximo son 42) le hizo en su consultorio una maniobra de Hamilton, sin explicarle que se trata de una técnica de inducción del parto.
Además, la indicación de la Secretaría de Salud para lograr un parto vaginal exitoso es esperar a que la mujer presente un trabajo de parto espontáneo, en lugar de inducir este proceso. También advierte que “realizar inducciones innecesarias incrementa el número de cesáreas”.
No obstante, el médico le programó el parto para el fin de semana. “El sábado me dijo: ‘Mejor mañana domingo, porque así yo puedo dedicarle el día’, recuerda Patricia. El argumento del médico, explica, era que si ella daba a luz el lunes, él iba a tener que atravesar parte de la ciudad para ir de su consultorio hasta el hospital de ella, un trayecto que dura unos 50 minutos considerando el tráfico de la capital mexicana.
El tiempo del especialista es el factor principal en términos logísticos y económicos. Una cesárea programada dura aproximadamente una hora, mientras que un parto natural suele prolongarse unas 12 horas en promedio.
Aquel domingo, el médico le indujo el parto con oxitocina, de nuevo sin explicarle las desventajas de la inducción, y al caer la noche le hizo un borramiento manual del cuello uterino, un tacto doloroso utilizado para acelerar el parto.
Tras 12 horas de labor de parto, alrededor de las diez de la noche del domingo, el médico le dijo a Patricia que su bebé estaba atorado en el canal de parto y le propuso intentar la cesárea. “Todavía me decepcionó mucho más que me dice: ‘Su bebé, ni para atrás ni para adelante, ¿qué hacemos?’. Y yo no dije nada, pero en mi cabeza lo único que pensaba era: ‘Pues el doctor es usted, ¿no?, ¿o cómo?’”.
De la falta de práctica a la mala praxis
“El personal de salud ya no sabe atender partos normales. Ya le tienen muchísimo miedo a atender partos”, dice Jimena Fritz, médica y epidemióloga del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien en 2017 publicó un estudio en el que analizaron la atención obstétrica en 24 hospitales y lograron reducir en 20 por ciento la tasa de cesáreas.
Fritz explica que, al temer que se presente una eventual complicación que no puedan resolver, optan por hacer cesáreas y así pierden la práctica de la atención del parto.
Jassiel Pérez tiene 34 años, es mercadóloga y vive en una zona residencial del Estado de México. A los 32 años tuvo el embarazo perfecto, dice, y su ginecóloga le aseguraba que su bebé nacería por parto.
En la semana 40 ingresó a un hospital privado en Lomas Verdes, donde inmediatamente la acostaron en una camilla de la que ya no le permitieron levantarse, pese a que la NOM 007 recomienda poder caminar.
En la sala de parto, cuenta Jassiel, escuchó al anestesiólogo decirle a la ginecobstetra: “Métele un chingo de oxitocina para que esto sea rápido”.
Al preguntarle si respondió algo en ese momento, Jassiel, con voz quebrada, contesta que no: “Yo ya estaba en sus manos. No soy dejada, pero me hice chiquita, me daba pavor enfrentarme a lo desconocido”.
Karen Luna, investigadora jurídica del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), afirma que una cesárea innecesaria sí es violencia obstétrica, porque el médico incumple con su deber de informar al paciente sobre los riesgos y beneficios de cada procedimiento.CreditAdriana Zehbrauskas para The New York Times
Algunas mujeres que en otros ámbitos de su vida son valientes y decididas, toleran este tipo de agresiones durante el parto porque en ese momento la relación de poder es sumamente desigual, explica la investigadora jurídica del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Karen Luna. “La vulnerabilidad es una cuestión que poco tiene que ver con las mujeres y todo con el personal médico”, dice.
Con las contracciones de oxitocina, los latidos del bebé de Jassiel se redujeron significativamente y le hicieron una cesárea de emergencia.
