El mundo dispone de 12 mil 500 a 14 mil millones de metros cúbicos de agua por año para uso humano. Esto representa unos 9 mil metros cúbicos por persona al año, según se estimó en 1989. Se calcula que para el año 2025 la disponibilidad global de agua dulce per cápita descenderá a 5 mil 100 metros cúbicos por persona al año, pues se sumarán otros 2 mil millones de habitantes a la población del mundo. Aun entonces, esta cantidad sería suficiente para satisfacer las necesidades humanas siempre y cuando el agua estuviera distribuida por igual entre todos los habitantes del mundo. Ante este panorama, la necesidad de generar estrategias para fomentar la consciencia del uso y la conservación del agua se vuelve prioritaria y común a todos los seres humanos.
Ha llegado una prometedora solución que tiene a muchos medios emocionados. Un accesorio para regadera, circular y elegante conocido como Nebia (un juego con la palabra italiana para la niebla), el dispositivo utiliza un sistema de dispersión de agua atomizada adaptado de la tecnología agrícola e industrial para liberar una niebla espesa que se las arregla para conseguir bañarte como una regadera tradicional. Los primeros en probarla describen que entrar en Nebia es muy parecido a entrar en una nube, una experiencia revolucionaria en comparación a las duchas tradicionales.
Pero no es la experiencia de bañarse lo que tiene a la gente obsesionada con Nebia. Tampoco es la conmovedora historia de los cinco años de desarrollo del dispositivo de moda, que comenzó en la Ciudad de México y terminó en Silicon Valley, o incluso el enfoque de los inventores de ganar partidarios pidiéndoles que un baño de prueba. En cambio, la fascinación proviene del potencial de ahorro de agua de la nueva regadera, una característica del producto que tiene a los inversores y los probadores beta muy entusiasmados. Esto demuestra hasta qué punto la tecnología de conservación de agua se convertirá en un tema de vanguardia en los próximos años, todo el mundo parece estar ansioso por probar y comprar una de estas regaderas.
De acuerdo al inventor mexicano, Carlos Gómez Adonegi, el sistema de dispersión de la Nebia logra cubrir diez veces la superficie de un cabezal de regadera tradicional, pero utiliza sólo 0,75 galones de agua por minuto en su posición normal (y sólo un poco más en su modo de alta presión). En comparación con el estándar de 2.5 galones por minuto.
La Agencia de Protección Ambiental asegura que Nebia podría reducir el consumo de agua en un 60 a 70 por ciento por cada regadera. Teniendo en cuenta que en 2013, se estimó los mexicanos utilizan 1,0 billones de galones de agua al año para bañarse, si todo el mundo en el país instalara un Nebia, potencialmente podría producir un ahorro de 720 a 840 mil millones de galones de agua al año, no está mal para una simple cabeza de regadera.
FUENTE: MXCity