Entre el bullicio y el interminable tránsito de Paseo de la Reforma se construyen varios edificios. Sin embargo, entre tantos resalta a primera vista, por su esbeltez y vanguardista estructura, el del número 483. Situado junto a una casona de cantera rosa de estilo gótico, que data de finales del siglo XIX, la Torre Reforma promete ser una de las construcciones más emblemáticas e innovadoras de nuestra ciudad, por su altura, arquitectura y su tecnología de vanguardia.
Estética, funcionalidad y sostenibilidad se conjugan en este rascacielos. Se prevé un importante ahorro de energía eléctrica (24% por debajo del consumo promedio), además de que se ahorrará 100% el consumo de agua a través de una tecnología de tratamiento, para ser totalmente sostenible y evitar el desperdicio. Estos son algunos de los impactos positivos que nos compartió el Ingeniero Alejandro Bátiz Sánchez, socio fundador de Cívita, empresa de ingeniería y consultoría especializada en Certificación LEED, quien junto a Julieta Boy, gerente del proyecto, nos dieron un recorrido exclusivo para Forbes Life.
Y es que, en esta urbe que poco a poco comienza a llenarse de edificios, la Torre Reforma toma un lugar privilegiado. Es uno de los primeros edificios corporativos mexicanos que contarán con la certificación LEED Platino, el máximo reconocimiento en esta categoría otorgado por el US Green Building Council (USGBC) de Estados Unidos, lo cual garantiza que desde su construcción hasta el funcionamiento, se cumplan con los más altos estándares de sustentabilidad en el mundo.
Un proyecto responsable con el medio ambiente
Este edificio cuenta con la certificación platino y ocupa la posición 176 a nivel mundial, de las 182 construcciones de este tipo y de los casi 26,000 certificados por LEED. En México sólo hay una torre más de este tipo y se encuentra en Santa Fe.
En una superficie de 2,788.21 m² se erigieron los 66 niveles totales de la torre, de los cuales nueve son subterráneos. A través de dos paredes de concreto y de estructuras de acero se complementó el diseño de este inmueble, que fue pensado para resistir los sismos más fuertes sin recibir daño y, de esta manera, aprovechar más el espacio.
La innovación en este proyecto va de la mano con aspectos relacionados con la eficacia energética. También se enfocaron en el uso de energías alternativas para mejorar la calidad de vida ambiental al interior, y en la autosuficiencia en el consumo de agua, sin dejar de lado el desarrollo sostenible de los espacios libres y de la selección de materiales.
La parte inclinada del edificio (fachada sur-oriente), que se aisló térmicamente, está diseñada para minimizar el efecto calorífico del sol hacia el interior, ya que gracias a las sombras proporcionadas por el diseño estructural se ahorrará un 25.4 % en el consumo de energía a comparación de los edificios similares de la Ciudad de México. Asimismo, cada cuatro niveles hay áreas verdes al interior para crear corrientes de aire natural que ayudarán a la reducción de emisiones de CO2 para mejorar el tránsito del aire y así refrescar el área de trabajo.
Este proyecto verde que comenzó su construcción en 2008, dará cabida a cerca de 4,600 personas (una persona cada 12m² contra una persona cada 8m² como cotidianamente se hace), pensado en función de un mejor desempeño laboral. Además los usuarios contarán con vistas hacia el exterior en el 90% de sus espacios ocupados.
Sistemas de control a la vanguardia
Otra de las particularidades con la que cuenta la Torre es el sistema automatizado Building Management System, que detectará en dónde no hay gente para apagar la iluminación o, en su defecto, reducirla si hay poca gente. Con esto, el sistema dejará de producir 700 toneladas de CO2 al año y ahorrará 1 millón 400 mil kilowatts por hora anuales de energía, lo que representa un beneficio de escala global a comparación de los edificios convencionales.
Para facilitar el acceso al estacionamiento de gran magnitud, sus empleados, clientes y visitantes podrán disfrutar del sistema de control Honeywell, con el que a través de tablets y teléfonos inteligentes tendrán la ventaja de un estacionamiento robótico y de autoservicio con capacidad para 1,012 cajones de estacionamiento.
Las medidas de emergencia no se pueden ignorar en un edificio como este. En caso de siniestros se estipula que se evacúe el recinto a través de los 26 elevadores, con lo que se consolida una vez más como una referencia de la construcción, ya que ningún edificio en el país cuenta con un sistema de evacuación como este.
En la parte de los lobbys de cada nivel se cuenta con áreas de refugio, construidas con materiales resistentes hasta por tres horas y podrán administrar aire durante un incendio. Además este espacio se presurizará, es decir, que no permitirá que entre el humo ni las flamas.
Se planea que a manera de mejorar la calidad de vida, además de las áreas de trabajo, oficinas y auditorios para conferencias, en el interior se establecerán comercios, un bar y una alberca.
A principios de mayo de 2016, la Torre Reforma se hizo acreedora al Premio Diamante ACEC 2016 en la categoría de Sistemas Estructurales, por su ingeniería e innovación empleada para su construcción. Su creador, el arquitecto Benjamín Romano, recibió en Nueva York este galardón en la categoría de Sistemas Estructurales. Desde junio de 2015 se colocó su última viga y entonces se trabajó en concluir los interiores del edificio. Hay que destacar que este premio es uno de los más representativos en cuanto a trayectoria y presencia internacional, así como el más importante en tema de diseño de ingeniería en el mundo, lo cual significa todo un logro para el diseño arquitectónico y la ingeniería mexicana.
Radiografía de la Torre:
· Categoría: LEED Platino
· Inicio de construcción: 2008
· Termino de construcción: 2015
· Inauguración: 2016
· Altura: 246 metros
· Niveles: 57
· Uso: corporativo
· Capacidad de usuarios: 4, 600
FUENTE: https://thehappening.com/recorrido-a-traves-del-rascacielos-alto-la-cdmx/