“En la inductoconducción les pueden meter hasta 60 o 100 unidades de oxitocina (lo indicado son 10)”, dice Fritz. La médica explica que el cerebro secreta naturalmente la oxitocina, una hormona que provoca las contracciones, pero al saturar con oxitocina sintética a los receptores en el útero, el sistema puede colapsar y llegar a imposibilitar las contracciones, provocando no solo una urgencia de cesárea, sino una hemorragia e incluso la histerectomía (extirpación de la matriz).
A los cinco días de nacido, Gabriel fue internado en terapia intensiva en otro hospital por una condición del hígado que, según los médicos, pudo haber sido causada por una infección. Durante su primer año enfermó varias veces de gripe, vómito y diarreas y contrajo rotavirus a pesar de estar vacunado.
Varios estudios recientes han encontrado que los niños nacidos por cesárea pueden tener mayores índices de obesidad, síndrome de colon irritable, diabetes, esofaguitis, asma, alergias ambientales y alimentarias y alejamiento del seno materno.
‘Si sigues llorando, te voy a sedar’
Regina Zonana es una psicóloga de 30 años que vive en el poniente de la Ciudad.
En septiembre de 2014 llegó al Hospital ABC pasado el mediodía con más de 17 horas de trabajo de parto a cuestas. Cuando, tres horas después, le dijeron que su dilatación no avanzaba y que su bebé nacería por cesárea, se puso a llorar y a pedir que esperaran a su pediatra, a quien consideraba su última esperanza para apoyarla en un proceso natural.
“Entré a quirófano llorando mucho y el anestesiólogo me dijo, superagresivo: ‘Si sigues llorando, te voy a sedar. Si te sigues moviendo, te voy a sedar. Te voy a dormir’. Pensé: ‘Mejor me voy a portar bien, me voy a portar bien. A la mitad del parto, como que se me resbaló un brazo (porque estaba amarrada) y el anestesiólogo me dijo: ‘¡Ya te dije que no te muevas!’”, cuenta Regina, emulando un tono amenazador. El especialista cumplió su advertencia: la sedó completamente y Regina no pudo recibir a su bebé.
Ya desde su embarazo el médico le insinuaba que le haría cesárea. “Mi ginecólogo se burlaba de que yo lo quería hacer natural. Me decía —recuerda Regina—: ‘No, mamita, por aquí no va a salir, estás muy chiquitita, estás muy flaquita, vamos a hacer lo posible’”.
Cuando nació su hija, Regina fue sedada completamente a mitad de la cesárea y no pudo recibir a su bebé. CreditAdriana Zehbrauskas para The New York Times
El Hospital ABC, donde nació la bebé de Regina, tuvo un índice de 63 por ciento de cesáreas en 2015, según datos de la Secretaría de Salud. El hospital no quiso dar una entrevista a The New York Times en Españolpara hablar sobre las cesáreas, argumentando que “es un tema que no queremos abordar desde la institución”.
En promedio, las mujeres mexicanas tienen dos hijos, así que, a pesar de los riesgos de la cesárea, para la mayoría de ellas son momentos puntuales que solo dejan, en el mejor de los casos, una línea de 15 centímetros, bien oculta debajo del bikini.
En un estudio sobre violencia obstétrica en salas de maternidad,investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública han documentado desde aventones a las piernas de una mujer parturienta que se retorció de dolor por un tacto vaginal, hasta insultos y alusiones a la vida sexual de las pacientes (“No lloren, aguántense, acuérdense cómo lo estaban haciendo, ahí sí lo gozaban”).
La violencia obstétrica se describe como la acción u omisión por parte del personal médico que daña física o psicológicamente a la mujer durante el embarazo, parto y posparto, como la negación de la atención médica; los tratos crueles o degradantes; la medicalización innecesaria y el obstaculizar el poder de decisión informada sobre estos procesos.
No es un problema exclusivo de las cesáreas, pero sí uno compartido en América Latina. En una investigación publicada en 2012, cuatro de cada diez mujeres en la tercera maternidad más grande de Argentina reportaron maltrato verbal; ocho de cada diez ruptura artificial de membranas y un 96 por ciento medicalización para acelerar el parto.
