Hay cosas que es mejor conocer sin tener que comprobarlo, ¿no lo crees? Así que si te has preguntadocómo es el Torito, ese lugar al que llegan arrestados los conductores que reprueban el alcoholímetro, no hay necesidad de arriesgar tu vida ni la de los demás, mejor lee lo que descubrimos investigando.
Lo primero que debes saber es que no se llama “Torito” y que se le dio este mote porque en el prediodonde opera antes había un rastro. Su nombre oficial es Centro de Sanciones Administrativas y en él puedes permanecer “guardad@” hasta 36 horas si conduces bajo los efectos del alcohol o algún estupefaciente.
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Se ubica en la esquina de Avenida Aquiles Serdán y Lago Gascasónica, en la Delegación Miguel Hidalgo, y en su interior mantiene resguardadas a personas que cometieron faltas cívicas, como beber en la vía pública o los que no libraron la prueba del alcoholímetro.
Desde 2003, en la ciudad se aplica el programa Conduce sin Alcohol para reducir los accidentes viales causados por ingesta de bebidas etílicas. En este tiempo ha sufrido modificaciones; por ejemplo, actualmente se aplica jueves, viernes y sábado, y un día extra, que puede ser miércoles o domingo.
De forma aleatoria, personal de la Secretaría de Seguridad Pública detiene a conductores para preguntarles si bebieron y, en algunos casos, aplicarles la prueba de alcoholemia. Cuando el chofer sobrepasa los 0.4 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, quiere decir que no la superó.
Entonces se turna al infractor con el médico legista, para que certifique su estado, y luego con el juez cívico, para determinar su sanción, que será de entre 20 y 36 horas de arresto que no se puede sustituir con otra pena, además de que se hace acreedor a 6 puntos malos en su licencia de conducir.
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En tanto, el vehículo será remitido al corralón, salvo que algún acompañante del automovilista lo pueda conducir. Si este presenta aliento alcohólico, será valorado por el médico del punto de revisión y, dependiendo del resultado, se determinará si procede la entrega del vehículo.
Una vez en el “Torito”, los infractores son divididos en el área de mujeres y en la de hombres. Ahí, tienen acceso a libros, a juegos recreativos, a atención psicológica y se les brinda una plática sobre alcoholismo.
¿Y qué hay de los amparos? Algunos infractores contratan a un abogado para que lo tramite, solicite la suspensión del acto y así concluya el arresto. Esto ocurre (bajo el argumento de que existe privación de la libertad), aunque no de forma inmediata, generalmente transcurren varias horas.
Tras resolverse el juicio de amparo, que puede llevar unos seis meses, se determina si fue constitucional la sanción o la detención. Cuando se niega el amparo, el infractor deberá regresar a cumplir las horas de arresto que le falten.
En tanto, si te toca estar del otro lado de la moneda, del que no sabe dónde anda su familiar y no lo puede localizar, descarga la app Justicia Cívica y en el rubro de Barandilla Transparente podrás saber si alguien está en el Juzgado Cívico o en el “Torito”.
Así que ya sabes cómo es el Torito y es mejor que no manejes si piensas tomar.
Fuente: http://www.dondeir.com/ciudad/como-es-el-torito/2016/05
