Una carrera universitaria: ¿cómo? y ¿para qué?

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Ian Reider

El reciente regreso a clase de todos los niveles escolares me ha llevado a revisar los esquemas y modelos educativos que operan en este rico y confuso presente en el que la tecnología se va adueñando cada vez más de la vida cotidiana. La pregunta es, ¿cuál y cómo ha sido el desarrollo de los estudios superiores? ¿Cuándo, por qué y para qué se genera la necesidad de tener graduados de alguna disciplina o ciencia en particular? A partir estos cuestionamientos llegamos al primer planteamiento cuya pregunta de base (para este jueguito de reflexión que estamos haciendo aquí) sería, ¿cuál es la demanda que la educación superior de carácter universitario satisface?

Antes de entrar de lleno al tema, es interesante hacer una observación sobre lo que la revisión del pasado, el presente y el futuro de las acciones humanas convierte en evidente. El desarrollo de la especie se basa, biológica y psicológicamente en la imperiosa necesidad de resolver, de solucionar un problema. Es la dicotomía que plantea el teatro, para avanzar de una escena a otra se debe presentar un pequeño conflicto dramático que se resuelve y eso nos conduce al nuevo conflicto dramático de la nueva escena que, a su vez se resuelve y así sucesivamente. Esta secuencia de conflictos es la que, en la sumatoria, acaba por integrar una trama teatral que tiene un planteamiento, un desarrollo y un desenlace que, con toda seguridad, de seguir la historia, nos llevaría a un nuevo conflicto. Por eso, la pregunta después de ver una película de príncipes y princesas es, ¿a poco de verdad, se casaron y vivieron muy felices para siempre?

Bueno, después de este paréntesis analítico y reflexivo sobre el devenir de la humanidad, volvamos al tema. Desde los años 300 a.C. en que Aristóteles paseaba con sus peripatéticos por un jardín mientras realizaban estudios de filosofía hasta la fundación de las primeras universidades pasaron poco más de 1600 años. Es en Europa donde se formaliza la educación universitaria, por lo tanto, es ahí donde se fundan las primeras universidades del mundo.

Platón y Aristóteles

“La escuela de Atenas”, Rafael Sanzio (Imagen: https://academiaplay.es).

En el siglo XIII, por lejano que parezca para la masificación de una conducta, muchos jóvenes europeos salen del hogar familiar en búsqueda de un título que les abriera la posibilidad de triunfar en la vida; se van a la Universidad. Ésta es una institución fundada para la enseñanza superior que ofrece a la persona la posibilidad de adquirir conocimientos especializados de una rama de saber específica. Están tradicionalmente constituidas por facultades donde se reúne la academia de un saber determinado y concede grados académicos correspondientes a su nivel, es decir, licenciaturas, posgrados, maestrías, doctorados.

El término «Universidad» tiene su raíz etimológica en el latín “Universitās magistrōrum et scholārium”, lo que, palabras más, palabras menos, significa ‘comunidad de profesores y académicos’. En sus orígenes, esta comunidad o academia de profesores estaba integrada por miembros de los gremios medievales ya que eran ellos los que, en el sistema de aprendices y maestros, habían desarrollado un método de entrenamiento que, de alguna forma, permitía al joven aprendiz hacerse de una profesión para su subsistencia. Después, en este caso en particular en el que ya estaban educando generaciones, se legitima dicha labor puesto que se les otorgaba una especie de certificación a través de cartas de derechos colectivos legales emitidas por príncipes y prelados. De esta manera tenían la autoridad de replicar su conocimiento de manera que se formaran profesionales.

Total, las universidades de gran tradición en Europa provienen desde aquellos tiempos en los que entre el siglo XIII al siglo XVII se fundan y consolidan instituciones que siguen siendo referencia mundial, como Oxford en Inglaterra, Salamanca en España y La Sorbona en Francia.

historia universidades

Universidad de Oxford, Inglaterra (Foto: https://oxfordcity.co.uk/).

Ahora bien, las universidades de origen europeo han sido las que han tenido relación, impacto y presencia en América Latina desde hace siglos. De sus esquemas educativos se ha desprendido la metodología educativa de las universidades de estas latitudes del globo terráqueo. Sin embargo, en Asia, en el ámbito islámico, en el año 859, se había fundado la Madrasa Fátima Al-Fihri y en Fez, Marruecos la, aún operativa hoy en día, Universidad de Qarawiyynn.

