Date el rol por la Ciudad de México y adéntrate en sus laberínticas colonias con esta lista que BuzzFeed creó para todo aquel visitante y turista que desee vivir, de primera mano, la experiencia de ser mexicano.
Anzures
Centro Histórico
¿Cómo es? El Centro es una licuadora histórica de templos aztecas y edificios coloniales. Ahí se encuentran algunos de los negocios más viejos de la ciudad: desde joyerías y librerías, hasta bares y churrerías.
¿Dónde pasear? El típico paseo por Madero hasta llegar al Zócalo. Zigzaguea por las calles para apreciar la arquitectura, y llega hasta la plaza de Santo Domingo.
¿Dónde comer? Una chirringonga de atún ahumado en La Chirrindongería; el pan recién hecho hace que la espera valga la pena. Puedes parar en la nevería La Especial de París, ubicada en un pequeño local cerca del Chopo, y comerte un tiramisú de otra época. Y si te da la noche, visita el Bar Mancera y pídete un Guty Cárdenas (no preguntes qué tiene).
No te puedes perder: Un safari por La Merced: llega temprano y explora sus pasillos. Deja que tu curiosidad sea tu guía, y no te prives de probar, olfatear o ver cualquier cosa que te llame la atención. El mercado de frutas y verduras es una postal de la ciudad que jamás se te borrará.
Condesa
¿Cómo es? Un cuerpo arquitectónico inigualable con dos pulmones verdes: el Parque México y el España. Está rodeada de personajes de todo tipo que manejan negocios de todos tamaños, colores y sabores.
¿Dónde pasear? Date una vuelta por el camellón central de Ámsterdam para apreciar la arquitectura art déco y art nouveau de la colonia. Si tienes perro (y también si no tienes), visita el Parque México y su zona especial para estos animales. Una joyita medio escondida es la Plaza Popocatépetl. Y si eres amante de los libros, no dejes de ir a la Rosario Castellanos.
¿Dónde comer? Platillos sustentables y saludables en Ojo de Agua; unos tacos de cochinita pibil planchados en el Xel-Ha; o una comida completa de cantina –con todo y sus buenos tragos– en la Montejo. Y para cerrar, un clásico de pies a cabeza: helado de la nevería Roxy.
No te puedes perder: Las tortas de chilaquil en la “esquina del chilaquil”, en Alfonso Reyes y Tamaulipas. Solía ser un secreto bien guardado de la Condesa, pero ahora es casi casi un paseo obligado si trabajas por ahí o si estás de visita.
Coyoacán
¿Cómo es? Una zona con una sensación eterna a una tarde de domingo. Tiene diferentes matices de tradiciones mexicanas. Puedes discutir sobre filosofía o política con cualquiera que te cruces en la calle.
¿Dónde pasear? Camina por el Pueblo de los Reyes. Sus tradiciones súper arraigadas hace que se sienta totalmente despejado de atributos citadinos. O haz la típica caminata por Francisco Sosa para sentir la esencia coyoacanense. Tampoco te pierdas la casa de Frida Kahlo, la Plaza de la Conchita y los viveros.
¿Dónde comer? Tostadas en el mercado de Coyoacán, mole verde en Los Danzantes, tacos de huevo en el Merendero Las Lupitas, o unos tamales Pino. Y obvio puedes ir por un café al Jarocho para cerrar.
No te puedes perder: El zoológico de los Coyotes, que tiene especies endémicas del Valle de México.
Cuauhtémoc
¿Cómo es? Un oasis Godínez en horas de oficina… Pero en cuanto el sol se mete, se transforma en un vecindario familiar donde todos los vecinos se encuentran en el bar local o en alguna de sus azoteas.
¿Dónde pasear? Domingos en el Jardín del Arte, en el límite entre la Cuauhtémoc y San Rafael. También checa la cartelera del Instituto Francés de América Latina para ver alguna película de su exquisita selección.
¿Dónde comer? En alguna de sus joyas orientales: Rokai, Fuji, Mikado, Le Tachinomi Desu. Y para que no te de el mal del puerco puedes pasar por un café a Cucurucho.
No te puedes perder: Los tacos El Güero, entre Río Nilo y Río Lerma. Está abierto las 24 horas del día y tiene unas gringas que no tienen igual.
