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Un nuevo sitio de citas para solteros católicos en la web 100% gratis

Mucha gente conoce a su pareja a través de Internet hoy en día, pero el sitio en el que lo haga puede determinar que su elección sea la correcta.

Lo que diferencia este sitio de otros disponibles en la Web, es que ofrece un servicio global, profesional y seguro sin costo.

Un grupo de laicos comprometidos con la misión de hacer más posible el amor, acaba de lanzar un nuevo sitio web en español llamado MatchCatolico.com, que busca ayudar a solteros católicos en el mundo entero a encontrar una persona para casarse.

Lo que diferencia este sitio de otros disponibles en la web, es que es el único que ofrece un servicio global, profesional y seguro totalmente gratis.

Los interesados deben registrarse para crear un perfil mediante algunas preguntas personales, aspectos normales como sus intereses y actividades favoritas, y si están de acuerdo con las enseñanzas centrales de la Iglesia sobre el matrimonio, la sexualidad, y la familia. A partir de ese momento, los miembros pueden buscar, ver, y enviar mensajes a otros de forma gratuita. No se requiere ningún pago.

Matthew Nichols, graduado del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia y director de MatchCatolico.com, cuenta que para muchas personas en varias partes del mundo no es fácil generar estos encuentros.

“Lo que se necesita es una manera de salir, de conocer gente nueva que comparte tu fe y valores católicos, hacer nuevos conocidos y formar nuevas amistades. De esta manera puedes cooperar activamente con el Espíritu Santo, ya que Él te guía hacia el cumplimiento de tu vocación al matrimonio y a la familia”.

¿Por qué 100% gratis?

Otros sitios de citas cobran excesivas y recurrentes tarifas de suscripción. Sin embargo, el dinero es un problema para muchas personas en todo el mundo.

Matthew Nichols expresó “queremos que este servicio encarne una verdad más profunda y una moral católica auténtica, como lo expresa San Pablo, quien animó a los cristianos de su tiempo a ‘hacerse servidores los unos de los otros humildemente en el amor’” (Gálatas 5, 13).

“Tu vocación al amor matrimonial y a la vida familiar te es dada por Dios, que ‘es amor’ (1 Juan 4, 8). Esto es algo tan especial – para ti, tu cónyuge, tus futuros hijos y, en última instancia, para el futuro de toda la humanidad – por lo que nosotros nos negamos a hacer un negocio de ello”.

Con tanta desintegración familiar en el mundo de hoy, y con los desafíos que enfrentan tantas personas que desean encontrar un buen cónyuge, en MatchCatolico.com creen que lo que se necesita es un servicio bien pensado y generoso – no otro negocio con fines de lucro que erige barreras entre las personas como “debes pagar o no obtienes nada”.

Eventos todo el año

Además de este servicio en línea también se realizan eventos en vivo durante todo el año en diferentes lugares para hacer hiking, oración, esquí y snowboard, fiestas y viajes culturales, que los usuarios pueden seguir a través de una página en Facebook http://www.facebook.com/MatchCatolico.

Las personas que hacen este trabajo voluntario creen en la felicidad del matrimonio y la importancia de contribuir a la Civilización del Amor que predicó Juan Pablo II. Con este servicio 100% gratis esperan brindar un canal para que otros puedan alcanzar sus sueños y realizar su vocación dada por Dios.

Los padres del papa Benedicto XVI se conocieron gracias a un anuncio en un diario local. Entérate de la historia aquí:

Fuente: Aleteia

Un consejo indispensable para debatir sobre temas polémicos en persona y en Internet

Evita la distracción

La clave para evitar la distracción fue ideada por ¡un monje del siglo VI!

San Benito
Por Michael Rennier

¿No te parece que a veces hablamos sin escucharnos? Incluso en conversaciones amistosas, a veces noto que simplemente estoy esperando una pausa para poder interponer un nuevo tema de conversación con el que poder ser el nuevo centro de atención. En otras palabras, no me muestro tan dispuesto a prestar atención a lo que los demás dicen como a lo que yo quiero decirles.

La cosa empeora cuando hablamos con desconocidos o cuando debatimos sobre un tema polémico. Hablamos los unos a los otros, no los unos con los otros, y nos distraemos con nuestras propias ideas preconcebidas. ¿Cómo podemos distraernos menos y ser más atentos, interesarnos más y ser más abiertos a las opiniones y preocupaciones de los demás?

San Benito se planteó la misma pregunta. Después de todo, estaba tratando de crear un entorno centrado, pacífico y familiar para un grupo de monjes revoltosos que, aunque habían entrado en un monasterio, seguían teniendo sus dificultades con la vida comunitaria. De hecho, en su “regla de vida” para sus hombres empieza abordando este mismo tema.

Esta es la primera palabra de toda la Regla benedictina: Escucha.

Escucha. Benito escribe: “Escucha, hijo, los preceptos del Maestro, e inclina el oído de tu corazón”. Al comienzo de toda conversación o empresa, antes de actuar o hablar, el mejor inicio es guardar silencio por un momento y escuchar. Podemos escuchar a otras personas, pedir consejo o escuchar palabras duras que, aunque no nos gusten, son importantes. O podemos escuchar a Dios, disipar las distracciones, asegurar que hemos considerado todas las opciones o consultar con la almohada una gran decisión”.

