Por primera vez, en al menos dos siglos, científicos accedieron al lugar considerado por los cristianos como la tumba de Jesucristo, en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. Sus hallazgos preliminares parece confirmar que las porciones de la tumba han sobrevivido hasta el día de hoy, resistiendo a siglos de daños, destrucción y reconstrucción de la iglesia ubicada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, Israel.
Considerado como el lugar más venerado del mundo cristiano, actualmente la tumba consiste en una cama de entierro de piedra caliza que fue cortada de la pared de una cueva. El lecho está cubierto de revestimiento de mármol, con el objetivo de evitar que los peregrinos extraigan fragmentos de la roca original como recuerdo.
La investigación
El revestimiento de mármol fue removido por primera vez el pasado 26 de octubre y una inspección del equipo de conservación de la Universidad Técnica Nacional de Atenas mostró que había solo una capa de material de relleno debajo.
Pero mientras continuaban con la investigación, sin parar y en un transcurso de 60 horas, encontraron otra losa de mármol con una cruz tallada en la superficie.
Horas antes de que la tumba fuera sellada nuevamente, pudieron ver la cama de enterramiento de piedra caliza, intacta.
Además, se pudo confirmar la existencia de las paredes originales de cuevas de piedra caliza en el santuario que encierra la tumba.
Para los arqueólogos, el hecho de que la tumba haya permanecido intacta durante siglos, es algo realmente increíble.
¿La tumba de Jesús?
Según la tradición cristiana, el cuerpo de Jesucristo fue colocado en un lecho funerario tallado en la roca después de su crucifixión por los romanos. Los cristianos creen que Cristo resucitó y cuando fueron a ungir su cuerpo (con óleo sagrado para recibir el sacramento) tres días después, no encontraron nada.
Para los expertos, es arqueológicamente imposible decir que la tumba descubierta en la Iglesia del Santo Sepulcro es definitivamente el sitio de enterramiento de Jesús de Nazaret. Pero hay evidencia indirecta que sugiere que la identificación del sitio por representantes del emperador romano Constantino, unos 300 años después, puede ser razonable.
Constantino tenía un santuario instalado sobre la cueva. La parte superior original de la cueva fue removida para que los peregrinos miraran hacia abajo y vieran la losa donde se decía que el cuerpo de Jesús estaba descansando.
Arqueólogos han identificado más de mil tumbas rocosas en la zona alrededor de Jerusalén. Cada una de estas tumbas familiares consistía en una o más cámaras funerarias con nichos largos cortados en los lados de la roca para acomodar cuerpos individuales. Lo que demuestran que la zona alrededor de Jerusalén era un cementerio judío en el hipotético tiempo de Jesús.
Para los expertos, el hecho de si la tumba contuvo alguna vez los restos de Jesucristo, es una cuestión de fe, dado que no hay restos para analizar o pruebas de ADN que puedan exhumar para comprobarlo.
Para el arqueólogo Martin Biddle, la única manera de saber realmente por qué la gente cree que la tumba de Jesús se encuentra allí, es revisando cuidadosamente los datos recogidos del lecho y las paredes, cuando se permitió el acceso.
El equipo de la Universidad Técnica Nacional de Atenas se encuentra en el proceso de restauración del santuario, reforzando, limpiando y documentando cada centímetro para obtener información valiosa que permita comprender mejor el origen y la historia de este lugar sagrado.