Hacía mucho tiempo que ningún personaje público tenía un grado de aceptación tan elevado por la gente como el Papa …
Por Marc Miro I Escola
Hacía mucho tiempo que ningún personaje público tenía un grado de aceptación tan elevado por la gente como el Papa Francisco.
Su actitud hacia los otros, sus palabras, pero sobretodo sus gestos han “enamorado” a muchísima gente, alguna de ella alejada de la institución que él representa. Sin duda un éxito del Pontífice que espero que ayude a que más gente se aproxime a las iglesias para intentar conocer aquella fuente que sacia a Francisco y que lo convierte en un hombre bueno y cercano.
Si es cierto que existe una gran admiración por todo lo que él representa en relación con la solidaridad, la caridad, la atención a los más débiles y el hablar claro sobre estos temas; también lo es que a causa de lo políticamente correcto que impera actualmente, la otra parte del discurso del Papa, lo relacionado con la fe y la moral queda escondido. Sin duda, esta actitud provoca una imagen distorsionada, incompleta de quién es y lo situa dentro de los postulados del “progresismo moderno”.
Agrade o no, el Papa Francisco es el líder de la Iglesia Católica y por lo tanto separar las acciones de la Iglesia de las del Papa es simplemente una tontería. Y la pregunta que me hago es ¿Por qué niegan la evidencia? La respuesta pienso que está relacionada con lo nuevo y lo viejo. Las conferencias episcopales como tales son instituciones que hace mucho tiempo que existen y últimamente, por ejemplo en el caso español, solo se las menciona por escándalos o por temas relacionados con el género y el aborto, olvidando la tarea esencial que realizan de difusión de la fe i de cohesión social, es decir, enfatizando en aquello que hoy se sitúa en lo políticamente incorrecto. Por otro lado, el Papa Francisco es un agente nuevo que gracias a sus gestos y su gran popularidad, es muy complicado atacarlo, por lo tanto algunos sectores del “progresismo” se lo han hecho suyo, oponiéndolo a la Iglesia, pero como he insistido antes, esto no tiene ningún sentido pues él mismo es guía de la Iglesia.
Ciertamente es interesante observar que mientras el “progresismo” de todo el mundo celebra lo maravilloso que es el Papa, el proveniente de Argentina, parece que desde el primer momento que se supo quién sería el nuevo Pontífice, no les hizo ninguna gracia que el elegido fuera el Arzobispo de Buenos Aires. ¿Por qué será?
Si alguien valora y aprecia al Santo Padre, lo justo es que lo valore y comente todo aquello en lo que cree. Porque si él ama a los pobres, a los enfermos, a los débiles, es porque tiene fe en Jesucristo ya que Él nos dijo amad a todo el mundo, especialmente a aquellos que sufren. Además el Papa, como miembro de la Iglesia, es favorable a la vida desde la concepción hasta la muerte natural y un defensor de la familia tradicional y la complementariedad de los sexos.
En conclusión, apelo a todas esas personas de buena voluntad, que son muchas, que valoran muy positivamente al Papa Francisco por su faceta social; que intenten entender porque una persona que actúa de esta forma, también es defensora de hechos como la vida desde la concepción o de la familia, conceptos hoy totalmente ignorados e incluso atacados por estos mismos que luego alaban al Pontífice. Por Favor, si valoráis la figura de Francisco, intentad entender el todo, intentad entender porque hace tanto bien y no os quedéis con deformaciones hechas a medida por algunos interesados.
Si entendéis su “secreto”, entenderéis el porqué de su felicidad y actitud e incluso puede que algún día llegue a ser enseñanza en vuestra propia vida.
Fuente: La Mirada Transversal