Los griegos antiguos decían: «Si quieres lucir bien, corre; si quieres ser fuerte, corre; si quieres ser inteligente, corre».
Se entiende que trotar en sí no es un medicamento para todas las enfermedades pero su efecto positivo en el organismo es indiscutible.
Es una manera perfecta y gratuita para lucir bien. No requiere ningún equipo especial ni lugar para entrenar. Lo cual en sí ya es un buen motivo para empezar a trotar. Y estos son los otros nueve:
Trotar aumenta las habilidades del corazón y de los vasos sanguíneos, pues entrena directamente el músculo cardíaco. Lo cual quiere decir que el corazón se está volviendo más fuerte y resistente. Esto inevitablemente se refleja en su eficiencia.Aumenta la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre. Un corazón entrenado en un ciclo bombea una cantidad de sangre considerablemente mayor que un corazón sin entrenar. Si aumenta el flujo sanguíneo, aumenta también el intercambio de oxígeno.Todos los tejidos y órganos reciben más sangre enriquecida de oxígeno y nutrientes.
Es un excelente remedio para combatir la tensión nerviosa. El estrés y el cansancio se acumulan en el organismo a lo largo del día. Para deshacerse del cansancio hay que sudar, y correr soluciona esta tarea muy bien.
Durante un ejercicio prolongado se libera en la sangre una hormona especial, la endorfina. Esta hormona también se llama «la hormona de la felicidad». Y no por nada. Cuando la concentración de endorfina en la sangre aumenta, la persona siente una euforia ligera. La depresión desaparece.
Aumenta la actividad cerebral. Cuando corres, la solución de una tarea o problema a menudo «viene sola».
Durante un entrenamiento activo, la sangre se enriquece de oxígeno, se aumenta el metabolismo, y, como resultado, el sistema central nervioso funciona mejor, lo cual quiere decir, que el cerebro se vuelve más activo.Los ejercicios sistemáticos mejoran el sistema inmune debido al aumento de los eritrocitos y hemoglobina en la sangre.
En el proceso de trotar se disminuye el colesterol en la sangre, se reduce la sensación de hambre y se mejora el funcionamiento de los intestinos.
Junto con el metabolismo mejorado esto lleva a la normalización de la masa corporal.Puedes correr a cualquier hora del día. Si corres por las mañanas, cuando la sangre tiene una cantidad de hormonas elevada, el ejercicio será un medio de descarga, lo cual le ayudará al organismo a estar en armonía.
Si corres después del día laboral, por la tarde, reducirás la tensión, te relajarás, te cargarás de energía, suprimirás el apetito excesivo y dormirás bien.
Las investigaciones científicas muestran que se produce una regeneración parcial de los tejidos del hígado y un efecto positivo en los riñones. Cuando trotas, liberas tus riñones de carga, lo cual lleva a su mejor funcionamiento.
Correr regularmente también produce un efecto favorable en el sistema músculo-esquelético. Para las personas de la tercera edad este tipo de ejercicio es especialmente útil, ya que previene los cambios degenerativos en las articulaciones y los tejidos musculares.
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