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«Corrupción en constructoras pudo haber matado a muchos en #SismoMX»

Este abogado estará dando seguimiento a los casos de corrupción relacionados con constructoras e inmobiliarias

22 de septiembre de 2017 

Hoy la prioridad es auxiliar a los afectados del sismo de magnitud 7.1 que azotó México, pero a la par de ayudar este abogado está documentando los casos de edificios nuevos derrumbados en los que murieron decenas de personas y que pueden estar involucrados en casos de corrupción.

«La corrupción pudo haber matado a muchas personas. El famoso cártel inmobiliario puede ser uno de los grandes asesinos en este terremoto», dijo Salvador Mejía, de la firma especializada en prevención de lavado de dinero Asimetrics.

Mejía, especialista en temas anticorrupción, junto con otros abogados está reuniendo información y documentos de los edificios en que los rescatistas han encontrado irregularidades en las normas mínimas de construcción.

«No puedo entender cómo es que en la colonia Portales, una de las más afectadas, se cayeran edificios con menos de cinco años de vida útil y, a un lado, está un edificio con 20 o 25 años de antigüedad. Traducción: el edificio viejo está bien hecho y los nuevos bajo el esquema de la corrupción», explicó el abogado.

Dijo que hay delegaciones en las que ya había un antecedente de quejas vecinales por inmobiliarias y constructoras que no seguían las normas establecidas para construir viviendas, como en la Benito Juárez, una de las zonas más afectadas por el sismo.

«La corrupción no se puede entender sino como un binomio entre la iniciativa privada y la administración pública en cualquier nivel. Las autoridades también lo tiene que hacer, comenzar a darle un seguimiento al por qué se cayeron los edificios nuevos», comentó en entrevista con el HuffPost México.

El diario Reforma y el portal Animal Político documentaron el caso del Residencial San José, en la colonia Portales de la Benito Juárez, que con solo un año de haberse construido se derrumbó en el temblor del martes 19 de septiembre.

«No soy ingeniero, pero entiendo cuando un rescatista dice ‘estoy encontrando vigas’ que no cumplen con las características. Están construyendo estos edificios sin atender a los mínimos de seguridad establecidos por las normas», explicó el abogado.

Por eso y para usar su experiencia en temas anticorrupción, Mejía está recopilando los casos de los edificios derrumbados con irregularidades. El abogado dijo que los ciudadanos pueden enviar información y datos de estos inmuebles a su cuenta de Twitter @ESEMEJIA para documentarlos.

Mejía considera que es necesario tener una visión a largo plazo para vigilar que en los esfuerzos y recursos públicos destinados a la reconstrucción de estos inmuebles no haya casos de corrupción. «(Ayudar por el sismo) no es una carrera, será un maratón».

«Se le tiene que dar, si se construye nuevamente, se le va a dar a los usuarios originales un inmueble. Creo que tenemos que vigilar que no vaya a haber otro acto de corrupción a cargo de autoridades del cártel inmobiliario», dijo.

El abogado aseguró que destinará recursos de su firma Asimetrics «para entender qué fue lo que ocurrió y para vigilar que la reconstrucción y donativos estén bien enfocados».

«Quiero tener muy claro si hubo negligencia por parte de las constructores y hubo algún acuerdo por parte de la autoridad», explicó.

¿Irregularidades en construcciones colapsadas?

#Video Algunos de los edificios que colapsaron por el temblor del 19 de septiembre tenían menos de 5 años de construcción.

Posted by HuffPost México on Saturday, September 23, 2017

 

Fuente: http://www.huffingtonpost.com.mx/2017/09/22/corrupcion-en-constructoras-pudo-haber-matado-a-muchos-en-sismomx_a_23219478

Nunca olvidaré lo que viví ese día, asegura voluntaria en zona cero luego del sismo del 19/9/17

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Por Al Barreiro

Fuente: https://m.facebook.com/story.php…

La imagen puede contener: una persona, sentada, calzado e interior
Al Barreiro

7 horas

Ayer estuve seis horas ayudando en la zona cero de Escocia, en la Del Valle. Me quedé en casa de mis papás y me levanté a las 6:30am, mi mamá me hizo de desayunar mientras me alistaba y me enfilé hacía Heriberto Frías, donde convocan a los voluntarios.

Nos explicaron que las mujeres pasamos cubetas vacías al Ejército, quienes las llenan de cascajo y las regresan a las 2 filas de hombres que están formados detrás de nosotras, replegados en las paredes. Las varillas, vidrios, muebles, boiler y objetos más peligrosos son movidos por el ejército. Conocen la inexperiencia de la mayoría de los voluntarios y no nos arriesgan. Para entrar nos dan equipo -casco, guantes, chaleco y tapabocas- escriben tu nombre, un número de contacto y tipo de sangre en el brazo con plumón indeleble y te vacunan contra el tétanos.

