A la hora de decorar, son muchas las formas de hacerlo: podemos comprar cuadros, adornos, espejos decorativos, etc. Pero lo realmente importante es el estilo, y hoy queremos hablar de una gran opción: el kitsch.
Seguramente, hayamos visto ejemplos de este estilo, aunque quizás sin saber mucho más que el hecho de que se caracteriza por la abundancia. Ante esto, surge el problema de resultar excesivo en ese intento.
En los párrafos que siguen, nos detendremos en algunas claves para evitar este problema y disfrutar de un buen estilo kitsch.
¿Cómo lograr un estilo kitsch sin excederse?
1. No al minimalismo
Lo primero al buscar un estilo kitsch, es evitar el minimalismo, ya que la idea es el exceso, aunque sin resultar excesivos. Algo difícil, pero no imposible. Por ejemplo, podemos usar cuadros recargados en su contenido, pero pocos.
Otra forma es recurrir a una venta de espejos y conseguir algunos que amplíen los espacios y multipliquen sus objetos, sin que realmente haya tantos. No hay que olvidar que, fundamentalmente, el kitsch es un efecto visual.
2. Colores fuertes y estridentes
Otra de las claves del kitsch es el uso de los colores. En este sentido, lo que buscaremos son tonos fuertes y estridentes, que llamen la atención. Una buena forma es conseguir cuadros decorativos del mismo estilo kitsch, para evitar la recarga de objetos.
A la hora de pensar en colores, no hace falta preocuparse por combinaciones, ya que este no es un valor que tengamos que buscar. Otra vez, la ayuda de unos buenos espejos México será clave para que los colores inunden los ambientes.
3. Combinación de elementos diversos
Lo mismo que sucede con los colores, sucede también con los elementos de decoración: no hace falta seguir una línea de combinación. Al contrario, mientras más disímiles y más texturas distintas formen, mejor.
Unos buenos cuadros decorativos para salas, de distintos tamaños y motivos, sumados a adornos varios, todo multiplicado en reflejos que podamos buscar en una venta de espejos serán clave.
4. Estantes y exhibidores
Algo que caracteriza al kitsch son los coleccionables, que ayudan a luchar contra lo excesivo gracias a su unidad. Por eso, buscar estantes y exhibidores en un lugar de venta de cuadros o de venta de espejos decorativos es fundamental.
Unos elementos que van muy bien con el exceso controlado del kitsch son los juguetes, que podemos disponer en vitrinas en nuestra sala para deleite de quienes nos visiten. Podemos pensar en el kitsch como en un museo de todo lo posible.
5. Todo lo imaginable
Derivado de lo dicho en el punto anterior, lo cierto es que es difícil resultar excesivo en un estilo como el kitsch, donde prácticamente nada queda mal. Por lo que el límite será nuestra imaginación, ya sea que vayamos a una venta de espejos o a cualquier otro lugar.
Desde cuadros, hasta adornos clásicos, pasando por juguetes coleccionables y muebles de diseño, el estilo kitsch es capaz de soportarlo todo.
Con estas claves, podemos ir a una venta de cuadros decorativos o una tienda de espejos con la certeza de saber como construir nuestro estilo kitsch.