Si aún no te has adentrado en el vaporwave, este es el momento. Sobre todo si sientes nostalgia por la época ochentera. Su nuevo sencillo, Changes, hará que te pongas a bailar donde quiera que te encuentres.
Nunca sospecharías que Andrés Jaime, un joven de veinte años originario de Coyoacán, es una de las promesas musicales más importantes del país. Acaba de darse una vuelta por algunos lugares de México a lado del mismísimo Thibaut Berland, mejor conocido como Breakbot, a quien le estuvo abriendo sus presentaciones. Esto fue lo que nos contó sobre su incursión en el mundo de la música:
¿Cómo se dio tu acercamiento con la música?
La música llegó a mí desde muy chico. Empecé tocando la batería, pero tratando de no solo tocar por tocar y sonar bien, sino que siempre quise hacerlo para crear algo. Después, como a los 15 o 16 empecé a grabar mis propias cosas, muy rústicamente, pero ya empezaba a componer. Soy el primero en mi familia que hace música y nunca he tomado clases, siempre me ha gustado ser… no sé si llamarme autodidacta, pero sí me gusta aprender a mi ritmo.
¿Por qué hacer música con esa onda ochentera?
Creo que siempre vibré con ella. Tengo una conexión con esa época, le sienta bien a mi oído escuchar todo el trip old school. Cuando empezaba a tocar y a ser DJ, me gustaba mucho poner New Disco o música que tuviera referente directo a esa época, ya después lo fui puliendo con ritmos de otras décadas. También me gustan mucho Pink Floyd, The Beatles, The Beach Boys… y todo eso lo estoy tratando de mezclar con mis gustos nuevos, con artistas de ahorita. La base de mi música es sesentera, ochentera… con influencias desde Michael Jackson hasta Pink Floyd, pero también mezclándolo con algo futurista. No me basta con recrear nostálgicamente los sonidos de esa época, quiero mezclar esos dos mundos.
La vibra de aquellos días jamás se ha ido de la música, siempre ha estado latente; todos los artistas seguimos inspirándonos en ella, pero le estamos poniendo cosas nuevas. Esa es mi línea ahorita.
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¿Cómo explicas el éxito que has tenido con Wet Baes?
El primer lugar en el que toqué en mi vida fue en el Club Atlántico. Tiempo después, ya con Wet Baes, nos fuimos a Morelia y Colima. Mi tercera tocada fue en Los Ángeles y de repente en minifestivales.
Siempre he visualizado las cosas en grande. Desde el principio tomé mi carrera en la música como algo serio; tanto yo, como todo el grupo que hay detrás. Todos hemos congeniado en un equipo que está buscando lo mejor desde el principio, no pensamos en pequeño.
¿Qué te parece lo que están haciendo otras bandas mexicanas? ¿Cómo sientes su música?
Muy buena, me gusta mucho lo que está sucediendo ahorita en México. Lo que están haciendo amigos como Clubz, Juan Soto y Girl Ultra. Creo que se está generando un nuevo boom del cual me siento parte. La gente comienza a darse cuenta de que puedes hacer lo que sea si le pones empeño y lo trabajas en armonía con los demás.
Además, Internet claramente es una herramienta muy importante en todo esto. El streaming ha abierto puertas para todos. El que mi música esté en Internet le da la oportunidad de ser escuchada en cualquier parte del mundo.
¿Con qué músicos te gustaría colaborar?
Pues ahora que toqué en el festival Bahidorá me encanto tocar a lado de Mayer Hawthorne y FKJ, estuvo muy padre porque soy mega fan de ellos. Pero si pudiera revivir a alguien, pues John Lennon o Michael Jackson, me siento muy conectado con su música.
Me gusta mucho trabajar solo, pero no estoy cerrado a trabajar con alguien más. Ahorita tengo otro proyecto con Juan Soto y Ale Moreno, de Ruido Rosa. También me gusta producir, pero cuando se trata de mi música, sí es muy personal, no fluye igual estando acompañado.
Cuéntanos, ¿cómo es tu modo de trabajar, de producir y de componer?
Empiezo con una melodía que se me ocurre, desde improvisando con el piano hasta en el baño, realmente donde sea. Todo lo grabo en notas de voz y después las llevo a una maqueta. Lo comienzo a hacer en el Ableton, armo los loops, agrego una batería y después le meto la melodía, el bajo y lo que falta. Me dejo llevar.