Entramos a la zona cero en silencio, con el celular apagado y rápidamente nos ponen a trabajar. (Previo tuvimos el susto del temblor, nos replegamos y tardamos 45 min más en entrar mientras Protección Civil verificaba que era seguro nuestro ingreso). Mis ojos no dan crédito a lo que veo: nunca había visto un edificio caído y es impresionante como una estructura tan robusta y sólida es ahora una montaña de cascajo y recuerdos.

La línea de vida -como la conocen- comienza y uno deja de pensar para ponerse a trabajar. Mientras uno está activo continuamente ofrecen agua, electrolitos, dulces, tamales y huevos duros, donado por la sociedad. Los voluntarios preferimos no comer, solo agarramos dulces para dejarles la comida al ejército e ingenieros.

También pasan voluntarios médicos para saber si te sientes bien, colocan gotas en los ojos y sacan a quienes ven más cansados de lo normal. Pasar cubetas (botes de pintura) parece sencillo, pero después de una hora sientes ampollas en las manos y calambres en los hombros. Te das cuenta que no eres la única cansada cuando las cubetas empiezan a caerse de las manos de las demás. Algunos gritan que hay que tener cuidado, que pueden romperse.

Los hombres nos alientan y nos dicen que hacemos un gran trabajo. Mientras te concentras en no retrasar la actividad ves pasar pedazos de la vida de alguien más: zapatos, fotos, sillas, ropa, edredones, cuadros. Objetos que seguramente se obtuvieron con esfuerzo y dedicación, y ahora son nada.

Llamó mi atención una carretilla (tirada en su mayoría por albañiles, quienes sacan escombros más grandes) con un juego de copas nuevo, aun envuelto. Conforme las mujeres dimiten nos recorremos y me acerco a la zona cero. Veo un auto en los escombros del estacionamiento: es un Sentra rojo y está intacto. Sin embargo, la entrada está detenida con polines por lo que probablemente no saldrá completo.

Nadie toma selfies ni trae música, tampoco hablan, bromean o flojean. El respeto es tangible, es una zona de luto. Un día antes sacaron un pug y un gato, por lo que existe la posibilidad de que haya vida entre los escombros. Nuestra eficiencia puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de alguien más.

El Ejército, la Marina y los ingenieros trabajan incansablemente. Hay una grúa que con precisión milimétrica mueve las paredes señaladas para continuar con la búsqueda; cuando lo hace el silencio es absoluto. Tiene una bandera de México en la punta y cuando se mueve, ésta hondea -el corazón se hincha.

Los militares se colocan enfrente de nosotras para protegernos. Una vez que la pared está en el suelo toman sus picos y la deshacen en minutos. Empieza de nuevo: pasar rápidamente las cubetas para sacar el escombro lo antes posible, las cubetas regresan con los hombres, las carretillas van y vienen, el ejército sale con material riesgoso. La garganta pica, los ojos molestan, el corazón duele, el alma se engrandece al ver el esfuerzo de todos por ayudar desinteresadamente al otro.

Llega el equipo chileno para ayudar y suben a evaluar los escombros. La actividad continua hora tras hora. Te habitúas a tus compañeras, sabes que la de la izquierda es rápida, pero la de la derecha es despistada, por la que continuamente le ayudo para no retrasarnos. Debajo del caso y tapabocas es difícil saber su edad, pero son mucho más jóvenes que yo, la mayoría de los voluntarios lo son.

Después de un tiempo pasa un ingeniero y nos pregunta a que hora entramos: a las 8:30 am. Nos dice que debe sacarnos, algunas aceptan, pero mi compañera de la izquierda y yo le comentamos que aguantamos un par de horas más. Nos comentan que son casi las 3 -no puedo creerlo- y que nos deben relevar para evitar un incidente.

Detienen la línea de vida y anuncian que saldrá un convoy con 15 mujeres. Dejamos las cubetas y nos enfilamos sobre Escocia rumbo a Eugenia. Mientras lo hacemos, la gente deja lo que tiene en las manos, se quita los guantes y comienza a aplaudirnos: los voluntarios, los paramédicos, los ingenieros, los albañiles. Una persona del ejército grita: ¡vivan las mujeres mexicanas valientes! Y así, entre aplausos y gritos, con la vista en el suelo y aguantándome las lágrimas salgo de la zona cero.

Damos vuelta hacia Eugenia, entrego el equipo y la gente me ofrece fruta, comida y agua mientras me felicitan. Les doy las gracias y sigo de largo. Mientras camino me doy cuenta de que voy sola -no sé dónde están las demás, pero me hubiera gustado despedirme de ellas- me duele todo, tengo mucha hambre, me arde la cara y me siento mareada. Un voluntario se da cuenta y me detiene, me llevan a un control donde me dan un plátano y un refresco. Me espero unos minutos y salgo de la zona acordonada donde los relevos y la policía me aplauden nuevamente.

