Mauricio es una isla tropical situada al sur del océano Índico, a unos 900 kilómetros al este de Madagascar, famosa como destino de sol y playa. La inmensa mayoría de españoles que la eligen van en viaje de novios. Pero es también un lugar perfecto para descansar sin necesidad de casarse previamente. No es un destino barato, pero la belleza de sus playas y la calidad de sus hoteles justifican el viaje.
Aquí van algunas cosas que puedes hacer si te decides a viajar a este pequeño paraíso tropical:
-Playa, mucha playa
A Mauricio se viene sobre todo a disfrutar de la playa. Por algo sus más de 150 hoteles están siempre en primera línea de mar. La isla cuenta con muy buenos arenales, que si bien no son excesivamente anchos, sí se extienden durante kilómetros y kilómetros sin interrupción, orlados por bosques de palmeras y casuarinas. Es una gozada caminar por esas playas durante la bajamar.
-Un paseo en catamarán
Un clásico que ofrecen en todos los hoteles. Las embarcaciones no salen de la laguna coralina que rodea la isla, así que aunque haga mucho viento el oleaje nunca es intenso. Suelen llevarte primero a ver unas cascadas, luego un rato de snorkel para ver pececitos en el arrecife, comida a bordo a base de barbacoa y finalmente un par de horas de baño y relax en la isla de los Ciervos.
-Ir de compras
Los tour organizados os llevarán a una fábrica artesanal de barcos en miniatura cerca de Curepipe (la 2º ciudad en tamaño) y a tiendas de ropa de marca a bajo precio (Arrow, Aberchrombie, Lacoste…), que supuestamente se fabrican en la isla y salen muy económicos. Solo si te interesa el shopping.
-Templos del Grand Bassin
Uno de los lugares más interesantes del sur de la isla. En torno a un lago formado en el fondo de un viejo cráter aparece una gran estatua de Shiva y varios templos a los que los fieles hindúes (mayoritarios en la isla) acuden para hacer sus ofrendas con sus elegantes y coloridos saris y trajes, metidos en el agua hasta las rodillas. Una orgía cromática para los amantes de la fotografía o el vídeo. A finales de febrero / principios de marzo se celebra aquí el Maha Shivatree, una gran peregrinación religiosa que reúne a más de medio millón de fieles de todo el Índico.
-Parque Nacional de las Gargantas del Río Negro.
Al sur de la isla se localiza esta mancha de bosque primario –último vestigio de la cubierta vegetal que una vez tapizó la isla- de 67 km cuadrados de extensión. Cuenta con muchos senderos para amantes de las caminatas, aunque hay que hacerlos con un guía. La inmensa mayoría de visitantes se limita a hacerse una foto en el mirador que hay en la carretera asfaltada que cruza el parque… y continúan con la excursión.
-L’Aventure du Sucre
Un museo en torno a la caña de azúcar, su proceso de cultivo y producción y todo lo que ello implicó en la demografía de la isla. Pasable si te gustan mucho los museos o no sabes qué hacer en un día de lluvia y viento (que también los hay en el trópico).
-Port Louis y el jardín botánico
Port Louis es la capital de la isla, fundada en época de los holandeses. Le quedan aún algunosedificios coloniales, un mercado muy colorido y un activo y cosmopolita paseo marítimo, el Caudan Waterfront.
A 11 kilómetros de Port Louis queda el Jardín Botánico de Pamplemousses, fundado en la época en la que la isla perteneció a Francia. Alberga una buena muestra de toda la flora mauriciana y de especies de otros continentes.
-Cascada Chamarel
Es el salto de aguamás bonito y fotografiado de la isla. Pero lo único que puedes hacer es asomarte al mirador de dos niveles habilitado y tomar la foto que veis arriba. Está en una finca privada a la que hay que pagar 200 rupias (unos 6 euros) para entrar y no puedes caminar por el entorno de la cascada ni acercarte más.
La Tierra de los Siete Colores
Es una chorrada como la copa de un pino. Una pequeña zona sin vegetación en la que los procesos volcánicos colorearon la tierra con una gama de ocres, amarillos y almagres. Pero ya está. Llegas, te asomas, te haces una foto ya que estás allí y a otra cosa, mariposa. Está anexa y en la misma finca que la cascada Chamarel y se visita con la misma entrada que aquella.
-Mercado de Flacq
Se trata del mercado local de verduras, frutas y hortalizas más importante del este de la isla y se localiza a las afueras de la ciudad de Flacq. Se celebra los miércoles y domingos. Colorido, bullicioso y costumbrista como todos los mercados. Un buen lugar para ver cómo vive la gente local y para comprar algunas artesanías o ropa (supuestamente) de marca a precios muy asequibles.
-PARA ALOJARSE
Como he dicho hay más de 150 hoteles en la isla, de todos los precios y categorías. Yo me alojé en The Residence Mauritius, uno de los mejores cinco estrellas de la isla. Está en la costa noreste, cerca de Flacq, delante de una estrecha pero bellísima playa de aguas cristalinas. El establecimiento es más que recomendable, tanto por las instalaciones como por el servicio que es de lujo, con un mayordomo casi por cada habitación. Tiene spa propio, una gran piscina y dos restaurantes (os recomiendo cenar en The Plantation; muy romántico y frente a la playa). Organiza muchas actividades y tiene un Beach Club en el que puedes usar gratis catamaranes, piraguas, etc.
http://elpais.com/elpais/2015/02/23/paco_nadal/1424679470_142467.html