La violencia obstétrica y el fenómeno de las cesáreas innecesarias tienen un carácter casi invisible y, al mismo tiempo, institucional, debido a la conjunción de elementos asimilados en la cultura y las prácticas enquistadas y naturalizadas, como la educación médica jerarquizante, una relación dispar de poder entre médico y paciente, los intereses económicos, la saturación del sistema y la carencia de métodos eficaces de denuncia y reparación del daño.
Fritz considera que parte de la solución es sensibilizar al personal de salud y enfatiza la importancia de que las pacientes se informen sobre el embarazo, parto y posparto y empiecen a exigir, “porque es un tema de derechos, derechos para ti y para tu bebé”.
La epidemióloga dice que la educación e incorporación de parteras profesionales al sistema de salud, como se hace en países como Gran Bretaña, ayudaría a no medicalizar rutinariamente el proceso natural del parto, en los ocho de cada diez embarazos que la OMS indica que no requieren cesárea.
El peor escenario
Liliana Macías tiene 32 años, es antropóloga y actualmente trabaja en el área de Epidemiología de la Secretaría de Salud en Chetumal, una ciudad con menos de 200.000 habitantes en el sureste de México, donde nació y vive actualmente.
Hace tres años le extirparon el útero como consecuencia de una cesárea realizada en un hospital público del IMSS en Chetumal.
Los médicos del IMSS que atendieron su embarazo y sus primeras horas de parto dijeron que tendría un parto natural, pero cuando le faltaba solo un centímetro de dilatación de los 10 reglamentarios, hubo un cambio de turno en el hospital y el médico vespertino decidió hacerle cesárea. Liliana dice que le propuso intentar el parto, pero el médico la amenazó: “Me voy a dar una vuelta por el hospital para visitar a todos los pacientes, y si cuando regrese tu bebé tiene sufrimiento fetal, es tu responsabilidad”.
“Yo no voy a recuperar mi vientre, pero algún día, si ella así lo quiere, va a ser madre”. – LILIANA MACÍAS, MADRE DE UNA HIJA DE TRES AÑOS
Dos días después del alta por su cesárea, Liliana volvió al IMSS con 39 grados de fiebre y dolor abdominal intenso. La internaron y durante cinco días varios médicos del hospital la revisaron, hasta que la dieron de alta de nuevo con el diagnóstico de una infección urinaria, sin informarle lo que médicos de un hospital particular descubrieron esa misma tarde: tenía una hemorragia e infección porque durante la cesárea le perforaron el útero y la vejiga.
“Al revisar mi expediente confirmé que el médico me dejó los vasos abiertos, intentó parchar la perforación que me hizo en la vejiga con mi útero”, dice Liliana.
La histerectomía que le hicieron en el hospital particular le salvó la vida, pero la dejó incapacitada para embarazarse y tener los otros tres hijos que añoraba.
Hoy, la hija de Liliana tiene tres años y una colección de alergias que se asocian con el nacimiento por cesárea: no puede tomar leche porque es alérgica a la proteína láctea, así como a los mosquitos y las cucarachas. Sus síntomas son brotes de ronchas, enrojecimiento e inflamación de la piel, tos y reflujo gastroesofágico.
Liliana dice que ha pensado en renunciar a la demanda que interpuso al hospital por negligencia médica tras su histerectomía, para por fin dejar todo eso atrás, pero persevera por algo más grande que su pérdida: “Yo no voy a recuperar mi vientre. Pero mi hija algún día, si ella así lo quiere, va a ser madre”.
Decenas de grandes empresas estadounidenses pidieron al presidente Donald Trump mantener vigente el programa que da a los jóvenes que crecieron en EU permiso para trabajar y estudiar legalmente.
El presidente Donald Trump deberá decidir qué pasará con los cerca de 800,000 dreamers.AFP
Los dirigentes de varias decenas de grandes empresas estadounidenses, desde Amazon hasta Apple pasando por Facebook, pidieron este viernes a Donald Trump que mantenga un programa que permite a cientos de miles de jóvenes inmigrantes permanecer y trabajar en Estados Unidos.
