Esto significa para Trump «drenar el pantano»
Barack Obama estableció un récord en 2009: recabó una cantidad de donativos sin precente: $53 millones de dólares para su inauguración.
Ese dinero provino de miles de donadores a lo largo y ancho de los Estados Unidos.
Los donativos tenían un tope: $50,000 — considerada una cifra alta en aquel momento — y siguiendo la tradición de pasadas inauguraciones, incluyó millones de dólares de varios grupos que representaban diversos intereses.
La inauguración de Donald Trump fue una cosa completamente diferente. Con tan solo una fracción de los donantes que tuvo Obama, Trump recabó 107 millones para su inauguración, de acuerdo con un reporte publicado esta semana. No hubo límite en cuanto a lo que podía donar cada individuo o grupo.
Trump recibió 5 millones del billonario dueño de un casino y megadonador republicano Sheldon Adelson, la donación individual más grande realizada a la fecha.
Según el Centro para la Integridad Pública (Center for Public Integrity), otros que donaron al menos un millón fueron un barón del carbón, varios inversionistas de Wall Street y algunos CEOs de fast food. Tres importantes compañías de seguros médicos contribuyeron cada una con 100 mil dólares.
Empresas energéticas contribuyeron con más de 8 millones, anunció el USA Today found. Por supuesto, Trump ha echado abajo docenas de regulaciones ambientales implementadas por Obama. Kelcy Warren, el billonario detrás del Dakota Access Pipeline, que Trump permitió luego de la prohibición de Obama, le extendió 250 mil. Exxon Mobil contribuyó con 500 mil una semana después de que Trump anunciara que Rex Tillerson sería su secretario de Estado. (Exxon acaba de solicitar permiso para extraer petróleo en Rusia a pesar de que está prohibido).
Ahora comparen eso con el mensaje de campaña de Trump. Presumía de que estaba siendo financiada por él mismo y por pequeños donantes. Trump prometió a sus seguidores que no sería persuadido por los potentados conservadores ni por intereses particulares.
No obstante, en sus primeros 100 días de gobierno, ha apuntalado en Washington a un cúmulo de representantes de lobbys y corporaciones, apunta el New York Times found. Ahora, estos trabajan para legislar lo que antes promocionaban — levantando una legítima preocupación acerca de la ética con la que se están manejando los temas políticos en Washington.
Dar acceso a gente que puede pagar fue el plan de Trump desde un principio. En noviembre pasado, el Centro para la Integridad Pública reportó que el equipo inaugural de Trump estaba vendiendo accesos al presidente a cambio de grandes sumas de dinero.
Obama permitió que las corporaciones hicieran contribuciones hasta de un millón de dólares en 2013.
Trump captó contribuciones de corporaciones por un millón de dólares y no aceptó contribuciones de representantes de ningún lobby. Fue el hecho de eliminar el límite de los donativos individuales lo que hizo que se rompiera un récord en lo que recibió Trump.
Recapitulando: compaeado con Obama, Trump recibió de un número muy inferior de personas y grupos una cantidad de dinero mucho mayor, — apoyando a un.candidato que declaró que no necesitaba dinero de terceros y que «drenaría el pantano» de la financieramente corrupta clase política de Washington
El resultado es que Trump recabó más del doble de dinero para financiar una ceremonia de inauguración que fue visiblemente más pequeña.
Los votantes deberán cuestionar si eso significa «drenar el pantano», y más considerando que los favores ya se están comenzando a «pagar».
Fuente: NIC