Piensa en el que camino que hacías a la escuela: ahora o en el pasado. Probablemente te reíste con tus amigos, compartiste dulces o el lunch, cantaste, jugaste. Quizá entonces no tenías más preocupaciones. Mi historia es diferente. Mis amigas y yo fuimos atacadas por hombres armados cuando caminábamos de la escuela a nuestras casas. Estábamos en la mira de esos hombres, a nuestros 15 años, por atrevernos a ir a la escuela; especialmente yo por haber osado alzar la voz sobre el derecho de todas las niñas a recibir educación.
Me atacaron porque represento lo que algunos extremistas más temen: niñas y mujeres educadas. Pero esto sólo me hizo más fuerte.
Mientras tanto, a más de 60 millones de nuestras hermanas alrededor del mundo se les sigue negando la oportunidad de ir a la escuela. Por eso te necesito: para que me ayudes pidiéndole a la Alianza Mundial por la Educación (GPE, por sus siglas en inglés) -una de las más importantes fuentes de financiamiento para la educación en muchos de los países más pobres del mundo-, que den un paso más. Que incrementen el financiamiento para garantizar que todas las niñas puedan ir a la escuela durante 12 años, y no sólo durante 9 años como lo es ahora.
Un cambio como éste tendrá un efecto tremendo en las vidas de millones de niñas en todo el mundo, así que levantemos nuestras voces juntxs.
Aquellos que amenazan alumnas en realidad nos temen. Ellos saben que nuestros libros y nuestras plumas son nuestras armas más fuertes para luchar por la igualdad y la paz.
Gracias por no permanecer en silencio, sino por estar de pie a mi lado y levantar tu voz con la mía.
Malala Yousafzai
Londres, Reino Unido