En un mensaje dirigido al presidente de Estados Unidos y a los funcionarios republicanos y demócratas del Congreso, los dirigentes, entre los que figuran también los presidentes de Cisco, eBay, General Motors y Microsoft, advierten el impacto económico que podría causar que se le cancele el permiso de trabajo a cerca de 800,000 personas.La Casa Blanca indicó que todavía no había tomado ninguna decisión sobre el futuro de este programa, conocido como DACA (por su sigla en inglés: Deferred Action for Childhood Arrivals), que fue puesto en marcha en 2012 por Barack Obama con el fin de sacar de la sombra a los clandestinos que llegaron con menos de 16 años al país.
Las condiciones para beneficiarse de dicho programa eran tener menos de 31 años en junio de 2012, haber residido continuamente en el país desde 2007 y no tener antecedentes penales, y los beneficiarios reciben la garantía de no ser expulsados y la posibilidad de trabajar legalmente.
Éstos han “crecido en Estados Unidos, están registrados ante las autoridades estadounidenses, (…) pagan impuestos y desempeñan un rol activo en sus comunidades”, señala el mensaje de los dirigentes.
En caso de suspender el programa, estos jóvenes “perderían la posibilidad de trabajar legalmente en el país y estarían expuestos al riesgo de deportación. Nuestra economía perdería 460.300 millones de dólares del PIB nacional y 24.600 millones de contribuciones fiscales al sistema de Seguridad social.
En el lado opuesto, muchos republicanos se oponen a este programa, en el que ven una “amnistía” injustificada.
Durante su campaña, Donald Trump se comprometió a suprimirlo, pero desde su llegada a la Casa Blanca ha estado enviando señales contradictorias, insistiendo particularmente en su voluntad de abordar la cuestión “con el corazón”.
Según la cadena Fox News, el presidente podría anunciar los próximos días que la administración deja de otorgar el permiso DACA pero sin anular los existentes, que seguirían funcionando hasta su fecha de caducidad, como mucho hasta 2019 para quienes acaban de obtenerlo.
Hay un gran peligro de condenar solo la moral por debajo de la cintura
Papa Francisco: Pero nosotros, los católicos ¿cómo enseñamos la moral? No podemos enseñar solo preceptos como: “No puedes hacer esto, tienes que hacer esto, no tienes que hacer esto, tu puedes, tu no puedes”. La moral es una consecuencia del encuentro con Jesucristo. Es una consecuencia de la fe, para nosotros los católicos. Y para los demás, la moral es la consecuencia del encuentro con un ideal, o con Dios, o con uno mismo, pero con la mejor parte de uno mismo. La moral es siempre una consecuencia.
– El mensaje más radical de la Iglesia desde siempre, desde el Evangelio, es condenar la locura del dinero. ¿Por qué ya no se entiende este mensaje?
¿Nunca pasa? Pero porque algunos prefieren hablar de moral, en homilías o en cátedras de teología. Hay un gran peligro para los predicadores, que es caer en la mediocridad. De condenar solamente la moralidad – perdóneme – “debajo de la cintura”. Pero los otros pecados, que son los más graves, el odio, la envidia, el orgullo, la vanidad, matar al otro, quitar la vida …, no se habla tanto de esos.
“¿Es posible dar la comunión a los divorciados?”
[…] Está lo que yo he hecho, después de los dos sínodos, Amoris laetitia… Es algo claro y positivo, que algunos con tendencias demasiado tradicionalistas combaten, diciendo que no es la verdadera doctrina.
Sobre la cuestión de las familias heridas, he dicho en el capítulo octavo que hay cuatro criterios: acoger, acompañar, discernir las situaciones e integrar. No se trata de una norma rígida. Abre un camino, un camino de comunicación. Inmediatamente me han preguntado: “Pero, ¿es posible dar la comunión a los divorciados?”. Yo respondo: “¡Hablen con el divorciado, hablen con la divorciada, acójanle, acompáñenle, intégrenle, disciernan!”.
