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Maduro, desatado contra la Iglesia

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Por Macky Arenas


El presidente venezolano anuncia aumentos de sueldo en medio de improperios contra la Iglesia tratando de «farsantes y fariseos» a sus miembros

El punto de inflexión para medir los niveles de impotencia del gobierno venezolano se hace evidente cuando se desata en insultos contra la Iglesia católica. La impotencia en momentos críticos ha estado acompañada de improperios contra los obispos, la manipulación verbal de los términos religiosos y una especie de compulsión confesional que lleva al jefe del Estado, sea Maduro o Chávez en su momento, que los lleva a formar escándalo en razón de su pretendida fe.

Cuando el peligro aprieta, hacen cadena nacional para declararse más cristianos y católicos que cualquiera, al tiempo que se deshacen en mofas y toda clase de agravios hacia los pastores de la Iglesia.

Ocurrió anoche cuando el presidente Maduro, en cadena nacional, reveló los montos de los aumentos al sueldo y bonos compensatorios que provocaron una mezcla de hilaridad e irritación en el país, lo cual se reflejó en las redes sociales.

No es difícil imaginar el estado de ánimo de los venezolanos ayer, sintiéndose burlados cuando Maduro hablaba de la generosidad y bondades de la revolución, presentando los anuncios como éxitos que traerían la felicidad al pueblo y prolongarían la vida de su régimen, el cual sería electo de manera indefinida en virtud del reconocimiento de un país que agradecía y reconocía sus desvelos por convertir a Venezuela en una “potencia alimentaria”.

Pero las palabras suenan huecas si la realidad las confronta. Hasta 108.000 bolívares –de un sueldo que apenas llega a 177 mil- pagan usuarios del transporte público de rutas largas, con la nueva tarifa que representó 79,21% del salario mínimo hasta ayer. María Carolina Uzcátegui, presidenta de la organización que agrupa a los comerciantes (Consecomercio), afirmó que 90% del ingreso de los venezolanos está siendo destinado a la alimentación.

Otro anuncio hacía conocer acerca de la entrega de un bono especial de Navidad que sólo disfrutarán aquellos que posean el llamado “carnet de la patria”, plástico que identifica a los partidarios del gobierno, en una muestra más de la característica exclusión que ha manejado la revolución desde que se instaló en el país hace 18 años. Un servicio funerario puede costar hasta 60 salarios mínimos y un ramo de rosas no baja de Bs 10 mil. Francisco Martínez, hasta hace poco presidente de Fedecámaras –organismo que agrupa a los empresarios-, dejó ver su preocupación: “Venezuela marcha hacia el barranco de la hiperinflación”.

La gente, que esperaba anuncios de cambios en la política económica destinados a corregir los graves desaciertos responsables de la inflación que vuelve sal y agua cualquier aumento, asegura despidos, quiebra empresas e incrementa la ya insoportable incertidumbre, estalló en cólera a través de las redes sociales. El presidente repitió su estribillo contra una imaginaria “guerra económica” con epicentro en los “ataques” despiadados contra Venezuela desde el exterior.

Pero no se ve el ombligo. Mientras la gente trinaba, Maduro la emprendía contra la Iglesia, presentándose como el más cristiano-católico de cuantos venezolanos hayan nacido.

Es de hacer notar que la Iglesia, de acuerdo a todos los sondeos de opinión, es la institución que goza de una más sólida credibilidad seguida, de lejos, por las demás. La razón es un secreto a voces: se ocupa de los problemas de la gente, acompaña en la adversidad a las comunidades, atiende sus demandas y se hace eco de sus angustias, calamidades y necesidades. El gobierno resiente los alertas que la Iglesia ha enviado y que, de tanto ignorarlos, se encuentra en un callejón sin salida. Nada de lo que hace resuelve sino agrava.

Es lo que pasó anoche: los aumentos ya no edulcoran ni tranquilizan a nadie. El venezolano aprendió de esta crisis más economía que los expertos. Sabe con certeza que aumentos sin giros en las políticas perjudican gravemente y son pan para hoy y hambre para mañana. A los anuncios presidenciales de ayer, siguió un manifiesto malestar colectivo.

Pero Maduro soltó sus demonios contra la Iglesia, que llama la atención constantemente sobre lo pernicioso de aumentos caprichosos sin medidas colaterales y solicita la ayuda humanitaria para mitigar el hambre de este pueblo: “Las Navidades -dijo anoche en cadena de radio y televisión- son una fiesta para nosotros los católicos de verdad, los católicos verdaderos como nosotros, no los farsantes y fariseos de la Iglesia católica en Venezuela”.

Reiteró que la Navidad “para los católicos de verdad” es un tiempo para compartir, para la paz y para la unión: “Los cristianos de verdad, los que creemos en el sacrificio de Jesucristo y en su humildad, la Navidad es un tiempo para compartir, para la paz y para la unión”, aseguró.

Sucede cuando el gobierno siente crujir el piso: Chávez cosió a vejámenes al cardenal Castillo Lara cuando le señalaba cambios de rumbo ineludibles; no soportó la exposición de sus debilidades cuando el 11 de abril del 2002 lloró aterrado sobre la sotana del hoy cardenal Porras y le dirigió cuanto insulto tenía en su repertorio.

Maduro está obsesionado con un hombrecillo de aspecto frágil y trato cortés, monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal, que lo saca de sus casillas apenas abre la boca. No es nueva la andanada de ayer. El detalles es que somos un pueblo no “curero”, religioso a nuestra manera, pero no nos gusta que se metan con los curas. Punto. Allí, el régimen lleva las de perder.

