Lección de Ecología
Anónimo
En la fila del supermercado, el cajero le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las de plástico no son buenas para el medio ambiente.
La señora pide disculpas y explica:
«Es que no existía esta moda verde en mis tiempos.»
El empleado le contesta:
«Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente.»
´»Tiene razón -le dice la señora-, nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos.»
Pero la mujer no para ahí:
«En aquel entonces, las botellas de leche, de refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.
Subíamos las escaleras, porque no había escaleras eléctricas en cada comercio ni oficina.
Íbamos caminando a los negocios en lugar de ir en coches de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer 200 metros
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables.
Secábamos la ropa en la soga, no en secadoras que funcionan con energía eléctrica. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa.
Los hijos menores usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.
Entonces teníamos una televisión o radio, en casa, no un televisor en cada habitación.
En la cocina, molíamos en metate y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros.
Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos viejos arrugados para protegerlo, no plástico de burbujas.
En esos tiempos no usábamos podadora eléctrica para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba a músculo.
Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre caminadoras mecánicas que funcionan con electricidad.
Bebíamos directamente de la llave o en vaso de cristal cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua.
Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las navajas de afeitar en vez de tirar a la basura todo el rastrillo sólo porque la hoja perdió su filo.
En aquellos tiempos, los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminando, en lugar de usar a su mamá o papá como taxista.
Teníamos un enchufe en cada habitación, no varios multicontactos para alimentar una docena de artefactos.
Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más cercana.
Usábamos teléfonos fijos y sólo había uno cada diez casas; hoy, Uds. tienen cinco en cada casa, y cuando los desechan, cada batería contamina la tierra y miles de litros de agua.
Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo irresponsables que éramos los ahora viejos por no tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.»
No dejes de enviarle esto a otra persona “mayor” que esté harta de recibir lecciones de ecología de esta nueva generación.