Por desgracia nosotros, los sacerdotes, estamos acostumbrados a normas rígidas. Y así es difícil para nosotros “acompañar en el camino, integrar, discernir, decir cosas positivas”. Esa es mi proposición […]
Lo que pasa, en realidad, es que la gente dice: “No pueden comulgar”, “No pueden hacer esto o lo otro”: esa es la tentación de la Iglesia. ¡Pero no, no y no! Encontramos ese tipo de prohibiciones en el drama de Jesús con los fariseos. ¡Es lo mismo! Los grandes en la Iglesia son los que tienen una visión que va más allá, los que comprenden: los misioneros.
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Para un médico especialista en longevidad, ninguna presentación de sus capacidades profesionales puede ser mejor que la de su propia vida, y ese es solamente uno de los atributos que clasifican al médico japonés Shigeaki Hinohara como el maestro y la gran inspiración que fue.
Falleció a los 105 años y aún trabajando, habiendo vivido su larga vida con salud mental y física impecables. El Dr. Shigeaki dejó no sólo su historia de intensa dedicación a la Medicina y a los cuidados más humanos con sus pacientes, sino también algunos consejos para que vivamos una buena vida y longeva, como parte de su legado.
Nacido en 1911, Hinohara se volvió uno de los médicos del mundo con más tiempo dedicado a la salud y a la felicidad de sus pacientes. Y el término “felicidad” aquí no es usado por casualidad: el médico fue un pionero en el trato más personal e individual con los pacientes e, incluso después de su muerte, sigue como inspiración para mejorar la calidad de nuestras vidas.
No cabe duda: el Dr. Shigeaki entendía de vida, y por eso, vale la pena recordar aquí sus 12 más importantes consejos, sacados de una entrevista que el doctor dio a los 97 años.
Algunos principios del Dr. Shigeaki Hinohara:
1– Come bien
“Todos los que viven una larga vida, independientemente de su nacionalidad, raza o género, tienen una cosa en común: no tienen sobrepeso”.
2 – No tomes atajos
“Para mantenerte saludable, siempre sube escaleras y carga tus propias cosas. Yo subo de dos en dos los escalones, para ejercitar mis músculos”.
3 – Redescubre tu energía juvenil
“La energía viene de sentirse bien, no de comer bien o dormir mucho. Todos recordamos cuando éramos niños y estábamos divirtiéndonos, cómo nos olvidábamos de comer o dormir. Yo creo que podemos mantener esa actitud de adultos. Es mejor no cansar al cuerpo con demasiadas reglas como la hora de comer y de dormir”.
4 – Manténte ocupado
“Siempre planifica con antelación. Mi agenda ya está completa para los próximos 5 años, con conferencias y mi trabajo habitual, en el hospital”.
5 – Manténte trabajando
“No hay necesidad de jubilarse jamás, pero si es necesario, debe ser bastante más tarde de los 65 años. Hace cincuenta años, había solamente 125 japoneses con más de 100 años. Hoy, son más de 36 mil”.
6 – Sigue contribuyendo con la sociedad
“Después de una cierta edad, debemos esforzarnos para contribuir a la sociedad. Desde los 65 años trabajo como voluntario. Aún trabajo 18 horas, 7 días por semana y amo cada minuto”.
7 – Difunde tu conocimiento
“Comparte lo que sabes. Yo doy 150 conferencias al año, algunas para 100 niños de secundaria, otras para 4.500 empresarios. Normalmente hablo durante una hora, una hora y media, de pie, para estar fuerte”.
8 – Entiende el valor de las diferentes disciplinas
“La ciencia por sí sola no logra curar o ayudar a las personas. La ciencia nos trata a todos como una sola cosa, pero las enfermedades son individuales. Cada persona es única, y las enfermedades están conectadas con sus corazones. Para entender las enfermedades y ayudar a las personas, necesitamos de artes liberales y visuales, no solamente la medicina”.
9 – Sigue tus instintos
“Al contrario de lo que te imaginas, los médicos no logran curar todo y a todos. Entonces, ¿para qué causar un dolor innecesario como, por ejemplo, una cirugía, en ciertos casos? Yo creo que la música y la terapia animal pueden ayudar a las personas más de lo que los médicos imaginan”.