Claramente, Maduro, ante la debilidad del liderazgo opositor, quiere un contendor que lo catapulte y el más calificado es la Iglesia. No lo conseguirá. También los obispos, parte de este pueblo que ha vivido tantos años de trampas y zancadillas, han aprendido de política, de esa perversa que manipula y condiciona. No permitirán que el régimen se empine sobre su prestigio para mantener la polarizada hostilidad de la cual han sobrevivido. Mucho menos cambiarán su discurso de reencuentro y reconstrucción por la diatriba política No dejarán de clamar por asistencia humanitaria porque primero es la gente.

 

Fuente: Aleteia

Encuentran la factura que la Generalitat pagó a Assange por mentir sobre España

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La Fiscalía General del Estado está desmantelando el gran “trampantojo” de los independentistas en el exterior y levantando alfombras. Así pagaron millones de euros para sembrar cizaña.

Más allá del coste político e institucional que el fracaso del procés ha tenido para Cataluña, el desvarío protagonizado por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras tiene también consecuencias graves para las arcas públicas catalanas. La justicia, gracias a las querellas presentadas este lunes por el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, rastrea ya la ingente cantidad de dinero malversado en la aventura secesionista.

De esta forma, el Ministerio Público ha facilitado tanto a la Audiencia Nacional como al Tribunal Supremo información exhaustiva que sustenta la tercera gran acusación contra los líderes del órdago tras las acusaciones de rebelión y sedición, la de malversación de caudales públicos.

En torno a DIPLOCAT, la red exterior de embajadas catalanas, el fiscal cuantifica el pago al lobby internacional -en el que participaron entre otros Julián Assange y la viuda de John Lennon, Yoko Ono– en 2,3 millones de euros, y eso solo en lo que va de 2017.

Junqueras, Puigdemont y Romeva en uno de sus viajes a Bruselas. Todos se saldaron con sonoros fracaso. Nadie relevante les recibió.

 

El Ministerio Fiscal identifica tres fases en el proceso secesionista, comenzando por una «fase preparatoria» entre 2015 y 2017.  Los hechos investigados revelan que «se llevó a cabo una campaña internacional de imagen» para trasladar al mundo «un relato único y sesgado de la situación de Cataluña».

Este lobby llegó a reclutar para la causa independentista a «personajes más o menos conocidos del panorama internacional» que se movilizaron -vía redes sociales, fundamentalmente- en favor de la causa independentista.

La Fiscalía destaca el papel del fundador de Wikileaks, Julian Assange, y de la viuda de John LennonYoko Ono, cuya adhesión considera que «no ha sido espontánea». De hecho, Assange ha seguido atacando a Mariano Rajoy hasta este mismo martes.

Cese de embajadores y de las webs oficiales

Precisamente en las últimas horas, el Ministerio de Exteriores ha oficializado el cese de cuatro de los embajadores de Romeva. Se trata de Ramon Font i Bové (Portugal), Luca Bellizzi (Italia), Adam Casals(Austria) y Manuel Manonelles (Suiza).  A ellos se suma el delegado en Bruselas, Amadeu Altafaj, que este lunes dimitió voluntariamente. Todos ellos gozaban de contratos de alta dirección.

Por otro lado, las páginas web del Govern (govern.cat) y del presidente de la Generalitat (president.cat) han sido desactivadas la mañana de este martes. El portal de la Generalitat (gencat.cat) sí que permanece activo y es la web a través de la que se realizan la mayoría de trámites. También funciona con normalidad la versión en inglés de la web del Govern (catalangovernment.eu) la mañana de este martes.

Carles Puigdemont, en su laberinto

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Carles Puigdemont, en su laberinto

El italiano Bettino Craxi decía que el poder desgasta, sobre todo a quien no lo tiene. Carles Puigdemont es hoy un muñeco roto sin poder y aislado. Su conferencia de prensa fue una tragicomedia.

Un esperpento, incomprensible, una comedia bufa. Con esos términos en la boca salían varios veteranos corresponsales de la conferencia de prensa del destituido presidente catalán, quien desde ayer se refugia en Bélgica para huir de la Justicia española. O, según su versión, para “internacionalizar la represión del Estado español” en un país en el que empieza a ser una molestia política.

Puigdemont compareció ante cientos de periodistas en una sala de un club privado porque el gobierno belga le negó la utilización del local del barrio europeo que suele usarse para conferencias multitudinarias. Bélgica no lo quiere aquí. El vice primer ministro Kris Peeters dijo esta mañana que “cuando se pide la independencia, más vale quedarse junto a su pueblo”.

No tiene custodia pública ni española ni belga y se mueve entre un hotel, el apoyo que le dan varios eurodiputados nacionalistas catalanes y un local de la ‘European Free Alliance’, una organización de partidos políticos nacionalistas.

Sostiene Puigdemont que no huye de la acción de la justicia y que no pide asilo político pero contactó con un abogado especialista en asilo. Dice que no está en contacto con el gobierno belga y así parece, por lo que su viaje a Bruselas podría haber sido una escapatoria desesperada de última hora tras escuchar al vice ministro de Inmigración, el nacionalista flamenco Theo Francken, sugiriendo que estudiaría una petición de asilo.

Francken fue llamado a capítulo por el primer ministro Charles Michel, quien ahora se encuentra con un problema político enorme. Si los nacionalistas flamencos se empeñan en dar asilo a Puigdemont, Michel tendrá que elegir entre crisis de gobierno en Bélgica o crisis diplomática con España. Si Bélgica le diera asilo implícitamente estaría diciendo que España no es un Estado de derecho. Algo inaudito entre socios europeos.

Sostiene Puigdemont que no vuelve a España hasta que el gobierno español no le prometa un juicio justo pero si es oficialmente imputado tras la querella presentada ayer por la Fiscalía bastaría una euroorden de detención y entrega para que el gobierno belga lo metiera en un avión hacia Madrid.

En ese caso debería pedir asilo, pero la normativa europea hace altamente probable que le sea denegado porque es ciudadano de un Estado miembro de la UE y porque el gobierno belga ya ha mostrado su incomodidad con una visita indeseada.