Nunca he recibido tanta atención, así que sólo sonrío -la fama no es lo mío. Respiré agradecida, me peiné el cabello tieso, sacudí un poco mi pantalón y continué caminando sobre Gabriel Mancera, pensando en todo lo que acababa de vivir, orgullosa de mi trabajo y sobre todo, de no haber llorado enfrente de los demás. Eso terminó cuando vi a mi mamá esperándome afuera del primer retén, entre los camiones de volteo listos para entrar a sacar más escombro.

Somos muy afortunados de tenerlo todo y lo menos que podemos hacer es ayudar a quienes están pasando tiempos difíciles. Esta foto me la tomó Maria Eugenia Romero infraganti al llegar a su casa, para que nunca olvidé lo que aprendí y sentí ese día… no lo haré.

Nuts and Co | El arte de comer sanamente

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Kika Shabot es una emprendedora de la nutrición en México y hace tiempo que se embarcó en la búsqueda del complemento perfecto para cualquier alimento.

Descubrió que las nueces eran una fuente interminable de salud, así que en compañía de su hija Ady (Lic. en Nutricion con una especialidad en Nutrición Funcional), creó una crema con altos niveles nutricionales y totalmente natural. Su nombre: Nuts and Co.

Sus cremas están libres de gluten, lácteos, sodio, azúcares, conservadores y aditivos; no están endulzadas y ofrecen el sabor de la nuez en su estado más puro. “Decidimos que nuestras cremas conservaran su estado más natural para que puedan comerse solas, con frutas o verduras, e inclusive cocinar platillos dulces y salados. Muchas de nuestras cremas son crudas, los beneficios residen en que al no tostarlas o cocinarlas, las nueces no pierden sus enzimas esenciales y fundamentales para varios procesos químicos que se llevan a cabo en nuestro cuerpo. Esto es lo que las hace aptas para todo tipo de enfermedades, dietas y regímenes alimenticios”, afirman Kika y Ady.

Convierte tu salud en la más grande de tus prioridades y dale una oportunidad a esta opción que no deja de lado el sabor por la nutrición.

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La mejor manera de decir no

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A veces parece que llevamos el “no” en cada una de nuestras frases, sobre todo con los niños. Pero educar diciendo que no de forma positiva es posible. En ocasiones ni siquiera tendrás que pronunciar el temible «no» para obtener mejores resultados con los más peques de la casa.

“No corras por el pasillo”, “No grites”, “No comas así”, “No digas eso”, “No contestes”, “No subas las escaleras”, “No bajes las escaleras”… es no parar nunca. Ellos nos imitan y lo único que conseguimos es que adopten una conducta y un vocabulario similar.

No se trata de permitirles todo. Debe existir un equilibrio sano entre permisividad e intransigencia. Pero lo más importante es marcar esos límites no con un «no», sino de una forma positiva y constructiva.

Sin utilizar el no, los niños entenderán mucho mejor el porqué de las normas, serán más responsables de sus actos y sus consecuencias. Además, actuarán de forma más autónoma y, por supuesto, tendrán una mejor autoestima. Así, evitaremos berrinches y enfados sin sentido.

¿De qué forma puedo decir no sin utilizar esa palabra?

Te compartimos algunos ejemplos para cambiar tu lenguaje de forma positiva y evitar que el «no» pierda su significado. Úsalo para lo realmente importante, como cruzar la calle sin tomarte la mano, asomarse por la ventana, etcétera. Es decir, para aquello que pueda suponer un peligro para el niño:

  • Sugerir otra cosa que puede hacer. Si no podemos ir al parque, podemos cocinar en casa o colorear. Siempre podemos encontrar una alternativa.
  • Posponer la petición hasta que sea posible. Si en ese momento no se puede llevar a cabo lo que quiere o estamos ocupados, podemos dejarlo para otro momento, pero hemos de recordar cumplirlo.
  • Explica lo que ocurrirá si se hace lo que quiere. Si pega a su hermano, si rompe los juguetes, si hace algo malo o que se supone no debe hacer, siempre habrá consecuencias y debemos explicarlas de forma sosegada. No podemos olvidar que cada acto tiene su consecuencia; algo que, a veces, no les recordamos a los más pequeños.
  • Aclarar las normas. Antes de prohibir algo explica las normas de la casa y el por qué existen. Así los más peques comprenderán lo que pueden o no pueden hacer y anticiparán la respuesta.

