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Los marcianos llegaron ya

Autor: Cynthia Aguirre

Los viajes espaciales están de moda. No hablo de los realizados por millonarios que buscan renovar sus opciones turísticas sino de las incursiones de “alienígenes ancestrales”, que parecen ser la justificación contemporánea de todo lo que la humanidad admira de la antigüedad (pirámides, templos, monumentos). Algunos arqueólogos la llaman new school (nueva escuela); busca encontrar respuestas indagando en el cosmos y no en la tierra. Yo lo llamo, broma, o, como el título de otro chachachá, “Rico Vacilón”2. Me explico:

PAREIDOLIA

La palabra deriva del griego eidolon ‘figura’ o ‘imagen’ y del prefijo para ‘junto a’. Da cuenta del fenómeno psicológico donde un estímulo visual impreciso o desconocido es percibido erróneamente como una forma reconocible. Nuestro cerebro siempre busca encontrar la familiaridad; por ello el Iztaccíhuatl nos evoca una mujer dormida y la lápida de Pakal, de Palenque, nos parece un astronauta. El cerebro dispone, pero la fantasía se impone: justifica que un par de jeroglíficos del templo de Abidos, que asemejan un helicóptero y un avión, se afirmen visiones del futuro y no deterioros provocados por el tiempo.

OOPART

Es el acrónimo de out of place artifact (artefacto fuera de lugar); es el término con que coloquialmente se denominan los objetos de interés histórico, arqueológico o paleontológico que se encuentran fuera de un contexto explicable o desafían la cronología convencional. Se aplica a objetos pequeños o grandes ciudades, como Teotihuacan, inmemorial y deshabitada en todos los relatos históricos. Los oopart dejan de percibirse fuera de lugar cuando se les estudia sistemáticamente. También, cuando se les nombra correctamente. No es lo mismo afirmar que Alejandro Magno tenía una daga de origen extraterrestre que descubrir que el hierro de dicha arma provenía de un meteorito. Ambas afirmaciones son ciertas, pero una es más taquillera. 

VANIDAD IMPERIALISTA

Aceptar que anteriores civilizaciones que, con menores recursos, lograron obras que aún asombran por sus avances tecnológicos, es un agravio imperdonable para una sociedad eurocéntrica – también egocéntrica- que se asume pináculo de la humanidad. Nos han vendido como sentencia definitiva que el pasado es forzosamente inferior al presente. Esta idea impide creer que pueblos como el nuestro, que ahora no atraviesa momentos de gloria, fueran en otro tiempo la vanguardia y motor del desarrollo.  Los imperios aseguran su poder adueñándose de la superioridad. ¿Cómo explicar que Egipto pudiera crear la pirámide de Jufu (Keops), el edificio de piedra más alto del mundo hasta 1874? Marcianos.   

EL DESCONOCIMIENTO SE CURA CON EL TIEMPO. LA PREPOTENCIA, SÓLO CON LAS CAÍDAS. 

1 Título del chachachá escrito por Rosendo Ruiz Quevedo, e inmortalizado por Tito Rodríguez, en 1955. Fue tema musical principal de la película “Platillos Voladores” (1956) con Resortes y Evangelina Elizondo.

2 Otro chachachá de Ruiz Quevedo de 1955, cuyo título promete el espíritu de este ritmo, diversión y ánimo bromista: nunca hay que tomarlo demasiado en serio.

Fuente: Revista Mira

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