Esta mañana se dedicó en la conferencia de prensa a repetir lo que lleva diciendo desde la celebración del referéndum del 1 de octubre declarado ilegal por el Tribunal Constitucional español. Asegura que huyó a Bélgica por temor a una reacción violenta del Estado español, pero olvidó decir que los empleados públicos catalanes están trabajando con normalidad a las órdenes del gobierno español.

Que su estrategia es de ejercer una resistencia pacífica ante la violencia española y que Europa (que no le ha dado ni una gota de agua y que lo trata de “nacional populista”) debe reaccionar “porque la independencia catalana se basa en los valores europeos”. Es exactamente al contrario. La UE se fundó principalmente para evitar que los nacionalismos volvieran a ensangrentar un continente que arrasaron dos veces en la primera mitad del Siglo XX.

Se presenta como presidente de una república independiente en el exilio y a la vez aprueba las elecciones autonómicas catalanas del próximo 21 de diciembre, convocadas por Madrid. Dice que aceptará el resultado de esas elecciones como si fueran un plebiscito en el que si ganaran los nacionalistas Madrid debería concederles la independencia.

Pide resistencia a los funcionarios públicos pero él huye a Bélgica. En su laberinto dialéctico parece decir que sí, que declaró la independencia, pero que como no ha hecho nada al respecto pues que no entiende que se lo persiga judicialmente.

Nervioso, crispado, Puigdemont no aceptó preguntas de los medios españoles. Intenta vender en Europa que España es un Estado dictatorial mientras en Barcelona su partido ya se prepara para las elecciones del 21 de diciembre.

Fuente: Clarín

¿Qué hace la Iglesia ante el conflicto independentista en Cataluña?

EEUU hace bien en abandonar la Unesco

La decisión del presidente Trump de abandonar la Unesco –la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Naciones Unidas– el 31 de diciembre de 2018 fue una decisión de política exterior apropiada que ojalá provoque replanteamientos muy necesarios respecto a Naciones Unidas, su propósito y sus prácticas. También lanzará un potente mensaje a los palestinos de que no pueden alcanzar la estadidad sólo a base de resoluciones de la ONU, y de que la única manera que tienen de avanzar hacia ella es participando en negociaciones directas con Israel, durante las cuales ambas partes deberán hacer sacrificios.

Fundada después de la Segunda Guerra Mundial, el objetivo de la agencia de la ONU con sede en París era noble: promover las libertades básicas y la seguridad mediante la colaboración internacional en proyectos educativos, científicos y culturales. Los proyectos patrocinados por la Unesco que se centran en la alfabetización, la formación profesional, la igualdad de acceso a la educación básica y la preservación de los derechos humanos y de monumentos y lugares históricos son realmente encomiables. Sin embargo, en la práctica, este organismo compuesto de 195 miembros –con su automática mayoría antiisraelí que existe en todas las instituciones de la ONU– se ha convertido en una plataforma para el odio antijudío y la reescritura de la Historia.

Sin duda, la Unesco no es ni mucho menos la única agencia de la ONU que pone a Israel en el disparadero. Pero sus decisiones antiisraelíes han sido abominables incluso para los patrones de la propia ONU. Reparemos en la resolución presentada en mayo que negaba los lazos jurídicos e históricos de Israel –y del pueblo judío– con la ciudad de Jerusalén, incluidos sus lugares más sagrados. Definió la Cueva de los Patriarcas de Hebrón –considerado el lugar donde reposan los restos de los patriarcas y las matriarcas judíos– y la Tumba de Raquel, cerca de Belén, como «lugares palestinos». Bochornosamente, esta votación se celebró deliberadamente el Día de la Independencia de Israel. Sólo dos meses después, el organismo cultural se reunió en Cracovia –una ciudad empapada en sangre judía– y declaró la ciudad de Hebrón, sagrada para los judíos, patrimonio palestino en peligro.

Incluso para algunos de los más duros críticos de Israel, esta ignorancia histórica es a veces demasiado difícil de digerir. En octubre de 2016, por ejemplo, cuando la Unesco aprobó una resolución que negaba la conexión de Israel con el Monte del Templo y el Muro Occidental –refiriéndose a ellos únicamente por sus nombres musulmanes–, la directora de la Unesco, Irina Bokov (cuyas intenciones y motivaciones son de por sí bastante curiosas), cuestionó el texto de la resolución, promovido por los árabes.

Esta indignante distorsión de la Historia no es particularmente sorprendente si se tiene en cuenta la cultura política antisemita que ha permeado la Unesco, en especial desde 2011, cuando se convirtió en la primera agencia de la ONU en admitir a los palestinos como miembros de pleno derecho. Hillel Neuer, de la organización UN Watch, señaló que entre 2009 y 2014 la Unesco había adoptado 46 resoluciones contra Israel, sólo una sobre Siria y ninguna sobre Irán, Sudán, Corea del Norte o cualquier otro violador de derechos humanos. De hecho, un representante del régimen del dictador sirio y asesino de masas Bashar al Asad tiene asiento en el comité sobre derechos humanos de la Unesco.

Neuer subraya aún más esta doble moral:

«La Unesco homenajeó al asesino múltiple Che Guevara, eligió a Siria para su comité sobre derechos humanos y ha creado premios llamados como los dictadores de Baréin y Guinea Ecuatorial, cuyo dirigente, Obiang, dice que Dios le confirió poderes para matar a quien quiera. La Unesco tenía una noble misión fundacional, pero ha sido completamente secuestrada por las peores tiranías del mundo y los patrocinadores del terrorismo.»

