Las redes sociales son el espejo donde nos miramos. Ahí se reflejan aspiraciones y miedos, los ideales de éxito y se ponen en evidencia esos males que nos aquejan culturalmente a las mujeres: distorsión de la imagen corporal, aspiraciones de perfección inalcanzables que luego derivan en trastornos alimenticios o de ansiedad. La especialista María Gabriela Fernandez reflexiona sobre las incidencias de las redes y sus efectos.
Estudios hechos por la firma Dove en el Reino Unido a más de 1.000 mujeres revelan conclusiones llamativas. El 38% de las mujeres confiesa ser demasiado crítica consigo misma respecto a su imagen corporal. Las redes sociales parecieran no colaborar en el tener una buena autoestima. El 41% borra las fotos más desfavorecedoras de su perfil. El 50 % de las mujeres menores de 40 años dicen sentirse presionadas por mostrar la mejor versión de ellas mismas y sentirse cohibidas por su aspecto en relación a lo que se ve en las redes sociales. Al parecer el 69% de las mujeres británicas no se consideran hermosas y un 41% no está satisfecha con su cuerpo (en el 2004 las que no estaban conformes eran un 36). De éstas, un 42% cree que la cirugía estética es uno de los mejores recursos para mejorar la autoestima y un 20% considera a la cirugía una forma de parecer más jóvenes o atractivas.
Otros estudios informan que las mujeres que más tiempo pasan conectadas a Facebook tienen un comportamiento más enfocado en la apariencia y tienden a ser más ansiosas respecto a su cuerpo. Al parecer, 20 minutos en redes sociales son suficientes para que la persona empiece a preocuparse más por su figura y su peso. Las personas que están ocupadas y activas no demuestran sentirse tan atraídas por el mundo virtual como ocurre con la gente que lleva una vida más solitaria y aburrida.
Con las redes sociales ahora se compite con las mejores fotografías de quienes miramos (sean celebridades o no). Es como si en algún momento Facebook se hubiera convertido en la enciclopedia de la belleza y de los estatus y comparaciones.
La profesora Borzekowski, de la Escuela de Salud Pública John Hopkins Bloomber, especialista en niños, salud y medios refiere que por su experiencia profesional los sitios de redes sociales «son parte de un escenario de dónde los niños forman el ideal de cuerpo que se maneja en la sociedad», con lo cual ya estamos pudiendo ver la incidencia del peso de la imagen en los niños.
Según un estudio publicado en 2011 por la Universidad de Haifa en Israel, mientras más tiempo pasan las adolescentes en Facebook, es más probable que se desarrolle una imagen corporal negativa y trastornos alimenticios. Si bien es verdad que en las redes sociales también se muestran comentarios o imágenes para la rehabilitación de estos trastornos y mensajes de celebridades condenando los trastornos de alimentación, también es cierto que el impacto de las imágenes de delgadez son fuertemente asociadas al éxito y a la belleza por muchas otras personas.
El tema de la imagen corporal y las distorsiones que sufren muchos adolescentes -y hoy por hoy también algo que se está viendo en los niños como comentaba más arriba- se ve cada vez más en los consultorios psicológicos en los últimos años. Pareciera que vivimos en una sociedad que cada vez está más pendiente de la imagen (vacía). Esto podría evidenciar una falta de énfasis en otras cuestiones que serían aquellas que proveen de «contenido» a la persona (vs. la imagen, que sería la variante más superficial que se puede encontrar en una persona).
En mi opinión hay una crisis de valores (la solidaridad, el respeto, la compasión, etc.) que al no estar presentes, da lugar a que otros elementos ocupen su lugar de manera incompleta o defectuosa. La imagen (lo más volátil y efímero) está ocupando el primer plano en lo que hace a darle sustento y contenido al individuo.
Es necesario un trabajo profunso sobre sobre las emociones, que son en definitiva las que guían nuestro accionar, más allá de lo que pensamos. Las emociones son un punto clave para abordar la autoestima. Cuando estas son negativas, debilitan la fortaleza yoica que pudiera tener la persona para enfrentarse ante las presiones del medio en el que vivimos -que cada vez más está puesto en la imagen y en cuestiones más superficiales- relegando los valores que son lo que le da contenido a la persona y lo que le da sentido a su accionar.
Por la Lic María Gabriela Fernandez, especialista en estrés, ansiedad y emociones del Instituto Sincronía.
Fuente: http://entremujeres.clarin.com/tech/Facebook-apariencias-redes-imagen-linda-belleza_0_1390061282.html