Con sus apresurados pasos de gigante, el fin de año llega una vez más. Las fiestas, las celebraciones, las vacaciones, son ocasiones de alegría y, deben ser también, hora de reflexión sobre lo hecho y por hacer en nuestra vida.
Cada año, la Iglesia nos propone algún motivo especial para conducir nuestra reflexión, oraciones y quehacer cotidiano: en el 2016 fue el hermoso tema de la misericordia. Ahora, con su palabra y su ejemplo, el Papa Francisco nos invita a reflexionar, orar y actuar a favor de la unidad de los cristianos.
En el 2017 se cumplen 500 años de la Reforma Protestante. En 1517, Martín Lutero, fraile agustino, clavó sus 95 tesis en las puertas de la iglesia del palacio de Wittenberg como protesta contra la actuación de la iglesia romana y como una abierta invitación al debate. Cinco siglos después, éste sigue abierto entre católicos y protestantes.
“Recorremos juntos el camino de la amistad, del respeto mutuo y de la investigación teológica”, ha dicho Su Santidad y agregó: “Es un camino que nos hace mirar con esperanza el futuro, aunque a veces, el objetivo común de la unidad plena y visible de los cristianos parezca alejarse por diferentes interpretaciones sobre lo que es la Iglesia y su unidad”, y afirma: “No hay que tener miedo ni resignarnos, sino concentrarnos en el próximo paso posible”.
Con su reciente viaje a Suecia y sus reuniones en Roma con las autoridades luteranas, entre otras acciones, el Papa Francisco ha puesto el ejemplo. Resulta particularmente significativo que sea un Papa jesuita quien emprenda este nuevo acercamiento y proponga la conmemoración conjunta “no como una celebración triunfalista, sino como una profesión de nuestra fe común”.
La unidad es una bendición de Dios, no sólo entre católicos y protestantes, sino entre todos los seres humanos. Las fiestas de fin e inicio de año pueden ser el mejor momento para que todos busquemos la unidad, en nuestras familias, en nuestras comunidades y en nuestro país. Puede ser un gran propósito de año nuevo. Desde el fondo de mi corazón deseo, a todos y cada uno de los miembros de la querida familia Miraflores, que el año 2017 esté lleno de todo tipo de bendiciones.