Esta no es la primera vez que Estados Unidos se retira de la hipócrita agencia cultural de la ONU. En 1984, con el presidente Reagan, el abandono se debió a su mala gestión financiera y su «hostilidad hacia las instituciones básicas de una sociedad libre». Así fue hasta 2002, cuando el presidente G. W. Bush decidió la vuelta al organismo y declaró que Estados Unidos quería «participar plenamente en su misión para promover los derechos humanos, la tolerancia y el aprendizaje». Pero esa visión se trastocó cuando el presidente Obama dejó de financiar a la agencia en 2011 (la financiación estadounidense suponía en ese momento la quinta parte de su presupuesto), cuando Palestina fue aceptada como miembro de pleno derecho. El nivel original de apoyo económico no se ha restablecido, y la Unesco ha perdido desde entonces cerca de 600 millones de dólares de financiación estadounidense.

Al retirarse de la Unesco, el presidente Trump está enviando un poderoso mensaje a la comunidad internacional: Estados Unidos no va a seguir tolerando a las organizaciones internacionales que sirven de foro para la denigración de los judíos. Este importante mensaje se resumió en una poderosa declaración de la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley:

«La Unesco tiene un buen propósito. Por desgracia, su extrema politización se ha convertido en una vergüenza crónica (…) Los contribuyentes estadounidenses ya no pueden seguir en condiciones de pagar por políticas que son hostiles hacia nuestros valores y son una burla a la justicia y el sentido común.»

El pensador político Charles de Montesquieu dijo célebremente: «No hay tiranía más cruel que la que se perpetúa bajo el escudo de la ley y en nombre de la justicia». Precisamente porque la Unesco pretende ser un organismo cultural y educativo, su falsa credibilidad enmascara su general intolerancia.

El viernes 13 se anunció que la exministra francesa de Cultura Audrey Azoulay –judía– había sido elegida presidenta de la Unesco. Azoulay dijo que la Unesco está atravesando «una profunda crisis», pero que confía en arreglarla desde dentro. Espero que tenga éxito en esa misión. Espero que pueda convertir esta Unesco que promueve la intolerancia en nombre de la cultura en una organización que se oponga a todas las formas de intolerancia. Dada la naturaleza de sus miembros con derecho a voto, no será fácil, pero con la presión desde EEUU puede tener alguna posibilidad de lograrlo. Tal vez entonces EEUU mantenga su condición de miembro y su aportación económica.

Traducción del texto original: President Trump Did the Right Thing by Walking Away from UNESCO — for Now

9 razones por las que no siempre puedes resolver los problemas de los demás

Por Leticia Flores

La más valiosa para mí fue la quinta. ¿Y para ti?

El sentimiento de satisfacción que tenemos de ayudar a los demás es realmente muy gratificante. Nos sentimos en paz con nosotros mismos y la sonrisa de las personas a nuestro alrededor crea una nube de positividad de la que no queremos alejarnos.

Sin embargo, vivir nos pone ojos optimistas para reconocer las pequeñas bondades del día a día, así como fuerza para enfrentar las dificultades. Por eso, intentar resolver los problemas de los demás puede causar muchos trastornos, e incluso impedir el crecimiento de las personas a las que quieres.

Vamos a entender mejor por qué:

1. Las personas son diferentes.

Por eso, cada vez que te descubras pensando “la vida de esta persona sería mucho mejor si…”, recuerda que esa es la vida de ella y no la tuya. Por más que quieras ayudar, la perspectiva de ella sobre el mundo es diferente de la tuya, y proyectar expectativas sobre el otro no le ayudará en absoluto.

2. No puedes resolver los problemas de personas que no quieren resolver sus problemas.

¿Por qué? Sencillo: hay personas que, literalmente, cultivan sus problemas y se apegan a ellos de tal forma que ya no consiguen verse sin ese algo por lo que lamentarse. En cuanto a ti… bien, tu no puedes cambiar a nadie. Lo unico que puedes hacer es aceptar (que duele menos, como ya dice la sabiduría popular) y amar a esa persona así como es.

3. Intentar “rescatar” a alguien puede ahogarte a ti.

Y a partir del momento en que te hundes en problemas que no son tuyos, los transforma en suyos también. Te implicas con tanta profundidad que pasas a vivir en función de la vida del otro, olvidándose de sí mismo. ¿Resultado? ¡Nadie ayuda a nadie!

4. Potencial significa “poder”, no “querer”.

El hecho de que te parezca increíble como una persona se expresa, no significa que tengas que convencerla de que se ha equivocado de profesión . O que debería hacer un intercambio. O que podría hacer un nuevo negocio.

El hecho de que esa persona sea muy inteligente no significa que tu tengas la “obligación de amigo” de informarle de que los estudios que ha elegido son demasiado simples o que tiene que dejar de ser maestro para presidir una gran empresa. Una vez más, no es tu vida. ¡Así que no cuides de ella!

5. Ayudar no significa resolver.

Puedes, por supuesto, ayudar a un amigo(a), compañero(a) o familiar con una buena conversación, demostrándole que estás agradecido por su compañía, invitándole a comer y diciéndole lo especial que él(ella) es en tu vida. Lo que no puedes hacer es sentirte en la obligación de tomar las riendas de la vida de esa persona y organizarla tu; aunque ella quiera, aunque lo pida, aunque lo implore.

Con esa actitud sólo le quitarás el estímulo para creer en su propio potencial, y la convertirás en dependiente de ti para siempre. Si es lo que deseas, busca un psicólogo – ¡te pasa algo!

6. ¡No necesitas que el otro sea feliz para ser feliz tú!

Parece sencillo, pero puede ser que tu desesperación por ayudar a los demás sea un reflejo de las expectativas que pones sobre ellos. Recuerda: ¡no necesitas que el otro sea feliz para ser feliz tú!

Está claro que compartir alegrías es una forma maravillosa de vivir nuestras relaciones, pero como ya sabemos, la felicidad no viene de fuera: parte de nuestro interior. Si la persona a la que quieres ayudar no logra ser feliz, es un problema de ella, no tuyo.