En las colonias españolas, por allá en los 1500, se fundaron también universidades que fomentaron la formación y desarrollo de criollos y mestizos en estos territorios, desde la Real y Pontificia Universidad de San Marcos en Lima, primera fundada en este continente y, posteriormente, en 1551 la Real y Pontificia Universidad de México establecida por la corona española por “cédula real”. Ambas universidades mantienen su vigencia hasta estos días, en pleno siglo XXI. La hoy Universidad Autónoma de México cuenta con prestigio internacional y se ubica entre las que cuentan con mayor reputación académica en México y Latinoamérica. En Estados Unidos son colleges, en muchos lugares existen, además, institutos tecnológicos que dan prioridad a las ingenierías o a las formas más operativas de la administración.

En todos estos conceptos de educación superior, desde las primeras universidades del siglo XIII hasta el XX, se han seguido formatos tradicionales en los que, con un grupo sentado frente a un docente, en un laboratorio o en una comunidad haciendo prácticas se forma a los futuros profesionistas. Se incorporaron carreras que integran las tecnologías correspondientes a cada época (por ejemplo, Comunicación, Cine, Genética, etc.) y se integraron los adelantos científicos a los programas educativos. Incluso, como estos ámbitos de desarrollo profesional están inmersos, igual que todos nosotros en los avances tecnológicos, se han posibilitado nuevas modalidades de estudio a distancia que permiten la interacción del académico y el alumno desde muy remotos sitios en muy diferentes situaciones y circunstancias. ¿Te puedes visualizar en la playa o en el bosque haciendo desde tu computadora un posgrado? Hoy se puede. Existen programas específicos para aprenderse por computadora, plataformas, gamificación como parte del proceso, videos que permiten repetir la lección todas las veces que el estudiante lo considere necesario, incluso la evaluación en el sitio de la Universidad es posible. Además, puedes tener actividades extra, apoyo docente en tiempo real, es decir, extensión universitaria y asesoría.

En muchos casos, se puede tomar cursos de muy alto nivel sin costo, o a un costo extremadamente bajo. Incluso, recientemente, la Universidad de Nueva York (NYU) decidió que se puede cursar en ella la carrera de medicina sin colegiatura.

universidades

Universidad de Nueva York (Foto: https://www.epn.edu.ec).

¿Cuál crees que será la tendencia a futuro? ¿Dejaremos de ir a los planteles educativos? Tomaremos todas nuestras clases en grupos virtuales a miles de kilómetros de distancia. Podremos experimentar climas, paisajes, ciencia aplicada en realidad virtual. ¿Te imaginas poder realizar tus prácticas profesionales en cualquier comunidad de África o América Latina viviendo en el pueblo y conectado a Master Classes de los más importantes expertos de las materias que cursas? ¿Compartir “el aula” con compañeros y colegas de cualquier parte del mundo y ser capaces de comunicarse en el idioma que cada uno habla porque hay un sistema de traducción simultánea de textos y voz? O, ¿poder realizar experimentos científicos o diseccionar una rana holográfica, es decir, sin la necesidad de aniquilar a una rana de verdad? Podrás aprender a volar, a diseñar, a hablar idiomas, serás creativo, inventivo y generador de nuevas realidades desde el ámbito tecnológico que expandirá tus posibilidades de relación y tu universo de conocimiento. Hoy llevas la tablety puedes tener en ella, incluso en tu smartphone, una biblioteca, audioteca y videoteca completa. En el futuro, la Universidad irá contigo a donde tú vayas y el mundo cabrá en tu bolsillo para que lo conozcas cada día mejor, para darte la posibilidad de ser un desarrollador de las capacidades de la especie para su supervivencia en el planeta. Los universitarios del futuro tendrán mayores compromisos sociales e, idealmente, una mayor conciencia de la trascendencia de su participación y presencia en el mundo. Como decía la canción de Violeta Parra¡Que vivan los estudiantes, jardín de nuestra alegría!Bienvenidos a este ciclo escolar que recién inicia. Bienvenidos al futuro.

Fuente: El Semanario

Foto: Universidad de La Sorbona, París, Francia (Foto: http://www.viajaraparis.com).