Del Valle
¿Cómo es? El patio de la CDMX: justo en el centro de ciudad y con parques de todos tamaños para las familias de la zona, o cualquier visitante que quiera pasar una tarde rodeado de jacarandas y resbaladillas.
¿Dónde pasear? Por cualquiera de sus parques con árboles frondosos y juegos infantiles en los que vas a querer jugar: Tlacoquemécatl, el de Pilares, San Lorenzo, Las Acacias, Pascual Ortiz Rubio.
¿Dónde comer? Unos huevos con frijoles de la Fonda Margarita. O dando la vuelta, no hay pierde si pides cualquier platillo de Los Chamorros de Tlacoquemécatl. En la Del Valle sur no te pierdas la panadería casera Rústico y Roccoto. ¿Un café? Definitivamente Passmar.
No te puedes perder: El Centro Urbano Presidente Alemán: el primer multifamiliar en México y un proyecto del arquitecto y urbanista Mario Pani. Una joya arquitectónica que te transportará al México de tus abuelos.
Escandón
¿Cómo es? Un pueblo antiguo que sobrevive entre gigantescas vialidades de la ciudad. Un vecindario tranquilo, donde una tarde de ajedrez se juega mejor en alguna de sus cantinas.
¿Dónde pasear? Por las calles que bajan el ritmo cardíaco de la zona. Encontrarás capas de diferentes épocas de la CDMX con algunos edificios que se han mantenido mejor que otros, como la parroquia de la Candelaria. Puedes darte una vuelta por Yume, donde encontrarás antigüedades y delicioso café.
¿Dónde comer? En La Beluga, un pequeño restaurante de tapas donde puedes escuchar muy buen jazz. Los sabores de la Heladería Escandón han roto barreras y ahora son los favoritos de habitantes de otras zonas de la ciudad.
No te puedes perder: Sus cantinas típicas: El León de Oro, El Fuerte de la Colonia, La Colonial. Lugares donde podrás engancharte en historias de la zona contadas por los locales.
Narvarte
¿Cómo es? Una vecindad con brisa vieja: hay papelerías, tlapalerías y ferreterías que abrieron desde hace aaaaaños. Está repleta de restaurantes y tiendas de inmigrantes que hicieron de la zona una pequeña versión de su país.
¿Dónde pasear? Por las tiendas de los hijos o nietos de inmigrantes libaneses, japoneses, brasileños y alemanes que venden productos típicos de sus países, como el Café Do Brasil y La Fenicia.
¿Dónde comer? Alguno de los platillos típicos de la Fonda 32; si vas entre semana, prueba su comida corrida. ¿Un buen café? El de Alma Negra Café. Y si te quedas con ganas de más: ve a London Inc y conoce su enorme variedad de cervezas.
No te puedes perder: El bazar de antigüedades en la planta baja del castillo estilo medieval que encontrarás en la calle de Enrique Rebsamen.
Nápoles
¿Cómo es? Un lugar donde casas viejas son habitadas por parejas jóvenes que están empezando a formar sus familias. Rodeada de negocios locales pequeños, y de grandes edificios comerciales en uno de sus extremos.
¿Dónde pasear? Los conciertos variados de los domingos en el parque Esparza. Si tienes suerte, igual y te toca que se arme el bailongo. También, pasear alrededor del parque es algo recurrente entre los locales.
¿Dónde comer? Pizzas Giancarlo, que literalmente te transportará al verdadero Nápoles en Italia; o Caldos Ánimo si estás en una tarde de lluvia veraniega. Si tienes antojo de algo japonés: Nagaoka o El Samurai. Y para el postre: una paleta helada de mandarina con albahaca de Bendita Paleta, o una bola tradicional en Chiandoni.
No te puedes perder: El espectáculo de luz y sonido del Polyforum Cultural Siqueiros, para que escuches con la propia voz del genio mexicano David Alfaro Siqueiros sobre el mural más grande del mundo: “La Marcha de la Humanidad”.
Polanco
¿Cómo es? Una zona que destila lujo, enraiza mansiones coloniales y encamina un desfile de autos último modelo.