Por más que te duela leer eso, respira hondo, mira hacia adentro y simplemente sonríe sinceramente para ti mismo. Si eres capaz de eso, serás capaz de inspirar a quien quieres para que sea feliz como tu, y eso vale mucho más que servir de muleta a los demás.

7. ¡Cuidar de ti mismo ayuda más de lo que imaginas!

Y cuidar de ti mismo exige tiempo y dedicación. Por decir la verdad, incluso un poquito de egoísmo. No ganas nada con barrer tus problemas debajo de la alfombra, y correr a casa de tu amigo(a) para darle consejos. Tu hipocresía sólo te hará daño a ti, a tu amigo y a su relación.

Sé sincero, afronta tus dificultades, mira en tu interior y, cuando todo esté en armonía (no necesariamente perfecto), tu positividad será suficiente para inspirar a los que están a tu alrededor.

8. Los problemas no son necesariamente cosas malas.

Los problemas nos ayudan a crecer y a entender que la vida no es un mar de rosas, como mi abuelo ya decía. Es preciso tener el discernimiento para darse cuenta de que “shit happens” (las mierdas suceden) y que nadie está obligado a sentirse feliz a tiempo completo (ya lo decía Wander Wildner).

A partir del momento en que comprendas eso, te darás cuenta de que las dificultades son necesarias para que maduremos y aprendamos a despegar: a fin de cuentas, al contrario de lo que nuestra sociedad consumista dice, nada es para siempre.

9. No puedes cambiar a las personas, sólo amarlas.

No eres mejor que nadie. Acéptalo. Así que no puedes cambiar a las personas, ni resolver sus problemas, ni mucho menos decidir lo que es bueno o no para ella.

Si recordamos el dicho popular “cada mochuelo a su olivo”, ¡podemos pensar sólo en pasar de vez en cuando por el olivo del amigo para darle un poco de cariño, y volver en seguida al nuestro para no romper el de nadie y acabar estrellado en el suelo!

Fuente: Resiliência Mag

 

Michelle Obama da un golpe sutil a Trump sobre la forma de twittear

La exprimera dama de EU aconsejó a los jóvenes: Piensen antes de presionar ‘enviar’ y usen el corrector ortográfico.

Michelle Obama  Dijo que Twitter es una herramienta poderosa.  (Foto: CNN)
(CNN)

A 10 meses de dejar la Casa Blanca, la exprimera dama Michelle Obama dio un golpe sutil al ocupante actual de su viejo hogar sin siquiera usar su nombre. No necesitaba hacerlo.

Durante una conversación con la poetisa Elizabeth Alexander, Obama les ofreció a los jóvenes algunos consejos simples sobre cómo tuitear: Piensen antes de presionar ‘enviar’ y usen el corrector ortográfico.

«Cuando tienes una voz no la puedes ocupar de cualquier forma», dijo la exprimera dama en la cumbre inaugural de liderazgo juvenil de la Fundación Obama en Chicago. «No solo dices lo que tienes en mente. No tuiteas cada pensamiento. Muchos de tus pensamientos no son dignos de ver la luz del día».

Mientras el público se reía, Obama aclaró que no estaba «hablando de nadie en particular; estoy hablando de todos nosotros».

Obama describió Twitter como un «arma poderosa que simplemente entregamos a los niños pequeños».

«A los 10 años, ‘Aquí tienes, cuéntalo como es'», dijo. «No deberías hacerlo. Necesitas pensar y deletrear bien, y tener buena gramática».

Los comentarios de Obama fueron significativamente más desenfrenados que los que hizo durante sus ocho años en la Casa Blanca. La conversación con Alexander, a quien la familia Obama conoce desde hace décadas, incluyó temas como el arte y sobre cómo Obama encontró su propia voz y sobre el acoso sexual.

«Cuando pensamos en las mujeres, les pedimos que expresen su opinión. Les pedimos que digan ‘no’, que denuncien el acoso sexual», dijo Obama. «Pero si no enseñamos a nuestras niñas a hablar a una edad temprana, eso no sucede solo. Toma tiempo desarrollar una voz. Tienes que usarla una y otra vez antes de decir ‘no’, o ‘detente’ o ‘no me toques'».

Los comentarios de Obama llegan en momentos en que varias industrias de alto perfil de Estados Unidos, incluidos los medios y el entretenimiento, han sido sacudidas por denuncias de acoso y agresión sexual.

 

También hizo una serie de observaciones sobre la crianza de los hijos y el género, y las diferencias entre criar a niños y niñas.

Obama dijo que gran parte de su enfoque como madre ha sido pensar en cómo asegurarse de que sus dos hijas sean «fuertes» y «capaces de existir … en un mundo que es peligroso para las mujeres».

«El problema es que amamos a nuestros niños y criamos a nuestras niñas. Los criamos para que sean fuertes y algunas veces nos cuidamos de dañar a los hombres», dijo. «Es poderoso tener hombres fuertes, pero ¿qué significa fortaleza? ¿Significa respeto? ¿Significa responsabilidad? ¿Significa compasión? ¿O es que estamos protegiendo tanto a nuestros hombres que se sienten con la posibilidad de ser un poco egoístas a veces?»

¿Qué significan los elementos en las ofrendas del Día de Muertos?

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Las flores, las velas, el vaso de agua, todo tiene una razón en los acostumbrados altares.

Altar  Las flores, veladoras, y comida representan una mezcla cultural.  (Foto: iStock by Getty Images

Una de las tradiciones más representativas del país es el Día de Muertos, época en que miles de familias colocan una ofrenda para compartir con los difuntos pan, agua, dulces y otros elementos ornamentales con distinto significado.

La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) asegura que las ofrendas son un «tipo de escenografía donde participan nuestros muertos que llegan a beber, comer, descansar y convivir con sus deudos».

Pero ¿qué representa cada uno?

Altar: Es una mezcla de culturas. Los europeos pusieron algunas flores, velas y veladoras; y los indígenas agregaron el copal, la comida y las flores de cempasúchil.

