Aquí tenéis lo que escribió este chico de veintiocho años:“Esto se llama el amor. Este día quizá no es el mejor día de mi vida, pero forma parte. Antes tú me sentabas en tus rodillas Abuela, hoy yo hago lo mismo por ti. Sin vergüenza ni temor quiero recordarle a todos que eso es nuestra vida y tenemos que vivirla. Éste es mi deseo para el nuevo año. Tener cerca a alguien que te va a cuidar, pero también celebrar contigo los momentos de alegría.¨
La abuela de Giancarlo está en mal estado, muy a menudo no reconoce a su propio nieto. Y a pesar de ello, el amor del chico hacia este miembro de su familia es todavía más bello.
La fuente: Giancarlo Murisciano