10 – Resiste al materialismo
“No te vuelvas loco por acumular cosas materiales. Recuerda: no sabes cuándo te tocará, y nosotros no nos llevaremos nada de aquí”.
11 – Ten modelos de vida e inspiraciones
“Encuentra a alguien que te inspire para ir más allá. Mi papá fue a estudiar a Estados Unidos en 1900, fue un pionero y uno de mis héroes. Más tarde encontré otros guías de vida, y cuando me siento paralizado, me pregunto cómo habrían lidiado con el problema”.
12 – No subestimes el poder de la diversión
“El dolor es algo misterioso, y divertirse es la mejor manera de olvidarlo. Si a un niño le duelen los dientes y empiezas a jugar con él, inmediatamente olvidará el dolor. Los hospitales necesitan cubrir las necesidades básicas de los pacientes: todos nosotros queremos divertirnos. En el St. Luke Hospital (que dirigió y donde trabajó hasta el último día) tenemos música, terapia animal y clases de arte”.
“Mi inspiración es el poema Abt Vogler, de Robert Browning, que mi papá solía leerme. Él nos anima a hacer gran arte, no garabatos. Dice que intentemos dibujar un círculo tan grande que no haya cómo terminarlo mientras vivamos. Todo lo que vemos es un arco, el resto está más allá de la vista, pero está ahí, en la distancia”.
La belleza de una mujer no está en la ropa que lleva, en su figura o en algún atractivo visual. Esta aumenta con el paso de los años a la par que su bondad
Para descubrir la belleza de una mujer, mírala a los ojos que son la puerta de su corazón y donde habita lo más profundo de su ser, la esencia de su alma. Qué tan grande y valioso es ser mujer que hasta Dios quiso nacer de una.
No hay nada más bello que ver a una mujer que porte su cuerpo, su sonrisa, todo su ser con seguridad, con garbo y aplomo, siempre consciente de la dignidad que posee como dama.
El pudor y la modestia son hermanos pequeños de la pureza (San Josemaría Escrivá). El pudor sí existe, tanto en el hombre -honor y honestidad- como en la mujer y no es atemporal. El pudor es una emoción natural. En pocas palabras, nacimos pudorosos.
El recato, la modestia sexual, la vergüenza, la modestia y la humildad -lo contrario al exhibicionismo-, todos son parte del pudor y son atributos que hacen a la mujer aún más hermosa de lo que es. Es también parte de la virtud cardinal de la templanza.
Menos es más
Cuanto menos enseñes, más elegante te verás. El pudor no es moda, es darle valor a nuestra intimidad como algo muy personal, algo que es solo nuestro y no le pertenece a nadie más. Conforme pasa el tiempo y como consecuencia de la educación recibida -o no recibida-, de las heridas emocionales, entre muchas otras cosas vamos restándole valor al pudor. Es por eso por lo que es tan importante educarnos en el amor. La educación del amor, al igual que la educación de la libertad, forzosamente requiere de la educación de la intimidad, que va de la mano con la del respeto.
Proteger lo más personal
El pudor es el recato, el celo y decoro que nos hace ocultar y proteger aquello que nos es propio y que solo nos pertenece a nosotros mismos: cuerpo, conductas, pensamientos, secretos, sentimientos, etc. Respecto a esto yo he visto que hay una relación directamente proporcional entre las mujeres que son poco pudorosas y recatadas y las coloquialmente conocidas como chismosas. Y es que tiene toda la lógica. Si una mujer no valora, no protege, no respeta y no cuida de su propia intimidad, mucho menos lo hará con la intimidad de otras personas. Si no se guarda nada para ella, menos guardará los secretos ajenos.
¿Pero, por qué será que a algunas mujeres les encanta mostrar más de lo prudente? Y eso sí, si algún varón le llega a faltar el respeto, se enfurecen y se ofenden. Por supuesto que el respeto debe prevalecer con y sin escote. Pero… Mujeres, hagámosle más sencilla la tarea a los hombres.