Vaso de agua: Representa la fuente de la vida. Se ofrece a las ánimas para saciar su sed después del largo recorrido y para que fortalezcan su regreso.

Veladoras: Representan la esperanza y la fe. Una guía para que los difuntos puedan llegar a sus antiguos lugares y tengan alumbrado el regreso a su morada. Si los cirios o los candeleros son morados es señal de duelo; y se ponen cuatro en forma de cruz, que representan lo cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino a casa.

Copal: Este elemento era ofrecido por los indígenas a sus dioses y el incienso fue traído por los españoles. Las fragancias de ambos subliman la oración o alabanza. Se usan para limpiar el lugar de los malos espíritus y evitar peligros.

Flores: Por sus colores y estelas aromáticas son un símbolo de festividad, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima. El cempasúchil, en muchos lugares se acostumbra desojarlo y poner caminos de pétalos para guiar al difunto hacia la ofrenda. Además de esta flor, se puede usar alhelí y nube, pues sus colores significan pureza y ternura y van más con ofrendas a las ánimas de los niños.

Pan: Es uno de los elementos clásicos y simbolizan un ofrecimiento fraternal.

Recomendamos: Coco, la cinta que hace un homenaje a México y sus tradiciones

En las ofrendas también se acostumbra colocar fotografías de quienes ya no están, imágenes de santos, frutas, dulce de calabaza, calaveras de azúcar, licor, una cruz grande de ceniza y los platillos favoritos del difunto.

Lee: ¿Cómo se fabrican las calaveritas de azúcar para el Día de Muertos?

Para recibir a las ánimas, el altar puede ser adornado con papel picado, telas de seda y satín donde descansan también figuras de barro, un incensario o ropa limpia.

 Fuente: Expansión

Reforma entrevista a la Madre Salud Conde Nieto con motivo de la próxima Cumbre Miraflores 2017

Por Froylán Escobar

El periódico Reforma entrevista a la Madre Salud Conde Nieto con motivo de la próxima Cumbre Miraflores 2017, a celebrarse el 23 de noviembre en el hotel Camino Real de Polanco.

  • Rocío Brauer y Sor Salud Conde, organizadora de La Cumbre Miraflores. Foto: Juan Ignacio Ortega
    La conductora Rocío Brauer y Sor Salud Conde, directora del Colegio Miraflores, que presenta la Cumbre Miraflores 2017 «Afrontando juntos el futuro». Foto: Juan Ignacio Ortega
    Traen mensaje de paz
  • Cd. de México (24 octubre 2017).- En la lucha por los derechos de la igualdad y equidad de género, la religión sale sobrando ya que el respeto es el valor universal que rige la interacción entre los seres humanos, según comentó Sor Salud Conde, directora del Colegio Miraflores.

«No somos iguales, entre géneros tenemos algo que somos distintos, a veces el fuerte cree que puede abusar del débil y no debe de ser así, hay que luchar por la igualdad»

Sor Salud Conde
Directora del Colegio Miraflores

Por tal motivo, el mensaje de paz, unidad, así como la lucha para empoderar no sólo al género femenino sino también al masculino se dará a conocer a través del evento La Cumbre Miraflores 2017, la cual busca concientizar a la sociedad sobre el trato entre la gente.

«Hay valores que son universales que los pueden aplicar todos, yo siempre le digo a los que vienen, todos tenemos un Dios, nosotros tenemos qué vivir de acuerdo a la educación que hemos recibido, todo dentro del respeto hacia el prójimo, sea como sea.

«Solo así, enseñando con grandes valores, México será el País que todos deseamos», afirmó Sor Salud Conde en entrevista.

Exponentes del ambiente político, de comunicación, del medio deportivo y artístico se darán cita el próximo 14 de noviembre en el evento que se llevará a cabo en el Hotel Camino Real de Polanco para alzar la voz.

«Me interesa mucho ver cómo permean esas mentes que han logrado tener el éxito no sólo es lo que tienes material o profesional, el éxito es lo que eres como persona, todas las personas que estarán dando ponencias en sus paneles van a congregar a gente de diferentes edades desde contemporáneos hasta los ya no tan jóvenes.

«Es una cumbre que pretende mejorar a nuestro país en cuanto a la idiosincrasia, valores y educación», comentó la conductora radial Rocío Brauer, quien será una de las moderadoras del evento.

En cuanto a los jóvenes, Charly García será quien aborde ese tema.

«Yo estaré en la parte millennial, donde los jóvenes darán mensajes a México a través de sus experiencias, gente que quiere comunicar algo positivo de cómo un México ha cambiado y cambiará en el tiempo», dijo García.

La madre Sor Salud aseguró que con este tipo de iniciativas cambiarán al País y aseguró que el gobierno ha actuado bien frente a las adversidades que ha enfrentado la nación recientemente.

«El Gobierno ha actuado conforme a las necesidades de la población.

«Es como uno como padre cuida a sus hijos pero en algún momento descuida una cosa para arreglar otra, así el gobierno, todos somos gobierno», expresó.

Fuente: Reforma

¿Matrimonio por amor? No siempre fue así

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Manuscript Chroniques de France ou de St. Denis, British Library
AFP / LEON NEAL

British Library
Grand Ladies
Jewish Museum
The Met Museum
Library of Congress
Getty Images
By the 1800s, divorce was so common in the U.S. that the government opened an investigation into the matter and by the early 1900s, society was sure that marriage would soon be obsolete. Though the divorce rate increased throughout the 20th century, it’s started to decline, with 2016 having the lowest American divorces on record since 1980.
Maybe these millennials and their wacky ideas of marriage are actually doing something right…
Procreation was often a consequence of being married but it’s been proven that it often wasn’t the main goal, especially for families that weren’t of the noble classes, who had large inheritances to think about.

The women didn’t have a say.