“Básicamente, escuchar supone dedicar tiempo a oír de cierta manera, con una actitud de recepción y un compromiso a atender con todo tu ser al proceso, según escribe Benito, “inclinando el oído del corazón”.

Es un gran consejo, porque los obstáculos nos rodean por todas partes, así que tenemos que poner intención si queremos superarlos. De hecho, mientras escribo estas palabras estoy escuchando música en mi ordenador, comprobando mensajes aleatorios en mi móvil y pasando de una pestaña a otra para echar un ojo a mi correo electrónico (vale, ¡ya lo he cerrado todo!).

Incluso cuando hablo con un amigo, la tentación de echar mano lentamente al bolsillo, coger el teléfono y echar un rápido vistazo para ver si ha llegado algún mensaje es casi irresistible. La distracción nos acompaña 24 horas al día e, incluso cuando conseguimos centrarnos, quizás no nos guste lo que escuchamos, como cuando estamos ante perspectivas conflictivas o cuando tenemos el corazón encogido porque hay que hacer lo correcto aunque no nos resulte beneficioso.

Por eso Benito habla de escuchar con “obediencia” y, en el contexto de los monjes en el monasterio, señala la importancia que tiene escuchar al “Padre”. En otras palabras, un primer paso importante es dejar al margen el ego.

Poner nuestro ego a un lado y atender a una persona con todo nuestro corazón implica la voluntad de centrarnos no solo en aquellos que ya se han ganado nuestro respeto, sino también de mantener una actitud general de apertura. Por esta razón, siempre que hay que decidir algo de importancia, Benito instruye a sus monjes: “El abad convocará toda la comunidad (…). Y hemos dicho intencionadamente que sean todos convocados a consejo, porque muchas veces el Señor revela al mis joven lo que es mejor”.

No juzgues la fuente. Benito llega incluso a recomendar escuchar a desconocidos cuando dice que si un visitante “hace alguna crítica o indicación razonable con una humilde caridad, medite el abad prudentemente si el Señor no le habrá enviado precisamente para eso”.

Todo esto es un consejo fantástico para un tipo como yo, que definitivamente necesito practicar eso de escuchar con más atención y atajar las distracciones de mi vida para usar mejor todo mi corazón en el discernimiento del próximo paso hacia adelante.

También es un consejo fantástico para nuestra sociedad en general, ya que cada vez participamos más en el debate público sobre cuestiones polémicas. ¿No sería estupendo si todos dejáramos de hablar encima de los demás y nos detuviéramos de verdad a escuchar? Quién sabe qué mentes cambiarían o qué consensos se alcanzarían, pero incluso si no hay resultados prácticos inmediatos, siempre estará el conocimiento de habernos escuchado mutuamente de verdad, quizás por primera vez.

 

Fuente: Aleteia

5 claves para debatir en Internet

La gente necesita aprender a discutir mejor por Internet, especialmente sobre religión

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“Facebook tiene un extraordinario poder espiritual para conectar a la gente”, dijo el obispo auxiliar de Los Ángeles, Robert Barron, ante los empleados de la compañía en su sede central de Menlo Park, California, en una intervención que pudieron seguir por streaming 2.500 personas y que ya han reproducido 125.000 en la red social.

«La gente necesita aprender a discutir mejor por Internet, especialmente sobre religión», afirma monseñor Barron.

«La gente necesita aprender a discutir mejor por Internet, especialmente sobre religión», afirma monseñor Barron. Conocido por su apostolado en Internet y en las redes sociales, afirmó que “hoy hay un montón de energía en torno a las noticias sobre religión, pero a menudo circulan muchas palabras airadas y sin embargo, muy poco debate. Eso es porque con este tema estamos pisando el suelo sagrado del interior de cada persona”.

En asuntos religiosos hay dos extremos que evitar, “uno, el imponer a los demás mi religión y mi forma de ver las cosas; el otro es simplemente tolerar cada punto de vista. Hay una tercera opción, que es tener un debate real. El debate es un camino hacia la paz”.

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De este modo, lamentó que “si no sabemos cómo debatir acerca de religión, entonces nos pondremos a luchar por la religión”. Por eso, “la gente necesita aprender a discutir mejor por Internet, especialmente sobre religión”.

Barron dio en este sentido varias pistas:

1. Date cuenta de que la fe no se opone a la razón, no es algo fanático, no es aceptarlo todo. No es infraracional, sino supraracional.

2. La fe no se opone a la ciencia, pero tenemos que vencer el cientificismo. La tecnología ha alcanzado grandes logros que nos han beneficiado de muchas maneras, pero el cientificismo reduce el conocimiento exclusivamente al método científico y a la experimentación. Lo que dice Shakespeare en sus obras no es científico, pero que alguien me diga si lo que transmite no es verdad. O los Diálogos de Platón, o la Divina Comedia de Dante. El método científico no es el único modo de conocimiento.

3. Tenemos que ser intolerantes con la mera tolerancia. No podemos aceptar que se perciba la religión como si fuera una mera práctica privada. Al final la religión se convertiría en un hobby personal. El cristianismo tienen muchas afirmaciones de verdades objetivas: que Dios existe, que Cristo resucitó de la muerte… La afirmación de una verdad no pueden ser simplemente una cuestión privada, porque entonces alguien nos podría decir: “Vale, eso está muy bien para ti, pero no para mí”. La privatización de la religión es precisamente lo que hace el debate imposible.

