¿Te ha ocurrido que tu pareja resta valor a tus opiniones, ante todo, delante de tus hijos?, ¿te ha ocurrido que el padre de tus hijos los humilla y ofende, para hacerte sentir mal?… o peor aún, ¿te has separado ya de tu pareja, pero cuando él ve a los niños, los regresa mucho después de la hora acordada, y cuando por fin llegan, los encuentras con señales de maltrato físico, sexual o emocional?; ¿Te ha amenazado con quitarte a los niños, como venganza por haberlo dejado? ¡Cuídado!, estás siendo víctima de violencia vicaria y, en varios casos, esto ha llegado al extremo de quitarle la vida a los niños.
El término de violencia vicaria fue acuñado por Sonia Vaccario, psicóloga argentina, hace casi una década. Se denomina vicaria, al tipo de violencia de género que se ejerce a través de otros, de ahí el término de vicaria, esto es, una violencia indirecta, o por sustitución, con el claro propósito de dañar a otro. ¿y qué mejor manera de hacerte daño, que a través de tus hijos?
El agresor da a los hijos la calidad de “cosa”, los vuelve de su propiedad para que sean objeto de su venganza y continuar el dominio sobre la víctima, quien, a su vez, desarrolla un sentimiento de culpa al considerar que todo tuvo su origen en el momento en que ella desató la furia del sujeto, por haberlo dejado o por haberlo elegido como padre de sus hijos.
Los efectos sobre los menores son de toda índole: físicos, psicológicos y sexuales, porque arrastran una gran cantidad de traumas que impactarán en su vida adulta, en sus relaciones de pareja.
Para la mujer el daño no es menor; se tiene conocimiento de mujeres que han caído en serias depresiones, desórdenes alimenticios, insomnio, ansiedad y hasta ideas suicidas.
Desafortunadamente, a pesar de existir leyes contra este tipo de violencia, la corrupción, la falta de sensibilidad y la prevalencia del machismo, hacen muy difícil que el culpable pague por su delito. Por ejemplo, en México, la Ley vicaria habla de “la restitución, recuperación o entrega inmediata a la mujer víctima, de sus hijas y/o hijos menores de 18 años y/o personas incapaces que requieren cuidados especiales, que hayan sido sustraídos, retenidos u ocultados de forma ilícita”(última reforma a la Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, junio, 2023), con una condena de cinco años de prisión por este delito; pero la falta de enfoque de género al procesar estos casos, la prevalencia irreflexiva de la idea de que pase lo que pase, los niños tienen derecho a estar con ambos progenitores, sumado al reto de demostrar la intención de dañar a la madre a través de los hijos, hace este delito casi imposible de demostrar. A pesar de haber hecho pruebas psicológicas a los niños, se han dado casos en que se ha culpado a la madre por aconsejarles mentir y ha perdido la custodia.
De acuerdo con el Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria (FNCVV), en 2021 “hubo dos mil 865 de mujeres víctimas en México, mientras que para 2022 se registraron siete mil 670 casos, esto es 167 por ciento más, lo que ha desatado varias enfermedades a las mujeres que, sumadas, alcanzan hasta 50, según un informe de Abogadas Violeta, que a su vez trabaja con datos de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX”.(Arellano, C., 2023)
El panorama no es muy alentador. Falta mucho camino por avanzar para garantizar la integridad físca, moral y emocional de madres e hijos ante este tipo de violencia, porque los responsables de las leyes afirman que la violencia vicaria también puede ser ejercida por las mujeres; sin embargo las estadísticas apuntan a que el grueso de los casos constituye una violencia contra la mujer a través de los hijos.
¿Qué se puede hacer hoy? Lo mejor que puedo recomendarte es no tomar la decisión de vivir con alguien, y menos tener hijos, mientras estés en la fase de enamoramiento. Espera a conocer mejor a la persona con quien has decidido tener una relación; espera a que su personalidad surja detrás del velo de la persona perfecta que ves al inicio. Es verdad que tú tampoco eres perfecta, así que es muy saludable conocerse en lo bueno y lo malo, antes de procrear, porque ésa es una decisión que repercutirá de por vida, a ti, a tus hijos y quienes les rodean. Abre los ojos y no esperes estar en una situación de riesgo, porque la sociedad aún no está preparada para brindar la protección requerida es estos casos. Si obsrevas cualquier signo de violencia, aléjate de inmediato, antes de que tome otras dimensiones.
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