Si quieres saber más acerca de tus niños, tienes que ir por lo específico.
He escuchado muchas veces que tener una buena relación con tus hijos es un arte y que hace falta una pizca de magia. La verdad es que la clave está en el interés que tienes por cada cosa que hacen y en poner atención en los detalles. Tengo un hijo pequeño que ya está en preescolar y al principio simplemente le hacía la clásica pregunta: «¿Cómo te fue hoy?» Puedes usar variantes de eso —¡qué hiciste hoy?, ¿cómo te portaste?, etcétera—, pero al final, a menos que vayas a lo específico, obtendrás respuestas muy limitadas y cada vez menos elocuentes.
A mí me pasó, pues lo que me contaba mi hijo era «me fue bien papi», en lugar de contarme cada detalle de su día. ¡Era frustrante! Mi esposa —una genio de la enseñanza— se enteró que era mejor crear una conversación basada en preguntas. No hay una fórmula exacta y todo depende de lo que quieres conocer de tus hijos, pero estas preguntas son un buen comienzo para saber un poco acerca de lo que piensan, cómo les está yendo realmente en la escuela y para trabajar el tema de la confianza.
Comienza con lo cotidiano:
- 1. ¿Qué desayunaste? ¿Estaba rico o no te gustó?
- 2. ¿Qué llevaron de comer otros niños?
- 3. ¿Qué es lo que más te aburrió hoy?
- 4. ¿Hubo algo que te hiciera muy feliz?
- 5. ¿Qué fue lo más raro que viste hoy en la escuela?
Y después puedes profundizar acerca de su interacción social:
- 6. ¿A qué jugaste hoy y con quién?
- 7. ¿Dónde juegas más en el recreo?
- 8. ¿Qué es lo que más les gusta jugar a todos los niños en el recreo?
- 9. ¿Hubo alguien que te hiciera enojar?
- 10. ¿Hay alguien de los otros niños que se esté portando muy mal o que le guste hacer cosas malas?
- 11. ¿Pudiste ayudarle a alguien en algo? ¿O alguien te ayudó a ti en algo?
- 12. Si una nave extraterrestre/el malo de llegara a tu escuela para llevarse niños, ¿a quiénes preferirías que fuera? ¿y a quienes tratarías de ayudar? (puedes remplazar lo de la nave con el malo de alguna película que tu hijo haya visto recientemente)
- 13. ¿Hay alguien que no es tu amigo, pero que gustaría que fuera?
- 14. ¿Con quién te gusta platicar más? ¿Y te contó algo divertido hoy?
- 15. ¿Alguien te ha pedido que guardes un secreto?
O de su desarrollo académico:
- 16. ¿Qué fue lo que te costó más trabajo? ¿y lo que te dio más flojera?
- 17. ¿Qué fue lo que más te gustó de lo que aprendiste hoy?
- 18. ¿Qué te gustaría hacer para que la clase que más te aburre fuera más divertida?
- 19. Si tú fueras maestr@, ¿qué le enseñarías a los niños?
- 20. Si alguno de los otros niños fuera maestro, ¿quién te gustaría que fuera?
- 21. ¿A cuál personaje de caricatura se parece tu maestr@?
- 22. ¿Qué crees que más le gusta a tu maestr@ de ti?
- 23. ¿Qué es lo que menos te gusta de tu maestr@?
- 24. ¿Qué te hubiera gustado aprender hoy?
- 25. ¿Qué es lo que más te hizo sentir orgullos@ hoy?
Obviamente no se trata de hostigar a los niños/adolescentes con preguntas, por eso utiliza un par cada día y ve variando el tema. Recuerda, sólo son el pretexto para iniciar la conversación y darle un buen rumbo, pero a menos que a tus hijos les encante platicar acerca de todo, difícilmente te darán santo y seña de su día. Tienes que ser paciente y eventualmente, con este tipo de preguntas, podrías descubrir aspectos de la personalidad de tus hijos o problemas que viven, pero que no imaginabas.
FUENTE: Qore