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4. Evita el voluntarismo: “las cosas son verdad porque yo quiero que sean verdad”, o “las cosas son verdad porque Dios lo ha dicho”, lo que da una imagen de Dios lejana y arbitraria. Esto al final provoca un choque de voluntades, a ver quién es más fuerte, a ver quién grita más. Ahí se rompe el debate y solo queda la violencia.

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5. Busca primero, con una gran paciencia, entender la posición de tu interlocutor, porque puede ser muy tentador simplemente “disparar” y decirle al otro que está equivocado. En lugar de señalar sus errores, deberíamos subrayar aquello en lo que el otro tiene razón. Cuando hay un debate encendido, es bueno parar y repetir las palabras del otro para intentar entenderlas; eso alivia la pasión del debate. O ver el valor positivo en sus argumentos, o mostrarse interesado por su situación personal.

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Por Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo. Artículo originalmente publicado por Alfa y Omega

Este es el álbum de los perritos que sacaron la garra por México

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1.- Frida

La más famosa es por supuesto Frida, quien aparece en ilustraciones, estampas, tazas y demás objetos como símbolo de los esfuerzos por levantar a México. Pero esta simpática perrita, conocida en Japón como Marina-Chan (creen que su nombre es Marina porque su chaleco hace referencia a la Secretaría de Marina, de la cual forma parte, mientras que Chan es sufijo diminutivo japonés que indica afecto), no ha sido el único ejemplar canino que ha trabajado codo a codo y pata a pata con los mexicanos durante esta catástrofe.

2.- Rex



3.- Pánuco

 

4.- Capitán

5.- Newton, Deen y Star

6.- Evil

7.- Logan

 

8.- Drago y Laika


 

9.- Ludovico

 

10.- Balto

11.- Mike

12.- Lycan

13.- Alex

14.- Nala

15.- Humo

 

16.- Kannab

 

17.- Kublay

18.- Eco

 

19.- Káiser

20.- Simón

21.- Maya

22.- Moro

 

23.- Kira

 

24.- Shira

 

25.- Camilo

26.- Dean

27.- Akela y Titán

28.- Douglas

29.- Fiona

 

30.- Black

 

31.-  AKASHA 

Akasha es parte de la Cruz Roja de Ciudad Sahagún, Hidalgo.

Akasha es parte de la Cruz Roja de Ciudad Sahagún, Hidalgo.

32.- ALONDRA

Alondra pertenece al Grupo BREC. Tampico, Tamaulipas.

Alondra pertenece al Grupo BREC. Tampico, Tamaulipas.

33.- CHICHI

Chichi es originario de Chihuahua, Ch.

Chichi, de Chihuahua, Ch.

34.-Maiki

35.- Geri, Gala y el resto del escuadrón canino del Grupo de Búsqueda y Rescate de la UNAM


36.- LUCAS. Policía Federal

37.- Lucky y Kratos 

Lucky y Kratos pertenecen al Cuerpo de Bomberos de Quito, Ecuador.

Lucky y Kratos pertenecen al Cuerpo de Bomberos de Quito, Ecuador.

38.- Manolo

Manolo forma parte de la Fiscalía de Guadalajara, Jalisco.

Manolo forma parte de la Fiscalía de Guadalajara, Jalisco.

39.- Mark

Mark llegó de Chihuahua, Ch.

Mark llegó de Chihuahua, Ch.

40.- NENA

Mena es una perrita chilanga.

Mena es una perra rescatista de la Ciudad de México.

41.- NOVA

Nova pertenece al Grupo Topos Tlatelolco, CDMX.

42.- Ollín

Ollín forma parte de la Unidad K9 SAR.

Ollín forma parte de la Unidad K9 SAR.

43.- Preso

Preso es parte del equipo canino de las Fuerzas Armadas de México.

Preso es parte del equipo canino de las Fuerzas Armadas de México.

44.- Rosy y Max

Rosy y Max pertenecen al Cuerpo de Bomberos de Tijuana, Baja California.

45.- Salma

Salma es parte de los Topos de Cancún, Quintana Roo.

 

46.- Shara

Shara pertenece a los Bomberos de Coscomatepec, Veracruz.

Shara pertenece a los Bomberos de Coscomatepec, Veracruz.

47.- Tajín

Tajín forma parte de la Unidad K9 SAR.

Tajín forma parte de la Unidad K9 SAR.

48.- Yona

Perrita rescatista de la CDMX.

Perrita rescatista de la CDMX.

 

49.- Zeuz y Ágatha

Zeuz y Ágatha, de la Policía Municipal de Torreón, Coahuila.

Zeuz y Ágatha, de la Policía Municipal de Torreón, Coahuila.

50.- Zizu

Zizu pertenece a los Bomberos de Acámbaro, Guanajuato.

Zizu pertenece a los Bomberos de Acámbaro, Guanajuato.

51.- Zorro

Zorro, miembro del Cuerpo de Bomberos de Tequisquiapan, Querétaro.

Zorro, miembro del Cuerpo de Bomberos de Tequisquiapan, Querétaro.

A todos ellos, a sus entrenadores y equipos: ¡Muchas gracias!

