Hace poco me topé con un artículo con este título, y me gustó el análisis aplicado a nuestra vida. La idea original es del escritor y emprendedor americano Seth Godin. Consiste en hacer dos listas. En la primera te invito a anotar todo lo que te molesta, tus problemas, las personas que no te quieren y lo injusto de tu vida.
Y en la otra apunta tus cualidades, fortalezas, las personas que te quieren y rodean y todo lo bueno que tienes en este momento.
Ahora, toma una y guárdala en un cajón, y por lo menos una vez al mes revisa que siga ahí. La otra pégala en el espejo de tu baño y revísala todos los días.
¿Cuál de las dos listas guardaste y cuál pegaste en tu espejo? La que verás todos los días es en lo que realmente te fijas y la historia que te contarás sobre tu vida.
A fin de cuentas, esto es una reflexión sobre el optimismo y el pesimismo.
Vivimos en la era del pesimismo, estamos inundados de malas noticias y opiniones negativas. Nos contagiamos de ellas, nos preocupamos y estresamos.
No quiero decir con esto que no tengamos problemas o que la situación de nuestro país sea fácil. Pero más que preocuparnos debemos ocuparnos y hacer lo que esté en nuestras manos para mejorarlo.
Está comprobado que el optimismo ayuda al bienestar personal y de la sociedad. Investigaciones serias lo demuestran:
Un estudio de profesores de Yale que duró 23 años entre 660 personas de Oxford, Ohio en los Estados Unidos, reveló que los
que tenían una perspectiva optimista vivieron 7.5 años más que los que veían todo color negro.
Una investigación del Dr. Toshihiko Maruta de la Clínica Mayo entre 800 pacientes demostró que los 197 más pesimistas tuvieron un riesgo de muerte 19% superior.
Bien lo dijo Winston Churchill: “el optimista es aquel que ve una oportunidad en toda calamidad, mientras que el pesimista solo ve una calamidad en toda oportunidad”.
Los estudios del psicólogo y experto en felicidad Shawn Achor han comprobado la ventaja de ser positivo: un cerebro en positivo es 31% más productivo, un vendedor es 37% más efectivo y un doctor 19% más acertado.
Te preguntarás, y si soy alguien negativo, si la lista que puse en mi espejo es la de las cosas que no tengo o no me parecen. ¿Cómo cambiar a un cerebro positivo?
Achor sugiere realizar cinco acciones diarias por tres semanas: apuntar 3 cosas por las que se este agradecido, llevar un diario de una experiencia positiva, ejercitarse, meditar o rezar y realizar actos de servicio hacia los demás.
De esta forma te vas entrenando a tener una perspectiva más positiva sobre la vida, a valorar lo que tienes y no lo que te falta.
No se trata de ver todo color de rosa y sin preocupaciones, se trata de un optimismo razonado que se practica todos los días: me levanto y decido ver lo positivo de la vida, y hacer a un lado o recordar poco lo negativo.
Me parece muy buena la idea de las dos listas. Te invito a escribirlas hoy mismo. Recuerda en una anota todo lo que te molesta, tus problemas y las personas que no te quieren. En la otra apunta tus fortalezas, los seres queridos que te rodean y lo bueno que tienes cada día.
Y decide: cual de las dos listas vas a guardar en un cajón, y cual vas a colgar en el espejo de tu baño para leerla todas las mañanas e ir haciendo tu vida. ¡En ti está la decisión!
Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. Facebook: Lucia Legorreta