La naturaleza de ellos es ser “mirones”. Es decir, así como a las mujeres se nos conquista por el oído, a los hombres por el ojo, son visuales. De verdad, necesitamos ayudarles en eso. Y vaya que no me refiero a que ellos no puedan tener control de lo que ven o sienten, pero el “mirar” es parte innata de su género. Sobre todo, porque no sabemos si en el momento en que nos les estamos presentando vestidas así de “provocativas” ellos puedan estar pasando algún momento vulnerable en sus vidas.
Varias mujeres ven el escote como un símbolo de feminidad y un arma de seducción -a veces de destrucción-. Desafortunadamente, no se percatan de la delgada línea que hay -y que muchas ya han pasado- para llegar a la “vulgaridad”. Claro que el escote es un arma de seducción, pero hay que utilizarla “únicamente” con el marido. Es a él a quien le corresponde disfrutar de nuestros atributos como nosotros de los de ellos. Esto es parte del débito conyugal y solo él tiene el derecho de mirarnos y desearnos con amor y respeto.
Esa sensación de sentirnos deseadas por él es increíblemente gratificante, pero solo por él. Qué horror estar provocando malos pensamientos y deseos lujuriosos en otros hombres. No es posible que las mujeres que visten así no se percaten que todas las miradas que a ellas llegan son de todo menos de amor y respeto.
Necesidad de sentirse apreciada
¿En qué radicará que algunas mujeres sean pudorosas y otras le hayan restado su valor? ¿De verdad es tan poco lo que nos hemos llegado a valorar que sentimos esa necesidad de mostrar aquello que está reservado para la intimidad y para compartirlo solo con nuestro marido? El protagonismo juega un papel importante. Cuando una mujer tiene baja autoestima y no cree tener nada valioso para mostrar al mundo lo que hará será mostrar su cuerpo para llamar la atención.
Esa es su arma infalible con la que logrará captar la atención, sobre todo del sexo masculino y el saberse deseada, halagada por ellos y envidiada -por parte de algunas mujeres- le hará sentir algo de “seguridad” y ser la estrella, aunque sea por unos momentos porque en el momento que llegue a su casa y se quite su vestimenta provocativa volverá a ser la misma mujer insegura, triste y llena de vacíos emocionales.
¿Son más hombres si exhiben a su mujer?
Están también los maridos a quienes les gusta exhibir a su mujer. Les encanta que ellas se vistan con faldas cortas y escotes muy pronunciados. De verdad, no lo entiendo. ¿Será que quieren reafirmar su hombría, que todos los demás hombres le vean y le envidien por la hembra que trae? No lo sé. Lo que sí me queda claro es que una pareja así de abierta y que poco respetan y valoran sus cuerpos, pronto serán 3 en la ecuación… ¡Por Dios! ¡Si el cuerpo de su mujer es un regalo de Dios exclusivamente para él!
Mujercita, qué necesitas para darte cuenta de que tu valor va mucho más allá de tener unas curvas perfectas, unos senos y unos glúteos firmes y voluptuosos. ¿Qué harás cuando la ley de gravedad haga de las suyas en tu cuerpo? Cirugías, me dirás. ¡Claro! Te podrás seguir haciendo procedimiento tras procedimiento, pero ninguna de esas operaciones te devolverá tu autoestima, te hará recuperar tu verdadero valor ni llenará tus vacíos. Seguirás siendo la misma “muñequita” perfecta por fuera, pero triste y herida por dentro.
¡Mujer, vales mucho! Más de lo que tú misma te puedas imaginar. ¡Créelo, por favor! Reconócete, apréciate, acéptate, ámate. Descubre y abraza todo lo bueno y bello que hay dentro de ti y regálaselo al mundo. La elegancia te abrirá puertas, la vulgaridad cerrará tu corazón, cegará tu espíritu y te pondrá en muchos riesgos. Guarda tu cuerpo para quien se lo merezca, para quien te vea con ojos de camino a la santidad.