A blissful, traditional marriage is depicted as the husband and wife discussing issues and forming to decisions together for the good of their family. In a «traditional marriage,” this was not so.
During American colonial times, William Blackstone stated that the “very existence of a woman is suspended during a marriage” and that she ceased to exist as a person without thought or voice. Basically, once she married, the woman’s job was to obey, cater to, and heed the word of her husband. Let’s hope nobody’s aiming for that in marriage these days, religious or not.

The woman didn’t have any rights.

In a “traditional marriage”, not only did a woman not have a say in family decisions, she didn’t have any rights either.
After centuries of prejudice, finally in 1971, Ruth Bader Ginsberg fought for a woman’s rights within a marriage; this led to the abolishment of the existing law that during a dispute, males must be preferred to females.
Furthermore, it was only in 1979 when head and master laws were abolished in most states, which stated that a husband could do whatever he wanted with his house, his family, and his wife and her possessions.

People didn’t have sex (and babies) with only their spouses.

In Biblical times, not only was polygamy not illegal, it was considered a man’s right to have multiple wives and mistresses.
Jewish Museum / Getty Images
For example, Abraham had two wives and a concubine, Khaleb had five, Moses a mere two, but King Solomon had over 1,000 (though 300 were considered to be concubines)! Monogamy is actually a relatively new, Western invention.

It was hardly a bed of roses.

The loving visions of a man serving and caring for his wife just weren’t reality centuries ago. Women were seen as property and meant for specific purposes.
Throughout time though, some mercy was shown to wives, as shown by Bernard of Siena in the 15th century, who instructed men to be kind and have as much compassion for their wives as they would a chicken or a pig. Talk about a low bar.
Since a wife was considered her husband’s possession, he could do what he saw fit with her. This often involved “keeping her in line” through physical means. In his Corpus Jurius, Emperor Justinian suggested that it may not be right to beat your wife, but if you happened to see a reason to do it, you would just have to pay her afterwards. No biggie, right?
Thankfully, by the late 1800s, this practice became more outdated; South Carolina was the first state to disallow the beating of wives. In 1920, it was outlawed nationwide. Now if only those crimes would be properly prosecuted and women were rightfully protected from their abusers.

It wasn’t always an agreement between two people in love.

It was only in the 13th century that Pope Alexander IV changed the laws and made marriage a sacrament between two people by taking it out of the hands of parents and putting it into the hands of the two participating (and—mostly—willing) parties.
Before this, families viewed marriage as a bargaining tool to get what they needed, disregarding the feelings or desires of the individuals who were going to be married.
In 500 A.D., Emperor Justinian passed a law allowing fathers to give away their daughters as young as 7 years old, thereby ensuring the family that their needs would be met early on.
Arranged marriages weren’t the only third-party agreements that were made, sadly. Many women women found themselves in unique instances in which it would be required for them to be married. If a woman was raped, she would often have to marry her rapist; if her sister’s husband was left a widow, she would have to marry her late sister’s husband. The illusion of choice is hardly new for women.

Women didn’t necessarily choose to be intimate with their husbands.

In a traditional marriage, it could rightly be assumed that a wife would have the choice to be intimate with her husband. Not so!
In 1736, Jurist Sir Mathew Hale declared that a wife couldn’t be raped, because in marriage, a woman gave up all rights to her body. Her husband could do whatever he wanted with it.
Shockingly, as recent as 1993, the last states finally passed laws disallowing a man to force himself on his wife. Of course, it still happens all the time, and it’s quite hard to prosecute.

You weren’t allowed to hold hands and show you loved each other.

In your mom’s view of traditional marriage, hugging and holding hands would be acceptable public displays of affection. However, in true traditional times, these were considered vile and severely frowned upon.
AFP / ROBYN BECK
In fact, Plutar called it disgraceful when a Roman senator was caught kissing his wife in public—it was such a scandal that the senator was forced to back down from his position.

People didn’t stay together forever.

Although the church tried really hard to keep people together by making it truly hard to divorce, people have been getting out of their unhappy arrangements for hundreds of years.
Granger
In early Mesopotamia, Hammurabi’s code gave husbands alternate options by stating instances in which they could get a refund on their spouse if they were unhappy. Both the Greeks and the Romans allowed divorce as well.
Thanks to Henry VIII breaking from the Catholic church and founding his own church, just to marry Anne Boleyn, the people of Britain were forced to be okay with it. That rule often only applied to him and his (six!) marriages, though—convenient, huh?
Getty Images
By the 1800s, divorce was so common in the U.S. that the government opened an investigation into the matter and by the early 1900s, society was sure that marriage would soon be obsolete. Though the divorce rate increased throughout the 20th century, it’s started to decline, with 2016 having the lowest American divorces on record since 1980.
Maybe these millennials and their wacky ideas of marriage are actually doing something right…Fuente: http://www.fashionbeans.com/content/traditional-marriage-would-truly-shock-our-ancestors-but-not-for-the-reason-you-think/11291?rtg=higherpersp-gGA1me&param4=fsb-fni-fbss-1334-t2-mo-ocpm&param5=10154429188766186&param6=23842645853380205

Los nuevos colaboracionistas franceses

Desde entonces, Francia ha sufrido varios ataques de los fundamentalistas islámicos en Europa. El presidente francés, Emmanuel Macron, está intentando ahora gestionar una situación terrible: actualmente hay unos 350 terroristas en la cárcel; 5.800 están siendo vigilados por la policía; y otros 17.000 han sido clasificados como «amenaza potencial», mientras que, desde 2015, el terrorismo yihadista ha acabado con 240 vidas.

Parece que Francia ha decidido aceptar lo que quizá considera inevitable: la toma islámica de partes del país. Esta visión se refleja en la propia idea del «estado de emergencia». La cámara baja del Parlamento francés acaba de aprobar una nueva ley antiterrorista, por la cual se toman medidas que llevaban aplicándose dos años bajo el anterior «estado de emergencia», y que ahora han sido consagradas como leyes.

