Los usuarios prefieren una contraseña débil y fácil de memorizar frente a una tan más segura y más difícil de recordar.
Según Kaspersky Lab, los usuarios se enfrentan cada vez más al dilema de cómo elegir sus contraseñas. Algunos terminan utilizando contraseñas fuertes y diferentes para cada cuenta para evitar que no puedan hackearles, pero al mismo tiempo se arriesgan a olvidar esas contraseñas en el proceso. Otros eligen unas contraseñas fáciles de memorizar y que les hace la vida más sencilla, pero que también es más fácil que caigan en manos de los cibercriminales.
Opción 1, una contraseña fuerte pero difícil de recordar
Según el estudio, muchos consumidores españoles entienden la necesidad de contar en sus cuentas con contraseñas fuertes. Cuando se les preguntó por tres de sus cuentas online que requerían contraseñas más fuertes, el 65% de los encuestados en nuestro país seleccionó el acceso a la banca online, el 44% las aplicaciones de pago incluyendo las carteras digitales, y el 43% las tiendas online.
Sin embargo, la dificultad de recordar todas estas contraseñas seguras significa que es muy probable que se lleguen a olvidar y terminen sin poder acceder a sus cuentas. De hecho, el 40% de los españoles no puede restaurar con rapidez esas contraseñas después de haberlas perdido.
Y a la hora de guardar las contraseñas, la mitad (55%) las almacena de forma insegura, con una cuarta parte (27%) escribiéndolas en un bloc de notas para no tener que recordarlas, lo que también pone en riesgo su seguridad.
Opción 2, contraseñas débiles que son fáciles de crackear
Como una alternativa al dilema de la contraseña, y para evitar la dificultad de tener que recordar esas contraseñas largas, algunas personas están desarrollando hábitos de contraseñas inseguros. Por ejemplo, el 10% utiliza una única contraseña para todas sus cuentas, lo que les facilita vivir una vida digital sin problemas y sin necesidad de tener que esforzarse por recordar cómo iniciar la sesión online en una cuenta. Eso sí, hasta que un ciberdelincuente se apodera de esa contraseña y accede a todas nuestras cuentas.
De hecho, el 19% de los españoles encuestados por Kaspersky Lab, en los últimos 12 meses, se ha tenido que enfrentar a la amenaza o han visto cómo hackeaban una de sus cuentas. Los correos electrónicos son el principal objetivo (43%), seguidos de cerca por las redes sociales (39%), cuentas bancarias (20%) y cuentas de tiendas online (20%).
Hay una tercera solución al dilema
Según Kaspersky Lab, los consumidores no tienen por qué limitarse a solo dos opciones para hacer frente al problema de las contraseñas. De hecho, no es necesario enfrentarse a esta situación, tal y como señala Alfonso Ramírez, Director General de Kaspersky Lab Iberia: “Si las personas cuentan con contraseñas seguras que puedan recordar, no solo podrán acceder a todo lo que necesiten y siempre que lo necesiten, sino que la información contenida en sus cuentas también estará a salvo de los ciberdelincuentes. Para los consumidores que solo quieren seguir con su vida cotidiana en condiciones de seguridad esto es muy importante, lo que les permite, por ejemplo, encontrar la información de contacto de alguien, recordar un lugar de reunión específico, ganar la guerra en su juego favorito, verificar sus correos electrónicos o comprar algo que necesitan cuando lo desean, sin desvelar su información a ningún hacker o ciberdelincuente”.
“Pero recordar contraseñas seguras es difícil, lo que significa que los usuarios se tienen que enfrentar todos los días a este dilema. A menudo olvidan las contraseñas seguras o terminan creando otras que son fáciles de recordar, pero también fáciles de hackear. Sin embargo, hay una tercera opción que puede brindar tranquilidad a los consumidores: usar una solución de administrador de contraseñas permite a los usuarios tener contraseñas seguras, sin tener que escribirlas en cuadernos o recordar complicadas cadenas de palabras con caracteres especiales”.
Fuente: Intereconomia