No debe causar ya sorpresa la potencia evangelizadora que tienen los mensajes del Papa Francisco en sus distintas realidades y situaciones. En la opinión de creyentes y no creyentes, con mayor o menor claridad, el mundo reconoce en el Sumo Pontífice una de las voces con mayor impacto e influencia a nivel global. En este contexto, el mundo empresarial no ha sido ajeno a sus palabras iluminadoras.
En este corto post, queremos hacer un pequeño resumen con algunos puntos importantes en los cuales el Vicario de Cristo ha buscado referirse a las empresas. Consideramos que puede ser una lectura interesantísima para los jefes y dueños de organizaciones.
El Santo Padre en varias ocasiones ha indicado que: “Con la ayuda de Dios y de la Iglesia, ustedes (los hombres de empresa) pueden dar testimonio eficaz en su campo, porque no traen solo palabras y discursos, sino que traen la experiencia de las personas y de las empresas que buscan implementar de manera efectiva los principios éticos cristianos en la situación actual del mundo del trabajo”.
1. Recuerda que siempre va primero la persona humana
«Se recomienda al empresario cristiano conjugar siempre el Evangelio con la realidad en la que opera; y el Evangelio le pide poner en primer lugar a la persona humana y al bien común, hacer todo lo posible para asegurarse de que haya oportunidades de trabajo, y de trabajo digno». Audiencia a los miembros de la Fundación Centesimus Annus-Pro Pontifice.
2. Busca la justicia
«Tú no puedes dar limosna a la Iglesia siendo injusto con tus empleados. Esto es un pecado gravísimo: es usar a Dios para encubrir la injusticia». Homilía en casa Santa Marta.
3. Promueve el valor del trabajo y el trabajo en base a valores
«Promuevan los valores que hacen fecunda su actividad, poniendo siempre atención primaria a la dignidad de la persona humana y su inserción en el mundo laboral, así como al verdadero bien común de toda la sociedad». Carta para el 49° Coloquio IDEA – Argentina.
«Son llamados a permear de valores cristianos los ambientes en los que trabajan con el testimonio y la palabra, encontrando a las personas en sus situaciones concretas, para que tengan plena dignidad y sean alcanzadas por la salvación de Cristo… Sed laicos en primera línea, siéntanse parte activa en la misión de la Iglesia, vivan su secularidad dedicándose a las propias realidades de la ciudad terrena: la familia, las profesiones, la vida social en sus distintas expresiones» Discurso en Encuentro por 50° aniversario de fundación “Sígueme”.
4. Crece responsablemente
«El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo. Estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos». Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium # 204
5. Recuerda que el trabajo digno es: libre, creativo, participativo y solidario
«Demasiado a menudo, el trabajo está bajo la opresión a diferentes niveles: del hombre sobre el hombre; de nuevas organizaciones esclavistas que oprimen a los más pobres; en particular, muchos niños y muchas mujeres sufren una economía que obliga a un trabajo indigno que contradice la creación en su belleza y en su armonía … debemos hacer que el trabajo no sea instrumento de alienación, sino de esperanza y de vida nueva»
«Cada hombre lleva en sí una capacidad única y original de sacar de sí mismo y de las personas que trabajan con él el bien que Dios le ha puesto en el corazón, no podemos cortar las alas a quienes, en particular los jóvenes, tienen tanto que ofrecer con su inteligencia y capacidad».
«Para poder incidir en la realidad, el hombre está llamado a expresar el trabajo según la lógica que más le es propia, esa relacional, es decir, ver siempre en el fin del trabajo el rostro del otro y la colaboración responsable con otras personas».
«Allí donde a causa de una visión economicista se piensa en el hombre en clave egoísta y en los otros como medio y no como fin, el trabajo pierde su sentido primario de continuación de la obra de Dios, obra destinada a toda la humanidad para que todos puedan beneficiarse (…) Es necesario ofrecer la propia cercanía, la propia solidaridad así como dar instrumentos y oportunidades adecuadas». Discurso a las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos.
6. Ten muy presente la ética en las Finanzas
«Es importante que la ética reencuentre su espacio en las finanzas y que los mercados se pongan al servicio de los intereses de los pueblos y del bien común de la humanidad. No podemos tolerar más que los mercados financieros gobiernen las suertes de los pueblos en vez de satisfacer sus necesidades o que unos pocos prosperen recurriendo a la especulación financiera mientras muchos padecen las consecuencias…es urgente que los gobiernos del mundo entero se comprometan a poner a punto un marco internacional capaz de fomentar el mercado de la inversión con alta repercusión social, para poder contrarrestar así la economía de la exclusión y del descarte». Discurso en el Congreso “Impact Investing for the Poor” del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
7. Ejerce un sano liderazgo
«Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta siempre es la misma: Diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno en cambio». Discurso en el Encuentro con la clase dirigente de Brasil.
El profesor de London Business School Gary Hamel, reflexionó sobre un discurso del Papa Francisco a la curia vaticana y escribió un artículo para Harvard Business Review (HBR), donde describe las 15 enfermedades y tentaciones que pueden debilitar peligrosamente la eficacia de cualquier organización. Este artículo ha sido difundido y comentado por miles de personas en el mundo del management. Puede revisarlas en el siguiente aquí.
Esperamos que se sientan libres y responsables de compartir este pequeño aporte con los jefes y dueños de las empresas donde trabajan. No se sientan avergonzados, lo pueden hacer abiertamente (o de incógnitos dejándolo impreso en su oficina :)), les aseguro que es bastante probable que lo lean, uno nunca sabe… por ahí y termina siendo una forma concreta de hacerle apostolado a tu jefe.
Fuente – catholic-link.com