Lee más sobre Frida aquí: 

https://www.revistamira.com.mx/2017/09/27/ternuritas-los-japoneses-confunden-el-nombre-de-frida-pero-la-man/

Fuente:

http://eldeforma.com/2017/09/25/este-es-el-album-con-todos-los-perritos-que-sacaron-la-garra-por-mexico/

Los japoneses creen que Frida se llama Marina ¡y la aman!

Frida es una perrita que se ha ganado el corazón de todo México tras sus esfuerzos por seguir encontrando vida entre los escombros provocados por el sismo de 7.1 grados que sacudió el centro del país.

Esta perrita, en conjunto con su entrenador de la Marina Armada de México y otros binomios caninos, han logrado encontrar con vida a más de 80 personas.

Es por ello que los nipones son parte de la hermandad que está al pendiente del resurgimiento de México y la simpática Frida está causando la misma ternura en Japón.

Sin embargo, parece ser que los japoneses se confundieron un poco con el nombre de la perrita y la llaman cariñosamente “Marina-chan”, debido a que en su chaleco así lo dice, por ser parte de la Marina Armada de México:

Este tweet dice que los perros rescatistas mexicanos han salvado más de 50 vidas

Chan (ちゃん?) es un sufijo diminutivo japonés que indica afecto y se utiliza en general para referirse a adolescentes de sexo femenino y niños, aunque puede utilizarse para expresar cariño, por ejemplo hablando de un amigo o una mascota.

Es fácil adorar a una tierna perrita cuyo esfuerzo es loable y ha sido gratificado con el corazón de los mexicanos; sin embargo, no debemos olvidar que sus entrenadores y otros rescatistas son muy importantes para que la labor de Frida sea posible, y aunque ella ya ha sido adoptada como la representante de todo su trabajo, nunca de más agradecer a quienes están detrás de ella.

A toda la Marina Armada de México, entrenadores y demás binomios caninos ¡Gracias!

Conoce al resto de los perros rescatistas aquí:

Este es el álbum de los perritos que sacaron la garra por México

Fuente: http://eldeforma.com/2017/09/22/ternuritas-los-japoneses-confunden-el-nombre-de-frida-pero-la-siguen-amando/

«Hoy se me permitió tocar lo más humano del ser humano»: impactante testimonio

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Hoy, jueves negro, (21 de septiembre) cansada y con adrenalina todavía corriendo por mis venas, tras una muy larga jornada dentro del hospital de la Cruz Roja a la que hoy acudí intentando ofrecer ayuda ante mi nación que llora, fui privilegiada y salí siendo yo quien fue ayudada. Lo que viví me llegó profundamente al alma y esos sentimientos piden ser expresados y exigen ser compartidos, por lo que escribo estas líneas cargadas de emoción.

Como sucede siempre, quien se dispone genuinamente a ofrecer lo mejor de sí mismo por aquellos que sufren, termina por recibir lecciones invaluables de vida, y eso me sucedió hoy. Al buscar dar apoyo psicológico a las víctimas del terremoto que sacudió nuestra tierra y nuestro corazón hace dos días, esta mañana fui testigo presencial de dos milagros vivientes.

Me llamaron para atender a Isaac y a Lucy, atención que se extendió a más camas e historias que se escriben silenciosa y valientemente entre los pisos, los cuartos y muros del hospital de tan honorable Institución.

Recostada en la cama de urgencias se encontraba Lucy, a quien unas horas antes habían sacado de los escombros tras haber permanecido alrededor de 30 horas atrapada entre los mismos. Estaba prácticamente ilesa, unas pocas raspaduras y algunos dolores de cuerpo generales eran la muda voz que narraba ese infierno vivido, un infierno que hoy, para ella, se convirtió en cielo.

Lucy quedó atrapada en un edificio en donde laboraba temporalmente y que se vino abajo durante el temblor. Tras el derrumbe, en la negrura de los escombros y la asfixia producida por toneladas de cemento colapsado, se queda sin posibilidad de movimiento, escuchando el crujir de las estructuras, los lamentos de los heridos y el silencio del miedo y el terror.
Junto a ella cae Isaac, quedando ambos lado a lado, pudiendo incluso tocar sus manos, y su cercanía física se convierte en complicidad durante la lucha por sobrevivir y salir de aquella pesadilla que los envuelve con formas de cemento, cristales, peso y dolor.

Isaac cae junto a ella quedando totalmente boca abajo, postura que no logra modificar durante las aproximadamente 30 largas horas de espera. Tan solo encontraba espacio para mover en ocasiones su cuello de un lado al otro, nada más. ”Ah -me dice- y extender mi mano para tocar a Lucy, pues así juntos era más fácil vencer el miedo.”

A los pies de Isaac queda atrapada una señora a la que él venía ayudando a salir del edificio en el momento del colapso, y entre sus pies, esta víctima queda prensada y muere, yaciendo inerte entre sus piernas durante las eternas horas de agonía y angustia.

La historia es tan trágica como dramática, pero a la vez, conforme voy escuchando su relato en un idioma sencillo, franco, punzantemente expresivo y sereno, esa historia de drama y dolor empieza a convertirse en fuente de luz, de esperanza, de admiración, de estupefacción que me invade y me hace saber que me encuentro ante la presencia de un ser humano muy especial, un ser extraordinario.

