Los medios se deleitaron con el show que dio Trump de poder militar. ¿En serio vamos a hacer esto de nuevo?
Media Columnist.
Los misiles estallaron y muchos medios de comunicacion aplaudieron.
“Pienso que Donald Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos anoche”, declaró Fareed Zakaria en CNN, luego de que 59 misiles bombardearan una base aérea siria el pasado jueves (Van Jones, de CNN, hizo un pronunciamiento casi idéntico).
«En el ataque a Siria, el corazón de Trump vino primero”, decía un encabezado del New York Times.
“El presidente Trump ha hecho lo correcto y lo saludo por eso,” escribió Bret Stephens del Wall Street Journal — un frecuente crítico de Trump que es un columnista conservador ganador del premio Pulitzer. Añadió: “Ahora destruya el régimen de Assad de una buena vez.”
Brian Williams, de MSNBC, parecía embelesado con las imágenes del bombardeo provistas por el Pentágono. Utilizó la palabra “hermoso” tres veces y aludió al estribillo de Leonard Cohen — “I am guided by the beauty of our weapons” — sin aparente ironía.
Tras el bombardeo, el aplauso fluyó como el champagne en las bodas, especialmente en los noticieros de la televisión de paga.
“Desde MSNBC hasta CNN, Trump está recibiendo su mejor prensa hasta ahora», dijo Sam Sacks, un conductor de Washington. “Y todo lo que tuvo que hacer fue comenzar una guerra.»
¿Por qué tantos medios adoran su muestra de fuerza?
“No hay manera más rápida de ganarse el apoyo del público que la acción militar», afirma Ken Paulson, jefe del Newseum Institute’s First Amendment Center.
“Es un patrón no solo en la historia de los Estados Unidos, sino en la del mundo. Nos congregamos en torno al comandante en jefe, y es entendible.»
Paulson hace notar que los noticieros también «pareciera que se aburren con su propia narrativa sobre los errores de Trump, y acogen la oportunidad de cambiarla.»
Pero eso no es suficiente, advierte, «el perro guardián requiere tener una visión clara y no sólo emitir un ladrido esporádico.»
Clara Jeffery, editora en jefe de Mother Jones, ofreció una sencilla explicación: “Es dramático. Es bueno para la TV, los reporteros se dejan atrapar por el momento.”
Agregó: “Las cadenas de noticias temen lucir como partisanas y pueden terminar cayendo en la trampa de no proveer el contexto.»
Y así, aceptan que la empatía es la motivación del Presidente — “sin que se mencione su prohibición para recibir a los niños refugiados, ni la Islamofobia que ha manifestado a lo largo de su campaña y su administración. ¿Cómo escribir sobre tal motivación y no explorar dicha hipocresía?
Derribando “la instantánea elevación de Trump a un serio y respetado líder de guerra,” Glenn Greenwald, de Intercept, citó a John Jay, uno de los autores de «Federalist Papers», quien escribió hace más de 200 años: “Sin importar cuán despreciable sea para la naturaleza humana. . ., en general, las naciones harán la guerra cada vez que tengan el prospecto de no obtener nada con ella.»
De hecho, escribió Jay, “los monarcas absolutistas suelen hacer la guerra cuando sus naciones no han de obtener nada de estas» — excepto, claro, el eterno deseo de gloria militar, venganza o autoengrandecimiento.
Pensar en bloque y carecer de un apropiado escepticismo es algo que hemos visto antes, en muchas ocasiones, en los medios de comunicación norteamericanos cuando una administración mete un pie en la guerra.
Fue algo muy notorio en la invasión a Irak en 2003, el comienzo de un largo desastre en la zona.
Y mantener la vista firme ahí, no en las imágenes espectaculares que se ven en el cielo.