 

 

Fuente: Guía Infantil

El hogar no lo hace el lugar, sino quien te hace sentir en casa

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Por Tatielle Katluryn

Esta historia trata de cómo un grupo de personas volvió a la tierra de la que sus ancestros habían sido despojados para ser llevados a otro continente a realizar trabajos forzados.

De cómo cuando esta nueva generación regresó al lugar que debería ser su verdadero hogar, se sintió completamente desconectada.  Peor aún, parecía que tenían un problema mayor, pues tampoco sentían ese sentimiento de pertenencia respecto al lugar en donde nacieron, en el que sus padres y abuelos habían sido esclavizados.
No se sentían pertenecientes a ningún lugar.

Se veían sin patria, sin nacionalidad. ¿Cómo resolver un problema así? Huyeron de un lugar de dolor a otro que no dio paz a sus corazones. ¿A dónde irían si no tenían a donde volver?

Al oír esta historia, una joven (como muchas en el mundo) sintió un pesar en su pecho, se dio cuenta de que percibía el mismo sentimiento que esas personas. Ella se había mudado a pesar de que había algo en su corazón que le decía que ni en su ciudad natal ni en su nuevo hogar se sentiría como en casa.

¿Cómo explicar este sentimiento de desconexión? ¿Por qué al mirar a las personas que la rodeaban, las situaciones que enfrentaba y sus momentos de soledad, sentía que algo andaba mal con ella y no lograba sentirse completamente cómoda? Parecía que siempre faltaba algo o alguien a pesar de que todo y todos estaban ahí, en su lugar, ocupándose de lo suyo.

Era sumamente desconcertante formar parte de grupos y al mismo tiempo sentir que no se pertenecía a ninguno. Estar en las redes sociales solo por estar y sentir que, muy en el fondo, algo no encajaba.

¿Por qué no lograba refugiarse debajo de un techo cualquiera y hacerlo su hogar? ¿Por qué no hacer de alguien su ancla para reposar en algún suelo? Ella lo intenta, pero al conocer más a las personas y a los lugares siempre parecen ser mejores, más bonitos o más felices que ella. Tienen mucho que ofrecer y ella siente que no tiene lo suficiente para nadie.

Tal vez en esto radicaba el motivo real de su desconexión; no lograba compartir las costumbres, manías y pasiones de quienes la rodeaban. Ella tenía hábitos, deseos y sueños anormales, atípicos y fuera de los patrones. No había nacido con el gen que dicta qué carrera cursar ni para presentarse al examen de aptitudes o para ganar diez salarios mínimos al mes. Lo que el mundo le ofrecía era poco para el infinito que ella cargaba en su pecho.

Mientras los demás se satisfacen o aparentan hacerlo, ella quería más: ir más allá de lo que el mundo dice que necesita para ser feliz hasta el final de sus días; ir más allá del matrimonio perfecto, de los hijos corriendo por la casa; pero no sabía en dónde encontrar ese más. Solo sabía que mientras no lo encontrara se sentiría fuera de órbita.

Ella no lograba entrar en las conversaciones de otros, se queda al margen viendo a los demás. Los veía bailar, cantar, entregarse unos a otros, mientras que ella se quedaba en un rincón mirando el reloj y esperando a que nadie la viera para poder correr lejos. Los demás parecían tener una felicidad y un amor por las cosas que ella no tenía.

Pero llegó el día en que las cosas cambiaron. Un encuentro que la llevó a entenderse así misma y a sus dolores. Un encuentro con Jesús, aquel que murió en una cruz hace dos mil años y resucitó al tercer día. Él vio su sufrimiento y le dijo que su alma no pertenecía a la tierra, pero sí al cielo, por eso la gran incomodidad al intentar encajar en la vida de aquí.

Que por más que ella lo intentara nunca lograría amar lo que el mundo ofrece. Le dijo que la amaba y que seguiría cuidando de ella, que le daría la paz que nadie le podría quitar, el amor que no le podrían dar y un propósito: llevar ese amor a los que sufren como ella y a los que están aferrados al mundo. Fue entonces que comprendió que su hogar no era una casa o una ciudad, sino “alguien”. Que al pertenecer a Jesús, Él también pertenecería a ella y así lograría finalmente encontrase. A diferencia de las personas con quien ella convivía, Él no la abandonaría. Podría permanecer en su presencia, aprender de Él y conocer su voluntad a través de las enseñanzas del Espíritu Santo.

Así pudo sonreír y el motivo fue ese “alguien” que ella no podría mirar ni tocar, pero que, al igual que el viento, había entrado por su ventana. Él era el sentido y refrescaba el caos que perturbaba su corazón inquieto. Él sería el padre que no estaba presente, el mejor amigo que nunca llegó a tener y el amor que la llamaba a ser novia de Cristo.