«Al caer, tras el shock inicial y al darme cuenta que me era imposible moverme ni ver nada, pregunté junto a quién estaba, pues percibí la presencia de alguien, su dolor, su terror, su cercanía» -me dice Isaac- «Así conocí a la Srita. Lucy y le pregunté: ¿estás bien?. Aunque poco podíamos hablar, pues el cemento nos había llenado la boca y las fosas nasales. Intenté respirar y le dije: si estás bien y yo también quiere decir que vamos a vivir, así que tranquila. Dios por algo nos quiere así, solamente hay que esperar…

Nunca imaginé cuántas horas tendrían que pasar, horas en las que rezamos, sufrimos y platicamos de nuestra vida, y de nada y de todo, horas en las que no le quise decir que en muchas ocasiones no podía ya respirar… Horas en las que en ocasiones escuchábamos ruidos de quienes buscaban y levantaban piedras y escombros, dándonos esperanza, y en las que el miedo volvía al escuchar el silencio que nos recordaba que estábamos atrapados y que tal vez nadie iba a saber que estábamos ahí. Horas en las que podía medir el paso del tiempo con el reloj de mi celular, que después apagaba por si se necesitaba cuando nos fueran a rescatar.

Gritamos en un principio muy fuerte para avisar que estábamos ahí, pero estaba imposible que nos escucharan, así que había que guardar energías. No me podía mover, pero pude mover este brazo (me muestra las pequeñas heridas) para quitar vidrios y escombros que incomodaban a la Srita. Lucy, y nuevamente a esperar, a guardar silencio, a platicar, a rezar, a intentar dormitar para no desesperar…

Hubo momentos en los que pensé que ahí moriría, pero me callaba para no asustarla ni desanimarla. Sabía de la persona muerta en mis pies, sentía el frío y la rigidez de su cuerpo, lo confirmaba su silencio, pero no la podía ni apartar ni mover, así que solo recé e intenté no pensar más en ello, aunque el olor con el paso de las horas era un feo recordatorio.

A pocos metros, calculo, estaba otra mujer que cayó desde un piso más arriba y con quien nos podíamos comunicar. Nunca la vi, pero la escuche y nos dimos apoyo. Pasaron las horas y sabía que de salir tenía yo que ser mejor persona, tenía que mejorar en la vida, no hay otra posibilidad. El silenciarse de los quejidos que en los primeros momentos escuchaba, me avisa tristemente que personas cerca de mí han muerto, lo que sé que me exige a mí una nueva y mejor vida.

Pensaba en mis hijas, en mi esposa, en mi vida, en lo que sería la de ellas si moría. Me conmueve saber hoy que todos me buscaban, me esperaban y rezaban por mí…”

¿Has podido llorar Isaac?, le pregunto, y con esa sonrisa que me desarma, me responde muy tranquilamente: “No, a mí la vida me ha tratado muy duro, yo no lloro así porque sí, eso lo estoy reservando para cuando abrace a mi mamá…” -y sonríe nuevamente- ”Lo que más me dolía era pensar en mis papás. Yo solo lloro cuando los abrazo” -me afirma y vuelve a sonreír.Después sigue con su relato.

“Fui escuchando los ruidos de rescate más y más cercanos y escuche voces, la ayuda estaba cerca, muy cerca. Esta vez sabíamos que nos podrían rescatar. Gritamos, avisamos, ¡y nos escucharon! Ya sabían que estábamos ahí, ahora lo difícil era sacarnos. Eso tarda mucho, es muy difícil, los topos me tienen impresionado, qué buenas personas son.

Tras muchas horas más, en lo que iban haciendo el camino de salida, empecé a hablar con el topo, a ver la luz de su linterna, a avisar en donde estábamos la Srita. Lucy y yo, y la esperanza de salir de ahí era grande.

Cuando lo pude ver, y él a mí, ayudé con la mano a empezar a mover escombros para acercarme al túnel que era muy chiquito y le dije a Lucy: si por ese agujero paso yo, tú Lucy, sales de sobra con vida.

Lo que no me gustó es que tuve que salir antes que ella. Yo quería que la sacaran primero, pues no me gustó la idea de que se quedara ahí sola, pero me dijeron que eso no era posible, si no salía yo no había manera de que ella saliera, así que pues me sacaron primero.» Eso no me gustó, repite.

«Vi el túnel, le dije al topo que me dijera cómo salir, que yo estaba bien y que fuera por Lucy. Salí a rastras y vi la luz y sentí una y mil manos de apoyo, de ayuda, de cariño, de atención. Respiré el aire de afuera…

Ni siquiera me dejaron caminar, yo estaba bien, pero me acostaron, me atendieron y me trajeron aquí. Lo bueno es que al muy poquito tiempo escuche la voz en el cuarto de junto, era la de Lucy, ya la habían rescatado, también estaba aquí.»

Tras un silencio reflexivo, me dice: “Sí, la verdad sí he pensado cómo ser mejor, qué hacer, qué cambiar…” -Sobre ese tema seguimos conversando un buen rato- «Pero además, estoy agradecido, me vuelve a decir, nunca pensé cómo era la Cruz Roja, con qué respeto, cariño y bondad te tratan todos, todos son muy buenos conmigo y te atienden muy bien, son muy buenos. Yo voy a decir siempre que ayuden aquí, todos, siempre, porque los de aquí de verdad ayudan como no lo puedo explicar…”

A medio relato entra su hermano, un hombre sencillo, humildemente vestido, con una gorra que cubre un rostro cansado, y con gran fuerza y emoción ambos se funden en un abrazo inenarrable… Sin duda, fue un momento de una emotividad difícil de expresar, un momento cuya fuerza, energía, ternura, emoción no puedo ni creo que podré describir jamás. “Pensé hermano que no te volveríamos a ver nunca le dice llorando…” Mis ojos se llenan de lágrimas que me cuesta reprimir, mi garganta se aprieta, mi corazón se acelera… Isaac guarda estoicamente sus lágrimas, que no afloran, y las reserva para cuando abrace a su mamá…

Escuchar la angustia que vivió la familia afuera es desgarrador, ver cómo ahora todos están sostenidos por la gratitud es edificante.