Tras el ataque asesino de enero de 2015 en las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo, el predecesor de Macron, el presidente François Hollande, declaró oficialmente que «Francia está en guerra». Hasta ahora, sin embargo, la guerra sólo la ha librado una parte: los fundamentalistas islámicos.

Aunque algunos estudiosos, como Gilles Kepel, creen que podría estallar una «guerra civil» en el futuro, hay un escenario más realista: un país dividido en torno a líneas demográficas y religiosas, la república laica francesa frente a los enclaves islámicos, los «cien Molenbeeks franceses», tomando el nombre del nido yihadista de Bruselas.

Francia se consideraba la joya de la civilización. Uno de los grandes intelectuales franceses, Alain Finkielkraut, dijo hace poco: «Francia se ha convertido para mí en un país físico, ya que su desaparición ha entrado en el orden de lo posible». Finkielkraut, miembro del lugar más sagrado de la civilización francesa, la Académie Française, no estaba pensando en la desaparición física de las panaderías, las tiendas de ropa o los bulevares franceses, sino que se refería a la desaparición de Francia como la capital de la cultura occidental.

Bajo el ataque del islam radical, se está minando a la civilización francesa desde dentro. Y ahora hay grandes partes de la cultura francesa que están echando agua al molino del islam. A ellas se ha referido justamente Le Figaro como «agentes de influencia del islam». Intelectuales, periodistas, políticos. Todos los que consideran a los musulmanes «los nuevos oprimidos».

El ensayista francés Michel Onfray los llamó hace poco «los nuevos colaboracionistas», como los franceses que se pusieron del lado de los nazis:

Son los que creen que el islam es una religión de paz, tolerancia y amor, y no quieren enterarse del islam de la guerra, la intolerancia y el odio. El colaboracionista sólo quiere ver el primer [tipo de] islam, creyendo que el segundo no tiene nada que ver con el islam. Estos colaboracionistas son los islamoizquierdistas.

Y están ganando la guerra cultural.

¿Cómo puede impedir Francia la toma islámica de partes del país con metástasis letales para todo el continente europeo? «Para desarmar a los terroristas, tenemos que desarmar las conciencias», ha escrito Damien Le Guay en un nuevo libro titulado La guerre civile qui vient est déjà là (La próxima guerra civil ya está aquí).

Francia tiene que dejar de hablar con los «islamistas no violentos» como los Hermanos Musulmanes, y hablar en su lugar con los verdaderos reformistas liberales, los disidentes internos del islam. El diario Le Figaro dedicó recientemente todo un número a las mujeres musulmanas de Francia que están intentando combatir el islam radical. Son periodistas, activistas y escritoras que quieren la igualdad entre hombres y mujeres, libertad de expresión y libertad sexual. Es obvio que a estas musulmanas les importa más la Ilustración francesa que a muchos no musulmanes que defienden el apaciguamiento de los islamistas.

Francia también tiene que cerrar sus fronteras a la inmigración masiva y seleccionar a los que llegan en función de su voluntad de conservar la actual cultura de Francia, y abandonar el multiculturalismo a favor de la pluralidad de confesiones en el espacio público. Eso significa reconsiderar el falso laicismo francés, que es agresivo con el catolicismo pero débil y pasivo con el islam.

Francia tiene que cerrar las mezquitas salafistas y prohibir predicar a los imanes radicales que incitan a las comunidades musulmanas contra los «infieles» y urgen a los musulmanes a separarse del resto de la población.

Francia tiene que impedir la llegada de propaganda de los regímenes dictatoriales de Oriente Medio: sus mezquitas, sus canales por satélite, sus panfletos, sus bibliotecas y sus libros.

Francia tiene que prohibir la poligamia; la sharia, la ley islámica; la mutilación genital femenina (MGF), el supremacismo islámico y los matrimonios forzosos.

Francia tiene que reforzar su alianza con Israel, el único puesto de avanzada de la cultura occidental en una región que la ha rechazado. Israel es el único aliado verdadero de Occidente en una región que se está desmoronando bajo el peso del islam radical.

Francia tiene que proteger y renovar sus tesoros cristianos. Hace unas semanas, la Catedral de Notre Dame de París lanzó un proyecto para recaudar fondos para ayudar a salvar al edificio de su deterioro. Las autoridades francesas tienen que cumplir el papel que les corresponde y no descuidar el patrimonio cristiano de Francia. Francia tiene que enviar a los islamistas el mensaje de que Francia es un país secular, no un país descristianizado.

Francia tiene que proteger a su comunidad judía, que en diez años ha perdido a 40.000 personas que han huido del país a causa de la reacción de indiferencia hacia el antisemitismo.

Francia tiene que reforzar la cultura occidental en las escuelas, los museos, las universidades y las editoriales: la Ilustración, como la fundación de la libertad de conciencia, de expresión y de religión, de la separación entre Estado e Iglesia; y la tradición judeocristiana como origen de todos los grandes logros de la cultura europea.

Francia tiene que exigir reciprocidad. El derecho a construir una mezquita en Francia debería ir asociado al derecho de los cristianos en Oriente Medio a practicar su religión: una mezquita por cada iglesia. Francia tiene las conexiones políticas y diplomáticas en África del Norte y Oriente Medio para imponer esta reciprocidad. Lo que no tiene es la voluntad política.

En resumen, Francia tiene que empezar a promover su bando en esta guerra cultural. Aunque sea demasiado tarde para recuperar todo el terreno perdido, si Francia no empieza inmediatamente, sino que se limita a «gestionar» este «estado de emergencia», las luces que se apagarán no serán sólo las de la Torre Eiffel, como ocurre tras cada atentado, sino también las de una de las más grandes civilizaciones que la historia nos ha dado jamás.

La nueva historia oficial de Europa borra el cristianismo y promueve el islam