Ahora podría ir a cualquier lugar del mundo y voltear a los brazos de su amado. La nostalgia que asfixiaba su pecho era causada por un alma que pertenecía al cielo y allá regresaría algún día.

 

 

Fuente: proseandopoesia

Cómo desarmar el berrinche de tu hijo con una pregunta

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Por Fabiana Santos

No he leído todos los libros de psicología infantil, ni he tomado ningún curso de cómo evitar/interrumpir/acabar con el berrinche de un niño.

Pero quisiera compartir contigo una “fórmula” que aprendí de una experiencia personal relacionada con mi hija de cinco años para que logres cambiar el rumbo de las cosas cuando tu hijo insiste en hacer un drama por cualquier cosa.

Antes que nada, necesito contarte una historia. Cuando mi hija entró a la guardería estaba algo ansiosa y su comportamiento terminó saliéndose de control en casa: hacía drama por cualquier cosa.

Por indicación de la escuela buscamos una psicóloga infantil para que Alice pudiera hablar sobre lo que estaba sintiendo y así las cosas pudieran calmarse.

Entre los varios consejos que la psicóloga Sally Neuberger dio, hubo uno que me pareció fantástico a pesar de ser simple, y es exactamente lo que me gustaría contar aquí.

La psicóloga me explicó que necesitamos lograr que el niño se sienta respetado, en el sentido de dar valor a lo que él está sintiendo. Y así, a la hora de una crisis, sea por el motivo que sea, un niño a partir de los 5 años necesita ser atendido, es decir, pensar y encontrar la respuesta a lo que le está sucediendo.

La valoración que hacemos de lo que le está pasando al niños, así como el hecho de incluirlo en la solución del problema, desarma la creación del berrinche.

Cuando el niño empieza un berrinche – sea porque el brazo de la muñeca se salió de su lugar, porque tiene sueño, porque algo no salió como quería, porque no quiere hacer la tarea o por el motivo que sea, podemos hacerle la siguiente pregunta, mirándolo a los ojos y con bastante calma: “¿Este es un problema grande, un problema mediano o un problema pequeño?”.

Esos momentos que mi hija dedica a pensar en lo que sucede a su alrededor, por lo menos aquí en casa, se volvieron mágicos. Y cada vez que le hago esa pregunta ella responde y encuentra la manera de resolver el problema a partir de su percepción de la posible solución.

Un problema pequeño suele ser rápido y fácil de resolver para el niño; el que considere mediano, muy probablemente será resuelto, pero no de forma instantánea, y entenderá que hay problemas que necesitan un mayor esfuerzo para ser resueltos. Si un problema fuera grave –grave para el niño, aunque a los demás le parezca tonto– tal vez requiera más conversación y atención para comprender que hay cosas que no simplemente no salen como uno quiere.

Podría citar los casos en los que he hecho esta pregunta últimamente. Uno de ellos fue a la hora de escoger la ropa para ir a la escuela. Aquí no llevan uniforme y muchas veces mi hija monta una escena para escoger cómo vestirse, especialmente ahora en que es necesario llevar ropa de frío.

 

Fuente: Aleteia

Conoce a las creadoras de los CHILES EN NOGADA

¿Sabías que las herederas de la receta original guardan con celo sus secretos?, ¡pero pueden prepararlo para ti!

Por Elena Goicoechea y Yocelyn Yanez

Sobre el origen de los chiles en nogada se han tejido muchas leyendas y todas coinciden en que está directamente relacionado con la historia de la independencia de México. Por esa razón, es el platillo más emblemático de las fiestas patrias. Decidimos no buscar en los libros ni en Internet, sino preguntar directamente a las creadoras de la receta, que por cierto, preparan los mejores chiles en nogada del país.

Historia de los chiles en nogada

En estas fiestas patrias algunos comeremos el tradicional chile en nogada ¿conocen su historia?

Posted by Revista Mira on Thursday, September 14, 2017

Fuimos citadas a la hora de la comida, pues forzosa era una degustación… Abrió la puerta del convento una joven hermana agustina recoleta llamada María José, quien toda sonrisa y en atuendo de faena nos condujo por una escalera hasta el patio central. Nada más traspasar el umbral percibimos otro ritmo, otro aire, un espacio lleno de paz y quietud. Es muy difícil comunicar a un mundo tan acelerado y tecnificado como el de hoy, el sentido y la hondura de la vida contemplativa. Compartir su vida unas horas nos hizo conscientes de la importancia de su vocación, tan incomprendida por la mayoría de la gente, que suele imaginarlas más útiles en el campo de batalla terrenal que en el espiritual.