A las pocas horas, tras hablar con Lucy largo tiempo, tras hablar con su hermana que estaba afuera sufriendo mucho, cansada, angustiada (la acababan de asaltar mientras compraba las medicinas, le quitaron el coche, el dinero, el celular…), tras conversar largamente con Isaac y su hermano, tras intentar ayudarles a identificar y manejar la angustia, tras aprender yo esta lección de fe y de vida que me cimbraron, acompaño a ambos, prácticamente ilesos, a salir de pie a la vida…

Y es que así está nuestra patria, dolida, entre oleadas de muerte, tristeza y oscuridad pero apuntalada con ejemplo, heroísmo y esperanza…, así es como México, poco a poco, se pone de pie y también vuelve a la vida… Bondad, entrega, sudor, más entrega, más generosidad, más vida que muerte, doblados, más no rotos, dañados, pero no destruidos.

Gracias Lucy, por tu serenidad y tu fortaleza, por tu lucha por vivir, por ese “yo no puedo hacerle esto a mi hermana, nosotros no tenemos papás, no me puedo morir, por ella tengo que resistir….”, que nos dejas como legado sobre la fuerza del amor entre hermanos, del amor de familia. Gracias por compartir conmigo tu historia, por ayudar a mi mente y a mis emociones a acomodarse, a sanarse, a comprender, a aprender…

Gracias Isaac, porque me regalaste, junto con Lucy, la oportunidad de conocer lo que se llama ser héroe, lo que implica tener de verdad, sin romanticismos ni espejismos, fe en Dios. Gracias por remover mi corazón y cimbrar mi espíritu, por ser muestra viva de lo que es la generosidad hecha obras. Gracias por tu sencillez y tu sonrisa, por tu fuerza interior que asombra y tu llaneza que inspira, por tu solidaridad humana que conmueve. Solidaridad con quien sufría aun cuando tú estabas asfixiándote en tu propio sufrimiento. Gracias por tu ejemplo de preocupación por el otro, gracias de verdad por reafirmarme lo que vale en el alma de un hijo el abrazo de una madre…

Gracias Cruz Roja, por tejer puntada a puntada historias de vida y de bondad, historias de amparo y humanismo en su más pura expresión…

Gracias a Lucy y a Isaac y a todos los enfermos que hoy me dieron lecciones de humildad y de serena paciencia, de fortaleza y de aguante ante el dolor, de calma ante la incertidumbre, de fe y de gratitud, de canto a la vida…

Hoy se me permitió tocar lo más humano del ser humano: dolor, muerte, sufrimiento, trauma, shock, tristeza, pérdida, desolación…, pero todo esto la vida hoy lo envolvió para mí con listones de seda, listones del color de la fortaleza y la resiliencia del ser humano, de la fuerza arrolladora de la fe en Dios, que hace posible lo imposible y que eleva a la persona por encima de lo natural.

Hoy la vida envolvió para mí esas historias duras, con cintas brillantes que reflejan lo que logra la solidaridad de los hombres y mujeres de buena voluntad, adornó la crudeza de la tragedia con el brillo que emana del amor de las familias y la importancia de los cuidados ofrecidos con delicadeza, iluminó la oscuridad con el brillo de la eficacia de la unión y la alegría del servicio. Hoy la vida me regaló todas estas lecciones ya envueltas y las colocó en mi corazón y mis manos con el moño resplandeciente del reflejo del amor de Dios.

Por eso, al caer de esta noche, levanto el susurro de mi voz y digo: Cruz Roja, socorristas heridos, familiares angustiados, jóvenes cansados, donadores entregados, voluntarios extenuados, pacientes en dolor y angustia, a quienes vi llorar y se dejaron abrazar, dirigentes y coordinadores que cargan en sus hombros la enorme loza de la responsabilidad…, a todos y cada uno, gracias.

Para mí, hoy se abrió también una nueva oportunidad de vida, la posibilidad de una vida renovada, pues me voy a la cama siendo un ser humano distinto. Sus vidas, sus historias, sus luchas, su ejemplo, la fuerza de su entrega y su amor, la cercana y palpable presencia de Dios, me han transformado…

-Teresa Alarcón de Pérez Teuffer

 

¿Elogias excesivamente a tus hijos?

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Por María Verónica Degwitz

Los padres que se centran en elogiar solo los resultados pueden mermar la autoestima del niño o el adolescente. Sin querer, podemos deformar su sentido de la identidad.

Vivimos en la época de la autoestima. Hemos crecido en una cultura en la que los elogios son parte necesaria de nuestra aceptación personal. Hoy en día no se concibe una educación en la que los padres no estén constantemente alabando los talentos y fortalezas de sus hijos. Sin embargo, tenemos que preguntarnos: ¿Estamos elogiando demasiado a nuestros hijos? ¿Cómo debemos elogiarlos para que se sientan queridos y motivados sin caer en una alabanza excesiva?

