¿Es el embrión humano un simple montón de células?

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Desmintiendo a quienes dicen que hasta las 12 semanas sólo hay una masa o conjunto de células vivas

El pasado mes de marzo en la sede del Colegio Nacional, el doctor Antonio Lazcano, un connotado biólogo mexicano especializado en temas de evolución, aseguró –en el marco de la conferencia conmemorativa del 75 aniversario de la publicación del libro ¿Qué es la vida? del austriaco Erwin Schröedinger– que el embrión humano no puede considerarse una persona, porque solamente es un “amasijo de células”.

El principal argumento de Lazcano, quien trabaja en la Universidad Nacional Autónoma de México, contra el embrión fue que, según él, hasta la semana doce del desarrollo embrionario comienza la actividad nerviosa y que hasta entonces se tiene una estructura básica, o primordio cerebral, que formará el Sistema Nervioso Central.

El científico mexicano se declaró convencido de que si la actividad nerviosa define a un individuo, entonces hasta la semana doce de gestación hay una persona en potencia y que antes de ese periodo sólo existiría una masa o conjunto de células vivas, pero no una persona.

Incluso comparó al embrión con pacientes que cursan con muerte cerebral, quienes al no poder recuperar su función cerebral, se pueden considerar ya fallecidos. Fieles a su costumbre, los medios de comunicación mexicanos presentaron las afirmaciones de Lazcano como una prueba “irrefutable” de que el embrión no es un ser humano.

“Pero el doctor Lazcano no aportó ninguna demostración a su hipótesis y, por el contrario, a lo largo de su discurso cometió múltiples errores que demuestran lo contrario: el embrión es un individuo de nuestra especie”, dice a Aleteia el doctor Manuel Ramos-Kuri, doctor en biología molecular y bioeticista.

El primordio nervioso ¿aparece hasta la doceava semana embrionaria?

El primordio de sistema nervioso aparece durante la tercera semana de vida embrionaria, cuando se forma el tubo neural, estructura desde la cual se forma el sistema nervioso del nuevo individuo humano. A finales de la cuarta semana este primordio cuenta ya con todas estructuras básicas del cerebro. En cuanto a las ondas cerebrales, el doctor Lazcano también se equivocó pues no comienzan hasta la semana doce, sino que desde la sexta semana de vida intrauterina se tienen ya registros de ondas cerebrales.

¿Puede considerarse seriamente al embrión como una simple masa de células vivas?

Quizá el principal error del doctor Lazcano y de todos los que piensan como él, es no reconocer que el embrión es un organismo del género humano. Llamarlo “amasijo de células” es casi confundir al embrión humano con un tumor, una idea incompatible con la evolución del ser humano. Por el contrario, el embrión está formado por estructuras bien definidas y con funciones muy concretas, lo que forma sin duda un organismo de la especie humana.

¿Y que nos puede decir sobre la falta de función cerebral?

Lazcano comparó el cerebro del embrión con el de un paciente con muerte cerebral o en estado vegetativo persistente, donde prácticamente ningún paciente recuperará su función cerebral. Pero la comparación también es errónea, pues por el contrario, la gran mayoría de embriones tienen ya función cerebral demostrable desde la sexta semana de vida embrionaria. Por lo que más bien es un argumento a favor de que el embrión debe ser considerado persona.

¿Pero, por qué afirmar que el embrión es ya un ser humano si apenas está en gestación?

Aquí cabe la clásica comparación con la construcción de un automóvil. Éste se construye por partes: chasis, llantas, motor, etcétera. Mientras no se reúnan todas sus piezas no tenemos un auto; cuando lo tengo completo y armado, al fin puedo nombrarlo como automóvil.

¿Por qué entonces podemos afirmar que desde que el embrión está comenzando su gestación ya es un organismo de la especie humana?

La razón es simple: porque el embrión se está auto-construyendo. Él o ella, pues tienen el sexo definido desde la fecundación, realiza por sí mismo, la tarea más compleja de la vida: construir su propio cuerpo, formado por más de 30 órganos y cerca de 200 tejidos diferentes, tarea que prácticamente concluye en tan sólo ocho semanas.

Un trabajo extraordinario, ¿no es así?

Tanto que algunos investigadores aseguran que esta capacidad de formar un cuerpo es la más compleja que enfrentamos en nuestra vida, y que sólo se puede comparar con la capacidad de razonamiento que se dará, propiamente, hasta la edad adulta.

¿Al embrión “lo construye” la madre?

Es importante considerar que al embrión no lo construye su madre. Ella aporta varias funciones como la alimentación, la respiración pulmonar y la función temporal de algunos órganos; nadie niega que el papel materno es muy importante y noble. Pero ella no construye al embrión: la construcción del nuevo individuo, la realiza el mismo embrión; y esta auto-construcción (o auto poyesis en términos médicos) es la mejor prueba de que ya es un individuo de la especie humana, y todos los seres humanos tenemos básicamente los mismos derechos humanos.

Entonces, ¿el embrión es desde el primer momento de la concepción una persona?

Podría persistir la duda de si podemos afirmar que los embriones son personas; pero esa es otra discusión –más bien filosófica– que por ahora podemos resolver mostrando que los derechos no son “derechos de personas” sino derechos humanos y el embrión es, indudablemente, un individuo de nuestra especie, esto es, un ser humano con todos sus derechos.

¿Cómo puede usted, doctor Ramos-Kuri, darle a nuestros lectores una guía sobre este debate?

Son muchos los argumentos que demuestran que el embrión es un ser humano. He mencionado dos centrales: la presencia de un Sistema Nervioso Central desde el inicio del desarrollo embrionario y la auto construcción del embrión, que demuestran de manera contundente, que el embrión ya es un organismo de la especie humana.

¿Hay más argumentos a su favor?

Sí, por supuesto.

¿Cómo cuáles?

Como el hecho de que cuenta con un ADN nuevo, original, propio y que mantendrá a lo largo de la vida; o el hecho de que el embrión es un organismo humano completo, en estadio temprano de desarrollo, pero no un simple amasijo de células, sino un individuo de nuestra especie, otro ser humano en el momento más importante de su formación.