-Nos mostraron un tablón con los principales ingredientes de los chiles en nogada dispuestos de manera artística en vasijas de barro, muestra de la variada amalgama de sabores, colores y texturas que contiene la receta original. Se unió al grupo la hermana Berenice de Jesús, y entre ambas religiosas nos relataron su interesante historia.-

Pedidos: Tel.- 5589 1968, Fuente de Pirámides 208, Lomas de Tecamachalco

Nuestra curiosidad rápidamente pasó de los chiles en nogada a conocer algo más de estas mujeres que parecían salidas de otra dimensión. Nuestras preguntas brincaban de la mesa de ingredientes a los detalles de su vida dentro de las paredes del convento, mismas que respondieron con sencillez y apertura.

Así nos enteramos de que las monjas contemplativas, como la Orden de las Agustinas Recoletas, que data de 1588, forman el corazón de la Iglesia y desde él impulsan todas las demás vocaciones. Aunque ellas no suelen saber, porque no se ve, dónde o en quién recae el fruto de su ininterrumpida oración, creen que nada de cuanto ofrecen se pierde. No obstante, han visto algunos frutos tangibles, como el caso de un niño enfermo del hígado cuya sanación consideran los médicos un milagro.

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Pedidos: Tel.- 5589 1968, Fuente de Pirámides 208, Lomas de Tecamachalco
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Pedidos: Tel.- 5589 1968, Fuente de Pirámides 208, Lomas de Tecamachalco

Nos mostraron un tablón con los principales ingredientes de los chiles en nogada dispuestos de manera artística en vasijas de barro, muestra de la variada amalgama de sabores, colores y texturas que contiene la receta original. Se unió al grupo la hermana Berenice de Jesús, y entre ambas religiosas nos relataron su interesante historia:

Una vez consumada la independencia en 1821 y tras haber firmado los Tratados de Córdoba, Agustín de Iturbide y el Ejército Trigarante entraron triunfantes a Puebla y fueron recibidos con un banquete en el Palacio Episcopal. A las monjas agustinas recoletas, que fundaron en aquella ciudad su primera casa, se les encargó un platillo especial. La mejor cocinera del convento, muy creativa, preparó chiles poblanos rellenos de picadillo y frutos de temporada que adornó con salsa de nuez, perejil y granada roja, imitando los colores de la nueva bandera.

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Durante la guerra Cristera saquearon el convento y lo único que se logró rescatar fue el recetario donde está escrita la receta original, que va pasando de generación en generación y nunca ha sido revelada. Esa es la razón por la cual, aunque existen buenas imitaciones, ninguna se iguala.

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Nos llamó la atención la juventud de las 30 hermanas que habitan el convento, entre 25 y 35 años, siendo la comunidad más joven de la Orden. Mientras disfrutábamos un exquisito chile en nogada artísticamente presentado, las hermanas cambiaron su traje de faena por el hábito formal para la foto, no sin antes responder nuestras preguntas sobre el significado de cada parte de su indumentaria.

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Hablaron con orgullo de la argolla que reciben en la profesión solemne y que lleva una inscripción: “Esposa de Cristo soy”, un compromiso que se renueva cada día, ya que son libres de partir si así lo decidieran. Pero eso no está en sus planes de vida.

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Cuentan que por estas fechas preparan aproximadamente mil chiles en nogada. El resto del año, la comunidad se sostiene de la venta de tamales, galletas y rompope, así como de platillos navideños y roscas de reyes. Si quieres contactarlas, ya sea para pedir una oración o para comprar sus productos, las agustinas recoletas manejan solamente una red social (Facebook), pero también puedes hacer el pedido por teléfono o directamente en el convento:

Tel.- 5589 1968, Fuente de Pirámides 208, Lomas de Tecamachalco.

Si quieres un pedido grande, te recomendamos hacerlo al menos con un día de anticipación. Si es pequeño, con una hora, porque preparan la nogada en el momento para que no pierda su textura.
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Pedidos: Tel.- 5589 1968, Fuente de Pirámides 208, Lomas de Tecamachalco

Historia de los chiles en nogada

En estas fiestas patrias algunos comeremos el tradicional chile en nogada ¿conocen su historia?

Posted by Revista Mira on Thursday, September 14, 2017

Cómo caerle bien a los maestros

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Por Alvaro Gordoa

El maestro que te diga que es totalmente justo al evaluar está mintiendo. Esas frases tan usadas que dicen “es que reprobé por que le caigo mal al maestro” o “es que el profe me tiene ganas”, a veces son ciertas…

Sí, ya sé que soy la primera persona que te da la razón, pues siempre nos dicen que son puras excusas; pero yo fui alumno y ahora soy maestro y la teoría funciona muy sencillo: cáele bien al maestro y este hará lo posible por ayudarte, cáele mal al maestro y verás que se las ingeniará para reprobarte aunque saques 10. ¡Suena lógico! Por lo tanto, toma nota de lo siguiente:

  • Ten mucho cuidado
    Existe una delgada línea entre cuidar nuestra imagen y hacer la barba. No la rebases, ya que el profesor tiene sensores contra lambiscones y si se le activan será contraproducente.
  • Averigua sobre el profe o la maestra
    Pregúntale a alguien que ya haya tomado clases con él o ella cómo es, qué le gusta (casi siempre ponen ejemplos con sus gustos), qué es lo más importante de su clase, qué es lo que le enoja y hasta qué día es su cumpleaños. Esta información la usaremos durante todo el curso.
  • Agárrale la onda
    Pon mucha atención los primeros días de clase, ahí te darás cuenta de qué estilo tiene, qué reglas pone, qué comportamiento espera de sus alumnos y cómo es su trato. Estas cosas tenemos que tenerlas muy en cuenta durante su clase, por ejemplo, si dijo que la participación es importante trata de participar lo más posible.
  • Preséntate
    Aunque haya pasado lista, al final del primer día de clases acércatele, recuérdale tu nombre y platica un poco con él o ella; usa la excusa de que quieres saber cómo le gusta que le entreguen las tareas (lo que además te hará ver como alguien responsable) y trata de hacer un comentario con relación a su especialidad o a las cosas que averiguaste que le gustan; por ejemplo, si le gusta el fut, dile algo así como: “Oiga prof, me enteré que le gusta el fut”, y después de su afirmación puedes preguntarle a qué equipo le va y hasta bromear con apuestas estableciendo un poco de camaradería.
  • Siéntate en frente
    Los profesores tienen mucho más presentes a los alumnos que se sientan al frente y tienen más interacción con ellos, por lo que se configuran una imagen de que fuimos más atentos y participativos que los del fondo, quienes suelen cargar con el prejuicio de ser los menos atentos.
  • Ofrécete a ayudar
    Es clásico que falla un proyector o no hay plumones, toma la iniciativa de decir que tú los consigues, inconscientemente al profesor se le queda grabado que lo ayudaste y seguro te recompensará.
  • Pon atención o al menos finge que lo haces
    Nos da lo mismo reposar en la banca recargados hacia atrás y con los brazos cruzados, que apoyados hacia al frente con los codos en la mesa, la única diferencia es que la primera comunica desinterés y la segunda atención.
  • Haz las tareas
    No importa si están bien o mal, pero tú cumple puntual (y de preferencia que estén bien). Dales una buena imagen visual: portada con el nombre del maestro (les encanta que le des su lugar), engargolada, imágenes… La pura forma hará que piense que te esfuerzas.
  • Hazte presente con dudas
    Si no sabes o no eres bueno en la materia, al menos da la impresión de que te importa aprender. Acércatele antes o después de clase para que te explique algo que no te quedó muy claro.
  • Fechas importantes
    En su cumpleaños, en el día del maestro (15 de mayo), en Navidad o fin de año y hasta en Halloween y el 14 de febrero, llévale un detalle. No un regalo ostentoso que pueda tomar como soborno, sino algo pequeño como unas galletas u otro consumible.
  • No le discutas enfrente de la clase
    Aunque pienses que tienes la razón. Algo que nunca debes hacer es pegarle en el orgullo a un maestro. Si algo no te pareció, coméntalo en privado después de clase.
  • Acepta tus errores
    Cuando la riegues y te cache no te hagas güey; el castigo será menor si rápido aceptas tu responsabilidad, pides disculpas y propones un arreglo.
  • Agradécele antes del examen y después
    El último día de clases, al terminar, acércatele y dale gracias por el tiempo, dedicación y por los conocimientos adquiridos. Al terminar tu examen vuélvele a agradecer y dile que se estarán viendo por la escuela (dándole a entender que estás seguro de que pasarás); te prometo que si no te fue tan bien verá cómo puede ayudarte.

Por último, quiero que sepas que estas recomendaciones ¡no te excluyen de estudiar! Si combinas esto con buenas calificaciones te crearás una excelente imagen como alumno. Así como los alumnos platican y se quejan de los maestros, los maestros platican y se quejan de los alumnos; si te generaste una mala imagen, tu nuevo profesor llegará ya programado para creer que eres malo. Pero si haces lo aquí descrito, verás que clase con clase irán aumentando tus bonos y se te hará más fácil la escuela. También recuerda que la gran mayoría de los maestros ama su trabajo y lo hacen con la única motivación de hacerte una mejor persona, valora eso y siéntete siempre afortunado de tener la oportunidad de recibir una educación que, aunque no lo creas, está motivada por el amor.

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Controla la ansiedad que produce el regreso a clases

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Por Dra. Marina Berti Martínez

El regreso a clases puede resultar un gran reto incluso para los niños y jóvenes más sociables o adaptables.