Alabar el esfuerzo, no los resultados

En primer lugar, debemos analizar qué es lo que estamos elogiando. Es bueno que nuestros hijos reconozcan sus talentos, virtudes y fortalezas, pero si solo reconocemos estas cosas nuestros hijos pueden sentirse tentados a nada más intentar lo que les sale fácil o aquello en lo que sobresalen.

Cuando alabamos el esfuerzo en vez de los resultados, estamos diciéndole a nuestros hijos que, además de los talentos que les fueron dados, su voluntad es la que los hará fuertes y la que los llevará a arriesgarse a cumplir distintas metas y sueños.

Elogiar el esfuerzo también nos ayuda a reconocer que la importancia está en el camino recorrido más que en lo logrado.
Al reconocer los hábitos de estudio en vez de las notas, el orden en sus materiales en vez de los resultados, o las horas de práctica en vez de los goles, les estamos enviando un mensaje: no basta con el talento para cumplir las metas propuestas, es el esfuerzo el que los llevará a ser personas verdaderamente excepcionales, y cuando a veces los resultados no salgan como ellos quieren, sabrán que eso no es lo más importante, sino el camino recorrido y todo lo aprendido para llegar allí.

 

 

Fuente: Aleteia

Los millenials son la gran noticia del terremoto de México

Ronaldo Schmeidt | AFP

Del primero de los dos terremotos que sacudieron al país en menos de 12 días, el de 8.2 grados Richter la noche del 7 de septiembre, y el de 7.1 a la 1:15 pm del 17 del mismo mes, provocaron más de 300 muertos y decenas de edificios colapsados.

El último reporte de personas fallecida por el sismo del 19 de septiembre pasado se elevó a más de 300 muertes.

El papel de la sociedad civil mexicana en las tareas de solidaridad con los afectados por los dos terremotos es sorprendente. Las toneladas de apoyo que algunos gobiernos locales ni siquiera saben cómo manejar evidencian, por una parte, la mano amiga que el mexicano en desgracia recibe de los de su pueblo, y por la otra parte la esperanza de que, organizada, esta sociedad se renueve.

Sin embargo, la gran nota de este terremoto es que México puede confiar en lo que los expertos en temas de población llaman “bono demográfico”. La inmensa mayoría de los jóvenes tomaron el reto del apoyo de una manera muy seria.

Los jóvenes son la gran noticia de este sismo. Se organizaron solos, se llamaron por las redes sociales, se animaban e impulsaban unos a otros. Los Millenials, a los que tanto critican: que si dispersos, que si distraídos, que si poco comprometidos, que si hiperactivos, ante el dolor ajeno reaccionaron con una prontitud y una generosidad admirable. Su solidaridad con los desconocidos, su esfuerzo, su constancia en los rescates los hace ser parte importante de los héroes y heroínas de este sismo.

México está vivo, aunque siga temblando fuertemente. Y quizá lo demuestre el próximo año 2018, cuando vaya a las urnas para elegir nuevo presidente de la República. Muchos piensan que el temblor del 19 de septiembre, pero de 1985, fue un parte aguas en la vida nacional. Después de él, se comenzó a abrir el cerrojo de la participación y la democracia. El del 2017 podría significar un cambio importante: el cambio de paradigma social, económico y, desde luego, político: un país que lo tiene todo, pero que ha echado por la borda mil oportunidades de equidad y justicia.

En el blog de los comunicadores católicos, Felipe Monroy escribió: “Los sismos y las ruinas que dejan a su paso desnudan el alma de un pueblo vulnerable, atado a la mezquindad de quienes construyeron la ciudad vertical con varillas a medio desgaste, aprovechando con perversidad la especulación de vivienda; revela la indiferencia institucional ante los edificios históricos e iglesias que sobrevivieron cinco siglos y desaparecieron tras treinta años de indolente burocracia; evidencia lo poco que hicimos para corregir las grietas estructurales de nuestra sociedad”.

Aunque, con dolor extremo, es el tiempo de aprender de estos errores. No solamente del gobierno y de los partidos políticos, sino de una sociedad entera, un pueblo que, como diría una comentarista ya fallecida, Ikram Antaki, “se negó a crecer”. Pero que puede crecer. Y en la búsqueda del rostro del prójimo, que es lo más importante de todo.

Fuente: Aleteia

Terremoto en México, ¿castigo de Dios contra los católicos?

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Alfredo Estrella | AFP
Obispo mexicano responde a un pastor protestante que exhorta a cambiar de religión, luego de que el sismo dañara decenas de templos del siglo XVI y XVII en Chiapas y Oaxaca.

Tras el sismo del 7 de septiembre que azotó fuertemente una parte importante del país, causando severos daños en los estados de Chiapas y Oaxaca, en las redes sociales han circulado diversos videos y mensajes de predicadores que aseguran la proximidad del fin del mundo y dan cuenta de un supuesto “enfado” de Dios contra la Iglesia católica; tan fuerte ha sido esta tendencia, que el Obispo de San Cristóbal de las Casas, monseñor Felipe Arizmendi, se ha visto en la necesidad de aclarar esta situación.