¿Dónde pasear? Avenida Masaryk si quieres hacer compras en las tiendas y boutiques más exclusivas de la ciudad. Cuando te canses, échate en el Parque Lincoln (de preferencia junto al aviario). Y si quieres sentirte como local, pasea por el camellón de Campos Elíseos y date un taco de ojo versión casas imponentes.
¿Dónde comer? Tacos de lengua en El Rey del Suadero… obvio de suadero también. O si quieres algo más sofisticado, haz una reservación con tiempo en el Pujol para vivir una experiencia culinaria de otro mundo. ¿O quieres algo casual pero no tanto? El Eno es para ti.
No te puedes perder: La librería El Péndulo en Polanquito. Es una de las más bonitas de la ciudad, además puedes tomarte un café mientras hojeas tu próximo libro.
Roma
¿Cómo es? Un vecindario en constante transformación. Cada vez que visites la Roma norte o sur, la verás diferente: tal vez será un nuevo mural, un café, una boutique, una galería, una barbería o un restaurante que será el hit de la zona.
¿Dónde pasear? Empieza en el parque Luis Cabrera y cruza todo Orizaba hasta llegar a la plaza Río de Janeiro. Regrésate una cuadra y camina por Colima en dirección a Insurgentes, vas a poder ver algunas de las casas más representativas de la zona. También puedes visitar el Huerto Romita, un esfuerzo colectivo de agricultura regenerativa.
¿Dónde comer? En el Máximo Bistrot si traes ganas de volarte las papilas gustativas. Restaurante Kura si quieres una comida casual japonesa tipo izakaya; El Parnita para tener una explosión de sabores mexicanos con amigos; o la Cocina Económica Jualquer para unos rápidos antojitos mexicanos. Y para cerrar: un café en Dosis y unos churros en El Moro. Si te espera una noche larga: La Riviera del Sur, cantina escenificada a la antigüita con comida yucateca de primera y música que invita a quedarse.
No te puedes perder: El Mercado el 100, que se llama así porque todos los vendedores hacen sus productos a no más de 100 millas de ahí. Se pone todos los domingos en el Jardín López Velarde.
San Miguel Chapultepec
¿Cómo es? Una extremidad habitable del parque más grande de la ciudad. La San Miguel es un santuario húmedo, con arquitectura variada y anchas banquetas para tomarte tu tiempo al caminar por sus calles.
¿Dónde pasear? Cruza Constituyentes y date un paseo por la Primera Sección de Chapultepec. Es una zona del parque con muchos más árboles, lejos de los tumultos de otras secciones. También puedes darte un paseo por las galerías de arte que están floreciendo poco a poco.
¿Dónde comer? Platillos vegetarianos en el restaurante Hare Krishna de Tiburcio Montiel. O un desayuno súper completo en La Ventanita, que te hará sentir como si estuvieras en tu propia casa. El postre: un helado de cajeta del carrito del güero, que se pone todas las tardes en la esquina de José Morán y Rafael Rebollar.
No te puedes perder: El mercado El Chorrito. Piérdete entre sus puestos y siéntate a comer en alguna de sus comidas corridas. Tip extra: busca las enchiladas verdes rellenas de queso Oaxaca en el puesto de quesadillas de la planta alta del mercado.
Juárez
¿Cómo es? Uno de los vecindarios más diversos de la ciudad. Tu vecino podría ser un diseñador industrial, un exitoso bailarín nocturno, un activista social o el dueño de la panadería de la esquina. La Juárez es de todos y para todos.
¿Dónde pasear? Date un pincelazo de arte en las galería Marso o Ethra; antójate el museo Mucho, dedicado al chocolate; o sumérgete en Loose Blues, donde encontrarás diseños de Japón, Estados Unidos y México inspirados en antigüedades.
¿Dónde comer? Holly Waffles si se te antojan unos waffles belgas con un toque mexicano; Alba Cocina Local si quieres comida innovadora. El Bar Cicatriz es ideal para tomarte un café en la mañana, o unos muy buenos tragos en la noche. Y si nada más vas de paso, prueba el croissant de almendra con matcha de la panadería Amapola.
No te puedes perder: General Prim 30 –ahora conocido como Proyecto Público Prim– una de las casas más hermosas de la colonia. Ahora es un espacio donde se hacen exposiciones, obras de teatro y otras iniciativas.