Terminan las vacaciones, empiezan los preparativos para el regreso a clases y con ello se desencadenan muchas emociones y sentimientos positivos o negativos. Puede haber alegría, anticipación, optimismo y agrado; pero también puede existir nerviosismo, preocupación, miedo, intranquilidad, angustia, ansiedad, confusión, agobio, inseguridad y miedo al rechazo o al ridículo. Las reacciones negativas incluso pueden causar síntomas físicos, alteraciones en los patrones del sueño o en la alimentación; y todo debido a la ansiedad que causa en niños y adolescentes el regreso a clases.

Si tomamos en cuenta el aspecto social, sí existe un cambio entre las vacaciones y el colegio: en casa los niños y jóvenes son aceptados, valorados, queridos y tolerados; tienen un sentido de “pertenencia” que muchas veces en la escuela hace mucha falta. A su regreso experimentarán nuevamente la incertidumbre: “¿quién estará en mi salón?”, “¿tendré amigos?”, “¿tendré el respeto de mis compañeros o seré rechazado?”, “¿seré reconocido por profesores y compañeros?”. Y todo eso sin contar con la carga de tarea, las calificaciones, las actividades escolares y extraescolares.

Algunas prácticas que pueden reducir la ansiedad son: mantener actividades deportivas y recreativas durante las vacaciones, reducir el consumo de carbohidratos y comida chatarra e ir modificando los horarios progresivamente para  que el cambio sea menos brusco, hacer listas de pendientes para hacer antes y durante el regreso a clases, planear actividades anticipadamente, reunirse con amigos y compañeros para seguir en contacto y no perder totalmente el aspecto social durante las vacaciones, programar citas y actividades que puedan hacerse anticipadamente (dentista, oftalmólogo, pediatra…) para tener un inicio de clases menos saturado de actividades. Sobre todo, evitar las compras y pendientes de último momento, ¡son estresantes!

Los trastornos de ansiedad son de los desórdenes psicológicos más frecuentes y si bien es cierto que la ansiedad es una reacción normal ante factores estresantes de la vida y que en muchas ocasiones nos puede ayudar a enfrentar algunos retos e incluso motivarnos a tener éxito, cuando es excesiva o desproporcionada puede transformarse en un miedo paralizante que impide al alumno desenvolverse académica y socialmente. Cuando esto suceda, lo mejor es acercarse a un profesional de la salud mental, será de gran ayuda.

Demisexualidad: esa “extraña” orientación sexual

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Así se denomina a quienes prefieren primero conocer a la persona y luego dejan que fluya la atracción sexual. A una articulista de «Biba» le causó perplejidad que exista alguien así.

foto By lissa93 | Shutterstock 

 

¿Dices que estás conociendo a un chico y todavía no te has acostado con él? ¿Que al salir de fiesta no piensas en llevarte a la cama a ninguno de esos desconocidos? ¿Que no te va el “aquí te pillo, aquí te mato”? Ya sabíamos de los hipersexuales frenéticos, los asexuales apáticos, pero gracias a la revista Biba descubrimos que existen también los “demisexuales”. Una categoría bastante “extraña”, según la revista: esos individuos que muestran un comportamiento casi se diría que “anormal”, a los ojos de la publicación. Y es que, antes que pensar en el sexo, les gusta conocer a la persona.

Esta “orientación sexual desconocida” es bien extraña, según explica el semanal, porque no se empieza a experimentar una atracción sexual hacia una persona hasta no haberla conocido bien. Todavía más desconcertante para la autora del artículo: la relación sexual está condicionada a la existencia de “una fuerte relación emocional”, fórmula de neolengua que probablemente significa “amor. ¡Qué cosas! Vamos, que eso de primero conocerse, luego amarse y después -llegado el caso- desplegar la atracción sexual  es para esta autora algo absolutamente novedoso. Para el semanal parece que lo normal sería que el sexo fuera por delante y luego ya, si surge algo de “feeling”, comenzar a conocer a la otra persona.

Los síntomas de la demisexualidad

Los “pacientes” que experimentan “demisexualidad” pueden beneficiarse, por fortuna, del anonimato de las redes sociales para conversar sobre su “preocupante particularidad”, explica la autora del artículo. Así se “ayudan mutuamente”, sobre todo para distinguir los síntomas de esta orientación, que parece estigmatizante.

Así, algunas personas confiesan no agradarles los “líos de una noche”, otras incluso tienen problemas para “dar un beso a una persona a la que han conocido cinco minutos antes”.  Qué infortunio… Ya no te digo nada si piensas en guardarte hasta el matrimonio. Esa es una posibilidad tan de otro planeta (para Biba) que ni siquiera se contempla.

La dimensión surrealista, incluso cómica, de este artículo no ha dejado de provocar una cierta hilaridad en Facebook.  No faltan los comentarios irónicos…