Ignorancia

Tras recordar los daños ocasionados por el terremoto de 8.2 grados Richter, entre ellos casi un centenar de muertos, miles de viviendas, escuelas y centros de salud derruidos o devastados, y lo más notorio, fracturas y derrumbes en numerosos templos de los siglos XVI y XVII en ambas entidades, el obispo explicó que esto último ha sido utilizado por un pastor protestante de Chiapas –considerado el estado menos católico– para difundir la idea de que el sismo es una prueba de que Dios no quiere a la Iglesia católica, por lo que llama a cambiar de religión.

Arizmendi se refirió a este hecho como una gran “ignorancia”, pues –argumentó– “también se cayeron templos protestantes y también murieron personas de religión evangélica”, sobre todo en la Costa de Chiapas y en el Istmo de Tehuantepec, donde más se sintió el efecto devastador, dijo.

El obispo –quien ha hecho un fuerte llamado a las autoridades a restaurar los templos, pues son propiedad de la federación– dejó en claro que no fue un temblor selectivo de parte de Dios contra los católicos. “Todos somos pecadores, y quien diga que no lo es, comete dos pecados graves: la mentira y el orgullo”.

Aseguró que tampoco es una prueba del inminente fin del mundo, como otros predicadores afirman. “Los científicos explican este terremoto como el movimiento brusco de la placa tectónica llamada de Cocos, en las playas de Chiapas, que es parte de la falla que viene desde California. Es algo natural, no un castigo de Dios”, aseveró.

¿Dónde está la Iglesia?

También explicó que debido a que los noticieros televisivos dan a conocer sólo lo que hacen las instancias gubernamentales, algunos se han preguntado ¿dónde está la Iglesia? Al respecto, señaló que ésta es una de sus grandes virtudes. “Me ha tocado vivir inundaciones y otros fenómenos, y es nuestra gente de Iglesia la primera en acudir y ayudar, pues estamos en medio del pueblo y llegamos a donde no llega el gobierno ni la televisión. Doy testimonio de la ayuda mutua, fraterna e inmediata, de los vecinos, de las familias, de nuestros catequistas, de las parroquias, de Cáritas y de los agentes de pastoral, aunque no salgan en los medios informativos. Que no sepa tu mano izquierda…”

Al referirse al salmo responsorial del domingo pasado, que decía: “Señor, que no seamos sordos a tu voz”, recordó que Dios habla a su pueblo en los acontecimientos. “El terremoto no es castigo de Dios, pero es una advertencia: no somos dioses, somos frágiles y en cualquier momento podemos terminar. Las cosas por las que tanto nos afanamos, como una buena casa, un vehículo nuevo, una gran televisión, etc., pasan y en un momento quedan reducidas a nada. Por ello, hay que apreciar lo que más vale: Dios, la familia, las buenas relaciones, el servicio a la comunidad. Eso no pasa, no se destruye; eso dura para siempre”.

Ser solidarios

Finalmente, Arizmendi aseguró que los estados afectados han percibido la solidaridad nacional e internacional, la cual “agradecemos de corazón”.

Destacó la labor de los miles de voluntarios, los servicios de las diferentes instancias de gobierno, federal, estatal y municipal, así como el trabajo del Ejército Mexicano, pero lamentó que aún haya “políticos que aprovechen esta desgracia para conseguir votos”, así como “personas que sólo se limitan a ver desde lejos el sufrimiento ajeno, critican todo y a todos, pero ni un peso aportan para ayudar a los que se quedaron sin nada”.

Llamó una vez más a los fieles a llevar a su parroquia algo que pueda servir para remediar las necesidades de los afectados por el terremoto, pero “no lo que ya no te sirve, para deshacerte de ello, sino lo que quizá tú también necesitas, para otros que pasan más carencias que tú. Pregunta el número de cuenta de Caritas y deposita lo que puedas, para que lo hagan llegar en forma confiable a su destino. Y oremos por los que sufren, porque la oración es una fuerza increíble”.

12 hábitos para una vida plena y en armonía

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Estos hábitos no son nada del otro mundo y sí pueden cambiar drásticamente tu vida para bien:

1~ Haz una cosa a la vez.
2~ Hazlo lento y con intención.
3~ Hazlo completamente.
4~ Haz menos.
5~ Haz un espacio entre una actividad y otra.
6~ Practica rituales.
7~ Designa tiempo para ciertas cosas.
8~ Dedica tiempo a sentarte a contemplar.
9~ Sonríe y sé servicial con otros.
10~ Haz que la limpieza y el cocinar se vuelvan un ritual de meditación.
11~ Piensa en lo que es realmente necesario.
12~ Vive con simpleza.

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Hábitos ZEN

Los HÁBITOS ZEN ??¡Para una vida PLENA y en ARMONÍA!#MomentoZenTea 1~ Haz una cosa a la vez2~ Hazlo lento y con intención 3~ Hazlo completamente 4~ Haz menos5~ Haz un espacio entre una actividad y otra 6~ Practica rituales 7~ Designa tiempo para ciertas cosas8~ Dedica tiempo a sentarte a contemplar9~ Sonríe y sé servicial con otros 10~ Haz que la limpieza y el cocinar se vuelvan un ritual de meditación 11~ Piensa en lo que es realmente necesario 12~ Vive con simpleza

Posted by Zen Tea on Friday, September 1, 2017